Reciente

Mostrando entradas con la etiqueta Una Villana Perfecta Para Un Tirano. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Una Villana Perfecta Para Un Tirano. Mostrar todas las entradas

jueves, 15 de abril de 2021

abril 15, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 60

Capítulo 60. Talento de Cecile


En cuanto Estian la soltó de sus brazos, Cecile salió corriendo del lugar. Mientras salía, las asistentes que estaban fuera se acercaron a ella asombrados. "Vaya, su ropa..."

Al ver las arrugas en la falda del vestido de Cecile, se apresuraron a alisarlo antes de inclinarse en silencio con miradas perspicaces. Al verlas actuar de esa manera, Cecile se sintió doblemente indignada.

'¡Yo no lo hice! No lo hice'.

Un momento después, Kane salió sala de audiencias para decirle que Estian la estaba buscando.

'Me iré enseguida si vuelve a intentar algo raro'.

Cecile entró en la sala de audiencias con ese pensamiento y se detuvo frente a la puerta, mirando a Estian mientras agarraba al pomo para poder salir en cualquier momento. Estian chasqueó la lengua ante su muestra de cautela. "No tienes que estar tan preparada para huir. Sólo te he llamado porque necesito que hagas algo."

"¿Algo que tengo que hacer?"

"Mhm. Aunque no creo que sea muy diferente de lo que te pedí originalmente. ¿Podrías venir aquí un segundo?"

"......"

"No voy a hacer nada, así que deja de mirarme de esa manera."

Cuando Cecile se acercó, todavía desconfiada, Estian extendió la mano y la tiró del brazo. En el momento en que Cecile cayó en los brazos de Estian, él comenzó a susurrarle al oído.

Al escuchar lo que tenía que decir, una voz temblorosa salió de Cecile. "¿Quieres que haga algo como eso?"

***

La audiencia transcurrió tranquilamente. Aunque Tania tartamudeó un poco, confundiendo el orden de las acciones y las palabras, no surgió ningún gran problema gracias a la oportuna ayuda de Kane, que había estado esperando una situación de ese tipo. Sin embargo, el ambiente en la sala de audiencias era diferente al anterior. 

Normalmente, las agudas miradas de los funcionarios imperiales se habrían dirigido a los emisarios extranjeros que entraban. Hoy, sin embargo, todas las miradas se dirigían a otra parte, o siendo más precisos, al Emperador sentado en el asiento más alto y a la Emperatriz a su lado.

Todos conocían la excentricidad de la Emperatriz, así que también sabían lo que iba a ocurrir hoy.

'¡Seguramente la Emperatriz también hará una locura hoy!'

Y para sorpresa de todos, la Emperatriz había cumplido sus expectativas. De acuerdo con la etiqueta imperial, el Emperador y la Emperatriz debían estar en la sala de audiencias con una distancia aproximada de un metro, pero los dos ahora mismo...

"Su Majestad, creo que hace demasiado frío aquí. ¿Y si me muero de frío?" La Emperatriz decía palabras caprichosas mientras se aferraba al brazo del Emperador y se frotaba contra el mismo, lo que provocó suspiros de preocupación entre los funcionarios. Pronto sería verano y el hecho de vestir prendas de mangas largas provocaba bastante calor, así que ¿De qué frío estaba hablando?

Los funcionarios miraban de forma punzante a Cecile. Sus expresiones parecían decir, 'Si hace tanto frío, vete adentro. ¡Vuelve a tu palacio! Qué locura estás haciendo de nuevo delante de una delegación extranjera!'. 

"¡Ejem!"

"¡Hmm!"

Los funcionarios que hicieron contacto visual con Cecile giraron la cabeza apresuradamente, con los rostros un poco enrojecidos.

Se apresuraron a abanicar sus rostros con las manos, sintiendo que de alguna manera estos se habían vuelto un poco más caliente. Estian miró a los ministros por un momento antes de murmurar hacia Cecile con toda la ternura del mundo.

"¿Hace mucho frío?"

"Sí, pero..." Cecile se llevó la mano de Estian a la mejilla y la frotó con ella. "No pasa nada porque Su Majestad me está ayudando"

Objetivamente hablando, eran simplemente una pareja que se lo estaba pasando bien, aunque fuera algo incómodo de mirar. Independientemente de que fueran el Emperador y la Emperatriz, ciertamente se veían bien juntos... pero el tiempo y el lugar no eran adecuados. 

Los funcionarios miraron a Estian como su última esperanza. Sus expresiones parecían decir, '¡Su Majestad, por favor, detenga a la Emperatriz!'

Pero en contra de las expectativas de sus funcionarios, Estian abrió la boca para decir, "¿Cómo va a ser suficiente una mano con este frío? Acércate un poco más." Estian se quitó la capa de su traje ceremonial y la puso alrededor de los hombros de Cecile.

Los funcionarios se sintieron tontos al pensar que Estian haría algo para detenerla.

Cubierta por la capa roja de Estian, Cecile se pegó aún más al lado de Estian, complacida, y luego agarró el extremo de la capa para poner la mitad sobre el hombro de Estian. "¿Cómo puedo usarla sólo para mí cuando tú gobiernas este imperio? Así que cubrámonos juntos, Su Majestad."

"Que pienses en mí es suficiente."

...Justo cuando todos desistieron, un asistente anunció la llegada de la delegación del Reino de Stoan y los emisarios entraron en la sala de audiencias.

"Entrego saludos en nombre del Reino de Stoan a Su Majestad... el Emperador."

El jefe de los emisarios, que se había acercado a saludar, detuvo sus palabras por un momento, mientras los funcionarios imperiales asentían con miradas de comprensión en sus rostros. Desconcertante, ¿Verdad? Estamos igual.

Afortunadamente, el representante de la delegación de Stoan era un tipo experimentado. A excepción de su breve pausa, exhibió una profesionalidad impecable al pronunciar su saludo. Pero de repente... la voz de la Emperatriz resonó en la sala de audiencias. "¿Stoan? ¿Dónde se encuentra ese país? Es la primera vez que escucho ese nombre."

Los funcionarios imperiales se quedaron boquiabiertos. Era imposible que la Emperatriz no lo supiera. Stoan era el país vecino del Reino de Navitan, lugar de origen de la Emperatriz.

'Ha comenzado'. Los rostros de los funcionarios se tiñeron de resignación.

"¿Es demasiado pequeño y por eso no he escuchado sobre él?"

Su voz tenía un matiz burlón. La Emperatriz estaba hablando deliberadamente.

lunes, 12 de abril de 2021

abril 12, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 59

Capítulo 59. Llega la Delegación de Stoan


Estian se dirigió a la sala de audiencias. Cecile, que había llegado primero y estaba esperando, se levantó para recibirlo. Tras conseguir que las asistentes se marcharan, se acercó a Cecile. "¿Por qué tienes ese aspecto?"

"Me siento nerviosa."

Cuando pensó en ello, Estian recordó que Cecile temblaba de esa manera antes de reunirse con sus funcionarios por primera vez... aunque estaba bien después de entrar en la sala, como si nunca hubiera estado tensa.

"Pero pareces más nerviosa que antes."

"Son emisarios extranjeros. La última vez fueron funcionarios de la nación al menos, así que pensé que se controlarían de alguna manera, pero si algo sale mal esta vez, llevará a un problema internacional..." Cecile dijo.

"¿Qué, te preocupa algo así?"

"¡Tengo sentido común!"

Una risa salió de los labios de Estian. ¿Por qué ella se sentía nerviosa por algo como eso, pero no sentía nada de eso hacia él? 

Kane llevaba tanto tiempo al lado de Estian que se había acostumbrado a su presencia, mientras que Irene no sentía ningún temor debido a la sangre que compartían y por eso ella podía hablar todo lo que quisiera. Cecile, sin embargo, no entraba en ninguno de los dos casos, por lo que le resultaba curioso que actuara con tanta normalidad hacia él.

Estian levantó a Cecile por la cintura antes de sentarse en una silla y colocarla en su regazo. Estaban tan cerca que el calor de sus cuerpos podía sentirse a través de la gruesa ropa que llevaban. Pero cuando Estian la acercó aún más hacia él, sintiéndose satisfecho, Cecile estalló alarmada. "¡El vestido se va a arrugar!"

"¿No deberías sentirte sorprendida y confundida, en momentos como éste?"

"Porque ya me he acostumbrado a que Su Majestad haga esto... así que en realidad no."

Resultaba comprensible, puesto que Cecile sabía mejor que nadie lo mucho que Estian se había aferrado a ella en el Palacio de la Emperatriz durante la semana siguiente a su boda.

"Entonces, ¿Hago algo a lo que estés menos acostumbrada?"

"¿Qué vas a hacer?" Preguntó ella con cautela.

Las manos de él subieron sin dudarlo por su cuerpo y, sobresaltada, las apartó de un manotazo con una fuerza considerable. "¡No puedes! Si quieres hacerlo, ten paciencia hasta la noche."

"......"

Por su vida, Estian no podía entender por qué ella se veía aún más guapa en momentos como este. Si otra persona le hubiera abofeteado las manos de esa manera, ya habría perdido la muñeca. En primer lugar, ni siquiera les habría puesto las manos encima. Cuanto más pensaba en ello, más extraño se sentía, pero a pesar de todo se sentía complacido. "¿Qué pensabas que iba a hacer?"

"¡Bueno, por supuesto...!" Cecile se detuvo y su cara se puso roja en un instante. No se atrevía a continuar, no a plena luz del día. Estian aprovechó su vacilación para volver a tocar sus caderas con las manos. Se alegró de que esta vez ella no las apartara de un manotazo.

"¿Y por qué tengo que ser paciente?"

A Cecile le pareció ridícula su pregunta, pero aun así le respondió. "Porque la audiencia con la delegación comenzará pronto."

"¿Y? ¿Y qué? Ni siquiera es un problema posponer la audiencia una o dos horas. Podría aplazarla hasta mañana o el mes que viene si lo quisiera."

"Tienes razón, pero..."

"¿Debo hacer eso? La verdad es que no quiero verlos. También podría decir que el Emperador quiere pasar más tiempo con la Emperatriz y enviarlos de regreso."

"Pero entonces seré odiada de nuevo", se quejó ella.

"¿Y qué? ¿No es eso lo que habíamos planeado? Es incluso mejor si puedes ganar algo de notoriedad sin tener que hacer nada molesto."

Efectivamente, era como Estian decía. Cuando Cecile lanzó la Esmeralda de Aled frente a los funcionarios, sintió que también lanzaba su corazón.

Era una oportunidad de ganar fácilmente algo de infamia sin hacer nada de eso, pero... ¿Por qué lo sentía tan injusto? Cecile miró el papel que aún tenía en la mano. Supuso que estaba disgustada por todo el trabajo que había realizado para memorizar su contenido.

'No sólo yo. Tania también'. También recordó cómo Tania leía una y otra vez un papel hasta el punto de ponerse pálida. Tania también se había esforzado mucho, por lo que no podía desechar todos sus esfuerzos en un instante.

"¡Su Majestad!"

Fue entonces cuando la puerta de la sala de audiencias se abrió bruscamente sin ni siquiera tocar primero. Sobresaltada por la llegada de alguien más, Cecile empujó el pecho de Estian con toda la fuerza que pudo, pero no se cayó de sus piernas porque la sostuvo firmemente con sus brazos.

"Me has sorprendido. ¿En qué estabas pensando?"

"Perdóneme, Su Majestad. El asunto es urgente". Kane se apresuró a hacer una reverencia en señal de disculpa ante las palabras de reproche de Estian, entonces éste se volteó hacia él.

"Ah, Kane. No estaba hablando contigo, así que no te preocupes. ¿Estás bien, Cecile? No deberías haberme empujado". dijo Estian, que apenas había podido contener a Cecile. Luego dirigió su atención a Kane. "No te perdonaré si el asunto no tiene importancia."

"Siento mucho haber interrumpido tu buen momento, sin embargo..."

Normalmente, Kane habría algo como 'te lo contaré más tarde' y se habría marchado, pero esta vez ni siquiera dudo. Además, miraba a Cecile, no a Estian. 

Al darse cuenta de que lo que Kane tenía que decir era mucho más importante de lo que pensaba y de que Cecile estaba preocupada, Estian la soltó con cara de descontento.

"Entonces, ¿Qué has venido a decir?"

viernes, 9 de abril de 2021

abril 09, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 58

Capítulo 58. Llega la Delegación de Stoan


Pensando en esto, pudo entender por qué la Torre de los Magos se moría por investigarlo. 

Ambos querían saber sobre la sangre de Eugendiph, pero su objetivo final era completamente diferente. La Torre de los Magos sin duda deseaba crear más sucesores de Eugendiph investigando su sangre, mientras que Estian deseaba deshacerse completamente de ella para que no existieran más seres como él en el mundo.

"¿Cancelamos la audiencia de hoy?" Preguntó Kane con cautela viendo el rostro rígido de Estian. Cualquiera podía darse cuenta de que estaba de muy mal humor en este momento. Un momento después, Kane preguntó, "¿O le digo a Su Majestad la Emperatriz que venga?"

"Sí, Cecile..." Estian respondió inconscientemente, pero se detuvo y levantó la vista. "¿Por qué hablas de Cecile, de repente?"

"He juzgado que tu estado de ánimo mejoraría un poco con la Emperatriz a tu lado."

"¿Qué clase de...?"

...¿Tonterías son esas? Pero Estian no pudo terminar sus palabras y cerró la boca. Como dijo Kane, sentía que su estado de ánimo mejoraría con ella a su lado. De hecho, quería que ella estuviera aquí. Tenía la sensación de que podría dejar de pensar en la Sangre de Eugendiph en su presencia. Esos pensamientos a Estian le parecieron extraños. 'Pero, ¿por qué?'

Le gustaba Cecile hasta el punto de que Kane le sugería cosas como estas, y se no negaba. Pero el problema era que no sabía por qué.

¿Por su belleza? Innumerables mujeres se le habían acercado hasta ese momento. ¿Ninguna era tan hermosa como Cecile? No. Sin embargo, no sentía el más mínimo interés hacia ellas en ese momento.

¿Era por su peculiar comportamiento? En efecto, resultaba divertido que prácticamente buscara la muerte desde su primer encuentro, pero ¿Qué habría pasado si otra persona que no fuera Cecile hubiera hecho tal cosa? 

'Sin duda, La boda se habría convertido en un funeral'.

Estian se quedó más pensativo al llegar a ese punto. Qué extraño. ¿Por qué se volvía tan blando cuando se trataba de Cecile? Otros podrían decir, '¡Eso es amor!' al escuchar sus pensamientos. Estian sacudió la cabeza. Algo le preocupaba extrañamente.

"¿La traigo ahora?" preguntó Kane.

"No, déjala."

En ese momento, se escuchó un ruido en el exterior y Estian miró por la ventana. Vio a lo lejos una delegación de emisarios entrando por las puertas del palacio imperial. 

Tuvo que dejar de lado sus pensamientos por el momento. Ahora mismo, su prioridad era ocuparse de esa delegación, en la que seguramente se había colado Richard.

"Entonces, veamos qué grandes preparativos has hecho", murmuró Estian y apretó los puños mientras pensaba en descargar su mal humor sobre ellos.

***

"Eh, ¿Qué? ¿No es ese Richard?" Murmuró la santa para sí misma mientras veía entrar a los emisarios. "¿Qué está pasando? Estoy segura de que no escribí que emisarios estaría entre la delegación."

La santa echó otro vistazo a los emisarios en su confusión. Unas grandes letras flotaban sobre la cabeza de cierto hombre de la delegación.

[Nombre: Richard]

[Edad: 486]

[Ocupación: Lord Mago]

[Estado: Bajo un hechizo de transformación y un hechizo de enmascaramiento.]

Las letras desaparecieron poco después de que la santa parpadeara. "Cielos. Esto parece la Visión de la Verdad. Aunque es realmente como una ventana de estado de un juego."

Visión de la Verdadera una de las habilidades que le había dado originalmente a la santa en la novela, un poder para discernir el estado o la información de otra persona a cambio de una gran cantidad de poder sagrado... Aunque en realidad, no había tenido la intención de darle a la santa dicha habilidad al principio, pero al final terminó haciéndolo en un intento temerario de superar una parte difícil. Gracias a ello, el poder de la santa terminó como algo sacado de una novela de juegos que no pertenecía a este lugar.

La santa se quedó mirando a Richard durante un largo rato, pero luego giró apresuradamente la cabeza hacia el carruaje que traía los emisarios. Una vez más, las letras se alzaron como antes sobre la cubierta del carruaje.

[Nombre: Huevo de la Bestia Fantasma ]

[Condición de Eclosión: Contacto con un individuo de gran poder.]

'Eso es igual que en la novela que escribí... entonces, ¿Por qué demonios se mete Richard en esto de repente? ¿No se supone que es un personaje secundario que aparece en medio de la historia?'

La santa cerró y abrió lentamente los ojos. Dejó de mirar las letras. Tenía que dejar de usar su poder sagrado. Si seguía de esta manera, los agudos sentidos de Estian se darían cuenta de la anormalidad. Además, tenía que usarlo con moderación, ya que el poder sagrado no era infinito.

'Bueno, esto es suficiente'. 

Había confirmado que el huevo de la bestia fantasma vino como esperaba, pero acabó descubriendo lo impensable. La santa se sintió incómoda viendo que algo no se desarrollaba como ella había escrito, pero en cualquier caso, el mundo aún no se había desviado del camino principal. 'Al fin y al cabo, sólo el camino que he escrito conduce a un final feliz'.

Con ese pensamiento en mente, volvió a mirar el carruaje que entró en el palacio imperial. Según su argumento, el 'Volumen 2. Detuve el Ataque de una Bestia Fantasma' comenzaría al cabo de unas dos horas. Era la parte más dulce de las primeras etapas de su historia, así como la parte en la que el amor de Estian se profundizaba. También hubo muchos momentos conmovedores y sensibles, por lo que...

"¡Tengo que entrar en Cecile antes de que eso ocurra! No puedo perderme este volumen". Gritó.

El grito de guerra de la santa resonó contra los muros del castillo imperial.

miércoles, 7 de abril de 2021

abril 07, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 57

Capítulo 57. La Torre de los Magos


La Torre de los Magos. Como su nombre indicaba, era una enorme torre donde se reunían los magos. Sin embargo, en realidad el nombre se refería a la enorme ciudad construida alrededor de la torre de los magos, más que a la estructura en sí. La torre estaba protegida por una barrera, por lo que nadie podía entrar fuera de los periodos designados, y por supuesto, nadie podía salir tampoco.

"Ese maldito lord mago. A saber lo que estará tramando después de haber estado callado durante un tiempo. ¿Y no decían que la barrera del reino sagrado se había roto hace tiempo? Cuántas cosas sospechosas están pasando."

"Efectivamente. Y si los rumores de que la santa ha desaparecido son ciertos..." Kane se detuvo.

"¿Quién aparte de los de la Torre de los Magos harían algo parecido? Después de todo, es imposible que la santa rompiera la barrera y abandonara el reino sagrado por su cuenta". De hecho, la santa había hecho precisamente eso, pero como no tenía forma de saberlo, Estian golpeó la mesa con una cara de irritación.

Mago Lord Richard. Aunque adoptaba la apariencia de un hombre joven, en realidad, era un hombre astuto que había vivido durante siglos. Algunos incluso pensaban que era la encarnación de un dragón debido a su poderoso poder mágico y su edad desconocida.

"Debo matar a ese bastardo unas cuantas veces más para hacerle entrar en razón..." Hace un año, sufrió una terrible derrota y una paliza a manos de Estian. Estian se arrepintió de sus acciones de aquel día.

Hace mucho tiempo, había recibido una carta de Richard. Se habían lanzado docenas y docenas de hechizos sobre la carta, desde magia de protección hasta magia de ilusión. Molesto por tener que deshacer un hechizo tras otro, Estian había decidido borrar todo rastro de magia con su espada de acero negro y abrió la carta, en la que se encontraba el siguiente mensaje...

『¿Deseas saber sobre la Sangre de Eugendiph? Entonces, ¿Por qué no te pasas por la Torre de los Magos? Por favor, ponte en contacto con nosotros inmediatamente.』

Si el nombre del remitente no hubiera sido Richard y no se hubiera mencionado la Sangre de Eugendiph, no habría escatimado ni un segundo en tirar la carta, preguntándose cómo llegaban a la oficina del Emperador cartas tan propagandísticas.

En cualquier caso, había sido una carta enviada por el propio lord de los magos y por eso Estian había hecho un espacio en su apretada agenda para visitarlo. Sin embargo, lo que Richard le había dicho en su visita fue suficiente para las cosas se salieran de control.

Sin embargo, nunca escribí que lo supiera... Sólo te pregunté si deseabas saberlo. De todos modos, bienvenido Emperador. ¿Podrías darnos un barril de tu sangre? Sabrás muchas cosas sobre la Sangre de Eugendiph una vez que comencemos a investigar con tu sangre. ¡Kaagh!

Richard no pudo hablar más después de eso.

Así que me has engañado, ¿Verdad, Lord Mago? 

Enfurecido por primera vez en mucho tiempo, Estian desató una implacable oleada de golpes sobre Richard durante tres días y tres noches. 

La única razón por la que Richard había logrado mantenerse con vida había sido gracias a los cientos de hechizos de sanación que había lanzado sobre sí mismo, y también porque Kane le había suplicado a Estian desde atrás, gritando, —¡Habrá más trabajo que hacer si mata al lord de los magos, Su Majestad!

La furiosa patada de Estian había hecho que la cabeza de Richard rodara literalmente como una pelota por el suelo, pero su cabeza incorpórea parecía tener vida propia. —Vamos, ¿Te hará daño darnos un poco?, como si fuera totalmente ajeno a la situación.

Eso había pasado hace un año. No había habido mucho movimiento de la Torre de los Magos desde entonces, por lo que Estian pensó que se habían quedado quietos, pero parecía que a estas alturas se traían algo turbio entre manos.

"El bastardo debe estar actuando ahora". murmuró Estian para sí mismo, mirando su brazo. Él también había sufrido innumerables heridas en la lucha con Richard, pero ahora no quedaba ni rastro de ellas. Este era uno de los poderes de la Sangre de Eugendiph.

sábado, 3 de abril de 2021

abril 03, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 56

Capítulo 56. La Torre de los Magos


"Aun así, estoy tan contenta de no haber hecho nada más que dormir ayer", suspiró. Hoy había un evento, por lo que Cecile le había suplicado anoche con lágrimas en los ojos a Estian... que sólo durmieran tomados de la mano. Estian pareció insatisfecho ante su petición, pero sólo por un breve momento. Pronto accedió y lo hizo. La cubrió con una manta y se acostó abrazándola. 

Cecile no tardó en dormirse en sus brazos. Ya estaba acostumbrada a que alguien durmiera a su lado, así como a mirar la cara de Estian al despertarse. 'Sin embargo, es un problema haberme acostumbrado'. Cecile suspiró. Numerosos pensamientos pasaron por su mente. 'Debería terminar el trabajo de hoy antes de pensar en ello'.

Cecile dirigió su mirada al papel que tenía en la mano. Hoy sería el día de la visita de la delegación de Stoan, y como emperatriz debía atender su audiencia con Estian. 'Veamos. Los emisarios, el tema durante la audiencia, el orden del acto...'

Aunque Kane escribió de forma simple, Cecile aún tenía mucho que memorizar. En particular, la etiqueta imperial era algo difícil. Aunque fue instruida en el tema durante un mes antes de su boda, su aprendizaje fue casi superficial. 'Creo que tendré que estudiar un poco más. También necesitaré que alguien me enseñe'.

Como había aconsejado Kane hace tiempo, parecía necesario elegir a más damas de compañía para que la ayudaran. Cecile miró a Tania, que también estaba leyendo un papel con mucha concentración. Por ser la única dama de compañía de la Emperatriz, había bastantes cosas que se le encomendaban a Tania para la ocasión. Su rostro parecía pálido. Como esperaba, parecía que a Tania le iba a costar manejar estos asuntos por sí sola.

'Sí. Por el bien de Tania también, debería elegir una dama de compañía que esté bien informada de la etiqueta imperial'.

***

Tania miró el papel que tenía en la mano. Muchas veces, las asistentes imperiales le habían preguntado si estaba bien porque veían su rostro pálido. '¡No estoy bien, tengo problemas!'. Ella desvió la mirada por encima de los papeles que Kane había traído, donde estaba una carta de su madre.

[Vuelve a casa ahora mismo, sino te encontraré y te mataré. Mamá]

¿Cómo esto podría ser una carta de una madre a su hija? Claramente, es un chantaje. No, chantaje hubiera sido mejor en realidad... Se asustó más viendo la palabra 'Mamá' escrita al final. Tania sintió un sudor frío recorriendo su espalda. En realidad, había enviado una carta a casa por la emoción del día en que se convirtió en dama de compañía.

[Mamá, ahora voy a disfrutar de una vida fabulosa en la capital. ¿A quién le importa esa provincia de mala muerte? Ya no necesito practicar con la espada, ni con la ballesta. ¡No necesito ir a cazar lobos de invierno! ¡Soy libre!]

Y lo que obtuvo a cambio fue esa carta. No se sabe hasta qué punto su madre estaba furiosa. '¿Por qué escribí una carta como esa?'

A Tania le invadía un profundo pesar, pero no servía de nada llorar sobre la leche derramada. Además, había un problema mayor,  '...Esta carta es de hace una semana'. Le entró el pánico. En ese caso, era muy probable que su madre, que aún no había recibido respuesta, hubiera salido a buscarla. El rostro de Tania se volvió aún más pálido. 

'Estoy tan muerta'.

***

Estian estaba escuchando un reporte de Kane. "¿Sospechoso, dices?"

"Sí. Se dice que el Reino de Stoan ha enviado a un mago para que se ocupara de los artículos por si acaso, ya que fueron descubiertos en una antigua mazmorra subterránea."

"Así que ese mago podría ser alguien enviado desde la Torre de los Magos..."

"Sí. Parece que por eso la barrera de la Torre de los Magos se abrió durante un tiempo a pesar de no ser el momento para ello."

martes, 30 de marzo de 2021

marzo 30, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 55

Capítulo 55. La Torre de los Magos


Cecile apartó a Aled, frunciendo el ceño. En cualquier caso, afortunadamente, Estian se hacía cargo de los pagos de los que se quejaba el espíritu. Además... '¡Ahora podré pagar a Tania por la joya!'

Había tenido tanta prisa que el primer día de la elección de la dama de compañía, había agarrado las manos de Tania y le había gritado, 'Te necesito'. 

Cecile era una mujer con conciencia. Aunque el Emperador le hubiera dicho que tenía que comportarse con una chica malvada, no podía permitirse robar la joya a una desconocida sin más. Sin embargo, todas las posesiones de Cecile eran tesoros de la familia imperial, por lo que tuvo que preguntarle a Kane si podía utilizarlos, a lo que él había respondido...

***

"Puedes usar todo lo que quieras. Su Majestad no ha especificado una suma por su parte, así que por favor, avisa si hay algo que necesites o quieras. Sólo..."

"¿Sólo?"

"Sólo puede hacerlo después de que Su Majestad regrese."

"¿Por qué?"

Muchos pensamientos habían pasado por la mente de Cecile. ¿Quizás el Emperador tenía la intención de supervisar todo lo que ella gastaba? 

'¡Pero eso no puede ser!', había pensado. '¡Estaba deseando comprar libros con los fondos! ¿Y no es demasiado tacaño? ¿Comprobando en qué y dónde gasto?'

Viendo que el rostro de Cecile adoptaba todo tipo de expresiones, Kane sacudió apresuradamente sus manos y añadió una explicación. 

"¡Por favor, no me malinterpretes! Hasta ahora no había Emperatriz y por eso hay que hacer cambios en el reglamento, sobre los que se necesita la aprobación final de Su Majestad el Emperador, pero los trámites se están retrasando, con lo que Su Majestad ha salido de repente a traer ese maldito Bosque de Tetin. Los arreglos sólo se están desviando un poco, aunque la verdad es que el asunto se ha retrasado mucho porque Su Majestad el Emperador se queda en su palacio con mucha más frecuencia de la esperada. Como sabes, apenas sale una vez que entra."

"......" 

Cecile tuvo presente las palabras de Kane hasta que Estian se acercó a ella esa noche y enterró su rostro en su nuca. "Su Majestad, quiero gastar algo de dinero. Bastante", había dicho ella.

"......"

El rostro de Estian se había vuelto extraño ante sus palabras, y le preguntó.

"¿Tienes que preguntar eso ahora mismo?"

"¡Porque es urgente!"

Tania había guardado silencio sobre el asunto por su amabilidad, pero seguramente no se había sentido bien por el hecho de que le hubieran quitado su joya. Aunque la chica había acabado convirtiéndose en su dama de compañía por casualidad, Cecile sentía aprecio por Tania. En particular, le gustaba tener una amiga para conversar, puesto que sus preferencias por los libros eran similares.  No deseaba que Tania la odiara, así que quería pagarle la joya lo antes posible.

Cuando Estian dudó, Cecile lo presionó con más fuerza para que respondiera. "¡Por favor, da tu aprobación ahora mismo!"

"No, quiero decir... ¿Realmente eso debe hacerse esta noche? ¿Cuándo nos hemos quitado la ropa?"

"¡Está bien! Podemos volver a ponernos la ropa."

"¿Volver a ponernos la ropa?" Estian se acercó a Cecile. Desprevenida, la había abrazado y sus cuerpos, prácticamente desnudos, se habían tocado.  Cecile lo observó, pensando que su cuerpo parecía más duro de lo normal esta noche. '¿Por qué parece tan rígido?'

"¿Así que estás diciendo... que no lo harás hasta que apruebe lo que pides?"

"¿Eh?"

'¿Es así?' Cecile se había dado cuenta entonces de lo que estaba chantajeando. Habían estado casi desnudos y Estian se había pegado a ella como si fuera pegamento. 

Utilizando la cama para doblegar al Emperador a su voluntad... Cecile casi se había sobresaltado cuando captó el significado de sus propias palabras. "¡No, no es eso! Lo que quería decir es..."

"Sí te dije que intentaras hacerlo, pero nunca esperé que lo pusieras en práctica tan bien."

"¡Lo que quiero decir es que hay que devolver el dinero prestado!" Ella le había contestado apresuradamente, pero había sido demasiado tarde; Estian se había vestido de nuevo a la velocidad del relámpago, había salido fuera y había regresado al cabo de un rato.

"Me he encargado de todo. Vas a recibir diez veces más que el valor de tasación de esa joya, así que ahora vamos a centrarnos un poco en nuestro negocio", había dicho, y entonces Estian había bajado la ropa de Cecile con premura. No había ninguna vacilación en sus movimientos.

No la había dejado hasta el amanecer, y ella tuvo que chirriar bajo Estian todo el tiempo. Hasta después del mediodía del día siguiente, Cecile no pudo arrastrarse fuera de la cama.

lunes, 29 de marzo de 2021

marzo 29, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 54

Capítulo 54. Sangre de Eugendiph


El argumento del libro era el siguiente:

La protagonista tiene un matrimonio sin amor con el Emperador El Emperador acude a ella todas las noches, pero sólo se acuestan juntos. No comparten nada personal. 

La protagonista está cada vez más cansada de la actitud del Emperador, pero entonces conoce al caballero comandante imperial, la mano derecha del Emperador, en un jardín. El número de encuentros aumenta gradualmente y acaban enamorándose el uno del otro.

La protagonista sueña con un futuro junto al caballero comandante, no con el Emperador, y se da cuenta de que debe abandonar su condición de Emperatriz para que su deseo se haga realidad... así que la Emperatriz comete deliberadamente actos perversos ante el Emperador. Las voces que piden su destitución son cada vez más fuertes y la Emperatriz espera el juicio del Emperador, pero cuando éste llega a su dormitorio una noche, sólo le pregunta, '¿Crees que te dejaré ir?', y comienza a mostrar obsesión...

Mientras leía el libro, Cecile repasaba una y otra vez las partes en las que la Emperatriz cometía deliberadamente actos perversos para que la destituyeran. 'Debería tomar nota para más adelante'.

Estian le decía que hiciera cosas malas y ella no tenía ni idea de cómo debía hacerlo, pero podía aprender leyendo. Nunca había esperado que esto le sirviera de algo algún día. 

Mientras Cecile hojeaba las páginas del libro, sus dedos se detuvieron de repente. 'Me gustaba tanto esta parte...'

Se trataba de la escena en la que la protagonista y el caballero comandante se daban su primer beso entre rosales. Sin embargo, al verla ahora, no se sintió tan conmovida como antes. 'No lo entiendo. ¿Por qué el Emperador me parece mejor? Antes pensaba en él como una basura, un leopardo que no puede cambiar su forma de ser, pero ahora que lo miro de nuevo, parece un poco serio...' 

Tal vez se sentía de esa manera porque el Emperador de la historia tenía el cabello negro y los ojos negros como Estian. 'Ahora que lo pienso, el caballero comandante de la novela...'

Fue entonces cuando escuchó que tocaban la puerta. "¿Qué pasa?"

"El señor Kane está aquí."

"Déjenlo entrar", ordenó Cecile. Rápidamente colocó un marcapáginas en la parte que estaba leyendo, cubrió el libro y lo empujó hacia un extremo de la mesa. En el momento en que Kane entró en la habitación, ella lanzó una discreta mirada al libro cubierto. '¿No tienen los mismos rasgos que el Emperador y el comandante de los Caballeros en el libro?'

El color del cabello y de los ojos era el mismo.

"Su Majestad, ¿Hay algo malo en mi cara?" preguntó Kane maravillado ante la mirada de Cecile con cara de sorpresa.

"No. ¿A qué asuntos has venido hoy?"

No era nada nuevo que Kane visitara el palacio de la Emperatriz. Incluso durante la ausencia de Estian, había venido numerosas veces para transmitirle e informarle de muchas cosas. Parecía que hoy también había venido con ese propósito, tenía en sus manos una pila de papeles bastante gruesa. "He traído la agenda de la próxima semana", anunció.

"¿El asunto de la realización de una audiencia con los emisarios del Reino de Stoan?"

"Sí. Recientemente se ha descubierto una mazmorra en su reino. Parece que se tomaron muchas molestias al explorarla, puesto que es muy antigua, y al parecer han encontrado varios artículos bastante curiosos. Me han dicho que pretenden ofrecer el más raro de esos artículos", explicó.

Después de explicar su agenda para la próxima semana, Kane salió rápidamente de la habitación. Cecile leyó por segunda vez todo lo que Kane le había entregado antes de mirar al extremo de su mesa. 

El libro que estaba allí hasta hace un rato había desaparecido.

"¿A dónde ha ido?"

Había puesto una cubierta de papel blanco sobre el libro, puesto que le daba vergüenza que su título fuera visto por otros. "No... no puede ser..." Cecile murmuró y recordó el montón de papeles que Kane se llevó y su rostro palideció. 

'No se lo llevó entre ellos, ¿Verdad?'

***

"Kane."

"Sí, Su Majestad". Kane levantó la vista sorprendido. El tono de Estian se había vuelto frío de repente. ¿Por qué está actuando de esa manera? ¿Había algún problema?

Estian había sacado tranquilamente algo entre el montón de papeles que Kane trajo del palacio de la Emperatriz y comenzó a leerlo. Pero no debería haber nada de drástico entre ellos... Kane estaba confundido cuando Estian le dio una orden riéndose. "Pon la cabeza en el suelo, para empezar. Y..."

Lanzó un libro delante de Kane. "Prohíbe la venta de este libro en todo el continente. En este mismo instante."

Y de esta manera, 'Nadie Busca la Flor Más Hermosa del Palacio Imperial' se convirtió en un libro prohibido en el imperio.

***

"Lo que quiero decir es que creo que tuve un gran malentendido. Eché un pequeño vistazo ayer, y demonios, el Emperador tiene un cuerpo trabajado, mhm. También, vi la forma en que ustedes dos estaban en eso y la cama a punto de..."

"¡Oh, cállate, quieres!"

Las manos de las asistentes se detuvieron ante el grito de Cecile.  En particular, la cara de la asistente que estaba leyendo en voz alta la agenda del día de Cecile se había vuelto más blanca que el papel que sostenía. Parecía a punto de estallar en lágrimas mientras preguntaba, "¿Debo callarme?"

"No, no. Estaba pensando en otra cosa... Sigue". Viendo la forma en que la miraban las asistentes, Cecile quiso saber qué tipo de rumores sobre ella circulaban. ¿Quizás se estaba comentando que era una lunática que hablaba sola? Todo por culpa de ese espíritu.

Aled había estado contento con la joya obtenida de Tania y permaneció tranquilo en su interior. Cecile se sintió aliviada de no tener más problemas... pero la tranquilidad no duró mucho antes de que el espíritu volviera a salir de su guarida al día siguiente del regreso de Estian y comenzara a decirle más tonterías.
marzo 29, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 53

Capítulo 53. Sangre de Eugendiph


Los ojos de Estian se volvieron carmesí en ese instante. Aled dijo, "¡Dios mío, tenía razón! No me extraña que pudieras blandir una espada de acero negro a pesar de ser humano, ¡Eso es lo que consumiste! No, pero ¿Cómo es que sigues siendo humano después de tomarla? La mayoría acaba muriendo o convirtiéndose en un monstruo... Ah, ya veo por qué no piensas en tener hijos. Puede que seas capaz de criar, pero después de todo, un niño de tu sangre nacerá como una monstruosidad."

"......"

Aled balbuceó emocionado la verdad de la que se había dado cuenta, pero entonces notó que Estian lo miraba fijamente. Al mismo tiempo, el espíritu se dio cuenta de lo peligroso que representaba tocar este tema. Aled dio pasos en retirada, acobardado por aquellos ojos rojos y brillantes, mientras hablaba en defensa propia. "No, lo que quiero decir, ¡Es que sabía que definitivamente no eras impotente!"

Aled tragó saliva. 'Impotente nada. Ese tipo poder hacer docenas, cientos, incluso miles de bebés si quisiera'.

"Tú", dijo Estian en un tono escalofriante, y el espíritu sintió un miedo aún mayor que cuando el Emperador había lanzado su joya. Sintió una muerte inminente.

Antes de que Aled supiera o pudiera hacer algo al respecto, Estian había desenvainado su espada de acero negro y la había clavado en la mesa. "¡......!" El espíritu vio que la cuchilla había aterrizado a una distancia mínima de su cara.

"¡Ahhh! ¡Perdóname! Lo siento. ¡No lo volveré a decir! ¡Sólo me sorprendió encontrarme con algo que creía que había desaparecido hace tiempo!"

"Dime. ¿Cuánto sabes de la Sangre de Eugendiph?"

"No conozco los detalles. Sólo sé que algunos espíritus que conozco se interesaron porque gran parte de la misma desapareció cuando se hizo. Es la verdad". Aled temblaba mientras se alejaba de la cuchilla de acero negro.

"No conoces los detalles, pero eso significa que sabes cosas hasta cierto punto."

"¿Por qué? ¿Hay algo que quieras saber? Vamos, ¿Para qué están los espíritus? ¡Puedes hacer cualquier pregunta y yo encontraré todas las respuestas en el reino de los espíritus! ¡De verdad! ¡Lo prometo! Tú también lo sabes, ¿No? Las entidades espirituales como nosotros sufren mucho si rompemos una promesa. ¡Cumpliré mi palabra, de verdad! Sólo di lo que necesitas."

Aled frotó sus manos en un gesto de súplica durante su apelación, y Estian observó fijamente al espíritu antes de abrir la boca para hablar. "Muy bien. Antes necesitaré varias promesas tuyas."

"¿Varias?"

'Maldito imbécil. ¿Hasta qué punto pretende esclavizarme?' Aled refunfuñó en su interior antes de poner su mejor sonrisa y responder, "Sus deseos son órdenes, amo."

Era injusto, pero ¿Qué podía hacer el espíritu? Todo con tal de vivir. Por una parte, su casa estaba en manos de ese imbécil, y también había prometido pagar las cuotas restantes, así como las adicionales, a los espíritus que debía. Y eso no era todo, Estian parecía realmente decidido a matar a Aled sin escrúpulos si se negaba.

"Lo primero...", comenzó Estian.

El espíritu hizo conjeturas sobre lo que exigiría primero. '¿Información sobre la sangre de Eugendiph, supongo? ¿Ahora qué espíritus sabrían de eso? Ah, ese tipo que vive en la joya del Monte Griden es conocedor de este tipo de registros. Nos peleamos por algo el otro día y no hemos estado en contacto desde hace más de 400 años... ¿Debo buscarlo? Aunque me duele el orgullo de dar el primer paso'.

Mientras Aled contemplaba una buena forma de reconectar con un amigo del cual se había distanciado, Estian interrumpió sus pensamientos. "Ten en cuenta que en el momento en que digas una sola palabra sobre la Sangre de Eugendiph a Cecile, estás muerto."

"......"

"¿A qué viene esa mirada? ¿Tienes algún problema?"

"No. ¿Cómo podría tener alguno?" Sus palabras sólo habían sorprendido a Aled por lo inesperado. El espíritu había pensado que le pediría inmediatamente información sobre la sangre, pero en cambio, dijo que no quería que Cecile lo supiera... 

Mientras Aled se sentía un poco desconcertado, Estian dejó la joya sobre la mesa y se acercó a la cama antes de seguir hablando. "Segundo, aclara las tonterías que le dijiste a Cecile sobre mi impotencia por tu cuenta. Y metete dentro de la joya."

Dicho esto, Estian se acostó junto a Cecile. Un momento después, Aled oyó vagamente a Cecile quejarse de que no podía aguantar más, mientras Estian la engatusaba para que lo hiciera sólo una vez más. 

¿Realmente necesito aclarar algo cuando lo está dejando tan claro con su cuerpo? Aled refunfuñó para sí mismo en su camino hacia la joya mientras escuchaba sus voces.

***

"Huaam..." Cecile no pudo reprimir una cadena de bostezos. ¿Cuántas veces lo hicimos anoche,  otra vez? Una, dos, tres, cuatro veces... No... olvídalo. Ella creía que los números no importaban, lo único que necesitaba recordar era que estaba bien. 

Cecile se frotó los ojos somnolientos mientras pasaba la página de un libro. Había una razón por la que seguía leyendo cuando podía dormir un poco más en su lugar. 'Creo que me será de gran ayuda'.

El libro que tenía Cecile en las manos era una historia que se quedaba leyendo por las noches cuando estaba en el Reino de Navitan. Estaba incluido entre los libros traídos por Tania y por eso Cecile se alegró de volver a leerlo.

Su título era 'Nadie Busca la Flor Más Hermosa del Palacio Imperial'.

martes, 23 de marzo de 2021

marzo 23, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 52

Capítulo 52. ¿De Qué Hablan Esas Dos?


"Veo que te has hecho muy amiga de ella, a pesar de su reciente llegada."

"¡Por supuesto! Tania es una buena amiga, ¡Pero también es mi salvadora que me liberó de Aled!"

"¿Salvadora? Todo lo que hizo fue traer una joya de su familia. Fue simplemente buena suerte."

"Como sea, sin Tania habría tenido que seguir escuchando las divagaciones de Aled. No sabe lo maniático que estaba Aled hasta que conseguimos la joya de Tania, Su Majestad. Incluso durante la elección de la dama de compañía, estuvo todo el día hablando de tu impotencia... ¡Hup!"

"...¿Qué?"

Cecile se apresuró a tapar su boca, pero por desgracia, las palabras ya habían salido de su boca.

***

"Me equivoqué. Por favor, toma cualquier cosa menos mi vida."

Aled se arrodilló sobre una mesa y se inclinó ante Estian, que estaba sentado enfrente con la joya ofrecida por Tania en la mano. Estian levantó la mano en alto y lanzó la joya al aire, pero por suerte para el espíritu, utilizó la otra mano para agarrarla antes de que cayera al suelo.

"Yo, te lo ruego. Cualquier cosa menos eso... Apenas terminé de renovarla el día de ayer..." El espíritu suplicó. Pasó un tiempo terrible buscando otra joya digna de un hogar después de que se rompiera la Esmeralda de Aled, hasta el punto de que cuando encontró lo que buscaba, gritó, '¡ESO ES MÍO!'

Después de entrar en la joya para echar un vistazo, vio rastros de que alguien se había instalado antes, por lo que se dispuso con entusiasmo a arreglar el lugar a la última moda.

'¡No puedo permitirme perder mi casa, no después de todo!'

La reticencia del espíritu a perder su casa hizo que Aled se comportara de forma servil. Su orgullo no ayudaba en lo más mínimo a su situación. Mientras Aled se agachaba y suplicaba, Estian habló con frialdad. "Aprecias tanto tu casa, pero mueves la lengua desenfrenadamente. Me pregunto por qué."

"Exactamente como dices. Me pregunto por qué lo hice". Aled se giró para echar una mirada furtiva hacia la cama de la habitación donde Cecile estaba acostada, exhausta y con sólo una fina manta cubriéndola. Por el aspecto de las coloridas marcas que le quedaban en el cuello, los hombros e incluso la espalda expuesta, era evidente el afán de Estian en su actividad. 

Después de echar un vistazo a Cecile, que había sufrido hasta el punto de roncar mientras dormía, Aled volvió a mirar a Estian que tenía el torso descubierto y se secó las comisuras de los labios. Aunque Aled era una entidad espiritual sin género, tenía ojos que funcionaban y podía decir que el torso desnudo de Estian era, 'caliente'.

Sus hombros eran anchos, sus clavículas eran firmes, y sus cincelados músculos llenos de venas ondulaban con cada uno de sus movimientos. Y aunque su mitad inferior estaba cubierta, utilizaba una gran toalla de baño para hacerlo. La toalla se había deslizado ligeramente hacia abajo para dejar al descubierto sus caderas, cuya visión hizo que Aled tragara en seco. 

El hombre estaba sentado en todo su esplendor. En una ocasión, un espíritu conocido por Aled le mostró un libro de fotos mientras alababa su contenido, diciendo, 'Oye, esto es lo que llaman un libro de fotos, pero es algo fuera de este mundo. Echa un vistazo y tu mente será llevada a otro reino'. Estian era como una imagen sacada de ese mismo libro.

'Qué toalla tan desagradable... Si llegara un poco más abajo...' Mientras Aled tragaba descontento, Estian lanzó la joya al aire antes de agarrarla de nuevo.

"¡Detente! ¡Por favor, detente! ¡Realmente acabaré siendo un fantasma vengativo si mi casa se rompe de nuevo! ¿No has escuchado lo horribles que se vuelven los espíritus cuando son consumidos por la malicia?" gritó Aled con ansiedad.

"Puedo simplemente erradicarte antes de que eso ocurra."

"......"

Aled sólo pudo pudo contener las lágrimas. ¿Qué demonios había comido este bicho para volverse tan fuerte a pesar de ser un humano? El único entre los humanos capaz de blandir una espada de acero negro era...

"¿Eh?"

Aled se perdió en sus pensamientos, pero luego se sintió sorprendido al recordar algo. "Espera un segundo. Emperador, tú no ingeriste la Sangre de Eugendiph, ¿Verdad?"

viernes, 19 de marzo de 2021

marzo 19, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 51

Capítulo 51. ¿De Qué Hablan Esas Dos?


'El objeto traído por ese emisario...'

El emisario traería una reliquia, descubierta en una ruina subterránea desconocida, como ofrenda a Estian, que resultaría ser el huevo de una bestia fantasma. El huevo se despertaría en respuesta a la presencia de Estian y provocaría disturbios en el palacio imperial.

'Ese es el día en que tengo que entrar en el palacio'. La santa apretó el puño al pensar en ello. Pronto, muy pronto, como había escrito al principio, este mundo volvería a su rumbo. 

Pero mientras estaba parada con una sombría determinación en su corazón, la santa escuchó el sonido del carruaje marchándose detrás de ella. Se giró para gritar.

"¡Espera! Todavía no he subido."

***

Acto 3: El Más Fuerte de Todos

"¿Y qué hace Aled ahora?" preguntó Estian.

"Al parecer ocupado con las renovaciones."

"¿Renovaciones?"

"Dice que hay rastros de que otro espíritu ha vivido dentro de la gema, así que no es necesario construir una nueva casa, pero el estilo no es de su agrado. Por eso, Aled va a pedir un préstamo adicional, que me ha dicho que gestione; dice que es lo menos que puedo hacer. Desde entonces lleva varios días encerrado allí."

Ante la respuesta de Cecile, Estian miró la joya que tenía en la mano. Tenía un tamaño bastante grande y, aunque parecía algo tosca en cuanto a su elaboración, se notaba el esfuerzo puesto en su creación. 

Actualmente, la joya brillaba como si tuviera luz en su interior. Por supuesto, la fuente de esa luz era Aled, que andaba adentro. 

Por alguna razón, Estian se sintió desanimado al contemplar la joya. Había esperado que Cecile lo recibiera con entusiasmo, que se alegrara de haberla salvado al traer El Bosque de Tetin, pero no. A su regreso, lo que le dijo Cecile fue, '¡Oh, encontré una joya para que Aled entrara! Así que creo que puedes devolverla'.

Dejando a un lado el hecho que no lo recibiera cálidamente, había algo más que irritaba a Estian, y se trataba de la mujer que con tanta naturalidad había abierto la boca para recibir la fresa de Cecile, cuando a él ni siquiera le habían dado de comer con la mano. 

Le dijeron que Tania era la dueña de la joya en la que entró Aled y que Cecile la había elegido recientemente como dama de compañía, pero por alguna razón, se sentía indispuesto hacia ella... ¿Y cómo no iba a sentirse de esa manera cuando Cecile lo dejaba en segundo plano después de días de ausencia y seguía charlando con su dama de compañía?

"Entonces Tania, vendrás de nuevo mañana, ¿No?"

"Por supuesto, Su Majestad. Mañana traeré una selección aún mejor, y..."

Después de hablar hasta ese punto, Tania susurró algo en los oídos de Cecile y su cara se enrojeció, poniéndose eufórica mientras tomaba las manos de Tania.

"¿De verdad? ¿Realmente lo tienes?"

"Absolutamente, Su Majestad. Definitivamente lo traeré mañana."

"¡Eres la mejor, Tania!"

Estian pudo notar con toda claridad, cómo aquella dama de compañía llamada Tania sonreía como la persona más feliz del mundo en el abrazo de Cecile... Incluso después de eso, las dos dejaron a Estian de lado durante un largo rato mientras mantenían una misteriosa conversación a solas.

Extrañamente, Estian escuchó muchos nombres de hombres en su charla; Jade, Max, Hugo, Cillian, entre otros. Le disgustó mucho observar cómo a Cecile se le iluminaba la cara cada vez que mencionaban esos nombres. 

Aparte de eso, también las escuchó hablar de novelas de arrepentimiento, novelas de obsesión, novelas de angustia, novelas de posesión y novelas de crianza, pero no pudo saber qué significaba todo eso. Sólo después de que Tania se marchara, Estian le preguntó a Cecile sobre el tema. "¿Qué va a traer esa dama de compañía para que pusieras ese tipo de expresión?"

"¿Qué pasa con mi expresión? Es la misma de siempre."

¿Qué pasa con ella? Su cara parecía la definición misma de 'estar enamorada'. Ojos brillantes, mejillas sonrojadas y labios suavemente curvados sin motivo... ¿Cómo podía afirmar que tenía la misma actitud de siempre, con esa expresión en su rostro que le provocaba un inexplicable impulso de abrazarla con fuerza? 

¿Qué le prometió esa dama de compañía para que pusiera esa expresión que nunca había visto?

jueves, 18 de marzo de 2021

marzo 18, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 50

Capítulo 50. ¿De Qué Hablan Esas Dos?


"Hoo... querida Dama... Puede que sólo haya sido medio día, pero no habrás tenido nada adecuado para comer en el centro de detención... No sabes lo mucho que pensé en ti, incluso mientras recorría los restaurantes fuera del palacio imperial. Fui a los lugares con las colas más largas y de paso te compré algo. Querida, oh querida, mira tu rostro arruinado. Debes haber estado muy molesta, ¿No? Come esto primero."

"¿Qué es esto? Sabes que si es comida de plebeyos... ¿Ah? ¿Esto es?" Preguntó Irene mientras dirigía su mirada a la bolsa de papel colocada en su mano y olía una sabrosa fragancia que salía de ella, aunque su contenido parecía haberse enfriado. Al leer las letras escritas en el exterior de la bolsa de papel, el rostro de Irene se tiñó de sorpresa. Resultó que su sirvienta no le había mentido sobre lo de esperar en las colas más largas; la bolsa llevaba la marca de la tienda de aperitivos más de moda en la capital.

"Lo he comprado sólo para usted. ¿No he hecho bien? Vamos, pruébalo."

Instada por su sirvienta, Irene se animó a abrir primero la bolsa y se llevó uno de los bocadillos a la boca. El sabor de la masa bien frita y espolvoreada con azúcar se extendió por la lengua de Irene, que estaba seca de pasar hambre la mayor parte del día dentro del centro de detención. 

Después de masticar unos momentos, los bordes de los ojos de Irene se volvieron rojos y, de repente, estuvo al borde de las lágrimas mientras comenzaba a lamentarse por lo que había pasado. "Cielos... Su Majestad ni siquiera parecía alegrarse de verme. Se limitó a mirarme como si fuera una molestia y le dijo al Señor Kane, 'Sácala'... ¿Qué demonios le ha pasado a Su Majestad?"

"Bueno, se ha enamorado completamente de Su Majestad La Emperatriz, eso es lo que pasa."

"¡No! No es posible... ¡Umph!" Al ver que Irene volvía a lagrimear, la santa le metió otro bocadillo en la boca como si estuviera cansada de su ruido. 'Debe de tener mucha hambre', pensó la santa. Normalmente habría empezado a gritar de indignación, pero se comió en silencio lo que le dio.

"Ahora, tengo el carruaje listo para partir, así que por hoy volvamos a la mansión y pensemos en el asunto después de descansar bien. Cuando volvamos, me uniré a ti para incendiar a esa Emperatriz hasta que te sientas mejor por dentro, Dama."

"Hay que hacerlo hasta que me sienta mejor. Pero realmente no lo entiendo. ¿Por qué su Majestad actúa de esta manera?" Hasta ese momento, Irene se acercó a la santa y le susurró en voz baja. "¿No crees que la Emperatriz le ha lanzado algún tipo de hechizo oscuro? He escuchado a algunas personas hablar de ella en el centro de detención, y dicen que la Emperatriz es encantadoramente bonita. También, que al parecer, cada día está más guapa."

"Oh, maldición..."

"¿Hmm? ¿Qué has dicho?"

"Nada. Debe estar cansada, así que, por favor, suba al carruaje y duerme un poco. Te despertaré cuando lleguemos."

Empujó a Irene al interior del carruaje y cerró la puerta. Luego, la santa se dirigió a la parte trasera del carruaje y pateó una inocente piedra en el camino. "¡Aargh! ¡Por qué la he escrito de esa manera!"

Se había dejado llevar y había acabado vertiendo todo tipo de cualidades en la protagonista, Cecile. Era una forma de facilitar el avance de la trama y, sobre todo, de satisfacer sus deseos. 

Una de esas buenas cualidades era la apariencia. Sin embargo, la apariencia no sería lo único en el arsenal de Cecile ahora; acabaría obteniendo los corazones de las jóvenes damas de la nobleza, así como de las asistentes imperiales, que se mantenían a distancia pensando que era una villana, y todo esto se debía a que la santa había escrito su novela 'colocando al personaje principal en un pedestal'. En otras palabras, cualquier cosa que hiciera Cecile seguiría recibiría elogios del tipo; '¡Ah, nuestra querida Emperatriz piensa tanto!', o '¡Ah, nuestra querida Emperatriz tiene tanto talento!'

'Con más razón tengo que entrar en el cuerpo de Cecile rápidamente. ¡Yo debería disfrutar de tales elogios! Es un dulce néctar que debo saborear'.

La santa dirigió su mirada hacia el palacio imperial. Mientras paseaba hoy por la capital, se había enterado de que un emisario del Reino de Stoan había llegado al país.

miércoles, 17 de marzo de 2021

marzo 17, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 49

Capítulo 49. He Regresado, Emperatriz


Tania podía empatizar con el Emperador, al que no había visto ni una sola vez. Ajena a los pensamientos de su dama de compañía, Cecile recogió una fresas de las que habían dejado las asistentes y se la acercó a Tania. "Prueba algunas de estas. Son fresas cultivadas en el invernadero imperial y están deliciosas, te lo aseguro. Toma, di ah."

Tania abrió la boca para comer la fresa que le ofrecía Cecile, pero fue en ese momento...

"¡......!"

De repente sintió una intención asesina en el aire y trató de moverse. Sin embargo, la fuente de la hostilidad actuó más rápido; la cuchilla de una espada negra tocó su garganta. "¿Quién...?"

¿¡Quién se atrevía a entrar en el palacio de la Emperatriz, intentando matar a la dama de compañía de la Emperatriz...!?

Cecile soltó entonces una exclamación, con los ojos agrandados. "Su Majestad, ¿Qué está haciendo?"

¿Su Majestad? Ante esas palabras, Tania giró los ojos y vio al hombre que la apuntaba con su espada. Tenía el cabello negro, los ojos negros y un aspecto elegante... e irradiaba un aura de intimidación que no se debía en absoluto a su espada. Se trataba del Emperador.

Él lanzó una mirada a Tania antes de tomar la fresa en la mano de la Emperatriz para sí mismo, y sólo entonces la satisfacción iluminó su rostro. "He regresado, Emperatriz. ¿Pero por qué no has salido a recibirme? ¿Y qué es esto? ¿Por qué la alimentas con la mano?"

Tania pensó para sí misma mientras miraba el fuego abrasador de los ojos del Emperador. 'He escuchado que el Emperador se había enamorado de la Emperatriz, pero no. No parece simplemente enamorado, parece totalmente loco'.

***

"Uf, en serio..."

La santa miraba el palacio imperial con admiración en su rostro. Había resumido la descripción del lugar en una sola frase que decía, 'El palacio imperial era la edificación más magnífica y hermosa del continente'. Después de eso, no pensó más en ello, y sin embargo esa única frase había acabado creando algo tan impresionante. "4D es sublime."

La palabra magnífica por sí sola no podía hacerle justicia. El palacio imperial estaba situado en el norte de la capital. Innumerables edificios grandes y pequeños estaban conectados entre sí, dando como resultado algo que se asemejaba a un gigantesco organismo vivo. 

Especialmente en momentos como ahora, cuando el sol se estaba ocultando, daba la sensación de que el palacio se había convertido en otro enorme sol, puesto que sus blancas paredes se teñían de rojo bajo la luz del sol. 

La santa se metió en la boca el bocadillo frito que tenía en la mano mientras contemplaba el espectáculo. La harina crujiente y la azúcar espolvoreada sobre ella formaban la mezcla perfecta.

"Menos mal que he puesto que los mejores restaurantes del imperio están agrupados frente al palacio imperial", dijo y se dedicó a comer los bocadillos que había comprado durante un tiempo. Sólo después de terminarlos, y de echarse a la boca las migas que había en la bolsa de papel de los bocadillos, finalmente se dio la vuelta para mirar el nombre de un edificio.

'Centro de Detención Imperial'.

La santa se encogió de hombros al leer el nombre antes de murmurar para sí misma. "Supongo que debería ir a buscarla ya que he disfrutado bastante."

***

"¡Dama!"

Irene se giró para mirar a su sirvienta, que se acercaba corriendo con cara de alegría al verla. "¡Hey! ¿Por qué tardaste en venir?"

A diferencia de ella, que se sentía terriblemente molesta durante todo el día, la emoción era evidente en el rostro de su sirvienta. Incluso había algo que parecían migas de bocadillo pegadas a su boca. La visión de todo ello molestó a Irene hasta el punto de gritar. "¡Por qué llegas ahora!"

"¿Lo has olvidado? Dijiste, 'De todos modos, no podrás entrar en el palacio principal con tu bajo estatus, así que espérame en el vestíbulo exterior. En realidad, sal del palacio y juega mientras esperas. Hace tiempo que no me encuentro con Su Majestad, así que podría tardar más. Tendremos que hablar para compensar el tiempo perdido, después de todo'. Y sólo me diste el pase de entrada al palacio exterior antes de salir. Gracias a eso, fue difícil incluso entrar en el centro de detención aquí. No habría pasado nada de esto si me hubieras dado el pase de entrada al palacio interior desde el principio."

"......"

Estaba en lo cierto, pero por alguna razón, sonaba como si dijera, 'Es tu culpa que hayas terminado así', y eso irritaba a Irene. Había contratado a esta chica de origen desconocido por su misteriosa capacidad de adivinar su estado de ánimo y por su servilismo, pero ahora parecía haber llegado el momento de despedirla. 

Sin embargo, justo cuando Irene estaba a punto de gritar '¡Estás despedida!', una bolsa de papel apareció repentinamente frente a ella.

martes, 16 de marzo de 2021

marzo 16, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 48

Capítulo 48. He Regresado, Emperatriz


"Papá se esforzó al máximo. Consideraremos esto como el regalo de cumpleaños tuyo. ¿De acuerdo?"

Pero por supuesto. A cambio, Tania debía prometer a su padre no replicar a mamá, balancear su espada 2.000 veces y disparar 150 pernos cada día. De este modo, Tania llegó a la capital para unirse a la elección de la dama de compañía.

Pero gracias a que su madre le dijo 'sólo te daré el dinero suficiente para cubrir los gastos de viaje y las comidas, así que confórmate con la ropa y las joyas que hay en el castillo', acabó asistiendo con un atuendo bastante cutre.

Pero no tenía esperanzas de convertirse en dama de compañía.

Tania conocía su lugar. Le divertía salir del Condado para conocer los lugares que sirvieron de escenario en innumerables novelas románticas. ¿Qué diversión podría haber en hacer el trabajo de dama de compañía? Además, no es que la Emperatriz le fuera a prestar a una pueblerina como ella. Y según los rumores, tenía una personalidad vil.

Ella nunca podría acercarse a una Emperatriz como esa, ni la Emperatriz mostraría el más mínimo interés por ella, por lo que sería imposible que se convirtiera en dama de compañía. '...O eso es lo que pensé una vez'. 

Tania observó a la Emperatriz absorta en la lectura del libro que había traído. La bolsa que las asistentes habían supuesto que contenía joyas estaba, en realidad estaba llena de novelas románticas, elegidas por ella misma.

Después de que Cecile declarara a Tania como su dama de compañía y regresara al palacio de la Emperatriz, ésta había gritado cuando vio su estantería.

¡Oh! ¡Eso es, 'Se Convierte En Una bestia Bajo La Noche'!

Tania pudo reconocer al instante el libro, a pesar de que estaba colocado al revés para disimular el título. Un momento después de su grito involuntario, cerró la boca y se giró hacia la Emperatriz, que la miraba con el rostro pálido.

Todas, fuera.

Y así se hizo salir a todos las asistentes y sólo se quedó con Tania. Se quedó temblando, sin saber qué demonios le pasaba a la Emperatriz, cuando ésta le agarró las manos y exclamó eufórica

¡A ti también te gustan!

Lo que siguió fue una conversación que básicamente decía; '¿Tú también? ¡Yo también!'. No tardaron en darse cuenta de que habían encontrado una compañera de lectura de novelas románticas. 

Cuando Cecile mencionó que le resultaba difícil conseguir ese tipo de libros, Tania le dijo que no se preocupara, y hoy demostró sus palabras; todo lo que trajo hoy fue a petición de Cecile.

"Tania, de verdad... es como si te hubieran enviado a mi lado desde los cielos", murmuró Cecile con voz entrecortada de la emoción mientras miraba los títulos de los libros, lo que hizo que Tania se rascara tímidamente las mejillas... pero fue entonces cuando su mirada se posó en un rincón de la habitación de la Emperatriz. pero fue entonces cuando su mirada se posó en un rincón de la habitación de la Emperatriz.  Allí vio el broche de esmeralda que había llevado durante su primer encuentro con la Emperatriz, colocado ordenadamente encima de un cojín de aspecto suave. 

'Parece diferente', pensó Tania. Era una joya estúpidamente grande, pero parecía haber adquirido un brillo aún mayor después de habérsela dado a la Emperatriz. Sentía como si se hubiera llenado de luz.

'Bueno, de todos modos no hay problema, puesto que mamá me lo dio para que hiciera lo que quisiera con ella'. Tania se volteó para mirar a la Emperatriz de nuevo. Ella ya estaba colocando cuidadosamente los libros en la estantería. Viendo cómo la Emperatriz los organizaba por tamaños y colores, ocultando sus títulos con papeles gruesos, Tania pudo comprobar que su amor por este tipo de libros no era de hace un día o dos.

"Gracias, Tania. Los devolveré después de leerlos lo antes posible."

"No pasa nada. No hace falta que los devuelvas."

"No, se debe devolver los libros prestados."

Tania asintió casi inconscientemente. Ella estaba en lo cierto.

"Por lo que dice el Señor Kane, no hay mucho que hacer hoy. Así que si te parece bien, ¿Por qué no te quedas conmigo hasta la noche antes de irte?" La Emperatriz le sugirió cariñosamente a Tania que se quedara, y ésta asintió en respuesta. No podía soportar negarse con la Emperatriz invitándola de esa manera tan amable.

'No es de extrañar que Su Majestad esté embelesado'.

viernes, 12 de marzo de 2021

marzo 12, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 47

Capítulo 47. He Regresado, Emperatriz


Después de que todos las asistentes se retiraran, quedando sólo ellas dos en la habitación, Cecile se desplomó en el suelo. "Eso estuvo cerca."

"Su Majestad, ¿Está usted bien?" preguntó Tania, preocupada.

"Mhm, estoy bien. Sólo me sentí desfallecer en el momento en que pensé que se iba a descubrir". En ausencia de las asistentes, Cecile abandonó inmediatamente su actitud formal hacia Tania y comenzó a charlar en tono amistoso. "Por cierto, Tania. ¿Cómo te fue con las cosas que te pedí?"

"¡No te preocupes! Las he traído todas."

"¿De verdad? ¡Eres la mejor, Tania!" Cecile abrazó a Tania y ésta soltó una risa tonta en sus brazos. Las asistentes no podían ni siquiera adivinar lo que contenía la bolsa traída por Tania.

***

Había pasado una semana desde que Tania se convirtió en la dama de compañía de Cecile. Al principio, se sintió incrédula ante su buena suerte. El condado de Kaniche, en el que había vivido toda su vida, era como decían las jóvenes parlanchinas durante la jornada de elección de la dama de compañía, la más remota de las zonas rurales. 

Un día, Tania expresó su descontento por este hecho, a lo que su madre, la Margrave Kaniche, le respondió. "¿Hubo algo que no pude hacer por ti? Te di de comer lo que querías, te dejé hacer lo que querías. ¿De qué te quejas si no sabes lo bendecido que eres? ¡Dicen que hay niños en países lejanos que viven días muy duros sin una sola comida que les permita salir adelante! Deberías saber estar agradecida por la ropa que llevas puesta y las comidas que te llenan la barriga. Aparte de eso, ¿Hiciste los deberes que te encomendé? ¿Terminaste mil golpes con la espada? ¡¿Y no te dije que dispararas cien rayos al día?! ¡He escuchado que Carla, de la provincia vecina, ya puede dispararle a una abeja a más de cien metros de distancia!"

Tania se tapó los oídos ante el torrente de regaños de su madre. 'Ah, otra vez. No entiendo por qué todas las hijas de los amigos de mamá son buenas usando la espada, disparando el arco, ideando nuevas tácticas, y demonios, incluso tienen talento para el asesinato'.

Mientras Tania cerraba los oídos, negándose a escuchar, Margrave Kaniche suspiró pesadamente antes de reanudar su regaño.  "Eso me recuerda que me enteré de todo por el mayordomo. Me han dicho que prácticamente estás patrocinando la librería de la comunidad... Leer no es algo malo. ¡Pero no puedo soportar mostrar mi cara por vergüenza después de escuchar los títulos de los libros que siempre estás mirando! '¿La Alondra Grita: Toque de Obscenidad?' '¿Una Dura Noche de Amor del Duque?' '¿Átame Para Siempre?' Es por eso que tu habilidad en la esgrima es un desastre en estos días, ¡Porque siempre te aferras a este tipo de libros! ¡Voy a tirar todos y cada uno de ellos!"

"¡Mamá, te odio!"

Esos días de regaño continuaron hasta que su padre regresó de su viaje a la capital.

"He escuchado que Su Majestad acogió a una Emperatriz y que pronto habrá una elección de dama de compañía, cariño."

"¿Es eso cierto?" A Tania le brillaron los ojos ante la conversación en la comida familiar y dijo: "¡Mamá, quiero ir! Yo también quiero ser la dama de compañía de Su Majestad la Emperatriz."

Su padre sonrió suavemente ante sus palabras mientras extendía la mano hacia su esposa. "Cariño, no creo que esté bien tirar cuchillos en el desayuno. Y Tania. ¿Qué te ha dicho papá?"

"Que no digas nada que haga enfadar a mamá cuando esté comiendo."

Margrave Kaniche se masajeó el pecho para calmarse mientras miraba con odio a Tania. "¿Dices esas cosas a pesar de saberlo?  Por otra parte, ¿Piensas convertirte en la dama de compañía de Su Majestad? ¿Acaso sabes lo que implica esa posición?"

"¡Sí! ¡Es una posición en la que puedes cortejar a un elegante caballero mientras eres testigo de implacables luchas encubiertas!"

"¡¿No te dijo mamá que leyeras novelas románticas con moderación?!"

Aquel día, Tania fue regañada hasta el límite de estar a punto de morir. Mientras Tania escribía una disculpa en la noche, moqueando todo el tiempo, su padre vino a visitarla. "Tania, he hablado con tu madre y..."

"Hicc... ¿Dijo que me daría de comer a los osos pardos?"

"No, eso no. Tu madre dice que te enviará a la capital para unirte a la elección de la dama de honor."

"¿Qué?"

Según la explicación de su padre, su madre pensaba que Tania estaba malinterpretando la realidad. Su hija se daría cuenta de lo absurdas que eran esas novelas románticas después de experimentar la vida real en el palacio imperial y sus nobles. Pensó que era una buena oportunidad para romper todas sus ilusiones.

"Pero es imposible que mamá haya cedido tan fácilmente", cuestionó Tania con incredulidad.
marzo 12, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 46

Capítulo 46. Tania y la Bolsa Secreta


Incapaz de ocultar su exasperación, Estian habló con una voz que hostil, pero Irene parecía completamente indiferente a ello mientras sonreía alegremente. "Oh, ese es el Emperador que conozco. Siempre tuviste esa mirada cuando eras joven."

Las demás personas que se encontraban alrededor sudaban ante el aire peligroso de Estian. Viendo que Irene permanecía despreocupada frente a Estian, murmuraron entre ellos, '¿Será porque son amigos después de todo?', y otras cosas relacionadas. Sin embargo, no era porque fueran amigos. Su paciencia se basaba simplemente en el hecho de que él compartía la sangre de Irene e Irene también la suya... aunque ella no lo supiera. Estian apenas consiguió frenar su hirviente frustración mientras habló. "Irene. Di todo lo que quieres decir, así como por qué has venido, aquí y ahora."

No quería expresar su irritación por segunda vez, así que pensaba escuchar su explicación y decirle a Kane que tratara el asunto por su cuenta. Su grado de tolerancia hacia Irene no se debía al cariño, sino únicamente al Conde Levnen, que se había esforzado por devolverle su humanidad en el pasado.

Cuando Estian terminó de hablar, Irene sonrió al responder, sabiendo que la escucharía. "Quiero reunirme con Su Majestad la Emperatriz."

Y a eso, Estian respondió también con una sonrisa. "Sácala."

***

Tania observó su entorno. Resultaba fácil perderse en el amplio palacio de la Emperatriz, pero ella fijaba en su memoria el camino que estaba recorriendo. Después de todo, era el camino hacia la habitación de la Emperatriz. 

Cuando llegó, la asistente que estaba fuera la reconoció y anunció su llegada. Tania se aferró con fuerza al objeto que llevaba en los brazos y esperó a que la llamaran desde el interior. Poco después, escuchó el sonido de una puerta que abriéndose.

"¡Tania!"

"¡Su Majestad!" Esperaba que una asistente abriera la puerta, pero en su lugar salió la Emperatriz.

"No sabes cuánto te he esperado desde la mañana. Entra. Oh, el resto de ustedes puede regresar ahora. Quiero un tiempo para nosotras solas."

"Pero Su Majestad..."

"¿No lo dejé claro el otro día? No perturben mi tiempo con Tania."

Las asistentes se vieron obligadas a retirarse al escuchar el tono de voz de la Emperatriz, más duro que nunca. Cuando las asistentes estaban a punto de marcharse, una de ellas vio la gran bolsa que llevaba Tania en los brazos. "Dama Tania, todo lo que se lleve a la habitación de Su Majestad debe inspeccionarse."

Pero en ese momento, mientras la asistente extendía la mano para agarrar la bolsa, una voz aguda irrumpió.

"¡No!"

"¿Su Majestad?"

"Es algo que le pedí especialmente que trajera. Todas ustedes, retírense rápidamente."

"Sin embargo..."

"¡Rápido, he dicho!"

Viendo que la Emperatriz gritaba con la cara enrojecida, todos las asistentes se apresuraron a marcharse. Sin embargo, mientras las asistentes se marchaban, sus ojos se detuvieron brevemente en la bolsa de Tania. Parecía contener algo bastante grande y pesado. Tania lo abrazaba con fuerza como si fuera lo más preciado del mundo.

'¿Qué contiene?', se preguntaban.

Se decía que esta dama de compañía del campo había llamado la atención de la Emperatriz gracias a que llevaba una gran joya durante la elección. Siendo ese el caso, ¿Podría ser que la bolsa contuviera...?

'Pobrecita. ¿Le ordenó Su Majestad que trajera el resto de sus joyas?'

Al llegar a ese punto de pensamiento, todo cobró sentido para los asistentes. ¿Cómo pudo una chica sencilla de los campos conseguir convertirse en dama de compañía? La respuesta estaba en el soborno. Esa bolsa seguramente contenía todas las joyas que tenía esa joven.

'¡Qué villana, qué villana!'

Y así siguieron amontonándose los malentendidos.

jueves, 11 de marzo de 2021

marzo 11, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 45

Capítulo 45. Tania y la Bolsa Secreta


La santa se detuvo en ese punto y miró a Irene, sólo para verla con una cara llena de determinación. "No. No recurriré a ese método", afirmó Irene.

"Pero entonces Su Majestad no se interesará por ti."

"No necesito ser elegida por la Emperatriz porque soy..." Irene apretó los puños antes de continuar. "Voy a pedírselo a Su Majestad el Emperador directamente. ¡Debo llegar al palacio imperial y reunirme con Su Majestad!"

La santa se quedó pensativa mientras observaba a Irene.

'Veamos... Puede que el argumento original haya cambiado un poco, pero los grandes acontecimientos están sucediendo como deberían. Según mi trama...' Una sonrisa fugaz apareció en los labios de la santa. 'Pronto, la bestia fantasma despertada por la presencia de Estian aparecerá en el palacio imperial'.

Y, como había escrito, atacaría a 'Cecile'.

'Ese es el momento de la oportunidad'.

***

Estian miró a Irene. También pudo observar a Kane parado detrás de ella con una expresión preocupada. En realidad, habría sido difícil que Kane detuviera a Irene, él tampoco tenía motivos para hacerlo. Después de todo, para los demás, Irene podía considerarse prácticamente como la única 'amiga de la infancia del Emperador'. 

No eran nada de eso, pero como no podía explicar su relación a los demás, Estian se limitó a dejar que Irene hablara como quisiera, y su silencio hizo que el público asumiera la autenticidad de sus palabras. Gracias a ello, ella siempre fue bien recibida dentro del imperio. Aunque Kane le había preguntado ocasionalmente si debía tomar medidas contra ella o no, se limitó a decirle que la dejara en paz.

"¿Qué ocurre? No he recibido noticias de tu llegada". Dijo el Emperador.

"No es necesario un motivo particular para reunirnos Su Majestad y yo."

Normalmente habría seguido conversando, pero por alguna razón hoy estaba irritado. Estian se preguntó por qué se sentía de esa manera, pero luego se dio cuenta al mirar el Bosque de Tetin en su mano; estaba ansioso por reunirse con Cecile y no quería demorarse. "En cualquier caso, hablaremos más tarde. Antes debo encontrarme con la Emperatriz."

Irene se quedó boquiabierta ante sus palabras. "Por Dios, Su Majestad. ¿Son ciertos los rumores que circulan por ahí? Espera. Más bien, ¿Es ese El Bosque de Tetin el que tienes en la mano? ¡Cielos, Su Majestad! ¡¿Realmente lo has traído?!"

"¿Qué te parece si te haces a un lado?"

'Cecile debe estarse muriendo por verme. Me pregunto qué dirá cuando le lleve El Bosque de Tetin. En cualquier caso, no hay duda de que ella llevaría a cabo correctamente el acto de la villana hechiza al Emperador. En primer lugar, le dije que tenía que acercarse corriendo.'

Después de eso, ella debía darle un profundo beso en público ignorando la etiqueta imperial y entonar palabras de seducción apasionada. Aunque podía predecir que Cecile entraría en su abrazo sólo para refunfuñar pidiéndole que le 'tapara la boca al insoportable Aled con un calcetín'. Apenas pudo reprimir su sonrisa al pensar que ella haría lo que le había pedido. Después de todo, ella lo recibiría con los brazos abiertos.

'¿Qué debo pedirle?', se preguntó. Traer el Bosque de Tetin era la primera petición que le hacía Cecile, aunque fuera por Aled. Es cierto que Aled se había despertado por culpa de las instrucciones que le había dado a Cecile antes, pero en definitiva él había sido el que más se ha esforzado, ¿No? Un favor por un favor. 'No existe algo como un almuerzo gratis'.

Con felices pensamientos sobre qué pedirle a Cecile, Estian se dirigió hacia el palacio de la Emperatriz... o, al menos, así debió ser. En el momento en que intentó dar un paso, los pies de Irene también se movieron; cuando él sacó el pie derecho, Irene respondió con el izquierdo, y cuando sacó el izquierdo, Irene contraatacó con el derecho. 

En otras palabras, Irene bloqueaba completamente el camino de Estian. Sus intentos de moverse se vieron frustrados en tres ocasiones, y Estian terminó por preguntarle en voz baja. "¿Qué crees que estás haciendo?"

miércoles, 10 de marzo de 2021

marzo 10, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 44

Capítulo 44.  Tania Y El Broche De Esmeralda


El Rey de Tetin se quedó sin palabras ante esta respuesta totalmente inesperada. Estaba tan aturdido que se preguntaba si el Emperador estaba bromeando. Sin embargo, el Emperador parecía serio. "Sólo espero que ella esté satisfecha con esto."

Al escuchar sus palabras, el Rey de Tetin recordó lo que sabía de la rumoreada Emperatriz. Por lo que había oído, le encantaban las gemas, por lo que el Emperador le había ofrecido todas las joyas del Imperio. Sin embargo, parecía que la mujer no podía conformarse sólo con las joyas del Imperio. El rostro del Rey se ensombreció. Ya resultaba bastante difícil lidiar con aquel tirano loco, pero ahora había una maníaca que lo tenía a su merced.

Al escuchar sus palabras, el Rey de Tetin recordó lo que sabía de la rumoreada Emperatriz. Por lo que había oído, le encantaban las gemas, por lo que el Emperador le había ofrecido todas las joyas del Imperio. Sin embargo, parecía que la mujer no podía conformarse sólo con las joyas del Imperio. El rostro del Rey se ensombreció. Ya resultaba bastante difícil lidiar con aquel tirano loco, pero ahora había una maníaca que lo tenía a su merced.

"No pongas esa cara. Ahora que tengo esto, no tengo más asuntos con Tetin. Ya he enviado mis tropas a Javel, así que tenga la amabilidad de enterrar a sus hombres después. Olvidaré el asunto de Skadia con esto. Y también..." Estian se acercó al rey de Tetin para susurrarle al oído. "...Mantendré en secreto que ese caballero comandante de cabello y ojos disfrazados, es tu hijo de sangre. Teniendo en cuenta esto, creo que no deberías tener ninguna queja"."

"¡......!"

"No estarás preguntando cómo lo supe, ¿Verdad?" Los ojos de Estian volvieron a parpadear de color carmesí. El Rey de Tetin inclinó la cabeza, no en señal de sumisión sino de gratitud, y Estian murmuró antes de apartarse, "Un padre se preocupa por su hijo, eso es."

No era un sentimiento que pudiera entender, ni podría entenderlo en los días venideros.

Estian inmediatamente se movió para volver al Imperio, seguro de que Cecile le esperaba. Sin embargo, la primera en darle la bienvenida fue una persona inesperada.

"Ha pasado mucho tiempo, Su Majestad. Que el Imperio prospere siempre en paz."

"¿Irene?"

No se alegró especialmente de verla, pero que no podía ignorarla.

***

"¡Es realmente peor de lo que he escuchado!"

Irene aplastó el periódico que tenía en las manos con un apretón. Observando su ira, la santa se rió interiormente. 'Puede que sea un personaje creado por mí, pero qué carácter tan malvado...'

Recordó qué clase de persona era Irene.

Como hija única del Conde Levnen, un destacado erudito del Imperio, Irene era una persona tranquila y pulcra. Una dama de buena reputación con excelentes logros académicos y buena relación con sus compañeros. 'Pero tiene un grave delirio con Estian'.

Además, estaba enamorada de Estian desde su breve encuentro cuando eran jóvenes. En su juventud, Estian recibió ayuda de Irene, por lo que se había mostrado más generoso con ella que con los demás. Sin embargo, Irene confundió su indulgencia con amor, creyéndose la única y verdadera pareja predestinada para Estian. Estaba convencida de que ella, como amiga de la infancia, era la persona que comprendía plenamente a Estian y que sería su compañera de vida.

'¿Y ahora que piensa? ¿Algo sobre cómo Estian se daría cuenta de lo mucho que ella lo amaba sólo después de conocer a todo tipo de mujeres?' Aunque ella había escrito este personaje, viéndola en persona, le parecía que su personalidad era desagradable. Una antagonista tan típica y poco sofisticada.  '¿Y qué? ¿Perdonar que se enganche con quien sea? Oh, cómo la compadezco, al no conocer el encanto de un hombre virgen'.

'Supongo que debería estar aliviada de que tenga una mente simple'. Gracias a eso, sería fácil jugar con su estado de ánimo y prepararse para futuros acontecimientos.

Agarrando el periódico arrugado de las manos de Irene, la santa le dio uno nuevo antes de señalar una determinada columna, diciendo: "Vaya, Mi Dama, mire aquí. Aquí dice que los joyeros de la capital están disfrutando de un gran auge debido a que las jóvenes compran joyas para ganar en la elección de la dama de compañía. Usted también se unirá a ellas, ¿No es así? Entonces, necesitarás una joya digna para atraer los ojos de la Emperatriz. Aunque seas amiga de la infancia de Su Majestad el Emperador, las damas de compañía serán elegidas por Su Majestad la Emperatriz, así que..."

martes, 9 de marzo de 2021

marzo 09, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 43

Capítulo 43. Tania Y El Broche De Esmeralda


Todos las personas del palacio de Tetin miraron al hombre que había entrado sin invitación.

El jardín detrás del palacio era elogiado como el lugar más bello de este reino, pero a nadie le importaba eso ahora mismo; todos estaban demasiado ocupados admirando el apuesto aspecto del hombre. El hombre de cabello y ojos negros había llegado sólo con una espada en la mano, ni siquiera llevaba armadura. Estaba parado en la entrada de la sala conectada al jardín trasero, con una mirada algo aburrida.

A decir verdad, aunque el hombre tuviera una apariencia mediocre, habría llamado la atención de todos. Porque la espada que llevaba en la mano seguía goteando sangre caliente.

"¡Kha... agh!"

Bajo los pies del hombre estaba el caballero comandante del Reino de Tetin, que se agarraba el hombro y gemía de dolor. Por supuesto, este hombre era Estian. 

Estian observó la sangre que goteaba de su espada antes de hablar con alguien que estaba al lado. "Tú, el de allí." 

El asistente del Reino de Tetin respondió, con el rostro pálido, "¡Si!"

"Quítate la ropa."

Los rostros de todos se volvieron rígidos ante sus palabras. ¿Aquí? ¿Ahora mismo?

Al notar las miradas interrogantes y el extraño ambiente, Estian añadió a sus palabras con el ceño fruncido. "Me refiero a que te quites la ropa para poder limpiar la sangre."

En ese momento, el asistente se quitó rápidamente la prenda superior y se la entregó a Estian de forma extremadamente respetuosa. Éste la utilizó para limpiar su cuchilla de acero negro. La prenda se empapó excesivamente de sangre. Normalmente, esto no ocurriría al limpiar una espada, pero la cuchilla de Estian no era un artículo ordinario, después de todo.

Mientras tiraba la prenda empapada después de usarla, Estian se preguntó cuánta más sangre suya y la de un número incalculable de personas, seguía contenida en esta espada suya.

"Emperador... tú... ¿Qué es...?" Fue entonces cuando el caballero comandante de Tetin resolló, con la voz mezclada de dolor, a lo que Estian respondió pisando más fuerte al caballero comandante.

"¡Kuurgh!"

"Aguantas bien para ser un caballero comandante tan inútil. Te alabaré por ello". El sarcasmo se notaba en los labios de Estian. Cuando pisó aún más fuerte al caballero comandante, un grito incontenible resonó en la sala.

"¡Gaargh!"

Los observadores giraron la cabeza cuando vieron a Estian golpear deliberadamente con su talón la herida del caballero comandante, pero no pudieron evitar los gritos que atravesaban sus oídos. Los terribles gritos terminaron junto con el sonido de un hombro rompiéndose. Al final, el caballero comandante de Tetin no pudo soportar el insoportable dolor y se desmayó.

Poco después de que cesaran sus gritos, el Rey de Tetin entró corriendo en la sala, sin aliento por el esfuerzo de correr. Llevaba en la mano una joya verde muy grande y hermosa. Era la joya llamada el Bosque de Tetin.

Innumerables formas de árboles estaban contenidas dentro de la joya verde. Estas formas no deberían ser más que patrones en una joya, pero los árboles se agitaban como si soplara un viento.

"¡Aquí está!"

"No creí que lo trajeras de verdad", dijo Estian, extendiendo la mano hacia el Rey con una risita, y el rey de Tetin le entregó la joya más importante del reino sin dudarlo.

"¡Ya la tienes, así que quita los pies de encima de Ridel de una vez! ¡Ahora! Has prometido perdonarle la vida a cambio de la joya."

"¿Ridel? ¿Ese es su nombre?" Estian miró al caballero comandante que estaba inconsciente bajo sus pies, y luego le dio una fuerte patada. Con un "¡Urk!", el caballero comandante salió rodando.

"¡Ridel!"

El Rey de Tetin se apresuró a sostener al caballero comandante y gritó que llamaran a un médico. Mientras los asistentes se movían enérgicamente, Estian dirigió su mirada a la joya que tenía en la mano. Un bosque infinitamente extenso se agitaba tranquilamente en su mano. Sin duda, era el Bosque de Tetin. Justo cuando se sentía satisfecho al confirmar que la autenticidad de la joya, el Rey de Tetin gritó en señal de repudio. "¡Desgraciado salvaje! Irrumpir en el palacio de otro país sin motivo y robar su tesoro, ¿Así es como debe actuar el gobernante del imperio? ¿Cómo eres mejor que un ladrón?"

"Sin motivos, dices". Estian se burló de las palabras castigadoras del rey y continuó.

"Skadia, en la cordillera interior de Javel."

"¡......!" El rostro del rey palideció ante el nombre de la ciudad pronunciada por la boca de Estian.

"He escuchado que has acumulado un gran ejército en ese lugar. Un ejército de élites, además. ¿Creíste que no lo sabría? ¿Pensaste que un ataque sorpresa con números tendría éxito? Sé que todas las armas de tus soldados están recubiertas con plata de Celcita, lo que significa que yo soy el único objetivo. Después de todo, soy el único que queda en el mundo que puede ser dañado por ese metal."

El rey apartó la mirada de los fulminantes ojos negros de Estian, que brillaron de color carmesí durante un fugaz instante. No era un color propio de un humano.

"Levantar un ejército para atacar al Emperador en secreto. ¿No es esa una razón suficiente para arrasar esta tierra e incendiarla?"

Sus palabras hicieron que los que estaban en la sala retrocedieran vacilantes. No querían enfrentarse al Emperador en solitario. El gobernante del imperio había conseguido llegar hasta aquí solo sin sufrir un solo rasguño. Y luego, de un solo golpe, venció a su caballero comandante. Todos podían sentirlo por instinto; no debían desafiar al Emperador.

"Pero descansa tranquilo, ya que no tengo intención de hacerlo hoy."

"...¿Por qué?" El rey preguntó con cautela.

"Mi Emperatriz me espera. Debo apresurarme."