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domingo, 23 de julio de 2023

julio 23, 2023

Matrimonio Depredador - Capítulo 364

Capítulo 364. Final (2)


Después de ello, Leah estuvo enferma durante varios días. Ishakan, que había cometido muchas fechorías, estuvo cerca de ella para cuidarla.

En lugar de la debilitada Leah, Mura regaño a Ishakan durante tres días. Los otros Kurkan tampoco estuvieron del lado de Ishakan, más bien lo condenaron por lo sucedido. Eso hizo que Leah se sintiera un poco mejor.

Cuando finalmente recobró la cordura, después de permanecer en la cama durante varios días, todo se había solucionado.

El decapitado Rey y la decapitada Reina de Balkat, fueron colgados en lo alto de las puertas del palacio real de Balkat. Mura le dijo que hubo diferencias en los métodos utilizados para matarlos en base a la naturaleza de sus crímenes. Judia murió de forma bastante limpia, pero Herodes tuvo una dolorosa muerte lenta. Traducción de ReinoWuxia

Los Kurkan se enfadaban más con los que ponían en peligro a Leah que con Ishakan.

Además, los falsificadores de monedas que le habían causado preocupaciones, fueron ejecutados públicamente en la plaza de la capital de Estia. Sus cabezas quedaron expuestas durante varios días.

Entonces la vida cotidiana de Leah regresó a la normalidad.

***

Le habló a Morga el sueño de Lesha. Le preguntó si se trataba de una especie de sueño precognitivo o si simplemente fue coincidencia.

Morga se quedó atónito cuando escuchó la historia. Respondió de forma mucho más intensa de lo que Leah esperaba.

"¡El príncipe tiene talento para ser un hechicero...!"

Según la explicación de Morga, los hechiceros nacían con varios talentos. Entre ellos, prever el futuro era el talento más preciado que podía tener un hechicero. Aunque Morga podía prever el futuro mediante la astrología, sólo podía hacerlo utilizando otros hechizos. 

"Nacer con la capacidad de prever... es algo extraordinario."

Morga observó detalladamente a Lesha, afirmando que era la primera que veía a un hechicero nacer con la capacidad de prever. Sin embargo, Lesha se limitó a sonreír porque no entendía claramente lo que estaba diciendo.

"Todavía no sabemos la magnitud de tu talento, pero estoy seguro de que debe ser grande porque tienes la sangre de Ishakan."

Terminó la conversación diciendo que una vez que Lesha aprendiera los idiomas de forma adecuada, comenzaría a enseñarle hechicería. Leah, que se había enterado del inesperado talento de su hijo, se marchó sintiéndose un poco desconcertada.

"Mamá..."

Ella había decido tomar el té con Ishakan en el jardín. Mientras caminaban hacia el lugar acordado, Lesha levantó la mano con el ceño fruncido.

"¡La mano mamá!"

"Lo siento. Mamá estaba pensando en otras cosas."

"Uh..."

Lesha resopló de forma simpática. Solo se animó de nuevo cuando Leah le prometió no olvidarse de tomarle la mano la próxima vez. Entonces siguieron caminando agarrados de las manos hasta que el enérgico Lesha exclamó.

"¡Mamá!" Entonces dijo claramente. "Soy su hermano mayor."

Leah ladeó la cabeza ante el inesperado comentario. Pensó que quizás Lesha quería jugar un juego de roles. Lesha señaló con el dedo el estómago de Leah de forma inocente.

"Quiero verle pronto."

Los labios de Leah se separaron. Se le ocurrió una momentánea conjetura.

"Lesha."

Ishakan apareció de repente durante su camino.

"¡Papá!"

Lesha se lanzó hacia Ishakan. Leah reflexionó sobre lo que Lesha había dicho mientras los seguía lentamente. Ishakan podría saberlo, pero fingía no hacerlo.

Ishakan se acercó a su lado antes de que ella se diera cuenta. Lesha, que estaba entre sus brazos, seguía murmurando 'soy su hermano mayor'. Leah abrió los labios todavía perdida en sus pensamientos. 

"Ishakan."

"Dime Leah."

"¿Vamos a Kurkan? Para mostrarle a Lesha el desierto."

Ishakan visitó con frecuencia Kurkan durante las campañas militares. Pero Leah no había podido hacerlo. Además, le había prometido a Lesha que irían al desierto cuando creciera lo suficiente, pero ahora parecía haber llegado el momento. No solo el cuerpo de Leah se había recuperado, sino que Lesha tenía edad suficiente para viajar.

"¿Qué te parece?"

Ishakan le preguntó a Lesha mientras lo sentaba sobre su hombre. Él respondió a la pregunta de Leah en lugar de Ishakan.

"¡Vamos a aventurarnos!"

Leah hoy le había leído a él un libro de cuentos que trataba sobre la pesca en el mar. Lesha aún estaba demasiado impresionado.

"El mar está lleno de peces."

Pero no parecía que sólo quisiera pescar. A partir de ese momento, Lesha comenzó a contar todo lo que sabía. Recoger fruta en las montañas, recoger flores en los campos, buscar agua en el río, pasar una noche en una posada de un pueblo… Ishakan sonrió escuchando sus interminables palabras.

"Lesha siempre ha estado en el palacio. Creo que necesita un viaje de larga duración."

"Sí."

Leah le devolvió la sonrisa. Luego miró el cielo. Las nubes se habían despejado, por lo que el cielo gris, se volvió azul como el mar.

Sus deslumbrantes ojos púrpuras miraron nuevamente a Ishakan. También a Lesha que estaba riéndose sentado en su hombro. Los dos hombres bajo la luz de sol se veían tan brillantes como si contuvieran luz.

Hace mucho tiempo atrás quería morir. Su corazón, que había decidido quitarse la vida, era tan sólido como un castillo de hierro. Esas emociones se desvanecieron, porque la oscuridad que la rodeaba ha desaparecido.

"¿A dónde quiere ir mi esposa?"

Preguntó Ishakan en broma. Leah respondió en voz baja, pensando en el resplandor que se había tragado toda su oscuridad.

"Cualquier lugar con ustedes me parece bien."

Realmente no importaba dónde. En lo profundo de las montañas, en islas remotas, en amplios océanos, o en desiertos interminables. No importa a dónde vayan, cada momento era especial mientras estuviera al lado de este hombre.

No, ahora somos los tres. Tal vez incluso… cuatro. Leah sonrió ligeramente mientras ponía su mano sobre su vientre. La suave luz del sol se sentía agradable.

FIN.

domingo, 14 de agosto de 2022

agosto 14, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 363

Capítulo 363. Final (1)


No recobró los sentidos hasta que el cielo se tiñó con el atardecer. Leah se sentó en la cama aturdida durante un rato. Los eventos de anoche vinieron uno por uno a su mente.

"......"

Enterró su cara en las palmas de sus manos. Había tenido s3xo con Ishakan durante su periodo de celo, pero la última noche le pareció peor que esas ocasiones.

La palabra bestia pervertida no era suficiente para describirlo. Leah, que se esforzaba por pensar en una palabra peor, soltó un gemido doloroso.

Tenía mucha hambre. Prácticamente había perdido un día, así que ahora tenía mucho trabajo que hacer. Leah salió lentamente de la cama. 

"¡...Argh!"

Entonces se cayó hacia adelante. Sus piernas flaquearon en cuanto puso sus pies en el suelo. Un dolor la inundó tardíamente mientras estaba sentada en la alfombra. Fue porque su mente había estado aturdida desde que despertó.

Leah agarró su abdomen con su mano. Le dolía todo el cuerpo como si le hubieran dado una paliza. No sentía que estaba en condiciones de moverse por sí misma. Ella gritó furiosa al causante de la tragedia.

"¡Ishakan...!"

Entonces Ishakan entró en la habitación con una pequeña bolsa en la mano. Rápidamente levantó a Leah que estaba sentada en el suelo.

"¿Cuándo te has despertado? Deberías estar acostada..."

Ella quería regañarlo, pero le dolía demasiado la garganta para hacerlo. Cuando ella se agarró su cuello ardiente, él le trajo rápidamente un poco de agua. Ella pudo percibir un poco de vergüenza en sus acciones. Parecía estar consciente de su error.

Después de humedecer su garganta con agua, se limitó a hacer una pregunta.

"¿Ya estás bien?"

Ishakan la miró extrañamente. Parecía querer evitar su mirada.

"Estaba muy preocupada por ti… Es la primera vez que haces esto..."

Ishakan suspiró. Sin responderle, levantó a Leah entre sus brazos.

"¿Vamos a lavarnos?"

Ella aceptó. Lo abrazó mientras él caminaba hacia el baño. Ishakan vertió en la bañera las hierbas que contenía la bolsa que había traído. Luego le quitó la ropa de Leah. Ella al mirar su cuerpo d3snudo se sobresaltó.

Ishakan mojó sus hombros con el agua que olía a hierbas. También le lavó el cabello. Mientras él la atendía, ella le preguntó.

"¿Pero qué ha sucedido? ¿Por qué has tomado la poción?"

"Quería asegurarme si se trataba de una auténtica poción de amor."

Sus ojos se agrandaron al escuchar lo que él dijo como si no fuera gran cosa. Ishakan le explicó con detalle a Leah mientras la lavaba.

Decidió actuar con cautela cuando recibió información de que Balkat tenía pociones de amor. Era difícil hacer una poción de amor, incluso para un hechicero como Morga. Por esa razón, los Kurkan creían que dicha poción era falsa.

Sin embargo, no descartaban la posibilidad de que fuera verdadera.

"¿Has sacado a los Kurkan del palacio real últimamente para investigar esto?"

"Sí. Intentaba asegurarme."

Buscaron al Tomari que entregó las pociones falsas a Balkat. Sin embargo, a medida que la investigación se alargó, Ishakan optó por comprobarlo directamente.

Se dio cuenta que era falsa cuando la probó. Pero aunque la falsa poción no podía robar el corazón de las personas, tenía un efecto poderoso.

"El Rey y la Reina de Balkat no solo son apuestos, sino también poseen buenas habilidades de seducción. Por lo que aquellos que pasaron la noche con ellos después de beber esa poción, naturalmente les entregaron sus corazones."

Simplemente se confundía el efecto de la lujuria con el amor. Por lo que valientemente trajeron esa poción a Estia, pero fracasaron estrepitosamente.

"Poción de amor..."

Leah entendió perfectamente la situación. Ellos fueron los culpables de que ella pasara por cosas crueles. Ishakan quiso decírselo sólo cuando se resolviera la situación, para que no existiera la posibilidad de que ella se preocupara. Sabía que Leah podría sufrir por los recuerdos indeseables del pasado.

De repente, la ira estalló en su interior. No podía creer que hubieran intentado separarla de Ishakan jugando con sus corazones. Fue un acto imperdonable.

"Debería darle algunas bofetadas a ambos."

Ishakan frunció el ceño con un poco de arrepentimiento.

"Tengo que confesarte algo. Los he matado."

"......"

Seguramente él se había encargado adecuadamente de ellos. Al menos los habría matado con más dolor que unas bofetadas. Leah solo asintió con la cabeza.

El agua tibia causó que el sueño la invadiera. Los ojos de Leah se cerraron ocasionalmente mientras ahora Ishakan se bañaba. Ella escuchó la voz de Ishakan débilmente.

"Tengo un regalo para ti. La investigación de la poción puso la capital patas arriba… Por lo que capturamos a los falsificadores de moneda por casualidad."

Su gran mano tocó ligeramente la mejilla de Leah.

"¿Qué debemos hacer? ¿Los decapitamos? Sería apropiado colgarlos en la plaza..."

Leah murmuró una respuesta entre dientes, luego se quedó dormida abruptamente. El sueño profundo resultaba confortable.

viernes, 12 de agosto de 2022

agosto 12, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 362

Capítulo 362. Escape


"¡Maldita sea, no pueden hacerlo rápido! Todos son lentos..."

Herodes estaba furioso. Los asistentes actuaban rápidamente como si estuvieran en llamas. Cualquier podía darse cuenta que actuaban con prisa, pero Herodes no estaba satisfecho.

Al final no pudo esperar, así que decidió adelantarse. Salió apresuradamente del palacio real de Estia cabalgando. Solo lo acompañaban los caballeros. Era tan lamentable que huyera durante la noche que resultaba difícil creer que era el Rey de un país.

Pero no era el momento de preocuparse por su orgullo. Herodes volvió a darle un latigazo a su caballo con su fusta.

Judia había muerto.

Ella salió del palacio real con el plan audaz de tener al Rey bárbaro. Ella debería haber tenido éxito. Sin embargo, Judia que fue a visitar al Rey bárbaro vestida de forma hermosa, regresó mucho antes de lo esperado… sólo volvió su cuerpo.

Los que trajeron el cuerpo de Judia fueron el cochero y el caballero que habían salido del palacio con ella. La estaban esperando cerca de la posada donde estaban los bárbaros.

De repente, escucharon un grito procedente de la posada, así que se acercaron a la posada rápidamente. Entonces la puerta se abrió y un cuerpo cayó. Se trataba del cuerpo decapitado de Judia.

El cochero y el caballero acudieron a Herodes tras recuperar el cuerpo de la Reina. Por supuesto, ni siquiera pensaron en entrar a la posada para encontrar la cabeza.

Y en cuanto vio el cuerpo de Judia, Herodes se dio cuenta de que las cosas habían salido muy mal. De hecho, lo percibió desde el inicio de la cena. Cuando el joven bárbaro le clavó el cuchillo en el cuello con sus ojos brillando al igual que los de su padre.

Si Leah no lo hubiera detenido entonces, Herodes hubiera sido decapitado en el acto. La diferencia entre ambos, fue que Leah no estaba donde Judia para detener a los bárbaros.

Pero no había manera de que los bárbaros dejaran en paz a Herodes.Tenía que huir antes de que pudieran alcanzarlo. Herodes pensó mientras cabalgaba frenéticamente.

¿Qué demonios está pasando?
Herodes no entendía por qué la poción que había utilizado Judia no funcionó. Habían usado la poción muchas veces en Balkat.

La utilizaba en aquellos que quería poseer a alguien como suyo. Por lo tanto, conocía la poción mejor que nadie. Judia no pudo haber cometido un error.

"¡¡......!!"

El caballo levantó de repente sus patas delanteras. Herodes intentó calmar a su caballo desbocado, pero terminó cayendo al suelo. Se le hizo difícil respirar. Quejándose en el suelo de tierra, levantó la cabeza.

Herodes estaba solo. No había nadie bajo la sombría luz de la luna. Los caballeros con los que había estado hablando desaparecieron limpiamente. El caballo estaba montando también había desaparecido antes de que se diera cuenta.

Su mente daba vueltas pensando que estaba viendo algo irreal. Alguien se acercó desde el otro lado mientras se ponía de pie. Había algo que parecía redondo en su mano.

El hombre se detuvo frente a Herodes. No podía ver con claridad debido a que el hombre estaba de espaldas a la luz, así que entrecerró sus ojos. El hombre mostró lo que sostenía en su mano con una sonrisa.

"¿No te vas a llevar esto contigo?"

Era la cabeza de Judia.

"¡......!"

Herodes ni siquiera pudo gritar. Los Kurkan, que habían estado ocultando su presencia, aparecieron. Los Kurkan rodearon a Herodes.

Su entrepierna se humedeció. Se orinó encima porque no pudo soportar el miedo. Por muy patético que fuera, nadie se compadeció de él.

Mura agarró a Herodes por el cabello sonriendo. Entonces inmediatamente lo tiró al suelo. Entonces se escuchó un golpe tras otro.

"Ahh..."

Herodes gimió de dolor. Su rostro estaba ensangrentado. Morga, que había estado observando de cerca con las manos en la espalda, se puso nervioso.

"Debes tener moderación. No podemos actuar de forma imprudente."

Morga apretó los dientes pensando en que llevaba varios días sin poder entrar en el palacio real por su culpa. Mura respondió con una sonrisa.

"Él es el culpable de que me haya lastimado la frente. Todavía no está muerto."

"Así es. Mura se lastimó la frente por culpa de este tipo..."

Haban se puso rápidamente al lado de Mura. Antes de que el molesto Morga pudiera decir una palabra más, Genin intervino para mediar.

"Creo que deberíamos llevarlo al palacio real primero. Seguro que Ishakan quiere ponerle las manos encima."

"......"

Los Kurkan guardaron silencio. Ishakan, que había bebido la poción, desapareció con un aura feroz. Mura miró el palacio real a la distancia con preocupación.

"Ahora que lo pienso, ¿Estará bien Leah?"

En ese momento todos los Kurkan pensaron lo mismo.

No creo que esté bien.

martes, 9 de agosto de 2022

agosto 09, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 361

Capítulo 361. Desenfrenado (5)


Pudo sentir como su virilidad se hinchaba mientras empujaba sus estrechas paredes v@g!nales. No se detendría hasta que no hubiera expulsado hasta la última gota de s3m3n dentro de ella. Necesitaba marcar su territorio al igual que las bestias.

"Ahh... espera, no......!"

Leah retorció su cuerpo asustada. Esto era demasiado para su cuerpo. Ishakan se había controlado desde que ella había quedado embarazada, sólo habían tenido s3xo bastante caballeroso para sus estándares.

Pero ahora de repente tenían s3xo de forma tan intensa. Leah se sintió asustada porque su virilidad se había hinchado más.

"Ah… I… Isha..."

Gritó su nombre con voz ronca. Ishakan mordió su cuello.

"Ahh... por favor... No me llames así..."

Sentía que perdería la cabeza cada vez que lo llamaba Isha. Inconscientemente movió su cintura un poco, porque Leah reaccionó con dolor. Consoló a la asustada Leah.

"Lo siento... me va a doler si lo saco ahora... no aprietes tu v@g!na..."

Le mintió diciéndole que intentaría venirse rápidamente, así que le pidió a ella aguantara un poco más. Era una gran mentira que nadie creería viniendo de un Kurkan.

Leah apretó fuertemente su mano, luego golpeó el brazo de Ishakan. Su puñetazo no fue en absoluto una amenaza, puesto que su cuerpo estaba sin fuerzas. Ishakan susurró colocando su mano sobre el vientre de ella.

"Eso me excita aún más..."

Leah bajó tranquilamente su mano ante su susurro caliente. Ishakan lamió sus mejillas húmedas por las lágrimas.

"Esto no es bueno..."

Ella murmuró mientras sollozaba.

"Pero continúa… hmm… está demasiado caliente…"

Ishakan se disculpó mientras acariciaba con la mano el vientre abultado de Leah. Ella se mordió su labio inferior, luego agarró sus manos. Sus húmedos ojos púrpuras lo miraron fijamente con los dedos entrelazados. 

"... ¿Estás… mejor ahora?"

Leah estaba preocupada por Ishakan a pesar de la situación.

"... Te ayudaré… hasta que estés bien..."

No creía que fuera el momento de que ella se preocupara por él.

Sus inocentes palabras hicieron que su virilidad se endureciera como una piedra. Sin saber lo que estaba pasando, ella gimió de dolor pero no se quejó. Estaba comprometida a ayudarlo a calmar su calor.

Ishakan tuvo el impulso de hacer algo más intenso. Antes de que su cuerpo se moviera siguiendo sus instintos, cerró los ojos con fuerza para intentar mantener el control.

Podía percibir claramente el aroma corporal de Leah. Sus sentidos parecían haberse agudizado. Se mareó cuando el aroma penetró hasta lo más profundo de su pulmones.

Fue como si estuviera soñando. Su virilidad enterrada en su v@g!na expulsó s3m3n sin cesar. Su mente nublada por el placer lo hizo decir las palabras que se le ocurrieron.

"Hermosa... mi esposa..."

"......"

"Te amo, te amo... Siento molestarte..."

Tal vez fue porque lo llamó Isha, o tal vez fue porque se bebió la poción de amor, o tal vez fue por ambas cosas…Estaba soltando la lengua.

Las orejas de Leah se pusieron rojas al escuchar sus susurros. Le gustó tanto acercó deliberadamente su oído. Su respiración se agitó poco a poco. Ishakan le susurró nuevamente 'te amo', en el momento en que vertió su s3m3n en su interior.

"Ahh..."

Leah se encogió de hombros con un leve gemido. Su cuerpo se estremeció. Sus paredes v@g!nales apretaban repetidamente su virilidad como si la fuera a devorar. 

Ishakan permaneció inmóvil por un momento. Dejó escapar un gruñido reprimido.

"Ahh... Leah..."

Finalmente, el deseo que había contenido con dificultad explotó. El calor en sus ojos aumentó. El último remanente de razón que le quedaba se disolvió en el calor hirviente.

"Te molestaré un poco más."

Justo después de hablar se movió. Ishakan introdujo su virilidad bruscamente, y a partir de entonces movió su cintura con locura, extremadamente fiel a sus instintos. Parecía como si su virilidad desgarraría su interior.

Leah perdió brevemente la conciencia por no poderlo soportar. Ishakan no se detuvo hasta que su virilidad expulsó hasta la última gota de s3m3n.

La historia de amor continuó hasta que la luna se marchó para darle entrada al amanecer. Solo cuando el sol llegó a la mitad del cielo, Ishakan recobró los sentidos.

lunes, 8 de agosto de 2022

agosto 08, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 360

Capítulo 360. Desenfrenado (4)


Leah intentó forcejear ante sus palabras. Sin embargo, como su cuerpo estaba inmovilizado, solo pudo mover los dedos de sus extremidades.

Observó cómo arañaba la alfombra con las puntas de sus dedos. Entonces Ishakan hizo un movimiento brusco de cintura. Leah perdió sus fuerzas, solo soltó gemidos intermitentes.

"Ahh... hmm... ahh..."

Cada vez que levantaba su cintura, sus hombros temblaban. Ishakan echó su cabello plateado hacia un lado, para morder su cuello apasionadamente.

Cuando veía a Leah caminando con vestidos que mostraban sus hombros, se moría de ganas de morderla. Esta vez tuvo la oportunidad de morderla tanto que ahora ella tenía que usar vestidos de cuello alto para ocultar las marcas de sus dientes.

Su llorona esposa se veía tan adorable que quería tragársela viva. Cuánto más lo dominaba su naturaleza de bestia, más pensamientos peligrosos atormentaban su cabeza.

Pero intentaba contenerse en la medida de lo posible. Ishakan sonrió mostrando su aspecto cruel ante su esposa que había pedido compasión. 

Parecía que el cuerpo de Leah había perdido todas sus fuerzas. Estaba tumbada en el suelo con los muslos bastante abiertos. Su postura desparramada como la de una rana, se podía considerar una de las más vergonzosas.

Puso su mano debajo de su vientre. Sonrió al bajar su mano hacia su zona ínt!ma.

Un pequeño bulto fue atrapado por la punta de sus dedos. Su cl!toris estaba tenso. Lo frotó con fuerza, como si se estuviera masturbando a sí mismo. 

Leah gritó porque su mano estaba estimulando su zona sensible hasta el punto del dolor. Por supuesto, su grito estaba mezclado con placer. Llamó a Ishakan con urgencia.

"Ahh... Ishakan... espe, espera..."

Ella le suplicó desesperadamente a Ishakan.

"Ahh... creo que me voy a venir..."

Ahora Leah sabía que no era orina lo que salía de su v@g!na cuando estaba demasiado excitada. Ishakan se excitó aún más por la forma lasciva en que pronunció sus palabras, puesto que cuando lo dijo incluso estaba jadeando. Publicado en ReinoWuxia

"Yo también... creo que me voy a venir... Leah..."

Le mordió suavemente el lóbulo de la oreja. También lamió su oreja. Leah sacudió la cabeza con fuerza, pero no pudo escapar del placer.

En el momento en que pellizcó su cl!toris con la mano, la luz de sus ojos purpuras se apagó. Saliva comenzó a fluir de sus labios abiertos.

Ella trató de salir desesperadamente con su cuerpo tembloroso, pero Ishakan no la soltó. La abrazó con fuerza, clavando su virilidad hasta lo más profundo. Ella alcanzó un intenso cl!max, ni siquiera pudo decir algo.

"......!"

Su mano fue mojada por el chorro de agua. Derramó su s3m3n dentro de ella mientras seguía tocando su cl!toris hinchado. El s3m3n se filtró de su v@gina por los bordes como si no hubiera más espacio en donde entrar.

Leah se desplomó. Parecía como si hubiera perdido temporalmente la conciencia. Susurró abrazando su cuerpo débilmente tembloroso.

"Leah… despierta… ¿Sí?"

Todavía no desaparecía el calor de su cuerpo. Pensó que podría recapacitar después de ey@cular unas cuantas veces, pero fue todo lo contrario. Su virilidad se endureció casi de inmediato, así que no pudo resistirse a introducirla nuevamente en la cavidad de Leah. 

Su instinto le decía que aún no era suficiente, que debía hacer algo más intenso. Quería ey@cular dentro de ella hasta que su vientre estuviera hinchado. Asegurarse de que ella estuviera impregnada de su aroma de pies a cabeza.

Sus calientes paredes v@g!nales palpitaban. Ishakan apretó los dientes ante la increíble sensación que sentía su virilidad. Normalmente habría podido contenerse, pero no ahora por mucho que lo intentara.

"Hmm..."

Leah gimió apenas volvió en sí. Ishakan le pidió perdón frotando un lado de su cara contra su cabello plateado.  

"Haa... lo siento… lo siento Leah… te amo…"

Leah intentó forcejear sintiéndose en peligro. Pero ya era demasiado tarde. Su virilidad se estaba hinchando más en su interior.

sábado, 6 de agosto de 2022

agosto 06, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 359

Capítulo 359. Desenfrenado (3)

Ishakan no creía que Leah se estuviera muriendo, pero aún así se estaba controlando.

La poción de amor que había bebido era poderosa. Tenía un efecto similar al periodo de celo en los animales, lo que aumentaba de forma considerable su deseo carnal.

Fue un poco descuidado porque estas cosas no solían funcionar adecuadamente en él. Pensó que esta vez también estaría bien, pero a medida que pasaba el tiempo, el efecto de la poción se hacía más fuerte.

De hecho, no recordaba cómo había llegado desde la posada hasta el palacio real. Solo buscó instintivamente a su esposa, cuando recobró la cordura estaba en el palacio real. Siguió su olor como una bestia.

Estaba firmemente decidido a marcharse después de encontrarse con ella. Solo quería mirar su cara. Se dirigió hacia ella con ese pensamiento.

Eso se debía a que una emoción difícil de controlar se estaba apoderando de él. Nunca había sentido un deseo tan intenso. Incluso le resultaba difícil hablar. La cuerda que sostenía con dificultad su raciocinio se estaba debilitando, parecía que se rompería con cualquier acción que hiciera Leah.

Tener s3xo con Leah en esta condición seguramente sería una imprudencia. Ishakan era un Kurkan, Leah era un humano. Normalmente tenía cuidado para no lastimarla durante el acto s3xual, pero ahora sus instintos lo controlaban. Tenía miedo de su propia naturaleza.

Pero su esposa no tenía miedo.

Leah extendió la mano hacia Ishakan en una situación en la que otra persona habría huido. No pudo evitar halar a Leah por su mano blanca. Desde el pasado hasta ahora, Ishakan siempre quiso sostener su mano.

"Hmm… suficiente... ahh..."

Pero sólo la consoló mientras seguía p3netrándola. El alma de Leah la había abandonado.

Finalmente Ishakan cambió de posición, colocó a Leah encima de él. Pero ella no podía mantener el equilibrio de su cuerpo, por lo que terminó cayendo sobre el pecho de Ishakan. Esta vez con la cara llena de lágrimas le rogó que al menos lo hiciera más lento.

Ishakan estaba tan apenado por no poder cumplir con ninguna de las solicitudes de su esposa que decidió p3netrarla con todo su corazón. Le daría un pl@cer inolvidable.

No se olvidó de estimular con la mano el p3zón favorito de Leah. Sus p3z0nes que habían vuelto más grandes desde que concibió al bebé. Mientras frotaba el p3zón con la mano se le hizo agua la boca, así que terminó chupándolos.

Leah lloraba mientras gemía, incapaz de soportar el pl@cer. Se sentía especialmente bien llorar porque su temperatura corporal había subido debido al caliente Ishakan.

Leah retorció su cuerpo de forma exagerada debido a las abrumadoras sensaciones. Empujó a Ishakan con todas sus fuerzas. Cuando su virilidad salió de su interior, ella se deslizó del sofá hacia el suelo.

Leah se arrastró sobre la alfombra. Ishakan sonrió salvajemente viendo a su esposa que intentaba escapar de alguna manera.

Porque sus acciones tuvieron el efecto contrario, puesto que se arrastró con las n@lgas levantadas. Sus blancas n@lgas estaban enrojecidas de tanto s3xo. La parte interna de sus muslos estaban llenas de los líquidos que ambas habían derramado.

"Leah."

Subiéndose a ella como un perro, introdujo su virilidad en su cavidad.

"¡Ahh...!"

Leah enterró su cara en el suelo. Susurró acariciando su temblorosa espalda.

"Todavía siento que va a explotar."

Su virilidad se fusionó con sus paredes v@g!nales. Mordió su cuello intentando no perder su raciocinio por el vertiginoso placer. Leah se sacudió. La mordió con tanta fuerza que dejó las marcas de sus dientes en su piel.

Su piel blanca estaba hecha un desastre. Marcas rojas, marcas de dientes y marcas de manos por todas partes. Se exc!tó más viendo esas marcas. Quería hacerlo más fuerte.

Sus instintos se apoderaron de él. Agarró sus muñecas con las manos. Y con sus piernas presionó sus delgadas pantorrillas. Ahora ella no podía moverse. Leah sollozó cubierta completamente por el cuerpo de Ishakan.

"Ahh... duele..."

"Eh, ¿Te duele? ¿Dónde?"

"Me pica… adentro... Ishakan..."

"Entonces... tenemos que rascarlo más..."

jueves, 4 de agosto de 2022

agosto 04, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 358

Capítulo 358. Desenfrenado (2)


Ishakan observó fijamente a Leah. Había un brillo lascivo en sus ojos dorados.

Lamió sus labios perversamente llenos de los fluidos que Leah había derramado. Ella giró la cabeza hacia un lado de la vergüenza. Una gran mano le agarró la barbilla .

"Mírame."

Parecía ansioso.

"No desvíes la mirada. Necesito que me mires para no perder completamente el control…"

Apenas podía mantener la cordura que le quedaba. Ella quiso retroceder en el tiempo. Fue ingenua al pensar que no moriría. Era muy probable que hoy la sacaran de este lugar directo a un funeral.

"Ishakan..."

"Eso me gusta."

Ishakan, que había estado m@sturb@ndo su virilidad con la mano, colocó su gl@nde contra su v@g!na. Entonces susurró.

"Sigue llamándome por mi nombre..."

Aunque su voz fue afectuosa, su virilidad penetró ferozmente.

Su gruesa virilidad entraba sin cesar por su estrecha cavidad. Leah estaba conmocionada a pesar de que había recibido su virilidad innumerables veces.

Ella sentía demasiado calor. Eso fue porque la temperatura de su cuerpo estaba casi hirviendo. Era como meter una bola de fuego en el estómago.

"Ah, Ishakan, hmm, estás demasiado... caliente...!"

Sus paredes v@g!nales en contacto con su virilidad se sentía tan caliente que incluso ella sentía un hormigueo. Chupando el lóbulo de la oreja de Leah, Ishakan empujó su virilidad hasta lo más profundo.

Lo introdujo tan profundamente que sus testículos estaban aplastados contra su tr@sero. Su pecho se hinchaba con cada respiración. Después de un rato, susurró su nombre.

"Leah..."

Leah abrió los brazos para abrazar su espalda. Cuando pasó sus manos por su piel empapada de sudor, sus músculos se tensaron.

Ishakan comenzó a arremeter a partir de ese momento. Puso sus manos a ambos lados de la cabeza de Leah mientras movía su cintura. Sacaba su virilidad lo suficiente para que solo el gl@nde permaneciera adentro, luego empujaba la volvía a introducir con fuerza.

La parte superior de su cuerpo se sacudía bruscamente debido a la forma intensa en que la p3n3traba. Sus s3n0s se balanceaban de arriba abajo. Ella quiso sujetarlos porque le provocaba vergüenza, pero no pudo hacerlo porque Ishakan lo hizo primero.

"Hmm... ah, ahh!"

Era lascivo el sonido de sus pieles húmedas chocando entre sí. Su cintura cada vez se movía con más fuerza, ella gemía con cada pen3tración.

Parecía que ella estaba atrapada entre llamas. Estaba tan caliente que podía sentir la sangre circulando por su cuerpo.

Leah llegó al cl!m@x más rápido que de costumbre. Envolvió sus piernas con fuerza alrededor de la cintura de Ishakan. La tensa parte inferior de su cuerpo se retorció como si estuviera convulsionando. Ishakan no se detuvo aunque debió sentir las débiles vibraciones de sus paredes v@ginales.

La virilidad hecha de fuego continuó penetrándola durante el cl!m@x. El placer continuó sin fin. Solo aumentó hasta que en algún momento alcanzó un nivel que ella no podía soportar. Gritó de forma involuntaria.

"¡Ahhhhh...!"

Cuando ella sintió un estallido, derramó un líquido como si fuera agua. El fuerte olor del líquido que había mojado el sofá se extendió por el lugar. Debido a lo húmedas que estaban sus paredes v@g!nales, cada vez que la p3netraba con su virilidad, se producía un sonido similar a un chapoteo.

Le pidió que se detuviera por un momento, pero Ishakan no la escuchó. De repente su virilidad se enterró hasta lo más profundo. Ishakan frunció el ceño. Las venas de su cuello se le marcaron.

"Argg..."

Su virilidad escupió un torrente de s3m3n. Leah se estremeció al recibirlo. Su s3m3n estaba tan caliente como su cuerpo, por lo que ella sintió como si él estuviera vertiendo agua caliente dentro de ella.

La situación se prolongó durante mucho tiempo. Ishakan siguió penetrándola unas cuantas veces más. El cuerpo de Leah rebotaba.

Ella sentía que iba a morir.

Lágrimas brotaron de sus ojos de forma natural. Ni siquiera pudo limpiar las lágrimas que fluían por las comisuras de sus ojos, cuando escuchó unas palabras que la sorprendieron.

"¿Ya estás llorando...?"

Ishakan susurró lamiendo las lágrimas de Leah.

"Cielos. Ni siquiera hemos comenzado todavía..."

miércoles, 3 de agosto de 2022

agosto 03, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 357

Capítulo 357. Desenfrenado (1)


Ishakan no estaba exagerando, expresó sinceramente su condición actual

Las pupilas de sus ojos dorados estaban considerablemente reducidas. La apariencia de sus ojos se alejaron de lo humano, se asemejaban a los de una bestia preparada para morder en cualquier momento. Leah se estremeció ligeramente, puesto que percibió un aroma leve de sangre emanando de él.

Se dio cuenta del miedo de Leah fácilmente. Se cubrió los ojos con la mano.

"Sólo vine para asegurarme de que no te sucedió algo malo..."

"Isha."

Ishakan dejó escapar un breve gruñido, como si ella hubiera atacado un punto débil. Pronto sus labios se curvaron suavemente. Abrió los dedos de la mano sobre su rostro. Dijo de forma pícara mostrando sus brillantes ojos dorados a través de sus dedos.

"Estoy intentando contenerme."

Leah sacudió la cabeza.

"Sé duro conmigo."

Desapareció la sonrisa de la boca de Ishakan. Su voz bajó de tono.

"No digas esas cosas."

"Realmente no me importa."

Ishakan permaneció quieto. Le advirtió mirándola fijamente.

"No podría detenerme aunque me lo pidas llorando."

"Está bien."

Ella extendió su mano hacia él. El hombre, que podía agarrar una flecha voladora, no pudo evitar la mano que se acercaba lentamente.

"Quiero ayudarte, Isha."

En el momento en que las puntas de sus dedos tocaron su pecho, se escuchó el sonido de un crujido. El marco de la ventana que Ishakan agarraba con la otra mano se rompió. Cuando ella sintió un leve arrepentimiento, él la haló por la muñeca con fuerza. 

"Te lo advertí."

Ya no había escapatoria ahora que ella estaba entre sus brazos. Tiró de la ropa de Ishakan, pensando que no moriría. Inmediatamente él se quitó su ropa superior. Los dos pronto cayeron juntos en el sofá.

Ishakan se limitó a rasgar su ropa por la mitad en lugar de tomarse un tiempo para quitarle el vestido. Ya le había roto muchos vestidos. Leah lo abrazó por el cuello.

Se sorprendió en cuanto tocó su piel desnuda. Estaba más allá de caliente, podía sentir algo hirviendo bajo su piel. Frotó sus hombros con las manos. Fue con la intención de refrescarlo un poco, pero lo que provocó fue un áspero gemido de Ishakan.  

Ishakan se puso rígido. Ella pudo sentir cómo sus músculos se tensaban bajo sus palmas. Sus labios calientes besaron lentamente su cuello. Luego la besó bruscamente.  Sus lenguas se entrelazaron en un beso desenfrenado.

Sus manos llegaron a sus muslos mientras estaba absorta en el beso. Después de apretar sus muslos con tanta fuerza que dejó marcas, abrió sus piernas de par en par. Entonces su zona ínt!ma húm3da quedó expuesta.

"Haa..."

Ishakan suspiró. Bajó su mirada para observar los g3n!tales de Leah. Sin dudarlo acercó su boca. Movió su lengua salvajemente mientras chupaba sus fluidos que habían comenzado a acumularse. Mordía su cl!t0ris que sobresalía e introducía su lengua por la cavidad.

Su vista se nubló por la forma. Cuando introducía su lengua en la cavidad, el puente de su nariz estimulaba su cl!t0ris. El cuerpo de Leah se retorcía mientras Ishakan movía su lengua. Ella soltó la sábana para agarrar el cabello de Ishakan con sus manos.

"Hmm, Ishakan, hazlo lento, ahh...!"

Se sentía diferente de lo habitual. Ella estaba perdiendo la cabeza. Ishakan no vaciló ni un poco, aunque ella tiraba de su cabello con mucha fuerza. De pronto algo duro tocó su pierna. Con los ojos borrosos comprobó que era la virilidad de Ishakan.

Mientras chupaba la zona ínt!ma de Leah, se m@sturb@ba con una mano. Su virilidad con las venas brotadas tenía el gl@nde hinchado. Un líquido pegajoso brotaba de la punta de su gl@nde como si fuera s3m3n. 

Leah doblaba la espalda gimiendo. En algún momento su cuerpo se quedó sin fuerzas mientras sufría espasmos. Ella jadeó como una persona que sale del agua justo antes de morir ahogada. Tembló sin parar.

"......"

martes, 2 de agosto de 2022

agosto 02, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 356

Capítulo 356. Vino (4)

Lesha clavó el cuchillo en el cuello de Herodes, causándole una grave herida. Herodes se marchó rápidamente al palacio secundario deteniendo la hemorragia con una servilleta. Fue tratado por un médico cuando llegó. La cena terminó mal.

La situación pudo volverse desfavorable para Estia desde el momento en que Lesha cortó a Herodes con el cuchillo. Pero por alguna razón, Balkat no protestó. Se quedaron callados como si hubieran cometido un error.

Los sirvientes del palacio real, que normalmente consideraban a Lesha como alguien adorable, parecían bastante sorprendidos. El simpático príncipe se había convertido de repente en una bestia que atacó a un invitado con un cuchillo.

Todos esperaban que Lesha recibiera una severa reprimenda, pero Leah no lo hizo. Lesha había arriesgado su vida por Leah desde que estaba en su vientre. Herodes debió haber alterado el vino. Ella no sabía cómo Lesha se dio cuenta, pero frustró sus planes.

El niño se acostó temprano. Leah le dio un beso en la frente.

"Gracias por protegerme."

"Ahh..."

Lesha bostezó. Susurró poniendo su mano en la cara de Leah.

"Te amo mamá."

Eran las palabras que pronunciaba con más precisión porque lo había hecho muchas veces. Lesha se quedó dormido después de su confesión de amor. Leah acarició su cabello.

Ella se levantó suspirando. Se dirigió a su habitación. Debería haber ido al salón de banquetes, pero al final decidió no asistir. De todos modos, tampoco era que el bando de Balkat estuviera disfrutando ahora mismo del ambiente festivo.

Quiso leer algunos libros porque todavía era temprano para dormir. Se fue al compartimiento de su habitación donde estaban ubicados los libros. Había un sofá del tamaño de una cama pequeña al lado de la ventana. Le gustaba sentarse a leer en ese sofá, porque se filtraba la luz del sol o de la luna a través de la ventana.

Se sentó en el sofá con el libro que había comprado en la librería el otro día. Sacó el marcapáginas para sumergirse en el libro. El libro tenía una mezcla de lenguas antiguas, lo que dificultaba la lectura si no se concentraba. De repente escuchó un ruido.

"¿......?"

Los ojos de Leah se agrandaron al mirar inconscientemente hacia la ventana. Se levantó rápidamente para abrirla. Entonces el hombre se sentó en el alféizar de la ventana.

"¡Ishakan!"

Leah exclamó su nombre. Luego se quejó.

"¿Por qué sigues entrando por la ventana?"

"Porque tengo prisa."

No entendía a qué se debía tanta prisa como para que entrara por la ventana en lugar de la puerta. Pronto Leah ladeó la cabeza.

Normalmente la habría abrazado tan pronto como llegara. Sin embargo, simplemente permaneció sentado en el alféizar de la ventana. La miraba sin mover ni un dedo.

Ella lo observó con atención. Parecía que estaba enrojecido el rostro de Ishakan, aunque ella no podía distinguir con claridad porque estaba de espaldas a la luz de la luna.

Sentía el calor que emanaba el cuerpo de Ishakan. Su temperatura corporal solía estar alta, pero ahora parecía anormalmente caliente. Cuando quiso ponerle la mano en la frente, Ishakan hizo que se detuviera.

"No me toques."

Sus labios se abrieron por la conmoción. Fue la primera vez que escuchaba un rechazo.  Ishakan sonrió ligeramente viendo su sorpresa.

"Será mejor que no me toques."

"¿De qué estás hablando? ¿Te has contagiado de alguna plaga?"

"Podría ser peor que eso."

Ishakan murmuró palabras incoherentes.

"Me lo bebí para comprobarlo. De todos modos, puedo soportar los hechizos."

Entonces Leah lo descubrió. Su entrepierna estaba abultada.

Su rostro se calentó al instante. Desconocía los detalles por los que Ishakan estaba en esa condición, pero podía suponer que había tomado alguna poción. Leah exclamó con el rostro enrojecido.

"¡Podrías haberle dicho a Morga que comprobara si había algo sospechoso!"

"Eso tardaría demasiado tiempo."

Ishakan le respondió a Leah con una mirada descontenta.

"Tenía que deshacerme de él. Siempre está cerca de ti."

Ishakan frunció el ceño en medio de la conversación. Gruñó de agonía. Se lamió los labios con la lengua mientras miraba a Leah.

"Haa... Creo que va a explotar."

Ella ni siquiera tenía que preguntar qué estaba a punto de explotar. 

"...¿Puedo ayudarte?"

"No."

"¿Por qué?"

Ishakan se rió. Dijo con fuego en los ojos.

"Porque puede ser demasiado peligroso."

domingo, 31 de julio de 2022

julio 31, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 355

Capítulo 355. Vino (3)

En la botella de vino se había introducido 'eso' mediante un agujero en el corcho. Luego se rellenó el agujero del corcho sin que se notara ninguna diferencia. El sabor de la bebida no habría cambiado mucho porque se realizó hace poco.

Podría haberlo hecho suyo lentamente, pero esta vez no disponía de tanto tiempo. Si se demoraba más tiempo Herodes podría tener a la Reina primero. Judia odiaba quedarse atrás de ese tipo.

Ella puso la botella de vino sobre la mesa.

"Necesito una copa..."

Cuando estaba a punto de decir que iba a traer una copa de vino, Ishakan le dio la vuelta al plato profundo en el que se habían servido los dátiles. Los dátiles se esparcieron por la mesa. Ishakan ordenó extendiendo el plato hacia ella.

"Sírvelo."

Judia esbozó una pintoresca sonrisa. Su comportamiento rudo lo volvía aún más encantador. Le encantaría que se comportara de la misma manera en la cama.

Inclinó su cuerpo hacia adelante mientras servía el vino, para que Ishakan pudiera apreciar mejor su cuerpo. El plato profundo estaba lleno de vino. Ishakan se lo bebió sin dudarlo. Su manzana de adán se movía rápidamente. El plato quedó vacío pronto.

Judia se mordió el labio inferior al observar el plato vacío. Le resultaba difícil contener la risa cuando pensaba que el arrogante Kurkan pronto se arrodillaría suplicándole por su amor.

Ella lo miraba con expectación. La poción pronto haría efecto.

"......"

Pero fue extraño. No hubo ninguna reacción después de bastante tiempo. Los ojos dorados permanecieron tranquilos. La pasión que Judia esperaba no estaba presente en sus ojos.

¿Por qué? Había utilizado muchas veces 'esto' en el pasado. Nunca había tardado mucho tiempo en hacer efecto. Algo andaba mal.

Mientras el nerviosismo de Judia aumentaba, una gran mano bronceada agitó ligeramente la botella de vino. Los labios de Ishakan se curvaron mientras miraba el líquido de la botella.

"Es falso."

Judia, que estaba distraída con sus ojos dorados, respondió tardíamente.

"...¿Qué?"

Ishakan inclinó la botella lentamente hacia abajo derramando el vino en el suelo. El olor dulce del vino se extendió por el lugar.

El líquido rojo salpicó sus pies. La atónita Judia ni siquiera se dio cuenta de que el vino había manchado la falda de su vestido. Se levantó de su asiento conmocionada.

"Oh, cómo lo has sabido... No, no puede ser... Obviamente es la botella correcta..."

Ishakan preguntó mientras recogía un dátil que había sobre la mesa.

"¿Parece que estoy enamorado?"

"......"

No había nada que pudiera decir. Judia, que sólo miraba a Ishakan desde la distancia, se asustó cuando de repente escuchó una voz detrás de ella.

"Él también le daría esto a Leah, ¿no?"

Dos Kurkan estaban parados detrás de ellas. La mujer Kurkan habló con expresión sombría.

"Creo que esto es más grave que un intento de asesinato."

Ishakan respondió después de reírse.

"Sí, es un crimen muy grave."

Los Kurkan emergieron uno a uno en las sombras. La posada vacía se llenó rápidamente.

Su visión se volvió negra por el miedo incontrolable que se apoderó de ella. Un fuerte zumbido resonó en sus oídos. Los Kurkan se rieron viendo a la temblorosa Judia.

"Reina."

El hombre Kurkan se inclinó hacia Judia para preguntarle.

"¿Has escuchado lo que les pasó a los que intentaron asesinar a la Reina de Estia?"

Judia no pudo responder. Su mirada se movió de un lado a otro, buscando ansiosamente un lugar por el que escapar. El hombre dijo con pesar frunciendo el ceño.

"No sabes, ¿verdad?"

El hombre hablaba con una voz simpática.

"Entonces lo averiguaras pronto."

Un grito desgarrador sacudió la posada. Un nuevo líquido rojo se añadió al vino en el suelo.

***

jueves, 28 de julio de 2022

julio 28, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 354

Capítulo 354. Vino (2)


Ella decidió fingir que se bebía el vino.

En el momento en que se la llevó lentamente a la boca, la copa salió volando de su mano. En cuanto la copa impactó en el suelo de mármol emitiendo un fuerte crujido, Lesha se subió de un salto a la mesa. 

Sucedió tan rápido que fue imposible seguirlo con la vista. La pequeña mano de Lesha sostenía un cuchillo, apuntándolo hacia el cuello de Herodes.

"Deja a mamá en paz."

Lesha entrecerró los ojos.

"Te arrepentirás."

***

Las damas de compañía de Judia, la vistieron de la mejor manera. Su sencilla vestimenta le quedaba bien ajustada, resaltando la figura de su cuerpo. También se esforzaron mucho en su peinado. Las damas de compañía que vistieron con esmero a Judia, quedaron maravilladas ante el resultado.

"Dios mío..."

"Magnífico. Incluso el corazón de una piedra se aceleraría."

Judia se puso una túnica sobre el vestido y salió satisfecha del palacio real.

El Rey Kurkan tenía previsto quedarse fuera del palacio esta noche en lugar de asistir al banquete. Judia pidió a sus subordinados que averiguaran la ubicación del Rey. Cuando Judia se enteró de que iba a pasar la noche en una posada, pensó que se trataba de una señal para que pudieran encontrarse a escondidas.

Durante todo el viaje en carruaje hasta la posada, estaba tan emocionada que no podía evitar sonreír. Parecía que estaba interesado en ella. Seguramente había actuado con indiferencia porque muchos los estaban observando en el salón de banquetes.

Judia se bajó del carruaje cuando llegó a la posada. Le indicó al cochero que esperara hasta mañana temprano. Luego entró rápidamente en la posada.

Pero en cuanto abrió la puerta, Judia sintió que algo andaba mal.

Una sensación punzante le recorrió la piel. Fue como si cientos de agujas se fueran pincharan su piel al mismo tiempo. El dolor agudo fue causado por las miradas.

Había docenas de Kurkan en la posada. Estaban sentados libremente en mesas, sillas, alféizares de ventanas, escaleras y la barandilla hacia el segundo piso.

Daba la impresión de que no era casualidad porque todos actuaron de la misma manera. Los Kurkan detuvieron sus movimientos. Miraron a Judia sin ni siquiera parpadear.

Era como si una cuchilla invisible le apuntara al cuello. Si exhalaba de forma incorrecta, todo su cuerpo se rompería en pedazos. Tal vez si fuera un poco cobarde, se habría desmayado de inmediato.

Se sentía como si se hubiera convertido en una presa con un cebo en la boca. Judia tenía la cara pálida. Su mirada se dirigió rápidamente hacia una dirección.

El hombre que Judia buscaba estaba sentado en la mesa del fondo. Aunque no había tratado de encontrarlo, su atención fue atraída por su presencia.

El Rey de Kurkan. Judia habló pensando en su nombre.

"¡Oh, Rey!"

Ishakan, que observaba en silencio a Judia, agitó suavemente su mano. Ella se quedó sin aliento.  Pero pronto lo recuperó, así que se sintió más confiada. De todos modos, estaba claro que este hombre la estaba esperando.

"Tengo algo que decirte, por lo que vine a verte aunque sea descortés."

Judia juntó las manos. Miró a Ishakan con los ojos húmedos.

"Se trata del acuerdo de paz. Pero no quiero que otros escuchen... así que me gustaría solicitar una reunión privada contigo."

Ishakan aceptó su petición porque habló de forma amable.

"Todos retírense."

Los Kurkan desaparecieron apenas escucharon sus palabras. Judia sintió escalofríos en su columna vertebral al ver cómo desaparecieron fundiéndose con las sombras. No podía creerlo aunque no estaba viendo con sus ojos.

"Entonces, ¿Qué quieres decir, Reina?"

Judia recuperó los sentidos al escuchar su agradable voz. Por fin estaban solos los dos. El deseo de tenerlo se apoderó de ella. Su corazón se aceleró al mismo tiempo que sentía un cosquilleo en su bajo vientre.

Estaba segura que después de esta noche tendría al Rey de Kurkan en sus manos. También porque había traído 'eso'.

Judia actuó con valentía. Después de quitarse la túnica, se sentó frente a Ishakan. Había actuado de forma imprudente, pero Ishakan no le reprochó.

Ella miró la mesa sonriendo suavemente. Había un plato profundo en la mesa, que estaba lleno de una fruta marrón de aspecto arrugado.

Había escuchado que los Kurkan comen frecuentemente dátiles. Probablemente el olor dulce provenía de los dátiles. Parecía adecuado acompañar su dulzura con la bebida que había traído. Judia colocó la botella de vino que había traído sobre la mesa, sintiéndose satisfecha porque creía que el hecho de que hubieran dátiles era una buena señal.

"¿Puedo ofrecerle una copa primero?"

miércoles, 27 de julio de 2022

julio 27, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 353

Capítulo 353. Vino (1)


Esa noche Leah fue a la cena con Lesha. Él vestía un traje de etiqueta con un moño en su cuello. Lesha hablaba en los brazos de la Baronesa Cinael sobre el delicioso sorbete de limón que había comido en el pasado. Quería comerlo de nuevo.

Leah miró a través de la ventana mientras caminaba por el pasillo. El sol se había ocultado antes de que se diera cuenta. El atardecer había sido reemplazado por la oscuridad. Las luces se encendieron para alejar la oscuridad. Pero también se crearon largas sombras.

Las sombras oscilantes causaron que su corazón se agitara inexplicablemente. En ese momento, Lesha que estaba en brazos de la Baronesa Cinael, se bajó de un salto para comenzar a caminar junto a Leah. Lesha sonrió cuando sus ojos se encontraron.

Al igual que su padre ni siquiera le daba oportunidad para que pudiera pensar cosas malas. Leah caminó hasta el salón de banquetes con una sonrisa. Pero cuando la puerta se abrió, se dio cuenta de que su ominosa corazonada se había hecho realidad.

Sólo había una persona sentada en el amplio salón de banquetes.

"Te estaba esperando."

Herodes era la única persona presente. Se levantó de su silla para saludar a Leah. Ella sonrió de forma irónica. Había venido solo aunque todos los emisarios de Balkat fueron invitados a la cena. Como resultaba difícil encontrar una oportunidad para tener una conversación tranquila con Leah, había recurrido a esta estrategía.

"Su Alteza."

La Baronesa Cinael llamó a Leah en voz baja. Cuando le preguntó qué debían hacer, Leah respondió tácitamente entrando en el salón de banquetes.

Pensaba quedarse para ver hasta dónde llegaba. Se sentó frente a Herodes con una sonrisa fría en su rostro. Lesha se sentó a su lado. Herodes llamó a un asistente que estaba detrás para darle órdenes.

Leah en ese momento parpadeó incrédula. Herodes hoy no llevaba gafas. Se veía extraño su rostro sin ellas. Pero no era lo único inusual.

Llevaba una camisa de cuello alto a pesar del clima. Leah lo observó disimuladamente. Apenas pudo vislumbrar marcas rojas en su cuello.

¿Marcas de manos...?

Parecía como si alguien hubiera intentado estrangularlo. Intentó comprobarlo de nuevo pensando que se había equivocado, pero Herodes giró la cabeza. El área de su cuello, momentáneamente expuesta, quedó cubierta de nuevo.

"Lamento haber venido solo."

Herodes dijo con una sonrisa. Leah respondió con un rostro inexpresivo. 

"No hay nada que lamentar. Sólo tengo curiosidad. Me pregunto qué planea Balkat para seguir actuando de esta manera." Entonces preguntó. "¿Es guerra lo que quieren?"

Herodes se echó a reír como si lo que ella dijo fuera una broma.

"De ninguna manera."

Decidió no hacer más preguntas, porque seguramente respondería tonterías. La cena comenzó. Y todo transcurrió tranquilamente.

Lesha se estaba comiendo toda la comida obedientemente.  Herodes dirigió la conversación a un nivel de charla casual. Elogió a Lesha mientras se comía la carne.

"El príncipe es muy guapo."

Pero sus ojos estaban fijos en Leah, no en Lesha.

"He escuchado que el cabello plateado es un símbolo de la familia real de Estia. Cuanto más lo miro, más interesante resulta."

Su mirada bajó a su rostro después de recorrer su cabello. Leah frunció ligeramente el ceño. Le resultaba difícil hacer contacto visual con Herodes porque ahora sus gafas no estaban cubriendo sus ojos.

Tal vez también debido a que hoy había una extraña locura en sus ojos. Como un hombre que se encontraba en una situación complicada.

Herodes se limpió la boca con una servilleta. Luego levantó la mano como señal para que el asistente se acercara. 

"He traído un regalo como disculpa."

Herodes añadió una breve explicación, diciendo que se trataba del famoso vino de Balkat. Leah también había escuchado sobre este valioso vino.

Recibió la botella de vino del asistente. Destapó personalmente el corcho, luego vertió vino en una copa. La copa estaba llena de vino.

Leah aceptó la copa que le entregó. Lesha dejó de comer, su mirada se dirigió a la copa.

Ella agitó suavemente la copa mientras olía el aroma. Le gustaba el olor del vino, pero no podía llevarse la copa a la boca fácilmente debido a la advertencia de Ishakan.

Lógicamente debería ser seguro beber este vino. La botella de vino se había destapado delante de ella. Pero Leah creía ciegamente en las palabras de su esposo.

lunes, 25 de julio de 2022

julio 25, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 352

Capítulo 352. Secreto

El segundo día de banquete. Ishakan nuevamente salió temprano por la mañana.

Como él se había llevado a todos los Kurkan, ella sentía que el palacio real estaba un poco frío. Dijo que no podía podría asistir al banquete de hoy, así que probablemente ni siquiera regresaría durante toda la noche.

Leah que sus salidas del palacio real tenía alguna relación con Balkat. 

Ya sus intenciones habían sido descubiertas. Planeaban seducirlos a los dos para que se rompiera la alianza entre ambos reinos. Pero sus acciones para la consecución de sus objetivos fueron extrañas. No solo estaban intentando seducirlos, estaban cruzando la línea de lo grosero, poniendo en peligro el acuerdo de paz con Estia.

No creía que se comportarían de esa manera a menos que estuvieran convencidos de que Leah e Ishakan caerían en sus manos. Parecía que confiaban en algo. Probablemente Ishakan salía del palacio real para averiguar el secreto.

Ella podía considerar una mala señal el hecho que lo mantuviera oculto. Esperaba que pudiera resolverlo pronto. Confiaba en Ishakan. Se sentía triste de que no estuviera a su lado aunque hubiera regresado de la conquista. Sin embargo, ella no tenía tiempo de sentirse sola, porque tenía a Leah.

."¡Pequeño lobo boo~! ¡Bastante boo~! ¡Adorable~!"

Lesha cantaba una extraña canción saltando de un lado a otro. Leah sonrió mientras miraba su cabello plateado oscilante.

Decidió pasar la tarde con él porque no pudo jugar con él anoche. Lesha estaba recorriendo todo el palacio real. Ella lo siguió durante mucho tiempo hasta que finalmente ella se sentó en las sillas del jardín.

Se podía escuchar el agua de la fuente. Le preguntó amablemente a Lesha, después de disuadirlo de atrapar un ave que cantaba en el árbol.

"¿Qué le dijiste ayer a tu padre?"

Sentía curiosidad por saber qué murmuraron los dos en secreto. Tenía aún más intriga debido a la expresión seria de Ishakan al escuchar el susurro de Lesha.

"No, es un secreto."

"Díselo también a tu madre."

"No... prometí mantenerlo en secreto."

Lesha se cubrió los labios con la mano. Leah decidió sacar su arma secreta.

"¿No se lo quieres decir a tu madre?"

"Uh..."

"Ya veo... Me siento triste..."

Los ojos de Lesha se agrandaron cuando pareció que Leah lloraría.

"¡Mamá!"

Lesha se apresuró a consolarla para que no llorara. Cuando ella apenas comenzó a sollozar, Lesha rápidamente confesó el secreto que estaba guardando.

"Fue un sueño... en el que mamá come algo malo."

"¿Como algo malo?"

"¡Sí!"

Ishakan había advertido a Leah que no comiera nada sospechoso por el momento. Sería un poco extraño que le hubiera advertido al respecto por lo que había dicho Lesha, como si su sueño fuera una premonición.

Sabía a qué persona le podía preguntar sobre esto. Decidió tener la próxima vez una charla seria con Morga. Una pequeña mano la tocó mientras reflexionaba.

"¡Está bien, mamá!"

Dijo Lesha con orgullo.

"Porque te protegeré. Lo he hecho desde que estuve en tu vientre."

Lesha imitó las garras de un lobo con sus manos. Acarició la cabeza del niño.

Lesha a veces contaba historias sobre sus días fetales. Recordaba lo que había pasado cuando estaba en su vientre. Aunque fue una experiencia dolorosa no sufría por ello. Al contrario, estaba orgulloso de haber protegido a su madre.

Por cierto, antes del banquete de hoy se programó una cena amistosa para los emisarios de Balkat. Se sintió agotada con solo pensar que tendría que lidiar con Herodes y Judia sin Ishakan. Bueno, estrictamente hablando no estaba sola.

Llévate a Lesha.

Ishakan le dijo que fuera con Lesha a la cena.

Necesitas otro escolta, puesto que no tienes a Mura.

Añadió que ella se sentiría más tranquila si acudía con Lesha. Aunque sólo fuera un niño, Ishakan consideraba a Lesha un Kurkan completo.

"¡Así que mamá, no te preocupes!"

El prepotente Lesha ya estaba absorto en el papel como escolta de su madre. Leah abrazó a Lesha con una sonrisa.

"Sí, mamá confía en Lesha."

No obstante, ella manejaría la situación lo mejor posible para mantener al niño al margen. Ella pensó para sí misma mientras elogiaba a Lesha por su valentía.

sábado, 23 de julio de 2022

julio 23, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 351

Capítulo 351. Primera Advertencia


Herodes contuvo la respiración, olvidando exhalar el humo. Sus palabras fueron tan frías como una daga de hielo. Se le puso la piel de gallina.

Afortunadamente la oscuridad de la noche le permitió mantener las apariencias. Herodes forzó una sonrisa. Habló intentando permanecer inmutable.

"...¿Sucede algo?"

Ishakan exhaló lentamente una bocanada de humo. Finalmente respondió cuando Herodes se impacientó debido al prolongado silencio.

"No me gusta."

"......"

Prácticamente estaba diciendo que el humo de su puro lo molestaba. Herodes no podía creer su respuesta, incluso comenzó a dudar de sus oídos.

Su boca se secó de repente del nerviosismo que sentía. Una señal de alarma apareció en su mente. Su orgullo no le permitió huir con la cola entre las piernas. 

Recordó lo que sucedió en el salón de banquetes. Ishakan rodeó la cintura de la Reina con su brazo. Pero no hizo contacto visual con Herodes, como si él no valiera la pena.

Incluso en muchos casos actuó de forma imprudente sin seguir la etiqueta. Se podía deducir el poco respeto que tenía hacia Balkat.

Bárbaros humildes.

Los mocosos que solían ser esclavos se volvieron tan arrogantes que querían gobernar el continente. Su ira fue engullendo poco a poco su miedo.

Herodes inhaló una bocanada de humo. Habiendo elegido las palabras que disgustarían al bárbaro, exhaló el humo en su boca.

"Todo tipo de cosas suceden en los círculos sociales de Balkat."

En Balkat existía demasiado libertinaje. Incluso había un dicho que decía, que si alguien quisiera aprender de colores, debía dirigirse a Balkat.

Por esa razón, actos s3xual3s inimaginables sucedían en el círculo social aristocrático de Balkat. El Rey y la Reina de Balkat solían estar involucrados a menudo, aunque sabían el desorden social que causaba la promiscuidad. Herodes habló como si fuera a contar un chisme interesante.

"Lo más interesante que ha ocurrido recientemente fue el intercambio de parejas entre dos parejas para tener relaciones s3xual3s."

Herodes continuó tras comprobar que el hombre escuchaba en silencio.

"... No hubo ningún castigo porque fue un acto consensuado entre todos los involucrados. De hecho, no es algo para castigar a menos que sea forzado. Creo que se está convirtiendo en una tendencia últimamente."

Añadió entre risas que una pareja necesita ocasionalmente esos placeres excéntricos. Le hizo una pregunta con los ojos entrecerrados.

"¿Te interesa?" Dijo Herodes en un tono sugerente. "Como has visto, mi esposa también es hermosa. A ella también le gustan ese tipo de cosas..."

Entonces arrojó al suelo la colilla de su puro. Se rió mientras frotaba con la suela de su zapato el puro que estaba en el suelo para apagarlo.

"¿No crees que sería divertido?"

Ishakan se rió junto con Herodes, como si hubiera escuchado una historia demasiado interesante. En ese momento se preguntó si inesperadamente estaba interesado.

"...¡Kk!"

De pronto sus pies se despegaron del suelo. Ishakan había levantado a Herodes agarrándolo por el cuello con una mano. Todavía estaba sosteniendo tranquilamente su puro con la otra mano.

Con las uñas arañó la mano que le rodeaba el cuello, pero no apareció ningún rasguño en su dura piel. Sus ojos se oscurecieron. Se estaba asfixiando.

"Hace poco le corté la lengua a alguien por decir tonterías. Tal vez debería cortar tu entrepierna."

Ishakan soltó una larga bocanada de humo sobre su rostro enrojecido. Herodes rompió a llorar, incapaz de soportar el dolor. Entonces su cuerpo fue arrojado como si fuera basura.

"Ha, haa..."

Herodes respiró agitadamente. Ishakan chasqueó la lengua mirándolo.

"Te mataré si esperas tranquilo... ¿Por qué eres tan molesto?"

Se escuchó el sonido de un objeto siendo aplastado. Herodes, que estaba jadeando en el suelo, descubrió tardíamente que fueron sus gafas.

Ishakan se marchó con el puro en su boca.

"Hasta pronto, Rey de Balkat."

***
julio 23, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 350

Capítulo 350. Banquete (4)


"...Loco bastardo."

Judia respondió histérica.

"Tú eres el que necesita hacerlo bien. Dame eso. ¿Dónde está?"

Herodes señaló la mesa de noche ante su pregunta. Había dos botellas de vidrio sobre ella, llenas de un líquido sospechoso con un brillo siniestro. Judia se guardó una de las botellas de cristal en el bolsillo.

Herodes dijo en tono burlón.

"¿Crees que tendrás la oportunidad de usarlo?"

"¡Cállate! Veremos quien lo logra primero."

Judia se marchó cerrando la puerta abruptamente. Herodes se levantó riendo. Sostuvo la botella de vidrio restante sobre la mesa. Se quedó mirándola durante un tiempo.

No imaginó que la mujer de la librería sería la Reina de Estia. No podía creer la increíble coincidencia. El destino en ocasiones era caprichoso.

No le importaba en absoluto que tuviera como esposo al Rey bárbaro, porque de todos modos tenía planeado seducirla. Afortunadamente se había ahorrado el esfuerzo de tener que encontrarla. El pequeño malentendido no sería un obstáculo.

Su cabello plateado se veía elegante iluminado por la luz de los candelabros. Sus ojos púrpuras parecían joyas. Una mujer perfecta en todos los sentidos, ninguna parte de su cuerpo resultaba decepcionante.

Herodes ahora entendía porque la llamaban el hada de Estia. Valía la pena perder su propia vida a cambio de tenerla. Por supuesto, Herodes pretendía seguir viviendo después de hacerlo.

"Judia también debe lograrlo para que eso ocurra."

Murmuró para sí mismo. Herodes se perdió en sus pensamientos durante un rato. El poder de Estia aumentaba con el apoyo de Kurkan, por lo que los reinos cercanos se vieron relativamente perjudicados.

Balkat originalmente tenía una fuerte influencia en los países vecinos, pero había perdido todo su protagonismo por culpa de Estia.

Así que Herodes deseaba que la situación fuera como antes. Estia tenía que debilitarse para que Balkat pudiera recuperar su influencia pasada. Para ello tenía que conseguir separar a Estia de Kurkan.

Esa fue la razón por la que vino hasta aquí con Judia aunque no le agradara. Sin embargo, ahora realmente sentía un deseo genuino por la Reina de Estia.

Herodes agitaba la botella de vidrio en su mano. Esperaba no usarla, pero viendo que estaba Judia actuando, pensó que debería hacerlo cuanto antes. Personalmente preferiría comerlo poco a poco, pero no estaría mal tragarlo abruptamente.

Salió dejando la botella de vidrio. Quería fumar un poco.

El jardín estaba tranquilo por la noche. Se podía escuchar el sonido de la música del salón de banquetes. Herodes tarareaba en su interior. Caminaba tranquilamente hasta que se detuvo abruptamente.

El humo de un puro llegó a su nariz. Sin embargo, nunca había olido este aroma durante toda su vida. No solo era fresco, sino también sutilmente dulce al final.

Por curiosidad Herodes miró a su alrededor buscando el lugar de donde provenía el humo. Entonces su mirada se encontró con unos brillantes ojos dorados que destacaban claramente incluso en la oscuridad.

¿Cómo es posible que no me diera cuenta?

Extrañamente no había reconocido su presencia. El hombre corpulento estaba apoyado en un árbol mientras fumaba. Exhaló el humo mirando a Herodes.

Sintió una extraña sensación. Esos no parecían ojos humanos. Un miedo espantoso recorrió su columna vertebral. Herodes lo saludó con indiferencia.

"No esperaba encontrarlo aquí Rey de Kurkan."

Ishakan esbozó una sutil sonrisa en respuesta a las palabras de Herodes. Surgió un extraño pensamiento en su mente al verlo sonreír. Quizás lo estaba esperando. Herodes habló.

"Me gustaría fumar uno también, ¿Está bien?"

Ishakan no respondió. Su silencio significaba que no lo echaría. Herodes encendió su puro. Cuando el olor de su puro comenzó a extenderse por el lugar, el silencioso Ishakan habló por primera vez.

"Ah." Sonrió mientras hablaba. "Ese era el olor."
julio 23, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 349

Capítulo 349. Banquete (3)


La respuesta de Ishakan se escuchó en el silencioso salón de banquetes. La expresión de la cara de Judia se puso rígida.

Parecía que no esperaba que la rechazara tan abiertamente. No pudo decir nada durante un tiempo hasta que finalmente logró recuperar la calma.

"...Ya veo."

Los ojos de Judia se dirigieron hacia Leah. La observó detalladamente.

"Me alegra conocer a la Reina de Estia."

Judia habló con una sonrisa.

"Espero que la Reina permita el intercambio de Balkat con Kurkan."

Hubo murmullos ante su provocación. Leah respondió con un rostro inexpresivo.

"Lo permitiré."

Judia levantó una ceja. Puso su mano sobre el brazo que le rodeaba la cintura.

"Pero hay cosas en el mundo que son imposibles aunque lo intentes."

Sonrió levemente como si se estuviera divirtiendo. 

"Parece que será difícil conseguir lo que quieres."

"......"

Los ojos de Judia se volvieron fríos. Sus gruesos labios temblaban ante su humillación. Pero pronto inclinó su cabeza hacia arriba con orgullo como si nada hubiera pasado.

"Agradezco su permiso, Su Alteza."

Entonces Judia condujo a las bailarinas hacia afuera del salón de banquetes. El lugar se volvió un alboroto en poco tiempo.

Realmente no le agradaba esta mujer. Ella creía que lograría su objetivo actuando como una zorra. Como anfitriona del banquete, Leah tenía que dominar la situación. Leah abrió la boca mirando a Herodes en lugar de la desaparecida Judia.

"Fue un maravilloso espectáculo. No esperaba ese gran gesto de parte de Balkat."

Herodes sonrió. Parecía que había disfrutado la desgracia de Judía. 

"Es un honor, Su Alteza."

"Espero que disfrutes del banquete de Estia a partir de ahora."

"Lo disfrutaré al máximo."

Percibió un doble sentido en sus palabras. Leah respondió con una sonrisa e hizo una señal a la orquesta. La música interrumpida volvió a llenar el salón de banquetes.

Los nobles de Estia se comportaron como si nada hubiera pasado. Sin embargo, en la cara de los emisarios de Balkat, se podía notar su preocupación por el incidente.

"¿No vas a felicitarme?"

La pensativa Leah se rió al escuchar su susurro. Ishakan fue insistente como Lesha.

"Date prisa."

Leah se apresuró a besar a Ishakan en la mejilla para que nadie pudiera verlo.

"Gracias. Me hiciste sentir mejor."

Ishakan sonrió satisfecho por ello.

***

"No tiene sentido."

Gritó con voz chillona.

"¡Esto no puede estar pasando!"

Judia se agarró el cabello. Habló con incredulidad.

"¡No ha mostrado ningún interés en mí...!"

Judia había estado rodeada de hombres toda su vida. Siempre atraía al hombre que quisiera con su mirada seductora. Por lo que creyó que esta vez sería igual.

A ella le gustaba a pesar de que sus ojos daban un poco de miedo. Su cara cincelada, su cuerpo musculoso, su saludable piel bronceada poco común en el continente… lo hacían aún más atractivo. Quería hacerlo suyo.

Judia apretó los dientes con rabia al pensar en la humillación que había sufrido hoy en el banquete. Giró la cabeza rápidamente incapaz de contener su temperamento. Le gritó al hombre que estaba en el sofá en silencio.

"¡Herodes!"

Herodes frunció el ceño mientras estaba recostado en el respaldo del sofá. Respondió apretando sus sienes con sus dedos.

"Acordamos que cada uno se ocuparía de su propio objetivo. Hazlo por tu cuenta." Preguntó con una sonrisa. "¿O no confías en ti?"

viernes, 22 de julio de 2022

julio 22, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 348

Capítulo 348. Banquete (2)


Rápidamente retiró su mano. Se dirigieron de nuevo hacia el salón de banquetes.

Los emisarios de Balkat ya habían llegado al salón de banquetes. Tras hablar con los nobles de Estia, éstos se acercaron inmediatamente a saludar a Leah e Ishakan.

Sus ojos se encontraron con Herodes, que estaba al frente del grupo. Herodes la saludó con los ojos, pero Leah desvió la mirada fingiendo no darse cuenta.

¿Pero dónde está la Reina de Balkat?

No estaba al lado del Rey. Incluso cuando observó de forma cuidadosa a los emisarios no encontró ninguna mujer que se pareciera a la Reina. Aunque había oído que la pareja tenía una mala relación, no esperaba que ella no asistiera a un acto público.

Se consideraba una gran descortesía diplomática que la Reina no asistiera. Y Balkat no estaba en condiciones favorables para permitirse desaciertos frente a Estia.

Herodes no era un idiota que cometería errores de calculos… No resultaba fácil prever con qué intenciones estaba actuando.

"Que la luz brille sobre Estia. Soy Herodes Balkat."

Herodes la saludó amablemente. Besó levemente el dorso de la mano de Leah. Fue un saludo que no parecía tener ninguna intención s3xual.

"Hemos preparado un pequeño espectáculo para retribuir la hospitalidad de Estia."

Los nobles mostraron un gran interés al escuchar la palabra espectáculo. Leah permitió que lo que Balkat había preparado se presentara en el salón de banquetes. Herodes le dijo a Leah sonriendo.

"Espero que lo disfruten."

Un grupo de mujeres entró en la sala de banquetes al ritmo de la música. Eran bailarinas vestidas al estilo Kurkan. Todos quedaron fascinados con el talento que mostraron estas mujeres en el centro del salón de banquetes.

Leah observó el baile sin mucho interés. De repente ladeó la cabeza. Entre las numerosas bailarinas, había una que destacaba. Solo ella estaba vestida de color rojo, las demás bailarinas estaban vestidas de color blanco.

Tenía unos ojos esmeralda que eran tan seductores como los de una víbora. Un lunar bajo su ojo hacía resaltar aún más la belleza de su rostro.

La bailarina de cuerpo sensual se movía para que se vieran claramente sus atributos. Era como si pétalos de rosas revoloteaban alrededor de su cuerpo.

Las miradas de los presentes se dirigieron cada vez más hacia la bailarina roja. La bailarina se sintió satisfecha al darse cuenta de ello.

La música se volvió más rápida. En el momento en que los instrumentos alcanzaron sus notas más altas, las bailarinas movieron sus brazos hacia arriba lanzando las telas que sostenían en sus manos.

Las largas telas bloqueando su visión. Leah vio que los ojos de los kurkanos se enfriaban. Las pupilas de sus ojos se contrajeron rápidamente.

Pero cuando comprobaron que no había armas detrás de las telas que caían, los Kurkan aplaudieron alegremente como si nada.

Lo único que cambió fue la bailarina roja. Ahora ella llevaba joyas de oro, una larga capa e incluso una pequeña corona.

Era un atuendo demasiado elegante para una simple bailarina. La bailarina se acercó caminando con delicadeza. Sus joyas tintineaban mientras caminaba.

"Que la luz brille sobre Estia. "

Se detuvo frente a Leah e Ishakan, colocando su mano sobre su pecho.

"Soy la Reina de Balkat, Judia Balkat. "

Hubo un revuelo entre los presentes. Nadie podía creer que una Reina apareciera de forma tan poco convencional. Los murmullos comenzaron entre los nobles de Estia.

Pero los emisarios de Balkat, incluído Herodes, se mostraron indiferentes. Parecía que estaban acostumbrados a ello.

Había escuchado que en Balkat predominaba el libertinaje, pero no esperaba que fuera tanto. Leah trató de ocultar sus emociones, estaba conmocionada por su cultura. Judia miró directamente a Ishakan en medio de los murmullos.

"Un placer conocer al Rey de Kurkan. "

Balkat buscaba la paz con Estia. La máxima autoridad de Estia era Leah.

Sin embargo, Judia  ignoró claramente a Leah, aunque estaba frente a ella. Se disgustó bastante. Cuando abrió su boca para insultarla, sintió calidez en su mano. Ishakan había sostenido su mano. Ella dirigió su mirada hacia él, pero Ishakan no la estaba mirando.

 "Extraño. ¿No se supone que Balkat busca la paz con Estia?"

Los ojos de Judia se agrandaron un poco ante sus contundentes palabras. Se sorprendió porque en la diplomacia no se acostumbraba hablar de forma directa. Pero pronto respondió con indiferencia.

"Queremos una buena relación con ambos reinos."

Judia sonrió exudando el aroma encantador de su perfume.

"Especialmente... relaciones más profundas con Kurkan."

Era imposible no darse cuenta de lo que eso significaba. Los ojos de Judia brillaban. Estaba segura que Ishakan cedería a sus encantos.

Ishakan rodeó la cintura de Leah con su brazo.

"Es una lástima. Sólo escucho a mi esposa."
julio 22, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 347

Capítulo 347. Banquete (1)


Por primera vez en mucho tiempo habría un banquete, la aristocracia de Estia estaba emocionada. Cuando la noche se hizo presente, carruajes entraron en el palacio real.

Leah también se vistió con esmero para el banquete. Mura, que había estado fuera con Ishakan durante el día, regresó para también ayudar a Leah a vestirse.

Llevaba un vestido de seda púrpura además de accesorios de piedras preciosas. Todos estos fueron regalos que Ishakan le dio a Leah. Cuando estaba realizando una última inspección de su vestimenta en el espejo, Leah recibió un pequeño visitante.

"Mamá."

Lesha se acercó con una mirada triste. Rápidamente consoló a Lesha, que se estaba abrazando a la falda de su vestido.

"Iré contigo."

"No, Lesha."

El banquete duraría hasta altas horas de la noche. El simple hecho de vestirse resultaba agotador, por lo que estos eventos eran demasiado tediosos para un niño. Ella no quería que estuviera presente.

"Un niño bueno debe acostarse temprano."

"No quiero."

Lesha fingió una expresión feroz.

"Tengo que proteger a mamá."

Lesha insistió añadiendo que debía seguirla siempre. Cuando Leah intentó apartarlo, se aferró a la falsa de su vestido.

"¡Llévame!"

Cuando discutían apareció Ishakan que había terminado de vestirse. 

"Lesha."

Leah no pudo apartar su mirada de él. Se veía fantástico vestido con su ropa al estilo Kurkan para el banquete. Desde hace un tiempo no le había prestado atención a la apariencia de Ishakan. Se veía bastante guapo con su cabello perfectamente peinado.

Ishakan apartó a Lesha del vestido de Leah. Calmó hábilmente su descontento.

"Tu mamá ha tomado una decisión."

"Pero..."

"Las noches pertenecen a tu papá."

Entonces Lesha le susurró algo a Ishakan. Los ojos de Ishakan se entrecerraron al escucharlo. Rápidamente respondió con una sonrisa.

"Te lo prometo, Lesha."

Finalmente desistió de seguirla. Genin cargó a Lesha.

"Te llevaré a tu habitación."

Se marchó con Lesha después de hacer una reverencia. Lesha gritó al final.

"¡Mañana voy a proteger a mamá...!"

Ishakan sonrió mientras extendía amablemente su mano a Leah. Estaba actuando conforme a la etiqueta de Estia. Ella sonrió levemente.

Ambos intercambiaron anécdotas mientras caminaban de la mano hacia el salón de banquetes. Después de elogiar a Leah por lo hermosa que estaba, Ishakan añadió.

"Es mejor que no hables casualmente por ahora."

Fue una vaga advertencia. Pero sabía que no eran palabras sin sentido. Leah asintió con la cabeza. Ishakan sonrió sin dar más detalles. 

"Todavía no... te lo diré cuando esté más seguro."

Tal vez estaba relacionado con el hecho de que había salido con los Kurkan hoy.

"Vale. Tendré cuidado."

Ishakan le preguntó porque respondió sin dudar.

"¿No tienes curiosidad?"

"Por supuesto que sí."

Leah dijo apretando el agarre de su mano.

"Pero debes tener una razón para no decirlo ahora."

Ishakan se detuvo bruscamente. La procesión que los estaba siguiendo también se detuvo naturalmente. Ishakan se quedó mirando a Leah. Entonces murmuró.

"Incluso eres hermosa cuando hablas..."

Su mirada indicaba que la habría besado inmediatamente si ella no se hubiera vestido cuidadosamente para el banquete. Leah rascó ligeramente la palma de su mano con su uña. Ishakan levantó una ceja.

"No hagas eso. Se me va a levantar."

"......"

jueves, 21 de julio de 2022

julio 21, 2022

Matrimonio Depredador - Capítulo 346

Capítulo 346. Verdadera Identidad (2)

 
Hoy recibieron a los emisarios de Balkat de forma insignificante. Su orgullo debe haber sido herido por el trato poco cordial. Pero aún así fue sorprendente que viniera a visitarla antes del banquete. Se sintió un poco ansiosa.

Se quedó pensando durante un rato mientras sostenía la pluma que Ishakan había afilado para ella. Tal vez había venido para hacer algunas propuestas atractivas. Seguramente no podía decirlo públicamente.

El Rey de Balkat te tiene como objetivo.

Las palabras de Ishakan pasaron por su mente. Ella soltó la pluma. Podía aprovechar esta ocasión para averiguar si realmente había venido a Estia con ese propósito. Ella aceptó reunirse con él, pero lo echaría inmediatamente si decía alguna tontería.

Leah se quedó congelada al entrar en la sala de audiencias. El hombre se levantó del sofá como muestra de cortesía.

"¡¡......!!"

El hombre estaba tan sorprendido como ella. Su agitación se reflejó en sus rostros. Pronto tanto el hombre como Leah ocultaron sus emociones sin desviar la mirada. El hombre habló con una voz un poco tensa.

"Que la luz brille sobre Estia. Soy Herodes Balkat."

El hombre que conoció en la librería era el Rey de Balkat. Fueron circunstancias tan irónicas que parecía difícil considerarlo una coincidencia. Quizás estaba planeado.

La expresión de Leah se volvió firme al recordar de nuevo lo que Ishakan le había dicho. Habló en un tono formal para intentar evitar una relación personal entre ambos.

"¿Por qué solicitaste audiencia? ¿Hay algún inconveniente?"

Prácticamente significaba que se marchara si no tenía nada importante que decir. Herodes se dio cuenta de sus intenciones, pero no pretendía hacerlo. De repente soltó una pequeña carcajada. Luego habló en un tono alegre.

"No creí que volvería a encontrarme contigo de esta manera."

Herodes observó detalladamente a Leah con admiración.

"Tu cabello, tus ojos…. Te quedan mucho mejor."

Leah se entrecerró los ojos. Odiaba la forma en que actuaba como si fuera un encuentro casual. Fingía no darse cuenta de la situación.

"Acabó de recordar un asunto urgente, por lo que tengo que irme. Los jardines del palacio real son bastante bonitos. Puedes disfrutar de un paseo durante el tiempo libre."

Salió de la sala de audiencias antes de que él pudiera hacer algo. La Baronesa Cinael, que esperaba a Leah frente a la sala de audiencias, la siguió sorprendida. Alguien la llamó mientras caminaba rápidamente.

"¡Su Alteza!"

Ella frunció el ceño suspirando. Le ordenó a la Baronesa Cinael que se retirara un momento. Cuando su dama de compañía se marchó del lugar, Herodes caminó rápidamente hacia ella para evitar perderla. 

"Por favor, si me das un momento te lo explicaré…"

"No sé qué quieres decir."

"¡Alteza, es un malentendido!"

Herodes se acercó a Leah. Leah, que dio un paso atrás, le respondió con frialdad.

"Realmente no lo sabía."

"......"

"El encuentro de la librería fue una coincidencia. Créeme."

Esperaba una respuesta afirmativa. Pero Leah no quería creerle.

De todos modos, nada cambiaba aunque fuera una coincidencia. Las marcas que Herodes dejó en sus brazos hirieron el corazón de Ishakan. También la frente de Mura terminó lastimada. Leah no quería acercarse a él por el bienestar de sus seres queridos.

Además sus ojos causaban que se sintiera incómoda. Era como si estuviera delante de Blain o Byun Gyeongbaek.

Se le puso la piel de gallina al pensar en eso. Los recuerdos que quería olvidar apuñalaron su corazón. No quería permanecer más tiempo aquí. Parecía que Herodes tenía mucho que decir, pero Leah dijo unas últimas palabras antes de irse.

"Nos vemos en el banquete."

Leah desapareció. Herodes se quedó solo de nuevo. Terminó igual que la última vez. Herodes murmuró con una cara inexpresiva.

"...Eres difícil."

Pronto susurró con una sonrisa.

"Es más divertido de esa manera."