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viernes, 19 de marzo de 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 51

Capítulo 51. ¿De Qué Hablan Esas Dos?


'El objeto traído por ese emisario...'

El emisario traería una reliquia, descubierta en una ruina subterránea desconocida, como ofrenda a Estian, que resultaría ser el huevo de una bestia fantasma. El huevo se despertaría en respuesta a la presencia de Estian y provocaría disturbios en el palacio imperial.

'Ese es el día en que tengo que entrar en el palacio'. La santa apretó el puño al pensar en ello. Pronto, muy pronto, como había escrito al principio, este mundo volvería a su rumbo. 

Pero mientras estaba parada con una sombría determinación en su corazón, la santa escuchó el sonido del carruaje marchándose detrás de ella. Se giró para gritar.

"¡Espera! Todavía no he subido."

***

Acto 3: El Más Fuerte de Todos

"¿Y qué hace Aled ahora?" preguntó Estian.

"Al parecer ocupado con las renovaciones."

"¿Renovaciones?"

"Dice que hay rastros de que otro espíritu ha vivido dentro de la gema, así que no es necesario construir una nueva casa, pero el estilo no es de su agrado. Por eso, Aled va a pedir un préstamo adicional, que me ha dicho que gestione; dice que es lo menos que puedo hacer. Desde entonces lleva varios días encerrado allí."

Ante la respuesta de Cecile, Estian miró la joya que tenía en la mano. Tenía un tamaño bastante grande y, aunque parecía algo tosca en cuanto a su elaboración, se notaba el esfuerzo puesto en su creación. 

Actualmente, la joya brillaba como si tuviera luz en su interior. Por supuesto, la fuente de esa luz era Aled, que andaba adentro. 

Por alguna razón, Estian se sintió desanimado al contemplar la joya. Había esperado que Cecile lo recibiera con entusiasmo, que se alegrara de haberla salvado al traer El Bosque de Tetin, pero no. A su regreso, lo que le dijo Cecile fue, '¡Oh, encontré una joya para que Aled entrara! Así que creo que puedes devolverla'.

Dejando a un lado el hecho que no lo recibiera cálidamente, había algo más que irritaba a Estian, y se trataba de la mujer que con tanta naturalidad había abierto la boca para recibir la fresa de Cecile, cuando a él ni siquiera le habían dado de comer con la mano. 

Le dijeron que Tania era la dueña de la joya en la que entró Aled y que Cecile la había elegido recientemente como dama de compañía, pero por alguna razón, se sentía indispuesto hacia ella... ¿Y cómo no iba a sentirse de esa manera cuando Cecile lo dejaba en segundo plano después de días de ausencia y seguía charlando con su dama de compañía?

"Entonces Tania, vendrás de nuevo mañana, ¿No?"

"Por supuesto, Su Majestad. Mañana traeré una selección aún mejor, y..."

Después de hablar hasta ese punto, Tania susurró algo en los oídos de Cecile y su cara se enrojeció, poniéndose eufórica mientras tomaba las manos de Tania.

"¿De verdad? ¿Realmente lo tienes?"

"Absolutamente, Su Majestad. Definitivamente lo traeré mañana."

"¡Eres la mejor, Tania!"

Estian pudo notar con toda claridad, cómo aquella dama de compañía llamada Tania sonreía como la persona más feliz del mundo en el abrazo de Cecile... Incluso después de eso, las dos dejaron a Estian de lado durante un largo rato mientras mantenían una misteriosa conversación a solas.

Extrañamente, Estian escuchó muchos nombres de hombres en su charla; Jade, Max, Hugo, Cillian, entre otros. Le disgustó mucho observar cómo a Cecile se le iluminaba la cara cada vez que mencionaban esos nombres. 

Aparte de eso, también las escuchó hablar de novelas de arrepentimiento, novelas de obsesión, novelas de angustia, novelas de posesión y novelas de crianza, pero no pudo saber qué significaba todo eso. Sólo después de que Tania se marchara, Estian le preguntó a Cecile sobre el tema. "¿Qué va a traer esa dama de compañía para que pusieras ese tipo de expresión?"

"¿Qué pasa con mi expresión? Es la misma de siempre."

¿Qué pasa con ella? Su cara parecía la definición misma de 'estar enamorada'. Ojos brillantes, mejillas sonrojadas y labios suavemente curvados sin motivo... ¿Cómo podía afirmar que tenía la misma actitud de siempre, con esa expresión en su rostro que le provocaba un inexplicable impulso de abrazarla con fuerza? 

¿Qué le prometió esa dama de compañía para que pusiera esa expresión que nunca había visto?