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miércoles, 17 de enero de 2024

enero 17, 2024

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 582

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 582. Hermanas (12)



Entrar en el Imperio Oriental fue fácil con la ayuda de Ángel.

"La Alianza Wol y la Alianza Imperial están en malos términos. Pensé que tendrías (tendríamos) problemas para entrar."

Murmuró Dartha tan pronto como el guardia les permitió pasar sin hacerles una sola pregunta.

Ángel, que estaba pelando una manzana sentado frente a ella, respondió con una sonrisa,

"No pueden restringir los viajes. Eso dañaría sus relaciones con demasiados países."

"Ya veo."

"Aún así, estoy seguro de que nos estarán vigilando."

Dartha entrecerró los ojos,

"¿Por eso sugeriste que viajáramos en el mismo carruaje? ¿Para mostrar a todos que estamos del mismo lado?"

"¿Dónde quieres que te deje?"

"No evites mi pregunta."

Ángel le extendió una rodaja de manzana,

"Es de buena educación pasar por alto algunas cosas, ¿no crees? Toma. Para ti."

Dartha tomó la rodaja con suspicacia,

"Déjame en el próximo edificio gubernamental."

"¿Para qué?"

"Busco a alguien."

"¿A la amiga que te traicionó?"

"Métete en tus propios asuntos."

Dartha chasqueó la lengua. Una vez en su destino, ella se bajó.

'El Vizconde y la Vizcondesa Isqua.'

Evely dijo que eran sus padres. Dartha quería saber más sobre ellos. ¿Por qué le había enviado Evely esa nota?

Dentro del edificio, Dartha se dirigió a la oficina de atención al ciudadano,

"¿En qué puedo ayudarle?"

Le preguntó el funcionario.

"Me gustaría saber más sobre la Familia Isqua."

De repente, recordó lo que le había dicho la Emperatriz Navier: la forma de su brazalete no pertenecía a una familia del Imperio Oriental. ¿Debería haber ido a un edificio diferente?

"¿La Familia Isqua?" 

Una expresión desdeñosa apareció en el rostro del funcionario. Incluso la persona que estaba detrás de Dartha en la fila mostró la misma expresión.

 "¿Por qué quiere saber sobre ellos?"

Dartha se sintió incómoda, no entendía por qué la miraban así,

"Estoy investigando algo."

El funcionario no hizo más preguntas y le pidió que esperara un momento. Desapareció y regresó unos minutos después con un sobre.

Dartha tomó el sobre y se dirigió al restaurante más cercano. Mientras esperaba a que llegara su comida, abrió el sobre y revisó los documentos.

Cuando llegó el camarero con la comida, Dartha no se dio cuenta. Él dejó la comida en su mesa y se marchó, pensando en lo concentrada que parecía la chica.

Pero no estaba concentrada. Más bien, Dartha ahora carecía por completo de concentración y espíritu. 

'¿Es esto cierto?'

Dentro del sobre había un artículo de periódico sobre el fraude de los Isqua, por el que luego fueron ejecutados.

'Mis verdaderos padres ayudaron a la anterior emperatriz a falsificar su identidad.'

La última página de los documentos mostraba el escudo de la Familia Isqua. Dartha miró su brazalete. Coincidían.

Soltó un gemido y volvió a la primera página, un artículo de chismes sobre los Isqua. Hablaba de cómo habían dilapidado su fortuna familiar buscando a sus dos hijas perdidas. Eran malos con todos, pero especialmente con la maga sanadora, Evely...

***

Tras preguntar por ahí, Dartha se dirigió a una tumba en ruinas a las afueras de la capital. El sol apenas llegaba hasta aquí, incluso durante el día. Todas las tumbas de criminales ejecutados tenían el mismo aspecto, por lo que Dartha no podía decir cuál pertenecía a los Isquas.

Sin embargo, una vez que se detuvo ante la tumba más reciente, se le salieron las lágrimas. Nunca se había propuesto encontrar a sus padres. De hecho, le preocupaba que si los encontraba, le causara problemas con Vinsel.

Pero ahora, su corazón se sentía extrañamente vacío. ¿Se sentiría mejor si sus padres hubieran vivido y muerto en paz?

El ruido de las ruedas de un carruaje llamó su atención. Recordó lo que Ángel había dicho sobre que los estarían vigilando, y se escondió. Agachada detrás de unos arbustos, Dartha enterró la cara en su regazo.

Pasó bastante tiempo hasta que oyó una voz,

"Deberíamos irnos ya, Lady Evely."

'¿Evely?'

Dartha levantó la cabeza. Al mismo tiempo, recordó que conocía a dos personas con ese nombre. Su amiga y la maga sanadora. Además, Evely había dicho que era un nombre común.

'Lady Evely debe de ser la maga, ¿cierto?'

Dartha miró a través de las ramas y se quedó helada. Reconoció a la mujer con cinco guardias alrededor. Le dolió el corazón. Era su Evely.

***

domingo, 14 de enero de 2024

enero 14, 2024

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 581

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 581. Hermanas (11)



'¿Qué hace Crow aquí?'

Abrí la ventana y asomé la cabeza. Incluso en forma de pájaro, podía notar su angustia,

"¿Qué le ha pasado a Dartha?"

Crow emitió un chillido y voló detrás del sofá. Un momento después, dijo,

"Esa estudiante sospechosa está con los Bandidos Mil Eternos."

"Oh, no."

"Lady Mastas lo descubrió, por lo que los Bandidos Mil Eternos intentaron matarla."

"¡¿Qué?!"

"Yo había seguido a los bandidos, así que por suerte pude intervenir y rescatarla. Pero aun así, si no nos hubiéramos encontrado con Evely por el camino, puede que Lady Mastas no hubiera sobrevivido. Evely la curó, así que ahora está bien."

"Qué alivio."

Me pasé la mano por la frente, pero luego parpadeé,

"Espera, ¿por qué estaba Evely allí?"

"Al parecer iba a visitar a Dartha. Pero se cruzó primero con Lady Mastas."

Entonces Crow me contó sobre el malentendido de Mastas, cómo Evely descubrió que Dartha estaba emparentada con los bandidos y la muerte de la bandida que había criado a Dartha.

Estaba consternada. Dartha podía ser parte de los Bandidos Mil Eternos, pero nunca había cometido un robo. Dartha tampoco estuvo involucrada en el ataque a Mastas. Pero su presencia lo había desencadenado.

"¿Qué deberíamos hacer?"

Crow sonaba preocupado.

"No estoy segura. Por ahora, Evely..."

Me froté las sienes,

"Ella debe estar en shock."

Probablemente pensaba que Dartha le mintió en todo. Y esas dos habían sido tan unidas como hermanas.

Por otro lado estaba la propia Dartha. Cerré los ojos. Una niña criada por bandidos. Ella no era una bandida, pero eran su familia. No intentó matar a Mastas, pero intentó ayudar a ocultar su cuerpo. Para complicar más las cosas, tenía mucho talento.

¿Realmente podría abrazar a una niña así?

"¿Su Majestad?"

"Tendré que pensarlo."

"¿Debo continuar siguiéndola?"

Sacudí la cabeza,

"Has pasado por mucho. Debes descansar un poco."

***

Dartha estaba agachada frente a la tumba de su madre. La vez que curó a su madre, ni siquiera sabía que era una maga. Sin embargo, a pesar de haber entrenado durante más de un mes, no pudo salvarla esta vez.

Su madre había sacado la daga de su pecho para liberarse. Luego, sangrando, se arrastró hacia el pozo de Dartha. Lo único que Dartha pudo hacer fue gritar...

Se formaron nubes oscuras. Se levantó un fuerte viento, pero incluso mientras caía la lluvia, Dartha no se movió. Con las manos enlodadas, miraba fijamente la tumba, aferrada a la nota que le había dado el mercenario.

'¿Por qué Evely dijo que Mastas había muerto?'

Si Evely no lo hubiera dicho, Vinsel seguiría viva.

'Tal vez Mastas también se hizo la muerta con ella.'

Eso explicaría por qué Evely creía haber visto un cadáver. Dartha se mordió el labio para reprimir el dolor.

Fue entonces cuando oyó a alguien chasquear la lengua,

"Qué desastre."

Dartha se levantó de un salto, sobresaltada. Un hombre con uniforme blanco se acercaba. Ella lo reconoció. Era el Comandante de la 4ª División de los Caballeros Transnacionales.

"¿Qué quieres?"

Gruñó Dartha.

Una vez cerca, se inclinó y le pellizcó el labio ensangrentado hasta que ella dejó de morderse.

"No los lastimes. Tus labios no han hecho nada malo."

El traje del comandante estaba empapado. Debía de llevar un rato bajo la lluvia.

"¿Me has estado observando?"

Preguntó Dartha con una mirada feroz.

El Comandante de la 4ª División levantó una ceja,

"Tampoco te desquites conmigo."

"¡Lárgate!"

Ella le empujó. Sabía que era un hombre peligroso, pero no estaba de humor para bromas. Si la mataba, que así fuera. Su rabia sobrepasaba su miedo.

Pero en vez de enfadarse, el comandante frunció el ceño,

"En parte tengo la culpa."

"¿Tú?"

Dartha se detuvo. Le vino a la mente que estaba con Mastas. Ella había oído que las dos alianzas estaban enfrentadas, pero las relaciones cambiaban constantemente.

"Sí. Vi a tu 'amiga' hablando con Lady Mastas. Como ustedes dos son cercanas, pensé que ella estaba tratando de mediar. Así que no me involucré."

Dartha se quedó boquiabierta.

"Si hubiera sabido que esto iba a pasar, habría intervenido."

Murmuró el comandante. Las gotas de lluvia caían por sus mejillas, como si estuviera llorando.

Dartha se quedó mirando,

"¿Ellas hablaron?"

"Sí. Lady Mastas y tu amiga."

"¡Mentiroso!"

Dartha lo agarró por el cuello. Pero un momento después, lo soltó. Honestamente, lo había sospechado.

'¿Por qué me dijo que Mastas había muerto?'

Dartha sacudió la cabeza,

"Imposible. Ella no es esa clase de persona."

'¿Por qué debería creerle a este comandante antes que a Evely?'

"¿Qué clase de persona es?"

"Evely es..."

Dartha se quedó helada.

En realidad, no sabía nada de Evely. Sólo que era del Imperio Oriental.

Frenéticamente, Dartha abrió la carta que le dio el mercenario. Le dijo que un cliente anónimo se lo había encargado, pero Dartha sospechaba de Evely. Lo único que decía la nota era: 'Los Isquas son tus padres.'

Se puso de pie lentamente, mirando la nota. A pesar de que le temblaban las piernas, se esforzó por mantenerse erguida,

"Debo ir al Imperio Oriental. Necesito hablar con Evely."

Su voz salió tensa. A pesar de todo, se negaba a creer que Evely le hubiera mentido. O tal vez no quería creerlo. Después de todo, Dartha le había pasado a Vinsel la información que le había dado Evely. Dartha había llevado a su madre directamente a la trampa de Mastas. A su muerte.

Ángel le tendió la mano,

"Te ayudaré a cruzar al Imperio Oriental."

Dartha frunció el ceño y retrocedió un paso,

"¿Por qué? ¿Te han resultado útiles mis notas? ¿Quieres que vuelva a espiar para ti? Esta vez contra el Imperio Oriental."

"Toda la información que me enviaste eran tonterías."

Sus ojos se abrieron de par en par.

'¿Siempre lo supo?'

"Seré franco. Ya tengo muchos espías. Pero me gustaría una maga sanadora."

"¿Esperas que te ayude?"

"Si yo te ayudo primero, entonces tal vez..."

Hizo una pausa, apretando el ceño mientras estudiaba su expresión. Después de un momento, sonrió,

"Bueno. Será mejor averiguarlo más adelante."

***

viernes, 12 de enero de 2024

enero 12, 2024

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 580

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 580. Hermanas (10)



"¿Conoces a esta persona?"

Preguntó el cochero. Sin responder, Evely pasó su mano por debajo de la nariz de Mastas. La chica parecía muerta, pero Evely sintió un soplo de aliento haciéndole cosquillas en la piel. 

"Está viva. Gracias a Dios."

Agradeció al cielo mientras se subía las mangas. Pero justo cuando estaba a punto de empezar, se dio cuenta de que el cochero estaba a su lado.

"Tráeme alcohol, ahora. Sus heridas son graves."

"¿Eres médico?"

"Sí. Tráeme alcohol de un pueblo cercano. Cualquiera que encuentres."

"No hay pueblos cerca—"

"¡Date prisa!"

Finalmente, el cochero se puso de pie a trompicones y subió al carruaje. Evely esperó a que se marchara antes de concentrar todas sus fuerzas en Mastas.

Le llevó un buen tiempo curar a Mastas. Después de unas horas, Mastas al fin se movió un poco. Tan pronto sus párpados se abrieron, se levantó como un rayo y agarró a Evely por el cuello.

"¡Soy yo!" 

Gritó Evely. Mastas la soltó inmediatamente.

"Lo siento. Estaba en medio de una batalla."

Mastas se disculpó y se frotó la frente, mirando a su alrededor,

"¿Adónde han ido?"

"¿Quiénes? Sólo te encontré a ti, a tu caballo y a un cuervo, el cual se marchó. Tú estabas gravemente herida. Si no te hubiera tratado, habrías muerto."

"Los Bandidos Mil Eternos me atacaron. Esa maga en formación, Dartha..."

Evely, que estaba mojando su pañuelo para limpiar la cara de Mastas, se quedó helada,

"¿Qué pasa con Dartha?"

"Está con los Bandidos Mil Eternos."

"¿Qué...?"

"Pensé que estaba espiando para la Alianza Wol. Pero me equivoqué. En realidad es una bandida."

El rostro de Evely palideció por completo,

"No entiendo."

Mastas le explicó todo: cómo había atrapado a Dartha espiando y cómo luego había descubierto que las notas que enviaba eran falsas. Había venido aquí para resolver el malentendido, pero los Bandidos Mil Eternos le tendieron una emboscada.

"Tiene que haber otra explicación."

Evely sacudió la cabeza. Tras una breve vacilación, cogió las riendas del caballo de Mastas y lo montó. Su postura era terrible, pero lucía muy seria,

"Quédate aquí y descansa. Cuando vuelva el cochero, ve en el carruaje."

"¿Adónde vas?" 

"A buscar a Dartha."

Evely apretó las riendas.

"Esto debe ser un error. Tengo que hablar con ella."

Mastas extendió un brazo,

"En ese caso, un momento..."

***

Dartha caminaba de un lado a otro de su dormitorio. Desde que su madre vino a contarle lo ocurrido, no podía quedarse tranquila. 

'No sabemos de dónde salió. De repente apareció un hombre desnudo y agarró a Mastas, así que la perdimos.'

Como si no fuera lo suficientemente escandaloso que su familia casi hubiera matado a Mastas, perdieron su cuerpo. Dartha no podía creer que se hubieran metido con una colmena por ella. Peor aún, no habían destruido las pruebas. Si Mastas sobrevivía, el Imperio Occidental pronto buscaría venganza.

'¿Qué hago?'

Dartha no paró de dar vueltas. De repente, oyó un ruido afuera. Se escondió detrás de la cortina y se asomó, esperando enemigos. En vez de eso, vio a Evely acercándose a su casa.

'¿Qué está haciendo aquí?'

Sorprendida, Dartha abrió la ventana y salió, 

"¿Evely?"

Evely le dirigió una sonrisa torpe, casi de dolor. A Dartha le dio un vuelco el corazón,

"¿Estás bien?"

"Recibí tu carta. Quería verte cuanto antes. Te extrañaba."

Dartha no pudo evitar sonreír,

"Pasa."

A pesar de sus preocupaciones por lo de Mastas, primero tenía que atender a Evely. Llevó a Evely a la mesa y le trajo un poco de té.

Evely se quedó un momento mirando el líquido verde. Lentamente, tomó un sorbo,

Dartha se aclaró la garganta,

"Evely. ¿Has visto a alguien de camino hacia aquí?"

Evely se quedó paralizada, con la taza a medio camino de su boca. Evely no quería creer las afirmaciones de Mastas. Pero el hecho de que Dartha preguntara esto le hizo sospechar que ya sabía lo que había pasado. Agarró la taza con más fuerza,

"Sí."

A Dartha se le aceleró el pulso,

"¿Dónde? Umm... ¿cómo se veía?"

La pregunta impactó a Evely con la fuerza de un golpe. 

'Ella sabe que Mastas fue herida. Lo sabe todo.'

¿Qué había sido de la brillante y amable Dartha que creía conocer?

"¿Evely?"

"Me encontré con una chica cerca de un árbol de aspecto extraño junto a un estanque. Pero ya estaba muerta."

"¿Muerta?"

"Sí. No me siento muy bien."

Evely dejó la taza y se levantó,

"Tengo que irme."

"¿Has venido hasta aquí y ya te vas? Quédate a pasar la noche. El pueblo más cercano está lejos."

Evely estaba pálida y nerviosa,

"Acabo de ver un cadáver. Tengo ganas de vomitar."

Dartha hizo una mueca de pesar. Ella había visto muchos cadáveres, pero Evely no. 

"Está bien."

 Una vez que Evely se marchó, Dartha fue a buscar a su madre para que se deshicieran del cadáver.

Vinsel vio acercarse a Dartha y frunció el ceño,

"Aún no la hemos encontrado. No puede haber cruzado ya la frontera, no en su estado."

Entonces se fijó en la pala de Dartha,

"¿Para qué es eso?"

"Mastas murió cerca del estanque con el árbol grande y extraño."

"¿Quién te dijo eso?"

"Una amiga cercana. Vino a visitarme y mencionó que había visto un cadáver."

Vinsel frunció el ceño, 

"¿Dónde está ahora?"

"Se sentía mal. Se marchó rápido."

"No vi a ninguna joven de camino aquí."

Dartha suspiró,

"Eso es porque se fue al pueblo. Quédate aquí, mamá. Yo me ocuparé del cuerpo. No podemos predecir cómo reaccionará la Alianza Imperial si se enteran de que matamos a Mastas. Tenemos que deshacernos de las pruebas."

"¿Estás segura de que está muerta?"

Vinsel parecía dudosa. Dartha asintió,

"Mi amiga no me mentiría. Ahora vuelvo."

Pero Vinsel la agarró por el brazo,

"Yo iré. Luego iré a buscar a los demás y nos iremos. Tu amiga podría volver; deberías quedarte aquí por si acaso."

Tras una larga pausa, Dartha asintió.

***

Evely hizo como que se iba a la aldea y luego dio la vuelta hacia el estanque. Cerca del estanque, subió a una colina que le ofrecía una vista clara y se escondió detrás de un árbol. 

'Por favor, no vengas, Dartha.'

Aunque Evely ahora estaba convencida de que Dartha era de los Bandidos Mil Eternos, seguía teniendo esperanzas. Haberle dicho lo del cadáver había sido una prueba.

A Evely no le habría importado que Dartha tuviera conexiones con los bandidos. La gente no podía cambiar a sus familias. Pero rezaba para que Dartha no se prestara a encubrir la muerte de Mastas. Eso, Evely no podría perdonarlo.

Sus uñas se clavaron en la corteza del árbol. Pasó bastante tiempo. Finalmente, alguien apareció. Tenía un hacha en la espalda. Evely cerró los ojos. 

'Ella avisó a los bandidos. Ella está de su lado.'

Dartha intentó matar a Mastas. Ahora, el bandido pagaría el precio.

Una Mastas manchada de sangre yacía en el suelo cerca del estanque. El bandido caminó directamente hacia ella. Pero Mastas había tendido trampas. En el momento en que el bandido se acercó, una trampa le enganchó el tobillo y le arrastró hacia un árbol.

Al mismo tiempo, Mastas se levantó de un salto y sacó una daga del bolsillo de su pecho. Se la clavó en el corazón al bandido.

Evely se cubrió los ojos, llorando. No porque tuviera miedo, sino porque no podía creer que Dartha les hubiera traicionado.

Justo entonces, se escuchó un grito al otro lado del estanque,

"¡Mamá!"

Sobresaltada, Evely volvió a echar un vistazo a la escena. Dartha corrió hacia el bandido en la trampa. Se movió demasiado deprisa— entonces, activó otra trampa y cayó en un pozo. Mastas se asomó al borde del pozo, como si fuera a atacar. Pero en el último segundo, Mastas se dio la vuelta.

"¡Mamá, mamá!"

Dartha gritó entre lágrimas. Intentó salir del pozo para alcanzar a la bandida que colgaba del árbol.

Por alguna extraña razón, la voz le rompió el corazón a Evely, a pesar de que estos bandidos habían intentado matar primero a Mastas. Conmocionada, Evely miró a la bandida que colgaba y luego volvió a mirar a Evely en el pozo.

Mientras se desangraba, la bandida extendió un brazo hacia la chica.

'¿Debería salvarlas?'

Evely podía salvar a la bandida, del mismo modo que había salvado a Mastas. Pero... 

'Intentó matar a Lady Mastas.'

Armada de valor, Evely se dio la vuelta. Se dirigió al pueblo cercano para escapar de los gritos de Dartha. Pero incluso después de llegar, los gritos de Dartha continuaron repitiéndose en su cabeza. Evely escribió una breve nota para Dartha, explicándole que los Isquas eran sus verdaderos padres.

Luego contrató a un mercenario. Le dio indicaciones para llegar al estanque con el extraño árbol,

"¿Has oído hablar del lugar?"

"Por supuesto. Hay rumores de que está embrujado."

"Una chica cayó en una trampa allí. Ve a rescatarla y dale esto. Y... no le menciones que te contraté."

Después de entregarle el dinero y el papel, Evely se alejó con frialdad.

'Ya hice lo que te prometí, Dartha. No quiero volver a ver tu cara nunca más.'

***

Estaba escribiendo una carta a mi padre, aconsejándole que expulsara a los Caballeros Transnacionales del puerto por la fuerza si fuera necesario. Entonces oí unas alas en la ventana. Me volteé, sorprendida.

Crow estaba posado en el alféizar, dando golpecitos en el cristal.

lunes, 8 de enero de 2024

enero 08, 2024

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 579

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 579. Hermanas (9)


Hay ciertos individuos con los que no puedes permitirte el lujo de meterte. Los Bandidos Mil Eternos los llamaban colmenas. Eran una molestia, pero era mejor dejarlos en paz. Patear a uno, podría conducir a una guerra total.

El condenado de Koshar era uno de ellos.

"Vinsel."

Keldrick golpeó su hacha,

"¿Crees que disfrutamos huyendo de Koshar? Huimos porque esa rata siempre nos vence. Puede que 'Manos Sangrientas' no sea tan formidable como el 'Caballero Loco', pero también es cercana a la Emperatriz Navier. No podemos meternos con una colmena como ella."

"Si no me acompaña, Jefe, entonces iré sola. Mastas cree que Dartha es una espía, por lo que la ha perseguido hasta aquí. Finalmente debe haber descubierto la conexión de Dartha con nosotros."

Keldrick entrelazó las manos, reflexionando. Si Mastas atrapaba a Dartha, podría matarla, independientemente de que fuera una maga sanadora. De no hacerlo, Mastas podría convertir a la hija de Vinsel en una esclava muy útil.

"Hmm."

Keldrick sacudió la cabeza, sumido en sus pensamientos. Mastas viajaba sola. Tal vez podrían acorralarla y acabar con ella en secreto.

Vinsel recogió su hacha.

Él entrecerró los ojos y se puso de pie,

"Bueno, vamos a intentarlo."

***

'Dijo que no tiene identidad, pero logró cruzar la frontera.'

Mastas chasqueó la lengua. Cuanto más pensaba en Dartha, menos entendía a la chica. ¿Por qué no buscar aprender magia en su propio país? ¿Por qué arriesgarse a levantar sospechas viniendo al Imperio Occidental?

Mastas cabalgó durante un rato, antes de detenerse junto a un pequeño estanque en un campo. 

'Es por aquí.'

Mastas se detuvo para dar de beber a su caballo. Luego se sacó la carta del bolsillo y comprobó la dirección.

Casi se le cae al suelo del asombro. 

'¡Lord Koshar!'

Había olvidado que también traía una segunda carta, que Navier le había dado justo antes de partir. Tenía tanta prisa que no la había leído.

Tras dudar un poco, abrió la carta de Koshar. 

— Mi corazón se siente vacío sin alguien con quien cabalgar.

Las mejillas de Mastas se enrojecieron al leer la primera línea.

— Cada vez que sopla el viento y hace ondear las solapas de la tienda de campaña, te busco al otro lado...

Mastas volvió a meterse la carta en el bolsillo. Debería dejar el resto para más tarde. Era demasiada distracción. Aun así, las bonitas palabras le aceleraron el corazón.

De repente, oyó un ruido sordo. El caballo saltó, sobresaltado, y pateó agua por todas partes. Mastas agarró las riendas, justo cuando un hacha de mano pasó volando junto a ella, clavándose en el árbol a escasos centímetros de su cabeza.

Mastas sacó su lanza y se limpió su mejilla ardiente con el dorso de la mano. Un hilo de sangre manaba del lugar donde el hacha le había rozado la piel. Se dio la vuelta y vio que se acercaba un grupo.

"Otra vez esos bastardos."

Con una sonrisa despiadada, levantó su lanza,

"No me dejan en paz."

***

El feroz vendaval sacudió las tiendas de campaña, obligando a todos a meterse dentro. Refunfuñaban, temblando. 

"Hace mucho frío afuera. Pero dentro hace aún más frío."

Koshar los observaba inexpresivo.

"¿Qué le preocupa, señor?"

Preguntó su teniente.

"El viento..."

"Es muy fuerte. ¿Deberíamos mover la base un poco más atrás, por si llueve?" 

El teniente miró al cielo. 

Koshar echó un vistazo a las tiendas de campaña, ahora vacías, y a la multitud que había a su alrededor.

No dejaba de imaginar a alguien que no estaba allí. Pensando en lo que ella haría si hicieran contacto visual ahora,

"Sí, deberíamos."

El viento le produjo una sensación extraña. Koshar reprimió su aprensión y se dio la vuelta,

"¿Dónde están los Caballeros Transnacionales?"

"Van en dirección contraria."

Koshar frunció el ceño,

"Han estado merodeando a nuestro alrededor como hienas. ¿Por qué marcharse de repente?"

El teniente se encogió de hombros,

"¿Quién sabe? Probablemente fue por orden de ese extraño zorro."

***

"¿Qué ocurre?"

Preguntó la Condesa Jubel.

"La cuerda del violín..."

Se la mostré. Había estado frotándola con resina cuando la cuerda se soltó.

"Yo me encargo."

La Condesa Jubel agarró el violín y se dispuso a cambiar la cuerda rota.

Devolví la resina a la caja y me levanté,

"¿Aún no ha vuelto Mastas?"

Lo último que supe es que se había marchado tras interceptar una carta de Dartha a Evely.

'¿Ha ido a buscar a Dartha? ¿Por qué?'

Podría haber esperado a que Dartha volviera de su viaje. Si Crow estuviera aquí, le preguntaría qué estaba pasando. 

'Pero tampoco lo veo por ningún lado...'

***

'¿Cómo puedo contarle a la Señorita Dartha sobre sus verdaderos padres sin asustarla?'

Evely se balanceaba con el movimiento del carruaje, pensativa. No sabía si Dartha conocía a Rashta o sus planes. Quizá se escandalizaría menos si nunca hubiera oído hablar de Rashta.

De repente, el cochero gritó,

"¡No puede ser!"

En el momento en que el carruaje se sacudió y empezó a aminorar la marcha, Evely sacó la cabeza por la ventanilla, asustada. 

"¡¿Qué pasa?!"

"¡Hay un cadáver! Un caballo. Y un cuervo."

"¿Un cadáver?"

Evely saltó del carruaje antes de que incluso dejara de moverse.

"¡Señorita, tenga cuidado!"

Cuando vio la escena, se quedó paralizada, jadeando.

Un caballo avanzaba con dificultad hacia ellos, con una figura inerte tendida sobre su montura, presumiblemente muerta. Un cuervo negro se posaba sobre la cabeza del caballo.

Evely corrió hacia el trío. El cuervo levantó el vuelo, como si se hubiera asustado.

"Calma, calma. Para."

Evely agarró las riendas del caballo e intentó bajar el cadáver de su lomo. El cochero se apresuró a ayudar. Cuando finalmente consiguieron poner a la persona en el suelo, Evely volvió a jadear,

"¡Lady Mastas!"

sábado, 6 de enero de 2024

enero 06, 2024

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 578

 La Emperatriz Divorciada - Capítulo 578. Hermanas (8)


Mastas ahora tenía dos cartas. Una de un admirador, y la otra de una sospechosa espía. Con ambas en la mano, fue a ver al Marqués Ketron.

"¿Lady Mastas?"

El Marqués Ketron bajó el periódico que estaba leyendo,

"Oí que habías vuelto a la ciudad, pero no esperaba verte. ¿Qué ocurre?"

"Me gustaría saber su opinión sobre algo."

Ella echó un vistazo al periódico— la última publicación trataba de la academia mágica. Luego le entregó la nota que había encontrado en la hierba tras la pelea de Dartha.

"¿Es esta información ultrasecreta?"

El Marqués aceptó la nota con una expresión amarga. Examinó el contenido y se la devolvió, aún más irritado,

"Es una completa tontería. ¿Quién la ha escrito?"

Mastas se quedó pensativa,

"¿Le parece una tontería?"

Le preocupaba que Dartha hubiera compartido información ultrasecreta. ¿Pero su carta no tenía sentido?

"El lenguaje empleado puede hacer que suene creíble para alguien sin conocimientos de magia, pero es pura basura."

El Marqués se encogió de hombros y volvió a su periódico.

Aturdida, Mastas se quedó mirando la nota antes de arrugarla. Corrió a los establos, montó en un caballo y se marchó galopando hacia la frontera. Mastas había seguido a Dartha hasta la frontera con el Reino del Norte, por si acaso se reunía con otro espía.

Pero después de que Dartha cruzó la frontera, Mastas no tenía ni idea de dónde había ido. 

"Maldición."

Mastas apretó con más fuerza las riendas. Recordó aquellos ojos heridos que la miraban fijamente.

¿Por qué Dartha no le dijo que sólo había compartido información falsa? No había traicionado a Navier en absoluto. Todo había sido un malentendido.

Desafortunadamente, una vez que Mastas llegó a la frontera, Dartha ya se había marchado. Frustrada, Mastas volvió al palacio. No podía adivinar adónde había ido. No sabía de dónde era la chica.

'¿Ella conoce a ese caballero?'

Mastas fue a ver al caballero con el que la sorprendió peleando.

Pero cuando le preguntó por Dartha, él sacudió la cabeza,

"No lo sé. No nos conocíamos demasiado."

No fue de ayuda. Mastas intentó hablar con Evely, pero ésta ya había vuelto al Imperio Oriental. 

'Maldición.'

Sin otra opción, Mastas escribió una carta a Evely. De camino a la sala de correo, el funcionario a cargo la detuvo,

"¿Lady Mastas? Hemos recibido una carta de Dartha dirigida a la maga del Imperio Oriental. ¿Debería reenviarla?"

"No. ¡Dámela!" 

Mastas le arrebató la carta, mientras el funcionario la miraba dubitativo. Ella lo ignoró y comprobó la dirección del remitente.

'Reino del Norte.'

***

"¿Evely? ¿Ya estás de vuelta?" 

Preguntó Laura, confundida.

"No te fuiste hace mucho tiempo. ¿Qué ha pasado?"

Para regresar tan rápido, Evely debió haber dado media vuelta apenas llegar al Imperio Oriental,

"Necesito encontrarme con alguien."

"¿Conmigo?"

Evely sonrió,

"Eso quisiera. Lamentablemente, es otra persona."

"¿Quién?"

Laura hizo un puchero.

"Lo siento. La próxima vez te visitaré, lo prometo." 

Evely le dio unas palmaditas,

"¿Has visto a Dartha?"

"Debe de caerte muy bien. Se fue hace unos días."

Evely frunció el ceño. Pensó que Dartha se quedaría aquí al menos unos meses más.

"Los magos eruditos tuvieron que ir a la academia para un evento. Ella aprovechó para irse de viaje. ¿Era urgente?"

"No, la verdad es que no."

Evely dijo una pequeña mentira. Fue a la sala de correo, por si acaso Dartha había escrito. Efectivamente, allí encontró una carta. La dirección del remitente era del Reino del Norte, pero el contenido resultaba extraño.

Dartha decía que no podía regresar al Imperio Occidental debido a circunstancias imprevistas. Evely frunció el ceño. La última vez que vio a Dartha, la chica estaba entusiasmada con la idea de convertirse en una verdadera maga.

'¿Pasó algo?'

Preocupada, Evely se preparó para partir hacia el Reino del Norte.

***

La visión de Motte meneándose en los brazos del subjefe le recordó a Vinsel a Dartha. Motte era una niña amable y apacible, como lo había sido Dartha. Vinsel nunca había querido involucrar a Dartha en los robos. Esperaba que sus habilidades mágicas le ofrecieran a Dartha mejores oportunidades en la vida.

"¿Señor? Será mejor que empiece a ahorrar."

"¿Qué?"

El subjefe le dio unas palmaditas en la espalda a Motte y se quedó mirando a Vinsel, desconcertado.

"No sabes lo que esa niña querrá hacer cuando crezca. Deberías empezar a ahorrar para comprarle una identidad."

Él chasqueó la lengua,

"No se trata de dinero. Nadie vende documentos de identidad hoy en día."

"Eso es cierto."

El subjefe acunó a Motte,

"¿Lo dices por Dartha? No te preocupes. Ella no es de las que se desaniman por mucho tiempo."

Justo entonces, alguien llamó a la puerta. Antes de que alguno de los dos pudiera responder, la puerta fue abierta de golpe.

Keldrick estaba allí, con una pierna levantada, tras haber derribado la puerta de una patada.

"¡Abre la puerta con las manos!"

Gritó el subjefe.

Keldrick se encogió de hombros, se acercó a la mesa y sacó una silla para sentarse,

"Esa maldita pareja aún no se ha separado."

El subjefe frunció el ceño,

"¿De qué estás hablando?"

"Mastas. Esa mujer, la líder de la 2ª Orden de los Caballeros Clandestinos. Se dirige hacia aquí furiosa."

Después de maldecir y gruñir, Keldrick continuó,

"Por alguna extraña razón, no está siguiendo a sus tropas. En cambio, va hacia el oeste."

Hacia el oeste. Donde Vinsel había establecido el hogar de Dartha, a una distancia segura del asentamiento de los Bandidos Mil Eternos. Vinsel se levantó de un salto y agarró su hacha, completamente pálida.

"¿Qué pasa?"

Preguntó Keldrick, sobresaltado. 

Ella levantó el hacha y la golpeó contra la mesa. Asustada, Motte rompió a llorar.

"¡Oye! Has hecho llorar a mi bebé."

Exclamó el subjefe. Vinsel entonces levantó el hacha de la mesa,

"Va a por Dartha."

"¿Qué?"

Ambos hombres la miraron fijamente,

"Dijiste que va sola, ¿cierto? Vamos a tenderle una emboscada y matarla." 

viernes, 5 de enero de 2024

enero 05, 2024

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 577

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 577. Hermanas (7)


"McKenna, ¿puedes guardar un secreto?"

McKenna se estremeció. Acunó a Laurie contra su pecho, mirándome,

"¿Por qué lo preguntas?"

"¿Qué estaba haciendo Heinley ayer en su oficina? Alrededor de las dos."

"Um..."

Entrecerré los ojos,

'Él lo sabe.'

Nuestras miradas se cruzaron, y McKenna se rió nerviosamente,

"Visité su oficina, pero no me dejó entrar."

Había vuelto más tarde aquella noche, pero para entonces Heinley ya había limpiado la oficina.

"¿Qué estaba haciendo?"

McKenna se aclaró la garganta.

"Sólo su trabajo."

"Sus botones estaban desabrochados."

"¡No, no estaba haciendo nada indecente!"

"No pensé eso."

"Ya veo."

McKenna se tapó la boca con una mano. Debe haber dicho algo que no debería.

"McKenna."

Le miré fijamente a los ojos hasta que finalmente cedió,

"Está bien. Pero tienes que hacer como que no lo sabes."

 ***

Dartha fue al Reino del Norte para encontrarse con Vinsel. Pero cuando llegó, Vinsel la llevó a una casa que nunca antes había visto.

"Por aquí."

"¿De quién es esta casa, mamá?"

"Tuya. Si te quedas conmigo siempre, cabe la posibilidad de que te atrapen. Es mejor que vivamos separadas por el momento."

Vinsel sonrió. Dartha se había adaptado bien al Imperio Occidental. Pero durante todo el tiempo que estuvo fuera, Vinsel había estado ahorrando para comprar una casa con un nombre falso. Para ella.

Dartha rompió a llorar.

"¿Qué ocurre, cariño?"

Sorprendida, Vinsel acunó el rostro de Dartha entre sus manos.

"Ahora todo es inútil."

"¿De qué estás hablando?"

Vinsel le preparó chocolate caliente mientras Dartha se lo contaba todo. Todo sobre Evely, sus maestros, la investigación del collar, Navier, Mastas... y el Comandante de la 4ª División. Incluso compartió la última advertencia de Mastas.

"¿Quién se cree que es para darte órdenes?"

El rostro de Vinsel se enrojeció de ira.

"¡Exacto!"

"Dios mío. Ni siquiera llorabas de bebé cuando te caías. ¿Esos imbéciles te hicieron sufrir mucho?"

"La Emperatriz Navier fue buena conmigo. Y los magos."

Dartha moqueó. Vinsel le puso una mano en el hombro,

"¿Quieres que me quede hoy aquí contigo?"

"No, está bien."

Quería que su madre se quedara, pero temía pasar todo el día llorando. No quería que su madre se preocupara.

Pero la respuesta de Dartha sólo hizo que Vinsel se preocupara más por su hija.

Después de que Vinsel se fue, Dartha escribió una serie de cartas. Se disculpó con sus maestros, luego le dijo a Evely que algo surgió en casa, en el Reino del Norte. Por último, para la Emperatriz Navier...

'Aprende por tu propio bien. Sólo espero que no me traiciones.'

Ella escribió y reescribió su carta a Navier varias veces. Al final, la arrugó y plantó su cara en el escritorio.

***

'¿Quiere unirse a la alianza?'

Me senté en mi oficina, revisando los documentos de la Alianza Imperial. Entonces oí un ligero golpe en la ventana. Levanté la vista y vi a Heinley encaramado en el alféizar.

Pensé que había aprendido a no trepar por mi ventana. Suspirando, la abrí.

Heinley extendió una mano,

"Por favor, ayúdeme a entrar, esposa mía."

"¿No puedes entrar tú solo?"

"No puedo. Estoy demasiado débil."

Frunció los labios. Obviamente era mentira, pero se veía demasiado lindo como para seguir enojada.

Tomé su mano extendida. En ese momento, algo me pinchó los dedos y me aparté, sobresaltada.

"¿Qué es eso?"

Sonrió y abrió la mano. Un largo collar se deslizó por su palma.

"Un regalo."

Jadeé,

"¡Dios mío, qué inesperado! No sé qué hacer. Estoy tan avergonzada y a la vez tan felizmente sorprendida. ¿Por qué me has hecho un regalo? Gracias, qué sorpresa..."

Heinley se quedó mirándome, con una repentina suspicacia.

"Dije, gracias."

"Te lo pondré."


Extendió las manos. Me incliné hacia delante y me lo puso alrededor del cuello. Luego sonrió orgullosamente,

"¿Ves la delicadeza de su elaboración, Mi Reina? Las piedras preciosas son tan pequeñas que apenas se ven. ¿Sabes cómo se metieron? Yo..."

De repente, cerró la boca. Observó mi expresión y luego gimió,

"McKenna te lo contó, ¿cierto?"

"¿Que me contó?"

"No se te da bien hacerte la sorprendida, Mi Reina."

Aparté la mirada con torpeza.

Heinley me dio unas palmaditas en el hombro. Luego se inclinó a mi lado y gritó,

"¡McKenna!"

Un pájaro azul salió de un árbol cercano a la ventana y se alejó revoloteando. Hice una mueca. Le había prometido que no revelaría que me lo había contado. Pero Heinley lo descubrió de todos modos. 

'¿Qué podía hacer?'

Sintiéndolo mucho, jugueteé con el colgante. McKenna me dijo que Heinley había colocado cada piedra preciosa en forma de pájaro, utilizando su pico para unirlas una por una.

"¿Qué más te contó ese pájaro de boca floja? Pronto lo enviaré a la guarida del dragón de agua."

"McKenna no me contó nada."

"Cierto, fue un pajarito. ¿Qué te dijo exactamente?"

Heinley resopló, llevándose el flequillo hacia arriba. Luego miró a nuestro alrededor. Tras ver que estábamos solos, empezó a bailar.

Estuve a punto de reír a carcajadas. Me mordí el labio para contenerme. Se dio la vuelta, en mitad del baile, para mirarme.

"¿También te habló de esto?"

Preguntó desesperado. Apretando la mandíbula, sacudí la cabeza.

Heinley no pareció creerme,

"¡McKenna!"

Hecho esto, salió por la ventana y corrió furioso por los jardines.

Finalmente, me puse en cuclillas y enterré la cara entre mis manos, riendo histéricamente. Era tan lindo cuando se enfadaba así.

"Su Majestad. Lady Mastas ha regresado."

Alguien llamó desde el pasillo. Me tranquilicé rápidamente y salí del dormitorio. Mastas estaba allí con Rose,

"Oí que quería verme. Estaba fuera de la ciudad ocupándome de unos asuntos."

"Espera aquí un momento. Tengo algo para ti."

Busqué la carta de mi hermano y se la di a Mastas. En cuanto vio el remitente, su cara se puso roja como un tomate.

***

martes, 2 de enero de 2024

enero 02, 2024

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 576

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 576. Hermanas (6)



Dartha se dirigió al laboratorio de mal humor. Tal vez si se sumergía en el estudio, podría olvidar lo que acababa de pasar. Pero cuando llegó, los magos de la academia estaban empacando.

"¿Adónde van? ¿Los echaron?"

Preguntó Dartha, sorprendida.

"¿Echarnos?"

Se rieron. 

"No. Nos vamos de vacaciones."

"¿Ya?"

Sentía como si acabara de empezar su entrenamiento.

"Pronto tendremos que asistir a un evento de la academia, así que estamos empezando a hacer las maletas." 

Su tutor más entusiasta señaló un calendario de escritorio,

"Volveremos alrededor de esta fecha."

En realidad, no estarían fuera mucho tiempo. Aun así, Dartha se entristeció.

El mago principal se dio cuenta y dejó de empacar,

"¿Qué ocurre? ¿Te gustaría venir? Podríamos darte una vuelta por la academia."

Si hubiera sido un poco antes, no habría desaprovechado la oportunidad de visitar la academia. Pero ahora... Dartha sacudió la cabeza,

"Está bien. Esperaré aquí. Que tengan un buen viaje."

"¿No te aburrirás?"

"Tal vez."

Ella suspiró. 

"Mi amiga también acaba de irse a otro país."

El mago principal respondió con una sonrisa,

"Bueno, te dejaré un montón de deberes para que no te aburras."

"Por favor, no lo haga. Estaré bien."

***

"¿Le has cogido cariño a Dartha, Mastas?"

Sonreí. Según Crow, últimamente Mastas había estado siguiendo a la estudiante a todas partes.

"¿Qué?"

Los ojos de Mastas se abrieron como platos,

"¡No! ¡Nunca! ¿Quién se encariñaría con alguien tan sospechoso?"

Ella se estremeció y luego estudió mi expresión.

"¿Qué pasa?" 

Mastas abrió y cerró la boca, como si fuera a decir algo. Pero al final sacudió la cabeza.

"Nada."

Se levantó como un rayo, alegando que había recordado algo de repente.

Fruncí el ceño mientras la veía salir apresuradamente. 

'¿Por qué está actuando así?'

Había oído que Mastas y Dartha habían discutido. ¿Quizá era por eso?

'Qué extraño. ¿Debería llamar a Dartha y preguntarle?'

Crow no podía seguir a Dartha a todas horas todos los días. Podía haber pasado algo entre ellas dos que él no presenció.

Sin embargo, antes de que pudiera llamar a Dartha, ella vino a verme,

"¿Su Majestad? Si le parece bien, me gustaría irme de viaje."

"¿Un viaje?"

"¡No por mucho tiempo! Mis maestros van todos al Imperio Oriental, por lo que mis clases están canceladas por el momento. Me gustaría viajar mientras ellos no están. ¿Le parece bien?"

***

Después de hacer la maleta, Dartha echó un vistazo a la habitación en la que había permanecido varios meses. Llevaba poco tiempo aquí, pero realmente lo disfrutó. Hasta que apareció Mastas.

'No pasa nada. Volveré pronto.'

Reprimió su decepción y se marchó. Extrañaba a su madre. Extrañaba a la bebé angelical que vivía al lado, y a todos sus amigos. Además, anhelaba escapar de las miradas asesinas de Mastas.

'Adiós, Su Majestad. Hasta pronto.'

Dartha se echó la maleta al hombro y se despidió con la mano hacia la oficina de la emperatriz. Luego consiguió un carruaje.

Ahora tenía una identificación temporal como estudiante, por lo que debería poder entrar en el Reino del Norte con facilidad. Mientras el carruaje se alejaba, sacó sus deberes. Pero al cabo de unas horas, se hizo demasiado de noche para continuar.

Para cuando se despertó sobresaltada, frotándose los ojos, el cochero gritaba,

"¡Ya hemos llegado!"

Dartha bajó del carruaje y miró a su alrededor. Habían llegado a un puesto de control en la frontera. Dartha pagó el viaje y sacó su maleta. Buscaría una habitación en el pueblo cercano a la frontera para pasar la noche.

Evely había mencionado que este pueblo era conocido por una comida especialmente sabrosa. 

'¿Cómo se llamaba? Debería probarla...'

Pero a medida que se acercaba al puesto de control, oyó el ruido de los cascos de un caballo. Dartha se dio media vuelta y vio un caballo negro galopando en su dirección. Se hizo a un lado, pero cuando el caballo la alcanzó, se detuvo.

'¡Es ella!'

Los ojos de Dartha se abrieron de par en par al ver a su enemiga, Mastas. 

'¡¿Qué hace aquí?!'

Mastas desmontó. Se acercó a Dartha, la agarró por el cuello y tiró de ella. Sorprendida, Dartha intentó dar una patada a Mastas. Pero Mastas levantó la rodilla para bloquear la patada.

"¡Eres una espía enviada por la 4ª División!"

Dartha se quedó paralizada.

"No vuelvas. No abuses de la confianza de Su Majestad. Devuélvele su amabilidad marchándote ahora. No aparezcas nunca más."


Dartha retrocedió para golpear a Mastas, pero todas sus fuerzas se esfumaron. 

'¿Cómo se enteró?'

"No le dije a Su Majestad lo que hiciste, porque le rompería el corazón. Pero si vuelves, se lo contaré todo. Escríbele a Su Majestad y dile que cambiaste de opinión acerca de aprender magia."

Dicho esto, Mastas la miró por última vez y volvió a montar en su caballo.

"¡Arre!"

Mastas dio una patada a su montura y galopó por donde había venido.

Dartha permaneció inmóvil, con lágrimas derramándose por sus mejillas.

***

"¿Heinley?"

En el momento en que llamé, oí un sonido de aleteo. 

'¿Qué es eso?'

Justo cuando empujé la puerta para abrirla, Heinley se asomó por ella con el botón superior mal abrochado.

"Mi Reina. ¿Qué te trae por aquí a esta hora?"

Normalmente, yo estaba trabajando a esta hora del día. Se suponía que Heinley también. Debía haber estado en forma de Reina, a juzgar por sus botones torcidos y el sonido de aleteo. Reprimí el impulso de interrogarlo.

"¿Has visto a Mastas? Hace unos días que se fue."

"¿Tal vez echaba de menos a Koshar?"

"Lo dudo."

Levanté un sobre. Era una carta de mi hermano a Mastas. La había adjuntado a una carta dirigida a mí, pidiéndome que se la entregara.

Heinley ladeó la cabeza,

"Lo que es seguro es que está bien."

Sabía que Mastas podía protegerse sola, pero su tono indiferente me molestó,

"Por cierto, Heinley."

"¿Sí, Mi Reina?"

"¿Estás bloqueando la puerta a propósito para que no pueda ver dentro?"

Normalmente, se haría a un lado y me daría la bienvenida de inmediato. Pero hoy se quedó en la rendija de la puerta, bloqueándome la vista. Yo era alta, pero Heinley lo era mucho más.

Los ojos de Heinley se abrieron por completo. No respondió.

Entonces, golpeé suavemente su pecho,

"¿Heinley? ¿Puedo acercarme?" 

Cuando entrecerré los ojos, sonrió y me abrazó con fuerza, apretándome contra su pecho.

"Por supuesto."

'¡Esto no es lo que quise decir!'

Aunque su cuerpo desprendía un aroma embriagador, me forcé a separarme de sus brazos. Luego me puse de puntillas, tratando de mirar a su alrededor.

"Oh, vaya. Mi reina..."

Heinley casi se echa a reír. ¿Qué le hace gracia?

Me puse normal otra vez y resoplé. Entonces, volvió a abrazarme,

"Eres adorable, pero aún así no puedes entrar."

'¿Qué demonios está tramando?'