Reciente

miércoles, 17 de marzo de 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 49

Capítulo 49. He Regresado, Emperatriz


Tania podía empatizar con el Emperador, al que no había visto ni una sola vez. Ajena a los pensamientos de su dama de compañía, Cecile recogió una fresas de las que habían dejado las asistentes y se la acercó a Tania. "Prueba algunas de estas. Son fresas cultivadas en el invernadero imperial y están deliciosas, te lo aseguro. Toma, di ah."

Tania abrió la boca para comer la fresa que le ofrecía Cecile, pero fue en ese momento...

"¡......!"

De repente sintió una intención asesina en el aire y trató de moverse. Sin embargo, la fuente de la hostilidad actuó más rápido; la cuchilla de una espada negra tocó su garganta. "¿Quién...?"

¿¡Quién se atrevía a entrar en el palacio de la Emperatriz, intentando matar a la dama de compañía de la Emperatriz...!?

Cecile soltó entonces una exclamación, con los ojos agrandados. "Su Majestad, ¿Qué está haciendo?"

¿Su Majestad? Ante esas palabras, Tania giró los ojos y vio al hombre que la apuntaba con su espada. Tenía el cabello negro, los ojos negros y un aspecto elegante... e irradiaba un aura de intimidación que no se debía en absoluto a su espada. Se trataba del Emperador.

Él lanzó una mirada a Tania antes de tomar la fresa en la mano de la Emperatriz para sí mismo, y sólo entonces la satisfacción iluminó su rostro. "He regresado, Emperatriz. ¿Pero por qué no has salido a recibirme? ¿Y qué es esto? ¿Por qué la alimentas con la mano?"

Tania pensó para sí misma mientras miraba el fuego abrasador de los ojos del Emperador. 'He escuchado que el Emperador se había enamorado de la Emperatriz, pero no. No parece simplemente enamorado, parece totalmente loco'.

***

"Uf, en serio..."

La santa miraba el palacio imperial con admiración en su rostro. Había resumido la descripción del lugar en una sola frase que decía, 'El palacio imperial era la edificación más magnífica y hermosa del continente'. Después de eso, no pensó más en ello, y sin embargo esa única frase había acabado creando algo tan impresionante. "4D es sublime."

La palabra magnífica por sí sola no podía hacerle justicia. El palacio imperial estaba situado en el norte de la capital. Innumerables edificios grandes y pequeños estaban conectados entre sí, dando como resultado algo que se asemejaba a un gigantesco organismo vivo. 

Especialmente en momentos como ahora, cuando el sol se estaba ocultando, daba la sensación de que el palacio se había convertido en otro enorme sol, puesto que sus blancas paredes se teñían de rojo bajo la luz del sol. 

La santa se metió en la boca el bocadillo frito que tenía en la mano mientras contemplaba el espectáculo. La harina crujiente y la azúcar espolvoreada sobre ella formaban la mezcla perfecta.

"Menos mal que he puesto que los mejores restaurantes del imperio están agrupados frente al palacio imperial", dijo y se dedicó a comer los bocadillos que había comprado durante un tiempo. Sólo después de terminarlos, y de echarse a la boca las migas que había en la bolsa de papel de los bocadillos, finalmente se dio la vuelta para mirar el nombre de un edificio.

'Centro de Detención Imperial'.

La santa se encogió de hombros al leer el nombre antes de murmurar para sí misma. "Supongo que debería ir a buscarla ya que he disfrutado bastante."

***

"¡Dama!"

Irene se giró para mirar a su sirvienta, que se acercaba corriendo con cara de alegría al verla. "¡Hey! ¿Por qué tardaste en venir?"

A diferencia de ella, que se sentía terriblemente molesta durante todo el día, la emoción era evidente en el rostro de su sirvienta. Incluso había algo que parecían migas de bocadillo pegadas a su boca. La visión de todo ello molestó a Irene hasta el punto de gritar. "¡Por qué llegas ahora!"

"¿Lo has olvidado? Dijiste, 'De todos modos, no podrás entrar en el palacio principal con tu bajo estatus, así que espérame en el vestíbulo exterior. En realidad, sal del palacio y juega mientras esperas. Hace tiempo que no me encuentro con Su Majestad, así que podría tardar más. Tendremos que hablar para compensar el tiempo perdido, después de todo'. Y sólo me diste el pase de entrada al palacio exterior antes de salir. Gracias a eso, fue difícil incluso entrar en el centro de detención aquí. No habría pasado nada de esto si me hubieras dado el pase de entrada al palacio interior desde el principio."

"......"

Estaba en lo cierto, pero por alguna razón, sonaba como si dijera, 'Es tu culpa que hayas terminado así', y eso irritaba a Irene. Había contratado a esta chica de origen desconocido por su misteriosa capacidad de adivinar su estado de ánimo y por su servilismo, pero ahora parecía haber llegado el momento de despedirla. 

Sin embargo, justo cuando Irene estaba a punto de gritar '¡Estás despedida!', una bolsa de papel apareció repentinamente frente a ella.