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miércoles, 2 de junio de 2021

junio 02, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 75

Capítulo 75. No Puedes Alejarte De Mí


Normalmente, no le habría importado que vinieran o no. Después de todo, sólo necesitaba sentarse en su silla designada, pero esta vez no estaba solo. Estian se giró para mirar a Cecile, que estaba sentada con un par de suaves pantuflas en los pies, puesto que aún estaban heridos. Al notar su mirada, ella evitó el contacto visual torpemente.

'¿Cómo ha pasado todo esto?'

¿Cómo diablos pudo Cecile incubar el huevo de dragón y utilizar el hechizo de la lord dragona? Cuanto más pensaba Estian en ello, más notaba cosas extrañas en Cecile. Cuando ella puso sus labios en su mejilla ensangrentada, él sintió que se desmayaría por un momento. Su sangre era como un veneno, tenía que ser evitada por otras personas.

'Sin embargo, no mostró ninguna reacción a la Sangre de Eugendiph'.

Por supuesto, sabía que la Sangre de Eugendiph no pasaría a otra por simple contacto físico, porque su padre había realizado repetidos experimentos al respecto, pero resultaba imposible que no pasara nada. Normalmente, una persona normal se enfermaría durante varios días como mínimo. Sin embargo, en el caso de Cecile, aparte de parecer llorar cuando le picaba el pie ocasionalmente, no mostraba el más mínimo signo de malestar.

En cualquier caso, esta vez visitantes extranjeros vendrían a tratar de conocer a Cecile. La solución sencilla sería impedirles que la conocieran, pero resultaba improbable que simplemente se alejaran ante la negativa. Sin duda, intentarían hacerlo de alguna manera.

'Y seguro que traerán mujeres inútiles mientras lo hacen'. No eran de los que dejaban de enviar mujeres a su lado sólo porque había aceptado a una Emperatriz. Un suspiro se escapó de la boca de Estian.

"Por cierto, Emperador. ¿Le importaría enviarme de regreso ahora?"

Su frente se arrugó al escuchar la voz que vino de la esquina. Richard sonreía con la cabeza, los brazos y las piernas contenidos por separado. Algo bastante escalofriante, pero nadie en la sala se escandalizó por ello. Ya habían visto un dragón, así que no importaba una cabeza viva rodando sola.

"No me hagas reír. Para comenzar, tú eres la causa de todo este desastre. Ni sueñes con tener tu cuerpo unido hasta que la Torre del Mago pague una compensación por tus actos."

"¿Compensación, dices? Es gracias a mí que tienen un dragón, así que yo debería recibir una compen... ¡No me des una patada en el brazo! Me duele". se quejó Richard.

"Agradece que te perdone a pesar de la poca utilidad que tienes", dijo Estian después de patear el brazo de Richard, y volvió a sentarse. Había algo sospechoso. Ya fuera el libro, la sirvienta olvidada o lo que le ocurría a Cecile. Si bien Richard podía estar un poco loco, sus conocimientos mágicos serían necesarios para profundizar en el asunto.

Mientras Estian contemplaba cómo utilizar a Richard, alguien tocó la puerta. Le dio permiso y entró el chambelán principal. Sus pasos vacilaron cuando vio a Girgantia atado en medio de la sala, probablemente recordando la destrucción que el dragón había provocado en el palacio imperial. Se mantuvo alejado todo lo que pudo del dragón antes de informar a Estian, "Dicen que la sirvienta ha despertado."

"¿Es cierto? ¿Qué dijo ella?"

Se referían a la sirvienta que fue descubierta desplomada cerca de Kane, al otro lado de Girgantia. Al investigar sobre la mujer, se reveló que era una sirvienta de Irene. Según el diagnóstico del médico, sólo se había desmayado por cansancio y no había peligro para su vida, por lo que se decidió que sería atendida en el palacio.

"Eso... Ella dice que no recuerda". El chambelán principal informó con dudas.

"¿Qué quiere decir?" Estian frunció el ceño. Aunque había estado fuera del alcance de su vista, estaba seguro que esa sirvienta era la persona que estaba atacando a Girgantia desde el otro lado. No sólo no entendía cómo una sirvienta tenía tal poder en primer lugar, sino que ahora ella decía que no lo recordaba. '¿Tengo que sacarle la verdad a esa sirvienta?'

Estian estaba contemplando qué hacer cuando Kane habló. "Su Majestad, confíeme ese asunto. Creo que tendré tiempo de sobra, puesto que Girgantia está cooperando."

Sus palabras hicieron que Estian mirara a Girgantia. Después de responder a las diversas preguntas de Kane, el dragón fue rellenando los 150 cuestionarios creados en virtud de las disposiciones imperiales para interrogar a los prisioneros de guerra. Cada vez que Girgantia intentaba refunfuñar sobre algo mientras rellenaba los cuestionarios utilizando una pluma sostenida con la cola, Tania levantaba amenazadoramente el talón y el dragón reanudaba rápidamente la escritura mientras murmuraba en voz baja. El interrogatorio se desarrollaría sin problemas a partir de este momento, incluso sin Kane.

"Bien entonces, te encargo eso a ti."

***

Cuando despertó y examinó el estado de su cuerpo, la santa se sorprendió. '¿A dónde se ha ido todo mi poder sagrado?'

Desde que había poseído el cuerpo de la santa, podía sentirse rebosante de poder divino como si todas las aguas de los océanos estuvieran a su disposición. Sin embargo, ahora sentía como si estuviera en medio de un desierto que había estado totalmente desprovisto de agua durante cien años. '¿Será que mi poder ha desaparecido porque lo he usado todo con el dragón?'

En cualquier caso, lo cierto es que no tenía ningún poder sagrado. Ella no podía sentir nada por mucho que lo intentara, y mucho menos el poder sagrado. Justo cuando se sentía perdida, alguien abrió la puerta de la habitación en la que estaba y entró.

"¡Cielos! Así que aquí es donde estabas", exclamó la persona.

Sólo cuando Irene entró en la habitación, la santa miró a su alrededor. Por su aspecto, parecía estar todavía dentro del palacio imperial. 

Después de entrar en la habitación, Irene se acercó a la santa y la abrazó con fuerza, haciendo ruido. "Dios, de repente los caballeros andaban preguntando sobre una mujer. Me pareció que hablaban de ti, así que vine corriendo, ¡Y qué bien que lo hice! Dicen que te has visto involucrada en algo enorme... Y he escuchado que te has desmayado. ¿Te encuentras bien? ¡No sabes cuánto te he buscado desde que desapareciste! ¡Oh, cómo me preocupé! ¿Te han cambiado la ropa porque estaba demasiado sucia?"

La santa se sintió perpleja ante el abrazo de Irene. ¿Por qué, de repente, esta chica se comportaba como alguien que ha encontrado a su hermana perdida? Pero entonces, abruptamente, el tono de Irene se hizo más bajo al decir, "Por cierto. He escuchado que has dicho algunas cosas extrañas a las otras sirvientas del hogar."

"¿Perdón? ¿A qué te refieres con co.. cosas extrañas?"

"Por ejemplo, 'hasta luego, he terminado con este lugar', o 'trabaja duro cuidando a la señorita en mi lugar'". El tono de Irene bajó aún más. "Y también está aquella vez que me dijiste que te esperara allá pero no regresaste por mucho tiempo, luego te encontraron en otro lugar... Ahora no estarías tratando de huir de mí como mis anteriores sirvientas, ¿Verdad?"

"¡......!"

Su voz hizo que aparecieran líneas de sudor en la frente de la santa. 

***

Pronto retomaremos el ritmo de publicación habitual de esta novela. Estamos esperando que esté disponible el Volumen 2 para 'comprarlo' y seguir traduciendo. Por lo pronto, le recomendamos que disfruten de nuestros otros proyectos.

lunes, 31 de mayo de 2021

mayo 31, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 74

Capítulo 74. Extraño Libro


En medio de una sala en lo más profundo del palacio imperial, había una estaca conectada a una gruesa cadena, y atado al extremo de la cadena había un pequeño dragón del tamaño de un pequeño perro, se trataba de Girgantia. El dragón había desaparecido de repente inmediatamente después de desmayarse, dejando a todos los presentes preguntándose confundidos si había huido, pero pronto pudieron descubrirlo desplomado y encogido en el centro de la sala de audiencias.

¿Se ha vuelto pequeño?

Tras convertirse en el tamaño aproximado de un perro pequeño, Girgantia fue atado rápidamente con cadenas por los caballeros y trasladado a la sala en la que se encontraba. Kane trajo una silla y se sentó frente al dragón. Preguntó, "¿Nombre?"

Con los ojos aún hinchados por haberse despertado hace poco, Girgantia respondió, "Qué arrogante.  Soy el último heredero de la orgullosa raza de los dragones, un gran ser del que los humanos no se atreven a hablar."

En ese momento, Kane envió una mirada a Tania, que había estado de pie detrás de Girgantia todo el tiempo.  Ella miró al dragón como si fuera un insecto y luego pisó su cola con el puntiagudo tacón de su zapato. 

"¡Aargh! ¿Cómo puedes pisarme de nuevo?"

Girgantia se agarró la cola y gimió ante el ataque de pisotón de Tania, pero nadie lo miró con simpatía. Mirando fríamente al dragón, Kane dijo, "Volveré a preguntar. ¿Nombre?"

"Soy Girgantia."

"¿Quiénes son tus padres y a qué se dedican?"

"No sé quién es mi padre, pero es uno de los tres dragones que mi madre conoció durante sus viajes. Mi madre era lord dragona, pero he escuchado que falleció en la Edad Oscura."

Una vez que la cría de dragón, que ahora respondía obedientemente a las preguntas, mencionó a la lord dragona, Kane giró la cabeza hacia donde el Emperador y la Emperatriz estaban sentados. Queriendo la opinión de Cecile sobre la respuesta de Girgantia, preguntó: "¿Coinciden sus palabras con la historia del libro?"

"Sí. También estaba escrito en el libro que leí que la madre de la cría era una lord dragona."

La expresión de Estian se volvió seria. Después de atrapar a Girgantia, había intentado buscar el libro que Cecile tenía en sus manos mientras otras personas limpiaban la sala de audiencias en ruinas. ¿Quién hubiera imaginado que el libro contenía un hechizo capaz de someter a un dragón? Había que examinarlo bien. Después de buscarlo por la sala de audiencias durante un largo rato, Estian se echó el pelo hacia atrás, irritado. —¿Dónde ha quedado?

Estian estaba seguro que lo había visto caer de la mano de Cecile cuando esquivaban los fragmentos de mármol que volaban debido a Girgantia. Había pensado que lo encontraría enseguida, teniendo en cuenta su llamativa cubierta rosa, pero no pudo encontrarlo en ningún sitio. 

El libro no se podía olvidar fácilmente, con su título y su color destacando fácilmente, pero nadie que limpiase la sala de audiencias recordaba haberlo visto en ningún sitio. Al final, Estian no tuvo más remedio que volver con Cecile con las manos vacías. 'Sabemos el título, así que podemos traer uno nuevo de todas formas'.

Le ordenó a Tania, que se decía que lo había traído a palacio, que consiguiera otro, sólo para recibir una respuesta inesperada. "¿Terminé domando a un dragón de repente? Nunca he comprado un libro como ese. Ni siquiera lo he traído nunca", dijo Tania, sorprendida. "Yo no leo historias de bestias."

Ante eso, Girgantia replicó, "¿Quién se enamora de los humanos? Es más espeluznante que ustedes escriban esas cosas. Aunque parece que los mortales sí reconocen lo impresionantes que son los dragones", sólo para que Tania volviera a pisarle la cola.

La extrañeza del asunto no terminó ahí. La Guardia Imperial recibió la orden de Estian de salir inmediatamente a comprar ese libro, así que fueron a la librería más grande de la capital y recorrieron el sector del romance, pero el libro no aparecía por ningún lado. Intentaron preguntar también al personal, pero les respondieron con firmeza, 'La moda de los dragones terminó hace tiempo, y ni siquiera hemos escuchado hablar de ese título'.

'¿Qué está pasando?'

La situación parecía aún más extraña cuando Estian escuchó la explicación de Cecile más tarde, 'Estoy segura de que una de mis anteriores sirvientas me lo dio, pero no recuerdo quién'.

Ella había pasado todos los días con esas sirvientas, sin embargo, no se acordaba. No obstante, Estian ordenó que alguien fuera a Navitan y trajera a las sirvientas de la villa real que habían criado a Cecile. Había planeado traerlas de todos modos, viendo que habían cuidado bien de Cecile en su infancia, así que sólo lo estaba haciendo más pronto.

Mientras tanto, el interrogatorio de Kane estaba llegando a su fin. Estian miró al dragón, que ahora estaba desanimado y manso, con sentimientos encontrados. Fue un asunto importante y hubieron muchos testigos, por lo que la aparición del dragón no se podía ocultar.

'Probablemente pronto vendrá gente de todos los países del continente', reflexionó.

viernes, 28 de mayo de 2021

mayo 28, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 73

Capítulo 73. El Puño del Amor


La respuesta del huevo bebé hizo que la lord dragona azotara la pared de la cueva con su cola. Parte de la pared se derrumbó, y los fragmentos aplastaron a los otros monstruos que se encontraban bajo la zona destruida. Pero como era una criatura despiadada, la dragona no dirigió ni siquiera una mirada a los monstruos mientras miraba a su huevo.

Te aplastaré bajo mis pies, amenazó.

Me equivoqué. La respuesta correcta es la 2.

Voy a preguntar una más. Contesta antes de 3 segundos. Si B es un número algebraico no racional, ¿Es a^b un número trascendental?

Sí, es un número trascendental.

La lord dragona asintió ante su rápida respuesta. Parecía que podía hacerlo desde el principio y solo estaba tonteando.

Cuanto más tiempo permaneciera un dragón en su huevo, su cuerpo y su fuerza cuando saliera del cascarón serían mayores. Por esa razón, Girgantia permaneció bajo la protección de su madre, aunque la condición para su despertar ya se había cumplido. 

El bebé que había dado a luz en sus últimos años de vida no hacía más que tonterías. Parecía haber entrado en la pubertad a pesar de no haber salido del cascarón; últimamente respondía a sus palabras con disparates y riéndose.

'Y ni siquiera puedo darle una buena paliza porque está en el huevo'.

La lord dragona suspiró pronfudamente, pero fue entonces cuando se le ocurrió una idea. Se acercó al huevo y comenzó a escribir en el aire con una garra. Las letras que dibujó se iluminaron y penetraron en el huevo.

—¿Eh? ¿Qué es esto?

—El puño del amor.

Asustado por la repentina invasión de algo brillante que tiraba de sus alas, Girgantia comenzó a agitarse dentro del huevo.  La luz tiró de cada una de sus cuatro alas y restringió sus movimientos, para luego azotar su espalda. Una feroz oleada de dolor invadió a Girgantia, que sintió que se le salían las lágrimas ante su primera experiencia de 'dolor'.

Pensabas que estarías a salvo dentro del huevo, ¿Eh? ¿Qué te dije que pasaría si te metías conmigo?

Me dijiste que sería carne muerta, mamá. Quiero decir, lord.

La lord dragona se quedó mirando el huevo durante un momento antes de continuar, —Ten en cuenta que eso es lo que vas a conseguir cada vez que digas tonterías a partir de ahora.

Después de eso, Girgantia sufrió aproximadamente otras 3.000 rondas de castigos. 

Más tarde, tras el incidente de la llegada de la Edad Oscura, la lord dragona colocó su huevo en lo más profundo de las mazmorras. Y de esa manera, Girgantia cayó en un profundo sueño. Cuando despertó, el huevo pudo comprobar que no quedaba ni un solo miembro del clan que respondiera a su llamada.

'Más vale que vuelva a dormir', pensó Girgantia y rodó hacia su otro lado dentro del huevo. Los dragones no podían sentir pena por la extinción de sus parientes. Además, ¿Quién podría abrir su huevo?

Sólo alguien tan poderoso como la lord dragona sería capaz de abrir un huevo de dragón, pero no había manera de que un ser como ese permaneciera en estas tierras. Entonces, ¿Qué podía hacer? Nada más que dormir. Pero el perezoso sueño de Girgantia fue interrumpido, sintió que los humanos entraron en la mazmorra y sacaron su huevo con ellos.

'Recorrer el mundo mientras estoy dentro de mi huevo no estaría tan mal'. Pensó.

Y de esa manera lo llevaron lejos para que fuera eclosionado por el toque de una hembra humana, y entonces nació en el mundo. Pero entonces la mujer que hizo que eclosionara utilizó de repente el mismo hechizo que una vez utilizó su madre.

'¿Pero mi madre está muerta? ¿No he escuchado a los humanos decir que sus huesos aún permanecen en la región más profunda de la Cordillera Oscura?'

Sin embargo, los latigazos que estaba recibiendo sin duda se parecían a los de su madre, por lo que terminó gritando involuntariamente, '¡N-no! ¡Mami, me equivoqué!'

'Puedo aguantar, de acuerdo. Pero...' Girgantia giró la cabeza para mirar a la mujer que agarraba su cola, mientras sus manos se llenaban de una luz azul. En el momento en que ese cúmulo de luz azul explotó y envolvió su cuerpo, sintió una oleada de dolor como si estuviera siendo cocinado en aceite. "¡Gaaargh! ¡Agh! ¡Agh! ¡El dolor! ¡Detente! ¡Me he equivocado!"

"Como esperaba, es lo mismo que estaba escrito. Escucha. Te voy a matar en este momento, aunque me muera."

De nuevo, la mujer con uniforme de sirvienta, ardiendo de hostilidad hacia el dragón, puso sus manos sobre su cuerpo que se retorcía de dolor.

Sin embargo, a medida que pasaban los segundos, la mujer comenzó a sangrar por la boca. Lo sabía. No resulta fácil para un humano reunir la fuerza para reducir a un dragón a este estado. 

"¡El Último Bang es lo que es!"

Una poderosa luz azul cegadora envolvió a Girgantia.

***

El dragón estaba completamente envuelto en el poder sagrado.

'A quién le importa si soy descubierta por Estian en este momento'.

La santa rechinó los dientes. Maldita sea, cualquiera que ponga una mano sobre los líderes masculinos está jodidamente muerto. Maldita sea. ¡Muerto! ¡Soy la única que puede tocar a mis chicos! Son todos míos. Ella jadeaba furiosamente. Antes de que se diera cuenta, la sangre brotaba de su nariz, probablemente debido al uso despiadado de poder sagrado. 

Girgantia se retorcía como un pez arponeado, hasta que finalmente, todo se detuvo, y el poder sagrado se disipó también.

"Hah... hah..."

La santa se derrumbó mientras su visión se desvanecía. Sintió que toda la fuerza abandonaba rápidamente su cuerpo. '¿Voy a morir de esta manera?'

Tal vez sí. Después de todo, había utilizado el poder que se suponía que debía usar al final según la trama de la novela. La santa había muerto, después de haberse esforzado al máximo. 

Mientras la oscuridad invadía su visión, la santa giró la cabeza para mirar a Kane, que estaba tumbado con una expresión relajada. Sintió pesar viendo su apariencia desaliñada y su rostro aparentemente dormido. Aunque la santa aún no había visto a Estian, había conocido a Kane e incluso lo había abrazado, pero pensar que eso sería todo... Como decía el refrán, algo es mejor que nada. Si al menos ella pudiera conseguir a Kane...

'Debería haberle dado un largo beso cuando se desmayó...'

Ese fue el último pensamiento que tuvo la santa mientras se desmayaba, extendiendo una mano hacia Kane.
mayo 28, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 72

Capítulo 72. El Puño del Amor


Todo el mundo en la escena se quedó paralizado ante el inesperado arrebato. ¿Mami? ¿Estaba aquí la madre de ese dragón? 

Todos los ojos recorrieron la sala de audiencias, pero naturalmente, no pudieron encontrar ningún otro dragón. Mientras tanto, otra luz que había aparecido en el aire, atrapó las alas restantes de Girgantia.

"¡Gaaargh!"

Girgantia yacía en el suelo con sus alas inmovilizadas como un espécimen en exhibición. Pronto se agitó, provocando que se levantara otra espesa nube de polvo. El dragón desgarró el suelo con su frenético forcejeo, haciendo que salieran disparados fragmentos de mármol hacia Cecile.

"......!" Cerrando los ojos con fuerza, ella se preparó para el impacto de los escombros que se acercaban, pero en ese instante, un par de brazos robustos la agarraron por su cintura y la empujaron hacia atrás. La fuerza del tirón hizo que el libro que llevaba en la mano cayera al suelo.

Los fragmentos de mármol apenas rozaron el cabello de Cecile y se estrellaron contra la pared con un fuerte estruendo. La visión de la pared, ahora en ruinas, destruida por la colisión, le produjo escalofríos a ella. Si Estian hubiera tardado un poco en tirar de ella hacia atrás, su cabeza habría sido destruida.

Justo cuando Cecile se dio cuenta del peligro del que había escapado, un suspiro de alivio salió de la boca de Estian. 

Cecile se giró al oírlo y pudo darse cuenta en el momento en que sus miradas se encontraron, '¡Estoy muerta!'

Estian levantó la mano. 'De ninguna manera va a golpearme, ¿Verdad?' Nunca había hecho algo como eso. Sobresaltada, Cecile cerró los ojos con fuerza. Sin embargo, él sólo levantó la mano para sacudir suavemente el polvo del cabello de Cecile. Dijo, "Creo que necesito tener una larga charla contigo después de acabar con ese dragón."

"¿Te vas a enfadar?"

"Obviamente", respondió Estian, y su tono evidentemente enfadado hizo que Cecile se encogiera hasta que vio una herida en una de sus mejillas. Como sólo ahora brotaba la sangre, parecía haber sido infligida cuando él la protegió de los fragmentos de mármol que volaban hacia ella hace unos momentos.

"¡Su Majestad, está sangrando!" exclamó Cecile y extendió la mano hacia su rostro, pero Estian retrocedió. En cuanto escuchó la palabra 'sangre', evitó apresuradamente su mano, como si no quisiera sentir su contacto. La mano de Cecile quedó suspendida en el aire, perdida y vacilante. 

"No me toques con la mano", pronunció Estian, haciendo que la expresión de Cecile se congelara debido al desconcierto. Justo cuando estaba a punto de volver a hablar, ella se abalanzó repentinamente hacia delante y lo abrazó por el cuello. 

Se sorprendió por su acción completamente inesperada. Cuando le iba a preguntar qué estaba haciendo, los labios de ella pasaron por su mejilla. Cuando ella se apartó, sus labios estaban manchados con la sangre y la suciedad que había en su mejilla.

"¡Qué has hecho!" gritó Estian, atónito.

"¡Como me pediste, no lo he tocado con la mano! Sólo con los labios."

"......"

"¡Tenía que limpiarlo! Luego puedes regañarme más fuerte."

"......"

"Eh... ¿Más fuerte?"

El continuo silencio de Estian hizo sudar a Cecile. Mientras líneas de sudor frío recorrían su frente, Estian la tomó en sus brazos y le susurró: "No me enfadaré."

"¿......?"

"Haré como si no hubiera pasado nada."

Tania, que los había estado observando desde un lado con ojos brillantes, pensó, 'No esperaba menos de estos dos. Tan apasionados, incluso en esta situación'.

Al notar la mirada de Tania, Cecile se dio cuenta de lo que estaban haciendo frente a un dragón y recuperó el sentido. "¡Déjame bajar por favor!"

"¿Piensas seguir caminando con un pie herido? Quédate quieta un momento. Voy a acabar con esto de una vez por todas". Sosteniéndola, Estian volvió a tomar su espada de acero negro. 

Obligado a caer al suelo por el hechizo de Cecile, Girgantia sólo podía retorcerse como una bestia atrapada en una red. Sin embargo, matar a un dragón no era una hazaña fácil. 

Cuando Estian se acercó a la bestia, Tania también se acercó con los puños cerrados con fuerza. Pero cuando los dos se acercaron, el cuerpo de Girgantia fue cubierto de repente por una luz azul. El dragón soltó un grito. "¡Gaaargh! ¡Duele! ¿Qué es esto?"

La desconocida volvió a gritar desde el otro lado de las nubes de polvo. "¡El Último Bang es lo que es!"

***

Girgantia quería llorar. La luz que restringía cuatro alas del dragón se dispersaron en el aire y luego azotaron poderosamente su espalda.

"¡Ack!"

Una ferocidad que inducía al llanto y que recordara a su mamá... Debido a la naturaleza de la raza de los dragones, Girgantia tenía conciencia desde que era un huevo. Naturalmente, hablaba más con su madre, lord dragona.

—Girgantia. ¿Cuánto es 1 más 1?

—¡11!

miércoles, 26 de mayo de 2021

mayo 26, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 71

Capítulo 71. ¡Mami, Me Equivoqué!


"¡Su Majestad!"

Una persona sorprendida llamó desde atrás a Cecile, pero ella la ignoró y abrió bruscamente la puerta de la sala de audiencias de la que había huido hacía unos minutos. Apenas entró recibió una ráfaga de viento polvoriento, el interior se había convertido en un campo de batalla. Un gigantesco dragón se movía por todo el lugar, y cada uno de sus movimientos, causaban un desastre. Había mucho ruido en el lugar.

"¡Su Majestad! ¡Tania!" Ellos pudieron escuchar su grito a pesar del caos.

"¿Cecile? ¿Por qué has vuelto?"

"¡Eh!"

Al escuchar sus respuestas se sintió tranquila, puesto que ambos estaban vivos. Poco después, la figura de Estian apareció frente a Cecile entre las nubes de polvo. En el momento en que Cecile vio su rostro furioso, tomó la iniciativa y le gritó, "¡Puedes enfadarte después, pero por favor, primero ayúdame a acercarme a ese dragón!"

"¿Qué?"

Estian se quedó sorprendido. Se había preguntado qué loco había entrado cuando escuchó se abrían las puertas de la sala de audiencias, pero ¿Quién habría imaginado que sería Cecile?

Cecile estaba en un estado terrible después de volver corriendo. Su cabello, que las sirvientas habían peinado hermosamente, estaba despeinado. Su vestido estaba rasgado inexplicablemente y dejaba al descubierto unas de sus blancas piernas. Además además había pisado algo durante el camino y sangraba su pie. Estian sintió una mezcla de rabia y angustia al verla con ese aspecto. Pero en el momento que sus ojos se volvieron agudos, Cecil le gritó pidiéndole que la acercara al dragón.

"...¿Qué?"

Cecile dijo sin vacilaciones. "¡No hay tiempo para explicaciones! Ya has derrotado al dragón muchas veces, pero sigue levantándose de nuevo, ¿Verdad? Eso se seguirá repitiendo si no me encargo de él!"

"¡......!"

Los ojos de Estian se agrandaron ante sus palabras. Ella estaba en lo correcto. Se había estado enfrentando al dragón junto a Tania. No, siendo precisos, había una persona más con ellos. Alguien más desde el lado opuesto, estaba luchando contra el dragón. La figura del otro combatiente estaba oculta debido al enorme cuerpo del dragón y al polvo en el aire, pero resultaba evidente que tenía una habilidad formidable. 

Sin embargo, eso no mejoraba la situación. Habían derrotado al dragón y lo vieron caer al suelo, pero al momento siguiente, se ponía de pie con el mismo aspecto que al principio. Cuando el dragón vio a Tania sorprendida por el espectáculo, el dragón le gritó, —¿Sorprendida? ¡Esta es la habilidad especial de nuestra raza conocida como Sección de Repetición Infinita! ¡Es la capacidad de mantener nuestra mejor condición en cualquier momento!

Mientras el dragón parloteaba palabras incomprensibles, en medio del sonido del edificio que se derrumbaba, la voz de una mujer irrumpió desde el otro lado. —¡Parloteando sobre una función de bucle! Argh, ¡Por qué escribí algo como eso!

Estian no tenía la menor idea de lo que ella estaba diciendo, pero en cualquier caso, la situación no parecía favorable. Fue en ese momento cuando Cecile apareció de repente. Viendo que Estian dudaba, Cecile volvió a gritar, "¡El dragón no caerá nunca si no usamos el hechizo del Lord Dragon!"

"¡Y dónde vamos a encontrar ese hechizo!"

"¡No hay necesidad de buscarlo, porque está en mis manos!"

En ese momento, Estian miró el libro en las manos de Cecile, que decía 'terminé domando a un dragón de repente'.

"......"

"¡Entiendo por qué pones esa cara, pero ahora mismo tienes que confiar en mí!" suplicó Cecile, aferrándose apresuradamente a Estian y viendo que su expresión se volvía fría. "¡Luego te explicaré los detalles! De todos modos, ¡Aquí está el hechizo del Lord Dragón!"

"Cecile, yo..."

"¡Oh, bueno!"

Viendo que Estian seguía dudando, Cecil se precipitó sola a la refriega. Acercándose al dragón, abrió el libro para leer en voz alta lo que estaba escrito dentro. "Yo, la gobernante de toda la creación, te ordeno, oh insensato y malvado, ¡Que alas sean atadas por las Cadenas de Iside!"

En el momento en que Cecile entonó la primera parte del hechizo, una masa de luz de formas intrincadas se elevó sobre el dragón. La luz comenzó a envolver rápidamente las alas de la criatura. Girgantia gritó conmocionado por la repentina aparición de las lianas de luz. "¡Esto es...!"

Al presenciar lo que sucedía, Richard que rodaba por el lugar con aspecto de estar medio muerto, gritó asombrado: "¡Q-qué! Eso es un poder que casi se perdió en la antigüedad!"

Independientemente de que Richard se sorprendiera, Cecile estaba a punto de continuar y leer la siguiente parte del hechizo cuando un trozo de piedra, desprendido del techo debido a los forcejeos de Girgantia, descendió hacia ella. Pero no sintió dolor. Estian lo había destruido de un puñetazo antes de que pudiera alcanzarla. Viendo que Estian la protegía, Cecile continuó recitando el hechizo sin impedimentos. "¡Que otras alas sean atada por la Lanza de Orfeo! Y otras, por la Espada de Durs."

Dos masas de luz más aparecieron entonces, y al igual que la primera, encadenaron dos de las alas del dragón. Envuelto en la luz, la bestia cayó al suelo y comenzó a agitar sus alas sin éxito. "¡Ridículo! ¿Cómo es posible? ¡Una humana! Seguro que este hechizo es..."

A Cecile no le importó si el dragón estaba sorprendido mientras terminaba de recitar el hechizo. "¡Las últimas alas serán atada por mi poder, la gobernante de toda la creación...!"

En ese instante, una palabra que no podría describirse con oídos humanos salió de su boca. Incluso ella misma se sorprendió. 'Sólo estoy leyendo el texto de un libro, ¿Por qué sale de mi boca una palabra tan extraña? Más bien, esto... ¿Está en letras que no conozco? ¿Cómo estoy leyendo esto?' En medio del asombro de todos los demás, Cecile completó la última parte del hechizo. "אָשׁד"

Y, al mismo tiempo, el dragón gritaba, "¡N-no! ¡Mami, me equivoqué!"

lunes, 24 de mayo de 2021

mayo 24, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 70

Capítulo 70. ¡Mami, Me Equivoqué!


Cecile miró el título del libro que decía, 'terminé domando a un dragón de repente'.

Cuando apareció el dragón, Estian había ordenado rápidamente a Kane que enviara a Cecile al Palacio de la Emperatriz. Llevada por Kane a su habitación, se quedó aturdida durante un rato antes de correr de repente hacia su estantería, gritando: "¡Conozco esta situación!"

Cecile se apresuró a tomar un libro como si estuviera poseída por algo. Hojeó rápidamente sus páginas y pronto encontró la parte que buscaba.

Un hechizo para atar dragones que se había olvidado en el tiempo, estaba ahora en manos de Cecile. Ella había creído que se trataba de un simple libro, pero contenía el hechizo, perfectamente registrado. No se trataba de magia, sino del poder de las palabras que gobernaba la tierra al principio del mundo. Ese poder había cruzado el tiempo para caer en su poder.

Cecile sintió que se le ponía la piel de gallina mientras leía aquella página; todo lo que se narraba antes y después de esta parte coincidía con su situación actual. Un dragón nacía de repente en el momento en que la protagonista ponía las manos sobre un huevo desconocido, y la bestia asesinaba indiscriminadamente.

'¿Qué está pasando? ¿Por qué todo es igual que en la historia? Además, este libro...'

'Terminé domando a un dragón de repente' no era el tipo de libro que a Cecile le gustaba... aunque en realidad se trataba de la crianza de un pequeño dragón que crecía hasta convertirse en un dragón adulto durante una breve separación. Luego el dragón regresaba a la heroína diciendo, 'Por fin te he encontrado.  No volveré a separarme de ti', obsesionado con ella. Cecile sólo conservaba ese libro porque la protagonista tenía el mismo que ella. 

'¿Cuándo lo leí?' se preguntó. Si no recordaba mal, durante sus días en la villa real de Navitan, se lo regaló una de las sirvientas para que lo leyera.

'¿Quién fue?'

Por alguna razón, ella no recordaba nada de aquellas sirvientas con las que estaba todos los días. Cecile se sentía perdida ante la abrupta ausencia de sus recuerdos cuando la asistente a su lado se acercó diciendo, "Su Majestad, este lugar también puede ser peligroso. Debe darse prisa y refugiarse en otro lugar."

"¿En serio?" Contestó Cecile, pero justo cuando estaba a punto de moverse, se detuvo y lanzó una aguda mirada a la asistente. "¿Quién eres?"

"¿Perdón? ¿Qué quiere decir, Majestad? ¿No me ha visto también por la mañana?" La asistente respondió con una cara de desconcierto, pero a pesar de ello, Cecile dio un paso atrás en retirada.

"Su Majestad, vayamos primero a un lugar seguro y busquemos a los demás más tarde..."

La asistente estaba ansiosa y no sabía qué hacer mientras Cecile se alejaba de ella. La otra asistente que estaba al lado también parecía preocupada, con la mirada perdida entre Cecile y su colega. Sin embargo, Cecile se dio la vuelta con el libro en la mano. El Palacio de la Emperatriz, que hasta ahora le resultaba tan familiar y acogedor, le resultaba de repente extraño. Nada había cambiado y el dragón estaba lejos en la distancia, pero sus instintos le gritaban que estaba en el lugar más peligroso.

Cecile miró a las asistentes que se acercaban a ella. Nunca había visto sus caras por aquí. Tal vez había un problema con ella, ya que no recordaba a sus sirvientas en Navitan, sin embargo...

'¡Esta gente es peligrosa!'

En el momento en que pensó esto, Cecile se quitó inmediatamente los tacones y comenzó a correr a toda velocidad.

"¡......!"

Las dos asistentes fueron sorprendidas con la guardia baja cuando fueron empujadas por ella. Ella corrió a toda velocidad sin mirar atrás, dirigiéndose a la sala de audiencias. Las asistentes durante el camino, la llamaron sorprendidas, pero ella no les hizo caso.

'Tengo que volver con Su Majestad. Y encontrar a Tania también.' Cecile sabía dónde estaría más segura, incluso con un dragón desenfrenado cerca. Sin Estian, no había refugio seguro en ningún lugar, así que no tenía más remedio que estar a su lado. 'Aunque creo que recibiré un gran regaño si vuelvo...'

Estian le había pedido especialmente a Kane que la alejara, y sin embargo ella estaba ignorando sus esfuerzos al volver de nuevo. Tal vez había exagerado y las asistentes de antes intentaban alejarla por sincera preocupación. 'Pero...'

Al pasar por delante de las desconcertadas asistentes, Cecile miró el libro que tenía en sus manos. Pudo encontrar la página que estaba leyendo hace un rato incluso mientras corría.

Cecile no dudó más en el momento en que leyó esa frase. Su instinto le pedía a gritos que hiciera lo que estaba escrito en la historia.

'Qué curioso'.

A diferencia de las asistentes de antes, no sentía que fuera peligroso volver. De hecho, la hizo sentir como si alguien le tendiera la mano y la arrastrara. Cecile se preguntó quién fue la primera persona que le dio este  libro. Se le ocurrió enviar a alguien a Navitan para encontrar a la sirvienta que lo hizo después de que todo este caos se arreglara.

Mientras corría, sintió un dolor en la planta de los pies. Había pisado lo que un fragmento de piedra rota proveniente de los escombros del techo derrumbado. Sin embargo, este dolor no fue motivo para detenerse. Según el libro, el dragón no podía ser derrotado a menos que ella fuera, así que debía hacerlo.

Cuando ella se acercó a la sala de audiencias, los caballeros que estaban en el lugar advirtieron a Cecile que no entrara, pero dudaron en actuar, mientras que Cecile seguía pasando por delante de todos ellos con determinación.  Incluso ahora el palacio temblaba, los sonidos de destrucción se podían escuchar desde el exterior. Estian y los demás que estaban adentro seguían enfrentándose al dragón.

miércoles, 19 de mayo de 2021

mayo 19, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 69

Capítulo 69. ¡Odio A Los Lagartos!


¡Pow! ¡Pow! ¡Kapow!

Sonidos de impactos, fuertes y rápidos, resonaron por toda la sala de audiencias. Estian vio a Tania, golpeando las patas del dragón a una velocidad que ni siquiera él podía discernir con sus ojos. Esta escena le hizo recordar lo que Kane le había informado sobre Tania cuando regresó al palacio imperial con el Bosque de Tetín.

Aunque parezca una joven ordinaria, es la única hija del Margrave Kaniche. He escuchado que, como resultado de una rigurosa educación especializada, es experta en el manejo de la espada y en el combate cuerpo a cuerpo, además de ser experta en venenos. Pero eso no es todo, al parecer, la muchacha posee una fuerza descomunal, al igual que el Margrave Kaniche. Es algo bueno. Puede que el Margrave Kaniche esté un poco furioso, pero estoy seguro de que no hay ninguna joven más adecuada para proteger a Su Majestad. Será un alivio tenerla cerca en situaciones de peligro.

Por eso Estian la había dejado al lado de Cecile para que hiciera de guardaespaldas.

Observó cómo el dragón estaba siendo golpeado por Tania mientras se agarraba las patas y rodaba por el suelo de dolor. Nunca se había imaginado que ella tuviera una fuerza tan monstruosa como para golpear a un dragón.

"¿Lo más peligroso a estado cerca de Cecile?" Incluso mientras Estian murmuraba para sí mismo, los puños de Tania que no conocían el descanso, seguían castigando el cuerpo de Girgantia.

***

"¿Cómo...?"

La santa miró al hombre que había caído a su lado. Ella conocía al hombre que sangraba por la cabeza, inconsciente después de haber impactado contra el suelo y haber rodado lejos.

"¿Kane?"

Una existencia que ella había creado, al igual que aquel dragón. Además, había puesto aún más esfuerzo en su creación que en la de los demás.

"Por qué..." La santísima murmuró para sí misma mientras tomaba a Kane entre sus brazos. Desde los tiempos de antaño, los romances contaban con un protagonista masculino, así como con un personaje que ostentaba un encanto no menor que al del protagonista masculino, pero que no estaba destinado a estar con la protagonista femenina. Ese no era otro que Kane.

Kane tenía el cabello rojo y los ojos azules. En la historia que ella había escrito, él se enamoraría de los encantos de Cecile la Emperatriz... Por supuesto, esto ocurriría después. Pero como Kane era un hombre de corazón noble, se aferraría a sus principios y se limitaría a observarla desde la distancia hasta el final de sus días.

El primer personaje secundario masculino que ella había creado, estaba cubierto de sangre y rodando por el suelo. Las manos de la santa que sujetaban a Kane se tiñeron de luz azul y luego las heridas del cuerpo de Kane comenzaron a desaparecer rápidamente. El inconsciente Kane abrió lentamente los ojos.

"¿Quién...?"

Parpadeó repetidamente, pero la santa le cubrió los ojos con una mano, como para tranquilizarlo, y luego le susurró al oído, "Quédate tranquilo. Volveré después de ocuparme de todo."

"¿Eh...?"

La mano de la santa volvió a brillar con una luz azul y el cuerpo de Kane volvió a desfallecer cuando estaba a punto de levantarse. Colocó con cuidado en el suelo a Kane y se levantó. Fue entonces cuando Girgantia, que había estado sufriendo el furioso ataque de Tania, retrocedió hasta quedar frente a la santa, que se acercó para agarrar el extremo de la cola del dragón. "¿Te atreves a hacer daño a mi hombre?"

En los ojos de la santa ardía un fuego.

A la santa le gustaba este mundo. Después de todo, lo había escrito con una leve inspiración. Ella no sufrió un bloqueo al escribir ni una sola vez mientras desarrollaba la historia, como si estuviera representando a individuos reales que existieran en algún lugar de otro mundo. La razón por la que ella continuó escribiendo se debió en parte a la facilidad con la que avanzó en la historia, pero también a que todos los personajes secundarios masculinos de la historia eran de su agrado.

'Fue muy divertido escribirla'. Ella había dado vida a sus personajes con la mentalidad de beneficiar al género femenino. 

El poder sagrado comenzó a acumularse rápidamente en su mano que agarraba la cola de Girgantia. "Por el pecado de herir la cara de los personajes secundarios masculinos". La santa miró al dragón con ojos llenos de determinación. "No creas que esto va a terminar con una simple muerte." Sentía una furia más grande que la vez que recibió un comentario que diciendo, 'Tu escritura es una mierda'.

***

Cecile corría como una loca.

"¡Su Majestad! ¡No debe!"

Los asistentes le pisaban los talones tratando de alcanzarla, pero no eran lo suficientemente rápidos. Cecile sostenía un libro en sus manos mientras corría, uno de los que Tania había traído hace un rato.

'¡Seguro que es igual que en la historia!'

Aunque pareciera increíble, Cecile conocía la situación. Miró fijamente el libro que tenía en sus manos. Delegación de Stoan. Objeto excavado en una mazmorra desconocida. Y un dragón.

'¡Yo conozco esto!'
mayo 19, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 68

Capítulo 68. ¡Odio A Los Lagartos!


"¿Todos huyeron tan rápido?"

Las personas aterrorizadas habían desaparecido sin dejar rastro. Sólo había una puerta abierta en donde solían estar, que se agitaba con el viento. Fue en ese momento.

¡Shwwk!

Una intensa luz carmesí se precipitó hacia el cuerpo del dragón acompañada del sonido de algo que se abría paso a través del viento, y en el momento en que chocó contra la bestia...  "¡Gaargh!"

Se produjo una estruendosa explosión que hizo retroceder a Girgantia. El dragón extendió sus alas y clavó sus garras ante el repentino ataque para intentar frenarse. Por otra parte, Richard que estaba bajo las patas de Girgantia, salió rodando a un rincón de la sala de audiencia.

"¡Cómo te atreves, como un humano!" El dragón rugió.

"Demasiado tarde para quejarse". Estian volvió a blandir su espada contra el dragón que lo miraba. El aura de espada era un poder que incluso los caballeros comandantes tenían dificultades de utilizar, pero se materializaba con suma facilidad cada vez que Estian movía su espada. Se produjo el sonido de otro golpe, Girgantia fue empujado hacia atrás y terminó estrellándose con la pared.

El suelo y el techo comenzaron a resquebrajarse con un crujido audible. En primer lugar, la edificación había estado temblando desde el momento en que aquel enorme dragón se posó en el suelo. Estian frunció el ceño hacia Girgantia cuando éste volvió a levantar la cabeza entre los fragmentos que cayeron del techo.

'¿Cómo voy a acabar con eso?' reflexionó el Emperador.

Nunca se había encontrado con un enemigo semejante. Estian había escuchado que los dragones eran inmunes a la magia. Se desconocía si la fuerza física resultaba eficaz contra la criatura de la antigüedad. Estián se miró la mano que empuñaba su espada y vio lo que parecía ser un humo rojo que circulando a su alrededor. "Maldita sea."

Sabía lo que estaba pasando. La Sangre de Eugendiph, que se vio obligado a ingerir hace tanto tiempo, había percibido una crisis y trataba de salir. Su aparición no se debía al miedo, sino simplemente a la alegría de encontrarse con un enemigo digno de destrozar. Estian giró la cabeza hacia la puerta por la que habían salido todos los demás. Había confiado Cecile a Kane y le había ordenado que se la llevara rápidamente, junto con las demás personas también.

'Siendo ese el caso...'

Ya que no había nadie que lo viera... ¿No estaría bien usar el poder dentro de la Sangre de Eugendiph? Pero mientras Estián se encerraba brevemente en sus pensamientos, algo que se movía llamó su atención.

"¡Vete!"

Había pensado que todos habían huido, pero una persona permanecía en la esquina, temblando. Se trataba de una cara conocida. Tania, la dama de compañía elegida por Cecile, temblaba en el rincón mientras miraba al dragón.

'Maldita sea. ¿Por qué se ha quedado atrás cuando los demás han corrido por sus vidas?'

A juzgar por sus temblores, parecía que ella ni siquiera podía moverse por el pánico. En realidad, a Estian no le importaba lo más mínimo si alguien más vivía o moría, pero... 'Estoy seguro de que Cecile se entristecerá si esa mujer muere'. Cecile se llevaba bien con Tania, diciendo que había encontrado una amiga con una afición en común.

'¿O simplemente la ignoro?'

Cuando recordó en cómo Tania había comido fruta de la mano de Cecile, no sintió muchas ganas de salvarla, pero sacudió la cabeza un momento después. Aunque a Estian no le agradaba la mujer, no podía permitir que alguien que le agradaba a Cecile muriera. Podía imaginar cuánto lloraría Cecile con la muerte de Tania. Había llorado todo el día porque él había tirado una joya, así que seguramente lloraría durante un mes si ella muriera. Estian no soportaría eso.

Girgantia abrió sus fauces viendo a Estian distraído. Chispas de llamas comenzaron a surgir en el interior de la boca dragón. El dragón pensaba liberar el aliento de dragón, la especialidad de su especie. Sin embargo, hasta ahí llegó.

¡Pum!

De repente, alguien se subió a una de las alas de Girgantia y le cerró la boca de una patada mientras intentaba exhalar fuego.

"¡Egh-peh-peh!"

Gracias a eso, el dragón tuvo que cerrar la boca emitiendo sonidos bochornosos.

"¡Kane!" gritó Estian. Era Kane quien había pateado al dragón. "¡Por qué has vuelto!"

El caballero comandante había regresado preocupado por Estian cuando debería haberse quedado quieto y proteger a Cecile después de llevársela.

"Me he mordido la lengua". Girgantia escupió saliva ensangrentada, luego enroscó su cola alrededor de la pierna de Kane y lo arrojó hacia un lado, haciéndolo chocar contra el suelo. Ahora que se había encargado del estorbo, el dragón volvió a centrar su atención en Estian. 

Esperaba que él hubiera huido, pero vio que se había dirigido a la mujer humana del rincón. El gran cuerpo de la bestia se movió con premura y el suelo se hundía con cada pesado paso que daba. Pero justo cuando Estian estaba a punto de ponerse delante de Tania porque Girgantia se acercaba furiosamente, Tania gritó por detrás de él, "¡Ahhhhh! Aléjate!" Como si eso hiciera que el dragón se detuviera.

En el instante en que Estian contemplaba si debía arrojarla por la ventana hacia el foso, Tania volvió a gritar. "¡Odio a los lagartos más que a las cucarachas!"

Y entonces... ella pasó corriendo por un lado de Estian para golpear con sus puños al dragón.

martes, 18 de mayo de 2021

mayo 18, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 67

Capítulo 67. Girgantia


Además, tenía una espada forjada en acero negro. Aun así, parecía que no había nadie aparte del Emperador, que pudiera hacerle daño. Después de captar su entorno, el dragón rió satisfecho. 'Definitivamente ascenderé a la cima de todos. Destruiré cosas todos los días, y mataré a todos los seres vivos del continente'.

El dragón recién nacido tenía un plan tan sólido para el futuro que, si un dragón adulto estuviera cerca para escucharlo, lo habría elogiado. Pero justo cuando el dragón extendió sus alas y estaba a punto de cometer su primer asesinato, la puerta detrás de él se abrió de repente.

"¡......!"

Al sentir una presencia extraña, el dragón contuvo la respiración y miró hacia atrás, donde vio a una mujer entrando por la puerta. La mujer miró al dragón, con el ceño fruncido, y gritó, "¡Eh, qué hace el jefe final de la historia apareciendo aquí!"

***

Todos, desde Estian hasta el dragón, estaban desconcertados, pero la santa era la más confundida de todos. Había entrado alegremente al escuchar el ruido que indicaba que la bestia fantasma estaba naciendo como ella había escrito, pero lo que encontró no fue una bestia corriente sino un dragón. La santa volvió a gritar al dragón en su incredulidad. "¡Nunca escribí que saliera un dragón!"

Esto era un error. Estaba segura de que, según lo que había escrito, nacería una bestia fantasma llamada Garum después de que Estian tocara el huevo de la bestia fantasma. Garum era un lobo enorme que servía de guardián de la entrada del inframundo, impidiendo que los vivos entraran. Por esa razón, el lobo sentía hostilidad hacia todos los seres vivos. Pero lo que vio fue una cola gigantesca, cuatro alas y una piel cubierta de escamas negras.

Era el último dragón de este mundo, Girgantia. ¿Cómo no iba a saberlo? ELo había incluido en la novela para devastar medio mundo hasta que fuera derrotado por el poder del amor entre Estian y ella. Además, los dragones se consideraban seres divinos en este mundo, por lo que ni siquiera estaban incluidos en la lista de bestias fantasma.

'¡Tampoco debería haber aparecido aquí! ¿Por qué ha aparecido en el palacio imperial cuando se supone que se encontaría en la Cordillera Oscura?' Gritó internamente la santa.

En términos de un videojuegos, era como si el jefe final apareciera de repente en una zona de principiantes. Después de todo, ella se había inspirado para hacer Girgantia el jefe final mientras jugaba un videojuego.

'¿Cómo voy a derrotarlo?'

En su historia, Girgantia moría en la zona más recóndita de su nido en la Cordillera Oscura. '¡No se puede matar sin el armamento antidragón preparado en ese lugar por los antiguos! Entonces, ¿Qué se supone que debo hacer ahora?' Se quejó mentalmente.

El dragón fue creado con tanto poder que se necesitaban bastantes artículos para derrotarlo. La santa recordaba vagamente que por esa razón por la que la parte central de su historia consistía en que Estian y Cecile recorrían las tierras para preparar esos artículos. Por su puesto, durante ese tiempo, Estian ardería de celos cuando Cecile se encontrara con los personajes secundarios masculinos; Kane, el caballero comandante, Richard, de la Torre de los Magos, Ruin, el príncipe imperial del continente Hyun, entre otros.

Entonces, ¿Por qué estaba el dragón aquí? ¿Cómo podía terminar cuando acababa de empezar? ¿Cuándo ni siquiera ella había probado las partes dulces de la historia? La santa reprimió la ira que bullía en ella mientras miraba al dragón.

'Bueno, ¿Cómo mataron al dragón en la novela?'

Pero al recordar los últimos momentos del dragón en la novela, se le fue el color de la cara. "Maldita sea..."

El dragón había sido asesinado por la santa, a costa de su vida. Richard fue inútil, puesto que la criatura era inmune a la magia. Así que fueron Estian, Kane y Ruin quienes se enfrentaron al dragón. Sin embargo, no tenían suficiente fuerza para acabar con el dragón, por lo que la santa reunió todo su poder sagrado para morir junto al dragón. Además, recordó vagamente haber escrito que ni siquiera los restos de la santa pudieron ser encontrados después...

"¡Eso es ridículo! ¡Ni siquiera me he acostado con el protagonista masculino, ni con los personajes secundarios masculinos! ¡No puedo morir aquí!" Gritó de repente.

Mientras la santa se agarraba la cabeza con desesperación, el dragón que había estado observando todo el tiempo, preguntó: "Humana. ¿Qué tonterías has estado diciendo todo este tiempo?"

"¡Cállate, Girgantia! Estoy hablando en serio."

"¡......!"

El grito de la santa sorprendió a Girgantia, haciendo que éste se encogiera. El dragón acababa de nacer. Todavía no había dejado su nombre en la historia, así que ¿Cómo sabía esta mujer su nombre? Ella llevaba lo que llamaban un 'uniforme de sirvienta', así que no debía ser un individuo tan poderoso entre los humanos. Pero su aura rebosaba de poder desde el momento en que entró.

"Bueno... te mataré lentamente más tarde. Creo que primero me encargaré de los otros humanos". Sintiéndose ahora algo incómodo por matar a la santa inmediatamente, Girgantia giró la cabeza hacia la esquina donde antes estaban reunidos los otros humanos. Fue entonces cuando los ojos del dragón se agrandaron.

lunes, 17 de mayo de 2021

mayo 17, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 66

Capítulo 66. Girgantia


Mientras Richard estaba ocupado recordando el pasado, otros puñetazos salieron volando hacia su cara. ¡Smack, smack, smack!

"¡Oh, deja de pegarme! Habla, ¡Maldita sea!" gritó.

En cualquier caso, un portador de la Sangre de Eugendiph estaba golpeando su cara sin contenerse. Sería difícil soportarlo, incluso con su cuerpo fortalecido. Temiendo que a este ritmo le volvieran a arrancar la cabeza, Richard le dijo a Estian, "¡No es gran cosa! Es el huevo de una bestia fantasma. No hay forma de que se despierte a menos que usted, Emperador, lo toque."

Justo cuando Richard gritó en su defensa mientras intentaba esquivar los puños de Estian, se escucharon algunos crujidos. Al mismo tiempo, todos en la sala de audiencias se quedaron atónitos mientras una presión aterradora caía sobre ellos. Richard miró a un lado sorprendido y descubrió que mientras su atención había estado en otra parte, el huevo que antes estaba en manos de la Emperatriz estaba flotando en el aire. Ahora el propio espacio comenzaba a deformarse alrededor del huevo. Cecile, que había estado escuchando la explicación de Richard, dijo desconcertada, "¿Pero se ha despertado?"

Al escuchar sus palabras, el propio Richard comentó con voz aturdida, "...Oh, eso parece." Eso provocó que Estian le diera otro puñetazo.

"¡Pero eso es imposible! ¿Por qué está reaccionando a esa mujer?"

No tenía sentido. Cuando Richard se enteró de que Estian se casaba, había investigado qué clase de mujer era la futura Emperatriz. Descubrió que era una hija ilegítima nacida entre el Rey de un país pequeño y una sirvienta. Una mujer algo bonita que fue abandonada en una villa real para que la criaran sirvientas. También, destacaba que le gustaban las frutas, y eso lo resumía todo acerca de la Emperatriz, pero en este momento, el huevo reaccionaba a su toque.

"Al toque del más fuerte de todos... ¿No es eso lo que decía?" murmuró Richard. Por primera vez, su expresión se volvió rígida. ¿Se había equivocado al descifrar la losa de piedra? O, ni siquiera eso, ¿Se había descontrolado aquel huevo? Lo único cierto es que la Emperatriz no tenía nada especial, aparte del rostro suyo. Mientras tanto, el huevo que se había elevado en el aire emitió sonidos de crujidos cuando su cáscara comenzó a partirse, y poco después una gran ala salió disparada por una grieta.

Algo largo había salido del huevo. El ala que había salido disparada del huevo tenía un aspecto extraño; no estaba cubierta de plumas, sino de una piel escamada y gruesa que brillaba a la luz.

"¡Eso es...!"

Entre la gente de la sala de audiencias, un general que se había enfrentado a muchos tipos de monstruos en numerosas batallas gritó asombrado. La mayoría de los monstruos no podían ni siquiera hacerle fruncir el ceño, pero el general estaba temblando mientras se dirigía a Estian y le pedía, "Su Majestad, debe irse. Esto es un..."

En ese momento, tres alas más salieron disparadas del huevo... Incluyendo la primera, ahora habían cuatro. Según leyendas, la única criatura de cuatro alas era un...

"¡Dragón!"

Quizás reaccionó al grito, el pequeño huevo se rompió por completo y lo que apareció en el aire fue un cuerpo gigantesco que llenaba la mitad de la espaciosa sala de audiencias. Todos los presentes corrieron, gritando. Algunos saltaron por las ventanas, vencidos por el miedo. Estian se deshizo de Richard y tomó en sus brazos a Cecile, que permanecía aturdida.

'Maldita sea. Pensaba que lo peor sería un ataque de varios hechizos'.

Si hubiera sabido que esto sucedería, simplemente habría enviado a Cecile de regreso al palacio de la Emperatriz, pero era demasiado tarde para lamentarse. Por ahora, tenía que hacer que Cecile evacuara de forma segura antes de ocuparse de la criatura.

Estian se armó de valor. Mataría al dragón, y también cortaría a Richard en pequeños trozos. Estian retrocedió mientras rechinaba los dientes. Por otra parte, Richard murmuraba para sí mismo extasiado, "Cielos, impresionante."

Aunque se llamaba huevo de bestia fantasma, en realidad se trataba de un tipo de magia de la rama de invocación. Lo que el huevo daría a luz dependía en proporción al poder de la persona que hiciera contacto físico. Richard había traído el huevo preguntándose qué saldría con el contacto de Estian, pero otra persona lo hizo en su lugar.  Y el resultado estuvo más allá de lo que él esperaba.

'Un dragón. Dios mío, un dragón'.

Los Dragones eran seres que habían desaparecido de estas tierras incluso antes del Clan de Eugendiph. Mientras tanto, el dragón que había nacido en el mundo agitaba sus alas. Richard se acercó al dragón emocionado. Viendo su gran tamaña a pesar de que acababa de nacer, seguramente crecería hasta alcanzar por lo menos el tamaño de una montaña, cuando fuera completamente maduro. Mientras medía su tamaño, Richard se dio cuenta del problema más fundamental y se preguntó a sí mismo. "¿Pero cómo se atrapa a un dragón? ¿No son inmunes a la magia?"

Fue entonces cuando los ojos de Richard y el dragón se encontraron. En ese momento, Richard escuchó una voz que reverberaba en su cabeza como el sonido en una cueva.

"¿Acabas de decir que vas a atraparme?"

¡Crunch!

El dragón procedió a golpear a Richard con su pata delantera y aplastarlo con fuerza contra el suelo varias veces antes de darse la vuelta. Muchas criaturas estaban apiñadas en una esquina de la habitación. Aunque acababa de nacer, el dragón poseía suficientes conocimientos para identificarlas. Aquellas criaturas eran humanos, seres pequeños y débiles. Aunque hubiera un individuo fuerte entre ellos, serían incapaces de siquiera de atravesar sus escamas. Sin embargo, había algo entre ellos que parecía humano pero no lo era. La gente lo había llamado el Emperador. 'Ese parece un poco problemático de tratar'.

domingo, 16 de mayo de 2021

mayo 16, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 65

Capítulo 65. El Clan De Eugendiph 


'¿Richard? ¿El maestro de la Torre de los Magos?'

El hombre era tan famoso en el continente que incluso Cecile conocía su nombre. Después de todo, Richard siempre se mencionaba en las misteriosas historias sobre la Torre de los Magos. Se trataba de un individuo misterioso del que se decía que había vivido durante mucho tiempo, y aparte del título de Lord de los Magos, también se le conocía como el Gran Sabio. Pero a pesar de todo, Cecile se sentía inexplicablemente extraña por dentro.

'Debería dejar de leer novelas con magos como protagonistas masculinos a partir de hoy'.

Cecile se echó encima la capa de Estian. Richard era muy guapo. La mayoría de los protagonistas masculinos magos en las novelas del continente se basaban en Richard, por lo que incluso sus nombres eran en su mayoría versiones ligeramente diferentes del suyo: Hardt, Lehart, Rihard, entre otros. Además, Richard fue representado como un hombre frío, altivo y orgulloso de pocas palabras. Normalmente se describía como el tipo de personaje que ignoraba a la protagonista femenina al principio, pero que luego acaba siendo su títere...

'Quién diría que se convertiría en un acosador pervertido'.

Cecile podía sentir que la imagen del Gran Sabio en su mente se desmoronaba.  Mientras tanto, Richard estaba siendo agitado bruscamente en la mano de Estian.

"¡Oh, sólo tócalo te digo! ¡Te digo que las palabras escritas en la losa son reales! ¡Dame el beneficio de la duda y tócalo! Sólo una vez."

Al lado del gritón Richard estaba el representante del Reino de Stoan, desplomado de rodillas y con la mirada perdida, murmurando: "¿Que hacía en nuestra delegación?"

"¡Pues está claro!" gritó Richard en respuesta al representante, incluso mientras estaba siendo sacudido en el aire por Estian... aunque, por supuesto, eso sólo sirvió para provocar que éste lo sacudiera aún más fuerte.

'Me pregunto si mi trabajo ya está hecho'. Cecile meditó para sí misma mientras se giraba para mirar a otra parte, e inmediatamente sus ojos se agrandaron. Se puso en pie inmediatamente, haciendo que la capa de Estian se cayera hasta el suelo, pero ella ni siquiera pensó en eso mientras corría hacia Estian. "¡Su Majestad!"

Estian miró hacia atrás al escuchar la voz de Cecile y vio el brazo que le había cortado a Richard hacía unos instantes precipitándose hacia su dirección mientras sostenía el objeto que había traído. Cecile se interpuso entre Estian y el objeto. Antes de que Estian pudiera hacer algo, Cecile hizo contacto con el objeto traído por Richard. Al mismo tiempo, el mundo se estremeció, y sonidos de crujidos eclipsaron todos los demás. La bestia fantasma estaba despertando.

***

"¿Qué está pasando?" Richard que todavía tenía el cuello de la camisa agarrado por Estian. Había hecho que su brazo cortado recogiera el huevo y se moviera mientras todos los demás estaban distraídos.

'Sólo necesito que haga contacto físico'.

Richard pensó que había tenido éxito cuando el brazo que llevaba el huevo se dirigía hacia Estian, pero ¿Quién pensaría que la Emperatriz interferiría en su plan?

'De todos modos, el huevo no reaccionará ante una mujer normal y corriente'.

Richard recordó las palabras escritas en la losa de piedra junto con el huevo.

[Se despertará al toque de la más fuerte de todas.]

Al examinar la losa de piedra, Richard pudo identificar quién había creado la losa y la mazmorra: el antiguo Clan de Eugendiph. A ellos pertenecía la mazmorra. Hace mucho tiempo, tenían el monopolio de la magia y el poder en todas las tierras, así que reinaban sobre los demás humanos. Pero incluso entre los miembros de este poderoso clan, había algunos individuos en la cima que sabían que su sangre era diferente a la de los demás.

'Por lo que evolucionaron aún más esa sangre'.

Y sólo había un individuo al que se podía considerar el más fuerte de todos; el portador de la Sangre de Eugendiph, que se creó mediante la recolección de su sangre. La Sangre de Eugendiph era un brebaje elaborado con la sangre de los miembros más fuertes del clan. Sin embargo, había un problema con su creación, sus cuerpos no podían soportar el poder de esa sangre.

'Por eso todos murieron al final... Sin embargo, aquí está de nuevo, resucitado en estos tiempos'.

Richard volvió a escudriñar a Estian de pies a cabeza. La Sangre de Eugendiph fue descubierta hace mucho tiempo en una antigua mazmorra, y desde el mismo momento en que el padre de Estian descubrió su significado, se concentró en controlar su poder. Un número incontable de humanos, hombres bestia y animales fueron arrastrados a sus laboratorios de experimentación en la búsqueda de un cuerpo que pudiera soportar la sangre.

Por aquel entonces, a Richard le pareció extraño que los animales de laboratorio serían vendidos a la Torre de los Magos, se vendieran a otro lugar, lo que hizo que investigara la verdad del asunto y descubriera lo que pretendía hacer el Emperador. Sin embargo, a Richard no se le pasó por la cabeza detener esos experimentos. De hecho, se alegraba hasta el punto de querer agradecer al Emperado.

Los experimentos del Emperador fueron una serie de fracasos. Finalmente, no quedaba mucho de la Sangre de Eugendiph, sólo lo suficiente para una oportunidad más de éxito, momento en el que el Emperador trajo a un niño. Se trataba de su hijo menor, el hijo que había nacido de su unión con la Emperatriz, Estian. Ricardo había chasqueado la lengua mientras veía al niño gritar mientras lo arrastraban.

'Realmente debe de querer controlar la Sangre de Eugendiph, llegando a utilizar a su hijo como conejillo de indias'.

Richard se escondió y esperó cercad del laboratorio.  Como el siguiente experimento iba a ser el último, tenía la intención de llevarse algo a la Torre de los Magos, aunque ese algo fuera el cadáver de un espécimen alimentado con la Sangre de Eugendiph. Pero, en contra de lo que esperaba Richard, Estian salió vivo de aquel lugar... Aunque, para entonces habían pasado ocho años y resultaba difícil decir que seguía siendo un humano, teniendo en cuenta cómo había destruido el laboratorio mientras salía.

viernes, 14 de mayo de 2021

mayo 14, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 64

Capítulo 64. El Clan De Eugendiph 


Una pizca de arrepentimiento apareció en el rostro de la santa mientras corría. 'Supongo que no veré de nuevo a Irene'.

Aunque no tendrían ninguna relación a partir de hoy, hizo lo posible por arreglar a Irene por la mañana antes de salir, pensando que era lo mínimo que podía hacer. Siendo Irene una antagonista de cierta importancia, tenía un aspecto excepcional, por lo que la santa había comenzado el día sintiéndose como si estuviera arreglando a una muñeca mientras le probaba distintos vestidos y distintos peinados.

¿Por qué te esfuerzas tanto? Sólo voy al palacio imperial.

Ya que te echaron la última vez, esta vez tienes que acudir con tu mejor apariencia. Quédate quieta, ¿Quieres? No puedo trenzarte bien el cabello si te estás moviendo.

Probablemente en estos momentos, Irene se había dado cuenta de su desaparición y la estaría buscando por todas partes, pero eso no le importaba a la santa. Tampoco es que Irene estuviera realmente preocupada, sólo habría perdido a una conveniente sirvienta que decía palabras extrañamente correctas.

'¡Si pudiera matar a Cecile hoy...!' Entonces, entraría en el cuerpo de Cecile y Estian sería suyo como correspondía. ¡Este mundo finalmente estaría en el camino correcto!

"¡Allí! ¡Escucho sonidos por allí!"

"¡Atrápenla rápido!"

Mientras la santa corría hacia la siguiente puerta, escuchó los pasos de los caballeros acercándose... Pero en ese momento, un ruido extraño de algo retorciéndose y rompiéndose, sonó de repente en todo el palacio.

"¡Eh!"

"¡Qué es ese ruido!"

La abrupta perturbación hizo que la santa y los caballeros se taparan los oídos. La santa sabía lo que estaba provocando ese ruido.

'¡La bestia fantasma está naciendo!'

La condición para el nacimiento de la bestia fantasma era el contacto físico con un individuo poderoso.  Era seguro que Estian había tocado el huevo de la bestia fantasma.

***

Los caballeros de la sala de audiencias se acercaron al emisario que le presentado algo raro a Estian y lo agarraron por los brazos. 

"Su Majestad, ¿Lo llevamos a otro lugar para matarlo? ¿O lo matamos en este mismo momento?" Uno de los caballeros le preguntó al Emperador en un tono feroz, con ganas de despedazar al emisario de inmediato. Pero el emisario le gritó a Estian, "Su Majestad, ¿Qué forma tiene esto a sus ojos?  ¿Podría describirlo rápidamente? ¡Puede probar tocándolo! ¿No tiene curiosidad por saber qué pasará?"

"......"

Estian lo miró fijamente, luego se acercó lentamente hasta colocarse delante del emisario y lo golpeó en la cara con fuerza, haciendo que la cara de éste se girara. Sangre salió disparada de la boca del hombre junto con un diente roto, pero no se podía encontrar ningún indicio de remordimiento en el rostro de Estian mientras decía, "Richard, bastardo. Estaba sospechando de la Torre de los Magos, ¿Y tú vienes hasta acá?"

Ante eso, el hombre parecía desolado mientras preguntaba, "¡Cómo lo has sabido! ¡Eres muy listo...!"

"¿No sería más extraño que no lo supiera? Fue muy obvio, Lord Mago". Murmuró Kane, que se había acercado.

"¡¿Qué es?! ¡Lo que me delata!"

"Por cómo te obsesionas con Su Majestad y observas sus reacciones."

Kane miró a Richard como si estuviera viendo un acosador. Su expresión de disgusto hizo que Richard estallara. "¡¿No tienes tú también curiosidad?! ¡Tienes la sangre de Eugen...!"

Le dio otro golpe, haciendo que la cara de Richard girara esta vez en la otra dirección. Algo salió disparado de su boca de nuevo, pero nadie le dio importancia. Estian lo levantó por el cuello y Richard comenzó forcejear en el aire. "¡Kagh! Emperador. ¿Qué te parece si me sueltas y hablamos?"

"Vuelve a decir esa palabra y te juro que te mataré la próxima vez. Vamos hazlo de nuevo, te reto. En cuanto a estos hechizos..." Estian frunció el ceño, luego desenfundó la espada de acero negro que llevaba en el cinto e inmediatamente cortó uno de los brazos de Richard.

"Aaah... ¿Eh?"

Los espectadores estaban a punto de gritar, pero miraron sorprendidos el brazo cortado. El hombre estaba desmembrado y sin embargo no había nada de sangre. El brazo salió cortado limpiamente como si perteneciera a un muñeco y rodó por el suelo.

"¿Ehh?"

Y en el momento en que todos los demás se voltearon a mirar al dueño del brazo, sus ojos se agrandaron por la sorpresa. Hasta hace un momento, el hombre que Estian sostenía tenía un aspecto tan poco llamativo que incluso su rostro resultaba difícil de recordar, pero de repente, su apariencia fue sustituida por la de hombre de aspecto imponente y larga cabellera plateada. Su rostro estaba lastimado por los puñetazos de Estian y la sangre brotaba de sus labios desgarrados, mientras que su cabello estaba desordenado. Claramente, era el hombre que había sido golpeado hace un momento. 

Estian rechinó los dientes mientras miraba la cara del hombre.

miércoles, 12 de mayo de 2021

mayo 12, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 63

Capítulo 63. ¿Es Un Huevo? ¿Es Una Roca? ¡No! Esto.. 


"Le pido perdón por mi atrevimiento, pero lo hago sólo porque hay algo que deseo que Su Majestad vea por sí mismo."

"¿Verlo por mí mismo?"

"Efectivamente. Es lo que encontramos en la mazmorra". El hombre abrió la gran caja de madera que traía y sacó con cuidado lo que había dentro.

"¿Qué es?"

"Yo tampoco estoy seguro... pero tiene una forma peculiar."

"¿Peculiar, dices? Yo diría que parece un huevo de algún ave, ¿No?"

"¿Qué estás diciendo? Cualquiera puede darse cuenta que es un trozo de roca."

"Un momento, ustedes dos. ¿Están hablando de esa fruta llena de protuberancias?"

Cada uno de los funcionarios presentes observó el objeto levantado por el emisario y terminaron asombrados. El hombre definitivamente estaba sosteniendo un solo objeto, sin embargo, éste parecía diferente para todos los demás.

"¿Qué está pasando?"

Mientras los demás comenzaban a sorprenderse, el hombre dio un paso adelante con una sonrisa. "Su Majestad. Si puedo preguntar, ¿Qué le parece esto?"

"...¿Qué es eso?" Preguntó el Emperador.

"Eso tampoco lo sabemos. Lo único que sabemos es la frase escrita en la losa de piedra que descubrimos junto a este objeto; Despertará al toque del más fuerte de todos". El hombre se acercó un paso más y tendió el objeto ante Estian. "Por eso deseamos ofrecer esto a Su Majestad."

Los ojos del hombre brillaron de expectación mientras decía, "No importa cuánto lo piense, usted es el único que puede despertar este objeto, Su Majestad, así que por favor, acepte esto."

Cecile y los funcionarios que observaban el desarrollo de los acontecimientos pensaron lo siguiente, '¿Quién diablos estaría tan loco como para tomar algo tan sospechoso?'

Pero mientras todos miraban al emisario que sostenía un objeto evidentemente sospechoso, se producía una conmoción en una puerta del palacio interior.

***

"¡Muévanse, apártense todos!"

Los soldados que custodiaban la puerta giraron asombrados la cabeza al escuchar una explosión y poco después la voz de una mujer.

"¿Quién es ella?"

"¿Parece una sirvienta?"

Vieron a una mujer que corría hacia ellos desde el final del largo pasillo en el que se encontraban. Llevando el uniforme de una sirvienta, la mujer se abalanzó salvajemente como un jabalí hambriento que había encontrado una presa. 

Sus ropas hicieron que los soldados la identificaran fácilmente como una forastera. Después de todo, las sirvientas del palacio no llevaban uniformes con tantos adornos hasta el punto de parecer excesivos. En cualquier caso, los guardias chasquearon la lengua y le hicieron una advertencia a la visitante no autorizada. "Deténgase, jovencita. No puede entrar."

El guardia hizo un gesto para que la mujer se detuviera, suponiendo que se trataba de una sirvienta que se había perdido, pero ella no redujo la velocidad a pesar de su advertencia.

Cuando los guardias comenzaron a alarmarse, la sirvienta que se abalanzaba gritó, "¡Santa...!"

"¡......!"

Por un momento, los guardias dudaron de sus propios ojos.

El puño de la sirvienta se impregnó claramente de una luz azul, que emanaba un poder que podían sentirlo literalmente desde lejos. En muy raras ocasiones, los comandantes de cada grupo de caballeros imperiales se enfrentaban sin restricciones, durante las cuales los espectadores podían sentir su poder comprimido hasta el extremo, durante momentos fugaces... Y ahora mismo, la mano de la sirvienta estaba cargada de ese tipo de poder.

"¡Un ata...!"

"¡...Mierda!"

Incluso antes de que los guardias pudieran alertar, el puño de la sirvienta se precipitó hacia ellos. Con un tremendo golpe, el reluciente suelo de mármol del pasillo se hizo añicos en un instante y ellos salieron volando con los escombros. Después de hacer desaparecer a los guardias de un solo golpe, la santa gritó, "¡No vuelvo a escribir un truco como éste! ¡Al diablo con que la técnica de la santa se llame 'Santa Mierda!' Ni siquiera los idiotas harían un chiste como éste."

La santa miró su puño. No era de extrañar que la barrera del reino sagrado se rompiera con su puñetazo. Se había olvidado de que había detallado esto. La santa miró hacia atrás, hacia el camino que había recorrido. Aunque no era claramente visible desde esta parte del pasillo, la puerta al final del mismo estaba realmente destruida...

Había abatido a todos los guardias que se encontraban en el camino. Todos ellos habían caído incluso antes de poder distinguir a la santa. Si alguien sólo se fijara en su capacidad de combate, sería más un caballero comandante.

'Cierto. Yo puse estas configuraciones en la santa porque estaba bloqueada en el desarrollo de la trama en ese momento, pero...'

En primer lugar, la santa era un personaje improvisado para ayudar a los protagonistas a superar su crisis en la última parte de la historia, por lo que acabó escribiendo este personaje sin ninguna consideración de verosimilitud. Además, le otorgó una habilidad estúpidamente poderosa, pensando que nadie pondría objeciones a la configuración de un personaje secundario como éste, una habilidad que respondía al nombre de, ¡Santa Mierda!

"Oh, qué humillante...", se lamentó.

La santa juró no volver a insertar humor de internet tan inútil en sus escritos y comenzó a correr de nuevo por el palacio interior. Tenía que estar para lo que sucedería a partir pronto.

martes, 11 de mayo de 2021

mayo 11, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 62

Capítulo 62. ¿Es Un Huevo? ¿Es Una Roca? ¡No! Esto.. 


Cecile había cruzado el punto de no retorno. Asustada por las frías miradas, se aferró más la capa de Estian, tratando de ocultarse. Cecile había cruzado el punto de no retorno. Asustada por las frías miradas, se aferró más la capa de Estian, tratando de ocultarse. '¿Esto realmente es lo que tengo que hacer para sobrevivir como Emperatriz...?'

Estian acarició el rostro de Cecile mientras ella lloraba internamente, y habló sin siquiera mirar en dirección al jefe de los emisarios. "¡Dios mío! Parece que mi Emperatriz no está satisfecha. Lo que has traído no estaba a su altura."

Cecile le lanzó una mirada que decía, '¿No deberías ocuparte tú mismo del resto? ¿Por qué me pones en un aprieto otra vez?'. Pero Estian se encogió de hombros ante su mirada fulminante. Enfadada por su actitud tranquila, ella retomó desafiantemente la conversación desde donde él la había dejado.

"Sólo esperaba algo que estuviera a la altura". Cecile apenas logró decir esas palabras.

"Mi mayor temor en el mundo es no poder satisfacerte. Parece que debo volver y calmar tu ira... toda la noche, eso es."

Las indudablemente extrañas palabras de Estian hicieron que Cecile bajara ligeramente la mirada. Para los demás, parecía avergonzada y tímida, pero en realidad, simplemente estaba pensando 'he perdido'.  Aunque se estaba jugando la vida con estas farsas, no tenía la voluntad necesaria para responder algo como, '¿Entonces qué te parece si vamos y comenzamos la noche temprano?'

"La delegación del Reino de Stoan puede regresar. Parece que no quiere su ofrenda, así que aceptaré con gusto sus saludos. Bien entonces, Emperatriz. ¿Volvemos?"

"Todo será como usted desea, Su Majestad."

Pero justo en ese momento...

"Puede esperar un momento, Su Majestad."

Un hombre salió de repente entre la delegación que se encontraba detrás del jefe de los emisarios, llamando la atención de Cecile. El hombre llevaba una vestimenta ordinaria que no se diferenciaba de la que llevaban los demás emisarios. Su cabello castaño oscuro y sus ojos marrones eran rasgos comunes.

Mientras miraba al hombre, Cecile sintió que algo no encajaba. El hombre era realmente demasiado corriente, tanto que si se daba la vuelta brevemente y volvía, tenía que buscarlo de nuevo.

Mientras miraba al hombre, Cecile sintió que algo no encajaba. Tanto que si se daba la vuelta brevemente, lo olvidaría por completo. "Su Majestad", murmuró Cecile y tiró fuertemente de la mano de Estian que sostenía la suya.

'Este es el hombre'.

Lo había encontrado, la persona de la que Estian había hablado.

***

'¿Es éste?'

Estian notó cómo el cuerpo de Cecile se ponía rígido mientras se aferraba a su brazo y dirigió su mirada al emisario que se había apartado del grupo, captando inmediatamente algo extraño.

'Así que es un hechizo de enmascaramiento'. Estian reflexionó en silencio.

Un hechizo que encubría la propia existencia. Un hechizo utilizado por los miembros de la Torre de los Magos cuando no pretendían hacer nada bueno. Estian miró la capa que cubría a Cecile. A simple vista, sólo se trataba de una capa roja, pero estaba encantada con un hechizo que podía bloquear la mayor parte de la magia de combate y maldiciones. Cecile no sufriría ningún daño con esta capa, incluso si ocurriera algo, pero aun así, no podía estar tranquilo.

'Por eso pensé en enviar a Cecile de regreso al principio'.

Sin embargo, sorprendentemente ella declaró firmemente que no volvería. Ella y su dama de compañía habían estudiado mucho para esta ocasión. Incluso sacó una nota arrugada de un bolsillo de su vestido, que contenía lo que estaba estudiando, para mostrársela.

Quiero hacer las cosas que se esperan de una Emperatriz. He estudiado mucho para poder memorizar estas cosas, dijo.

Era evidente que Cecile pensaba que Estian intentaba alejarla por desconfianza. Estaba enfrascado en la duda cuando ella reanudó su discurso.

—Además, tengo que estar al lado de Su Majestad, ¿Verdad?

—En eso tienes razón.

Ante eso, Estian decidió que Cecile lo acompañara.

Sus desordenados pensamientos se ordenaron al instante al escuchar que ella debía seguir permaneciendo a su lado. Por alguna razón, quería escucharla decir eso una y otra vez. Se sentía satisfecho con solo escucharlo.

Estian miró a un lado. Cecile parecía haber notado también la extrañeza del emisario; podía sentir el temblor de sus manos que lo sujetaban. En los días venideros, ella tendría que enfrentarse cientos de veces a peligros de este nivel.

'Iba a enviarla de regreso a su palacio si ella llegaba a sentirse demasiado asustada.'

Estian vio a Kane de pie a un lado. Si daba la orden, Kane llevaría a Cecile a su palacio de inmediato. Después de todo, él solo se bastaba para manejar esta situación, pero incluso cuando Cecile temblaba de miedo, no retrocedió. Se limitó a agarrarle la mano con más fuerza, como si quisiera transmitirle su confianza, y Estian respondió de la misma manera. Ella había hecho todo lo posible por interpretar su papel, así que él consideró que debía permitirle quedarse. Estian miró fijamente al hombre que se había adelantado del grupo y dijo, "Que insolencia. ¿Quién te ha permitido hablar?"

sábado, 17 de abril de 2021

abril 17, 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 61

Capítulo 61. Talento de Cecile


Cecile quería llorar.

Estian le había dicho antes, 'Haz lo posible por arañar el orgullo de la delegación de Stoan'. 

En realidad, Cecile había elegido un acto de locura adecuado a las novelas que estaba leyendo. Pensaba abstenerse un poco de cualquier cosa relacionada con las joyas por hoy... Sería más fácil mantenerse cerca de Su Majestad, aunque fuera un poco vergonzoso. También tendría que decir algunas cosas.

Cecile había alejado a sus asistentes, e incluso a Tania, antes de comenzar a revisar minuciosamente las novelas románticas que había guardado en sus estanterías ocultando los títulos. Había colocado un marcador en cada página en la que las villanas acosaban a las protagonistas y había leído repetidamente sus acciones. Había decidido recrear las acciones poco a poco, pero...

'¡Terminé haciendo todo a la vez!'

Cecile se había pegado a Estian desde que entraron en la sala de audiencias, exhibiendo sus joyas delante de los funcionarios, y ahora decía cosas que cualquiera consideraría estúpidas.

"O tal vez... es un país que ni siquiera vale la pena recordar."

En verdad, se preguntó por qué su boca no tartamudeó ni una sola vez al pronunciar cosas tan ruines. 

¿Cómo ella no conocería Stoan? Estoan fue el primer nombre que escuchó de otro país cuando aprendió el concepto de países extranjeros en su infancia. Después de todo, ese país estaba al lado de Navitan. Sin embargo, a pesar de que Estoan estaba al lado de Navitan, era un país con buen clima y muchas llanuras.

'¡Cómo no voy a conocer el país si me gustan mucho las frutas de Stoan!'

En el pasado, las sirvientas de su villa real le habían traído ocasionalmente a Cecile frutas, diciendo que eran remanentes de las que se entregaban en el palacio principal. Todas ellas apenas se encontraban en Navitan; uvas jugosas, manzanas agridulces, peras crujientes... y cada una de ellas llevaba una etiqueta que indicaba, 'Hecho en Stoan, ¡Contenido de azúcar garantizado! ¡Sistema de producción con nombre real! ¡Si no sabe bien, devuélvela!'

Al enterarse de que todas estas frutas procedían de Stoan, el país se había convertido en la tierra de los sueños para ella desde su infancia, hasta el punto de que tenía el deseo de viajar algún día, cuando creciera y dejara la villa real, a Stoan para comprar una tonelada de frutas. Sin embargo, por lo que había dicho, tuvo que observar cómo el rostro del emisario principal de Estoan se congelaba ante sus palabras.

Su corazón gritaba, '¡No! ¡Sé mucho sobre Estoan! ¡Sé sobre el mercado de la fruta! ¡Y he memorizado completamente qué fruta crece adecuadamente en cada región! Tengo muchas ganas de visitar ese país más adelante, así que ¿Podría recomendarme algún restaurante local?'

Sin embargo, no podía dar voz a su corazón.

Cecile dirigió su mirada discretamente hacia Estian y sus ojos se encontraron en ese momento. Aparentemente, él la había estado mirando todo el tiempo, con una cara llena de diversión por ello. Mientras tanto, el gélido emisario de Stoan apenas mantenía una sonrisa mientras abría los labios para responder. "Oh, nuestro país de Estoan es vecino de su patria, Su Majestad, el Reino de Navitan y..."

"Ahh, no me extraña que me sonara un poco familiar, es ese lugar, aquel que vive de la venta de frutas. Bueno, supongo que las cosas que has traído tampoco valdrán mucho entonces. ¿Por qué molestarse en traer frutas desde tan lejos cuando tenemos más que suficiente en el Imperio?"

"......"

El silencio se apoderó del lugar y Cecile se agarró nerviosamente al brazo de Estian, lo que hizo que éste se acercara y le susurrara al oído. "No puedo evitar admirar cada vez que te veo actuar."

'¿De verdad? ¿Quién le ha pedido que sienta admiración en este momento?'

Dejando a Cecile sorprendida por la incredulidad, Estian levantó la cabeza para mirar al emisario principal. "Bueno, parece que el Reino de Stoan no tiene mucho interés para mi Emperatriz."
 
"Estoy profundamente avergonzado."

Cecile se sintió al borde de las lágrimas viendo al emisario principal disculpándose con la cabeza inclinada. '¡Me encantan las frutas de Stoan! ¡Puedes considerarla el orgullo de todo el continente!'

Después de inclinar profundamente la cabeza, el emisario principal volvió a abrir los labios. "Sin embargo, lo que hemos traído en esta ocasión no son frutas, sino artículos que fueron descubiertos en una antigua mazmorra bajo tierra. Hemos traído todo lo que hemos excavado como ofrenda, desde artículos con curiosas funciones hasta cosas que son un completo misterio, así que si por favor, tom..."

"No tienen nada de suciedad, ¿Verdad? ¿Los han lavado bien antes de traerlos?"

"......"

Se hizo el silencio una vez más.

Cecile decidió reconocer su propio talento. El talento de escoger cosas malas para decir.