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martes, 18 de mayo de 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 67

Capítulo 67. Girgantia


Además, tenía una espada forjada en acero negro. Aun así, parecía que no había nadie aparte del Emperador, que pudiera hacerle daño. Después de captar su entorno, el dragón rió satisfecho. 'Definitivamente ascenderé a la cima de todos. Destruiré cosas todos los días, y mataré a todos los seres vivos del continente'.

El dragón recién nacido tenía un plan tan sólido para el futuro que, si un dragón adulto estuviera cerca para escucharlo, lo habría elogiado. Pero justo cuando el dragón extendió sus alas y estaba a punto de cometer su primer asesinato, la puerta detrás de él se abrió de repente.

"¡......!"

Al sentir una presencia extraña, el dragón contuvo la respiración y miró hacia atrás, donde vio a una mujer entrando por la puerta. La mujer miró al dragón, con el ceño fruncido, y gritó, "¡Eh, qué hace el jefe final de la historia apareciendo aquí!"

***

Todos, desde Estian hasta el dragón, estaban desconcertados, pero la santa era la más confundida de todos. Había entrado alegremente al escuchar el ruido que indicaba que la bestia fantasma estaba naciendo como ella había escrito, pero lo que encontró no fue una bestia corriente sino un dragón. La santa volvió a gritar al dragón en su incredulidad. "¡Nunca escribí que saliera un dragón!"

Esto era un error. Estaba segura de que, según lo que había escrito, nacería una bestia fantasma llamada Garum después de que Estian tocara el huevo de la bestia fantasma. Garum era un lobo enorme que servía de guardián de la entrada del inframundo, impidiendo que los vivos entraran. Por esa razón, el lobo sentía hostilidad hacia todos los seres vivos. Pero lo que vio fue una cola gigantesca, cuatro alas y una piel cubierta de escamas negras.

Era el último dragón de este mundo, Girgantia. ¿Cómo no iba a saberlo? ELo había incluido en la novela para devastar medio mundo hasta que fuera derrotado por el poder del amor entre Estian y ella. Además, los dragones se consideraban seres divinos en este mundo, por lo que ni siquiera estaban incluidos en la lista de bestias fantasma.

'¡Tampoco debería haber aparecido aquí! ¿Por qué ha aparecido en el palacio imperial cuando se supone que se encontaría en la Cordillera Oscura?' Gritó internamente la santa.

En términos de un videojuegos, era como si el jefe final apareciera de repente en una zona de principiantes. Después de todo, ella se había inspirado para hacer Girgantia el jefe final mientras jugaba un videojuego.

'¿Cómo voy a derrotarlo?'

En su historia, Girgantia moría en la zona más recóndita de su nido en la Cordillera Oscura. '¡No se puede matar sin el armamento antidragón preparado en ese lugar por los antiguos! Entonces, ¿Qué se supone que debo hacer ahora?' Se quejó mentalmente.

El dragón fue creado con tanto poder que se necesitaban bastantes artículos para derrotarlo. La santa recordaba vagamente que por esa razón por la que la parte central de su historia consistía en que Estian y Cecile recorrían las tierras para preparar esos artículos. Por su puesto, durante ese tiempo, Estian ardería de celos cuando Cecile se encontrara con los personajes secundarios masculinos; Kane, el caballero comandante, Richard, de la Torre de los Magos, Ruin, el príncipe imperial del continente Hyun, entre otros.

Entonces, ¿Por qué estaba el dragón aquí? ¿Cómo podía terminar cuando acababa de empezar? ¿Cuándo ni siquiera ella había probado las partes dulces de la historia? La santa reprimió la ira que bullía en ella mientras miraba al dragón.

'Bueno, ¿Cómo mataron al dragón en la novela?'

Pero al recordar los últimos momentos del dragón en la novela, se le fue el color de la cara. "Maldita sea..."

El dragón había sido asesinado por la santa, a costa de su vida. Richard fue inútil, puesto que la criatura era inmune a la magia. Así que fueron Estian, Kane y Ruin quienes se enfrentaron al dragón. Sin embargo, no tenían suficiente fuerza para acabar con el dragón, por lo que la santa reunió todo su poder sagrado para morir junto al dragón. Además, recordó vagamente haber escrito que ni siquiera los restos de la santa pudieron ser encontrados después...

"¡Eso es ridículo! ¡Ni siquiera me he acostado con el protagonista masculino, ni con los personajes secundarios masculinos! ¡No puedo morir aquí!" Gritó de repente.

Mientras la santa se agarraba la cabeza con desesperación, el dragón que había estado observando todo el tiempo, preguntó: "Humana. ¿Qué tonterías has estado diciendo todo este tiempo?"

"¡Cállate, Girgantia! Estoy hablando en serio."

"¡......!"

El grito de la santa sorprendió a Girgantia, haciendo que éste se encogiera. El dragón acababa de nacer. Todavía no había dejado su nombre en la historia, así que ¿Cómo sabía esta mujer su nombre? Ella llevaba lo que llamaban un 'uniforme de sirvienta', así que no debía ser un individuo tan poderoso entre los humanos. Pero su aura rebosaba de poder desde el momento en que entró.

"Bueno... te mataré lentamente más tarde. Creo que primero me encargaré de los otros humanos". Sintiéndose ahora algo incómodo por matar a la santa inmediatamente, Girgantia giró la cabeza hacia la esquina donde antes estaban reunidos los otros humanos. Fue entonces cuando los ojos del dragón se agrandaron.