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miércoles, 26 de mayo de 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 71

Capítulo 71. ¡Mami, Me Equivoqué!


"¡Su Majestad!"

Una persona sorprendida llamó desde atrás a Cecile, pero ella la ignoró y abrió bruscamente la puerta de la sala de audiencias de la que había huido hacía unos minutos. Apenas entró recibió una ráfaga de viento polvoriento, el interior se había convertido en un campo de batalla. Un gigantesco dragón se movía por todo el lugar, y cada uno de sus movimientos, causaban un desastre. Había mucho ruido en el lugar.

"¡Su Majestad! ¡Tania!" Ellos pudieron escuchar su grito a pesar del caos.

"¿Cecile? ¿Por qué has vuelto?"

"¡Eh!"

Al escuchar sus respuestas se sintió tranquila, puesto que ambos estaban vivos. Poco después, la figura de Estian apareció frente a Cecile entre las nubes de polvo. En el momento en que Cecile vio su rostro furioso, tomó la iniciativa y le gritó, "¡Puedes enfadarte después, pero por favor, primero ayúdame a acercarme a ese dragón!"

"¿Qué?"

Estian se quedó sorprendido. Se había preguntado qué loco había entrado cuando escuchó se abrían las puertas de la sala de audiencias, pero ¿Quién habría imaginado que sería Cecile?

Cecile estaba en un estado terrible después de volver corriendo. Su cabello, que las sirvientas habían peinado hermosamente, estaba despeinado. Su vestido estaba rasgado inexplicablemente y dejaba al descubierto unas de sus blancas piernas. Además además había pisado algo durante el camino y sangraba su pie. Estian sintió una mezcla de rabia y angustia al verla con ese aspecto. Pero en el momento que sus ojos se volvieron agudos, Cecil le gritó pidiéndole que la acercara al dragón.

"...¿Qué?"

Cecile dijo sin vacilaciones. "¡No hay tiempo para explicaciones! Ya has derrotado al dragón muchas veces, pero sigue levantándose de nuevo, ¿Verdad? Eso se seguirá repitiendo si no me encargo de él!"

"¡......!"

Los ojos de Estian se agrandaron ante sus palabras. Ella estaba en lo correcto. Se había estado enfrentando al dragón junto a Tania. No, siendo precisos, había una persona más con ellos. Alguien más desde el lado opuesto, estaba luchando contra el dragón. La figura del otro combatiente estaba oculta debido al enorme cuerpo del dragón y al polvo en el aire, pero resultaba evidente que tenía una habilidad formidable. 

Sin embargo, eso no mejoraba la situación. Habían derrotado al dragón y lo vieron caer al suelo, pero al momento siguiente, se ponía de pie con el mismo aspecto que al principio. Cuando el dragón vio a Tania sorprendida por el espectáculo, el dragón le gritó, —¿Sorprendida? ¡Esta es la habilidad especial de nuestra raza conocida como Sección de Repetición Infinita! ¡Es la capacidad de mantener nuestra mejor condición en cualquier momento!

Mientras el dragón parloteaba palabras incomprensibles, en medio del sonido del edificio que se derrumbaba, la voz de una mujer irrumpió desde el otro lado. —¡Parloteando sobre una función de bucle! Argh, ¡Por qué escribí algo como eso!

Estian no tenía la menor idea de lo que ella estaba diciendo, pero en cualquier caso, la situación no parecía favorable. Fue en ese momento cuando Cecile apareció de repente. Viendo que Estian dudaba, Cecile volvió a gritar, "¡El dragón no caerá nunca si no usamos el hechizo del Lord Dragon!"

"¡Y dónde vamos a encontrar ese hechizo!"

"¡No hay necesidad de buscarlo, porque está en mis manos!"

En ese momento, Estian miró el libro en las manos de Cecile, que decía 'terminé domando a un dragón de repente'.

"......"

"¡Entiendo por qué pones esa cara, pero ahora mismo tienes que confiar en mí!" suplicó Cecile, aferrándose apresuradamente a Estian y viendo que su expresión se volvía fría. "¡Luego te explicaré los detalles! De todos modos, ¡Aquí está el hechizo del Lord Dragón!"

"Cecile, yo..."

"¡Oh, bueno!"

Viendo que Estian seguía dudando, Cecil se precipitó sola a la refriega. Acercándose al dragón, abrió el libro para leer en voz alta lo que estaba escrito dentro. "Yo, la gobernante de toda la creación, te ordeno, oh insensato y malvado, ¡Que alas sean atadas por las Cadenas de Iside!"

En el momento en que Cecile entonó la primera parte del hechizo, una masa de luz de formas intrincadas se elevó sobre el dragón. La luz comenzó a envolver rápidamente las alas de la criatura. Girgantia gritó conmocionado por la repentina aparición de las lianas de luz. "¡Esto es...!"

Al presenciar lo que sucedía, Richard que rodaba por el lugar con aspecto de estar medio muerto, gritó asombrado: "¡Q-qué! Eso es un poder que casi se perdió en la antigüedad!"

Independientemente de que Richard se sorprendiera, Cecile estaba a punto de continuar y leer la siguiente parte del hechizo cuando un trozo de piedra, desprendido del techo debido a los forcejeos de Girgantia, descendió hacia ella. Pero no sintió dolor. Estian lo había destruido de un puñetazo antes de que pudiera alcanzarla. Viendo que Estian la protegía, Cecile continuó recitando el hechizo sin impedimentos. "¡Que otras alas sean atada por la Lanza de Orfeo! Y otras, por la Espada de Durs."

Dos masas de luz más aparecieron entonces, y al igual que la primera, encadenaron dos de las alas del dragón. Envuelto en la luz, la bestia cayó al suelo y comenzó a agitar sus alas sin éxito. "¡Ridículo! ¿Cómo es posible? ¡Una humana! Seguro que este hechizo es..."

A Cecile no le importó si el dragón estaba sorprendido mientras terminaba de recitar el hechizo. "¡Las últimas alas serán atada por mi poder, la gobernante de toda la creación...!"

En ese instante, una palabra que no podría describirse con oídos humanos salió de su boca. Incluso ella misma se sorprendió. 'Sólo estoy leyendo el texto de un libro, ¿Por qué sale de mi boca una palabra tan extraña? Más bien, esto... ¿Está en letras que no conozco? ¿Cómo estoy leyendo esto?' En medio del asombro de todos los demás, Cecile completó la última parte del hechizo. "אָשׁד"

Y, al mismo tiempo, el dragón gritaba, "¡N-no! ¡Mami, me equivoqué!"