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lunes, 17 de mayo de 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 66

Capítulo 66. Girgantia


Mientras Richard estaba ocupado recordando el pasado, otros puñetazos salieron volando hacia su cara. ¡Smack, smack, smack!

"¡Oh, deja de pegarme! Habla, ¡Maldita sea!" gritó.

En cualquier caso, un portador de la Sangre de Eugendiph estaba golpeando su cara sin contenerse. Sería difícil soportarlo, incluso con su cuerpo fortalecido. Temiendo que a este ritmo le volvieran a arrancar la cabeza, Richard le dijo a Estian, "¡No es gran cosa! Es el huevo de una bestia fantasma. No hay forma de que se despierte a menos que usted, Emperador, lo toque."

Justo cuando Richard gritó en su defensa mientras intentaba esquivar los puños de Estian, se escucharon algunos crujidos. Al mismo tiempo, todos en la sala de audiencias se quedaron atónitos mientras una presión aterradora caía sobre ellos. Richard miró a un lado sorprendido y descubrió que mientras su atención había estado en otra parte, el huevo que antes estaba en manos de la Emperatriz estaba flotando en el aire. Ahora el propio espacio comenzaba a deformarse alrededor del huevo. Cecile, que había estado escuchando la explicación de Richard, dijo desconcertada, "¿Pero se ha despertado?"

Al escuchar sus palabras, el propio Richard comentó con voz aturdida, "...Oh, eso parece." Eso provocó que Estian le diera otro puñetazo.

"¡Pero eso es imposible! ¿Por qué está reaccionando a esa mujer?"

No tenía sentido. Cuando Richard se enteró de que Estian se casaba, había investigado qué clase de mujer era la futura Emperatriz. Descubrió que era una hija ilegítima nacida entre el Rey de un país pequeño y una sirvienta. Una mujer algo bonita que fue abandonada en una villa real para que la criaran sirvientas. También, destacaba que le gustaban las frutas, y eso lo resumía todo acerca de la Emperatriz, pero en este momento, el huevo reaccionaba a su toque.

"Al toque del más fuerte de todos... ¿No es eso lo que decía?" murmuró Richard. Por primera vez, su expresión se volvió rígida. ¿Se había equivocado al descifrar la losa de piedra? O, ni siquiera eso, ¿Se había descontrolado aquel huevo? Lo único cierto es que la Emperatriz no tenía nada especial, aparte del rostro suyo. Mientras tanto, el huevo que se había elevado en el aire emitió sonidos de crujidos cuando su cáscara comenzó a partirse, y poco después una gran ala salió disparada por una grieta.

Algo largo había salido del huevo. El ala que había salido disparada del huevo tenía un aspecto extraño; no estaba cubierta de plumas, sino de una piel escamada y gruesa que brillaba a la luz.

"¡Eso es...!"

Entre la gente de la sala de audiencias, un general que se había enfrentado a muchos tipos de monstruos en numerosas batallas gritó asombrado. La mayoría de los monstruos no podían ni siquiera hacerle fruncir el ceño, pero el general estaba temblando mientras se dirigía a Estian y le pedía, "Su Majestad, debe irse. Esto es un..."

En ese momento, tres alas más salieron disparadas del huevo... Incluyendo la primera, ahora habían cuatro. Según leyendas, la única criatura de cuatro alas era un...

"¡Dragón!"

Quizás reaccionó al grito, el pequeño huevo se rompió por completo y lo que apareció en el aire fue un cuerpo gigantesco que llenaba la mitad de la espaciosa sala de audiencias. Todos los presentes corrieron, gritando. Algunos saltaron por las ventanas, vencidos por el miedo. Estian se deshizo de Richard y tomó en sus brazos a Cecile, que permanecía aturdida.

'Maldita sea. Pensaba que lo peor sería un ataque de varios hechizos'.

Si hubiera sabido que esto sucedería, simplemente habría enviado a Cecile de regreso al palacio de la Emperatriz, pero era demasiado tarde para lamentarse. Por ahora, tenía que hacer que Cecile evacuara de forma segura antes de ocuparse de la criatura.

Estian se armó de valor. Mataría al dragón, y también cortaría a Richard en pequeños trozos. Estian retrocedió mientras rechinaba los dientes. Por otra parte, Richard murmuraba para sí mismo extasiado, "Cielos, impresionante."

Aunque se llamaba huevo de bestia fantasma, en realidad se trataba de un tipo de magia de la rama de invocación. Lo que el huevo daría a luz dependía en proporción al poder de la persona que hiciera contacto físico. Richard había traído el huevo preguntándose qué saldría con el contacto de Estian, pero otra persona lo hizo en su lugar.  Y el resultado estuvo más allá de lo que él esperaba.

'Un dragón. Dios mío, un dragón'.

Los Dragones eran seres que habían desaparecido de estas tierras incluso antes del Clan de Eugendiph. Mientras tanto, el dragón que había nacido en el mundo agitaba sus alas. Richard se acercó al dragón emocionado. Viendo su gran tamaña a pesar de que acababa de nacer, seguramente crecería hasta alcanzar por lo menos el tamaño de una montaña, cuando fuera completamente maduro. Mientras medía su tamaño, Richard se dio cuenta del problema más fundamental y se preguntó a sí mismo. "¿Pero cómo se atrapa a un dragón? ¿No son inmunes a la magia?"

Fue entonces cuando los ojos de Richard y el dragón se encontraron. En ese momento, Richard escuchó una voz que reverberaba en su cabeza como el sonido en una cueva.

"¿Acabas de decir que vas a atraparme?"

¡Crunch!

El dragón procedió a golpear a Richard con su pata delantera y aplastarlo con fuerza contra el suelo varias veces antes de darse la vuelta. Muchas criaturas estaban apiñadas en una esquina de la habitación. Aunque acababa de nacer, el dragón poseía suficientes conocimientos para identificarlas. Aquellas criaturas eran humanos, seres pequeños y débiles. Aunque hubiera un individuo fuerte entre ellos, serían incapaces de siquiera de atravesar sus escamas. Sin embargo, había algo entre ellos que parecía humano pero no lo era. La gente lo había llamado el Emperador. 'Ese parece un poco problemático de tratar'.