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martes, 11 de mayo de 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 62

Capítulo 62. ¿Es Un Huevo? ¿Es Una Roca? ¡No! Esto.. 


Cecile había cruzado el punto de no retorno. Asustada por las frías miradas, se aferró más la capa de Estian, tratando de ocultarse. Cecile había cruzado el punto de no retorno. Asustada por las frías miradas, se aferró más la capa de Estian, tratando de ocultarse. '¿Esto realmente es lo que tengo que hacer para sobrevivir como Emperatriz...?'

Estian acarició el rostro de Cecile mientras ella lloraba internamente, y habló sin siquiera mirar en dirección al jefe de los emisarios. "¡Dios mío! Parece que mi Emperatriz no está satisfecha. Lo que has traído no estaba a su altura."

Cecile le lanzó una mirada que decía, '¿No deberías ocuparte tú mismo del resto? ¿Por qué me pones en un aprieto otra vez?'. Pero Estian se encogió de hombros ante su mirada fulminante. Enfadada por su actitud tranquila, ella retomó desafiantemente la conversación desde donde él la había dejado.

"Sólo esperaba algo que estuviera a la altura". Cecile apenas logró decir esas palabras.

"Mi mayor temor en el mundo es no poder satisfacerte. Parece que debo volver y calmar tu ira... toda la noche, eso es."

Las indudablemente extrañas palabras de Estian hicieron que Cecile bajara ligeramente la mirada. Para los demás, parecía avergonzada y tímida, pero en realidad, simplemente estaba pensando 'he perdido'.  Aunque se estaba jugando la vida con estas farsas, no tenía la voluntad necesaria para responder algo como, '¿Entonces qué te parece si vamos y comenzamos la noche temprano?'

"La delegación del Reino de Stoan puede regresar. Parece que no quiere su ofrenda, así que aceptaré con gusto sus saludos. Bien entonces, Emperatriz. ¿Volvemos?"

"Todo será como usted desea, Su Majestad."

Pero justo en ese momento...

"Puede esperar un momento, Su Majestad."

Un hombre salió de repente entre la delegación que se encontraba detrás del jefe de los emisarios, llamando la atención de Cecile. El hombre llevaba una vestimenta ordinaria que no se diferenciaba de la que llevaban los demás emisarios. Su cabello castaño oscuro y sus ojos marrones eran rasgos comunes.

Mientras miraba al hombre, Cecile sintió que algo no encajaba. El hombre era realmente demasiado corriente, tanto que si se daba la vuelta brevemente y volvía, tenía que buscarlo de nuevo.

Mientras miraba al hombre, Cecile sintió que algo no encajaba. Tanto que si se daba la vuelta brevemente, lo olvidaría por completo. "Su Majestad", murmuró Cecile y tiró fuertemente de la mano de Estian que sostenía la suya.

'Este es el hombre'.

Lo había encontrado, la persona de la que Estian había hablado.

***

'¿Es éste?'

Estian notó cómo el cuerpo de Cecile se ponía rígido mientras se aferraba a su brazo y dirigió su mirada al emisario que se había apartado del grupo, captando inmediatamente algo extraño.

'Así que es un hechizo de enmascaramiento'. Estian reflexionó en silencio.

Un hechizo que encubría la propia existencia. Un hechizo utilizado por los miembros de la Torre de los Magos cuando no pretendían hacer nada bueno. Estian miró la capa que cubría a Cecile. A simple vista, sólo se trataba de una capa roja, pero estaba encantada con un hechizo que podía bloquear la mayor parte de la magia de combate y maldiciones. Cecile no sufriría ningún daño con esta capa, incluso si ocurriera algo, pero aun así, no podía estar tranquilo.

'Por eso pensé en enviar a Cecile de regreso al principio'.

Sin embargo, sorprendentemente ella declaró firmemente que no volvería. Ella y su dama de compañía habían estudiado mucho para esta ocasión. Incluso sacó una nota arrugada de un bolsillo de su vestido, que contenía lo que estaba estudiando, para mostrársela.

Quiero hacer las cosas que se esperan de una Emperatriz. He estudiado mucho para poder memorizar estas cosas, dijo.

Era evidente que Cecile pensaba que Estian intentaba alejarla por desconfianza. Estaba enfrascado en la duda cuando ella reanudó su discurso.

—Además, tengo que estar al lado de Su Majestad, ¿Verdad?

—En eso tienes razón.

Ante eso, Estian decidió que Cecile lo acompañara.

Sus desordenados pensamientos se ordenaron al instante al escuchar que ella debía seguir permaneciendo a su lado. Por alguna razón, quería escucharla decir eso una y otra vez. Se sentía satisfecho con solo escucharlo.

Estian miró a un lado. Cecile parecía haber notado también la extrañeza del emisario; podía sentir el temblor de sus manos que lo sujetaban. En los días venideros, ella tendría que enfrentarse cientos de veces a peligros de este nivel.

'Iba a enviarla de regreso a su palacio si ella llegaba a sentirse demasiado asustada.'

Estian vio a Kane de pie a un lado. Si daba la orden, Kane llevaría a Cecile a su palacio de inmediato. Después de todo, él solo se bastaba para manejar esta situación, pero incluso cuando Cecile temblaba de miedo, no retrocedió. Se limitó a agarrarle la mano con más fuerza, como si quisiera transmitirle su confianza, y Estian respondió de la misma manera. Ella había hecho todo lo posible por interpretar su papel, así que él consideró que debía permitirle quedarse. Estian miró fijamente al hombre que se había adelantado del grupo y dijo, "Que insolencia. ¿Quién te ha permitido hablar?"