Reciente

Mostrando entradas con la etiqueta La Emperatriz Se Volvió A Casar. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta La Emperatriz Se Volvió A Casar. Mostrar todas las entradas

domingo, 19 de noviembre de 2023

noviembre 19, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 561

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 561. Dos Personas (3)



"¡Nunca!"

Gritó el subjefe, sin dejarle otra opción.

Furiosa, Dartha dijo,

"La Emperatriz Navier puede dar miedo, pero es razonable. Valora el talento y acepta a los extranjeros que juran lealtad. ¡Ella misma vino de un país extranjero! Si no puedo ir a la academia, es la siguiente mejor opción."

Aun así, el subjefe sacudió la cabeza,

"Acepta extranjeros, sí, pero todos tienen documentos de identidad. Se sabe de dónde son. No es así con nosotros. Ni siquiera somos de estatus bajo: no tenemos estatus en absoluto."

Keldrick, el Jefe de los Bandidos Mil Eternos, apoyó la barbilla en su mano y observó la discusión con los ojos entrecerrados. Dartha tomó su silencio como un impulso,

"La emperatriz descubrió una maga sanadora, ¿no lo sabes? Se llama Evely."

El subjefe se mofó,

"Por supuesto que lo sé. Fui yo quien te lo dijo."

"Entonces, ¿qué perderé yendo a verla? Aunque no me acepte como aprendiz, no me hará daño, si los rumores son ciertos."

Dartha apretó los puños,

"Primero le juraré lealtad. Así querrá ayudarme. Además, los magos sanadores son muy valiosos."

"¿Realmente piensas servir bajo sus órdenes?"

Uno de los Bandidos Mil Eternos miró a Dartha con los ojos bien abiertos. Vinsel le dio una palmada en la espalda,

"Vivirá en un lugar mejor. ¿Qué tiene de malo?"

"No, es sólo que... el Imperio Occidental es un poco... ya sabe."

El Jefe Keldrick resopló,

"No me convence lo de jurarle lealtad. Su hermano es Koshar, nuestro mayor enemigo. Ponerse de su lado es ponerse del lado de Koshar. No deseo que te conviertas en nuestro enemigo, Dartha."

Dartha sacudió la cabeza,

"En realidad no le seré leal. Sólo fingiré. Mientras nadie descubra que soy de los Bandidos Mil Eternos, todo estará bien."

Keldrick soltó una carcajada. Aunque no parecía sorprendido,

"Eso es cierto."

"¡Jefe!"

Gritó el subjefe,

"No la anime."

Dartha ignoró al subjefe,

"Imagínese. Me entrenaré como maga con la Emperatriz Navier, y después usaré mi magia para ayudar a los Bandidos Mil Eternos. Tal vez incluso podamos vengarnos de Koshar."

***

"Mi hija."

Vinsel la agarró del brazo.

"Mamá, ¿por qué me seguiste? Ya nos hemos despedido."

Dartha se había despedido de todas las personas cercanas en la aldea antes de partir. Agitó la mano hasta que Vinsel entró en la casa. Pero cuando Dartha estaba a punto de emprender su viaje, su madre corrió tras ella.

Aunque había curado a su madre, Dartha temía por su bienestar,

"Necesitas descansar más. Cuida tu cuerpo, ¿sí?"

"Tengo un cuerpo fuerte."

Dartha la miró con enojo, pero Vinsel no dijo nada más, pues sabía que su hija estaba preocupada. En cambio, se quitó el brazalete y se lo dio a Dartha,

"¿Para qué es esto?"

"Es para ti."

Era un bonito brazalete, pero mirarlo sólo le recordaba a Dartha el momento en que Vinsel estuvo a punto de morir. Sacudió la cabeza,

"No lo quiero."

"Originalmente era tuyo."

Vinsel colocó el brazalete en la muñeca de Dartha,

"Estaba en tu tobillo cuando te encontré."

Dartha frunció el ceño mientras miraba el brillante brazalete. Cuando era más pequeña, solía pedirle que se lo pusiera. Le encantaba lo bonito que se veía. Vinsel siempre decía que se lo daría cuando fuera mayor, porque le pertenecía. Pero ahora sólo la hacía infeliz.

La expresión de Dartha se volvió taciturna mientras tocaba el brazalete. Vinsel era su madre. No quería que su madre la empujara a buscar a su familia biológica. Pero entendía su intención, por lo que no podía estar resentida con Vinsel.

"El nombre del orfanato comenzaba por la letra D. El cartel de la entrada estaba roto; no pudimos leer el resto."

Dartha se echó a reír.

Vinsel miró rápidamente a su alrededor, luego se inclinó para susurrar, 

"Si la emperatriz no te acepta, ve a la academia del Imperio Oriental. Diles que vienes de un orfanato de allí. Mientras demuestres potencial, te aceptarán."

"Está bien."

"¿Tienes todo el dinero y las joyas que te di?"

"Sí..."

"Guárdalos bien. Si alguien intenta robarte, defiéndete. Pero no seas una ladrona."

Dicho esto, Vinsel observó a su hija alejarse lentamente.

Esperaba que la Emperatriz Navier acogiera a Dartha. Lo mejor para su hija sería vivir en el Imperio Occidental y crecer con todas las ventajas del mundo. Pero no podía decirlo en voz alta. Sus camaradas la llamarían traidora.

***

Estimada Emperatriz Navier,

¿Puedo pasar mis vacaciones en el Imperio Occidental? Sé que está muy ocupada, pero le extraño mucho. Aún más después de visitar el Orfanato Derose. Me gustaría visitarla.

Se me escapó una risita al leerla.

"Su Majestad, ¿de qué se ríe?" 

Preguntó Rose. Estaba de pie frente al espejo, mirándose el peinado.

"De esta carta de Evely."

"¿La maga? Tiene una gran reputación estos días."

"Su firma es diferente cada vez que la veo."

Las personas elogiaban a Evely como una maga excepcional, pero todo lo que podía imaginar era a ella practicando diligentemente su firma en su escritorio.

"¿Qué dice la carta?"

"Que viene de visita."

Justo entonces, alguien llamó a la puerta del salón.

Rose dejó sus accesorios y la abrió. Era un asistente de Heinley. Tan pronto entró, se inclinó,

"Su Majestad, el Emperador la extraña. Pregunta cuándo podrá verla otra vez."

El pobre asistente se sonrojó.

Rose se tapó la boca, intentando contener la risa.

Yo miré hacia la ventana, también avergonzada.

'Ese pájaro descarado. Lo dice como si no me hubiera visto en días.'

"Dile que me extrañe un poco más."

"Sí, Su Majestad."

El rostro del asistente se enrojeció aún más.

En cuanto se fue, Rose se abanicó y sonrió entre dientes,

"Su relación con el Emperador Heinley hace que desee tener también una relación."

***

viernes, 17 de noviembre de 2023

noviembre 17, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 560

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 560. Dos Personas (2)



"¡Guau! Mastas acabó con un miembro importante de los Bandidos Mil Eternos."

Con una sonrisa, Laura bajó la carta de Mastas. 

"¡Mastas es tan increíble!"

Pero la Condesa Jubel dejó de tejer y chasqueó la lengua,

"¿Puede apuñalar a todos esos bandidos, pero no puede llegar al corazón de Lord Koshar?"

Aunque Mastas había ido a eliminar a los Bandidos Mil Eternos, todas suponíamos que su viaje tenía un motivo oculto. Sin embargo, ninguna de sus cartas insinuaba su relación con mi hermano.

La Condesa Jubel estaba desilusionada.

Laura la miró mal,

"¿Quieres que le apuñale el corazón? Sólo lo callan porque no pueden hacer oficial que son amantes."

Sin embargo, la Condesa volvió a chasquear la lengua,

"Laura, ¿sabes lo que son los amantes secretos?"

Laura reflexionó brevemente, y luego sacudió la cabeza,

"¿No lo dice todo el nombre? Amantes secretos."

La Condesa chasqueó la lengua por tercera vez, tal como lo habría hecho Nian,

"Un amante secreto es alguien con quien tienes algo más que una amistad, pero no hasta el punto de ser tu verdadero amor."

"¿Eh? ¿Qué quieres decir?"

"Salir con alguien en secreto significa que hay menos responsabilidad. A nadie le importará si no le eres fiel. Nadie se compadecerá si rompen. Cualquier pelea puede hacer que se separen. No es amor verdadero. No hay compromiso."

Me planteé decirle a la Condesa Jubel que no enredara a la pobre Laura. Pero ¿y si tenía razón?

De repente, Laura se cubrió la boca con ambas manos y me miró,

"Oh, así que por eso..."

Se detuvo, con los ojos bien abiertos, y se dio la vuelta.

Fruncí el ceño. 

'¿Por qué me miró así?'

***

Desde que volvimos de Rwibt— no, incluso cuando aún estábamos en Rwibt— Laura me había estado mirando de forma extraña. ¿En qué estará pensando? Estaba trabajando en un presupuesto, pero el recuerdo de la reacción de Laura ayer desvió mi atención.

Dejé la pluma sobre el escritorio.

"¿En qué piensas, Mi Reina?" 

Preguntó Heinley. Estaba ocupado intentando cambiar los muñecos de cisne de Kai y Laurie por sus patitos.

Los dos niños agarraron los patitos y los tiraron.

"No es nada."

Mentí. Probablemente sería mejor no mencionar lo que estaba pasando con Laura. Heinley podría exagerarlo.

"Es sólo lo del presupuesto."

Conocía la sensibilidad de Heinley. Reprimía su preocupación por mí, pero a veces estallaba de forma imprevisible, debido a lo mucho que me amaba.

"¿Mi Reina? ¿Por qué te haría sonrojar el presupuesto?"

Cuando le fulminé con la mirada, señaló el informe,

"¿Hay algo aquí por lo que debería estar celoso?"

Se estaba burlando de mí.

"No."

Respondí fríamente. Él sonrió y alisó las comisuras de mis labios con el pulgar. Luego se inclinó sobre mí para leer el informe.

"¿No está el Orfanato Derose en el Imperio Oriental?"

Bajé la mirada. Derose había sido incluido en la lista como un ejemplo del tipo de patrocinios que esperaba aumentar.

"Así es. Es un orfanato del Imperio Oriental. Uno que patrociné con mi propio dinero."

"Ajá. De dónde vino esa maga Evely..."

Asentí, y Heinley echó un vistazo al presupuesto que estaba preparando para un orfanato aquí, en el Imperio Occidental.

"¿Produciremos aquí también magos talentosos?"

"Tal vez, pero no es por eso que lo abriremos. Quiero que sea parecido al de Derose; con la misma cantidad de directores, profesores y clases bien estructuradas."

"Qué lástima."

Heinley se encogió de hombros,

"Sería bueno contar con un mago genio como Evely. De ser posible, un sanador."

"Sabes que no es fácil encontrar tal talento."

***

Vinsel no pudo terminar sus palabras. Tosió sangre, la cual salpicó su cara. Estaba atragantada.

"¿A quién le importa un orfanato? ¿O una hermana cuyo nombre ni siquiera conozco? Te necesito a ti, mamá."

Gritó Dartha ente lágrimas. Ayudó a Vinsel a ponerse de costado y le dio unas palmaditas en la espalda.

Sin embargo, se detuvo al ver que la espalda de su madre también estaba llena de heridas por haberse caído del caballo.

"Por favor, haz que mamá se mejore. No quiero perderla."

Dartha oró por primera vez en su vida, abrazando a Vinsel. Pensaba que Dios no escucharía a la hija de una ladrona, por lo que nunca antes lo había intentado. Pero esta vez, pidió que sanara a su madre por todas las buenas acciones que había hecho en su vida.

Una luz repentina rodeó el cuerpo de Vinsel. Una luz suave y esperanzadora.

Los Bandidos Mil Eternos, el médico y Dartha se quedaron mirando con los ojos completamente abiertos. La luz viajó desde las puntas de los dedos de Dartha hacia Vinsel.

"Tú..."

El subjefe no podía creer lo que estaba viendo.

De repente, Vinsel se incorporó entre jadeos y le dio una palmada en la espalda a Dartha,

"¿Por qué tiraste un recuerdo de tu madre?"

Dartha la miró con la boca abierta. Vinsel pareció sorprenderse tardíamente y miró a la multitud. Quería darle el brazalete a su hija, por si otro bandido de los Mil Eternos se lo robaba. Valía mucho dinero.

Pero su hija había estado sollozando demasiado fuerte como para escucharla. Ahora, Vinsel se encontraba sentada, regañando a su hija como si nada hubiera pasado.

"¿Mamá? ¿Estás mejor?"

Murmuró Dartha, atónita. Se sentía sumamente feliz, pero a la vez desconcertada. 

'¿Es esto un milagro?'

Tan pronto se pasó la mano por el estómago, Vinsel gritó asombrada,

"Santo cielo. Motte no es el ángel, ¡es mi hija!"

Dartha seguía sin entender. Parpadeó, demasiado aturdida para comprender lo que acababa de hacer. Pero su madre se había recuperado. Eso era todo lo que importaba.

La esposa del subjefe, que había estado sollozando y acunando a Motte contra su pecho, fue la primera en asimilar lo sucedido. Ella sonrió,

"¡Dartha es una maga!"

***

Los magos que sólo manifestaban sus poderes en la edad adulta como la Emperatriz Navier eran raros. Los magos necesitaban ir a la academia para dominar sus poderes, a menos que tuvieran tutores privados como la emperatriz. Sin embargo...

"Dartha no tiene documentos de identidad. Si ingresa al Imperio Oriental, será deportada como inmigrante ilegal."

Le explicó el subjefe a Vinsel, frunciendo el ceño.

"¿No la aceptarán de todos modos, ya que es una maga?"

El subjefe sacudió la cabeza,

"Podrían tomarla por una espía extranjera porque es mayor de edad."

Ir a la academia parecía imposible. Dartha escuchó pensativa el debate de su madre con los demás. Finalmente, levantó la mano,

"¿Y si acudo a la Emperatriz del Imperio Occidental?"

lunes, 13 de noviembre de 2023

noviembre 13, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 559

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 559. Dos Personas (1)



"Mamá, ¿por qué no tengo papá?"

Cada vez que Dartha hacía esa pregunta, Vinsel siempre respondía,

"Otros niños necesitan dos padres, pero yo te hice sola. ¿No es increíble?"

"Guau. ¡Eres increíble, mamá!"

Dartha creía todo lo que decía su madre. Después de todo, su madre era un temible miembro de los Bandidos Mil Eternos. Vinsel era capaz de realizar hazañas que otros no.

Un día, cuando Dartha ya había crecido un poco, una pareja de su aldea apareció de repente con una niña, afirmando que era su hija. A lo largo de los años, muchas de estas familias se formaron de esa manera— con niños que aparecían de la nada.

Por eso a Dartha no le pareció extraño que el subjefe de los Bandidos Mil Eternos, que vivía al lado de ella y de su madre, saliera de la nada de su casa con una bebé a la que llamaba hija.

En lo que Dartha se acercó a ver a la bebé, quedó estupefacta,

"Parece la hija de un ángel."


Con su cabello plateado y sus ojos oscuros, la niña realmente parecía como si hubiera caído del cielo.

"¿Quién es ella?"

"Mi hija."

Dartha miró al subjefe con el ceño fruncido, preocupada,

"Señor, ¿qué hará si realmente es un ángel? ¿No se enojarán los cielos por haberla secuestrado?"

El subjefe se limitó a reír.

"Querida, ¿cómo llamaremos a nuestra hija?"

Su esposa no pudo responder. Estaba demasiado fascinada con la bebé. La tomó en sus brazos, sonriendo de oreja a oreja,

"Puede que Dartha tenga razón, querido. ¿Has secuestrado a un angelito?"

Su esposa soltó una risita y acunó a la niña,

"Por más que alguien la reclame de vuelta, jamás renunciaré a ella."

***

El subjefe y su esposa llamaron a su hija 'Motte'. Como Dartha vivía en la casa de al lado, a veces terminaba cuidándola.

"Dulce bebé, ¿de dónde has descendido? ¿De los cielos a la guarida de los ladrones?"

A Dartha le encantaba jugar con Motte, mientras no interfiriera con sus propios planes. La bebé era muy dulce y dócil.

Además, Vinsel estaba a menudo fuera de casa. Su madre era la quinta al mando de los Bandidos Mil Eternos, por lo que tenía mucho que hacer. Cada vez que Dartha cuidaba de Motte, el subjefe y su esposa la recompensaban con un festín de comida deliciosa.

Por supuesto, incluso antes de la llegada de Motte, habían mimado a Dartha con comida sabrosa. A veces, hasta le enviaban cestas de bocadillos a su casa. Dartha estaba feliz de corresponder a su gentileza jugando con Motte.

Un día, Dartha estaba comiendo con la esposa del subjefe cuando oyeron un alboroto afuera.

"¡Dartha!"

Gritó alguien. La esposa del subjefe se levantó bruscamente de la mesa y abrió la ventana. Dartha la siguió un paso por detrás, con la boca llena de pan,

"¿Qué está pasando?"

La esposa del subjefe gritó,

"¡Oh, Dios mío!"

"¡¿Qué pasa?!" 

Sin esperar su respuesta, Dartha corrió hacia la puerta y la abrió para poder ver. Afuera, su madre yacía en una camilla.

"¡Mamá!"

Dartha perdió el control y corrió al lado de Vinsel.

***

Mientras el médico trataba a Vinsel, Dartha bombardeó al subjefe con preguntas,

"¿Quienes le hicieron esto? ¿Dónde están?"

Alguien había apuñalado a Vinsel en el estómago. Dartha no quería creerlo, pero ya se había dado cuenta— era una herida mortal.

Vinsel nunca había permitido que Dartha participara en sus robos. Pero Dartha había estudiado artes marciales desde pequeña, por si caballeros alguna vez invadían su aldea. Ella sabía qué tipo de arma había causado esta herida.

El subjefe chasqueó la lengua,

"¿Quienes más? Esos malditos Caballeros Imperiales y Clandestinos."

Los otros Bandidos Mil Eternos a su alrededor fruncieron el ceño,

"Esos bastardos repugnantes. ¿Cómo se atreven a perseguirnos hasta aquí?"

"Ese bastardo de Koshar nos perseguiría incluso a través del Continente Hwa."

"Me da más miedo su violenta amiga."

"¿Te refieres a la mujer llamada Mastas? Ella es quien hirió a Vinsel."

Dartha frunció los labios y apretó con fuerza la mano de su madre. La herida era imposible de tratar. Incluso Evely, la mejor maga sanadora del continente, tendría problemas para curarla. En cualquier caso, una gran maga imperial jamás se dignaría a curar a un bandido.

Dartha no veía ninguna posibilidad de que su madre se salvara,

"Mamá..."

Una tal Mastas había apuñalado a su madre. Dartha grabó el nombre en su memoria.

En ese momento, el doctor apartó sus manos de Vinsel, y sacudió la cabeza hacia Dartha.

"¡Nooooooooo!"

Sollozando, Dartha abrazó a su madre.

Justo entonces, su madre, que había estado inconsciente, apretó débilmente la mano de Dartha.

"¿Mamá? ¿Ya estás despierta?"

Dartha le dio unos ligeros golpecitos en la mejilla. En vez de responder, Vinsel extendió su otra mano al subjefe. Él le quitó un brazalete de la muñeca.

'¿Qué está haciendo?' 

Dartha se quedó boquiabierta hasta que el subjefe le ofreció el brazalete. 

"¿Un recuerdo? ¡No! No lo quiero. ¡Sólo levántate, mamá!"

Dartha volvió a inclinarse sobre su madre.

"Dartha..."

 Su madre habló con voz apagada.

"¡Levántate, mamá! No quiero un brazalete. Tienes que levantarte."

"Dartha..."

Con toda la fuerza que pudo reunir, Vinsel le tomó la mano. A su agarre, que antes era tan fuerte como para blandir un hacha enorme, casi no le quedaba fuerza. 

"Tienes una hermana. Una de verdad."

"¡No, no la tengo! Sólo te tengo a ti. ¡Levántate!"

"Las dos fueron dejadas en el orfanato. Pero tú me seguiste. No dejabas de llamarme 'mamá'. Así que te traje conmigo."

Vinsel se quedó mirando al vacío y luego sonrió con tristeza a Dartha.

"Lo único que lamento al haberte criado fue... no haber traído también a tu hermana. A veces pienso en ella."

"Mamá..."

"Búscala, si lo deseas. El nombre del orfanato comenzaba con D..."

***

viernes, 10 de noviembre de 2023

noviembre 10, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 558

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 558. Sin Interés Por La Verdad (2)



"¿Es el Duque Elgy un pirata?"

Le pregunté a Heinley en cuanto arribamos al puerto de Whitemond. Había venido a recibirnos; sin duda había calculado la fecha exacta de mi llegada.

Heinley hizo un mohín con sus labios,

"Mi Reina, he venido hasta aquí para verte. Hace mucho que no nos vemos, y lo primero que haces es hablar de otro hombre."

El Rey de Whitemond revoloteaba a su lado, luciendo incómodo.

Heinley se giró hacia el capitán,

"Capitán, pienso castigar duramente al responsable de que mi esposa se cayera del buque y se perdiera. Escríbame un informe del incidente."

Puse una mano en su brazo,

"No es culpa del capitán."

Ya se lo había dicho cuando nos vimos en Rwibt.

"Un monstruo marino nos atacó. ¿Qué podría haber hecho el capitán?"

"Aún así necesito saber exactamente qué pasó. Por otra parte, ¿por qué preguntas por el Duque Elgy, Mi Reina?"

"¿Te molesta?"

"Sí."

Me alegré de no haberle contado que llevaba la ropa del Gran Duque Kapmen en la isla— ni cuánto había visto accidentalmente del cuerpo del Gran Duque Kapmen. No podía imaginar cómo reaccionaría Heinley.

Nerviosa, dejé que Heinley caminara delante de mí. Pero se detuvo, se dio la vuelta y me extendió la mano.

Tan pronto como puse mi mano sobre la suya, sonrió ampliamente, llevó mi mano a su boca y la besó, 

"Volvamos a casa juntos."

***

Tras regresar de Rwibt, pasé cuatro días con mis bebés. Se aferraban a mí dondequiera que fuera, como si me hubieran extrañado mucho.

Al quinto día, comencé a trabajar un poco. Al final de la semana, había vuelto a mi rutina. Mi primera tarea fue investigar el extraño fenómeno en el mar. Reuní a todos los nobles que utilizaban a menudo este puerto para preguntarles al respecto.

Me comentaron que no era la primera persona que decía haber sufrido un percance así.

"He oído historias de barcos volcados por monstruos marinos. Últimamente, más de lo habitual. Normalmente las tacho de tonterías..."

"Incluso si hay cierta verdad en esas historias, a menudo es difícil separar la verdad de lo inventado."

"¿Cuándo fue la primera vez que escucharon una historia de ese tipo?"

Los presentes se miraron unos a otros. Eventualmente, uno respondió,

"Fue hace tanto tiempo que ya ni lo recuerdo. Podría asegurar que esas historias existen desde que hay hombres que surcan los mares."

Algunos insistían en que todo era sólo un cuento. Otros decían que habían investigado antes sobre monstruos marinos, pero que nunca encontraron nada. Mientras les escuchaba, anoté los nombres de aquellos que no creían en un color de tinta y los que estaban de acuerdo en que podría ser cierto en otro.

De repente, un pensamiento sorprendente vino a mi mente.

"Un dragón de agua..."

Murmuré. Los ministros y los nobles, que seguían debatiendo con entusiasmo, se callaron.

"¿Un... dragón de agua?"

Preguntó un noble. 

Retiré el mapa pequeño y pedí uno más grande. Una vez que un sirviente lo trajo, lo coloqué en el centro de la mesa. Marqué las rutas que utilizaban los nobles y tracé líneas entre ellas. En el mismo centro del mapa, todas las rutas se cruzaban.

Ahí era donde encontraríamos el nido del dragón de agua.

***

Le pregunté al Gran Duque Kapmen si podía reunirme con Dolshi. Una semana después, vino a decirme que había arreglado una reunión con Dolshi, que continuaba buscando a ese pájaro azul. Aceptó reunirse conmigo ya que el pájaro podría estar en el palacio.

'Por suerte, McKenna no se enteró de esto.'

El día acordado, Dolshi se presentó en mi salón. Sin embargo, Kai empezó a llorar de repente antes de que saliera de la habitación de los niños para encontrarme con él.

"¿Kai?"

Me incliné sobre su cuna para sacarlo,

"Kai, ¿qué pasa?"

Lloró más fuerte. Entonces, de repente, se transformó en un pájaro. En un parpadeo, volvió a ser humano.

"¡Kai!"

Asustada por el comportamiento de su hermano, Laurie se agarró a su muñeco con forma de insecto y empezó a llorar también.

"Laurie, Kai, pórtense bien, ¿sí?" 

'¿Por qué se están comportando así?'

Levanté a Kai, que no paraba de transformarse, lo que dificultaba sostenerlo. 

'¿Qué debo hacer?'

Si fuera un bebé normal, llamaría al médico. Pero no podía permitir que nadie lo viera así. A través de la puerta ligeramente abierta, llamé,

"¿Rose? Trae a McKenna, por favor."

"¿Qué sucede, Su Majestad?"

Cuando se acercó a la puerta, la cerré con la cadera,

"Estoy bien, sólo necesito a McKenna. ¡Apresúrate!"

***

Estaba terriblemente preocupada por mi bebé. Pero en cuanto McKenna vio a Kai, suspiró,

"Está haciendo un berrinche."

"¿Un berrinche?"

Me quedé boquiabierta.

"Esto es lo que hace nuestra tribu cuando no quiere que papá o mamá se vayan."

"Kai es todavía un bebé. ¿Cómo sabe siquiera que me voy?"

"Es instinto."

McKenna soltó una risita y levantó a Kai, luego congeló sus transformaciones.

"El príncipe es un sinvergüenza. Normalmente tiene buen comportamiento, por lo que se me hacía parecido a Su Majestad. Bueno, tal vez Su Majestad también tiene un lado travieso..."

"McKenna."

"Sólo bromeaba, Su Majestad. No la considero una sinvergüenza."

"No, está bien. Dolshi está en el salón ahora mismo."

"¿Qué? ¿El dragón de agua?"

McKenna se estremeció,

"¿Por qué me lo dice?"

"Se supone que debo reunirme con él ahora mismo. Pero no puedo dejar a Kai solo así."

McKenna palideció,

"Yo cuidaré a Kai por usted, Su Majestad."

"Será mejor que yo me quede con él. Probablemente esté molesto porque tanto Heinley como yo hemos estado fuera recientemente. ¿Podrías reunirte con Dolshi en mi lugar?"

McKenna me miró fijamente. Parecía a punto de llorar,

"Está disgustada porque la llamé sinvergüenza, ¿no es así?"

miércoles, 8 de noviembre de 2023

noviembre 08, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 557

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 557. Sin Interés Por La Verdad (1)


Nuestro viaje de vuelta a casa estuvo lleno de celebraciones. Los marineros, los funcionarios, el Vizconde Langdel, Laura e incluso Artina lucían expresiones radiantes. Algunos miembros de la tripulación con talento para la música tocaban melodías ligeras y alegres. En las noches iluminadas por la luna, incluso organizábamos bailes informales en la cubierta.

Pero incluso en medio del ambiente festivo, cada vez que me acercaba a la barandilla, todos se ponían serios al instante. 

"¡No, Su Majestad! No debe acercarse a la borda."

"Me gustaría un poco de aire fresco."

"El aire es igual de fresco aquí. Cerca del mástil."

Comentó el Vizconde Langdel, mirando nerviosamente al agua.

No podía culparles. No cuando recuerdo lo sorprendidos y asustados que se veían Artina y el Vizconde Langdel cuando caí por la borda. O cuando recuerdo lo preocupada que estaba Laura por mí. No los volvería a someter a semejante angustia.

***

"Hmm, ¿Su Majestad?"

Laura se me acercó discretamente una tarde mientras estaba sentada en la cubierta, a una distancia prudencial de la borda.

"Sobre los últimos artículos que subió al buque... ¿por qué los compró?"

Me tomó un momento entender a qué se refería. 

'La ropa de Heinley.'

Supuse que debía parecer extraño. Había ido a comprar un solo conjunto, y luego abordé el buque con todo un guardarropa. 

"Es ropa para Heinley. El Gran Duque me ayudó a conseguirla."

El Gran Duque Kapmen estaba leyendo un libro cerca. Justo entonces, miró en nuestra dirección y sonrió, asintiendo.

"Ah, el Gran Duque."

Los ojos de Laura se entrecerraron.

'¿Por qué luce tan seria?'

"Laura, ¿qué pasa?"

Ella apretó los puños y respiró hondo,

"¡Sigo estando de su lado, Su Majestad! Lo sabe, ¿cierto?"

'¿Qué demonios?'

Estaba a punto de preguntarle qué quería decir, cuando el marinero en lo alto de la torre de vigilancia gritó,

"¡Piratas! ¡Piratas en el horizonte!"

Una campana comenzó a sonar. El tranquilo buque entró de repente en acción.

Otros marineros se hicieron eco del grito,

"¡Piratas!"

Laura, que siempre era tan valiente, dio un brinco y jadeó. El Vizconde Langdel y Artina corrieron a mi lado, rodeándonos para protegernos a Laura y a mí.

Laura me agarró del brazo,

"¿Dónde están? Lo único que veo es agua."

Yo tampoco los veía. Sólo el cielo azul y el mar. Ni siquiera estaba nublado— sólo una ligera niebla se cernía justo delante de nosotros. 

'¿Dónde están esos piratas?'

De repente, una proa puntiaguda apareció a través de la niebla. El enorme buque se reveló lentamente, como una bestia mitológica. Incluso a la distancia, su tamaño era abrumador.

Laura se quedó callada. Yo también cerré la boca. Sentí un escalofrío al ver la bandera con la calavera.

De camino hacia aquí, un monstruo marino hizo que quedara varada en una isla desierta. 

'¿Ahora nos atacan piratas? ¿Qué está pasando?'

"Prepárense para la batalla."

Exclamó el Vizconde Langdel, con voz tranquila, a pesar de todo. Sus hombres se pusieron en guardia.

Artina desenvainó su espada suavemente,

"Protejan a Su Majestad y a la Señorita Laura, pase lo que pase."

Aparecieron varios buques más, siguiendo al primero. Se deslizaron a través de las agitadas olas.

Como no quería que Laura se asustara más, forcé una expresión impasible. Sin embargo, cuando el buque en cabeza se acercó lo suficiente como para atacar, de repente giró hacia un lado y se alejó.

"¿Se está retirando?"

Preguntó Laura. Sus ojos se abrieron de par en par.

Los míos también. Efectivamente, todos los buques empezaron a alejarse de nosotros. Todos en la cubierta murmuraban y nadie estaba seguro de lo que estaba pasando. Finalmente, uno de los tripulantes comentó,

"Debe ser un ajuste de cuentas de piratas."

"¿Un ajuste de cuentas de piratas?"

Uno de los caballeros del Vizconde Langdel se aclaró la garganta,

"Piratas que van tras otros piratas. No tienen ningún interés en un buque normal como el nuestro."

"Entonces... ¿son piratas de verdad?"

"Así es."

Estaba a punto de decir que me seguía pareciendo extraño cuando vislumbré una figura familiar en la cubierta del buque principal. Estaba demasiado lejos para distinguir sus rasgos, pero reconocí su silueta. 


'¿Duque Elgy?'

Quería acercarme para ver mejor, pero un caballero me detuvo. 

"Es peligroso, Su Majestad."

"Correré el riesgo."

Le pasé por un lado y me paré en el borde de la cubierta, pero para entonces el hombre ya se había ido, como un fantasma.

Mientras tanto, los buques se alinearon delante de nosotros, como guiando nuestro camino. De repente, recordé los rumores acerca de que Heinley estaba afiliado a piratas. 

'¿Y si fueran ciertos? ¿Y si el capitán de estos piratas es el Duque Elgy? ... Imposible.'

Sacudí la cabeza. Un Duque de Bohean Azul no tenía necesidad de andar haciendo de pirata.

Artina me miró y luego habló en voz baja,

"Es sólo un rumor, pero... he oído que todas las tripulaciones piratas están buscando al capitán de una tripulación en particular ahora mismo."

***

lunes, 6 de noviembre de 2023

noviembre 06, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 556

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 556. La Vuelta A Casa De Navier (2)



Mientras nos poníamos al día con todo lo que nos había pasado durante el tiempo que estuvimos separados, alguien llamó a la puerta.

"¡Su Majestad! ¡Soy yo!"

Laura agitó el pomo.

"¡Un momento!"

Aparté a Heinley, que me estaba besando el cuello,

"Más tarde."

Busqué un lugar donde esconderlo, pero ninguno de los muebles era lo suficientemente grande. Las habitaciones de Rwibt se caracterizaban por tener mucho espacio abierto, sin ningún sitio donde esconderse.

Heinley se echó a reír, por lo que le di un golpe en la espalda. 

'¡Heinley, pájaro travieso! ¿De qué te ríes ahora?'

Con una risa entre dientes, se transformó en pájaro y salió volando.

Observé la cola del pájaro hasta que desapareció en la distancia. Afuera, Laura volvió a llamar. Sonaba preocupada.

"Estoy bien."

Abrí rápidamente la puerta. 

Laura me miró a la cara y se relajó con una gran sonrisa. Pero un instante después, sus ojos se fijaron en algo. Ella se quedó helada.

"¿Laura?" 

'¿Por qué se puso tan nerviosa?'

Ella cerró los ojos con fuerza,

"Um, creo que olvidé algo... afuera."

Se dio la vuelta y salió corriendo de la habitación. 

Fruncí el ceño, preguntándome qué había pasado. 

'Qué sospechoso.'

***

"Dios mío."

Laura caminó rápidamente por el pasillo, intentando quitarse de la cabeza la marca roja en el cuello de la Emperatriz Navier.

No era la primera vez que veía una marca como esa. Provenía de los labios de alguien. Recordó que el Emperador Heinley le había dejado tal marca antes. Pero...

'¿Quién le dejó la marca esta vez?'

Se abanicó, avergonzada. El Emperador Heinley no estaba aquí. ¿Quién se atrevería a besar el cuello de la emperatriz? La marca no había estado allí antes cuando Laura y Su Majestad se cambiaron los vestidos.

Alguien había entrado en la habitación de la emperatriz mientras ella estaba fuera. 

'¡¿Pero quién?!'

Después de devanarse los sesos, Laura apretó los puños. 

'¿La Emperatriz Navier tiene un amante? ¿Quién podría ser?'

***

A Heinley parecía gustarle el estilo de Rwibt, así que quise comprarle algunas prendas de regalo. Pero todas las tiendas de ropa que visité decían que no les quedaba nada para vender.

"¿Quién compró toda la ropa?"

"Un hombre muy apuesto."

"No creo que lo haya comprado todo."

El Gran Duque Kapmen, que me estaba acompañando, también preguntó. De nuevo, el dueño de la tienda sacudió la cabeza,

 "El hombre lo compró todo. Todo, sin importar el tamaño."

"¿Quién demonios haría eso?"

De repente, Kapmen frunció el ceño.

"¿Gran Duque? ¿Qué ocurre?"

Se puso rígido ante la respuesta del dueño de la tienda en su lengua natal. Lentamente, Kapmen se volvió hacia mí,

"Al parecer, la persona que hizo esto tenía cabello dorado y ojos púrpuras."

'Heinley.'

Mis ojos se abrieron de par en par.

'No. No puede ser.'

Kapmen llegó a la misma conclusión.

"Debe haber venido hasta aquí porque estaba preocupado."

Inmediatamente, recordé el asombro de Heinley por mi vestido de Rwibt. Pensaba que sólo me estaba haciendo un cumplido, diciéndome lo bien que me quedaba el vestido. 

'¡Qué pájaro tan tonto!'

Me llevé una mano a la frente.

"¿Podría pensar en otra cosa, por favor?"

Murmuró el Gran Duque.

"Lo siento."

Respondí sonrojada. 

***

McKenna suspiró, luchando por sostener la enorme pila de ropa. 

"Esto es suficiente."

Heinley no le hizo caso y siguió adelante,

"Todavía no."

"No es como si fueras a llevar sólo ropa de Rwibt el resto de tu vida. Si compras tantas, no podrás ponértelas todas." 

A McKenna le dolían mucho las piernas. También sus brazos y alas, que ya estaban cansados de tanto volar.

Pero Heinley se limitó a sonreír,

"Sólo dices eso porque no viste a mi reina con este tipo de vestimenta. Parecía la mismísima diosa de la música."

"¿La diosa de qué?"

Heinley suspiró feliz,

"Era tan encantadora."

McKenna sacudió la cabeza. Afortunadamente, las tiendas se estaban quedando sin ropa. 

'Si hubieran tenido más...'

Imaginarse una pila más grande le hizo estremecerse. Además, tenían un problema más serio que sus brazos doloridos. 

"Su Majestad."

"A ella también le queda bien el carmesí. El dorado. Y el azul. De hecho, le quedan bien todos los colores."

"Su Majestad. ¿Cómo vamos a llevar todo esto al Imperio Occidental?"

***

Heinley no anunció su llegada a Rwibt al día siguiente. En vez de eso, se coló en mi habitación por la noche, colmándome de besos.

"Compraste toda la ropa de las tiendas, ¿no?"

Sonrió con satisfacción,

"¿Cómo lo supiste?"

"Los dueños de las tiendas decían que un hombre apuesto de cabello dorado y ojos púrpuras lo había comprado todo."

"Parece que me consideran atractivo en ambos continentes."

 Heinley sonrió descaradamente y frotó su frente contra la mía.

"Al menos me has dicho la verdad. Pensé que lo negarías hasta que volviéramos al Imperio Occidental."

"En realidad, tengo un favor que pedirte."

Me susurró al oído,

"Necesito que lleves la ropa en el buque. No tengo forma de llevármela a casa."

Entrecerré los ojos.

'¿Está poniendo a prueba mi paciencia?'

***

Después de despedirme de Imona, subí al buque una vez más.

"Espero volver a verte."

Luego se volvió afectuosamente hacia Kapmen,

"Hijo mío, ojalá encuentres la paz en tu corazón."

Cuando Kapmen se inclinó, Imona le besó la frente. Por la forma en que lo abrazaba, me di cuenta de lo mucho que se preocupaba por él, y también de lo mucho que Kapmen se apoyaba en ella.

Al mirar hacia otro lado, me di cuenta de que había otro buque anclado cerca. La embarcación de Ángel. Imona había rechazado su oferta, pero él aún no había partido. El buque se balanceaba allí, completamente solo. Oí que había ido a visitar otro país en Hwa.

'¿Adónde podría haber ido? ¿Estaba buscando otro socio comercial?'

Para cualquier otra persona eso sería imposible, pero tratándose de Ángel nunca se sabe.

"Su Majestad."

El capitán se acercó a mí, inclinándose,

"Es hora de partir."

Tan pronto asentí, levantó las manos hacia la tripulación. Justo entonces, una vela blanca se desplegó sobre mi cabeza.

'¡Finalmente vuelvo a casa!'

viernes, 3 de noviembre de 2023

noviembre 03, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 555

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 555. La Vuelta A Casa De Navier (1)


Mis días en Rwibt pasaron volando, a pesar de lo apretada que estaba mi agenda. Observé los festivales de Rwibt y asistí a uno de los banquetes de Imona. También participé en una reunión sobre el comercio. Hablamos de la alta demanda de frutas frescas y de cómo transportarlas de forma segura.

Sir Artina y el Vizconde Langdel no tardaron en unirse a nosotros en la capital y, antes de que me diera cuenta, llegó el momento de partir de Rwibt.

Imona se ofreció a organizarme una fiesta de despedida, pero la rechacé educadamente. En cambio, pasé mi último día haciendo las maletas y reflexionando por última vez sobre la vida cotidiana en Rwibt.

"¡Su Majestad!"

Laura irrumpió en mi habitación, retorciéndose con una risa apenas contenida. Ella había salido hace sólo un momento, diciendo que necesitaba ir a buscar algo.

"¿Qué escondes detrás de tu espalda?"

Ella dio un salto, sobresaltada, pero luego se me acercó rápidamente. 

"¡Mire esto!" 

Era glamuroso, pero dejaba al descubierto demasiada piel.

Había considerado usar esos vestidos en eventos por el bien de Imona, pero al final, no tuve el valor.

"Es hermoso. ¿Te lo quedarás de recuerdo?"

"¡No! Es para Su Majestad."

Rápidamente agité mis manos. 

"No, gracias."

"¡Pero le quedaría tan bien!"

"Estoy bien con mis vestidos. Te quedaría mejor a ti, Laura."

Volví a empujar suavemente el vestido hacia ella.

"Yo también usaré uno. ¡Probémonos las dos los vestidos de Rwibt!"

Sacudí la cabeza. Los vestidos de aquí eran hermosos, pero no encajaban con el estilo austero del Continente Wol. Si Imona me hubiera dicho que tenía que ponérmelos por respeto a la cultura de Rwibt, lo habría hecho. Sin embargo, ella me había asegurado que mi estilo estaba bien. De todos modos, no quería.

"Hazlo tú, Laura."

"¡Has venido hasta Rwibt! Al menos deberías probarte su ropa una vez."

Laura no se dejó disuadir fácilmente. Se aferró a mi ropa con ojos brillantes.

Suspiré,

"Está bien. Sólo esta vez."

La pobre Laura había sufrido cuando caí por la borda. Era lo menos que podía hacer. 

"¡Sí!"

"Pero no en público."

"No se preocupe. Estaremos las dos solas."

Verla tan feliz me hizo sonreír. Juntas, Laura y yo nos pusimos los vestidos de Rwibt. Como no estábamos acostumbradas a este estilo, tardamos un rato en saber cómo vestirnos.

"¡Guau! Su Majestad, se ve absolutamente deslumbrante."

Laura soltó una risita, cubriéndose la cara con las manos. Me puse delante del espejo y suspiré,

"No te burles de mí."

"¡Realmente se ve estupenda! El Emperador Heinley quedaría fascinado."

Dicho esto, Laura se puso una capa y dijo que quería enseñar el vestido a sus amigas.

Sola, me quedé mirando mi reflejo. 

'¿Debería quedarme con uno? Como un recuerdo.'

Laura tenía razón. A Heinley le gustaría.

- ¡Gu!

Sonreí. Sí, arrullaría de esa manera. Incluso podría hacer su adorable baile de la felicidad.

- ¡Gu!

Fruncí el ceño. ¿De dónde venía ese sonido? ¿Me estaba imaginando cosas porque echaba mucho de menos a Heinley?

- ¡Gu!

Me di la vuelta para echar un vistazo a la habitación. Justo al otro lado de la ventana, se posaba un pájaro enorme. ¿Reina? La criatura se parecía a él. ¿Las águilas de Rwibt eran parecidas a Heinley?

- ¡Gu!

Curiosa, me acerqué a la ventana.

Se quedó inmóvil cuando la abrí y cerró los ojos cuando le acaricié el pico, tal como haría Heinley. Lentamente, tomé al pájaro en mis brazos. Antes de que pudiera levantarlo, el pájaro se apartó revoloteando. En un parpadeo, se transformó.

"Mi Reina, ¿abrazas a cualquier pájaro? Pensaba que yo era el único."

"¿Heinley?" 

Sorprendida, me lancé hacia él, abrazándole. Después me incliné hacia atrás para mirar su rostro. 

"¿Realmente estás aquí?"

Él sonrió ampliamente,

"Así es, a menos que haya un Heinley falso por ahí que yo no conozca."

"¿Cómo es que...?" 

Estaba tan sorprendida que lo único que pude hacer fue tocarle la cara. Tardíamente, caí en cuenta.

Oh, no. 

"¡Heinley! ¡¿Por qué estás aquí?!"

"Me enteré de que caíste por la borda."

"Envié un mensaje de que estaba bien. ¿No me digas que no lo recibiste?"

"Sí, pero necesitaba verte con mis propios ojos."

Se sonrojó y evitó mi mirada,

"Te ves bien. Me siento aliviado, Mi Reina."

'¿Por qué se sonroja?'

Fue entonces que recordé lo que llevaba puesto. 

'¡Oh, Dios mío!'

Rápidamente le aparté de un empujón.

Por su sonrisa de satisfacción, era evidente que ya lo había visto todo. 

"¿Qué haces? Ahora mismo no llevo nada puesto."

'Pícaro.'

Chasqueé la lengua y le pellizqué la mejilla. Pero lo solté rápidamente cuando noté que sus manos temblaban.

"Heinley, ¿qué pasa? ¿Estás llorando?" 

Puse mis manos sobre su cara. Él besó el dorso de mis manos y susurró,

"Cuando me enteré de la noticia, casi me vuelvo loco. Sentí como si alguien me estuviera quemando, directamente aquí."

Agarró mi mano y la colocó sobre su pecho.

Su calor se filtró en mi palma. Podía sentir el latido constante de su corazón. Mientras permanecíamos así, levanté la cabeza y miré sus ojos llenos de lágrimas, brillantes como el té de violeta.

Heinley apoyó su cara en mis manos, inhalando profundamente,

"Poco después supe que estabas a salvo, pero mi corazón no lo entendería hasta que te viera con mis propios ojos. Finalmente estamos juntos de nuevo."   

lunes, 30 de octubre de 2023

octubre 30, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 554

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 554. El Pasado Del Duque Elgy (10)



Elgy estaba aturdido. Alessia le había salvado. No quería creerlo, pero muchas personas lo habían presenciado.

'La persona que odio me salvó.'

Y ahora todos pensaban que Alessia era su madre. Cada vez que oía que la llamaban princesa, Elgy se empeñaba en negarlo. Sin embargo, las personas creían más en los hechos que en las palabras de un niño pequeño,

'A este paso, mamá acabará desapareciendo...'

Sabía que debía agradecer a Alessia por salvarle la vida. Pero nunca la llamaría madre.

"¿Qué pasa?"

Le preguntó una vocecita. Elgy la ignoró al principio.

"¿Qué ocurre?"

Sin embargo, la persona insistió.

Finalmente, levantó la vista. Un niño de más o menos su edad le miraba fijamente. Tenía un cabello dorado excepcionalmente hermoso y unos misteriosos ojos púrpuras. 


'Así que éste es el joven príncipe del que me habló Alessia.'

"¿Estás bien? Ya te lo he preguntado tres veces."

Tal como había dicho Alessia, el niño tenía un comportamiento arrogante. Parecía estar exigiendo una respuesta.

Podría haber parecido simpático para un adulto, pero a Elgy le resultó amenazador. De todos modos, forzó una carcajada.

"¿Te preocupas por mí? Qué amable."

El chico entrecerró los ojos, y caminó alrededor de Elgy como un lobo evaluando a su presa.

'Es precavido.'

Elgy recordó que su gato se comportó así cuando lo trajo a casa por primera vez. Dejó que el príncipe lo rodeara, sin moverse. Dejó que le observara todo lo que quisiera. Al final, pareció quedar satisfecho porque se sentó frente a Elgy.

"¿Eres un príncipe? ¿Por qué estás aquí?" 

"¿No lo sabes? Estoy aquí porque nuestros países quieren acercarse."

"¿Pero por qué un príncipe estaría con un duque?"

"El Duque Zemensia actúa como mi tutor."

Entrecerró los ojos mirando a Elgy,

"Más bien, ¿qué haces tú en este lugar? No eres del Reino Occidental. Esta mansión fue designada para uso de nuestra delegación."

"No lo sé."

"La duquesa dijo que salvó a alguien y lo trajo aquí. ¿Eres tú?"
    
"No lo sé."

"¿Entonces qué sabes?"

"La mujer que la duquesa trajo aquí no es mi madre."

***

"Has salvado a mi esposa. No sé cómo agradecértelo."

Murmuró el Príncipe Claude mientras probaba su ensalada.

El Duque y la Duquesa Zemensia almorzaron con el príncipe. El Duque Zemensia sonreía al Príncipe Claude, mientras que la Duquesa le miraba fríamente.

No estaba siendo sincero. A pesar de que su esposa había resultado gravemente herida y su hijo no reconocía a su propia madre, el príncipe parecía completamente indiferente. 

'Qué hombre tan despreciable.'

El ruido de pasos interrumpió su comida. La duquesa miró a su alrededor. Al otro lado de la puerta arqueada, vio a dos chicos corriendo por el amplio salón— Elgy y el Príncipe Heinley.

El Príncipe Claude también lo oyó. Se giró para mirar,

"Su joven príncipe parece un chico brillante. Apuesto a que es hábil en el manejo de la espada."

Esto era cierto. El Príncipe Heinley era coordinado, de pies ligeros, y de gran destreza con la espada. Pero el Duque Zemensia frunció el ceño,

"Eso no importa. No podrá ascender al trono. Los hijos menores no deben eclipsar a sus hermanos mayores."

El Príncipe Claude, cuyo hermano mayor ocupaba el trono de Bohean Azul, miró al Duque con el ceño fruncido. Pero el Duque Zemensia no se dio cuenta de su error, ensimismado en sus pensamientos mientras miraba al Príncipe Heinley.

***

"¿Por qué ese hombre no deja de mirarte?" 

"¿Te refieres al Duque Zemensia? Él siempre me ha odiado."

"¿Por qué?"

"Prefiere a mi hermano mayor."

Elgy se detuvo en seco y volvió a mirar al Duque. Cuando sus miradas se cruzaron, el Duque apartó la suya. Sin embargo, la hostilidad en su mirada era tan evidente que hasta Elgy la notó,

"¿Qué hay en ti que le enfada tanto? Sólo eres un niño."

"No soy un niño."

"Mi madre dice que los chicos de nuestra edad son niños."

"Yo no. Yo soy un príncipe. Tú sí lo eres."

'¿Por qué es tan prepotente?'

Elgy se quedó mirándole, desconcertado. Mientras el Príncipe Heinley jugaba con su gato, sintió su mirada sobre él, por lo que le sonrió, 

"Mi hermano mayor está enfermo. El Duque Zemensia está desconsolado porque aprecia a mi hermano."

"¿Tu hermano está enfermo? ¿Qué le pasó?"

"Yo tuve la culpa."

La expresión del Príncipe Heinley cambió. Todavía sonreía, pero sus ojos se oscurecieron. Elgy nunca había visto tanta desesperación. Cuando el Príncipe Heinley se dio cuenta de cómo lo observaba, resopló,

"No necesito tu compasión. ¿Cómo vas a librarte de esa falsa princesa?"

"Nadie me cree. Todo el mundo simplemente dice que la culpa y la conmoción afectaron mi mente."

"¿La culpa? Eso es ridículo."

"A decir verdad, sí me siento culpable. Por mi madre, y por esa mujer."

"¿Por ella también? ¿Por qué?"

"Ella se hizo daño al salvarme."

Elgy abrazó a su gato y se quedó mirando al suelo,

"Mi padre es el principal culpable. Lo odio."

"Sabes, lo he pensado y..."

De repente, el Príncipe Heinley hizo una pausa y observó a su alrededor. Acto seguido, arrastró a Elgy hacia un rincón. 

"¿Hay alguna posibilidad de que la impostora haya iniciado el incendio?"

Los ojos de Elgy se abrieron de par en par,

"Imposible. ¿Cómo podría alguien hacer tal barbaridad?"

"La gente mala es capaz de hacer cualquier cosa." 

Elgy sacudió la cabeza,

"No lo creo. La culpa es mía. Debería haberle pedido al mayordomo que fuera a ver a la Señorita Alessia cuando tuve la oportunidad. Así los dos habríamos escapado ilesos."

Los chicos dejaron de hablar cuando oyeron pasos cerca. Apareció la dama de compañía de la Duquesa Zemensia.

"Joven Amo, Su Alteza le busca."

Elgy frunció el ceño, pero siguió a la dama de compañía. Cuando llegó a la habitación de Alessia, la 'princesa' estaba sentada en la cama. Abrió los brazos y sonrió,

"Hijo mío, acércate a darme un abrazo."

***

"¿Joven Maestro?"

Elgy no respondió.

"¡Joven Maestro!"

Elgy finalmente despertó, sobresaltado. Su viejo mayordomo estaba frente a él, años mayor que en aquellos recuerdos de Elgy.

"¿Qué pasa?"

Elgy se frotó los ojos con fastidio. Debió de quedarse dormido, perdido en sus pensamientos.

El mayordomo extendió su mano. En su palma se posaba el pájaro mensajero que Heinley solía usar, con un aspecto casi tan pomposo como su amo.

Una vez que el mayordomo se marchó, Elgy abrió la carta. Sus ojos se abrieron de par en par al leerla.

"¿Lady Navier desapareció?"

La carta era una petición para utilizar su barco para buscarla.

sábado, 28 de octubre de 2023

octubre 28, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 553

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 553. El Pasado Del Duque Elgy (9)



La conmoción de la Duquesa Zemensia se transformó en ira.

'¿Cómo es posible que todos se queden mirando a una mujer tan herida y no hagan nada por ayudarla? ¿No tienen humanidad?'

Es cierto que la princesa tenía un aspecto horrible, pero había saltado al fuego para rescatar a su hijo. Ella merecía elogios, no repulsión.

"¡Desalmados!"

Gritó enojada la Duquesa Zemensia. Luego se dirigió a sus propios guardias,

"Ayuden a Su Alteza."

Sin embargo, en cuanto los guardias se acercaron a la princesa, ésta abrazó con fuerza al niño y se echó hacia atrás.

'Pobrecita. Debe tener mucho miedo para alejarse de todos.'

La vacilación de la duquesa desapareció por completo. Su compasión creció.

La duquesa caminó hacia la princesa. Una vez que la alcanzó, la abrazó fuertemente, sin importarle lo manchada que quedara su ropa.

"Tranquila, tranquila, Su Alteza. Todo está bien. Vayamos a un lugar seguro."

Al oír su voz reconfortante, la princesa finalmente rompió a llorar.

"No pasa nada. Ven conmigo."

La Duquesa Zemensia la ayudó a subir al carruaje, acunando al niño en sus brazos. Nadie se dio cuenta de la espeluznante muñeca que había caído al suelo.

Todos los empleados del príncipe intercambiaron miradas de desconcierto. La mujer que estaba con la duquesa no era la princesa. Sin embargo, todos los trabajadores sabían que Alessia había empezado a hacerse pasar por la princesa a petición del príncipe. No estaban seguros de si debían intervenir. Revelar la verdad podría dañar la reputación del príncipe.

Si el príncipe hubiera estado presente, habría rectificado inmediatamente el error. Pero nadie lo había visto en toda la noche, no mucho antes de que comenzara el incendio. Mientras los sirvientes vacilaban, la duquesa ordenó partir a su carruaje, que se llevó a la princesa y al pequeño Elgy.

***

"¡¿Qué estás diciendo?! ¡¿Quién se llevó a quién?!"

Exclamó el príncipe. Estaba en el palacio real, contando al rey cómo se comportó Alessia en la fiesta. Sus declaraciones no habían formado parte del plan. El rey tampoco estaba seguro de cómo manejar esto.

El mensajero que había interrumpido su reunión se inclinó disculpándose.

"La Duquesa Zemensia del Reino Occidental se llevó a la Señorita Alessia..."

"¿Adónde se la llevó?"

El príncipe frunció el ceño, recriminándose mentalmente por haber venido personalmente al palacio, en vez de ocuparse primero de Alessia.

El mensajero se inclinó aún más, con una expresión asustada,

"Se produjo un incendio en la mansión. La Señorita Alessia rescató al joven maestro."

Por primera vez, la expresión del príncipe se suavizó,

"¿Salvó a Elgy?"

"Parece que el joven maestro había ido a buscarla."

"¿Por qué?"

"No lo sé. Tal vez estaba preocupado por ella. Solían jugar juntos a menudo."

El príncipe sacudió la cabeza,

"Imposible. Él estaba furioso con ella por querer suplantar a su madre."

"Entonces no sé por qué. Pero fue a su habitación, donde se desmayó por el humo. La Señorita Alessia lo salvó. En el proceso, ella... um... sufrió quemaduras graves. La mitad de su cara..."

El rey, que había permanecido en silencio desde la llegada del mensajero, finalmente intervino,

"Estás en problemas, Claude. El Duque Zemensia tiene una gran reputación en el Reino Occidental. Esa mujer no tendrá más remedio que seguir haciéndose pasar por la princesa."

***

Tras enterarse de la noticia, el príncipe quiso abandonar el palacio de inmediato. Pero antes necesitaba un plan. Conversó con el rey durante horas, antes de partir al amanecer hacia la residencia temporal del duque.

La duquesa abrió la puerta con una mueca sarcástica,

"Qué rápido ha venido."

Normalmente, se enfurecería con cualquiera que se atreviera a hablarle de ese modo. Era un príncipe de Bohean Azul. Pero el Reino Occidental era poderoso, al igual que sus duques, así que el príncipe se tragó su ira.

"Escuché que rescataste a los heridos."

"Salvé a su esposa y a su hijo."

Los labios de la duquesa se curvaron.

"¿Dónde están?"

Una vez que la Duquesa Zemensia se dio media vuelta, él la siguió al interior. Tenía el estómago revuelto y el corazón acelerado.

"Por aquí."

La duquesa se detuvo frente a una habitación y llamó a la puerta,

Una voz áspera respondió,

"Adelante."

En el momento en que entró, el príncipe cerró los ojos con fuerza.

Alessia yacía en una cama grande, siendo tratada por un médico del Reino Occidental. La dama de compañía de la duquesa le estaba ayudando.

"Cariño."

Alessia sonrió al príncipe. La duquesa entonces chasqueó la lengua,

"Todavía no ha comido nada. Debe de estar hambrienta."

El príncipe dio unos pasos hacia Alessia. Un lado de su cara estaba envuelto en vendas.

El médico la señaló,

"Traté las quemaduras. No parecen infectadas, pero quedará una cicatriz."

Con la cara vendada, Alessia no se parecía en nada a la princesa. Pero dado lo que hizo por Elgy, ¿quién dudaría ahora de su identidad? Todo el mundo elogiaría su heroísmo: lanzarse al fuego para salvar a su hijo.

"Su esposa es una persona valiente y maravillosa."

Dado que el príncipe no respondió al médico, Alessia cerró los ojos y dijo que estaba cansada. El príncipe miró finalmente a la duquesa.

"¿Quién la vio?"

"¿Dónde, en la mansión? Todos. Sus sirvientes, y la multitud que se reunió para ayudar a combatir el fuego y socorrer a los sobrevivientes."

"Quise decir aquí."

"Muchos nobles han venido."

El príncipe cerró los ojos con fuerza.

'Así que muchos vieron a la 'princesa' salvando a su hijo. ¿Qué debería hacer?'

Si echaba a Alessia ahora, le acusarían de abandonar a su 'esposa' a causa de las quemaduras.

Nunca podría revelar la verdad.

Justo entonces, la puerta se abrió. El príncipe se giró y vio a Elgy en la entrada. El médico se levantó.

"Afortunadamente, el joven maestro no está malherido, pero—"

Antes de que pudiera terminar, Elgy corrió hacia el príncipe.

"¡Díselo a todo el mundo! Diles que esa mujer no es mi madre."

El médico le miró con lástima,

"Ha sufrido una fuerte conmoción. No para de repetir eso."

"¡Se equivoca! Estoy bien. ¡Padre, díselos! Esa mujer es una impostora."

Pero nadie escuchó al niño.

Cuando el príncipe sólo lo miró con tristeza, todos supusieron que la memoria del niño había sido afectada.

***

jueves, 26 de octubre de 2023

octubre 26, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 552

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 552. El Pasado Del Duque Elgy (8)



"¡Joven Maestro, la mansión está en llamas! Debemos irnos."

El mayordomo sacudió a Elgy para despertarlo.

Elgy, que había llorado hasta quedarse dormido, se levantó de golpe.

"¿En llamas?"

"Deprisa."

El mayordomo agarró su abrigo,

"No se ha extendido todavía, pero debemos evacuar para estar a salvo."

"Está bien."

 Elgy recogió a su gato dormido y lo metió en una canasta,

"¿Qué hay de mi madre?"

"Su Alteza no reside en el edificio principal. Estará bien."

Antes de salir corriendo, Elgy miró hacia la habitación de Alessia. 

'¿Ya habrá salido?'

"¿Qué ocurre, Joven Maestro?"

"Nada. Vámonos."

Respondió, armado de valor. 

Una vez fuera, el mayordomo llevó a Elgy hasta un carruaje.

"Por favor, espere aquí. Vendré a buscarlo en cuanto el fuego se apague."

"¿Cómo empezó el fuego?"

"Lo más probable es que haya sido un error de algún sirviente torpe."

Elgy miró preocupado la mansión. Un ala entera estaba envuelta en humo negro. La mayoría de los sirvientes estaban ayudando a apagar el fuego, por lo que nadie se acercó a su carruaje. Al final, Elgy se quedó dormido. Cuando despertó, oyó murmullos cerca.

"¿La Princesa fue a ver a la Señorita Alessia?"

"Teniendo en cuenta el alboroto que ella armó, Su Alteza no tuvo otra opción."

"Alessia debería haber pedido perdón, no hacer que Su Alteza fuera a verla."

"Ni siquiera nosotros podemos visitar a Su Alteza. ¿Por qué querría hablar con su impostora?"

Elgy miró fuera del carruaje, pero no pudo ver quiénes hablaban. 

Una vez que salió, a pesar de que muchos sirvientes estaban alrededor del patio, no vio a nadie cerca.

'¿Madre está con la Señorita Alessia?'

De repente, escuchó un ruido espantoso. 

'El fuego...'

Se quedó mirándolo fijamente porque estaba cerca del ala de invitados. El corazón de Elgy se aceleró. Estuvo a punto de preguntar antes por Alessia, para asegurarse de que había salido a salvo. Pero no lo hizo. Ahora se arrepentía.

Miró a su alrededor. Nadie había notado su presencia. Todos estaban ocupados combatiendo las llamas.

El temor de Elgy creció como la espuma.

'¿Y si mi madre sigue dentro? ¿Y si nadie lo sabe?'

Por supuesto, si hubiera sido un poco mayor, Elgy tal vez se hubiera preguntado por qué los sirvientes cuchicheaban sobre la visita de la Princesa a la habitación de Alessia mientras la mansión ardía en llamas. Pero aún era joven y crédulo. Además, el temor lo hizo ser más ilógico.

'¡Mi madre podría estar dentro!'

Aterrorizado, corrió de vuelta a la mansión.

"¡Joven Maestro, deténgase! ¡Es peligroso!"

Un guardia que llevaba un gran balde de agua intentó atraparlo, pero Elgy lo esquivó y subió corriendo las escaleras principales, entrecerrando los ojos al mirar hacia la ventana de Alessia.

Allí vio la muñeca que le había hecho a su madre. Siempre que se sentaba en su silla de ruedas, le gustaba jugar con la muñeca de trapo.

Ahora colgaba precariamente en el marco de la ventana.

"¡Madre!"

Perdiendo la cabeza al verla, Elgy se precipitó al interior. 

Otro guardia intentó agarrarle, pero Elgy eludió la persecución con facilidad, ya que todos iban cargados con baldes de agua.

Una vez dentro, fue directamente a la habitación de Alessia, esquivando las llamas mientras corría.

El fuego ardía con mayor intensidad frente al dormitorio de Alessia. Pero el niño perdió todo miedo, decidido a salvar a su madre. Atravesó la zona envuelta en llamas y abrió la puerta,

"¡Madre!"

No había nadie dentro. Lo único que vio fue la muñeca. La había visto colgada de la ventana hace un momento, pero ahora estaba perfectamente sentada en la silla, mirándole fijamente. 

'¿Alguien la movió?'

Elgy se acercó a la muñeca y la agarró. Volvió a mirar a su alrededor, pero la habitación estaba realmente vacía.

De repente, las cortinas ardieron en llamas. Entrecerró los ojos, apenas capaz de ver a un centímetro de su nariz. Tenía que marcharse de inmediato.

Empezó a avanzar, con la garganta ardiendo. Tosía y se tambaleaba. 

'Al menos mamá no está aquí. Debe haber escapado.'

Justo cuando estaba frente a la puerta, el suelo, debilitado por el fuego, se resquebrajó. Elgy trastabilló y cayó al suelo. La puerta del dormitorio se prendió en llamas, chirriando siniestramente. Observó en cámara lenta cómo caía hacia él. Justo antes de que le golpeara...

"¡No!" 

Alguien saltó encima de él, protegiéndolo con su cuerpo.

***

Después de disfrutar de la fiesta hasta tarde, el Duque y la Duquesa Zemensia abandonaron el palacio para hacer un recorrido por el mercado nocturno junto a otros nobles. Pero una noticia aterradora pronto hizo que todos dieran media vuelta.

"¡La mansión del Príncipe Claude está en llamas!"

La mayoría de los nobles subieron rápidamente a sus carruajes para dirigirse a la mansión. Los jardines eran lo suficientemente grandes como para que el fuego no se hubiera extendido a otros edificios, pero incluso desde la distancia, el fuego era visible.

"Dios mío."

La Duquesa Zemensia contempló atónita la mansión. Un lado estaba intacto, mientras que del otro salía un grisáceo humo espeso. 

***

Tan pronto llegaron frente a la mansión, la Duquesa Zemensia ordenó a sus hombres,

"Vayan a ayudar."

Mensajeros y caballeros irrumpieron rápidamente en el patio y se dirigieron a toda prisa hacia la mansión. Todos, incluidos los guardias del Príncipe Claude, estaban ocupados combatiendo el fuego. Nadie cuestionó a los extranjeros que se unieron a sus filas.

La Duquesa Zemensia siguió a sus hombres,

"Si la princesa está en peligro, debemos ayudarla."

Al acercarse a la mansión, notó un carruaje abandonado cerca. Le echó un vistazo, pensando que la princesa y su hijo podrían estar dentro. Pero lo único que encontró fue un gato en una canasta.

Entonces escuchó un alboroto en el edificio principal. Se dirigió en esa dirección, pero el último guardia la detuvo,

"Es peligroso ir más lejos."

"El fuego no se ha extendido aquí."

"El viento puede hacer que el fuego se propague rápidamente en cualquier dirección. Es por eso que todos los que no están ayudando a sofocar las llamas están observando desde la distancia."

"Pero si la princesa todavía está dentro, debemos salvarla."

Recordando lo preocupada que se había mostrado la princesa por el interés de su esposo en la pirata cautiva, la duquesa siguió caminando hacia el interior de la mansión.

Pero antes de llegar a la entrada, vio salir a alguien tambaleándose. La mujer parecía gravemente herida, pero los trabajadores de la mansión retrocedieron como atemorizados, en vez de acudir en su ayuda.

'¿Acaso las personas de Bohean Azul son todas así de extrañas, o sólo lo son estos trabajadores?'

La duquesa chasqueó la lengua y se apresuró hacia delante. Mientras lo hacía, sus ojos se abrieron de par en par.

La mujer que se tambaleaba era la princesa. La mitad de su cara estaba quemada. En sus brazos llevaba a un niño inconsciente. En los brazos del niño había una muñeca chamuscada.

En el momento en que la princesa vio a la duquesa, soltó un grito aliviada y le extendió al niño,

"Duquesa, yo... salvé a mi hijo."

La duquesa se dio cuenta de por qué nadie había ayudado a la princesa. Su aspecto era bastante extraño y aterrador. 



'¿Cómo es posible que alguien que antes había brillado tanto en la fiesta parezca ahora sumida en la locura?'

Mientras la duquesa la miraba fijamente, la muñeca cayó de los brazos del niño. Su rostro miró al cielo, congelado en una amplia sonrisa.

'¿Qué demonios está pasando?'

lunes, 23 de octubre de 2023

octubre 23, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 551

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 551. El Pasado Del Duque Elgy (7)



La Duquesa frunció el ceño,

"Santo cielo. ¿Es eso cierto?"

Alessia asintió,

"Pero no puedo echarla. Es tan lamentable... me está dando dolor de cabeza."

"El príncipe ha ido demasiado lejos. ¿Cómo ha podido permitir algo tan horrible?"

Mientras la duquesa resoplaba, algunos de los nobles de Bohean Azul que estaban cerca se unieron.

"Yo también lo oí. El príncipe salvó a una prisionera pirata en su viaje más reciente."

"Dios mío. ¿No habrá salvado a la chica porque se enamoró de ella?"

"No me imagino lo difícil que es su situación, Su Alteza. Qué decepción."

Uno a uno, más nobles comenzaron a murmurar.

Mientras tanto, los diez minutos de Alessia terminaron. El príncipe se acercó a buscarla. En el camino, se sobresaltó al oír los rumores que se difundían.

Se asombró aún más cuando llegó hasta Alessia. Ella le rodeó la cintura con un brazo y murmuró,

"¿Escuchas lo que todo el mundo dice, cariño? Que la mujer se parezca a mí no significa que debas dejarte persuadir por ella."

El príncipe se quedó helado, a pesar del calor del verano. 

Alessia se inclinó más hacia él,

"Si algún día esa mujer que se parece a mí reclama ser la princesa, o si dejo de aparecer en público..."

Los nobles más cercanos se apresuraron a tranquilizar a Alessia,

"Eso nunca sucederá."

"Es simplemente imposible." 

"Por favor, no se preocupe, Su Alteza."

La Duquesa Zemensia suspiró,

"Pobrecita."

***

En el carruaje de vuelta a la mansión, todo el brillo de los últimos días se evaporó. El príncipe miraba por la ventana, con una expresión severa. A medio camino de la mansión, dijo, 

"Ya no necesito una sustituta. Empaca tus cosas y vete."

"¿Ahora mismo?"

"Mañana al amanecer."

"No quiero irme."

Alessia sabía que tendría problemas si se marchaba ahora. Él todavía no le había dado una nueva identidad. De hecho, podría buscar hacerle daño para ocultar su secreto. Si sus padres fueron capaces de abandonarla, ¿por qué no haría eso un completo desconocido?

"¿No quieres?"

Él repitió sus palabras con frialdad.

Con las manos apretadas, Alessia dijo,

"Si me echas ahora, diré a todos los que conocí en la fiesta que Su Alteza se enamoró de la pirata cautiva y trató de reemplazar a su propia esposa."

"¿Crees que alguien te creerá?"

"Su Majestad y Su Alteza me llevaron a varias fiestas. He hablado con muchos nobles. Todos han visto mi cara. ¿Realmente crees que dudarán de mí?"

El carruaje se detuvo con un chirrido. Con el ceño fruncido, el príncipe miró a Alessia. Parecía a punto de colapsar de ira.

Entonces, Alessia salió primero del carruaje.

***

"¡Todo es culpa tuya, padre!"

Gritó Elgy,

"Dile a todo el mundo lo que realmente pasó."

En este momento, el ceño del príncipe estaba aún más fruncido,

"Nuestra familia se convertirá en un hazmerreír. Sin mencionar la forma en que otros países verán a Bohean Azul en el futuro."

"¿Todo eso es más importante que madre?"

"¡También dañará su reputación!"

Esa noche, durante la cena, Alessia fue a ver a Elgy. Lo encontró sollozando en un rincón con su gato. En cuanto la vio, su expresión se ensombreció,

"¿Por qué estás aquí? Vete."

"Tengo algo que decirle, Señorito."

"No me interesa."

"Escúcheme, por favor."

Elgy se levantó, a punto de marcharse.

"La historia que le conté sobre el Imperio Oriental."

Ella se apresuró a hablar. Le había contado sobre el Imperio Oriental y su familia imperial, sobre lo espléndido y hermoso que era todo, con el oro y la plata por todas partes como si no tuvieran valor.

"En realidad, fue una parte de lo que viví allí."

Cuando Elgy la miró con incredulidad, ella tomó asiento. Entonces se lo contó todo. 

Todas las terribles traiciones que quería olvidar, incluido el día en que fue secuestrada por los piratas y el día en que murió el joven inocente. Habló y habló. Cuando finalmente terminó, las lágrimas empaparon su rostro.

"Quiero vivir. Eso es todo. Quiero sobrevivir."

"¿Pero por qué tienes que vivir como mi madre?"

"No quiero. Viviré como una don nadie, lo prometo. Sólo quiero hacerme pasar por la princesa en público cuando sea necesario. También les vendrá bien a ustedes. Seré la princesa perfecta."

"Amo a mi madre. Ella no tiene que ser perfecta ni ganarse a nadie. Señorita Alessia, puede intentarlo todo lo que quiera, pero nunca será mi madre."

Dicho esto, Elgy se dio la vuelta y echó a correr. Alessia lo persiguió, gritándole que esperara. 

Ella le siguió hasta su dormitorio. Jadeando, se agachó allí,

"Éramos amigos. Nos llevábamos bien. ¿Por qué actúas así de repente?"

"¿Yo? ¿Cómo tú pudiste hacer esto, después de que te traté tan bien?"

Alessia levantó las cejas.

"No importa lo que diga mi padre, mañana iré yo mismo al salón de banquetes y lo revelaré todo. Te daré una oportunidad para irte. Empaca y huye antes de que el mundo se entere de lo que hiciste. Al menos podrás escapar antes de que llegue lo peor."

***

'¡Ha conspirado contra Su Majestad! ¡Atrápenla!'

Unos soldados rudos la sacaron a rastras de su cómoda cama. Los nobles chasqueaban la lengua y la apuntaban con el dedo.

'Te creemos.'

Lo mismo que habían dicho sus padres, sólo para acabar traicionándola. 

El sueño de Alessia volvió a cambiar. Ahora estaba de vuelta en el mar oscuro, despertando sola y horrorizada. Los peces chapoteaban a su alrededor y nadie podía oír sus gritos.

La brisa helada le daba escalofríos. En un parpadeo, pasó del mar abierto e interminable a los estrechos confines de un barco. Trabajó tan duro que incluso sus manos se endurecieron. Sólo para ver morir a un joven con una soga alrededor del cuello...

Alessia se despertó sobresaltada. Decidida a permanecer despierta, caminó de un lado a otro de la habitación.

Cuando perdía las fuerzas, se agarró al marco de la ventana.

'No aceptaré la derrota.'

Alessia golpeó con el puño el marco de la ventana.

'Jamás.'

Con los ojos ardiendo, observó su entorno y volvió la vista a la ventana. No estaba demasiado alta. Recordó algo que el capitán pirata había enseñado una vez a su tripulación, por si fueran capturados.

Si ella—

De repente, alguien llamó a la puerta. Ella rápidamente reacomodó su expresión.

"¿Quién es?"

Sin embargo, nadie respondió.

Curiosa, ella agarró el pomo de la puerta, pero se detuvo. En un instante, recordó a los soldados sacándola a rastras de su dormitorio en el Imperio Oriental. En vez de abrir la puerta, pegó la oreja a la misma.

"¿Quién es?"

Finalmente, una voz baja dijo,

"Abra la puerta. La princesa está aquí para verla."

'¿La Princesa?'

"Solo un minuto."

Alessia no abrió la puerta. En cambio, volvió a medir la altura de la ventana. Armada de valor, saltó hacia un árbol cercano.

Las ramas se engancharon en su ropa, rasgándola un poco. Pero afortunadamente las hojas amortiguaron su caída.

Cayó al suelo con un ruido sordo. Aparte de algunas magulladuras, resultó ilesa. Alessia volvió a levantarse.

'Bien. Puedo hacer esto más dramático.'

***