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miércoles, 8 de noviembre de 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 557

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 557. Sin Interés Por La Verdad (1)


Nuestro viaje de vuelta a casa estuvo lleno de celebraciones. Los marineros, los funcionarios, el Vizconde Langdel, Laura e incluso Artina lucían expresiones radiantes. Algunos miembros de la tripulación con talento para la música tocaban melodías ligeras y alegres. En las noches iluminadas por la luna, incluso organizábamos bailes informales en la cubierta.

Pero incluso en medio del ambiente festivo, cada vez que me acercaba a la barandilla, todos se ponían serios al instante. 

"¡No, Su Majestad! No debe acercarse a la borda."

"Me gustaría un poco de aire fresco."

"El aire es igual de fresco aquí. Cerca del mástil."

Comentó el Vizconde Langdel, mirando nerviosamente al agua.

No podía culparles. No cuando recuerdo lo sorprendidos y asustados que se veían Artina y el Vizconde Langdel cuando caí por la borda. O cuando recuerdo lo preocupada que estaba Laura por mí. No los volvería a someter a semejante angustia.

***

"Hmm, ¿Su Majestad?"

Laura se me acercó discretamente una tarde mientras estaba sentada en la cubierta, a una distancia prudencial de la borda.

"Sobre los últimos artículos que subió al buque... ¿por qué los compró?"

Me tomó un momento entender a qué se refería. 

'La ropa de Heinley.'

Supuse que debía parecer extraño. Había ido a comprar un solo conjunto, y luego abordé el buque con todo un guardarropa. 

"Es ropa para Heinley. El Gran Duque me ayudó a conseguirla."

El Gran Duque Kapmen estaba leyendo un libro cerca. Justo entonces, miró en nuestra dirección y sonrió, asintiendo.

"Ah, el Gran Duque."

Los ojos de Laura se entrecerraron.

'¿Por qué luce tan seria?'

"Laura, ¿qué pasa?"

Ella apretó los puños y respiró hondo,

"¡Sigo estando de su lado, Su Majestad! Lo sabe, ¿cierto?"

'¿Qué demonios?'

Estaba a punto de preguntarle qué quería decir, cuando el marinero en lo alto de la torre de vigilancia gritó,

"¡Piratas! ¡Piratas en el horizonte!"

Una campana comenzó a sonar. El tranquilo buque entró de repente en acción.

Otros marineros se hicieron eco del grito,

"¡Piratas!"

Laura, que siempre era tan valiente, dio un brinco y jadeó. El Vizconde Langdel y Artina corrieron a mi lado, rodeándonos para protegernos a Laura y a mí.

Laura me agarró del brazo,

"¿Dónde están? Lo único que veo es agua."

Yo tampoco los veía. Sólo el cielo azul y el mar. Ni siquiera estaba nublado— sólo una ligera niebla se cernía justo delante de nosotros. 

'¿Dónde están esos piratas?'

De repente, una proa puntiaguda apareció a través de la niebla. El enorme buque se reveló lentamente, como una bestia mitológica. Incluso a la distancia, su tamaño era abrumador.

Laura se quedó callada. Yo también cerré la boca. Sentí un escalofrío al ver la bandera con la calavera.

De camino hacia aquí, un monstruo marino hizo que quedara varada en una isla desierta. 

'¿Ahora nos atacan piratas? ¿Qué está pasando?'

"Prepárense para la batalla."

Exclamó el Vizconde Langdel, con voz tranquila, a pesar de todo. Sus hombres se pusieron en guardia.

Artina desenvainó su espada suavemente,

"Protejan a Su Majestad y a la Señorita Laura, pase lo que pase."

Aparecieron varios buques más, siguiendo al primero. Se deslizaron a través de las agitadas olas.

Como no quería que Laura se asustara más, forcé una expresión impasible. Sin embargo, cuando el buque en cabeza se acercó lo suficiente como para atacar, de repente giró hacia un lado y se alejó.

"¿Se está retirando?"

Preguntó Laura. Sus ojos se abrieron de par en par.

Los míos también. Efectivamente, todos los buques empezaron a alejarse de nosotros. Todos en la cubierta murmuraban y nadie estaba seguro de lo que estaba pasando. Finalmente, uno de los tripulantes comentó,

"Debe ser un ajuste de cuentas de piratas."

"¿Un ajuste de cuentas de piratas?"

Uno de los caballeros del Vizconde Langdel se aclaró la garganta,

"Piratas que van tras otros piratas. No tienen ningún interés en un buque normal como el nuestro."

"Entonces... ¿son piratas de verdad?"

"Así es."

Estaba a punto de decir que me seguía pareciendo extraño cuando vislumbré una figura familiar en la cubierta del buque principal. Estaba demasiado lejos para distinguir sus rasgos, pero reconocí su silueta. 


'¿Duque Elgy?'

Quería acercarme para ver mejor, pero un caballero me detuvo. 

"Es peligroso, Su Majestad."

"Correré el riesgo."

Le pasé por un lado y me paré en el borde de la cubierta, pero para entonces el hombre ya se había ido, como un fantasma.

Mientras tanto, los buques se alinearon delante de nosotros, como guiando nuestro camino. De repente, recordé los rumores acerca de que Heinley estaba afiliado a piratas. 

'¿Y si fueran ciertos? ¿Y si el capitán de estos piratas es el Duque Elgy? ... Imposible.'

Sacudí la cabeza. Un Duque de Bohean Azul no tenía necesidad de andar haciendo de pirata.

Artina me miró y luego habló en voz baja,

"Es sólo un rumor, pero... he oído que todas las tripulaciones piratas están buscando al capitán de una tripulación en particular ahora mismo."

***