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martes, 7 de marzo de 2023

marzo 07, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 61

Capítulo 61. Despedida de Gerard


Annette entrecerró los ojos mientras miraba la cara del hombre que estaba bajo el paraguas.  Se preguntó por qué tenía una expresión tan sombría. Railin sonrió en cuanto sus miradas se cruzaron. Su rostro se iluminó de inmediato, como de costumbre.

No parecía muy contento. ¿He visto mal?'

Annette ladeó la cabeza. Railin se acercó a ella mientras jugueteaba con su paraguas. Con una ventana en medio de ambos, se detuvo y la saludó de una forma ligeramente distinta a la habitual. 

"Dame la gracia de la diosa, oh siervo de la fiel diosa."

El saludo que Railin acababa de decir sólo se utilizaba para saludar a los sacerdotes que servían a la diosa Odessa. Annette, que entendió su broma, respondió de la misma manera.

"El aliento de la diosa siempre estará contigo, oh cordero devoto de la diosa."

Railin asintió satisfactoriamente y entró en la cafetería. A pesar de la lluvia, no había rastro de salpicaduras de agua en el pantalón gris de Railin. Annette preguntó mirándolo con curiosidad. 

"¿Hay que saber usar magia para convertirse en Maestro del Gremio Secreto? Como caminar sobre el agua o algo así."

"No lo sé. Después de todo, una belleza encantadora como yo necesita tener algunos secretos."

Dijo con una sonrisa misteriosa. Railin tenía un encanto único pero a ella no le desagradaba.  Sin embargo, Annette no había venido aquí a gastarle bromas a Railin. 

"Entonces, ¿Hay fecha para la infiltración?"

"Por supuesto. Dentro de una semana, será el segundo día del festival de la cosecha. Nos reuniremos en la Tumba Sepulcral del Oeste, un poco lejos del templo de Odessa Louis. Muy poca gente acude allí."

Ella  asintió con la cabeza. El período de la cosecha que se avecinaba se celebraba igual que un carnaval. En un día tan bueno, no habría muchos dolientes deambulando por las tumbas. Ella le preguntó a Railin para asegurarse. 

"¿Estás seguro de que Celestine Keers vendrá al templo ese día?"

"¿Alguna vez se ha equivocado mi información?"

Le respondió Railin con una sonrisa. Sus ojos se curvaron bajo las largas pestañas. Annette asintió ante la respuesta bastante fiable. Ella acarició el borde de la taza de té caliente y murmuró.

"Últimamente, Celestine rara vez socializa. He escuchado que, debido a ello, la gente duda de su cualificación para ser Princesa Heredera."

"Bueno, sí. Después de todo, su familia no tiene tanto poder como para respaldarla. Corre el rumor de que últimamente muestra signos de fobia social. Gracias a esto, parece que está generando mucho resentimiento. A todo el mundo le parece que ha cambiado después de haber ascendido.."

Railin explicó. Annette frunció el ceño. Ahora que lo pensaba, Celestine también había cancelado repentinamente su asistencia a la fiesta del jardín del Marqués Eloque. Algo no cuadraba. 

¿Por qué ahora Celestine actúa de forma tan descuidada?

Annette, que sospechaba que Celestine era la verdadera culpable, estaba perpleja. Celestine había conseguido por fin el puesto de Princesa Heredera que tanto deseaba. Sin embargo, ahora con su objetivo tan cerca, Annette no entendía por qué de repente mostraba un comportamiento inadecuado.

Bueno, no importaba. De todos modos, acabaría sabiendo todo esto cuando la encarara. El persistente deseo de limpiar todas las falsas acusaciones era la única razón que mantenía aquí a Annette. Si tenía suerte, podría obtener la respuesta de inmediato de su encuentro con Celestine. Y después de eso...

Annette sonrió al recordar los planes que tenía preparados para el futuro. A diferencia de su amargo humor, su voz fluyó suavemente como de costumbre. 

"Señor Railin, si no le importa, ¿podría preparar mi traslado a Osland? Me gustaría visitar el lugar, una vez que todo esto termine. Tengo que comprobarlo ya que viviré allí a partir de ahora."

Los ojos rojo rubí de Railin centellearon de alegría.

Después de terminar su conversación con Railin, Annette se dirigió al carruaje sin pensarlo mucho. tenía que volver a la mansión. Era un día lluvioso, y si se demoraba más, Raphael se preocuparía. Annette se rió de sí misma por hacerse ilusiones de que Raphael se preocuparía por ella.

Annette finalmente llegó a la parte delantera del carruaje. Estaba lloviendo, así que las botas de cuero que llevaba se habían empapado. La humedad que se le metía entre los dedos de los pies le resultaba desagradable. Justo cuando estaba a punto de subir al carruaje, alguien la llamó desde atrás. 

"Dama... No, Marquesa."

La voz estaba mezclada con un acento extranjero. Después de esperarla un buen rato, el hombre estaba completamente empapado por la lluvia. Annette se sorprendió al ver de quién se trataba. Ella no esperaba encontrarse a este joven cuyo cabello rubio pulcramente peinado se pegaba a su pálida frente.

"¿Gerard? Vaya, ¿no tienes paraguas? Está lloviendo a cántaros, ¿Qué estás haciendo?"

Era Gerard, el mayordomo de la familia Baviera, que la estaba esperando. Annette, sorprendida por el lamentable aspecto de ratón mojado de Gerard, lo agarró de la mano. Gerard tenía las manos frías de tanto tiempo bajo la lluvia. Ella quería que entrara en el carruaje para calentarse antes de que su temperatura bajara aún más, pero Gerard se negó. 

"Arruinará las fundas de cuero. Está bien, así que sólo..."

"¡Qué tonterías dices! ¿Te parece que no puedo comprar fundas de cuero nuevas? Vamos, entra. "

Ella tiró de su mano con determinación. Él tuvo que sentarse dentro del carruaje. Gerard era el mayordomo de confianza de su padre, así que la cuidó durante mucho tiempo. Aunque ahora ella estaba un poco distanciada de él, siempre lo había considerado como un primo lejano. Así que dejar a Gerard bajo la lluvia, mientras hablaba con él cómodamente sentada en el carruaje, la parecía despiadado. 

De repente, el hecho de que Annette tirara de él hacia el interior del carruaje hizo que Gerard se echara a reír. Podía sentir como las finas fundas de cuero se mojaban bajo su ropa. Hacía un poco de frío bajo la lluvia, pero su corazón se calentó por la amabilidad de ella. Su joven era tan dulce como solía ser. 

"¿Qué pasa, Gerard? Has venido hasta aquí. ¿Mi padre te obligó a hacerlo?"

Preguntó Annette mientras cubría el cuerpo de Gerard con una manta. Su corazón latía con fuerza, preguntándose si su padre, le había enviado otras palabras de advertencia. Pero Gerard negó con la cabeza y miró atentamente a Annette. Una pequeña sombra cubrió su agraciado rostro. 

"Mi dama, no... Marquesa."

"Llámame como quieras. ¿Qué ocurre?"

"Lo siento, pero me he enterado por casualidad. La... la mina de hierro de su esposo. He escuchado que ha echado al gerente de la mina. "

El corazón de Annette empezó a latir con fuerza. La noticia de que se había deshecho de Thomas Bradley había llegado a sus oídos. Ella lo  esperaba, pero nunca pensó que ocurriría tan rápido. 

Annette se preguntaba hasta qué punto podía confiar en Gerard, que también era subordinado de su padre. Sin duda, él nunca le haría daño, ya que la había cuidado desde que era una niña. Pero pensaba que no sería igual si se trataba de su esposo Raphael. Annette le preguntó a Gerard con recelo.

"Aah cierto. ¿Te preguntas por qué lo hizo? Thomas llevaba un doble libro de contabilidad e desviaba los beneficios del negocio. Desde el punto de vista de un empresario, es natural despedir a gente así."

"No es sólo por eso.  Usted es una persona inteligente, así que ya debe de haberlo adivinado todo."

Gerard sonrió con amargura. Él sabía la verdadera razón por la que Annette había echado a Thomas. Ella se quedó mirando fijamente a la cara de Gerard, sin saber qué diría. Entonces Gerard suspiró profundamente y se arrodilló en el suelo del carruaje. 

"Hoy no estoy aquí para hacerte daño ni a ti, ni a tu esposo. En realidad, mañana dejaré este trabajo y volveré a mi ciudad natal. Quería despedirme de ti, así que te pido disculpas por venir aquí de repente." 

"¿Te vas a casa? ¿Por qué?"

"Mi vida en Deltium fue genial, pero ahora parece que ha llegado el momento de volver a mi ciudad natal. Mi hermano, que acaba de quedar a cargo de la propiedad, también necesita ayuda."

Gerard no dio sus verdaderas razones para marcharse. Quizá fuera porque tenía una sensación de crisi debido a que sus problemas se habían hecho demasiado grande, o quizá le incomodaba estar en una situación en la que tenía que seguir enfrentándose a ella. Por supuesto, también cabía la posibilidad de que fuera una mentira para que Annette bajara la guardia. Sin embargo, su rostro parecía sincero. 

Al igual que él conocía bien a Annette, ella también lo conocía muy bien a él. Aunque tuvieron algunos conflictos, pasó mucho tiempo con Gerard. Incluso se podría exagerar diciendo que el tiempo pasado con Gerard era mucho más largo que el que ella pasó con su padre. Durante esos tiempos, Gerard había sido siempre un buen mayordomo. Ahora que él se iba, ella no podía seguir tratándolo con frialdad. 

"Ya veo. Por favor, ten cuidado en tu camino. Espero que volvamos a vernos, Gerard."

Annette se despidió en un tono suave. Pero la visita de Gerard no era sólo para despedirse. De repente él miró a su alrededor. Luego cerró la ventanilla del carruaje entreabierta. A continuación, Gerard bajó la voz y susurró con mucho cuidado. 

"Dama, aunque no lo sé todo... pero me enterado de una cosa."

"¿Qué? ¿De qué hablas de repente, Gerard?"

"De la mina. No es sólo es su padre, sino que hay otras personas que le están ayudando. Es una conspiración mucho más grande de lo que piensa." 

Los ojos de Annette se agrandaron ante las inesperadas palabras. El Duque Bavaria por sí solo, representaba un gran poder. No necesitaba la ayuda de nadie. No podía creer que Allamand contara con la ayuda de alguien para planear algo. Era totalmente inesperado. 

"¿Te importaría contarme más sobre esto, Gerard? Te lo agradezco mucho, pero si él te descubre..." 

Annette estaba muy preocupada por Gerard.  Aunque sólo intentaba proteger a Raphael, lamentaba haber sido demasiado dura con él. Gerard sonrió tristemente.

"Bueno, ¿Qué puede hacer contra alguien que se ha ido? Hay algo más que quiero decirte. "

Gerard, arrodillado en el suelo del carruaje, inclinó la cabeza. Luego besó sin vacilar las botas empapadas de lluvia de Annette. Ante su actitud reverente, los ojos de Annette se agrandaron de la sorpresa. Levantó la vista hacia Annette, todavía de rodillas.

"Le pido sinceras disculpas por haber insultado a su esposo el otro día. Aquel día me sentí como si me hubieran robado a mi preciosa joven a la que había educado. Estoy realmente avergonzado de mi comportamiento. No debí hacerlo..." 

"Está bien, Gerard. Ya le pediste perdón a mi esposo. Todo quedó en el pasado."

Gerard volvió a inclinarse ante las palabras de Annette. La cara del esposo de Annette, Raphael destelló ante sus ojos oscuros. Gerard esperaba que ese hombre pronto se diera cuenta del gran privilegio que era estar al lado de Annette. Por ser sólo un mayordomo, ni siquiera tenía esa oportunidad. Gerard reprimió sus persistentes sentimientos. Se despidió deliberadamente con un tono brillante. 

"El tiempo que le serví será siempre el recuerdo más preciado de mi vida.  Aunque regrese a mi ciudad natal, siempre pensaré en usted. Por favor, sea feliz."

Cuando Gerard terminó de hablar, sonrió con cara alegre. Ya se le habían acumulado algunas lágrimas alrededor de los ojos. Ya sin nada más que decirle a Annette, Gerard salió del carruaje. Luego caminó hasta que desapareció en la oscuridad. 

"Gerard..."

Annette suspiró mientras miraba con tristeza la espalda de Gerard desde la ventanilla. Estaba preocupada porque estuviera a salvo el camino de vuelta a casa. Pero había llegado el momento de regresar a casa. Annette, mirando por la oscura ventanilla, dio orden de arrancar el carruaje.

domingo, 5 de marzo de 2023

marzo 05, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 60

Capítulo 60Mina de Hierro (5)

Raphael, que volvió a casa primero como había dicho, practicó con su espada en el campo de entrenamiento. Sin embargo, comparado con las gotas de sudor que le caían por la cara, su entrenamiento no era tan eficaz. Ahora su cabeza estaba llena de preocupaciones por Annette. Él sabía que ella era una persona muy precavida, por lo que nunca haría nada peligroso. Pero no podía evitar preocuparse por ella.

De repente soltó la espada que sostenía. Era peligroso blandir una espada en ese estado. Con un paso en falso, podría caer sobre su propia espada. Necesitaba convertirme en Maestro de Espadas lo antes posible, pero parecía que no sería fácil. Era tan frustrante.

Estoy en muy buena forma estos días.

Su condición física era mucho mejor que antes, cuando sufría de privación crónica de sueño. Se sentía  perfectamente pacífico dormirse al lado de Annette cada noche. No sabía por qué, pero siempre que se quedaba dormido en el dormitorio de ella, no sufría de sonambulismo.

Raphael no sabía que Annette le cantaba para que durmiera cada vez que sufría sus trastornos del sueño. Simplemente creía que se había recuperado de su enfermedad porque Annette era su misteriosa cura. Tal vez fuera porque había encontrado tranquilidad en su relación con ella. De lo contrario, no podía explicarse esa extraña situación en la que dormía bien si estaba en buenos términos con ella y tenía insomnio si estaban en malos términos con ella.

Por cierto, Annette se ha tardado...

Raphael se dio cuenta de que estaba dando vueltas alrededor del mismo lugar. Aunque Thomas, el gerente de la mina, no era de los que intentan cualquier cosa, seguía siendo un hombre. ¿Y si le levantaba la mano a Annette al ser descubierto? Fue una verdadera tontería dejar a Annette sola. Raphael estaba tan ansioso que estuvo a punto de abandonar el lugar para ir a buscarla.

"¡Raphael!"

La voz que vino de su espalda era tan alegre como una alondra. Al girar la cabeza, pudo ver a Annette acercándose a él desde la distancia. Ella, que siempre había caminado con elegancia, corría ahora hacia él con todas sus fuerzas. Su cabello rubio bien trenzado se despeinó y el largo vestido ondeó en el aire como una flor. Pero Annette, que tenía las mejillas sonrojadas, no parecía preocuparse por ello.

Raphael miró el rostro de Annette como si estuviera hechizado. Él abrió los brazos sin darse cuenta. Entonces Annette, que había corrido desde lejos, saltó a sus brazos. Él sintió que los suaves brazos de ella se enroscaban a su alrededor como lianas. Annette levantó la cabeza y gritó alegremente.

"¡Lo he conseguido, Raphael!"

La emocionada Annette sacó un manojo de papeles de debajo del dobladillo de su gran vestido. Cuando Raphael los recibió, sintió el calor remanente de Annette en los papeles y su cara enrojeció ligeramente. Annette, que no se cuenta de ello, le explicó su éxito con voz aguda.

"Este es un libro de contabilidad doble que Thomas Bradley escondió. Te ha estado dando informes comerciales falsos todo este tiempo. Aquí está la cantidad de dinero malversado que ha estado desviando constantemente durante los últimos meses."

"Es mucho. ¿Cómo no me di cuenta?"

Raphael comprobó el grosor total de los papeles. ¿Cómo ha salido esto de debajo de su vestido? ¿Es magia? Annette sonrió torpemente al ver la expresión de sorpresa de Raphael. A ella se le había ocurrido este método después de ver el traje de sirvienta de Railin.

Como el dobladillo del vestido de una mujer era tan grande, era fácil esconder algo debajo. Y aunque se notara, ¿quién se atrevería a examinar bajo la falda de una dama? Annette llevaba a propósito un vestido con una gran falda. Era para ocultar los sonidos de papeles que pudieran oírse. Gracias a eso, Thomas ni siquiera podía adivinar lo que se escondía bajo su vestido.

"Raphael, he mirado los papeles de camino aquí... Es un plan bastante detallado a largo plazo. Thomas Bradley iba a deteriorar constantemente tu negocio a lo largo de los años. De modo que cayera en enormes deudas y te vieras obligado a subastarla a otra persona."

Después de hablar, Annette sonrió con tristeza. Si eso hubiera ocurrido, era obvio quién sería el nuevo propietario de la mina. Si ella no hubiera intervenido, en el futuro también se habría añadido una mina de hierro a la lista de propiedades del Duque Bavaria. Y su padre se habría reído de ellos fríamente, como una serpiente que se hubiera tragado a su presa.

Así que Annette comenzó su investigación con el gerente de la mina. Si Thomas no era el espía, había planeado investigar a continuación al supervisor de la mina. Después, iba a investigar uno por uno a todos los implicados en el negocio minero. Afortunadamente, no tuvo que hacerlo, ya que atrapó al pez gordo en su primer intento. 

Annette se preguntó de repente si después de su muerte en su vida anterior, Raphael pudo quedarse con la mina al final. Como el plan de su padre era bastante largo, Annette en su vida anterior murió sin ver los resultados. Sin embargo, ahora no había forma de comprobarlo. El único consuelo de Annette era que se enteró pronto en esta vida y pudo evitarlo a tiempo.

"Tu negocio de la mina de hierro está ahora a salvo."

Annette susurró en voz baja por la vergüenza. Cuando se le pasó la alegría del éxito, pudo ver la realidad ante sus ojos. Era su padre quien estaba detrás de todo esto, así que no tenía cara para mirar a Raphael. Cuando sus ojos rosados se distorsionaron como si estuviera a punto de llorar, Raphael la levantó. Luego trató de calmarla.

"Shh, ¿por qué lloras? Has hecho un buen trabajo."

"Pero, Raphael, mi padre casi arruina tu negocio."

Aunque esta vez lo hizo bien, ¿abandonará Allamand la idea de tener mina sólo porque ellos se deshicieron de Thomas? Annette estaba muy preocupada por eso. Se le llenaron los ojos de lágrimas al sentir una mezcla de miedo y culpa. Raphael empezó a asustarse cuando vio que sus lágrimas estaban a punto de caer. Naturalmente, su tono para calmar a Annette se volvió un poco más urgente.

"¿De qué te arrepientes? Has salvado mi negocio de la quiebra. Vamos a buscar el dinero robado por ese maldito gerente. ¿Y la última vez no querías un diamante azul? Vamos a comprar eso también."

"¿Diamante?"

"Sí. No te he regalado nada aparte de esas estúpidas flores que recogí la última vez. Como tu esoisi, he querido comprarte algo al menos una vez. Puedo comprarte el color de diamante que quieras."

Raphael trató disimuladamente de engatusarla usando su riqueza. Al mismo tiempo, no podía establecer contacto visual con Annette. Raphael, que intentaba fingir que estaba serio, parecía más tímido de lo habitual. Annette, que miraba su rostro malhumorado con sus ojos llorosos, finalmente se rió.

"Pero las flores eran bonitas. Fuiste el primero en coger una flor para mí. Muchas gracias."

Raphael se puso un poco rojo al escuchar las cariñosas palabras de Annette. A plena luz del día, no había oscuridad que cubriera su rostro. Fingiendo no haberse dado cuenta, ella preguntó con cuidado.

"Entonces, ¿Qué vas a hacer con Thomas Bradley?"

"Bueno, lo pensaré ahora."

Raphael bajó con cuidado a Annette al suelo. Ella había dejado de llorar. Luego recogió los papeles que ella había robado. No sabía cómo lo había encontrado, pero Annette era bastante competente, a diferencia de su inocente apariencia. Tal vez era mejor que él, que sólo sabía manejar una espada.

Los ojos de Raphael se agudizaron gradualmente mientras miraba el libro de contabilidad. Se sentía diferente ahora que las sospechas de Annette se había confirmado. La ira lo invadió. Ese imbécil quería que su negocio quebrara para poder llevarse su mina. 

Ese imbécil codicioso quiere añadir más a su riqueza.

Raphael sentía que necesitaba más poder. Obtuvo varios logros militares en la guerra. Pero la guerra de independencia de Lehtan había terminado. La había terminado con sus propias manos.

Después de la cacería, los inútiles sabuesos eran devorados. Por suerte Raphael era un humano, pero estaba claro que su estatus estaba en peligro. Así que esta vez tenía que demostrar su nueva utilidad y conseguir poder para protegerse. Todos sus enemigos eran grandes hombres difíciles de combatir.

"Bien hecho, Annette, yo me ocuparé del resto. Ahora entra a descansar."

Raphael besó cariñosamente la mejilla de Annette. El cabello rubio que rozaba la punta de sus dedos y las suaves mejillas bajo sus labios eran preciosos para él. Tenía que ser más fuerte para protegerla.

***

Puedo escuchar el sonido de la lluvia desde fuera. 

Annette, sentada en una cafetería del elegante distrito comercial, miraba por la ventana con una infusión de té humeante en la mano. Raphael pensó que había salido a comprar las joyas, pero se trataba de una coartada. En realidad, Annette había venido para encontrarse con Railin.

Era principios de otoño. Pronto celebrarían un ritual en el Templo de Odessa para rezar por una cosecha abundante. Dado que el ritual de la cosecha de otoño era una ocasión bastante famosa, Annette planeaba aprovechar esta oportunidad para infiltrarse en el templo. Nadie descubriría la identidad de Annette si entraba como uno de los sacerdotes enmascarados.  

Annette se quedó mirando por la ventana mientras esperaba a Railin. En ese momento, hubo una escena que llamó la atención de Annette. Lo primero que destacó fue un colorido paraguas. El paraguas de bordado rojo, estaba lleno de mariposas de color púrpura pálido. Las alas de las mariposas centelleaban con fuerza cada vez que el paraguas se movía.

Pero ni siquiera esas mariposas podían ser más glamurosas que la cara del hombre que sostenía el paraguas.

"...¿Señor Railin?"

Nada más pronunciar el nombre, Railin miró hacia donde estaba ella. No le sonrió como de costumbre, su cara blanca parecía muy sombría.

viernes, 3 de marzo de 2023

marzo 03, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 59

Capítulo 59Mina de Hierro (4)


Al escuchar las palabras de Annette, los ojos de Thomas temblaban como ramas. Incluso dudaba de lo que había oído. Sospechando las intenciones de Annette, Thomas dijo con indiferencia.

"¿Ah, sí? Estoy seguro de que el Marqués se alegraría mucho de oírlo. Su mujer no sólo se preocupa de la casa, sino también de las operaciones de su mina. Realmente envidio al Marqués. Jeje."

Thomas se rió. Pero realmente no le agradaba el interés que Annette tenía. Thomas podía hacer lo que quisiera porque Raphael le había dejado todas las operaciones de la mina. Pero si la propiedad de la mina cae en manos de Annette, se quedaría sin nada. Naturalmente, sus se llenaron de cautela.

Annette, que se dio cuenta de ello, sostuvo la barbilla con elegancia. Entonces, un gran diamante sobre su guante de terciopelo emitió un brillo deslumbrante. Era un diseño excesivo que nunca se habría puesto normalmente. Sin embargo, también era un buen cebo para llamar la atención. En cuanto la mirada de Thomas se dirigió al diamante, Annette sonrió con arrogancia.

"Así es. A él le interesan poco las minas. Entonces... ¿No debería algo precioso pertenecer a alguien que reconozca su valor? ¿Qué opina, señor Bradley?"

"...¿Qué? Disculpe, ¿de qué está hablando? No la entiendo..."

Annette miró al avergonzado Thomas con una sonrisa aún más encantadora. Era una sonrisa que había aprendido de Railin. Annette, inclinando perezosamente la cabeza, susurró con un brillo en los ojos.

"Creo que puedo hacerlo mucho mejor si me convierto en la propietaria de la mina. Tanto en lo que se refiere a sus operaciones como a su rentabilidad. Y tal vez... ¿también mostrar a los leales empleados que me ayudaron, mucha de mi sinceridad?"

Cuando Thomas escuchó la sugerencia de Annette, sus ojos se abrieron de par en par poque estaba sorprendido. Parecía como si nunca hubiera esperado escuchar algo así de ella. Después de ver esto, Annette se sintió más segura. Parecía que estaba haciendo un buen trabajo en la actuación. 

Ella, que sonrió como un gato, acorraló aún más a Thomas.

"¿Qué le parece, señor Bradley? ¿Está dispuesto a ayudarme?"

"Es tan repentino... no estoy seguro de cómo responder."

Thomas no pudo evitar que la vergüenza que sintió se reflejara en su rostro. Había venido aquí como encargado de la mina de Raphael por orden de Allamand. Pero de repente intervino la hija del patrón, diciendo que ella también quería la mina. Así que fue un poco embarazoso. Después de poner a Thomas en un aprieto, como ella quería, Annette decidió dar un paso atrás.

"Creo que necesita tiempo para pensar, señor Bradley."

"Sí, dama. Lo siento mucho, pero no puedo darle una respuesta ahora mismo."

Thomas, que sudaba mucho, mordió el anzuelo. En respuesta, Annette asintió al no recibir una respuesta. Hubo un silencio incómodo entre los dos, pero pronto fue roto por Annette.

"Entonces, señor Bradley. ¿Le he escuchado decir que es del Oeste de Deilun?"

"Así es, señora. ¿Conoce usted Deilun?"

Thomas respondió a la pregunta de Annette con una sonrisa confiada. Él debía haber inventado también su ciudad natal. Parecía que también era un buen actor. Annette decidió ser generosa con él. De todas formas ella estaba engañando a Thomas. Annette con una mirada curiosa preguntó ladeando la cabeza.

"Hay una canción tradicional que es popular en la zona de Deilun, ¿no? La escuché por casualidad antes. Resultaba más agradable de oír de lo que pensaba. Pero quizá era porque la letra no me resultaba familiar, no podía entender lo que quería decir la canción. Ya que el señor Bradley es de allí, debería conocer el significado de la canción, ¿verdad?"

"¿Significado de la canción tradicional? Ah... sí."

Una gota de sudor resbaló por la deslumbrante cabeza de Thomas. Aunque había inventado de antemano las especialidades de su falsa ciudad natal, no sabía mucho sobre las canciones tradicionales. Pero no pasaba nada. Annette tampoco lo sabía de todos modos.

Todo es inventado.

Annette sonrió, disimulando sus pensamientos. Luego le preguntó a Thomas.

"No soy muy buena cantando, pero ¿te gustaría oírla? Realmente quiero saber el significado de esa encantadora canción."

"¡Oh, sí, sí! Claro que me gustaría oírla."

Thomas, cuyo rostro enrojeció, asintió con la cabeza. Se sentía muy avergonzado porque no sabía nada de las canciones tradicionales de Deilun. Se preguntaba qué haría si le pillaban por esto y su identidad quedaba al descubierto. Pero, por otro lado, también estaba agradecido de que Annette se la cantara primero. Después de escuchar la canción, podría sacarle algún significado, ¿verdad? 

"Bueno, es algo vergonzoso, pero cantaré un poco."

Annette fingió no darse cuenta de las reacciones de Thomas. Entonces Thomas con una sonrisa, se inclinó un poco para concentrarse en su canto. Entonces comenzó a cantar una canción al azar.

El sol de la mañana es dorado.

El sol de la tarde es blanco

El sol de la tarde es rojo.

Y cuando sale la luna, todo desaparece

Era una canción cualquiera, pero su efecto era evidente. Thomas, que estaba inclinado hacia delante, se quedó dormido sobre la mesa. Annette se levantó rápidamente de su asiento.

Tengo que encontrar rápidamente las pruebas que podrían demostrar que Thomas es un traidor.

Como regresora, la habilidad especial de Annette era dormir a la gente. Afortunadamente, la habilidad funcionaba de forma instantánea, por lo que la mayoría de la gente se dormía en 30 segundos. Sin embargo, el único defecto era que resultaba difícil calcular la duración de la habilidad.

Si el oponente con mucha falta de sueño como Raphael, la habilidad duraba más. Sin embargo, si forzaba a dormir a una persona sobria, el efecto no duraba más de cinco minutos. Por lo tanto, tenía que moverse lo más rápido posible en situaciones como ésta.

Annette buscó en todo lo que destacaba. Pero no había nada en los estantes cercanos. Según el informe de Railin, Thomas actualmente no tenía casa. Él vivía en este gran edificio de la mina. Publicado en ReinoWuxia

Entonces lo único que queda por buscar es allí.

Se acercó a la puerta trasera en la que se había fijado antes. Tal vez dentro de esta puerta estaba el lugar personal donde vivía Thomas. Pero la puerta estaba bien cerrada. Annette se apresuró a volver a dónde estaba Thomas y lo registró cuidadosamente.

Llave, llave... ¡La he encontrado!

Sintió algo parecido a una llave cuando registró el bolsillo interior derecho del chaleco de Thomas. Pero Thomas se quedó dormido en una posición incómoda sobre la mesa. Así que no podía sacar la llave del bolsillo interior. Annette levantó a Thomas agarrándolo por el hombro. Afortunadamente, después de mucho esfuerzo, pudo sacarle la llave del bolsillo del chaleco, pero ahora había otro problema.

"Ummm...."

Thomas, que frunció el ceño, dio señales de estar despertando. Sus fuertes ronquidos habían desaparecido. La frustrada Annette cantó rápidamente y lo volvió a dormir. Dudaba de si volvería a funcionar con una persona en la que acababa de utilizarlo. Pero, afortunadamente, Thomas volvió a dormirse. Cuando él empezó a roncar de nuevo, Annette respiró aliviada.

Casi me meto en un lío.

Le temblaron las manos al sentir el peligro de este trabajo. Fue un momento muy tenso para Annette, que siempre había vivido como una una flor en un invernadero. Pero ahora no había tiempo para dudar. Annette, sosteniente la cálida llave, se apresuró a abrir la puerta que había detrás del salón. Dentro había un dormitorio con un ligero olor a humedad. 

¡Por favor, ojalá encuentre alguna prueba...!

Annette entró en el dormitorio de Thomas rezando fervientemente en su mente. Ella quería traer algún resultado favorable para Raphael, quien le había confiado este trabajo. Y en esta oportunidad, ella también esperaba que pudiera cortar las patas de su padre que se extienden hacia Raphael.

Afortunadamente, sus plegarias pronto fueron escuchadas.

***

"Muchas gracias por perdonar mi grosería, dama."

Thomas, que se levantó después de quedarse dormido, se sonrojó profundamente. Parcía un gran pulpo hervido con su cabeza calva. Ella apartó cortésmente la mirada de su calva y sonrió generosamente.

"Oh, estabas cansado. Sé que el señor Bradley trabaja muy duro para mantener este negocio."

"Le agradezco su generosidad. Pensaré seriamente en su petición. Por favor, deme un poco de tiempo."

Thomas susurró. Annette asintió con una sutil mirada. Él aún parecía creer que Annette era una mujer ambiciosa que codiciaba la mina de su esposa. Ella estaba segura de que se lo contaría a su padre.

Pero en realidad no importaba. Las pruebas del desfalco de Thomas estaban ocultas en el gran dobladillo del vestido de Annette. Thomas estaría acabado tan pronto como ella volviera a Raphael con esto. Así que igualmente no tendría oportunidad de recibir alguna orden de Allamand. Annette sonrió con gracia, reprimiendo su pecho todavía palpitante.

"Entonces adiós señor Bradley. Ha sido un verdadero placer conocerlo."

"Para mí también ha sido un honor. Entonces, por favor, tenga cuidado de camino a casa."

Thomas no se dio cuenta de que Annette estaba diciendo 'adiós' en lugar de hasta pronto. Pensó que simplemente ella se había equivocado.

Y esa fue la última vez que Thomas Bradley vio a Annette.

jueves, 2 de marzo de 2023

marzo 02, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 58

Capítulo 58Mina de Hierro (3)

Su vestido dorado brillante, centelleaba como las alas de una mariposa bajo el sol otoñal. Mirando sólo la tela, el conjunto no parecía muy lujoso, pero sí un poco excesivo. Sin embargo, los detalles del vestido estaban confeccionados con un tejido de terciopelo rojo oscuro, que le confería una fuerte sensación de frivolidad. Los guantes de terciopelo rojo oscuro, del mismo material, le llegaban hasta los codos. De algún modo, tenía un aspecto hechizante.

Raphael pensó que Annette tenía hoy el mismo aspecto que un durazno maduro en otoño. Se le hizo la boca agua al imaginar su sabor. En ese momento, todos los pensamientos sobre su mina desaparecieron de su mente. Sólo quería bajar el vestido de Annette, que brillaba como el envoltorio de un regalo de alta gama. Sentía que se estaba volviendo loco. 

Completamente ignorante de los furiosos pensamientos en la cabeza de Raphael, Annette miró fuera del carruaje con nerviosismo. El destino estaba cada vez más cerca. Ella abrió la boca como si de repente hubiera recordado algo y sujetó ambas manos con ansiedad.

"Gracias por dejarme ver al gerente de tu mina, Raphael..... El hecho de que confíes en mí lo suficiente como para dejarme hacer esto... te lo agradezco. Lo digo con sinceridad."

"De nada."

Raphael se sintió culpable. De hecho, estaba realmente arrepentido por no haber confiado antes en Annette. Pero aun así Annette le dio las gracias y lo trató bien sin ningún resentimiento.

Su expresión se endureció. Quería tratar mejor a Annette, pero no sabía qué hacer, ya que nunca se había portado bien con ninguna mujer en su vida. En medio de esto, el carruaje siguió avanzando y finalmente se detuvo frente a la oficina de la mina de Raphael. 

"Oh, llegamos antes de lo que pensaba."

Ella apretó sus manos. Annette siempre había llevado una vida pasiva, como una flor en el invernadero. Quién iba a decir que ahora iba a engañar a los demás para proteger a alguien.

Mi corazón late con fuerza.

Annette respiró hondo. Si dijera que no tenía miedo, estaría mintiendo. Pero ahora no tenía más remedio que confiar en sí misma y seguir adelante. Después de agarrar la mano de Raphael, bajó del carruaje y se despidió de él. La voz de Annette era tan dulce como la miel. Estaba realmente agradecida de que Raphael la acompañara hasta su destino.

"Ahora vuelvo. Por favor, deséame suerte."

Raphael asintió. Para evitar la posibilidad de ser descubierto aquí, Raphael había decidido ir a casa para esperarla. Pero no se fue inmediatamente, siguió mirándola como si tuviera algo que decirle. Los ojos azules de Raphael se oscurecieron un poco. Sus palabras salieron torpemente de su boca.

"Buena suerte."

"Gracias."

Annette sonrió alegremente con los ojos curvados como medias lunas. Ella iba a darse la vuelta para ir a la oficina de la mina. Pero Raphael no le soltó la mano. Mientras agarraba las pequeñas manos de ella con las suyas grandes, una sensación desconocida surgió en su interior. 

"¿Raphael...?"

Annette inclinó ligeramente la cabeza. Sin embargo, Raphael se limitó a mirarla. Parecía que no se había dado cuenta de que aún estaba sosteniendo las manos de Annette. Cuando la mirada de Annette bajó hasta sus manos entrelazadas, Raphael sorprendido rápidamente la soltó.

"Bueno, adiós."

Raphael se dio la vuelta rápidamente después de decir eso. Parecía disgustado de sus propias acciones. Sin embargo, Annette ya conoció a ese Raphael en su vida anterior. Si realmente no le gustara, no la habría cogido de la mano ni se habría despedido de ella.

Sobre todo, no habría confiado en mí, ni me habría dejado encargarme de esto.

Annette estaba muy contenta. La mina de hierro era ahora el mayor activo de Raphael. Y la persona que aspiraba a ella no era otra que su propio padre, Allamand. En esta situación, era obvio lo difícil que debía haber sido para Raphael dejarle esto ella. Raphael, que no se fiaba de nadie, creía en ella...

Cuanto más pensaba en ello, más ganas tenía de llorar, así que decidió centrarse en lo que debía hacer ahora. Apresuró sus pasos hacia la oficina sin mirar atrás. Sólo quería concentrarse en lo que tenía por delante. Así que Annette no vio con qué expresión la miraba Raphael, que se había quedado atrás.

"¡Oh, dama! Has venido como prometiste. ¡Es un honor tenerte aquí! ¡¡Me hace sentir que esta mina oscura se ha iluminado!! Mi nombre es Thomas Bradley. Es un placer conocerla."

El hombre de mediana edad, que salió a recibirla, se inclinó de forma excesivamente aduladora. Annette, que sonrió, lo miró detalladamente. Tenía la cabeza brillante porque no tenía mucho cabello, pero su barba era tan espesa como la de un joven, lo que era realmente impresionante. Pero habría sido mucho mejor si la condición de la parte superior e inferior de su cara se invirtiera. ¡Qué desafortunado!

Annette conocía su cara. Por supuesto, había visto algunas cosas sobre él en el informe de Railin, pero ella conocía a Thomas desde antes. Era imposible que no recordara con un cabello tan triste.

Sí, es uno de los sirvientes de mi padre. Recuerdo haberlo visto en de la mansión antes.

Fue una suerte que Allamand hubiera subestimado a su hija. No le contó públicamente a Annette sus negocios, pero tampoco los ocultó. En primer lugar, no sentía la necesidad de hacerlo. Allamand sólo consideraba a su obediente hija como su posesión. Gracias a eso, ella sabía más de lo que él pensaba.

¿Thomas Bradley? Probablemente no sea su verdadero nombre.

Annette se preguntó si él sería precavido por ser la hija de Allamand. Pero Thomas tampoco era un oponente fácil. No podía leer nada en su cara sonriente. Así que Annette sonrió alegremente.

"Encantada de conocerle, señor Bradley. He escuchado que es muy bueno en su trabajo. Me alegro de tener hoy una conversación informativa con usted sobre la dirección de los negocios de la mina. Ahora que le he visto en persona, ¡es usted tan varonil y maravilloso!"

La actitud de Annette para tratar con los empleados era demasiado amistosa. Miró a Thomas como si estuviera viendo a su primer amor en diez años. Thomas se sintió un poco avergonzado, pero pronto recuperó la compostura.

"¡Claro que sí! Debo hacerlo bien por el marqués, que me confió esta mina. Es un honor este trabajo."

Thomas tampoco era un hombre fácil. Era el hombre que Raphael había contratado para dirigir la mina poco después de recibirla. No sería exagerado decir que la mina de hierro de Raphael estaba ahora en manos de Thomas.

Raphael era un hombre que se había ganado un título de noble por sí mismo, pero los problemas de esta situación sólo surgieron después. Convertirse en noble era mucho más difícil de lo que él pensaba. Sobre todo porque era un noble emergente que acababa de crear un nuevo nombre familiar. 

Raphael tuvo que tomar muchas decisiones como nuevo aristócrata: dónde construiría su mansión, cómo de grande debería ser, cuántos empleados debería contratar, cómo se gestionarían las tierras, entre otros. Además, también tenía que gestionar las minas que había recibido. 

Era literalmente imposible gestionar todo esto solo. 

Él sólo había empuñado la espada durante toda su vida, así que no podía gestionar los asuntos relacionados con el volumen diario de extracción de la mina y la rentabilidad del negocio.

Así que Raphael decidió contratar a un gerente para que se ocupara de la mina de diamantes y de la mina de hierro que recibió. Y el problema empezó a partir de ahí.

Desde entonces, mi padre ya ha infiltrado a su gente.

Annette, que fingía no saber nada delante de Thomas, le sonrió. En aquella época, los diamantes eran mucho más valiosos que el mineral de hierro. Así que Raphael sólo se centró en la mina de diamantes. Por eso, seleccionó adecuadamente un 'encargado' para la mina de mineral de hierro . Thomas, que fue elegido de esa manera, no era otro que el sirviente de Allamand.

"¡Vamos, entremos! He preparado un té muy rico para la conversación especial de hoy. También tenemos varios tipos de aperitivos para acompañarlo. Espero de verdad que sea de su agrado."

"¡Oh, qué amable! Entonces aceptaré agradecida la invitación."

Annette sonrió al ver la calva de Thomas brillando bajo el sol. Quizá debido al resplandor de la superficie reflectante, las comisuras de sus ojos se curvaron con más naturalidad. Thomas, que no sabía nada, se relajó al ver la amable expresión de Annette.

Annette lo siguió hasta su salón privado. El despacho, anexo a la sala de recepción, era bastante espacioso. Por su decoración, Thomas parecía una persona organizada. Sin embargo, Annette miró con atención por el lugar y encontró una puerta al fondo. Sus ojos brillaron al verla.

Si quisiera esconder algo, sin duda lo escondería allí.

Annette, que fingía ser inocente, charlaba con Thomas de forma siempre amistosa. Al ver su comportamiento sutil, Thomas casi le preguntó, ¿Te intereso?. Tras intercambiar algunas palabras entre ellos, Thomas entró por fin en el tema principal.

"Por cierto, dama, ¿por qué tiene tanta curiosidad sobre el negocio minero del hierro? Le pido disculpas si esta pregunta es descortés. Pero la mayoría de la gente como usted, generalmente no está interesada en minas como esta..."

Por fin surgió la pregunta que Annette había estado esperando. Lo importante empezaba a partir de ahora. Annette, que se encogió de hombros, se recostó en el sofá y puso una cara inusualmente arrogante. Las comisuras de sus ojos se curvaron un poco, causando que su mirada pareciera astuta.

"Oh, no, en realidad estoy muy interesada. Sobre todo cuando se trata de las minas de Raphael."

Annette, que bajó la voz, susurró con avidez. Como una mujer que codicia las minas de su esposo.

martes, 21 de febrero de 2023

febrero 21, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 57

Capítulo 57. Mina de Hierro (2)

"La tarde de hoy es muy brillante, me alegra recibir un visitante distinguido como mi querida clienta", Railin besó el dorso de la mano de Annette. Afortunadamente, hoy vestía ropa normal de caballero. 

El traje de rayas negras le sentaba bien a su cuerpo, le daba un aspecto más sofisticado. En particular, el chaleco rojo carmesí y el sombrero de seda negro adornado con coloridas plumas de pavo real eran realmente únicos. Pero ella seguía sin poder olvidar el chocante aspecto de Railin que vio la última vez.

"Señor Railin, ¿ha devuelto la ropa de sirvienta que se llevó de nuestra mansión la última vez?"

Preguntó Annette con gracia. Una expresión de '¡Ups!' apareció en el encantador rostro de Railin. Debido a su caprichoso comportamiento felino, prestaba poca atención a los asuntos triviales. Por supuesto, el uniforme de sirvienta estaba incluido en esa lista. Annette entrecerró los ojos.

"Si te parece bien, me gustaría que se lo devolvieras a su dueña original. El número de uniformes que se da a cada sirvienta es fijo."

Alguna pobre sirvienta que trabajaba en el Marquesa Carnesis debía de estar perdiendo la cabeza por su uniforme perdido. Como a cada una se le daban dos uniformes, ahora debía de estar preocupada porque no sabía dónde había desaparecido su ropa. Al escuchar a Annette, Railin se inclinó elegantemente y volvió a besarle el dorso de la mano.

"De acuerdo, lo que quieras."

"Muy amable por tu parte."

Con una sonrisa amable, Annette retiró la mano del agarre de Railin. Hoy no había venido a hablar con él de los trajes de las sirvientas. Annette abrió el libro relacionado con el templo entre sus brazos.

"Según mis investigaciones, el templo tiene un sistema llamado 'Siervo de Dios'. Recogen huérfanos y pobres, para que sean como sirvientes para administrar el templo. A diferencia de los sacerdotes, sólo son esclavos, así que no tienen identidad ni ningún registro. Por supuesto, un lugar tan grande como el templo de la Diosa Odessa sería un poco más difícil de gestionar, pero tal vez podría..."

"Estás pensando en infiltrarte en el templo como sirviente. ¿Y piensas encontrarte con la Dama Celestine, que acude a rezar allí? Bueno, como ellos investigan mal los datos personales de esta gente, puedes entrar en el templo como sirviente sin que se den cuenta."

Railin sonrió con la mano sujetando su barbilla. Annette asintió.

"Así es. Sinceramente, no sé si podré ser una buena sirvienta, pero... creo que ésta es la mejor manera de hacerlo ahora mismo. ¿Tienes alguna otra opinión?"

Annette, que se había criado entre riqueza, estaba lejos de ser una sirvienta. Por supuesto, ella haría todo lo posible, aunque no estaba muy segura. Pero no había otra forma de infiltrarse en el templo. Incluso después de buscar en todo el libro, el uso del sistema Siervo de Dios le parecía la forma más fácil de infiltrarse.

Por supuesto, encontrarse con Celestine era otro problema. Incluso si se infiltraba en el templo, sería difícil acercarse a Celestine. No había forma de que un sirviente pudiera acercarse a una persona como ella, que estaba a punto de convertirse en la Princesa Heredera. 

Sin embargo, Annette también había pensado en eso.

"...Sólo ayúdame a infiltrarme en el templo. Después, me encargaré de todo yo sola."

Annette dijo. No era fácil colarse en un templo que era visitado por la futura Princesa Heredera. Pero el gremio 'Secreto' dirigido por Railin encontraría sin duda la forma de infiltrarse.

En lugar de responder inmediatamente a su petición, Railin se quedó mirando a Annette sin decir palabra. No parecía sólo estar calculando los beneficios de su participación en este trabajo, sino también los riesgos a los que se enfrentaría si Annette fracasaba. A medida que aumentaba el silencio de Railin, Annette preguntó con ansiedad.

"¿Hay algo mal en mi plan? O tal vez... ¿es imposible que me infiltre en el templo?"

"¿Imposible? Nada es imposible para mí."

La pregunta de Annette pareció herir su orgullo. Railin sonrió alegremente como una flor venenosa. Era un secreto, pero él era uno de los pocos magos que quedaban en el mundo. Sólo que nadie lo sabía porque Railin había ocultado su identidad utilizando la tapadera del gremio de información.

En primer lugar, no había información que no pudiera caer en manos de Railin. Era el maestro del Gremio Secreto, el mayor gremio de información clandestino de Deltium. Sin embargo, Railin no pudo detectar el secreto que guardaba Annette. El secreto de que había regresado en el tiempo. Railin, que no tenía ni idea del secreto de Annette, se encogió de hombros.

"Vale, creo que puedo ayudarte a colarte en el templo. Pero después de eso, como has dicho, estás por tu cuenta. No nos haremos responsables de lo que ocurra después."

Afortunadamente, Railin accedió a ayudar. Ella le dio las gracias con una sutil sonrisa.

"Muchas gracias. Como esperaba, no hay nada que no pueda hacer. Es usted muy competente."

Con una mirada extraña, Railin se acercó a Annette como un gato. Las delicadas manos blancas del hombre se deslizaron por los contornos de la cara de Annette. Su respiración se aceleró, haciendo que se le erizara el vello de la nuca.

"¿Señor Railin?"

Annette gritó su nombre mientras intentaba zafarse de sus dedos. Pero en ese momento, Railin la agarró suavemente por la barbilla. Los dedos desconocidos que le tocaban la cara estaban fríos y desprendían un aroma de ensueño. Railin sonrió ante la mirada sorprendida de Annette. Luego le quitó las manos de la cara y le dijo en un tono extraño, como si no hubiera hecho nada malo.

"Honestamente, la idea de infiltrarme como sirvienta es demasiado imprudente. Tu cara es demasiado llamativa para hacerlo. Aunque lleves ropa modesta, será demasiado difícil ocultar tu elegancia natural. Con esa cara, nadie creería que eres huérfana o esclava. Así que te descubrirán enseguida."

"Oh, ¿en serio?.... Entonces, ¿Qué debemos hacer?"

Annette se sintió aliviada al sentir que el ambiente había vuelto a la normalidad. Debió de ponerle la mano en la cara para detallarla. El aspecto de Railin era tan magnífico que tendía a confundir a la gente. Por eso, aunque sus acciones no significaran gran cosa, ponía nerviosa a la gente como a ella ahora. Railin se rió un poco cuando vio que la punta de la oreja de Annette se ponía ligeramente roja.

"Bueno, haré algo al respecto. Me pondré en contacto contigo en el momento adecuado para infiltrarnos en el templo. He escuchado que el templo de Odessa va a celebrar pronto un ritual de cosecha para el otoño. Por lo que sé, los sacerdotes llevarán máscaras ceremoniales. ¿Por qué no nos mezclamos con ellos?"

"¡La máscara, eso es genial! Seguro que funciona. Si vamos en días normales, tendremos que revelar nuestras caras, así que las posibilidades de que nos pillen también serán altas pero... si vamos durante un periodo festivo, la máscara nos ayudará a escondernos. Y habrá mucha gente en el templo, así que entrar discretamente será mucho más fácil."

La cara de Annette se iluminó. Era mucho mejor disfrazarse de uno de los sacerdotes enmascarados que actuar como sirvienta. Como ahora podía cubrirse la cara mientras hacía algo indebido, le resultaba mucho menos angustiante. Railin, que observaba cómo se le iluminaba la cara a Annette, dijo despacio.

"Me alegro de que te guste mi opinión. ¿Tienes algún tema más que te gustaría comentar?"

Él esperaba que Annette le dijera que iba a dejar a su esposo, por lo que quería que la sacaran de allí de contrabando. Una vez que ella dejara Deltium, él había planeado meterse en su nueva vida. Annette, a la que acababan de hacer esta pregunta, estaba ensimismada. Sus labios rojos se movieron con encanto.

"Todavía tengo una cosa que quiero averiguar."

"¿Qué es, mi querida clienta?"

Railin inclinó la cabeza. El cabello rubio perfectamente peinado de Annette, su frente blanca y su elegante nariz eran realmente agradables a la vista. Pero la pregunta de ella fue totalmente inesperada. 

"¿Puedes averiguar cómo se puede quitarle a una persona la propiedad de una mina? Por favor, no omita ninguna información si es posible."

"La propiedad de una mina..... ¿Es eso lo que quieres?"

"Sí, por favor, averigua todas las formas legales e ilegales."

Annette estaba tan ensimismada, que no se dio cuenta del tono débil de Railin. Allamand quería hacer de ella una princesa perfecta y dio a su hija una educación superior excesiva. Gracias a él, Annette sabía más de lo que su padre esperaba. Especialmente sobre cómo conseguir lo que se quiere.

Sin embargo, Annette no conocía las leyes relacionadas a las propiedades de las minas, por lo que necesitaba la ayuda de Railin. Sin duda era bastante difícil contactar con Railin, pero siempre que lo conseguía, quedaba satisfecha. El Gremio Secreto era el gremio de información más importante de Deltium, que prestaba servicios minuciosos cuando se le pagaba. Y Annette tenía dinero suficiente para contratarlos. Así que finalmente se formó una buena sinergia entre ambos.

"Como desee."

Railin, que dejó escapar un leve suspiro, aceptó su petición. La dama sentada frente a él tenía un rostro inocente que parecía que no podía matar ni a un gusano. Pero su astucia era extraordinaria.

¿Querrá tomar la mina de su marido?

Bueno, él no creía que eso fuera a ocurrir. Railin chasqueó la lengua con fastidio. Cuando ella vino a visitarle por primera vez, tenía una relación bastante mala con su esposo. Sin embargo, la relación parecía estar mejorando estos días. Había escuchado noticias de que Annette había acompañado a su esposo a un baile reciente. Era una verdadera lástima. Pero...

"Entonces espero su amable cooperación. Señor Railin, muchas gracias por su ayuda."

La cara sonriente de Annette, al levantarse de su asiento, brillaba como el sol. Sus sinceras palabras de gratitud sonaron dulces como la miel. Sus ojos no mostraban codicia. Por eso le gustaba a Railin.

Railin, que no pudo evitar sonreír, le besó el dorso de la mano.

"Espero volver a verte, mi clienta especial."
febrero 21, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 56

Capítulo 56. Mina de Hierro (1)

Pronto llegaría la noche cuando Annette volvió a despertarse. Los musculosos antebrazos del hombre, que abrazaban su cuerpo, pesaban bastante. Annette, que se dio que había dormido hasta tarde, parpadeó. 

De repente, su visión se volvió negra. Un cabello negro le cubrió la visión.

"Despertaste. ¿No tienes hambre?"

La voz del hombre, que yacía lánguidamente a su lado, era muy sexy. Raphael, que hablaba más cariñosamente que de costumbre, la besó en la sien. La suave textura de sus labios despertó por completo a Annette. Le vinieron a la mente las cosas que habían sucedido.

¡Ah! Anoche nos dormimos juntos, y por la mañana...

Annette recordó que se había quedado dormida cuando volvía en el carruaje justo después del baile. No se dio cuenta que él la había llevado a su dormitorio. Debido a esto, por reflejo se acurrucó por la mañana en los brazos de Raphael, queriendo buscar el calor de su cuerpo. Recordando los sucesos, ella se sonrojó. Raphael, que se levantó de la cama, examinó su tez.

"¿Qué te ocurre? ¿No te encuentras bien?".

Raphael miró el rostro de Annette, preguntándose si la había abrazado con demasiada brusquedad. Annette lo miró en silencio. El hombre que había saciado su codicia era ahora bastante generoso.

Ella no estaba muy contenta con las caprichosas acciones de Raphael. Pensó que sería mejor tener una relación física con él. Pero de ese modo, ella no podría irse, por lo que nunca sería feliz. Annette cerró los ojos mientras Raphael le echaba suavemente el cabello hacia atrás.

Annette sabía que aunque lo dejara, habría días en que lo echaría de menos. Habría noches en las que pensaría en su calor. Para deshacerse de este sentimiento, Annette le preguntó a Raphael.

"Tengo una pregunta para ti. ¿Puedo hacerla?"

Sus manos que acariciaban su frente, se detuvieron. Annette esperaba que él la rechazara. Sin embargo, Raphael frunció el ceño y respondió con una mueca.

"...Puedes preguntarme lo que quieras."

'¿Está diciendo que puedo preguntar lo que quiera?'

Annette abrió la boca con la mejilla apoyada en la gran palma de la mano de él.

"He escuchado que la demanda de mineral de hierro se ha disparado estos días. Y por eso tu mina de mineral de hierro ha subido de valor. ¿Estás obteniendo buenos beneficios?"

"¿Por qué? ¿También te interesa mi mina?"

Raphael levantó una ceja. A Annette le preocupaba que pudiera malinterpretar que ella codiciaba su mina. Annette añadió rápidamente su explicación.

"No. No es eso. Es un gran cambio industrial, ¿no? Así que sólo tenía curiosidad..."

"Estaba bromeando. No tienes que ponerte tan nerviosa."

Raphael agarró su cabello rubio entre sus dedos. Seguramente, en el pasado habría acusado sarcásticamente a Annette de haber puesto sus ojos en su mina. Pero como había presenciado a Annette peleándose con su padre la última vez, sabía que ella no quería su mina.

Ya sé lo que quieres padre. Sea lo que sea, ni se te ocurra quitarle nada a Raphael.

En ese momento, Annette luchaba contra su padre mientras temblaba con el rostro pálido. Era demasiado sospechar de Annette después de verlo. Raphael finalmente lo admitió; ya había empezado a creer en ella. Gentilmente le dijo a Annette lo que le causaba curiosidad.

"Así es. Los beneficios han aumentado mucho. Había mucha gente que quería comprar mi mina de hierro. Después de todo, es la mina más grande de Deltium."

"Ya veo. Um... Sabes, Raphael.... Tal vez tu mina tenga algo más que beneficios económicos... ¿Se puede usar como un elemento influyente que pueda usarse en política o diplomacia?"

Raphael no dijo nada por un momento. En lugar de eso, abrazó a Annette por detrás. Luego empezó a lamerle suavemente el cuello. Había rastros de los mordiscos de Raphael en su blanca nuca. Era una pena que su esbelto cuello estuviera estropeado por las marcas de sus mordiscos, pero por otro lado, mirar sus huellas en ella despertaba oscuros sentimientos en su interior. Raphael, que lamió las marcas para calmarla, abrió la boca.

"Sí, puede servir para ejercer influencia diplomática en algunos países. Ha aumentado el suministro de hierro a la gente corriente, pero no todos los países pueden extraer mineral de hierro. Así que también estoy vendiendo una cantidad significativa de mineral de hierro hacia el extranjero."

"Ah, entonces, si alguien compra tu mina de mineral de hierro.... puede obtener beneficios en la diplomacia y el comercio con ciertos países."

Annette, que comprendió las palabras de Raphael, bajó los ojos. Por supuesto, su padre, Allamand, no iba tras la mina de hierro simplemente por el beneficio económico. Después de todo, la familia Bavaria era una de las más ricas de Deltium. Lo que Allamand codiciaba no era la mina de hierro, sino la influencia que podía ejercer sobre otros países a través de ella.

Al verla sumida en sus pensamientos, Raphael la acercó más a él. La delicada Annette cabía perfectamente en sus brazos. Cuando Raphael la miró, sus pequeñas orejas que asomaban ligeramente entre sus largos cabellos rubios, le parecieron muy bonitas. Tenía una idea aproximada de por qué ella le preguntaba por su mina.

De hecho, yo mismo no esperaba que esta mina fuera tan rentable.

Raphael realmente eran afortunado. Su padre biológico, el Rey Selgratis, le dio a Raphael una mina de diamantes y otra de hierro a cambio de sus importantes contribuciones a la guerra. En aquella época, el hierro era muy difícil de fundir, por lo que resultaba bastante costoso, limitando su uso. Por ello, la mina de hierro que recibió Raphael no tenía mucha importante. Pero, ¿Quién diría que las tendencias de la época cambiarían así en unos pocos años?

Probablemente me la dio porque no pensaba que algo así ocurriría.

Pensó cínicamente. Su padre biológico, el Rey Selgratis, parecía preocuparse mucho por Raphael. Pero las cosas que le daba eran como poner una limosna en manos de un mendigo. Raphael se preguntó si el Rey se había equivocado o era realmente lo que él pretendía.

"Raphael."

Annette, que seguía en sus brazos como una muñeca, lo llamó. Parecía muy seria, como si hubiera terminado de pensar en algo. Annette agarró la mano de Raphael, luego susurró.

"Lo sé. Mi padre.... está codiciando tu mina. Y por mi culpa, te está presionando indebidamente."

Al terminar de hablar, Annette bajó la cabeza como si estuviera avergonzada. Raphael observó cómo sus deditos se agarraban dolorosamente a las sábanas. Al mirar este triste gesto, generosas palabras fluyeron de su boca.

"No importa. En realidad no es nada en comparación a lo que te hizo mi tío. Además, mi suegro necesita hacerlo mejor. Actualmente es el segundo en esta carrera."

Annette sonrió ante la inesperada broma de Raphael. Por primera vez, se dio cuenta de que Raphael también tenía preocupaciones similares a las suyas. Al igual que ella estaba preocupada por su padre, Raphael también parecía tener algunos problemas con la familia de su madre. 

Tal vez por eso podía simpatizar con ella.

Ella nunca pensó que sería capaz de construir una conexión con Raphael en su vida. Era una experiencia que nunca había tenido en su vida anterior. ¿Estaba esta vida cambiando poco a poco debido a sus esfuerzos? Annette, que jugueteaba con la mano de Raphael, dijo con voz decidida.

"Raphael, protegeré tus cosas. Nadie puede quitarte lo que es tuyo. Aunque sea mi padre."

Los ojos azules de Raphael se abrieron de par en par al escuchar esas palabras. Raphael, que miraba a Annette sin decir nada, no tardó en soltar una carcajada. Sus ojos afilados se curvaron en dos pequeñas medias lunas. Raphael respondió mirándola con sus ojos azules llenos de gracia.

"Eso me tranquiliza bastante. Gracias a ti, me siento muy seguro."

Annette se calentó ante su respuesta positiva. Estaba decidida a proteger su mina antes de abandonarlo. Su pecho desnudo, sus brazos abrazándola... todo ello le resultaba agradablemente cálido. Era una pena que tuviera que dejar a su apuesto marido, pero era la mejor opción para ambos.

Raphael sólo quería una relación formal, no quería involucrar ningún sentimiento personal. Pero ella no quería vivir así. Como ésta era su segunda vida, tener una relación significativa con alguien. Si Raphael se negaba, Annette no tendría más remedio que dejarlo.

Pero antes de eso, ella quería resolver su problema con la mina.

Los pequeños labios rosados de Annette palidecieron un poco. Honestamente, oponerse a Allamand daba miedo. Sin embargo, ella realmente quería proteger a Raphael. Era su forma de devolverle la amabilidad que tuvo con ella cuando estaba enferma en su vida anterior. Además, era su propia familia la que estaba detrás de su mina.

Afortunadamente, desde joven Annette había algunas cosas que vio desde las sombras. Sabía lo que hacía Allamand para conseguir lo que quería. Ahora, era el momento de dejar de ser una buena hija.

miércoles, 1 de febrero de 2023

febrero 01, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 55

Capítulo 55. Altercado (2)


Raphael sabía que había hecho muchas cosas mal hasta ahora. El perfil lateral de la cara de Annette, que miró mientras contemplaba, era absolutamente hermoso. Una frente redonda con una nariz perfilada, pestañas largas y labios rojos. No podía evitar seguir mirándola.

Sintió una sensación de crisis. Si ahora no decía lo que tenía que decir, Annette podría alejarse para siempre. Y seguramente, se olvidaría de un mal tipo como él. Y conocería a otro hombre con el que viviría bien. Después de un breve período de silencio, Raphael finalmente la llamó por su nombre.

"Annette..."

Justo entonces, la cabeza de Annette se apoyó en su pecho. Se veía demasiado indefensa en su regazo. Raphael al final no pudo decir lo que quería. Sus pálidos párpados estaban completamente cerrados, y lentas respiraciones rítmicas escapaban de sus labios.

"...¿Estás durmiendo?"

Por supuesto, Annette no respondió. Parecía haberse quedado dormida mientras Raphael pensaba si era el momento adecuado para disculparse con ella. Bueno, ahora que lo pensaba, Annette normalmente se quedaba dormida en cuanto su cabeza tocaba una superficie blanda. 

"Jajaja."

Una risa vacía se escapó de sus labios. Annette durmió como un bebé sin conocer su angustia. Raphael, que suspiró, abrazó con más fuerza el cuerpo de Annette. Quería proteger el sueño de esta ingenua mujer dormida, que dejaba su cuerpo indefenso ante una bestia terrible.

***

Cuando la luz del sol matutino golpeó sus finos párpados, su sueño fue perturbado. Annette se acurrucó instintivamente  entre un par de cálidos brazos. Un cuerpo, lo bastante grande como para cubrirla, la abrazó con fuerza. Se sintió un poco sofocada al sentir sus pechos apretados contra el cuerpo duro.

"Uh..."

Cuando Annette gimió somnolienta, los brazos se aflojaron un poco. Sí, así está mucho mejor. El antebrazo, que estaba envuelto alrededor de su cuerpo, era un poco pesado como si nunca fuera a dejarla ir. Pero extrañamente no le desagradaba la sensación.

Annette frotó la mejilla contra la piel firme que tenía delante. Los latidos del corazón y el calor que irradiaba el otro cuerpo le resultaron agradables. Sin darse cuenta, se pegó un poco más a la piel. Entonces, un gemido masculino sonó sobre su cabeza.

"Annette.... si te me pegas así... maldita sea."

La piel contra la que frotó sus mejillas se calentó un poco más. Era como un hogar que irradiaba calor cuanto más se cuidaba. El sonido de los latidos también se hizo más fuerte. Annette finalmente levantó sus pesados párpados ante el fuerte ruido.

Lo primero que vio fue un pecho musculoso. Los ojos medio dormidos de Annette se encontraron con unos hombros anchos, un cuello sensual y un hermoso rostro. Era un rostro hermoso y frío, como una escultura, y los ojos azules que había en él la miraban intensamente como si fueran a estallar en llamas. 

"…Raphael?"

Annette tardaba en reaccionar por las mañana. Después de despertar su mente confusa, pudo reconocer a la persona de buen aspecto que yacía delante de ella. Raphael sonrió sensualmente al escuchar su nombre. Sus profundos ojos azules tenían un brillo peligroso que, sin saberlo, hipnotizó a Annette.

"Qué bien que te hayas levantado. Así no tengo que aguantarlo más".

En cuanto terminaron las palabras de Raphael, la visión de Annette dio un vuelco repentino y se encontró mirando al techo. Raphael, que le separó las piernas, se inclinó sobre ella como una bestia hambrienta. Antes de que ella pudiera reaccionar, sus labios cubrieron su núcleo.

"¡Oh, hmm!"

La lengua caliente lamió su sensible cl!toris. En respuesta, la cintura de Annette se estremeció hacia arriba. Sus piernas se agitaron, incapaces de permanecer quietas debido a su implacable ataque. Molesto con esto, Raphael agarró sus muslos para evitar que se movieran. Siguió lamiendo el lugar como si miel fluyera entre las piernas de Annette. Sus labios calientes estimulaban su cl!toris vigorosamente, haciendo que sus ojos brillaran y sus piernas temblaran. 

"¡Eh, Raphael! Es raro... No.... ."

Las lágrimas caían de los ojos de Annette. Él le lamió las piernas con tanta tenacidad que ella temió que se le derritieran. De repente, sus largos dedos gruesos se introdujeron lentamente por la estrecha abertura. Cada vez que los gruesos dedos entraban en el agujero, un tentador pl@cer se extendía por todo su cuerpo. A medida que la velocidad de sus dedos aumentaba, su visión empezó a nublarse y pudo escuchar los sonidos húmedos que provenían de allí abajo. 

"¡Oh, heung.. aak.. heung.. ah, ah!"

Annette llegó al cl!m@x. Raphael, tras levantarse, mordió violentamente su cuello. La bestia la intimidaba pero también exc!taba profundamente sus deseos.

"Acabo de usar mis dedos para pen3trarte. ¿Te ha gustado tanto? Estás empapada."

Su virilidad, que estaba er3cta, se frotó sobre su v@g!na. Fue terriblemente intimidante, como si quisiera metérselo adentro de inmediato. Sin embargo, sus paredes internas, que recordaban el sabor del hombre, se contraían con anticipación. Raphael susurró en ese momento.

"No me digas, ¿estás apretando las entrañas? ¿Tienes tantas ganas de que te la meta?"

Las mejillas de Annette se pusieron rojas de vergüenza. Al verla morderse los labios, Raphael permaneció inmóvil como si estuviera congelado. Justo cuando ella se preguntaba por su extraño comportamiento, repentinamente un gran p3n3 se introdujo en ella.

"¡Oh...!"

Raphael, que agarró la mano de Annette, la puso en su mejilla. La sensación de sus húmedas paredes interiores casi lo volvían loco. Sus paredes interiores apretaban cada vez que sacaba a su virilidad, se sentía realmente bien. Incapaz de contenerse más, continuó embistiéndola con ferocidad.

"Estás tan apretada, Annette. Te estás aferrando a mí tan fuerte."

"¡Ah... ah... Raphael... ah...!"

Raphael la pen3traba mientras nalgue@ba su tr@sero. Estaba tan dentro de ella que casi se sentía asfixiada. Su pene grande rozaba sus estrechas paredes. A pesar de su voluntad, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras su cuerpo se entregó al terrible placer. Annette suplicaba a Raphael porque casi podía sentir que su cerebro se derretía debido al calor. 

"Cálmate un poco, ah..."

"¿Cómo lo hago si me estás apretando de esa manera? ¿Es realmente lo que quieres?"

Raphael volvió a darle la vuelta. Sus grandes manos levantaron sus rodillas y la hicieron posar como si fuera un perro. Raphael empezó a pen3trarla desde atrás en esa postura. La p3netró más profundamente, golpeando todos sus puntos sensibles. Ella gritó ante el dolor placentero que recorrió su cuerpo.

"¡Ah! Esta postura... ¡no! ¡Oh!

La postura de perro en celo aumentaba la vergüenza de Annette. Cada vez que era apuñalada por la gran virilidad desde atrás, Annette se sentía entumecida de pl@cer. Sus piernas acabaron resbalando sobre las sábanas. Raphael, que sólo levantó sus caderas, la embistió cruelmente.

"¿No te gusta? Estás succionándome... Ohh, estás tan apretada."

Raphael empujó su virilidad hasta el fondo, luego la sacó lentamente. Ella pudo sentir claramente como su grueso gl@nde frotaba sus entrañas. Tal como él había dicho, ella sintió cómo su cálido interior succionaba su p3ne. La avergonzada Annette trató de zafarse de su agarre. 

Pero Raphael no era de los que dejaban huir a la presa. Tiró de los brazos de Annette hacia atrás y se sumergió más profundamente en sus calientes entrañas. La obsesión que sintió al agarrar su delgada muñeca fue escalofriante, pero también aumentó su apetito s3xu@l. Su virilidad que se movía en su interior, hurgaba brutalmente en sus puntos sensibles.

"¡Ah, sí, ang! ¡Ah!"

Mientras las chispas calientes de la pasión estallaban en cada centímetro de su cuerpo, ella apretaba las sábanas con desesperación. Aunque le suplicaba que se detuviera, su cuerpo se estremecía de pl@cer. Annette alcanzó el cl!m@x. Los temblores sacudieron su cuerpo mientras se dejaba llevar. 

Raphael siguió empujando cada vez con más fuerza, atravesando sus convulsas paredes. Blancos destellos de pasión la cegaron mientras era estimulada de nuevo durante su apogeo. El pl@cer de ser fuertemente estimulada en los lugares sensibles casi se sentía desgarrador.

Annette seguía llorando mientras la familiar sensación de hormigueo se acumulaba de nuevo en su interior. Al escuchar sus gritos, Raphael se inclinó para lamerle el cuello. Annette se tensó por reflejo, haciendo que Raphael la penetrara aún más fuerte. Fue tan intenso que casi sintió que el grosor y la forma de su p3ne iban a quedarse grabadas en sus paredes internas.

"Te he dicho que no te aprietes, Annette. ¿Quieres más?"

"¡Ah! No... ah......ngh!"

Temía que si lo hacían varias veces, no podría cerrar las piernas. Mientras abrazaba el cuerpo lloroso de Annette, Raphael enterró su furiosa virilidad dentro de ella. El p3ne, enterrado en sus estrechas paredes, derramó fluidos calientes. Esa fue la última sensación que ella sintió antes de perder el conocimiento.

lunes, 23 de enero de 2023

enero 23, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 54

Capítulo 54. Altercado (2)


Vinimos por separado, pero ahora volvemos juntos. 

Hubo un silencio incómodo en el carruaje. Generalmente, en momentos así, Annette llenaba el silencio con su suave voz. Raphael miró de reojo. Ella estaba sentada a su lado con las pestañas hacia abajo, completamente ensimismada. Raphael, que no pudo soportarlo más, abrió primero la boca. 

"Parecía que Su Alteza estaba bien. Me pregunté si había fingido su malestar."

Raphael sacó a colación disimuladamente el falso malestar de Ludwig. Había estado tumbado en el suelo como si se estuviera muriendo, pero se levantó de un salto en cuanto Annette se fue. Raphael se quedó boquiabierto cuando lo vio. Gracias a eso, el revuelo en torno a la convulsión del Príncipe terminó sin problemas, pero Ludwig fue realmente desvergonzado hasta el final. Era realmente un pequeño zorro, ¿Cómo podía una persona cambiar sus palabras tan rápidamente?

Raphael aprendió una lección del evento de hoy. Finalmente comprendió que las palabras de Harold, 'fingir debilidad' se referían en cierto modo al comportamiento de Ludwig. Su desvergüenza estaba realmente a un nivel incomparable. Ni siquiera se sintió un poco avergonzado ante Annette. Esto le dio a Raphael una gran iluminación.

"De todos modos no te preocupes por el Príncipe. Por lo que he observado, vivirá bien hasta su vejez."

Para Raphael no era un hombre, sino un pequeño zorro. Annette, que fue sacada de sus pensamientos, parpadeó al escuchar la fuerte declaración de Raphael. Hacía tiempo que Ludwig había desaparecido de la cabeza de Annette. Ahora otro hombre ocupó su mente. 

"Oh, Raphael, conocí a tu benefactor. Es el Conde Harold Evans, ¿verdad?"

"¿Conociste a ese viejo? ¿Cuándo?"

Él frunció el ceño. Le vinieron a la mente las palabras de Harold, que expondría su vergonzosa historia a su esposa como represalia por obligarlo a asistir a la fiesta. Annette respondió.

"En cuanto llegué a la fiesta, tuve la suerte de verlo enseguida. Parece que te conoce muy bien."

"¿Te dijo alguna tontería? Sobre mi infancia."

"Bueno, no lo sé."

Annette sonrió ambiguamente. No podía contarle a Raphael todas las cosas malas que Harold le había dicho de él. El benefactor al que tanto apreciaba habló mal de él a sus espaldas. Para ella era lamentable que Raphael no supiera nada de esto.

"No creas nada de lo que dijo el viejo. Lo exagera todo."

Raphael se echó hacia atrás. Al escuchar sus palabras, Annette asintió con la cabeza en silencio. De nuevo, el silencio se hizo presente en el carruaje. Raphael, que se sentía angustiado por dentro, finalmente no pudo contener su mal genio. Agarró a Annette y la colocó sobre su regazo.

"¿En qué demonios estás pensando, Annette?"

Gruñó Raphael. Giró la cabeza de Annette para que lo mirara. Alarmada por esta repentina acción, Annette respondió en voz baja.

"No estaba pensando en nada."

"¡Mentira! No me digas que te preocupa el Príncipe Heredero. Es un sinvergüenza."

Los ojos azules de Raphael se encendieron al recordar los trucos de Ludwig de antes. Viendo que no se iba a calmar fácilmente, Annette se apoyó en su pecho. Esto hizo que Raphael dejara inmediatamente de descargar su ira. Luego ella dijo en voz baja.

"Ludwig sólo necesita algo de tiempo para reconocer que ya no soy suya. Siento lo que pasó en la fiesta. Por mi culpa, te peleaste con él."

Después de decir estas palabras, Annette retorció un poco el cuerpo para adoptar una postura cómoda. Mientras apoyaba la cabeza en el hueco en el firme hombro de Raphael , sintió una extraña sensación de seguridad. Es un hombre al que dejaré algún día, entonces ¿por qué siempre me siento así cuando estoy con él? Annette desvió sus apagados ojos hacia un lado para que Raphael no la viera. 

"Está bien. Eres mi esposa. Es mi deber protegerte. Así que no pidas perdón por algo así."

Raphael dijo rotundamente. Se puso ansioso cuando escuchó el tono excesivamente educado de Annette. Parecía como si ella estuviera trazando una línea entre ellos. Los robustos brazos del ansioso Raphael abrazaron con fuerza el cuerpo de Annette, como si nunca fuera a dejarla marchar. Esto hizo que Annette se sintiera aún más confundida.

¿Por qué actúas así cuando ni siquiera te gusto?

Annette no quería dejarse llevar por la caprichosa dulzura de Raphael. Si se dejaba engañar por esa calidez y le entregaba su corazón, probablemente sólo acabaría siendo fríamente rechazada por él. Annette quería asegurarse primero de si sus predicciones eran correctas o no. Así que preguntó en voz baja, después de rozar suavemente con sus dedos el tenso antebrazo de Raphael. 

"Tu tío... ¿me hablarás de él?"

En ese momento, el cuerpo de Raphael se puso rígido. Era un comportamiento familiar. Annette pensó que pronto la apartaría fríamente. Pero Raphael dejó escapar inesperadamente un suspiro y apoyó la frente contra el hombro de ella. Parecía como si estuviera avergonzado.

"No puedo decirte eso."

Fue una reacción inesperada. Los ojos de Annette temblaron un poco. Ella no sabía nada de Ivan, el cochero que arruinó su futuro. Fue porque aunque todos los empleados del Duque Bavaria eran investigados a fondo, entró en el Ducado con una identidad falsa. 

No, debería llamarle Ben, no Ivan.

Raphael le rozó su cuello con la frente. El aliento caliente que se filtraba por sus labios le hizo cosquillas en la nuca, haciendo que se le pusiera la piel de gallina. Como si disfrutara de ello, Raphael apretó sus labios contra el cuello de ella. Pronto abrió la boca.

"Honestamente, yo tampoco lo conozco muy bien. Todo sé sobre él fue en mi infancia. Le encantaban las apuestas, casi vivía en casinos. Y solía robar de mi manutención para malgastarlo en apuestas. En aquellos tiempos era Harold quien me cuidaba... Fue él quien se dio cuenta de mi talento con la espada. Así que se lo comunicó a Su Majestad y me ayudó a llegar hasta mi padre."

Annette estaba sorprendida al escucharle hablar de su secreto pasado. Raphael, sintiéndose avergonzado, le tapó los ojos. Cuando Annette parpadeó, sus largas pestañas le hicieron cosquillas en las palmas. Raphael, que le mordió ligeramente las mejillas pálidas, murmuró.

"No me mires con esos ojos. Se me olvida lo que iba a decir."

Entonces ella cerró lentamente los ojos. Todavía quería escuchar más del pasado de Raphael. Él miró la esbelta barbilla de Annette, luego sus labios como pétalos bajo la palma de su mano. Viendo a Annette sentada tan indefensa ante él, parecía como si estuviera instando a la bestia dormida que llevaba dentro a despertarse. Raphael, que consiguió reprimir este deseo, continuó hablando.

"Así es como me llevaron al palacio. Quizás mucho antes de lo que se esperaba. Pero como nadie sabía que tan desarrollado estaba mi talento, tardé mucho tiempo en ser reconocido. Gracias a los rebeldes de Letan, pude mostrar mi talento, así que me concedieron un título. Y además conseguí casarme contigo."

Después de hablar, Raphael besó ligeramente los labios de Annette. El suave tacto de sus labios era increíble. Podía entender que Ludwig, que había dejado escapar a Annette de sus manos, tuviera ahora los ojos inyectados en sangre para recuperarla. 

El corazón de Raphael se entristeció al recordar la mala situación de Annette. Pero por otra parte, la bestia egoísta en el fondo de su corazón abrió su boca roja, diciendo que era bastante bueno que hubiera sucedido. Si no fuera por el cruel truco del destino, no habría podido casarse con ella.

Raphael se esforzó por ocultar su terrible egoísmo. Le explicó a Annette con voz suave.

"Y sobre Ben... cuando entré en palacio, mi relación con él estaba rota. No teníamos una relación cercana, así que pensé que Ben se escondía por sus deudas, o que estaba muerto. Pero nunca pensé que se convertiría en su cochero y haría algo tan vil. Realmente nunca lo imaginé."

Raphael, que por fin terminó de hablar, respiró hondo. No lo había revelado todo, pero había hablado honestamente de Ben. Annette, cuya vida había sido destruida por él, al menos tenía derecho a saber de él. Después de escuchar toda su información, ella respondió con una sonrisa.

"Gracias. Aunque sé que no me contaste todo, realmente hiciste lo mejor que pudiste.. En realidad pensé... que no me contarías toda la historia."

La gratitud de Annette atravesó la conciencia de Raphael. El giró la cabeza para ocultar sus sienes ligeramente enrojecidas. Jugueteó con el largo cabello rubio de Annette sin decir nada. En ese momento, en el interior de Raphael bullía un conflicto feroz.

¿Debería disculparme con Annette ahora?
enero 23, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 53

Capítulo 53. Altercado (1)


La relación entre los dos hermanos había sido bastante complicada durante mucho tiempo. De hecho, era una relación que estaba destinada a ello.

En cuanto a la edad, Raphael era un par de años mayor que Ludwig, pero no era más que un hijo ilegítimo. Y Ludwig era el heredero de la familia real. Aunque tenían el mismo padre, sus posiciones eran muy diferentes. En otras palabras, si Ludwig era la luz, Raphael era la sombra que se proyectaba detrás.

Raphael no quería casarse con Annette en lugar de Ludwig. Y encima era una mujer de la familia Baviera, que valoraban enormemente el linaje. Raphael era literalmente todo lo opuesto. Así que esperaba que el matrimonio no fuera más que una catástrofe.

Pero ahora...

Odiaba admitirlo, pero Annette se había convertido en alguien especial para él. Las lágrimas que caían de los ojos de ella se sentían como cera caliente de una vela cayendo sobre su corazón. La regañó injustamente a causa de los malentendidos, pero ahora sabía que estaba equivocado. Todo esto sucedió porque Ludwig seguía rondando a su mujer. Los ojos de Raphael se volvieron fríos.

"Annette es mi mujer ahora. Y se siente incómoda encontrándose con usted, Alteza. No entiendo por qué alguien que ya tiene una prometida sigue haciendo esto. ¿Qué opinará Su Majestad?"

Ludwig se rió cuando mencionó a su padre. Una respuesta cortante salió naturalmente de su boca. 

"No sabía que tenía que pedir permiso a mi padre a esta edad. Iba a asistir a la fiesta con mi prometida, pero ella canceló en el último momento, así que tuve que venir solo."

"Ni un niño se creería esa excusa. Entonces, me iré con mi esposa."

Raphael le dio la espalda con una sonrisa. Ludwig, que aún no había visto a Annette, se puso nervioso. Había venido para encontrarse con Annette. Raphael iba a arrebatársela de nuevo. El comportamiento de Ludwig cambió cuando escuchó las palabras de Raphael, como si Annette sólo le perteneciera a él.

"¿Por qué? ¿Tienes miedo de perder a tu mujer si me ve? Tú le lloriqueaste a padre diciendo que no querías casarte con ella. Dijiste que no querías a una mujer de la familia Bavaria. Entonces, ¿Es que te empezaron a gustar las serpientes? Es ridículo que digas esto ahora."

La cara de Raphael, que miró hacia atrás, se puso roja de ira. Solía usar los puños para hablar. Pero esta vez, no era un buen oponente. Si hubiera alcanzado la habilidad de Maestro de Espada, le habría asestado uno o dos golpes, pero aún no estaba en condiciones de hacerlo. El Rey Selgratis seguro que no lo perdonaría por agredir al Príncipe Heredero. Así que Raphael se cruzó de brazos, apretando fuertemente sus puños para contenerse.

"Si realmente es tan preciada para ti, ¿por qué no hiciste nada antes? A diferencia de mí, tú sabías desde el principio que Annette había sido acusada falsamente. A ella se le debió romper el corazón porque no hiciste nada aunque lo sabías todo. Ahora, ella no se arrepiente ni siente nada por usted, Alteza."

"¿Y tú? ¿Crees que Annette te ama? De ninguna manera. Ella es una mujer distinguida de la nobleza. Así que nunca le gustaría un bastardo grosero como tú."

Ludwig le pisó la llaga. Raphael apretó los dientes ante su comentario despectivo. El egoísmo de Ludwig de querer arrebatarle a Annette era repugnante. Así que Raphael decidió darle un golpe a Ludwig, dejando a un lado de raciocinio.

"No. Yo le gusto a Annette. Y mucho. Su Alteza debe haberlo sentido también, ¿No? Si no le gustara, ella te habría cogido la mano cuando se la tendiste. Ella tienes ojos para ver, es obvio que prefiere a un hombre de verdad antes que a un torpe enclenque."

Las comisuras de Raphael se levantaron mientras se burlaba. Ludwig fue el primero en perder la compostura. Ludwig, que perdió los estribos, agarró a Raphael por el cuello.

"¡Cállate! ¡No sabes nada! Sobre ella, ni sobre nuestra relación."

Raphael miró la cara de Ludwig con ojos sombríos. En sus profundos ojos azules, se vislumbro la ira.

"Oh. Aunque no sé nada, esto lo sé muy bien".

Raphael, que levantó lentamente la mano, aplastó la mano de Ludwig que lo sujetaba. El increíble apretón distorsionó de dolor el rostro de Ludwig. Raphael había empuñado una espada toda su vida, así que alguien que sólo había tocado el laúd como Ludwig, no era rival. Ludwig finalmente tuvo que soltar su agarre del cuello de Raphael.

En ese momento, Raphael empujó a Ludwig contra la pared por los hombros. Su antebrazo presionó con fuerza el cuello de Ludwig. Ludwig se sentía asfixiado. Intentó por todos los medios salir de aquella humillante posición, pero Raphael ni se inmutó. Raphael gruñó.

"Es estúpido atacar a alguien que es más fuerte que tú. Especialmente si estás solo."

"¡¡¡Ugh...!!!"

Ludwig, que miraba a Raphael con los ojos inyectados en sangre, volvió a agarrarlo del cuello. Al tirar desesperadamente, el cuello de Raphael se rasgó haciendo un crujiente sonido. Justo entonces, Annette, que había entrado por el hueco de la cortina, se encontró con la escena.

Ludwig, que miraba a Raphael con los ojos inyectados en sangre, volvió a agarrarlo del cuello de su camisa. Pronto el cuello de su camisa se rompió. Justo entonces, Annette entró entre las cortinas.

"Raphael.... ¡Dios mío!"

Las pupilas de Annette se estremecieron. A primera vista, no parecía que ellos estuviera peleándose, sino más bien como si estuvieran... compartiendo la ardiente pasión de los adultos. Raphael tenía a Ludwig atrapado contra la pared. Mientras que Ludwig le rasgó la ropa. Sus caras estaban muy juntas.

Yo... ¿Los he interrumpido?

Las pupilas de Annette temblaban como si se hubiera desatado un terremoto en ellas. Si no hubiera oído su pelea desde detrás de las cortinas, no habría creído lo que de verdad estaba pasando. Afortunadamente, Raphael se dio cuenta de la presencia de Annette y soltó a Ludwig.

"Annette."

Consciente de la presencia de Ludwig, Raphael la llamó con más afecto que de costumbre. Ludwig, que estaba agarrado el cuello de la camisa de Raphael, miró inmediatamente hacia ella. En cuanto vio a Annette, la expresión de Ludwig cambió completamente. Ludwig, que acababa de blandir sus garras y enseñar los dientes, llamó de repente a Annette con cara triste.

"Annette..."

Ludwig, que parecía estar llorando, se tambaleó mientras se acercaba. Pero antes de llegar hasta ella, se cayó al suelo. Annette, que estaba sorprendida, rápidamente apoyó a Ludwig.

"¡Cielos! Su Alteza, ¿se encuentra bien?".

"Creo que voy a tener otro ataque... es doloroso."

Ludwig apoyó la cabeza en el brazo de Annette mientras respiraba con dificultad. Raphael se quedó perplejo viéndolo fingir repentinamente para generar lástima, como si no le importara su imagen.

¿Qué demonios es esta tontería?

Raphael frunció el ceño. Era obvio que Ludwig sólo estaba actuando. Sin embargo, Annette lo atendió con cara de preocupación, como si hubiera caído en su truco.

"Respire despacio, Su Alteza. Para calmar su ansiedad. No se preocupe, puedes apoyarte en mí."

"Me duele, Annette... eh... keuk..."

Ludwig frotó sus mejillas contra los brazos de Annette. Raphael, que vio pasar esto delante de sus ojos, se sintió literalmente ridículo. A los ojos de Raphael, que pensaba que los hombres debían ser varoniles, el aspecto actual de Ludwig era un choque cultural para él.

Le entraron ganas de patearlo para que dejara de actuar de ese modo. Pero teniendo en cuenta su estatus, no podía hacerlo delante de Annette. Se preguntó qué pensaría ella de él en este momento.

Debe pensar que soy un bárbaro sin sangre ni lágrimas.

Raphael apretó los dientes . Pero Annette era una mujer inteligente. Annette, que utilizó su chal para que Ludwig apoyara su cabeza, se levantó. Luego le dijo a Raphael con mirada preocupada.

"Raphael, iré a traer a alguien. Por favor, vigila a Su Alteza hasta entonces."

En realidad, hubiera sido mejor que ella se quedara a cuidarlo mientras Raphael buscaba a alguien. Pero Annette no quería esperar sola con Ludwig en el balcón, que normalmente se utilizaba para reuniones secretas. Sería un tema perfecto para que la gente creara rumores. Por lo tanto, era una opción mucho más prudente que los dos se quedaran solo.

"Por supuesto. Confía en mí, Annette. Cuidaré bien de él."

Había una sonrisa muy radiante en sus labios. Cuando Annette vio su sonrisa, se sintió incómoda porque le parecía que estaba dejando a un ratón con un gato. Pero no había tiempo para pensar en cosas inútiles. Si Ludwig realmente tenía un ataque, ella tenía que apresurarse para salvarlo. Annette salió rápidamente de las cortinas para llamar a la gente.

"¡El Príncipe Heredero ha caído! ¡Que alguien venga a ayudar, por favor!"