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lunes, 23 de enero de 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 53

Capítulo 53. Altercado (1)


La relación entre los dos hermanos había sido bastante complicada durante mucho tiempo. De hecho, era una relación que estaba destinada a ello.

En cuanto a la edad, Raphael era un par de años mayor que Ludwig, pero no era más que un hijo ilegítimo. Y Ludwig era el heredero de la familia real. Aunque tenían el mismo padre, sus posiciones eran muy diferentes. En otras palabras, si Ludwig era la luz, Raphael era la sombra que se proyectaba detrás.

Raphael no quería casarse con Annette en lugar de Ludwig. Y encima era una mujer de la familia Baviera, que valoraban enormemente el linaje. Raphael era literalmente todo lo opuesto. Así que esperaba que el matrimonio no fuera más que una catástrofe.

Pero ahora...

Odiaba admitirlo, pero Annette se había convertido en alguien especial para él. Las lágrimas que caían de los ojos de ella se sentían como cera caliente de una vela cayendo sobre su corazón. La regañó injustamente a causa de los malentendidos, pero ahora sabía que estaba equivocado. Todo esto sucedió porque Ludwig seguía rondando a su mujer. Los ojos de Raphael se volvieron fríos.

"Annette es mi mujer ahora. Y se siente incómoda encontrándose con usted, Alteza. No entiendo por qué alguien que ya tiene una prometida sigue haciendo esto. ¿Qué opinará Su Majestad?"

Ludwig se rió cuando mencionó a su padre. Una respuesta cortante salió naturalmente de su boca. 

"No sabía que tenía que pedir permiso a mi padre a esta edad. Iba a asistir a la fiesta con mi prometida, pero ella canceló en el último momento, así que tuve que venir solo."

"Ni un niño se creería esa excusa. Entonces, me iré con mi esposa."

Raphael le dio la espalda con una sonrisa. Ludwig, que aún no había visto a Annette, se puso nervioso. Había venido para encontrarse con Annette. Raphael iba a arrebatársela de nuevo. El comportamiento de Ludwig cambió cuando escuchó las palabras de Raphael, como si Annette sólo le perteneciera a él.

"¿Por qué? ¿Tienes miedo de perder a tu mujer si me ve? Tú le lloriqueaste a padre diciendo que no querías casarte con ella. Dijiste que no querías a una mujer de la familia Bavaria. Entonces, ¿Es que te empezaron a gustar las serpientes? Es ridículo que digas esto ahora."

La cara de Raphael, que miró hacia atrás, se puso roja de ira. Solía usar los puños para hablar. Pero esta vez, no era un buen oponente. Si hubiera alcanzado la habilidad de Maestro de Espada, le habría asestado uno o dos golpes, pero aún no estaba en condiciones de hacerlo. El Rey Selgratis seguro que no lo perdonaría por agredir al Príncipe Heredero. Así que Raphael se cruzó de brazos, apretando fuertemente sus puños para contenerse.

"Si realmente es tan preciada para ti, ¿por qué no hiciste nada antes? A diferencia de mí, tú sabías desde el principio que Annette había sido acusada falsamente. A ella se le debió romper el corazón porque no hiciste nada aunque lo sabías todo. Ahora, ella no se arrepiente ni siente nada por usted, Alteza."

"¿Y tú? ¿Crees que Annette te ama? De ninguna manera. Ella es una mujer distinguida de la nobleza. Así que nunca le gustaría un bastardo grosero como tú."

Ludwig le pisó la llaga. Raphael apretó los dientes ante su comentario despectivo. El egoísmo de Ludwig de querer arrebatarle a Annette era repugnante. Así que Raphael decidió darle un golpe a Ludwig, dejando a un lado de raciocinio.

"No. Yo le gusto a Annette. Y mucho. Su Alteza debe haberlo sentido también, ¿No? Si no le gustara, ella te habría cogido la mano cuando se la tendiste. Ella tienes ojos para ver, es obvio que prefiere a un hombre de verdad antes que a un torpe enclenque."

Las comisuras de Raphael se levantaron mientras se burlaba. Ludwig fue el primero en perder la compostura. Ludwig, que perdió los estribos, agarró a Raphael por el cuello.

"¡Cállate! ¡No sabes nada! Sobre ella, ni sobre nuestra relación."

Raphael miró la cara de Ludwig con ojos sombríos. En sus profundos ojos azules, se vislumbro la ira.

"Oh. Aunque no sé nada, esto lo sé muy bien".

Raphael, que levantó lentamente la mano, aplastó la mano de Ludwig que lo sujetaba. El increíble apretón distorsionó de dolor el rostro de Ludwig. Raphael había empuñado una espada toda su vida, así que alguien que sólo había tocado el laúd como Ludwig, no era rival. Ludwig finalmente tuvo que soltar su agarre del cuello de Raphael.

En ese momento, Raphael empujó a Ludwig contra la pared por los hombros. Su antebrazo presionó con fuerza el cuello de Ludwig. Ludwig se sentía asfixiado. Intentó por todos los medios salir de aquella humillante posición, pero Raphael ni se inmutó. Raphael gruñó.

"Es estúpido atacar a alguien que es más fuerte que tú. Especialmente si estás solo."

"¡¡¡Ugh...!!!"

Ludwig, que miraba a Raphael con los ojos inyectados en sangre, volvió a agarrarlo del cuello. Al tirar desesperadamente, el cuello de Raphael se rasgó haciendo un crujiente sonido. Justo entonces, Annette, que había entrado por el hueco de la cortina, se encontró con la escena.

Ludwig, que miraba a Raphael con los ojos inyectados en sangre, volvió a agarrarlo del cuello de su camisa. Pronto el cuello de su camisa se rompió. Justo entonces, Annette entró entre las cortinas.

"Raphael.... ¡Dios mío!"

Las pupilas de Annette se estremecieron. A primera vista, no parecía que ellos estuviera peleándose, sino más bien como si estuvieran... compartiendo la ardiente pasión de los adultos. Raphael tenía a Ludwig atrapado contra la pared. Mientras que Ludwig le rasgó la ropa. Sus caras estaban muy juntas.

Yo... ¿Los he interrumpido?

Las pupilas de Annette temblaban como si se hubiera desatado un terremoto en ellas. Si no hubiera oído su pelea desde detrás de las cortinas, no habría creído lo que de verdad estaba pasando. Afortunadamente, Raphael se dio cuenta de la presencia de Annette y soltó a Ludwig.

"Annette."

Consciente de la presencia de Ludwig, Raphael la llamó con más afecto que de costumbre. Ludwig, que estaba agarrado el cuello de la camisa de Raphael, miró inmediatamente hacia ella. En cuanto vio a Annette, la expresión de Ludwig cambió completamente. Ludwig, que acababa de blandir sus garras y enseñar los dientes, llamó de repente a Annette con cara triste.

"Annette..."

Ludwig, que parecía estar llorando, se tambaleó mientras se acercaba. Pero antes de llegar hasta ella, se cayó al suelo. Annette, que estaba sorprendida, rápidamente apoyó a Ludwig.

"¡Cielos! Su Alteza, ¿se encuentra bien?".

"Creo que voy a tener otro ataque... es doloroso."

Ludwig apoyó la cabeza en el brazo de Annette mientras respiraba con dificultad. Raphael se quedó perplejo viéndolo fingir repentinamente para generar lástima, como si no le importara su imagen.

¿Qué demonios es esta tontería?

Raphael frunció el ceño. Era obvio que Ludwig sólo estaba actuando. Sin embargo, Annette lo atendió con cara de preocupación, como si hubiera caído en su truco.

"Respire despacio, Su Alteza. Para calmar su ansiedad. No se preocupe, puedes apoyarte en mí."

"Me duele, Annette... eh... keuk..."

Ludwig frotó sus mejillas contra los brazos de Annette. Raphael, que vio pasar esto delante de sus ojos, se sintió literalmente ridículo. A los ojos de Raphael, que pensaba que los hombres debían ser varoniles, el aspecto actual de Ludwig era un choque cultural para él.

Le entraron ganas de patearlo para que dejara de actuar de ese modo. Pero teniendo en cuenta su estatus, no podía hacerlo delante de Annette. Se preguntó qué pensaría ella de él en este momento.

Debe pensar que soy un bárbaro sin sangre ni lágrimas.

Raphael apretó los dientes . Pero Annette era una mujer inteligente. Annette, que utilizó su chal para que Ludwig apoyara su cabeza, se levantó. Luego le dijo a Raphael con mirada preocupada.

"Raphael, iré a traer a alguien. Por favor, vigila a Su Alteza hasta entonces."

En realidad, hubiera sido mejor que ella se quedara a cuidarlo mientras Raphael buscaba a alguien. Pero Annette no quería esperar sola con Ludwig en el balcón, que normalmente se utilizaba para reuniones secretas. Sería un tema perfecto para que la gente creara rumores. Por lo tanto, era una opción mucho más prudente que los dos se quedaran solo.

"Por supuesto. Confía en mí, Annette. Cuidaré bien de él."

Había una sonrisa muy radiante en sus labios. Cuando Annette vio su sonrisa, se sintió incómoda porque le parecía que estaba dejando a un ratón con un gato. Pero no había tiempo para pensar en cosas inútiles. Si Ludwig realmente tenía un ataque, ella tenía que apresurarse para salvarlo. Annette salió rápidamente de las cortinas para llamar a la gente.

"¡El Príncipe Heredero ha caído! ¡Que alguien venga a ayudar, por favor!"