Reciente

Mostrando entradas con la etiqueta Padre No Quiero Casarme. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Padre No Quiero Casarme. Mostrar todas las entradas

miércoles, 21 de abril de 2021

abril 21, 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 46

Capítulo 46. Compañero Para El Banquete


Cuando Jubelian se durmió, las sirvientas apagaron las luces y salieron de su habitación. Se asustaron al encontrar a alguien esperándolas en la puerta. 

"¡Señor!"

Pronto escucharon la voz indiferente del Duque. "¿Dónde está Jubelian?", preguntó.

Merilyn, que debía responder como la sirvienta principal de Jubelian, tragó saliva con nerviosismo. 'El señor rara vez viene a la habitación de la Dama Floyen. Debe tener algo urgente que contarle'.

"Por favor, espere un momento. Le haré saber a la Dama que le está buscando", dijo tras llegar a esta conclusión. Merilyn estaba a punto de volver a la habitación de Jubelian y despertarla, pero el Duque negó con la cabeza. 

"No, déjala en paz."

En respuesta, Merilyn bajó la cabeza y preguntó amablemente: "¿Podría decirme qué tipo de asunto tiene que discutir con la Dama? Si es algo que puedo responder, lo haré."

Al escuchar la palabra 'asuntos', el Duque miró la puerta de la habitación de su hija. "¿Ha elegido ella una pareja para el banquete?", él preguntó. 

Merilyn asintió con una expresión alegre. "¡Ah, sí! Ha decidido acudir con el señor Edmund, el estimado hijo del Conde Rowen. ¿No es estupendo?"

Al escuchar el nombre del apuesto hombre conocido en la alta sociedad, Regis murmuró para sí mismo durante un rato. "Ya veo...", dijo finalmente. Recordó lo incómoda que parecía su hija durante la cena. 

Bastantes personas que me han escrito para acompañarme. Todas son maravillosas, así que ha sido difícil tomar una decisión.

Regis suspiró, recordando cómo había utilizado la palabra, 'maravillosa'. 

"Será mejor que lo compruebe por mi cuenta", decidió.

***

Muy tarde en la noche. El Conde Rowen estaba tenso por la aparición de un visitante inesperado. Incluso su segundo hijo, un chico habitualmente arrogante, no tuvo más remedio que comportarse con cortesía ante el visitante. Después de todo, era el padre de la dama que le gustaba y el héroe de este imperio, el Duque Floyen. 

"¿Cuál es el propósito de su visita a estas horas de la noche, Su Excelencia?"

Regis miró fríamente al joven que tenía delante.

—No voy a casarme a menos que lo tenga todo. Quiero al hombre más rico, famoso y competente que haya.

Mientras observaba al joven, el Duque reflexionó sobre lo que había dicho su hija. "No estás a la altura, Edmund Anshan Rowen", dijo finalmente. 

***

A la mañana siguiente, me desperté aturdida. 'Ugh, me duele la espalda'. Aunque había resuelto el problema de ayer y había evitado que hablara de la lista de parejas para el matrimonio, algo me molestaba. Intenté pensar en la causa de este malestar, pero sólo pude pensar en mi estómago vacío. 'Debe ser porque no he desayunado'. 

Llamé a una asistente, y Merilyn no tardó en entrar en mi habitación. "Buenos días, Dama Floyen."

"¿Podría ayudarme a prepararme para el desayuno?"

"Por supuesto."

Me lavé la cara, me puse ropa informal y me trencé el cabello. Después de hacerlo me sentí más fresca y me veía más acorde para bajar a desayunar. Aun así, la sensación desagradable no desaparecía. '¿Qué me pasa? Debe haber algo...'

En ese momento, Merilyn dijo, "Ha llegado un paquete del taller de Fyodor, Dama."

Asentí con la cabeza. 'Así que por eso me sentía incómoda'. Se acercaba el cumpleaños de Rose, menos mal su regalo acababa de llegar. "¿Podrías traerlo a mi habitación?" Le pregunté.

"Sí, Dama". Merilyn salió de mi habitación para buscar el regalo. Esperé a que volviera con grandes expectativas. 

'Tengo curiosidad por el resultado. Espero que haya hecho lo que le indiqué...' No mucho después, Merilyn entró con una caja en las manos. 

"Aquí está."

Cuando abrí la caja, encontré un artículo que replicaba perfectamente mi pedido, así como otro artículo que tenía un color diferente al lado. 'Estoy satisfecha con mi pedido... pero, ¿Por qué hay otro artículo? ¿Esto es como un 2x1?' Miré el artículo con desconcierto, y luego encontré una nota dentro de la caja.

[Para ti, mi musa.]

Aunque no era más que una nota, la palabra 'musa' me hizo sentir incómoda. Reflexioné sobre el significado de la nota, y luego especulé que simplemente se trataba de una frase extravagante utilizada por la mayoría de los artistas. Mientras miraba los artículos con satisfacción, las sirvientas comenzaron a hacer preguntas. 

"¿Qué es esto, Dama?"

"Nunca he visto nada parecido."

"Pronto te diré su finalidad", dije a las sirvientas, que miraban los artículos con curiosidad. Luego coloqué los regalos en mi cajón.  'Ahora tengo algo más importante que hacer'. 

En ese momento, escuché que alguien hablaba desde fuera de mi habitación. "El desayuno está listo, Dama."

Salí rápidamente de mi habitación con una expresión alegre. 'Voy a desayunar primero'.

martes, 20 de abril de 2021

abril 20, 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 45

Capítulo 45. Compañero Para El Banquete


Primero traté de calmarme. Si mostraba algún signo de inquietud, papá podría aprovecharse de ello y hablar de la lista de parejas para el matrimonio. 'Debo evitar entrar en pánico y responder con firmeza en momentos como éste'. Cuando logré controlar mis emociones, fingí ignorancia. "Ah, aún no he decidido mi pareja", dije. Mi padre me miró fijamente. Su mirada observadora resultaba tan incómoda que de repente perdí el apetito. En lugar de agitarme, le dije despreocupadamente, "Bastantes personas que me han escrito para acompañarme. Todas son maravillosas, así que ha sido difícil tomar una decisión."

"Ya veo", dijo mi padre en voz baja después de mirarme un rato más. El sonido de sus cubiertos se reanudó. 

'¿Acabo de defenderme con éxito?' Dejé escapar un suave suspiro de alivio. El resto de la cena estuvo acompañado por una serie de preguntas de mi padre, pero mientras no mencionara la lista de parejas, podía considerarse un éxito. 'También debería echar un vistazo a las cartas cuando termine de comer'. Decidí terminar rápidamente mi comida, para poder volver a mi habitación y buscar un compañero. 

"Jubelian". Al escuchar su voz, me puse nerviosa. Después de todo, podría mencionar la lista de parejas para el matrimonio. 

"¿Sí?" Logré preguntar. Su mirada penetrante parecía instarme a reunirme con el Príncipe Heredero de inmediato. Tragué inconscientemente y traté de respirar a pesar de la tensión. Mientras mi padre seguía mirándome fijamente, cortó un trozo de su jugoso filete y lo puso en mi plato. '¿De repente...?' Aunque normalmente lo habría rechazado, había un problema. De todo lo que había en su plato, '¿Por qué tenía que ponerme un filete?'

Durante estos últimos días, no había podido comer bien por culpa del discípulo de mi padre. Como resultado, se me antojó el filete. El problema era que no podía permitirme seguir en el mismo lugar con mi padre, puesto que aumentaría las posibilidades de que mencionara la lista de parejas para el matrimonio. 

'Debo... declinar...' Mi determinación vaciló cuando el sabroso aroma del filete entró de repente en mi nariz. 'Seguramente se derretirá en mi boca si lo como, ¿Verdad?'

Mientras me preocupaba por qué hacer, mi padre dijo con firmeza, "Come."

'Ya que me dice que coma, supongo que no tengo otra opción. Puede que se enfade conmigo si no le hago caso'. 

Entonces, le di un mordisco al filete sin dudarlo. La suave carne se deshizo inmediatamente en mi boca, exudando ricos jugos. Un sabor de alta calidad por el que había estado salivando estos últimos días. Aunque me quedé inmersa en el sabor, mis problemas no terminaron ahí.

"Come despacio. Te vas a enfermar."

Mi padre era la única razón por la que me pondría enferma, pero no me atreví a decírselo. Continué comiendo tranquilamente. 

***

En cuanto terminé de comer, fui a mi habitación y revisé las cartas que había recibido.  'Hay una del estimado hijo del Conde Rowen, de Boromir, y otra del estimado hijo del Marqués Crocus'.

Me sorprendió que tantas personas respetables hubieran solicitado acompañarme. Al principio no tenía sentido, teniendo en cuenta mi reputación social, pero luego recordé mi elevada condición de hija del Duque. Mucha gente me buscaba, sólo para tener una excusa para conocerlo. 

'Gracias a mi padre, no será tan difícil elegir un compañero'. Era irónico que él fuera la razón con la que podía evitar el apuro en el que me había metido. Suspiré aliviada, deseosa de resolver por fin este molesto problema de elegir un compañero. 

'Pero, ¿A quién debo elegir?' Como miembro de los Caballeros Imperiales, Boromir era popular por su excelente manejo de la espada, sus modales y su aspecto decente. Otro candidato, el hijo del Conde Rowen, era famoso por su bella apariencia. El último candidato, el hijo del Marqués Crocus, era el sucesor de una conocida familia rica. También dirigiría el Ministerio de Asuntos Exteriores en el futuro. Los tres hombres valían más que mi terrible reputación social. Si alguien más se enterara de mi dilema, pensaría que estoy presumiendo. 

'El estimado hijo del Marqués Crocus preguntó primero, pero... me gustaría alguien que tenga menos probabilidades de causar problemas en el futuro'. Tomé una decisión más rápido de lo que había previsto. No había forma de que alguien tan guapo y capaz como el hijo del Marqués Crocus pidiera ser mi compañero sin un motivo oculto. Por ello, elegí al estimado hijo del Conde Rowen, que no tenía más que su aspecto, lo suficientemente guapo como para ser comparado con Mikhail. 

'Al final, es mejor tener un compañero guapo'. Me decidí y escribí una carta al estimado hijo del Conde Rowen, permitiéndole que me tomara como su pareja para el banquete. Luego se la di a Merilyn. 

"Es demasiado tarde hoy, así que por favor envíala mañana."
 
"Sí, Dama."

Ahora que este problema se había resuelto, me sentí aliviada de que mi padre no me hubiera mencionado nada más. Escribir la carta había agotado rápidamente mi energía. 'Hay algo más que tengo que hacer... pero tengo mucho sueño'.

Al final desistí de intentar mantenerme despierta. En cuanto me metí en la cama, caí en un profundo sueño.

lunes, 19 de abril de 2021

abril 19, 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 44

Capítulo 44. Regreso del Padre


Al escuchar mi nombre, me giré por reflejo hacia el interlocutor. Mi padre, que esperaba que volviera dos días después, estaba de pie frente a mí. '¿¡Por qué está aquí!?' 

Intenté mantener la calma y dije: "Bienvenido, Padre."

Me miró fijamente. "Gracias", dijo finalmente.

"Debes estar cansado por el entrenamiento. ¿Por qué no descansas un poco?". Comencé a levantarme del banco para evitar pasar más tiempo con él, pero me puso suavemente la mano en el hombro. 

"No, tengo algo que necesito decirte ahora mismo."

Le observé con ojos temblorosos y me di cuenta de mi situación. Estoy arruinada...

"Jubelian", dijo mi padre. Mientras me miraba con ojos fríos, me preparé para sus siguientes palabras. 

Se está tomando su tiempo para decirlo. 'Es obvio que quiere hablar de ello'. Cuando me decidí a desviar el tema de la lista de parejas, mi padre me quitó la mano del hombro.

"A partir de ahora... no te vas a quedar sola", dijo en voz baja. 

Dudé de haberlo escuchado bien. '¿Qué quiere decir con eso?' Pero pronto se me ocurrieron varias explicaciones.
 
'¿Va a mantenerme vigilada para que no pueda huir del matrimonio?' Mientras imaginaba esas posibilidades, lo miré confundida. 

Me miró fijamente y me preguntó: "¿Has cenado?"

"No", respondí con sinceridad a su repentina pregunta. 

Mi padre frunció las cejas. "Si sigues saltándote las comidas, volverás a desmayarte."

Parecía que estaba preocupado por mí, pero yo sabía que no . 'Si sigo desmayándome, será difícil casarme con el Príncipe Heredero... Sólo quiere que esté en condiciones óptimas para el matrimonio'.

Me preguntaba si debía desmayarme en un acto social para arruinar sus planes cuando dijo, "No debes volver a desmayarte."

Parecía que me castigaría si lo hacía, así que descarté la idea. 'Ah, quizás hay un límite para lo que puedo hacer'. Mientras me lamentaba para mí misma por ser la villana de esta novela, mi padre me tomó de la mano. 

"Vamos a comer."

No tenía hambre debido a todos los bocadillos que había comido antes, pero no lo rechacé por miedo a que se enfadara. 'Debo cenar con él para evitar problemas'.

Me convencí a mí misma de tomar la mano de mi padre. Aunque fuera cruel por intentar casarme con un Príncipe tirano, su mano era grande y cálida. 

'Cuando era pequeña, solía seguirlo a todas partes... sólo porque quería agarrar su mano'. Resultaba irónico que no pudiera tomar su mano cuando lo deseaba desesperadamente, pero podía hacerlo ahora que había dejado de lado todo apego persistente. 'Ya no significa nada para mí'. 

Dejé que me guiara hasta el comedor. El tiempo que tardamos en llegar me pareció más largo de lo habitual.

"Siéntate."

'Esto es realmente incómodo', pensé mientras seguía su orden.

Aunque no era la primera vez que cenaba con mi padre, normalmente no hablábamos cuando comíamos. Nuestro silencio estaba tan arraigado que no me resultaba incómodo, pero hoy era diferente porque... 'Estoy anticipando lo que va a decir'.

Cuando suspiré, mi padre dijo, "He escuchado que vas a un banquete la semana que viene."

Resultaba evidente por qué mencionó de repente la fiesta de cumpleaños de Rose. 'Va a criticar mi decisión de asistir'. 

Ordené mis pensamientos.  "Sí", respondí con una sonrisa. "Me han invitado a un banquete de cumpleaños organizado por Rose Mario Arlo, la estimada hija del Conde Arlo."

Mi padre levantó el cuchillo y cortó con gracia su filete. "¿Quién será tu pareja?" 

En el libro que mi padre me había regalado, se podían emplear varias tácticas en las conversaciones. Un método consistía en perturbar las emociones del adversario. Otro, el método estándar, consistía en hablar directamente y evitar que el adversario escapara. De todos los métodos, mi padre había utilizado el estándar conmigo.

No me criticaría si tuviera un compañero, pero el problema era... 'No tengo uno todavía'. No es que no lo intentara. Aunque resultaba más cómodo para mí estar sola, tenía que seguir ciertos estándares de la nobleza, tan cerrada y conservadora.

'Varias personas incluso querían ser mi compañero. Sin embargo, había una razón por la que todavía no he elegido...' Después de mirar la lista de parejas, me ocupé tanto de encontrar una contramedida que se me olvidó por completo. 

Le sonreí torpemente a mi padre. 'Ah, ¿Qué debo decir ahora?'
abril 19, 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 43

Capítulo 43. Regreso del Padre


Merilyn miró a Jubelian con lástima.

'Dama Floyen...' Aunque no hacía mucho tiempo que había sido objeto de sus episodios violentos, Merilyn sintió simpatía al recordar la solitaria infancia de Jubelian. 

'Solía ser una persona violenta y perversa, pero cuanto más la conozco, más descubro que en realidad es una persona considerada'. Merilyn se sentía bastante a gusto con Jubelian ahora, así que no podía soportar dejarla con el ánimo por los suelos.

"Siempre estaré a su lado, Dama". Cuando expresó sus sinceros pensamientos por primera vez, la comisura de los labios de Jubelian se levantaron ligeramente.

"Gracias". Aunque su sonrisa lucía encantadora en su rostro juvenil, también contenía una pizca de tristeza.

Merilyn pensó convencida. 'No basta con decir eso... Tengo que animarla', decidió. 

"El Príncipe Heredero acaba de enviar un mensaje diciendo que tardará más en volver debido a un problema en la frontera, Su Majestad."

El Emperador apretó los dientes. 'Ese vil Maximillian. Si le digo que venga aquí, debe venir inmediatamente. ¿Por qué tarda tanto?'

'Me aseguraré de hacerte pasar un mal rato cuando llegues'. ElEemperador sintió una oleada de ira al pensar en su arrogante hijo. Siguió apretando los dientes cuando la puerta de su oficina se abrió bruscamente.

"¡Su Alteza! No puede..." Los guardias reales trataron de contener al intruso, pero no fueron rivales para el hábil hombre. Atravesó con facilidad a los guardias y pronto se plantó ante el Emperador.

"Saludos, Su Majestad."

El Emperador, que apenas se había calmado tras conocer la desobediencia de su hijo, presenció el descaro del Duque Floyen y volvió a enrojecerse de ira. "¿Qué demonios crees que estás haciendo?"

Regis inclinó la cabeza sin una pizca de miedo. "He venido a hablar urgentemente con usted."

"Entonces, ¿A qué viene todo este alboroto?", preguntó el Emperador con frialdad, demostrando que no ignoraría la imprudencia del Duque si no se trataba de algo importante.

Regis miró al Emperador con determinación. "Me he informado sobre los asesinos que han molestado a Su Majestad estos últimos días."

El Emperador abrió los ojos. "¿Qué? ¿Es eso cierto?"

"Sí."

"¡Entonces tráeme a los culpables!" 

Regis negó con la cabeza. "Tendré que volver a la mansión para encontrar más pistas", dijo en voz baja. 

"¿Qué quieres decir con eso?" 

"Sospecho que un intruso visitó mi mansión mientras yo no estaba."

El rostro del Emperador se distorsionó. "¿Qué? ¿Qué relación tiene eso con el asesino que intentó matarme?"

"Los movimientos del intruso eran similar al del asesino que se infiltró en el palacio."

El Emperador miró fijamente a Regis. Sabía que esto no era más que una excusa para abandonar el palacio. '¡Cómo se atreve a intentar ponerme en ridículo...!' Aun así, el propio Emperador había ordenado al Duque que liderara la investigación. Ahora que había presentado un argumento razonable, no tenía más remedio que acceder a su petición. 

Regis se encontró con la mirada penetrante del Emperador y levantó la comisura de los labios como si supiera lo que estaba pensando. "Con el fin de obtener más pistas, por favor concédame el permiso para abandonar el palacio."

***

'Ah, la gente necesita la luz del sol ocasionalmente'. Aunque disfruté de pasar los últimos días en mi habitación, podía sentir que mi energía se agotaba lentamente. 'Sí, este sería un lugar más productivo para pensar en una contramedida para el plan de mi padre'.

Merilyn interrumpió mis pensamientos. "¿No son muy bonitas las flores, Dama?" 

"Ah, sí."

A pesar de que había respondido brevemente, Merilyn me miró con amabilidad y dijo, "Las flores son bonitas, pero usted es aún más hermosa, Dama."

Era un poco pesado que Merilyn me siguiera y me dijera cumplidos sin sentido. 'Ella está extraña últimamente. ¿Ha estado trabajando demasiado?' Mientras reflexionaba sobre si debía darle unas vacaciones, encontré un banco a un lado del jardín y me senté. 

'Déjame pensar primero en este asunto. Sólo quedan dos días para que vuelva papá'. Aunque pensaba que eran sólo dos días, bastaba para formular un plan. Resultaría extraño que me quedara con la mirada perdida, por lo que abrí el libro que había traído conmigo. 

'Es el libro de tácticas militares'. Aunque era muy entretenido, no estaba en la mejor situación para estar leyendo un libro que mi padre me había recomendado.

Sacó el libro de tácticas militares. Aunque fuera muy entretenido, no estaba en la mejor situación para estar leyendo un libro que mi padre me había recomendado.

"Ah, ¿Va a leer un libro, Dama?" Merilyn me miró con los ojos agrandados, como si fuera aglo extraño.

"Sí, es perfecto para pasar un rato a solas."

Cuando dije las palabras 'a solas', Merilyn bajó la cabeza. "Pero, Dama..." 

"Entraré cuando termine, así que puedes adelantarte", dije amablemente, sin querer ordenarle directamente que me dejara sola para poder leer tranquilamente. En ese momento, alguien habló. Era una voz conocida, pero que ciertamente no esperaba escuchar.

"Jubelian."

domingo, 18 de abril de 2021

abril 18, 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 42

Capítulo 42. Otra Vez Sola


Le abrí la puerta y la saludé, "Hola."

"Buenos días, Dama Floyen", me saludó Merilyn. De repente me miró con expresión de sorpresa. "Oh..." 

"No tiene buen aspecto, Dama. ¿Estás bien?", preguntó tartamudeando. 

'¿Eh? ¿No tengo buen aspecto?' Me preguntaba por qué Merilyn parecía tan sorprendida, entonces recordé que me había quedado despierta toda la noche. 'Ah, probablemente... tengo ojeras porque no he dormido mucho'.

"Sí, estoy bien", dije con una sonrisa para que no se preocupara innecesariamente por mí. Aunque estaba disgustada por la lista de posibles compañeros de matrimonio, hice lo posible por parecer tranquila. No quería que pensara que me estaba comportando de forma sospechosa. 

'Me pregunto cuándo volverá papá. Espero que no sea antes de lo esperado...' Sería terrible que mi padre volviera cuando aún no había ideado un plan para escapar del matrimonio.

Me estremecí al imaginar esa situación y dije, "Um, Merilyn, ¿Dijo mi padre cuándo regresaría?" 

Merilyn se estremeció y negó con la cabeza. "No, pero creo que regresará en dos días. "

Me tranquilizó lo que dijo. 'No necesito apresurarme tanto. Todavía tengo algo de tiempo'. Con esto en mente, me sentí más tranquila.

***

Últimamente, los sirvientes estaban preocupados por el comportamiento inusual de la Dama Floyen. 'La Dama se ha vuelto extraña', pensaban. Jubelian solía pasearse con frecuencia por la mansión, pero ahora pasaba la mayor parte del tiempo en su habitación. Y aún más inusual era el hecho de que impidiera a las sirvientas entrar en su habitación. 

El mayordomo suspiró preocupado. 'Comenzó a comportarse de esa manera después de que el señor se fuera a entrenar'. Como su regreso se retrasó, habían pasado cinco días en su ausencia. Las sirvientas de la mansión Floyen se relacionaban con la dama con mucho cuidado, ansiosos de que volviera a ser la misma de siempre. 

'El señor debe volver pronto...' Derrick volvió a suspirar.  Sus preocupaciones fueron interrumpidas por Pérez, encargada de las gestiones domésticas.  

"¿Es cierto que el señor volverá en dos días, Derrick?"

"Sí. ¿Por qué preguntas...?"

Ella suspiró. "La sirvienta que cuida a Dama Floyen me ha dicho que ha vuelto a actuar de forma extraña."

"¿Extraña? ¿Puede explicarlo?" Derrick la miró con ojos vacilantes.

"Dijo que Dama Floyen preguntó cuándo volvería el señor con la cara pálida", respondió.

"¿Qué?" Derrick se sorprendió. Lo que acababa de contarle le recordaba a cierto día del pasado lejano.

Derrick, ¿por qué no regresa papá? 

Le había preguntado Jubelian. Todavía le dolía el corazón cuando recordaba sus ojos llorosos. 

'No debería haber hecho eso entonces', pensó. 
  
Derrick suspiró con pesar y dijo, "Me pondré en contacto con el señor de inmediato."

Ella también suspiró y asintió. "Gracias."

***

"Ah..."

Mientras el viento entraba por la ventana abierta, Merilyn escuchó a Jubelian suspirar, mientras leía un libro en su sofá. Aunque su cara estaba llena de preocupaciones, seguía siendo hermosa. 

'La Dama Floyen debe estar suspirando porque extraña al señor, ¿Verdad?' Parecía tan triste que Merilyn no pudo evitar entablar conversación con ella. 

"Hoy a un buen clima, Dama."

"Sí", respondió Jubelian débilmente.

Merilyn la miró con lástima. 'Es la primera vez que la veo tan débil'. Aunque estos días estaba más animada porque Jubelian trataba a todo el mundo con mucha amabilidad, ahora estaba preocupada por la afligida dama.

'Quiero ayudarla'. Aunque se trataba de un pensamiento atrevido, que incluso podría reavivar el temperamento de Jubelian, sintió el impulso de hacer algo. 

"¿Qué le parece si damos un paseo, Dama? Disfrutar de la cálida luz del sol seguramente la hará sentir mejor."

Jubelian levantó la vista. Aunque la miraba con calma, Merilyn se asustó. 'Oh, no... ¿Y si se enfada conmigo?'

Se había armado de valor para hablar, pero seguía temiendo que Jubelian se enfadara, por su comportamiento inconstante. Merilyn bajó la mirada nerviosa.

Jubelian separó sus labios rojos. "De acuerdo."

Merilyn la miró, boquiabierta. '¿Está de acuerdo conmigo tan fácilmente?' Entonces volvió a escuchar su voz. 

"Me siento un poco asfixiada, quedándome dentro tanto tiempo."

Merilyn recordó de repente algo que Jubelian había dicho en el pasado. 

Odio estar en casa. Papá nunca está aquí... y siempre estoy sola.
abril 18, 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 41

Capítulo 41. Otra Vez Sola


Max se dio la vuelta con una expresión rígida. '¿Por qué no ha regresado?' Miró la puerta que ella había cerrado después de salir, pero no podía sentir su presencia por más que lo intentara. 

"¿Su Alteza?", preguntó el hombre con voz desconcertada. 

Max retorció su expresión. Cada vez que se decidía a marcharse, su cuerpo no le hacía caso. Le preocupaba la mujer, que podría buscarlo si desaparecía sin decir nada. 

"Espérame fuera. Sólo será un segundo."

El hombre se dio cuenta de que el Príncipe tenía una expresión desconocida y una mirada vacilante, pero obedeció en silencio sus órdenes, saliendo de la habitación. Max exhaló cuando ya no pudo sentir la presencia de su subordinado en la habitación. 'No puedo creer que esté haciendo algo como esto...' 

Se dirigió al escritorio de la mujer, sacó un papel y comenzó a escribir diligentemente.

'Esto debería ser suficiente'. Su rostro tenso se relajó. 

***

Había un silencio inquietante cuando regresé a mi habitación.

'Parece que se está escondiendo bien. Estoy orgullosa de él', pensé mientras me dirigía a mi armario. 'Espero que no se moleste conmigo por haber tardado tanto'.
 
Abrí la puerta del armario. '¿Eh?' En lugar de encontrar a un hombre acurrucado entre ropa, sólo vi mi ropa. '¿Se ha escondido en otro sitio?' Busqué en mis otros armarios, pero no estaba en ninguna parte. 

'¿Adónde se fue? Ya tengo muchas cosas en la cabeza ahora mismo...' Estaba a punto de colocar la carta de mi padre en mi escritorio para buscarlo en otra parte cuando vi un papel con palabras escritas. 

'¿Qué es esto?' Inspeccioné la carta con una extraña sensación de presentimiento y fruncí el ceño. 'La letra es horrible. Hasta un gato puede escribir mejor que esto'.

Me concentré en el contenido de la carta y leí lo que decía.

[No me busques. Regresaré cuando llegue el momento.]

"Nunca le dije que podía regresar". Suspiré inconscientemente y me tiré en el sofá que él solía ocupar.

'Por fin he recuperado mi sitio'. Me relajé en el cómodo sofá, que aún estaba cálido por el calor de su cuerpo. Me sentí como si hubiera vuelto a mis días tranquilos y pacíficos. 

'Dijo que regresaría, pero ¿Cuándo será eso?' Reflexioné sobre lo que había escrito, pero rápidamente se me ocurrió una explicación. 'Probablemente tiene la intención de regresar para ver a mi padre, así que eso no tiene ninguna relación conmigo'.

Fruncí el ceño cuando me comenzó a doler la cabeza. 'Ah, estoy muy cansada'. Estaba agotada de preocuparme por cómo evitar el desastre del Príncipe Heredero, mi posible pareja. 

'¿Qué debo hacer ahora?' Aunque estaba ansiosa, el cansancio que agobiaba mi cuerpo era persistente. Cerré los ojos.

***

Cuando Max salió de la mansión del Duque, su cuerpo se tensó y sus sentidos se agudizaron.

'He vuelto a ser como antes'. Vaciló. 'Esa mujer. Me pregunto si habrá leído mi carta'. 

Max miró inconscientemente hacia la mansión del Duque. Cuando divisó la edificación de mármol, se dio cuenta de lo que había hecho y torció su rostro. 

'Una carta...' No era normal que dejara algo como eso. '¿Por qué lo hice?' 

Cuando era niño, Max aprendió que los descuidos conducían directamente a la muerte, por lo que siempre estaba atento. Pero, extrañamente, sus días en la habitación de la mujer no habían transcurrido en perpetua alerta. Incluso había estado indefenso varias veces sin darse cuenta. 

'Si mi subordinado no hubiera venido, podría haber seguido quedándome en ese lugar'. Max no podía entender este cambio de opinión; era como si lo hubieran hechizado. Se preguntó si la mujer tenía un método secreto para eso, pero no se detuvo a pensar en ello. 

'Primero, tengo que hacer algo'. Max aceleró el paso y se dirigió a su destino. 

***

Acto 4. ¿Quién Será Mi Compañero?

'Hm... ¿Por qué hay tanta luz?'

Miré el reloj medio despierta y me sobresalté al comprobar la hora. Aunque sólo había planeado dormir un rato, ¡Había caído en un profundo sueño! 

Me preocupé por el discípulo de mi padre, que dependía de mí para comer. 'Debe tener hambre, ¿Por qué no me despertó...?'

'Oh.' Me di cuenta de que los hábitos resultaban difíciles de romper, puesto que estaba buscando a alguien que se había ido ayer. 

'Se fue tan abruptamente, probablemente encontró otro lugar para quedarse...' Ya le había empacado algunas necesidades de viaje para él por adelantado, pero no esperaba que se marchara tan abruptamente. 

'Al menos podría haberse despedido'. Rápidamente cambié mi ceño fruncido por una sonrisa. No debería estar triste. 'Es sólo un extraño'. Aunque intenté consolarme, no pude evitar sentirme un poco vacía por dentro. 

A duras penas conseguí recomponerme con un suspiro. 'Primero, debo ocuparme del problema inminente'. Anoche no dormí mucho porque estuve ocupada pensando en una solución para mi futuro matrimonio. Pero no logré pensar en nada.

'Ah, realmente no sé qué hacer'. Volví a suspirar, sintiéndome inquieta por mi situación cuando mi sirvienta habló al otro lado de la puerta. 

"Es Merilyn, Dama."

sábado, 17 de abril de 2021

abril 17, 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 40

Capítulo 40. Un Giro Inesperado de los Acontecimientos


Recordé una parte de la novela que resumía al príncipe heredero como 'un psicópata que no derrama lágrimas'. Aunque esto sonaba duro, probablemente no le hacía justicia. 
 
'He escuchado que no duda en matar a la gente...' Había bastantes anécdotas sobre la crueldad del Príncipe Heredero. Una de ellas decía sobre la vez que envió la cabeza cortada de un asesino a su hermana, Beatrice, como regalo para su ceremonia de mayoría de edad.
 
Ese único incidente fue suficiente para demostrar lo loco que estaba, pero sus atrocidades no terminaban en ese punto. Al principio de la novela, envió asesinos para matar al Emperador. No era sólo un psicópata, sino un hombre malvado que parecía tener doble personalidad. Un personaje puramente tiránico en la novela que no derramaba lágrimas.

'Si su nombre está marcado con un círculo, probablemente significa que va a ser mi compañero...' Me mareé con este pensamiento y apenas pude apoyarme cuando tropecé. 
 
'No importa cuánto lo piense, ¿No es esto demasiado cruel? Incluso otros nobles tratan de evitar casar a su hija con el Príncipe Heredero...'
 
Aunque la posición de la Princesa solía ser codiciada, había otra razón por la que quedaba vacante. Al principio de la novela, circularon extraños rumores sobre la cicatriz de quemadura en su rostro, lo que explicaba por qué el Príncipe Heredero siempre llevaba un yelmo. 

'Además...' Había otro rumor que no se refería a su aspecto. Se decía que le gustaba el sadismo y la violencia en la cama.
 
Estos rumores hicieron que muchas mujeres de la nobleza apresuraran sus matrimonios con otros hombres para evitar comprometerse con el Príncipe Heredero. También lo hicieron sus padres, que no deseaban que sus hijas se casaran con un hombre de carácter tan violento, aunque fuera el Príncipe Heredero.

'En los recuerdos incluso me visitó en la cárcel'. En la novela, Jubelian había acabado con su vida para evitar ser torturada. Pensó que sería mejor morir que convertirse en víctima de sus maldades.
 
'¿Mi padre está realmente intentando venderme a este hombre terrible?' Apreté los dientes. Aunque había pedido a alguien que sobresaliera en términos de riqueza, competencia y fama, esto era demasiado. 
 
'También se olvidó de lo más importante... Definitivamente le mencioné la apariencia'. El Príncipe Heredero siempre se cubría la cara, por lo que nadie sabía su aspecto. Pero aunque fuera lo suficientemente atractivo para cumplir con mis estándares, seguía sin querer tener ninguna relación con él. 
 
'Mi vida estará en peligro si me caso con él. Pero el problema más urgente es...' Mi cabeza comenzó a doler mientras reflexionaba sobre mi situación. Podía rechazar a otros nobles por ser la hija de un estimado Duque, pero no podía rechazar a alguien de la familia imperial. 'Si me organizan una cita a ciegas con el Príncipe Heredero... no podía negarme a ir'. 

'Por supuesto, tengo que gustarle al Príncipe para que nos casemos...' Pero si realmente era un psicópata como se rumoreaba, seguramente no le importaría quién fuera su pareja, le bastaría con tener a alguien a quien acosar. 

'Lo más que puedo hacer es cambiar la opinión de mi padre sobre el Príncipe Heredero... pero eso no va a ser fácil'. Suspiré y volví a dejar el papel sobre el escritorio. 
 
'Tengo que idear una contramedida sin que mi padre sepa que he visto esta lista'. De lo contrario, podría acelerar la cita a ciegas para que no pudiera hacer nada. Por esta razón, salí de su oficina con la carta, las mancuernillas y el colgante en la mano.
 
***

'¿Su habitación siempre se ha visto tan espaciosa?' Max echó un vistazo a la desolada habitación y se sentó en la silla que la mujer siempre utilizaba.
 
'Es incómoda'. Sin embargo, se desplomó en la silla, sintiéndose extrañamente débil.
 
'¿Cuándo volverá?'

Rara vez hablaba con la mujer cuando estaba cerca, pero ahora que su presencia había desaparecido, no sabía cuánto tiempo más podría soportar estar solo. Sintió una extraña sensación de vacío en la desolada habitación. 

Rara vez hablaba con la mujer cuando estaba cerca, pero ahora que su presencia había desaparecido, no sabía cuánto tiempo más podría soportar estar solo. Sintió una extraña sensación de vacío en la desolada habitación. '¿Por qué tarda tanto?' Max tenía una mirada desolada.

'Hay alguien ahí'. De repente, su mirada se dirigió hacia la ventana abierta que daba al balcón. Se movió tan rápido que el culpable lo perdió de vista por un instante antes de reaparecer. 
 
"¡Ah!"
 
"¿Quién es usted?" Max agarró al inoportuno visitante por el cuello, con firmeza incluso cuando el hombre se resistía a su hostil sujeción. "¡Te he preguntado quién eres!"
 
"Por favor, déjame... ¡Argh...!"

"¿Qué haces en este lugar?" Max apretó su agarre. 

"¡La Señora me envió...!" El hombre se retorció y habló confusamente. 
 
Cuando Max soltó su agarre, el hombre se desplomó como una marioneta aflojada y tosió. 
 
Miró fijamente al hombre y luego preguntó con frialdad: "¿Cómo sabías que estaba aquí?"

"La Señora dijo que podrías estar aquí..." Antes las palabras del hombre, Max frunció las cejas. 
 
"Entonces, dime a que has venido."

El hombre logró recuperar el aliento y respondió: "Hemos recibido un informe que dice que los movimientos del Emperador han sido inusuales."
 
Max sonrió. "Sí, debe estar ocupado tratando de mantenerse con vida."
 
En respuesta, el hombre sacudió la cabeza y dijo: "Me dijeron que estaba pidiendo impacientemente el regreso del Príncipe Heredero, por consejo del Primer Ministro y los funcionarios". Max lo miró fijamente sin decir una palabra. "Creo que debería regresar al palacio de inmediato, Príncipe Maximiliano", dijo el hombre. 

Max sabía que debía salir rápidamente de la Mansión porque se trataba de un asunto urgente, pero por alguna razón, no movió ni un músculo y permaneció en el mismo sitio.
 
'¿De verdad tengo que irme ahora?'
abril 17, 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 39

Capítulo 39. Un Giro Inesperado de los Acontecimientos


El Emperador miró fijamente al Duque y levantó la voz. "¿Cómo puedes garantizarlo cuando me han atacado previamente?" 
 
El Duque podía garantizarlo porque estaba seguro de que su discípulo, el cerebro detrás de los asesinatos, no iba a actuar precipitadamente a partir de ahora. 'Mientras yo mantenga la calma, Max sabe que no habrá una revolución aunque presione al Emperador al máximo'. 

"¡Dime ahora mismo!", gritó el Emperador. Incluso ahora, estaba causando un alboroto, ajeno a las maquinaciones que se gestaban bajo la superficie. Era un hombre bastante fácil de manipular. 
 
En respuesta, Regis dejó escapar un pequeño suspiro. "Su Majestad se ha vuelto cada vez más precavido, así que el cerebro probablemente se dio cuenta de que enviar más asesinos sería inútil", respondió vagamente. 
 
Aunque Regis hablaba con amabilidad, el Emperador consideró que sus palabras implicaban que él estaba asustado por los asesinatos. '¿Cómo se atreve...?' Se molestó, pero el Duque continuó.

"No actuará precipitadamente en esta situación, viendo que ya ha atraído mucha atención de la gente."
 
Cada palabra que decía estaba en lo cierto, pero el Emperador se negaba a admitirlo. Hacerlo significaba admitir la derrota.

'Ese bribón. Está tratando encubrir su incompetencia'. El Emperador se llenó de indignación, pero se calmó acariciando el anillo de su dedo. 'Mientras tenga esto... no podrá desobedecerme'. 

Aun así, no podía evitar sentirse nervioso. El Duque desde hace mucho tiempo no parecía preocupado por esta debilidad. 'Ya que no puedo estar seguro, debería encontrar algo más que pueda oponerse a él...' 

En ese momento, le vino a la mente el consejo del primer ministro. —Si quieres mantenerlo al margen, debes traer a Su Alteza el Príncipe Heredero de vuelta a la capital.

El Emperador había encontrado por fin una utilidad para su hijo, al que siempre consideró una existencia terrible que amenazaba su trono. 'Sí, es una buena idea hacer que mantenga al margen a este hombre atroz. No sospechará nada si actúo como si fuera a darle el trono'. 

"Me doy cuenta de que mi asunto personal le ha molestado, Duque", dijo el Emperador en un tono relativamente suave. 
 
Sus súbditos normalmente se negarían a admitir una afirmación tan audaz, pero el Duque no respondió. Fue como una afirmación silenciosa. El Emperador apretó los puños, controlando a duras penas sus ganas de lanzarle algo. 
 
"Viendo que el responsable podría seguir observando la situación, ¿No debería vigilar el palacio durante al menos una semana, Duque Floyen? Por favor, trabaja duro durante tres días más. "
 
Ante esta orden de última hora, Regis se inclinó ante el Emperador. "Sí, haré todo lo posible para servirle, Su Majestad."
 
En cuanto Regis salió de la oficina, escuchó el sonido de algo rompiéndose. A pesar de la conmoción, llevaba una expresión ligeramente agradable en su apuesto rostro. 

'Me estoy aburriendo de su previsibilidad'. Regis echó la cabeza hacia atrás para mirar al cielo con la mirada cansada. Cuando vio que la luna brillaba en el cielo oscuro, una pizca de calidez coloreó su expresión congelada.
 
'Me pregunto si mi hija está bien'. 

Si se quedaba en palacio un poco más, el pueblo culparía al Emperador de darle un mal trato. El Duque también quería volver a casa para ver a su hija. 
 
'Jubell'. 
 
Sólo habían pasado cuatro días desde que dejó la mansión, pero Regis no podía esperar a volver a casa y comprobar cómo se encontraba.  

***

La oficina sin mi padre estaba mucho más vacía de lo que pensaba. 
 
'No sabía que su ausencia la haría parecer tan desierta'.

Aun así, me aliviaba que mi padre no estuviera aquí. Estaría demasiado avergonzada dándole la carta en persona. 

'La leerá si la pongo por ahí, ¿No?' Me dirigí hacia su escritorio. Cuando vi un frasco de tinta abierto, lo cerré con la tapa para que no se secara. Mientras me preguntaba dónde debía poner la carta, eché un vistazo a un trozo de papel sin pensarlo mucho. 

'¿Eh? ¿Una lista de posibles parejas matrimoniales?' Me pregunté si había visto bien, así que lo leí detenidamente desde arriba para asegurarme. La lista contenía claramente los nombres de los nobles de mi edad. 
 
'¿Por qué hizo esta lista sin confiar en mí...?' De repente recordé la conversación que tuve con él después de romper con Mikhail, donde me había pregunta cual era mi tipo ideal. 

'No puede ser... ¿realmente está tratando de encontrar un hombre con todas las condiciones que mencioné?' Miré la lista con ojos temblorosos. Entre los muchos nombres, algunos estaban subrayados. '¿De verdad está tratando de organizar extravagantes citas a ciegas con estos distinguidos hombres?'

Uno de los nombres subrayados era el hijo de una familia real extranjera. Otro era Lord Frederich, el único hijo del Duque Elios, el primer ministro. Aunque su familia era más rica que la de Mikhail, era un personaje secundario en la novela original. 

Por un breve momento, pensé que podría ser una buena idea casarme con uno de estos hombres y vivir feliz para siempre. Hacerlo me permitiría vivir cómodamente, además de escapar de mi muerte predestinada.
 
'Lord Frederich tiene buenas calificaciones y buena apariencia. Es probablemente la mejor opción que podría pedir'. Aun así, no tenía intención de cambiar de opinión sobre el matrimonio. En el momento en que lo hiciera, tendría que vivir como la esposa de ese hombre y no para mí, Jubelian. 

'Es tranquilizador que estos dos nombres subrayados sean de familias tan ricas como la nuestra, porque yo le había pedido a mi padre alguien cuya riqueza superara la nuestra'.
 
Sólo podía pensar en otra familia que estuviera cualificada en este aspecto. 'Pero no hay razón para que nos involucremos con ellos, así que es un alivio'.

Seguí hojeando la lista con una sonrisa en la cara hasta que tropecé con un nombre marcado con un círculo. ¿Por qué lo marcó mi padre? Cuando miré más de cerca con curiosidad, acabé dejando caer el papel que tenía en la mano. 

'¿Maximillian Casein Assiette?'

No pude evitar quedarme sorprendida. Este hombre era el heredero de la única familia más rica que la Casa Floyen, y la persona que iba a matarme en el futuro... 
 
'¿Por qué está el nombre del príncipe heredero aquí?'
abril 17, 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 38

Capítulo 38. Escribir Una Carta A Mi Padre


Agarré mi pluma para empezar a escribir la carta y me quedé paralizada. 
 
'Hm... ¿De qué habla la gente normalmente con sus padres?' En mi vida anterior, me crió mi madre soltera. En mi vida actual, tenía una relación incómoda con mi padre. 'Tampoco creo que Merilyn pueda ayudarme con esto...' 
 
Estaba sumida en mis pensamientos cuando noté que el discípulo de mi padre me miraba con curiosidad. "¿Qué?" pregunté. 
 
"¿Qué estás haciendo?", respondió con expectación. 
 
"Oh, estoy escribiendo una carta."
 
"¿A quién?"
 
"A mi padre."

Su mirada se suavizó ligeramente ante mi respuesta. "No creo que sea necesario."

Quise refutarlo, pero recordé que era el discípulo de mi padre. Probablemente sabe más sobre él. "No tengo ninguna expectativa... pero..." Dejé mi pluma y llamé al hombre. 
 
"Hey". Aunque no estaba segura de que no fuera a ignorarme de nuevo, respondió rápidamente, como si estuviera de buen humor. 
 
"¿Sí?"
 
"¿De qué sueles hablar con mi padre?"
 
"¿Te refieres a mi maestro?"
 
"Sí."

Se acarició la barbilla con una postura erguida durante un rato, y luego se recostó en el sofá. "No estoy seguro. No hablamos mucho. "
 
Me decepcionó su brusca respuesta. "Bueno, los dos no son habladores, así que es de esperar."
 
Después de decidir que era inútil confiar en otros para este asunto, comencé a escribir la carta por mí misma. En mi vida anterior, fui voluntaria en instituciones públicas y tuve mucha experiencia escribiendo para asuntos oficiales, así como escribiendo con amigos por correspondencia. 'Debería estar bien'. 

Completé mi carta poco después. 'Esto debería estar bien, ¿No?' La leí y no encontré ningún error. 'Ya que he trabajado duro, voy a comer algo delicioso ahora'.

Mientras me alababa en silencio, escuché al discípulo de mi padre hablar detrás de mí. "¿De verdad vas a darle eso?", preguntó sorprendido.
 
"Sí", respondí con seriedad, y luego eché otro vistazo a mi carta.
 
[Querido padre,]
 
[¿Cómo has estado? Pensar que ya soy mayor y que mi decimonoveno cumpleaños está cerca... El tiempo pasa volando, ¿Verdad? Durante los agitados años que han pasado, es común olvidar cosas importantes.]
 
[¿No perdiste tu colgante hace un tiempo? Sólo quiero que sepas que lo tenía. Debería habértelo devuelto antes, pero esto se retrasó debido a circunstancias inevitables. Espero que lo entiendas. Estas mancuernillas son un regalo por ser paciente conmigo. ]
 
[Vuelvo a pedirte disculpas por no haberte devuelto antes el colgante por motivos personales.]
 
[Sinceramente,]
 
[Jubelian Eloy Floyen.]
 
'Creo que esto es bueno. Admití mis faltas y pedí perdón, así que no puede enfadarse conmigo'. La carta también era directa, así que estaba segura de que mi padre iba a dejar pasar este incidente. 

"Sería interesante observar su reacción". El discípulo de mi padre sonrió, pero supuse que sólo le daba envidia que pudiera escribir una carta aceptable sin su ayuda. 
 
"Voy a su oficina y regresaré. Ya sabes qué hacer si alguien intenta entrar en la habitación, ¿Verdad?" 

"No me importa". A pesar de su respuesta, asintió con la cabeza ante mi petición. Después de su hostilidad inicial, me resultaba un poco extraño verle mostrar algo de consideración hacia mí.

***

El Duque Regis Floyen acudió a la oficina del Emperador incluso más tarde de la hora prevista y se inclinó ante su superior.
 
"Su Majestad."
 
"Has venido más tarde de lo que te había dicho", regañó el Emperador a Regis, que mostraba una expresión indiferente. 
 
"Sí."
 
'Qué sinvergüenza'. El Emperador se irritó ante la confianza de Regis, que no flaqueaba ni siquiera en circunstancias desfavorables. Intentó mantener la compostura antes de hablar.
 
"Entonces, ¿Has descubierto a la vil rata que está detrás de todo esto?", preguntó el Emperador. 

Regis sonrió en lugar de revelar la verdad. 'Max también ha  llamado rata a mi hija... Supongo que esto es el karma'. Hacía tiempo que sabía que los asesinatos eran obra de su único discípulo, quien tenía habilidad en el manejo de la espada y en la manipulación. Aunque Max despreciaba al Emperador y esperaba que se enfrentara a su maestro, calculó mal la paciencia de Regis.

"No pude encontrar a quien estaba detrás de los asesinatos". 
 
El Emperador frunció el ceño. "¿Hablas en serio? Si no cumpliste mi orden, entonces por qué..." 
 
Mientras seguía enfadado, Regis recordó las palabras de su discípulo, —¿Es posible que le tengas miedo a un tipo débil como él?

'No, sólo dejo vivir al Emperador porque aún no es el momento', pensó el Duque. Cuando llegara ese momento, su presa no podría huir por más que lo intentara. 'Pronto', se prometió a sí mismo. Entonces miró al Emperador con unos tranquilos ojos azules que no delataban ni un ápice de ira. 

"¿No sabe por qué, Su Majestad?" preguntó Regis. 

Al Emperador le resultaba difícil respirar bajo la agobiante mirada de Regis. '¡Está tratando de iniciar una rebelión...!' Abrumado por el miedo, no fue capaz de responder durante un rato. Fue Regis quien finalmente rompió el silencio.
 
"Mientras me quede en el Palacio Imperial, no te atacarán."

No había ningún signo de reproche en su tranquila voz, pero el Emperador, que había sentido el peso de su monstruosa energía, se sintió como si hubiera escuchado mil críticas de parte de Regis. Apretó los puños con resentimiento.

viernes, 16 de abril de 2021

abril 16, 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 37

Capítulo 37. Escribir Una Carta A Mi Padre


***

Me había sentido algo desanimada hasta que supe que no estábamos hablando de la misma persona. ¿En quién estaba pensando él?

En ese momento, el hombre se rió de repente. Aunque su bello rostro resultaba agradable a la vista, no me hizo sentir mejor. ¿Se está burlando de mí?

"Hey, deja de reírte y di algo", respondí con brusquedad, disgustada por su descortesía. 

Ante mis palabras, dejó de reírse y me miró. Su mirada era tan seria que me puso nerviosa.  

"¿El regalo es un conjunto de mancuernillas?", preguntó finalmente. 

"Sí, aquí están. "

Cuando le mostré las mancuernillas, frunció ligeramente el ceño.  "No son un regalo muy útil para un espadachín."

Fruncí el ceño. 'Aunque no sea un regalo para un espadachín, creo que es un regalo bastante bueno. ¿Está tratando de iniciar una discusión conmigo?'

"Debes ser muy bueno eligiendo regalos", dije sarcásticamente. 

Una sonrisa apareció en el rostro de él. 'Ciertamente es guapo, pero eso es todo lo que tiene'. Me quedó mirándola, cautivada por el raro cambio en su expresión.

"Le hice un regalo a mi padre hace un tiempo". Su sonrisa ahora era tenue en su pétreo rostro. "Parecía aburrido estos días, pero parece que ahora tiene más energía, gracias a mi regalo."

Viendo su expresión de satisfacción, supuse que era un buen hijo . Pero, ¿Qué clase de regalo ayudaría a su padre a tener más energía? 

"Entonces, ¿Qué le has regalado?" pregunté con repentina curiosidad.

"Eso no es de tu incumbencia", dijo con severidad. 

'Por supuesto, no me lo diría'. Aunque no había esperado una respuesta en primer lugar, fruncí el ceño ante su desagradable personalidad.

"Al Duque le gustará cualquier regalo tuyo", dijo.

'¿Cualquier cosa?' Eso sólo sería posible si mi padre estuviera poseído por alguien cálido y amable. Me sentí un poco ofendida por su insincera respuesta. 

'Supongo que no conoce bien a mi padre, aunque sea su discípulo'. Suspiré. 'Pero estas mancuernillas son caras... Debería dárselas a mi padre puesto que tengo que devolver el colgante de todos modos'. 

Si no le dejaba una nota, no sabría que eran de mi parte. 'Como es un adicto al trabajo, probablemente pasará por su oficina primero, ¿No?' Con esto en mente, decidí escribir una carta que explicara de dónde venían el colgante y las mancuernillas antes de dejarlo todo en su oficina. 

***

Habían pasado cuatro días desde que el Emperador llamó al Duque Floyen al Palacio Imperial. 

'¿Por qué tarda tanto, Duque Floyen?' Aunque se habían traído más refuerzos, incluido el Duque que custodiaba el Palacio Imperial, el Emperador no podía estar seguro de estar completamente a salvo.

'No puedo descuidarme', se recordó a sí mismo. Si el Duque lo traicionaba, los asesinos podrían atacarlo fácilmente. Apretó los dientes. 'Si me traicionas, todo lo que te importa se desmoronará, Regis'. 

En ese momento, el gran chambelán entró en la oficina del Emperador. "El Duque Floyen ha solicitado una reunión privada, Su Majestad."

'Por supuesto que sí'. El emperador observó su anillo con una sonrisa de satisfacción. 'Tengo mucha curiosidad por saber quién es el autor intelectual'.

"Dígale al Duque que le veré por la tarde", dijo con severidad.

Aunque no tenía nada importante en este momento, el Emperador tenía una razón para retrasar la reunión. 'Me has puesto ansioso al tardar tanto en completar la tarea, así que también te haré esperar'. 

En ese momento, el gran chambelán volvió a hablar con cuidado. "Hay otra noticia, Su Majestad."

"¿De qué se trata?", preguntó satisfecho el Emperador.

El gran chambelán tragó saliva con nerviosismo y dijo, "Varios funcionarios han firmado una petición pidiendo el regreso de Su Alteza el Príncipe Heredero."

Los ojos del Emperador se volvieron feroces. "Dámela."

El gran chambelán entregó la petición al Emperador en una bandeja dorada. Cuando la leyó, su expresión se contorsionó de ira.

"¡Estos hombres deben acabar hechos pedazos! ¿Cómo se atreven...?" Arrugó la petición y la arrojó al suelo. "¿Buscar una compañera para el Príncipe Heredero y educarlo para que se convierta en el próximo emperador? Se han vuelto locos."

Una sonrisa retorcida apareció de repente en el rostro del emperador. "Se han atrevido a firmar una petición como esa cuando todavía estoy en buena forma. Deben pensar en el trono."

El gran chambelán tragó saliva con nerviosismo. La obsesión del Emperador por el trono rozaba la locura. Hizo lo posible por no provocar más al Emperador, temiendo que su ira cayera también sobre él. 

"Trae a esos insolentes ahora mismo", ordenó fríamente el Emperador. 

"Sí, Majestad", respondió el gran chambelán con complicidad para no irritarlo más.
 
***
abril 16, 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 36

Capítulo 36. Un Regalo Para Mi Padre


Frunciendo el ceño, gruñó, "En realidad, no", y cerró los ojos. 

Sus palabras me desanimaron. 'He renunciado a mi lugar de descanso por él, ¿Pero esta es la respuesta que recibo?'. Giré la cabeza hacia la ventana, donde podía observar la puesta de sol. 'Me pregunto por qué conoce a mi padre...'

Estaba perdida en mis pensamientos cuando el discípulo de mi padre preguntó de repente: "¿Por qué no dejas de mirarme?"

"Oh, estaba pensando... parece que tienes una buena relación con mi padre."

Hubo un momento de silencio antes de que él finalmente dijera, "Sí, no nos llevamos mal."

'Por supuesto'. Me reí con ganas. Frente a su discípulo, las expresiones faciales y la forma de hablar de mi padre eran tan extrañas que parecía una persona diferente.

'Ahora que lo pienso, tengo que devolverle su colgante y darle las mancuernillas que compré... pero no quiero hacerlo en persona'. Tenía miedo de que no le gustara el regalo porque no conocía sus preferencias. No quería que los tirara a la basura, o que me ofendería. 

'Un momento, este hombre podría saber más sobre los gustos de mi padre'. 

"Hey", lo  llamé. Cuando sus ojos rojos se volvieron hacia mí, reconsideré mis acciones. 'Es imposible que alguien con una personalidad terrible como él me responda con sinceridad'.

Mientras consideraba si debía preguntarle o no, me dijo: "Di lo que tengas que decir. Odio que la gente se demora". Su tono fue brusco, pero parecía que estaba dispuesto a ayudarme. 

"¿Qué te parece regalar un conjunto de mancuernillas?" pregunté finalmente. 

Frunció el ceño. "¿Un regalo?" Sus ojos se volvieron hostiles, haciéndome estremecer. 

'¿Por qué me mira así? ¿No le gusta la idea de las mancuernillas?'

***

Las mujeres solían regalar mancuernillas a sus parejas Max pensó inmediatamente en Mikhail cuando Jubelian le preguntó sobre las mancuernillas. "¿A quién se las vas a regalar?", preguntó.

"¿A quién más se las regalaría? Tú deberías saber a quién", respondió Jubelian en voz baja.

Max sintió que su humor empeoraba.  '¿Acaso esta estúpida mujer está pensando en aferrarse nuevamente a él?' Había aprendido a no mostrar nunca sus verdaderas emociones, para que no pudieran ser utilizadas en su contra, pero inconscientemente, su expresión se volvió feroz.

"¿Vas a regalar gemelos a alguien como él?" En cuanto preguntó esto, los ojos de la mujer se volvieron fríos. 

"Hey, estás siendo demasiado cruel", contestó ella bruscamente. Algo poco común en ella.

Max rara vez daba consejos porque sencillamente no le interesaban los demás, pero resultaba frustrante presenciar cómo la mujer defendía a Mikhail sin pensar en sí misma. Sintió una ráfaga de ira y su estómago se revolvió. 'Intento ser considerado contigo, ¿Por qué te pones de su lado?' Sus nudillos se volvieron blancos de tanto apretar los puños. 

"¿Cómo puedes aferrarte a alguien que se muestra tan indiferente contigo... No tienes orgullo?", preguntó fríamente. 'Intenta refutar eso', pensó con ironía. Max nunca se había arrepentido de haber insultado a alguien, pero en el momento en que vio que el rostro de la mujer palidecía, no pudo explicar el dolor de su corazón. 

'¿Qué demonios...?' Su rostro se distorsionó mientras trataba de sobrellevar el extraño dolor.  Aunque estaba enfadado, no podía dejar de mirarla. La extraña sensación finalmente se calmó cuando ella mencionó a alguien inesperado. 

"No me aferro a él. Sólo quiero llevarme bien con mi padre". Tan pronto como Jubelian dijo esto, los feroces ojos rojos de Max vacilaron. 

"¿Piensas dárselos a tu padre, el Duque Floyen?", preguntó para confirmarlo.

Jubelian frunció el ceño. "¿A quién más se los daría?"

Max sintió que su humor mejoraba enormemente. 'Parece que no sabe lo mucho que su padre se preocupa por ella'. Ella había malinterpretado fácilmente sus palabras, lo que demostraba que probablemente no se llevaban bien. '¿Es esto lo que querías?' Ridiculizó en silencio a su insensato maestro, que había hecho innumerables sacrificios por su hija, pero que decidió ocultarle este hecho. Considerando la situación divertida y patética al mismo tiempo, se rió. 

"Hey, deja de reírte y di algo". Jubelian se enfadó.

'Si no la escucho... ¿Se volverá a enfadar?' Normalmente Max no pensaría tan lejos, pero no podía dejar de pensar en la cara de ella, que se había puesto pálida por sus palabras mordaces. Suspiró e inconscientemente endureció su expresión. 

'Qué molesto'. 
abril 16, 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 35

Capítulo 35. Un Regalo Para Mi Padre


"¿Piensa mantenerlo en el palacio durante mucho más tiempo, Su Majestad?", preguntó el primer ministro.

El Emperador frunció el ceño. "¿No es evidente? No hay nadie más tan capacitado para el trabajo". Su voz feroz revelaba un resentimiento subyacente hacia el Duque Floyen.

El primer ministro suspiró. "Por supuesto, Su Majestad. La presencia del Duque asustará de antemano a los bribones y arruinará sus esfuerzos, pero..." 

'Estás menospreciando su reputación de héroe nacional', pensó para sí mismo, y luego continuó hablando a hablar. "Si sigues manteniéndolo en el palacio, el resentimiento del pueblo no hará más que aumentar. Creo que es más importante idear un plan para identificar al autor intelectual de los asesinatos, que ordenar que el Duque se quede." 

El Emperador miró al primer ministro, disgustado por su inoportuno consejo. "Tomaré la decisión correcta. No tienes que preocuparte tanto", dijo tercamente.

"Pero..." El primer ministro trató de exponer su punto de vista de nuevo, pero el Emperador lo interrumpió. 

"Puede marcharse, Duque Elios."

El primer ministro suspiró. "El Duque Floyen tenía una gran reputación en el pasado, pero su prestigio actual es aún mayor. Si quieres mantenerlo al margen, debes traer a Su Alteza el Príncipe Heredero de vuelta a la capital. Por favor, use su buen juicio". Con estas palabras de despedida, se inclinó y se marchó. 

'Cómo se atreve a aconsejarme sin saber nada...' El rostro del Emperador se torció mientras miraba el anillo que llevaba en el dedo medio. Se trataba del ojo de Kirke, un símbolo de la soberanía imperial creado por un archimago que se convirtió en el primer Emperador. Una sonrisa apareció lentamente en su rostro. 

'Mientras tenga esto, no podrá desobedecerme'. 

***

En algún lugar cerca del Palacio Central, Regis estaba sentado en la rama de un árbol con los ojos cerrados. No se movió ni siquiera cuando una pequeña ave cansada se posó en su hombro, hasta finalmente quedarse dormido. El ambiente era tan tranquilo que parecía que Regis se estaba tomando un descanso en lugar de vigilar el palacio.

'Hay alguien cerca'. Abrió los ojos mientras el viento agitaba su cabello y observó a la persona que se acercaba al Palacio Central. Cuando vio de quién se trataba, se relajó y dejó escapar un bostezo.  'Es Roy. Bueno, ahora debería bajar'. 

"Ve", ordenó Regis al ave en su hombro. Cuando se despertó, el ave piropeó y se aferró a él en señal de resistencia. "A mi hija no le gustan los animales pequeños", dijo con firmeza. El ave miró a Regis con ojos de pena antes de desplegar las alas y salir volando. 

Cuando el Duque bajó del árbol de un salto, Roy retrocedió asombrado. "Así que estabas aquí."

"¿A que vienes?"

"Oh, acabo de recibir algunas noticias de la mansión..."

"Continúa."

Roy suspiró cuando su jefe lo interrumpió impacientemente antes de que terminara de hablar. "Sí. Se trata de la Dama Floyen..."

"¿Qué? ¿Le pasó algo a Jubelian?" Aunque su jefe no era una persona habladora, volvió a interrumpir a Roy. 

"No, parece que está... ansiosa por la ausencia de Su Excelencia..." 

Los ojos azules de Regis brillaron al escuchar la noticia. '¿Jubell me está buscando?' Las comisuras de sus labios se levantaron ligeramente.

'¿Su Alteza está sonriendo...?' Roy se sorprendió por un momento, pero continuó informando de las noticias desde la mansión. "La Dama Floyen también se siente mal. Parece que está muy ansiosa porque no ha salido de su habitación desde que usted dejó la mansión". En cuanto terminó de hablar, la sonrisa del Duque desapareció de su rostro.

"Ya veo. Es hora de que dejemos esto después de todo". Contempló la ventana que conducía al despacho del Emperador. 

***

Miré el sofá de tres puestos que se había convertido en la cama del discípulo de mi padre. 

'Realmente se ha sentido como en casa', observé. Ya habían pasado cuatro días desde que lo dejé quedarse. Por suerte, mi amplia habitación contaba con un baño conectado, así que no resultaba un alojamiento incómodo. Sólo tenía que tener cuidado cuando las sirvientas venían ocasionalmente a limpiar mi habitación o a comprobar si estaba bien. Aun así, la convivencia en secreto no fue un camino llenos de rosas.

'Seguramente no sabe que el sofá en el que está cómodamente acostado era originalmente mi lugar de descanso', me quejé para mis adentros. Su presencia no sólo disminuía enormemente mi espacio personal, sino que también dificultaba diferenciar nuestros límites. 

"¿Qué pasa?", preguntó el hombre con una mirada expectante. Debió de darse cuenta de que había estado suspirando silenciosamente, así que estaba sondeando la causa de mi descontento. 

"Oh, sólo... te ves cómodo. Eso es todo", murmuré. 

jueves, 15 de abril de 2021

abril 15, 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 34

Capítulo 34. Mensajero de la Familia Crocus


Suspiré aliviada. 'Realmente pensé que el corazón se me saldría del pecho esta vez'. Volví a mi armario y abrí sus puertas para encontrar al discípulo de mi padre sentado con un rostro inexpresivo. "Disculpa. ¿Acabas de hacer ese ruido?" le pregunté.

Me miró fijamente y preguntó: "¿Vas a aceptar su invitación?"

'...¿Por qué siente curiosidad por eso?' Era una pregunta extraña a la cual no podía responder de inmediato.

"Me lo estoy pensando", dije. El estimado hijo del Marqués Crocus estaba claramente cualificado para convertirse en mi compañero. Su apariencia era extraordinaria y comparable a la de Mikhail. También era muy popular debido a sus excelentes habilidades sociales. 

'El problema es que... no sé por qué una persona como él querría ser mi pareja'. Suspiré y vi cómo el discípulo de mi padre fruncía el ceño. "Deberías pensarlo bien. Las apariencias no lo son todo", me aconsejó.

Lo miré con perplejidad. Este hombre tenía una personalidad difícil y escasas habilidades sociales, su única cualidad era su destacado aspecto. 'No puedo creer que él haya dicho eso...' Todavía lo estaba mirando con asombro cuando preguntó, "¿Qué estás mirando?"

"No has respondido a mi pregunta. ¿Hiciste ese ruido cuando Derrick estaba aquí?" Fruncí el ceño.

Separó los labios y respondió, "Eso no es de tu incumbencia."

"¿Sabes que casi nos descubre?"

"Pero no lo hizo. Eso es lo que importa."

Sacudí la cabeza ante su actitud desvergonzada. "Si nos hubiera descubierto, se habría armado un alboroto y lo hubiera sabido el mensajero que estaba abajo. Podría haberme visto envuelta en un escándalo contigo."

En la sociedad noble, un escándalo con alguien de otro estatus significaba el ostracismo inmediato. A mí personalmente no me importaba lo que los demás pensaran de mí, pero seguía viviendo en casa de mi padre. Me odiaría aún más si hiciera algo malo. En el peor de los casos, si mi padre me echara, tendría que enfrentarme a numerosos peligros por mi cuenta. "Estoy asumiendo un gran riesgo al dejar que te quedes aquí. Te agradecería que fueras más considerado."

Sus ojos rojos parecían atravesarme, pero me las arreglé para afrontar su mirada sin retroceder. Finalmente evitó mis ojos después de que nos miráramos fijamente durante un rato. "De acuerdo", dijo en voz baja. 

Me alivió saber que al menos tenía algo de conciencia. "Ya puedes salir", dije mientras le extendía la mano.

Me cogió la mano y se levantó. Luego me miró fijamente con determinación. "Si algo como eso ocurriera... asumiré la responsabilidad", dijo. 

'¿Por qué se lo toma tan en serio?'  Su sinceridad me pareció tan divertida que me terminé riendo. "Está bien, pero dudo que pase algo."

"Eso no lo sabes", dijo mientras tiraba ligeramente de mi mano.

Le miré los brillantes ojos rojos. Curiosamente, parecía que esperaba que pasara algo. 

'Tengo que entregarle este tipo a mi padre lo antes posible... ¿Cuándo regresará a la mansión?' Rara vez me preguntaba cuándo volvería mi padre a casa, pero no podía evitarlo después de pasar tanto tiempo con el hombre que tenía delante. 

***

Los rumores de que el Duque Floyen trabajaba como escolta del Emperador habían empezado a extenderse en secreto. Era sólo cuestión de tiempo que llegara a oídos del primer ministro. 

'Esto despertará el resentimiento del pueblo, lo que provocará lo mismo que ocurrió entonces...', pensó.

Durante la guerra con el Reino de Tezeria, 20 años atrás, el joven emperador había abandonado el palacio imperial y huyó de la capital. Su pueblo, al que abandonó, se sintió afligido por la cobardía y el pesimismo de su líder.

En su ausencia, un joven caballero se puso al frente de la defensa de la capital. Se trataba de Regis Floyen, un miembro de los Caballeros Imperiales que era el siguiente en la línea de sucesión para convertirse en Duque. Aunque muchos le dijeron que se rindiera y huyera, Regis aniquiló a los enemigos que invadieron la capital. 

Como sucesor de una prestigiosa familia que producía grandes caballeros cada generación, se dio a conocer como un héroe de guerra que condujo al imperio a una gran victoria. Pero donde hay luz, hay oscuridad. El emperador, que había desertado de la capital, pasó a considerarse un cobarde y un traidor.

Muchos lo criticaron y pidieron su destitución, pero Regis le dio la vuelta a la tortilla expresando su apoyo al emperador. En la actualidad, no sería exagerado decir que su relación apenas se mantenía gracias a su hijo mayor, el príncipe heredero, que luchaba por el imperio en las fronteras. 

'Necesito reunirme con Su Majestad'. Tras darse cuenta de la crisis en la que se encontraba el imperio, el primer ministro entró en palacio y pidió una audiencia con el emperador.
abril 15, 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 33

Capítulo 33. Mensajero de la Familia Crocus


"Sólo porque sí", respondí bruscamente antes de cambiar rápidamente de tema. "Por cierto, eres muy rápido. Me asusté cuando apareciste de repente delante de mí."

Aunque quería cambiar de tema, estaba realmente sorprendida. Había aparecido ante mis ojos en un instante. 

Se rió. "¿Sorprendida por eso? Qué lamentable". Parecía que la arrogancia era la personalidad por defecto de este hombre, viendo como se burlaba de mí.

"Debes ser un buen espadachín como los caballeros del Palacio Imperial", dije con un toque de sarcasmo.

"Soy mucho más fuerte que ellos", respondió con el ceño fruncido. Su personalidad demostraba claramente que era discípulo de mi padre, pero aunque mi padre podía ser frío y desconsiderado, no tan arrogante. '¿Por qué es así?' Me lamenté en silencio de la personalidad del hombre cuando vi que me miraba fijamente de nuevo. 

"Entonces, ¿Por qué lloraste?" 

Su insistencia era un poco molesta, así que sentí el impulso de decirle la verdad y acabar con ella. Pero antes de que pudiera hacerlo, escuché que llamaban a la puerta. "Es Derrick, Dama Floyen."

Suspiré al escuchar su voz. Si fuera una sirvienta, le habría dicho que se fuera, pero no podía hacerle eso a Derrick. 'Seguro ha venido por algún motivo', pensé mientras me levantaba. En esta mansión, los sirvientes sólo atendían a mi padre, mientras que las sirvientas sólo me atendían a mí. Dado que Derrick vino personalmente a mi habitación, algo debió de pasar.   

"Si no te importa, ¿Puedes volver a entrar ahí?" pregunté mientras señalaba mi armario. 

Aunque tenía una expresión desagradable, él cumplió obedientemente con mi petición. 'Al menos ahora me escucha'. Cuando el hombre se escondió con éxito dentro de mi armario, me acerqué a la puerta de mi habitación y la abrí. "Hola, Derrick. ¿Necesitas algo?" 

"Acaba de llegar un mensajero de la familia del Marqués Crocus. Quiere transmitir un mensaje de Ronald, el hijo mayor del Marqués Crocus, para usted, Dama Floyen."

La Familia Crocus tenía mucho prestigio, así que probablemente se trataba de un asunto importante. Esta situación requería que bajara a recibir al mensajero en persona, pero no quería dejar al discípulo de mi padre solo en mi habitación. '¿Y si una de mis sirvientas entran y lo ven mientras estoy abajo? No puedo dejar que eso ocurra'. 

Tosí deliberadamente y respondí: "Desgraciadamente, no me encuentro bien, así que me será difícil bajar. ¿Puedes recibir el mensaje por mí en su lugar?"

Derrick me miró con preocupación y dijo: "Por supuesto, Dama. Por favor, descanse."

Cuando se marchó, miré mi armario y suspiré aliviada. 'Espero que este hombre no pregunte más por mis lágrimas'.

***

Max trató de no pensar en ello, pero la imagen de los grandes ojos de la mujer llenándose de lágrimas plagaba su mente. '¿Por qué lloró?' 

Sin que Jubelian lo supiera, todavía se preocupaba por esto en su armario.

'¿Porqué se sintió tan triste que incluso tuvo que taparse la boca con ambas manos...?' De repente recordó algo que había escuchado de su entorno cercano hace un tiempo. 

He escuchado que a la Dama Floyen le gustaba mucho el Señor Mikhail. La gente dice que lo perseguía sin importarle su reputación... En cierto modo, afortunadamente se han separado.

'¿Es porque ella no puede olvidarse de él?' Max apretó los puños. 

***

No mucho después de enviarlo abajo, escuché la voz de Derrick de nuevo. "Soy Derrick de nuevo, Dama Floyen."

Cuando abrí la puerta, lo vi sonriendo. "¿Son buenas noticias?" pregunté.

Acomodó su expresión y dijo, "Dama, el estimado hijo del Marqués Crocus envió un mensajero para informar sobre su deseo de ser su compañero para el banquete del Conde Arlo."

Mis ojos se agrandaron. 'No puede ser, por qué una persona tan estimada...' El hijo del Marqués Crocus era considerado el sucesor más adecuado para el ministerio de asuntos exteriores. Me parecía irreal que pidiera ser mi compañero.

"¿Cuál es su respuesta, Dama?" 

Lo medité, pero me resultaba difícil tomar una decisión en el momento. En ese momento, un extraño sonido se escuchó desde mi armario. 

'No, no puede ser'. Temblé ligeramente, sintiendo que me ponía pálida. Derrick me miró con expresión seria. "¿Usted también acaba de escuchar algo desde el armario, Dama?"

"No", respondí con calma. "¿Qué quieres decir?" 

Derrick me miró con inquietud. "Claramente escuché algo... ¿Tal vez sea una rata?".

"Jajaja, eso es imposible", respondí suavemente. "Todavía no me siento bien, ¿Podría descansar por ahora? En cuanto a la respuesta... hazle saber al mensajero que pronto le enviaré una carta con la respuesta."

"Por supuesto, Dama Floyen. Por favor, descanse bien". Derrick inclinó ligeramente la cabeza y se fue sin decir nada más, como si no quisiera molestarme. 

miércoles, 14 de abril de 2021

abril 14, 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 32

Capítulo 32. En Negación


"De todos modos, me siento mejor que antes. Gracias", dijo la mujer. 

"De nada."

"¿Podría traer la cena a mi habitación más tarde también?" 

"Sí, Dama. Por favor, descanse."

Cuando la sirvienta salió de la habitación, Max continuó en el armario y miró ansiosamente las puertas del mismo. Unos minutos más tarde, sintió que el paso ligero y cuidadoso de la mujer se acercaba. 

'Ya está aquí'. Las puertas del armario se abrieron y ella apareció.

"Ya puedes salir", dijo la fascinante mujer. Su entorno brillaba, parecía que estaba envuelta en un halo de luz. 

"Ah..." Max abrió la boca inconscientemente y luego la cerró. Intentó preguntar a la mujer si estaba bien, pero fue incapaz de hacerlo.

Ella sonreía alegremente como una flor. "Comeremos ahora, como prometí."

Si Max hubiera sido racional, habría rechazado su oferta. Normalmente no tenía hambre y no aceptaba comida de extraños. Aun así, estaba extrañamente hambriento. 

"Ven por aquí", dijo ella. Max sintió un cosquilleo en el corazón cuando Jubelian hizo gestos con la mano para que avanzara.

'Esto es sólo porque tengo hambre'. Volvió a racionalizar su confuso comportamiento. Max siguió a Jubelian hasta la pequeña mesa de su habitación, donde pudo observar algunos sándwiches preparados de forma que fueran fáciles de comer. Frunció el ceño cuando los miró de cerca.

'¿Es esto lo que creo que es?' Max quiso enfadarse porque el sándwich contenía un ingrediente que odiaba, pero se vio incapaz de hacerlo viendo la cara de Jubelian.

"Aquí tienes", le ofreció ella. Max no se negó cuando ella le entregó el sándwich. 

"Pruébalo", dijo ella. "Nuestro chef es muy hábil". A petición de ella, tomó un bocado.

'Efectivamente, lo que pensaba'. El sándwich estaba lleno de pepinillos. Era realmente terrible.

"¿Qué tal está?" preguntó Jubelian. 

A decir verdad, Max ni siquiera distinguió el sabor porque se había tragado el bocado entero. Aun así, siguió comiendo más.

'¿Por qué estoy haciendo esto?' Max reflexionó sobre su comportamiento cuando la mujer habló con una sonrisa.

"¿No te gusta?"

Lo odiaba. Pero en lugar de responder con la verdad, Max negó lentamente con la cabeza y contempló el rostro sonriente de la mujer. Extrañamente, su corazón volvió a cosquillear.

"Estaba preocupada porque tengo extrañas preferencias por la comida, pero me alegro de que a ti también te guste", dijo ella mientras mordía un sándwich. 

Max miró a Jubelian y luego al sándwich de pepinillo al que normalmente no le prestaba atención. '¿Es tan bueno?' Dio otro mordisco al bocadillo y lo saboreó esta vez. La insipidez del pepinillo reavivó su aversión por la verdura. Pero a medida que siguió comiendo, se fue acostumbrando al sabor. Tal vez no era tan malo como él pensaba.

***

Me dio sueño después de almorzar con el discípulo de mi padre, pero no quise echarme una siesta cuando él estaba en mi habitación. 'No es que me vaya a desmayar por el sueño'. 

Decidí leer un libro para mantenerme concentrada, pero mis ojos seguían cerrándose. '¿Qué debo hacer? Estoy muy cansada'. Mi visión se fue nublando poco a poco, pero conseguí mantenerme despierta un poco más. 

"Oye", dijo de repente el discípulo de mi padre.

Me estremecí al escuchar su voz e inconscientemente bostezé. 

'Ahora sí que tengo que controlarme'. Por vergüenza, me cubrí la boca con ambas manos y apenas pude controlar otro bostezo. Aun así, no pude evitar que se me formaran lágrimas en los ojos. 

'Al menos no he enseñado la boca esta vez'. Apreté los ojos ante este pensamiento. Las lágrimas que había retenido corrieron por mi cara. ¿Por qué siempre hago esto cuando bostezo? Intenté secar las lágrimas con mis mangas, pero me detuve cuando vi al discípulo de mi padre cerca de mí.

'¿Eh? ¿Cuándo se ha acercado tanto?' Estaba mirándolo fijamente cuando algo suave me tocó los ojos. 

"¿Por qué estás llorando?"

Mis ojos se agrandaron al ver que sus mangas se habían mojado con mis lágrimas. Su camisa resultaba sorprendentemente suave al tacto, quizá incluso más que mi pañuelo, que estaba hecho del mejor algodón del imperio. 'Es la tela de mayor calidad que he sentido en mi vida. ¿No lo echaron porque no tenía dinero?'

Me llené de dudas, preguntándome si había deducido mal su identidad, cuando se me ocurrió un pensamiento. 'Bueno, no hace falta ser rico para llevar ropa de alta calidad'. Algunas personas compraban ropa cara para sentirse mejor consigo mismas, aunque no tuvieran mucho dinero. El discípulo de mi padre probablemente era de ese tipo. 

En ese momento, frunció el ceño y repitió. "Te he preguntado por qué estabas llorando."
 
"Oh... No es nada. No tienes que preocuparte por ello."

"Dímelo ahora."

Sinceramente, me parecía un poco vergonzoso. No quería decirle que bostezar me hacía llorar.
abril 14, 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 31

Capítulo 31. En Negación


"¿Qué tonterías estás diciendo?" El hombre volvió a responder de forma maleducada, a pesar de que yo me había esforzado por hablar con consideración.

'¿Qué es lo que le hace actuar de forma tan grosera?' Estuve un rato absorto en mis frustraciones, pero pronto especulé con la causa de su infelicidad. 'Si lo echaron ayer, probablemente se saltó la cena y no comió nada desde entonces'. 

De repente pude empatizar un poco mejor con él. 'Es cierto que la gente se irrita más fácilmente cuando tiene hambre y no tiene dónde ir'. No pude evitar compadecerme.

"Vamos a comer juntos", dije en voz baja. 

El hombre me miró con expresión pétrea. "¿Qué?" 

En ese momento, alguien tocó la puerta. 

"Nuestro chef es bastante hábil, así que puedes esperar una comida deliciosa", dije mientras volvía a cerrar las puertas del armario.

***

'¿Comer juntos?' Mientras se sentaba tranquilamente en el armario, Max repitió las palabras de la mujer en su cabeza con una expresión extraña. 'Espera, ¿Por qué la estoy escuchando?'

De repente lo invadieron las dudas y se enfureció. 'Debería romper las puertas y marcharme'.

En ese momento, sintió que alguien se acercaba. A juzgar por el ritmo de los pasos de la persona, se trataba de la sirvienta que había visitado anteriormente. Francamente, Max se sintió irritado. Sintió el impulso de romper las puertas del armario y arruinar los planes de la mujer que quería mantenerlo fuera de la vista. Pero al recordar su expresión cuando le había ofrecido comer juntos, se tranquilizó. 

'Esperaré un poco más'. Era la primera vez que Max decidía esperar pacientemente a otra persona. 

"He traído algunas medicinas y sándwiches, Dama Floyen."

"Gracias, Merilyn. Sólo un segundo."

"Sí,  Dama."

"¿Podrías aplicar la medicina a mi espalda y cuello?"

Max esperaba salir pronto de este armario mal ventilado, pero la mujer se estaba tomando su tiempo. Como su paciencia se agotó rápidamente, apretó los dientes con rabia. 'Dijo que sólo tardaría un segundo. ¿Qué está haciendo ahora?'

Max apretó los puños, dispuesto a romper las puertas del armario cuando recordó lo que la mujer había dicho una vez más. 'Vamos a comer juntos'. Extrañamente, no pudo ceder a sus impulsos cuando le vino a la mente la cara risueña de ella. 

'¿Por qué estoy...?' Ahora que lo pensaba, le resultaban extrañas muchas cosas. No había pensado en irse hasta que la mujer se lo pidió y sintió un cosquilleo en el corazón cuando ella le había ofrecido comer juntos. No podía desafiar los deseos de ella. Max frunció el ceño y se preguntó por qué actuaba de esta manera. Sus pensamientos fueron interrumpidos de repente por un grito que provenía de la misma mujer que le había estado molestando todo este tiempo. 

"¡Ah!"

Como no podía verla, se puso alerta. '¿Hay una emboscada? ¿Qué ha pasado?' Todo tipo de escenarios cruzaron su mente. Sólo dos personas deberían estar  en la habitación, pero existía la posibilidad de que un asesino experto estuviera escondido en algún lugar.

'La mujer incluso se durmió sin cerrar las ventanas...' Desde el punto de vista de Max, Jubelian estaba indefensa. No sería extraño que la atacaran ahora mismo.

'Tengo que saber lo qué está pasando'. Extendió la mano para empujar las puertas del armario, y luego se detuvo. '¿Por qué me importa?'

Frunció el ceño por un momento, pero reaccionó cuando escuchó otro gemido desde el exterior. '...Sólo la estoy ayudando porque puedo utilizarla en el futuro. Eso es todo'. Max racionalizó su incomprensible comportamiento y volvió a extender la mano. Se puso rígido cuando escuchó la voz de la mujer por tercera vez. 

"Un poco más abajo, Merilyn."

"¿Aquí mismo, Lady Floyen?"

"Sí."

Después de escuchar su conversación, Max finalmente se dio cuenta de la situación y arrugó la cara. '¿Qué diablos estoy haciendo? No puedo creer que me deje influir por una mujer como esa...' Sintió una abrumadora sensación de vergüenza, y entonces escuchó la voz de la sirvienta a través de las finas puertas.

"Creo que es mejor que el Doctor Allen le recete alguna medicina para el dolor."

"Está bien. Mejorará con esto. "

Max frunció el ceño. 'Es buena para fingir, aunque no se haya hecho daño en ningún sitio'.

Su expresión se endureció cuando Merilyn volvió a hablar. "Es normal que te duela la espalda. Hay algunos moretones bajo tus omóplatos."

'¿Moretones? ¿Qué clase de...?' Mientras reflexionaba sobre esto, escuchó a la mujer hablar despreocupadamente. 

"Oh, pensé que estaría bien porque me caí sobre la alfombra... no sabía que me saldrían moretones."

Fue entonces cuando Max recordó haberla empujado al suelo esta mañana.  'Maldita sea'. Era natural que los débiles fueran los primeros en morir, por lo que normalmente no le importaba que otras personas resultaran heridas. Pero en el momento en que se enteró de que la mujer estaba herida por su culpa, se sintió un poco mal del estómago.