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viernes, 15 de octubre de 2021

octubre 15, 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 374

Capítulo 374. Ten Cuidado Con Lo Que Deseas (1)



'He estado aquí esperando la oportunidad de vengarme de Rashta, ¿cómo pudo ocurrir esto?'

Le alegró reencontrarse con su padre. Pero ahora debía huir de la nada sin poder disfrutar de esa alegría porque su padre y su hermano iban a morir.

Si bien su padre era una persona codiciosa, no lo creía capaz de tramar algo de tal magnitud. Por otro lado, su hermano era tonto y se dejaba llevar por las emociones, definitivamente no era alguien que pudiera planear esto.

Estaba convencida de que no podía ser cierto. No creía ni una sola palabra. Sin embargo, la expresión del Vizconde Roteschu era muy seria, por lo que no parecía estar bromeando.

Al ver a Rivetti abrumada, los ojos del Vizconde Roteschu volvieron a llenarse de lágrimas.

Ningún padre querría decirle a sus hijos que era una mala persona.

El Vizconde Roteschu pensaba lo mismo, por eso nunca le contó a sus hijos que chantajeaba a Rashta para sacarle dinero.

Pero ahora tenía que asumir la culpa de un error que no había cometido.

"Y cuando alguien te pregunte por tu padre y tu hermano, di que no te llevabas bien con ellos, que tenías un padre y un hermano terribles, que ni siquiera la comunicación con ellos era buena. ¿Lo entiendes?"

"Padre, esto no me gusta. Es extraño. Quiero ver a Su Majestad. ¡Le diré a Su Majestad que mi padre no tiene nada que ver en esto!"

"¡De ninguna manera! Su Majestad está siendo bondadoso al permitir que tú y tu madre se salven, ¡así que no debes hacerlo enojar!"

"Padre..."

Rivetti sacudía la cabeza mientras lloraba. De repente, el Vizconde Roteschu dejó de consolarla y se dio la vuelta con frialdad.

La tristeza se convirtió rápidamente en ira hacia Rashta.

¿De repente Alan se convirtió en el padre de la princesa? El Vizconde Roteschu no podía creerlo. Sin embargo, no había ninguna razón para que el emperador, deseoso de tener un descendiente, hiciera deliberadamente un escándalo de que la princesa no era su verdadera hija.

Así que estaba claro que había sido obra de Rashta. Al verse sin escapatoria, había arrastrado deliberadamente a Alan, haciendo creer que había tenido una aventura con él por la que quedó embarazada de la princesa.

'Además, se atrevió a intentar matar a mi hija. ¡Todo para vengarse del pasado!'

El Vizconde Roteschu apretó los dientes y los puños. Aunque el Emperador Sovieshu no lo hubiera dicho, iba a llevarse a Rashta con él al infierno.

***

"¡Ta-da!"

Nian se había ido con el Vizconde Langdel a un hermoso lugar para pasar unos días solos. Nian regresó con las manos llenas de regalos, y un rostro muy brillante.

"Increíble. ¿Cómo puede brillar tanto el rostro de una persona?"

Laura exclamó impresionada en cuanto la vio.

Nian se rió y entregó un regalo a cada una de mis damas de compañía.

Mientras lo hacía, entró Rose, que había salido por un rato.

"Su Majestad, el Vizconde Langdel está afuera. Creo que ya han vuelto. Dijo que iba de vacaciones, pero su rostro luce demacrado... ¡Oh, Dios mío! ¡Nian!"

Rose gritó, al darse cuenta tardíamente de la presencia de Nian. Nian sonrió y la abrazó ligeramente.

"Señorita Rose, ¿cómo está?"

A partir de entonces, pasó casi media hora hablando amistosamente con nosotras.

Nian no venía todos los días al palacio imperial, así que hace mucho que no nos veíamos. Mis damas de compañía actuaban como si llevaran años sin ver a Nian.

Después de muchas risas y charlas, pedí a mis damas de compañía que se retiraran para hablar con Nian a solas un momento.

"En realidad, tengo algo que preguntarte. Nian."

"¿Qué es?"

Nian parecía pensar que se trataba de algo grave, así que se sentó en la silla frente a mí con la espalda erguida, más seria que antes.

"No es nada tan grave."

"¿No? ¿Puedo volver a relajarme?"

"Escúchame primero."

"Está bien."

"Es sobre el Marqués Liberty."

Cuando mencioné al Marqués Liberty, Nian abrió inmediatamente los ojos con un sonido significativo, 'Ahh.' No pareció encontrarlo extraño.

Al contarle sobre la petición del Duque Liberty en su visita, sonrió como si lo esperara.

Pero poco después, dijo con una mirada incómoda mientras se acomodaba el cabello suelto detrás de la oreja.

"Bueno. No sentí que se hubiera acercado con malas intenciones, a menos que mis sentidos me hayan traicionado. No tienes que preocuparte demasiado."

"¿En serio?"

"Si es por la petición de rechazarlo firmemente, ya lo hice sin ser completamente descortés."

Después de terminar sus palabras, Nian añadió con una sonrisa.

"Pero si Su Majestad lo desea, podría ser un poco más aterradora."

"No. Sólo pensé que tal vez el Duque Liberty y su hijo podrían querer utilizarte. Si no es así, no puedo interferir sólo porque seamos amigas."

"Creo que la petición del Duque Liberty a Su Majestad fue sólo una excusa para tener una conversación a solas. El Marqués Liberty no parece una persona que hablaría de eso con su padre."

Me alivió saber que no sería utilizada por el Duque Liberty. Como le dije directamente a Nian, lo demás era su vida privada, así que no podía involucrarme.

Después de eso, Nian volvió a pasar un tiempo con mis damas de compañía. Una vez que Nian se fue, me senté sola en mi sillón, pensando en varias cosas.

El Viejo Duque Zemensia estaba muy tranquilo desde el cumpleaños de Heinley.

¿Se calmó porque Heinley había salvado a su nieto?

De hecho, no sólo el Viejo Duque Zemensia ha estado tranquilo últimamente.

Sí. Estos días han sido muy pacíficos.

Aunque Mullaney y Wihan me han estado visitando intentando no encontrarse, casi siempre coincidían, por lo que tenían algunas peleas, pero no parecían llevarse tan mal como para matarse.

Al contrario de lo que decían, ambos actuaban como hermanos normales que no se soportaban.

Evidentemente, no se lo diré a Mullaney.

En cualquier caso, recientemente la Familia Ketron, Liberty y Zemensia... han estado tranquilas.

Era algo bueno. Todo este año había sido turbulento.

Aunque gracias a eso, valoré mucho está paz tan difícil de conseguir. Cada vez me dolía más la espalda, pero estaba comiendo mejor que antes...

En ese momento, entró la Condesa Jubel preocupada.

"Su Majestad, ¿no sería mejor que tomara una siesta? Usted dio un paseo antes y recibió a Lady Nian. Debe estar muy cansada."

"Sólo estuve caminando y hablando."

"Aun así, no hay nada malo en ser cuidadoso."

"Está bien."

Asentí y me fui a la cama.

Unos diez minutos después de que la Condesa Jubel se marchara, oí que llamaban a la puerta. Mi conciencia se desvanecía lentamente mientras mis sueños se mezclaban con la realidad.

"Adelante."

Respondí medio dormida.

mis párpados se volvieron pesados, así que quería dormir un poco más, no importaba quién viniera, no parecía que fuera a sacarme del sueño.

Sin embargo, sorprendentemente, entraron todas mis damas de compañía. Normalmente venía una sola cuando se trataba de un asunto urgente, ¿no?

Además, todas tenían expresiones muy extrañas. Parecían felices, ansiosas y confundidas.

"¿Qué está pasando?"

Al verlas así, me desperté de inmediato. No creo que fueran malas noticias. Era extraño que mis damas de compañía vinieran con esas caras en grupo.

"Su Majestad. Será mejor que vea esto."

En vez de dar una larga explicación, la Condesa Jubel sacó un periódico que había traído. Me fijé en la fecha cuando lo recibí, se trataba de un periódico del Imperio Oriental de hace unos días.

"¿Por qué?"

Me mostré desconcertada, pero enseguida llamó mi atención el texto en grande que aparecía en la portada.

"Esto es..."

El titular decía, 'La princesa no es hija de Sovieshu'.

"¿Esto es cierto?"

¿No es una broma?

martes, 12 de octubre de 2021

octubre 12, 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 373

Capítulo 373.


***

El Viejo Duque Zemensia había entrado en el Palacio Imperial para ver los restos de su hija durante un rato. Al salir vio a lo lejos a Heinley y a McKenna llevándose bien, lo que le hizo sentir un dolor desgarrador en su corazón.

"Mi hija yace muerta en la fría cripta subterránea mientras estos bastardos..."

El Duque Zemensia maldijo mientras rechinaba los dientes. Aunque muriera, no dejaría que aquellos que causaron la muerte de su hija fueran felices.


* * *

Después de salir del Palacio Imperial, el Vizconde Roteschu se dirigió a toda prisa en caballo a la ubicación indicada por el Emperador Sovieshu.

Cada vez que un caballo se cansaba, se detenía en un pueblo cercano y compraba el caballo más vigoroso para poder continuar con su viaje.

Quería darse prisa en rescatar a su hija antes de que el Emperador Sovieshu cambiara de opinión. El lugar estaba a las afueras del Imperio.

Después de cabalgar durante varios días, llegó a una mansión pequeña pero bonita. El Vizconde Roteschu se sintió un poco aliviado porque era un lugar que podía ser utilizado como villa por un noble de gustos sencillos.

'No encerró a mi hija en un lugar extraño.'

Delante de la mansión había tres hombres que parecían ser guardias. Tan pronto como el Vizconde Roteschu se acercó, lo apuntaron con sus lanzas.

"Mi hija. He venido a buscar a mi hija."

El Vizconde Roteschu se dirigió a los guardias que intentaban detenerle, levantando las manos para hacerles saber que no tenía armas.

Sin embargo, los guardias no dieron un paso atrás al no haber recibido ninguna orden. 

En ese momento, se oyó una voz alegre.

"¡Padre!"

Cuando el Vizconde Roteschu levantó la vista, Rivetti estaba corriendo hacia él.

"¡Rivetti!"

El Vizconde Roteschu se emocionó y abrió los brazos al ver a su hija, a la que tanto tiempo llevaba buscando, correr alegremente hacia él.

Cuando Rivetti se acurrucó en los brazos del Vizconde, éste abrazó a su hija con fuerza. Ver a su hija a salvo hizo que las lágrimas brotaran naturalmente de sus ojos.

"¡Padre! ¿Cómo llegaste hasta aquí?"

Preguntó Rivetti con voz animada.

El Vizconde Roteschu abrió la boca para decir, 'El Emperador Sovieshu me lo dijo'.

Pero se le hizo un nudo en la garganta y no pudo hablar. Las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas, por lo que se limitó a abrazar a su hija.

"¿Padre?"

Sólo entonces Rivetti se dio cuenta de que algo andaba mal, así que se sobresaltó y se apartó un poco de su padre. Luego, mirando al Vizconde a la cara, preguntó desconcertada,

"Padre, ¿qué está pasando?"

Puede que las lágrimas que derramaba se debieran al alivio y a la alegría de volver a verla después de mucho tiempo. Sin embargo, la expresión del Vizconde Roteschu era demasiado sombría para ser lágrimas de alegría.

"Padre, ¿Sabes lo de Rashta?"

Cuando Rivetti preguntó suspicazmente, Roteschu respondió mientras se secaba las lágrimas,

"¿También te lo dijeron?"

"¡Sí! ¡Fue Rashta quien intentó matarme!"

Exclamó Rivetti, apretando los puños con ira.

"Si Su Majestad no hubiera descubierto el plan de Rashta a tiempo y me hubiera salvado, no sé qué habría sido de mí..."

El rostro de Rivetti se puso pálido, asustada sólo con decir esas palabras. Los dedos le temblaban. El tiempo había pasado, pero estaba claro que aún no se había recuperado por completo de la conmoción de aquel día.

El Vizconde Roteschu se enfadó mucho al confirmar que Rashta había atacado realmente a Rivetti. Lo había oído del Emperador Sovieshu, pero no podía creerlo.

Al mismo tiempo, también se enfadó consigo mismo. Si no hubiera chantajeado constantemente a Rashta, tal vez no habría atacado a Rivetti de esta manera.

Pero rápidamente cambió de opinión.

"No quiere que se sepa que era una esclava. Por eso te atacó, quería mantener tu boca cerrada."

"¿Es por eso que Rashta me atacó?"

"Sí. Estoy seguro."

"¡Entonces la hundiremos primero! ¡Sólo hay que revelar que era una esclava!"

Rivetti aún no sabía lo que estaba pasando afuera, por eso gritó furiosa al pensar que Rashta, que la había atacado e intentado asesinar, estaba viviendo felizmente.

Cuando el Vizconde Roteschu negó con la cabeza, Rivetti le reprochó sorprendida.

"¿Harás la vista gorda? Intentó matarme, ¿cómo puedes hacer la vista gorda?"

"Tengo algo que decirte, Rivetti."

"¡No quiero discutir sobre esto! ¡No quiero!" 

"Es sobre nosotros."

Rivetti estaba furiosa, pero consiguió calmarse y preguntar a regañadientes cuando el Vizconde Roteschu la sujetó firmemente por los hombros.

"¿Sobre nosotros?"

"Tu padre es una mala persona."

"¿Qué?"

Sin embargo, las palabras del Vizconde Roteschu fueron completamente inesperadas. Rivetti preguntó desconcertada,

"¿A qué viene eso?"

Rivetti sabía que su padre no era una buena persona, pero tampoco lo consideraba tan malo. Le pareció extraño que de repente hiciera tal confesión.

"La princesa que dio a luz Rashta ha pasado a ser la hija de tu hermano."

"¿Qué?"

A pesar de que el Vizconde Roteschu lo explicó, Rivetti estaba aún más desconcertada y preguntó,

"¿Hablas de Ahn?"

"De la princesa."

"¿Cómo es posible? ¿Cómo puede la princesa ser hija de mi hermano?"

Las palabras del Vizconde Roteschu fueron tan inesperadas y sorprendentes que no pudo aceptarlas de inmediato.

"Eso es lo que pasó."

"No lo entiendo."

"Tu hermano ha engañado a Su Majestad."

"Padre..."

Rivetti finalmente se dio cuenta de la gravedad del asunto y su rostro palideció.

"Entonces, ¿qué pasará? ¿Qué pasará con mi hermano?"

El Vizconde Roteschu reflexionó por un momento sobre qué decir.

Rivetti, que aún era muy joven, le creería incondicionalmente. Si decía que Alan estaba siendo acusado injustamente, le creería; si decía que Alan se había equivocado, le creería.

Le hubiera gustado ser honesto y decir, 'tanto tu hermano como yo estamos siendo acusados injustamente'. Pero no sabía cómo reaccionaría Rivetti si lo hacía.

No importa lo que hiciera Rivetti, Alan y él ya se habían convertido en el objetivo del Emperador Sovieshu.

El Emperador podía acabar con el Vizconde y su familia.

Sin embargo, la solicitud del Emperador Sovieshu al Vizconde de 'llevarse a Rashta' se debía probablemente a que quería deshacerse de ella lo antes posible y, a cambio de eso, le ofreció perdonar a 'dos personas'.

Rivetti no aceptaría esto. No sabía cómo se lo tomaría cuando le dijera que solamente vivirían ella y la Vizcondesa.

El Vizconde Roteschu acabó mintiendo después de mucho pensarlo.

"Tu padre es una mala persona, Rivetti."

"Padre..."

"Tu padre lo sabía. Ahora todo ha terminado."

"¿Qué?"

"Tu padre sabía que Rashta estaba embarazada de tu hermano."

"¡No, eso es absurdo! Padre, ¡eso no puede ser cierto! ¡De ninguna manera! ¡Mi hermano es muy tonto y tímido!"

"¡Rivetti!"

Rivetti no lo aceptó en un estado de pánico, pero consiguió recobrar el sentido cuando el Vizconde Roteschu gritó su nombre.

Roteschu sujetó con fuerza los brazos de Rivetti y le dijo,

"Su Majestad ha mostrado una enorme generosidad y ha dicho que sólo castigará a los implicados. Tu madre y tú no sabían nada de esto."

"Padre..."

"Vuelve al territorio. Vuelve al territorio antes de que las cosas empeoren. Al morir tu hermano y yo, te convertirás en la sucesora."

"¡Padre! ¡Odio esto! ¡Soy la única que vivirá!"

"¡Quieres que tu madre también muera!" 

"¡!"

"Hija, hija mía. Eres joven e inmadura, pero inteligente, ¿cierto?"

"Padre... Padre..."

"Emprendí una aventura por nuestra familia y fracasé en el intento. Asumiré mi responsabilidad por eso, así que no culpes a nadie. Vuelve al territorio, cuida de tu madre y cuida del territorio. Es todo tuyo y de tu madre. ¡Vuelve ahora mismo! Me desharé de la mansión de aquí lo antes posible y te enviaré el dinero, así que no pierdas ni un segundo, ¡tendrás que encargarte de todo! ¿Lo entiendes?"

Rivetti sacudió la cabeza mientras lloraba.

domingo, 10 de octubre de 2021

octubre 10, 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 372

Capítulo 372.



El Vizconde Roteschu caminaba ansioso por un pasillo del palacio imperial.

Sin duda, el Emperador Sovieshu le había preguntado si quería salvar a los 'otros dos'. Rivetti debía ser uno, ya que le habló de su ubicación.

Pero no estaba claro quién era el otro.

El Vizconde Roteschu deseaba que Rivetti y su esposa fueran las 'dos personas' que el Emperador le permitiría salvar.

También deseaba salvar a Alan, incluso si tuviera que dar su vida a cambio, pero Alan ya estaba demasiado enredado en este asunto.

No había nada que pudiera hacer por Alan. Así que al menos quería que Rivetti y su esposa vivieran.

A Roteschu no le importa Ahn ni la princesa.

En cualquier caso, el miedo a la muerte era tan grande y escalofriante que el Vizconde Roteschu acabó en cuclillas en el pasillo al perder fuerza en sus piernas.

"Oh, es curioso que nos hayamos encontrado aquí."

En ese momento, escuchó una voz desagradable sobre su cabeza. Aunque la voz parecía amable, escondía un tono de burla.

Cuando levantó la vista, vio al Marqués Karl mirándole con desdén.

El Vizconde Roteschu tenía poco que ver con el Marqués Farang. 

Sin embargo, sabía que el Marqués Farang era amigo del hermano de la Emperatriz Navier. Rashta y la Emperatriz Navier eran enemigas, el hermano de la Emperatriz Navier atacó al Vizconde Roteschu y éste apoyaba a Rashta desde fuera.

Aunque nunca se habían relacionado realmente, no estaban en los mejores términos.

Por eso, el Vizconde Roteschu se forzó a levantarse y preguntó hoscamente,

"¿Qué quieres?"

El Marqués Farang respondió con una risa entre dientes.

"No es nada importante. Es que todo esto me parece divertido."

"¿Divertido?"

La voz del Vizconde Roteschu se deformó por un momento. Él y su hijo estaban a punto de morir. Le enfureció que dijera 'divertido'.

Cuando el Vizconde Roteschu lo miró ferozmente, el Marqués Farang habló con voz tranquilizadora,

"No te enfades tanto. Fuiste lo suficientemente inteligente como para ayudar a la Emperatriz Rashta a derribar a Navier, así que también superarás este obstáculo."

Sin embargo, por las palabras del Marqués Farang quedaba claro que conocía bien la situación del Vizconde Roteschu, lo que hizo que éste se enfureciera aún más.

"¡Cómo pude haber derribado a Navier! ¡¿Qué hice yo?!"

"No somos cercanos, así que por supuesto no sé exactamente qué hiciste."

"¡!"

"Pero tengo muchas ganas de ver qué harás en el futuro."

Una misteriosa sonrisa apareció en la boca del Marqués Farang.

El Vizconde Roteschu tragó con fuerza. ¿Qué quería decir con eso de que tenía ganas de ver qué iba a hacer?

"¿De qué estás hablando?"


***


"¿No entendiste mi pregunta?"

Heinley dio un paso atrás con vacilación, sosteniendo aún el libro entre sus brazos. Ahora tenía una evidente sonrisa incómoda.

Mientras lo miraba confundida, Heinley retrocedió hasta la puerta con una expresión rígida.

Cualquiera podía darse cuenta que quería huir.

Cuando le pregunté, "¿Qué intentas hacer?" Él respondió con una voz agradable, "¿Por qué lo dices?" e intentó salir corriendo.

"Vuelve aquí. Da cinco pasos hacia delante."

Después de hablar con firmeza, Heinley suspiró.

Sin embargo, se acercó con pasos largos.

No esperaba que diera pasos tan largos. Al cuarto paso ya estaba en la cama y al quinto estaba pegado a mí. Sin duda era encantador, pero al ver que se esforzaba deliberadamente en parecerlo, fruncí el ceño y dije.

"Hacia atrás. Da un paso hacia atrás."

A diferencia de cuando se acercó, esta vez Heinley sólo dio un pequeño paso.

"No estoy bromeando."

Cuando añadí con frialdad, Heinley finalmente retrocedió de forma adecuada y se inclinó en silencio frente a mí.

Todavía sostenía el libro en cuestión entre sus brazos.

"Dámelo."

Cuando extendí la mano, Heinley me dio con vacilación el libro que había estado leyendo sobre mi vientre.

Con el libro en mis manos, eché un vistazo a su contenido.

Lo sabía. Lo imaginé desde el primer momento. Era una novela de guerra. Una novela con muchas descripciones bélicas.

¿Estaba leyendo esto en mi vientre?

Cuando lo miré fijamente cruzada de brazos, Heinley se excusó con una sonrisa tímida.

"Reina... se cree que las cosas que uno le dice al bebé cuando está en el vientre de su madre, influyen en toda su vida."

"¿Así que esperas que nuestro hijo se convierta en un rey de la guerra?"

"Eso estaría bien..."

"Leo cuentos infantiles para no perturbar la mente del bebé. ¿Estabas encendiendo una vela mientras yo dormía?"

"Es que... quiero que nazca un niño valiente."

Mirándome a los ojos, Heinley añadió en voz baja,

"El pajarito que vi en mis sueños era muy travieso... hay que educarlo desde temprano."

¿Qué? ¿Travieso? ¿No está hablando de sí mismo?

"El bebé que vi en mis sueños era un pajarito muy adorable. Era obediente."

"¿En serio? No, eso no es cierto."

"Está bien querer un hijo valiente. Pero tienes que omitir algunas partes si lees una novela de guerra. ¿Por qué leíste esa parte en la que cuando la lanza atravesó su pecho salió mucha sangre?"

"Es que... debe saber exactamente lo que es la guerra. De lo contrario, la gente sólo sufrirá... debe aprender que la guerra de por sí es cruel..."

"¿No crees que es mejor educar a nuestro hijo en estas cosas más adelante? A medida que crezca."

Heinley no parecía estar de acuerdo conmigo, pero yo ya había tomado una decisión.

Señalé la puerta con la punta del libro.

"¿Reina?"

"Vete inmediatamente."

"Reina..."

"¿No quieres educar a nuestro bebé en mi vientre? Esto también es educación. Enseñarle que si uno hace cosas malas, será castigado. Incluso su padre."

Los ojos de Heinley se agrandaron el doble de lo habitual.

***

"Su Majestad luce tan deprimido que parece que la comida le hubiera caído mal." 

McKenna, que estaba trabajando horas extras sentado en los escalones del jardín, cerca de la oficina, con una lámpara de aceite sencilla a su lado, una tabla de madera en su regazo y papeles sobre la misma, dijo con voz alegre cuando Heinley se acercó desanimado,

"¡Es tan reconfortante!"

A pesar de que Heinley lo fulminó con la mirada, McKenna, que tenía los ojos apagados de tanto revisar papeles a altas horas de la noche, se mantuvo firme con cierta somnolencia.

"Aunque me mires de forma aterradora, eso es lo que siento."

"A veces te odio de verdad."

"Yo a menudo odio a Su Majestad."

Heinley suspiró y se sentó junto a McKenna.

"¿Qué pasó?"

"La biografía de guerra que te mencioné antes para la educación prenatal."

"No lo hiciste, ¿cierto?"

"Lo hice. Reina me descubrió mientras lo hacía y me echó del dormitorio."

Cuando McKenna chasqueó la lengua, Heinley murmuró con una mirada de injusticia,

"El bebé debería saberlo. Si uno apuñala a alguien, sale sangre, ¿no?"

"Es un pensamiento peligroso. A este paso, le dirás al bebé que apuñale a alguien con un cuchillo."

"¿Es eso malo?"

"...Ojalá yo también tuviera el poder para echar a Su Majestad de aquí."

Heinley volvió a fulminar con la mirada a McKenna cuando éste no se puso de su lado y le refutó.

"Llevo jugando con espadas desde los cinco años."

"Entonces, ¿recuerdas la vez que huiste después de haber sido golpeado en el trasero por la reina?"

"No lo recuerdo."

"Borras las cosas malas de tu memoria."

"Oye..."

"Te convertiste en pájaro y huiste de casa. El Rey te alcanzó convertido en pájaro, te sujetó por el cuello con su pico y te trajo de vuelta. Los empleados del palacio no sabían que se trataba de Su Alteza Heinley y Su Majestad el Rey, por lo que encontraron divertido que hasta los pájaros fueran educados en la familia real. ¿De verdad no lo recuerdas?"

Cuando Heinley lo miró ferozmente, McKenna sonrió ampliamente,

"¿Ya lo recuerdas?"


Aunque pudiera parecer que estaban peleando, cualquiera podría decir que Heinley no estaba realmente enojado. De hecho, los dos eran muy cercanos.

Heinley también sabía que, aunque Navier le dijo que se fuera, no estaba furiosa.

Él refunfuñaba como si estuviera decepcionado, pero en su interior estaba feliz.

Cuando estaba en el Imperio Oriental, Navier reprimía sus emociones todo lo posible. ¿No había sido honesta consigo misma en ese momento?

Heinley no pudo evitar sonreír al pensar en eso.

Mirando así a Heinley, McKenna murmuró,

"Hmm... pervertido..."

Al darse cuenta de que Heinley se iba a enojar de verdad por esto, McKenna se apresuró a salir corriendo con la lámpara de aceite y los papeles.

***

Gracias a todos los que nos apoyan, 
quien traduce la novela pudo solventar la situación.
traducido en reinowuxia.com

miércoles, 6 de octubre de 2021

octubre 06, 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 371

Capítulo 371. Venganza (1)



Los rayos del sol se abrieron paso entre las nubes, tiñendo el cielo de rojo, pero con el tiempo el rojo se convirtió lentamente en azul.

El Vizconde Roteschu deambulaba con un rostro sombrío por las calles donde los rastros del día rojizo se iban desvaneciendo.

'De repente, una chica salió corriendo como si estuviera huyendo de algo, los que caminaban a su alrededor se detuvieron a mirarla. Fue extraño. Parecía una escena de terror.'

Estaba recordando una historia que había escuchado de un niño pequeño.

El niño se asustó tanto por la escena que se fue a casa inmediatamente, por lo que dijo que no sabía quiénes eran las personas, o qué había pasado.

Pero a través de un borracho, se enteró de que una persona había estado ofreciendo bebida y comida gratis en un bar no muy lejano ese día.

Esa persona quería celebrar con todos que había tenido un buen día, así que la gente corrió al bar embriagada por el pequeño ambiente festivo.

Incluso los niños pequeños, que jugaban al pilla-pilla en los callejones, fueron allí con sus padres ese día, y se alegraron al recibir dulces. Los verdaderos transeúntes que normalmente habrían pasado por esas calles estaban en el bar.

'Despejó las calles a propósito.'

El Vizconde Roteschu rechinó los dientes. Estaba convencido de que alguien había atacado a Rivetti.

Pero no podía imaginar quién lo había hecho. ¿Quién estaría dispuesto a deshacerse de Rivetti a costa de tanto dinero?

Aunque Rivetti era inmadura, no era el tipo de persona que despertaría un odio tan profundo.

"Ah..."

Pero al leer el periódico del día, dejó de lado la investigación.

Cuando salió a buscar a Rivetti, el Vizconde Roteschu temió que Alan se metiera en problemas.

De hecho, había ocurrido un escándalo en el que estaba involucrado.

La princesa que dio a luz Rashta no era hija del emperador, sino del mismo hombre con el que tuvo su primer hijo.

Cualquier persona normal habría dicho, '¡Dios mío, qué locura!' Pero éste no era el caso del Vizconde Roteschu.

¡Porque 'el primer hijo de la Emperatriz Rashta' era su nieto!

Al ver varios artículos sobre esto en el periódico, sintió que la cabeza le iba a explotar.

La gente hablaba de esto con entusiasmo, pero él se sentía abrumado y envejecido. Le costaba incluso pensar.

Mientras no se conociera al padre, la responsabilidad de haber engañado al emperador recaería únicamente en la propia Rashta.

Sin embargo, en este caso su hijo había sido considerado el padre.

El hecho de que el primogénito de Rashta fuera su hijo podría haber sido ignorado por el emperador, pero no que la princesa también fuera su hija.

'Nunca hablé de Alan, ni siquiera cuando ese maldito bastardo de Koshar me cortó la oreja. ¿Por qué ahora?'

Aunque el Vizconde Roteschu quería repetir la prueba, sabía que no tenía la capacidad de hacerlo, lo que agudizó su dolor de cabeza.

Había establecido muchas conexiones con el dinero que recibía de Rashta, pero ¿estarían estos amigos dispuestos a asumir una tarea tan arriesgada?

Sólo era el señor de un pequeño territorio sin influencia. No estaba seguro de que alguien le fuera a escuchar. En medio de esto, se enteró de que el Emperador lo estaba buscando. Su miedo no hizo más que aumentar.

Traducido en www.reinowuxia.com

***

Cuando el Vizconde Roteschu llegó al Palacio Imperial, se le acercaron dos caballeros del emperador que esperaban en las puertas traseras del Palacio.

"¿Qué ocurre?"

Preguntó asustado el Vizconde Roteschu, a lo que uno de los caballeros respondió con severidad.

"Síganos."

Temeroso, el Vizconde Roteschu les siguió obedientemente.

Sin embargo, caminar por los pasillos le resultaba difícil. Tenía ganas de darse la vuelta y huir.

Pero la idea de lo que podría ocurrirles a Rivetti y a Alan si huía hizo que el Vizconde Roteschu recuperara la razón.

Mientras trataba de entender la situación, los tres llegaron frente a la oficina del emperador.

"Lo hemos traído, Su Majestad."

Cuando el caballero habló hacia la puerta, se escuchó un claro y extraño, 'tilín-tilín'.

El caballero abrió la puerta e indicó con la cabeza al Vizconde Roteschu que entrara.

El Vizconde Roteschu tragó fuertemente y entró.

"Me estaba buscando, Su Majestad."

El Vizconde Roteschu inclinó la cabeza en señal de saludo nada más entrar.

El Emperador Sovieshu estaba sentado en su escritorio, mirando de forma intimidante al Vizconde Roteschu.

Tenía una expresión aterradoramente fría, y en su interior estaba aún peor.

Sovieshu se enfureció con sólo mirarlo al pensar que la princesa tenía la sangre del Vizconde Roteschu. Rashta había sido la nuera de este hombre, y su familia parecía decidida a arruinar a la Familia Imperial.

"Levanta la cabeza."

Sin embargo, la voz que salió de la boca de Sovieshu era tranquila.

El Vizconde Roteschu ni siquiera había hecho contacto visual con Sovieshu, sólo lo miró después de que Sovieshu le ordenara levantar la cabeza.

Al ver sus ojos, el Vizconde se horrorizó ante la fría mirada del Emperador y se le puso la piel de gallina. Independientemente de lo que el Emperador fuera a decir, ciertamente no sería bueno.

"Te diré dónde está tu hija."

Sorprendentemente, fue Rivetti a quien Sovieshu mencionó.

"¿Qué?"

Mientras el Vizconde Roteschu lo miraba desconcertado, Sovieshu le explicó con frialdad.

"Rashta la secuestró e intentó venderla como esclava. Pensé que volvería a ocurrir lo mismo si venía aquí de nuevo, así que la resguardé."

El Vizconde Roteschu parpadeó con la mirada perdida. No esperaba saber sobre el paradero de Rivetti aquí.

Más aún... ¿fue Rashta quien intentó hacer daño a mi hija incluso gastando una enorme suma de dinero?

El Vizconde Roteschu, que reflexionaba sobre lo que Rashta tenía en contra de su hija, recordó que ambas habían estado en malos términos desde que estaban en su territorio.

Por supuesto, Rashta en aquel entonces no estaba en condiciones de enfrentarse a Rivetti, por lo que era sólo un odio unilateral de Rivetti hacia Rashta.

Puede que Rashta aún le guardara rencor. Además, estaba siendo chantajeada por el Vizconde Roteschu, por lo que quizás liberó todo ese resentimiento contra Rivetti.

El Vizconde Roteschu frunció el ceño.

'Creí que esa vulgar esclava iba a cooperar obedientemente, pero incluso se atrevió a hacer esto a mis espaldas.'

Le horrorizó y enfadó que hubiera llegado a tal extremo por hacer daño a alguien que no le agradaba.

El Vizconde Roteschu, profundamente indignado en su interior, no tardó en darse cuenta de un punto extraño.

"Su Majestad... ¿por qué me cuenta esto?"

Ahora, Sovieshu debía estar enfadado con él a causa de Alan. No entendía por qué le contaba esto.

"En cualquier caso, tú y tu hijo morirán por haber engañado a la Familia Imperial."

Los ojos del Vizconde Roteschu se abrieron como platos.

Una sonrisa despiadada se dibujó en la boca de Sovieshu.

"¿Quieres salvar a los otros dos?"

***

domingo, 3 de octubre de 2021

octubre 03, 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 370

Capítulo 370. Educación Prenatal (2)




"¿El Duque Liberty dijo eso?"

Esa noche, le conté a Heinley en el dormitorio matrimonial la conversación que tuve con el Duque Liberty. Heinley ladeó la cabeza como si estuviera confundido por mis palabras.

"¿Qué crees que significa?"

"Bueno, podría significar exactamente lo que dijo, o podría no ser literal..."

"¿No estás segura?"

"... No."

No era de extrañar que el hijo del Duque Liberty se hubiera enamorado de Nian, ni que al Duque Liberty le preocupara.

Ahora Nian estaba soltera, pero tenía amores abiertamente con el Vizconde Langdel. El Vizconde Langdel era el comandante de la 5ª División de los temibles Caballeros Transnacionales, actualmente mi guardia.

No querría meterse en problemas con el Vizconde Langdel y tampoco querría meterse en problemas conmigo, por lo que debía ser un dolor de cabeza para el Duque Liberty.

Sin embargo, Heinley tenía razón.

"Tendré que preguntarle a Nian primero."

"¿Se lo vas a preguntar?"

"Hay algo que me inquieta un poco."

Antes de que el Duque Liberty me hablara de su hijo, el propio Vizconde Langdel me había contado la situación con el Marqués Liberty.

Si había sido calculado por el Duque Liberty, o si el Marqués Liberty se había enamorado realmente de Nian, este asunto debía aclararse.

Al ser Nian, sería capaz de distinguir si el Marqués Liberty se le acercaba con malas intenciones o si realmente estaba cegado por el amor.

"Reina."

"¿Qué pasa?"

"¿Qué vas a hacer con esa carta? La carta de esa mujer."

"La devolveré."

"¿No es una carta secreta?"

"Que sea una carta secreta no significa que sea necesario enviarla en secreto, ¿verdad?"

Rashta solía estar en una posición inferior, pero la Rashta que envió esa carta tenía poder.

Esa carta fue enviada para atacarme como emperatriz de un país vecino, no había necesidad de ocultarla.

Estaba pensando en presentar un reclamo formal por esa carta.

"Es cierto."

Heinley estuvo de acuerdo inmediatamente con una cara llena de felicidad, parecía complacido con mi respuesta.

¿Por qué le gustó más a Heinley?

Tenía curiosidad, pero no tardé en averiguarlo por mí misma.

Heinley también le guardaba rencor a Rashta. Primero, Rashta había ordenado a una sirvienta que se hiciera pasar por la amiga de cartas de Heinley, luego ella misma se hizo pasar por la amiga de cartas de Heinley, y, al final, tildó a Heinley de mentiroso al revelar la verdad.

Al pensar en eso, recordé el apoyo emocional que había sido Heinley desde entonces, así que lo abracé fuertemente y me quedé dormida.

***

Mientras dormía, de repente oí unos murmullos.

El tono de voz era bajo y suave, pero el contenido era un poco extraño.

¿Estaba en medio de una parálisis del sueño? Para ser eso, podía mover mis manos bastante bien.

Cuando finalmente abrí un poco los ojos, vi a Heinley inclinado a mi lado, sosteniendo un libro y susurrando cerca de mi vientre.

¿Está leyendo un libro en voz alta?

Era la primera vez que lo veía hacer esto. ¿Se trataba de un hábito recién adquirido?

A medida que me iba despertando, la voz de Heinley empezó a volverse más clara.

"El Rey Oldraggo se abalanzó sobre su enemigo con una lanza. Atravesó el pecho del enemigo, haciéndole un enorme agujero por el que brotó toda la sangre. Exclamó mientras sostenía el cadáver del enemigo como si fuera un trofeo. De ahora en adelante, haremos pagar cada gota de sangre derramada, no aceptaremos más opresión..."

¿Qué es eso?

No pude evitar fruncir el ceño. ¿Por qué está leyendo eso en mi vientre?


"Bebé. Debes desarrollar un poco de musculatura, también debes tener huesos fuertes. Para luchar bien es mejor tener brazos largos..."

"¿Heinley?"

Finalmente, no pude resistirme a llamarlo. Heinley se levantó de un salto y tartamudeó, "¿Reina? ¡Reina!"

"¿Qué estás haciendo?"

Cuando le pregunté por su actitud sospechosa, Heinley se estremeció y abrazó con fuerza el libro que sostenía.

Sin embargo, pude ver el título del libro a través de sus brazos cruzados.

"¿El Rey de la Guerra? ¿Biografía de Guerra de Oldraggo?"

***

El Duque Elgy se marchó después de hacer esa impactante declaración.

Sovieshu se quedó sentado solo en el sofá, sumido en sus pensamientos. El escritorio estaba repleto de papeles que el Duque Elgy había dejado, asegurando que eran copias.

"Puf..."

Sovieshu dejó escapar un pesado suspiro.

Maldijo al ver la enorme suma de dinero en cada pagaré, pero aún podía solucionarlo.

Bastaría con verter su riqueza personal sin tocar los fondos del país. El Imperio Oriental era un país rico, por lo que Sovieshu podía cubrir perfectamente esas cantidades por sí mismo.

Pero el puerto era completamente diferente.

Por supuesto, sería absurdo entregarlo sumisamente. Sin embargo, no hacerlo también sería difícil.

Si no quería entregar el puerto, tendría que demostrar que Rashta no era apta para ser emperatriz desde el principio, lo que invalidaría el documento, o negarse a entregarlo alegando la posición especial de Rashta y su pobre mente, la infame reputación de playboy del Duque Elgy, etc.

El Duque Elgy no se quedaría de brazos cruzados, así que probablemente tendría que solicitar la mediación de la Alianza del Continente Wol.

El problema era que una vez iniciada la mediación con la Alianza del Continente Wol, todos los países lo sabrían.

Lo que sucedería después era obvio. La dignidad de la Familia Imperial del Imperio Oriental caería por los suelos, y todos se reirían del Emperador por haber abandonado a la Emperatriz Navier.

Cuanto más lo pensaba, más crecía su ira.

Rashta no podía hacer el trabajo de una emperatriz porque había crecido en un entorno diferente, eso lo podía entender Sovieshu. Aún así, ¿no podía no causar ningún problema?

Por comer y dormir tranquilamente durante un año, podría disfrutar de la riqueza y vivir rodeada de lujos el resto de su vida. ¿Era tan difícil holgazanear durante un año? ¿Era tan difícil de cumplir?

¿Qué clase de emperatriz lunática en el mundo se comprometería por escrito a entregar un territorio de su país a la familia real de otro país? Ni siquiera un plebeyo lo haría.

"Esto es una locura."

Su ira seguía creciendo.

Ahora, lo único que podía hacer era decidir entre perder el puerto o perder el honor.

Por supuesto, si resultaba que el Duque Elgy intentó seducir a la Emperatriz para aprovecharse, él también sería despreciado por todos. Sin embargo, esa era la imagen que se tenía originalmente del Duque Elgy.

Al contrario, la Familia Imperial del Imperio Oriental no tenía esa imagen, así que al final, este bando sufriría más daños.

Después de un tiempo, Sovieshu se levantó y tocó la pequeña campana del escritorio.

Cuando entró el Marqués Karl, Sovieshu ordenó fríamente.

"Trae al Vizconde Roteschu."

***

jueves, 30 de septiembre de 2021

septiembre 30, 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 369

Capítulo 369. Educación Prenatal (1) 




Al salir de la habitación de Rashta, el Duque Elgy se dirigió inmediatamente a la oficina de Sovieshu.

Sovieshu frunció el ceño por un momento al ser informado de su visita, pero le permitió entrar. Él también quería hablar con el Duque Elgy.

"Me alegro de ver a Su Majestad."

Al entrar en la oficina de Sovieshu, el Duque Elgy le saludó como un noble respetable.

Sovieshu miró a Elgy con ojos llenos de hostilidad y desagrado.

Hace unos días, había tratado de enviar al Duque Elgy de vuelta a su país utilizando como excusa el escándalo con Rashta.

Pero después de lo ocurrido, Sovieshu también tenía curiosidad. ¿Qué buscaba exactamente el Duque Elgy?

Al principio pensó que le odiaba, pero después de que se atreviera a llevar al primer hijo de Rashta al templo, parecía ser un odio no contra él, sino contra Rashta.

Sin embargo, eso tampoco explicaba del todo sus acciones. En cualquier caso, ahora tenía la oportunidad de saber la respuesta.

Después de pensarlo, Sovieshu ocultó su despreció y preguntó con calma,

"El día de la prueba, ¿por qué fuiste al templo?"

"Porque no sabía qué hacer con el pobre niño."

"Hablo en serio, Duque Elgy."

"Ya veo. Entonces seré preciso."

Asintiendo ante las palabras de Sovieshu, el Duque Elgy puso la caja que antes había sorprendido a Rashta sobre el escritorio y mostró su contenido. El documento y los pagarés cuidadosamente organizados fueron revelados.

Los ojos de Sovieshu se fueron abriendo lentamente a medida que pensaba de qué se trataba.

"Aunque el dinero prestado no pueda ser devuelto, al menos quisiera tomar el puerto."

***

"¿Por qué quiere verme?"

Cuando pregunté desconcertada, la Condesa Jubel sacudió la cabeza.

Detrás de la puerta frente a mí, el Duque Liberty estaba esperando a que lo dejara entrar. No sabía para qué quería verme.

Su visita fue muy inesperada.

He oído que el Duque Liberty se había resignado últimamente como el Marqués Ketron, pero a diferencia del Marqués, que estaba colgado boca abajo como un murciélago, el Duque Liberty sólo se inclinaba ligeramente para no perder su honor de alguna manera.

Me sorprendió que viniera a verme de repente, sería diferente si fuera Heinley. Desde que quedé embarazada, no hacía más trabajo que el necesario, y tenía que aplazarlo cada vez que me sentía un poco cansada o indispuesta.

No había ninguna razón para que el Duque Liberty me visitara, ni personal ni laboral.

Sin embargo, al pensarlo detenidamente... el Duque Liberty nunca se enfrentó directamente a Heinley ni a mí, aunque había sido un ayudante cercano de Christa, no tenía su sangre.

Es el tipo de persona que puede cambiar de opinión en cualquier momento. Entonces, ¿vino aquí porque quería ponerse de mi lado? ¿También tenía que ver con Wihan?

"Déjalo entrar."

En vez de tratarle con frialdad, le saludé con una sonrisa al entrar. Aunque teníamos diferencias, no había necesidad de ser enemigos abiertamente.

Después de eso, él comenzó a hablar como cualquier otro noble, e intercambiamos comentarios de cortesía mientras abordábamos temas de la alta sociedad, del Imperio Occidental y de Whitemond.

Eventualmente, el Duque Liberty se quedó mirándome por un momento, y cuidadosamente sacó el tema que realmente le interesaba.

"Su Majestad, hay algo que quisiera decirle, pero podría resultar incómodo..."

"Está bien. Dilo."

"¿No te llevabas bien con Rashta en el Imperio Oriental?"

¿Qué? ¿Por qué habla ahora de Rashta? No creo que realmente quiera saber si nos llevábamos bien o no.

Aunque me pareció sospechoso, traté de mantener una expresión de calma. El Duque Liberty suspiró, sacó un sobre y me lo extendió.

"Su Majestad, mire esto."

Acepté el sobre, lo abrí y saqué la carta,

"... ¿Fue mi infertilidad la razón del divorcio?"

El contenido de la carta era desagradable.

A juzgar por el contenido y la redacción, la carta parecía ser de Rashta... sonreí forzadamente, desconcertada.

Ahora nos encontrábamos lejos, por lo que no debería importarle. No sé por qué intentaba atacarme enviando una carta así a un noble de otro país, incluso a un noble que se oponía a mí.

¿No ocupaba la posición de Emperatriz del Imperio Oriental? ¿Acaso creía que debía ser la única Emperatriz en este mundo? ¿O su felicidad es ver a los demás infelices?

Mientras miraba la carta, el Duque Liberty dijo con cautela.

"Puedo imaginar por qué la Emperatriz del Imperio Oriental me envió esta carta."

Aunque también podía imaginar por qué le había enviado esta carta, pregunté,

"¿En serio?"

"Pensó que de esta manera podría distanciar a los nobles de la Emperatriz."

"¿Eso crees?"

"¿No es esa la única posibilidad? ¿Por qué otra razón me enviaría una carta como ésta de la nada?"

El Duque Liberty suspiró y sacudió la cabeza como si Rashta fuera una persona terrible.

Esa actitud fue un poco divertida. Debía haber una razón para que Rashta decidiera enviar la carta al Duque Liberty.

La carta podría convertirse en una debilidad para la propia Rashta. No la enviaría al Duque Liberty de la nada, por lo que debió darse cuenta de su aversión.

Pero el Duque Liberty debe haber venido aquí sabiendo que yo pensaría eso.

"Ya veo."

El hecho de que el Duque Liberty me diera esta carta de Rashta era una señal de que bajaría su cola.

Fue bastante inteligente. Ya que quedé embarazada, esta carta no sería útil de todos modos. ¿No estaba tratando de ganarse mi confianza ofreciendo un arma inútil?

Aunque existía cierta enemistad, siempre que pusiera de su parte sería posible olvidar las diferencias del pasado. En vez de actuar de forma inflexible, bebí el té con una sonrisa.

El Duque Liberty sonrió torpemente y bebió el té como si se hubiera dado cuenta de mi intención.

"Una carta como esta sin duda representa una ofensa, incluso si fuera enviada al Emperador Sovieshu. No sé cómo pudo escribir esto."

"Sí. No puedo creer que la Emperatriz Rashta siga atacándola maliciosamente a pesar de estar aquí. Su Majestad debe haber sufrido mucho en el Imperio Oriental."

Continuamos intercambiando algunas palabras mientras bebíamos té.

El Duque Liberty, que había actuado sereno en todo momento, me preguntó de repente con voz inquietante.

"Su Majestad es del Imperio Oriental, así que conoce bien a Lady Nian, ¿verdad?"

Era un tema imprevisto, ¿por qué mencionaba a Nian de repente?

Cuando lo miré con asombro, se cubrió la boca con el puño, tosió con fuerza y dijo,

"En realidad, Su Majestad. Hmm... me da mucha vergüenza decir esto, pero... si no lo digo, creo que habrá malentendidos."

¿Malentendidos? ¿Qué iba a decir?

"Si mi hijo sigue detrás de Lady Nian, ¿puede decirle que lo rechace con más firmeza?"

***

martes, 28 de septiembre de 2021

septiembre 28, 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 368

Capítulo 368. La Desesperación De Rashta (2)



"¿Qué sucedió? ¿Por qué me estás haciendo esto? ¿No éramos amigos?"

"¿No se pierden amistades por el dinero?"

"¡Tú te ofreciste a prestármelo! ¿Acaso te amenacé? Además, ¡estos pagarés ni siquiera tienen una fecha de pago!"

"Ciertamente."

Rashta recuperó el valor tras este último grito. Aunque fue espontáneo, las palabras que soltó eran ciertas. Un rayo de esperanza surgió en su interior.

En los pagarés no se especificaba cuándo debía efectuarse la devolución del dinero. Pedir la devolución inmediata era claramente un acto de coacción.

"Si Su Majestad todavía estuviera en su honorable posición, no tendría necesidad de instarla a devolver el dinero."

Sin embargo, Elgy respondió con una leve sonrisa como si lo supiera todo sobre Rashta. Ante las palabras de Elgy, Rashta se estremeció.

"Qué quieres decir..."

Aunque murmuró sin comprender, pronto se dio cuenta de la intención de las palabras de Elgy.

Cuando el poder es sólido, un pagaré sin plazo puede ciertamente no ser un problema. Pero ahora circulaban todo tipo de escándalos acerca de Rashta.

Si los pagarés se hicieran públicos en un momento como éste, todos se asombrarían de la existencia de los pagarés, independientemente del plazo o de cualquier otra cosa.

Por eso, Rashta se estremeció aún más y preguntó,

"No puede ser, pensabas cobrarme desde el principio... ¿no?"

"Lo entendiste rápido. Muchas no se dieron cuenta hasta el final."

"¿Muchas? Qué quieres decir..."

"¿No habla todo el mundo de eso? Soy un hombre muy perverso y malvado."

Rashta frunció el ceño y su expresión se volvió rígida al instante. Recordó el consejo de Sovieshu de que no sería bueno quedarse al lado del Duque Elgy, debido a los malos rumores sobre él.

Pero en ese entonces el Duque Elgy había hecho todo lo posible por mostrar su amistad a Rashta. La apoyó cuando todos la rechazaban, incluso más que Sovieshu. Por eso, ella había creído en el Duque Elgy.

Rashta consideró que el consejo de Sovieshu había sido por celos. Pero después de lo ocurrido... 

Traducido en www.reinowuxia.com

Abriendo los ojos conmocionada, Rashta preguntó,

"¿Qué sucedió? ¿Qué sucedió realmente? ¿Por qué me estás haciendo esto?"

"Como he dicho, el dinero."

"¡No mientas!"

El Duque Elgy todavía tenía una sonrisa amistosa, lo que lo hacía aún más aterrador.

Cuando Rashta dio un paso atrás al no poder soportar el asombro, esa sonrisa se volvió más suave y gentil.

"¿Importa por qué lo hice?"

"Importa... ¡Importa mucho! ¿Qué hice mal?"

Rashta retrocedió con un miedo instintivo, pero gritó con rabia mientras su resentimiento volvía a crecer ante la pregunta del Duque Elgy.

"¿Qué hice para que me estés haciendo esto? Podría entenderlo si fuera la Emperatriz Navier. Pero, ¡¿por qué tú?!"

"Si estuviera en tu situación, tendría más curiosidad por otra cosa."

"¿Otra cosa?"

¿Qué más? El corazón de Rashta latió con fuerza y perdió la fuerza en sus piernas, por lo que se apoyó en el sofá a un lado. Mirando así a Rashta, el Duque Elgy dijo con indiferencia,

"Bueno. Ya te enterarás más adelante. En cualquier caso, no parece que tengas la capacidad de pagarme. No creo que puedas hacerlo tampoco en el futuro. ¿Estoy en lo cierto?"

Rashta lo miró sin decir nada. Quería decirle que le daría el dinero de inmediato, pero no tenía la capacidad para hacerlo.

Dado que el Barón Lant administraba su dinero, no disponía de efectivo para pagarle de inmediato. Las joyas y otros artículos de valor que recibía como regalo iban a parar en manos de los Vizcondes Isqua, el Vizconde Roteschu, y su verdadero padre.

Incluso después de no poder reunirse a menudo con el Duque Elgy, la demanda de dinero continuó. También había gastado mucho dinero en la contratación de asesinos.

"En efecto, no puedes. Sin embargo, con el puerto es diferente. Su Majestad aún no está divorciada, así que sólo hay que mostrar este documento al Emperador."

"Tú... eres un hombre malvado."

Las lágrimas brotaron de los ojos de Rashta. Las lágrimas corrían por sus labios, que se habían agrietado por el punzante dolor en su corazón. Se veía tan desconsolada que hasta la persona más fría se compadecería.

Le dolía mucho el corazón porque realmente creía en el Duque Elgy. Esta fue una conmoción completamente diferente a la que se llevó cuando supo que Sovieshu amaba a Navier.

Sovieshu fue el amor que la salvó en su desesperación, pero Elgy había sido la única persona en la que pudo depositar su confianza, su fe y su amistad.

Sintió que su mundo se derrumbaba al ver actuar de esta manera a la persona en la que más confiaba. Estaba aún más aturdida porque no sabía qué le pasaba al Duque Elgy.

"¿Qué sucedió?"

Preguntó Rashta de nuevo, sin poder resistirse.

"Eres insistente."

"Sólo dime por qué lo haces. ¿Por qué me estás haciendo esto?"

"..."

"¡No lo entiendo! Nos llevábamos bien, ¿verdad? Dijiste que no era mi culpa haber nacido como esclava. Yo..."

"Por supuesto, no es tu culpa haber nacido como esclava, señorita."

En ese momento, la forma de hablar del Duque Elgy volvió a los días en que Rashta había sido concubina. Era la forma de hablar del tiempo en que la tranquilizaba y le daba seguridad.

Rashta lo miró perpleja.

"..."

"Me lo reservé."

"¿Qué...?"

"Me estaba debatiendo si aprovecharlo o no. Al final, decidí que no."

"¿De qué estás hablando?"

"Tonterías. Pero no creas que este es el final. La persona que me lo dio parecía tener una opinión diferente a la mía."

"Espera. ¿De qué estás hablando? ¡¿De qué estás hablando?!"

El Duque Elgy sonrió y apartó un mechón de cabello de la cara de Rashta.

"Yo también he tenido siempre esa curiosidad. Sé lo que se siente. Aunque saber la razón no cambia nada, es insoportable no saber por qué."

Los ojos de Rashta vacilaron levemente. Le resultaba muy difícil entender de qué hablaba. 

'¿Se habrá golpeado la cabeza?'

Sin embargo, su decepción y sus dudas se desvanecieron repentinamente.

'¿Qué importa ahora? Después de todo ,un traidor es un traidor, y este hombre es una basura.'

"Vete al infierno."

"Por supuesto que me iré. He venido a llevarte conmigo."

Sin dudarlo, Rashta levantó la mano y le dio una bofetada al Duque Elgy en la mejilla.


Se escuchó un sonido fuerte, y unas líneas rojas se dibujaron en su piel impecable. Acto seguido, gotas de sangre cayeron de esas líneas. El anillo de Rashta tenía manchas de sangre. Una huella roja de una mano no tardó en aparecer alrededor de la herida.

Aunque debió dolerle mucho, el Duque Elgy sonrió como si no fuera nada. Realmente parecía un demonio arrastrándose desde el infierno.

"No se preocupe, señorita. No irá sola."

El Duque Elgy le susurró a Rashta sin un atisbo de ira, luego agarró la caja y se marchó.

'Qué quiso decir con eso...'

Rashta se quedó pensando en su sitio un rato, pero pronto se echó a reír sintiéndose vacía.

'Da igual qué quiso decir.'

Rashta se rió como si estuviera leyendo un libro que no podía comprender. Mientras reía, lágrimas caían de sus ojos.

No debe haber nada que vuelva más loca a una persona que un mal desconocido. Rashta finalmente llegó a una conclusión sobre cuándo las cosas habían empezado a ir mal. Primero había sido por Alan, después, por este hombre malvado.

jueves, 23 de septiembre de 2021

septiembre 23, 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 367

Capítulo 367. La Desesperación De Rashta (1)


Sin embargo, ahora Rashta estaba sufriendo más que Sovieshu.

Un día después de visitar el templo, Rashta estaba llena de resentimiento hacia el Duque Elgy. Ayer estaba tan sorprendida que ni siquiera podía expresarlo adecuadamente. Ahora que recordaba lo sucedido, todo le parecía tan injusto que se sentía abrumada por las emociones.

Todavía no podía aceptarlo.

Se preguntaba cómo la princesa se había convertido de repente en la hija de Alan, y por qué el Duque Elgy había aparecido con Ahn en sus brazos...

En menos de un día, Glorym dejó de ser la princesa y se convirtió en un hazmerreír. Todo esto era tan doloroso que incluso le resultaba difícil respirar.

"¿Dónde está la princesa?"

Después de enterarse que Sovieshu ordenó quitar a Glorym el titulo de princesa. Rashta trató de averiguar más a través de una de sus sirvientas, pero sólo le informó que la Vizcondesa Verdi había abandonado la habitación de la princesa con ella.

Intentó encontrar a la princesa, pero nadie le dijo dónde estaba.

Unas horas más tarde volvió a preguntar a la sirvienta, pero esta vez ella se mostró fría. La miró como diciendo, '¿Por qué llamas a tu hija princesa? Ya no lo es.'

"No lo sé. ¿No sería más rápido si lo averiguas por ti misma?"

La mirada burlona de la sirvienta hirió el orgullo de Rashta. Le disgustó que la sirvienta, a la que ella misma había elegido, actuara de esta manera.

Aunque fuera a ser expulsada en el futuro, ahora seguía siendo la emperatriz. Incluso los caballeros no tuvieron más remedio que contener su enojo mientras Rashta los golpeaba.

Además, sin que nadie lo supiera, Rashta contrató deliberadamente a chicas necesitadas para que fueran obedientes. No entendía por qué actuaba de esta manera.

"¿Por qué te diriges así a la emperatriz?"

De hecho, al principio fueron genuinamente buenas con Rashta, pero se volvieron más temerosas que respetuosas cuando una de sus compañeras fue encarcelada por un desliz y su padre estuvo a punto de morir.

En medio de esto, empezaron a surgir malos rumores sobre Rashta, por lo que los demás empleados del palacio decidieron mantenerse alejados de todas las nuevas sirvientas de la emperatriz.

A partir de entonces, las sirvientas se limitaron a hacer su trabajo y dejaron de seguir a Rashta. Sin embargo, cuando la princesa, que era el último pilar de Rashta, fue removida, comenzaron a pensar, '¿Por qué ser cortés con alguien que va a caer de todos modos?'

Calcularon que para poder quedarse aquí si una nueva emperatriz llegara al palacio del oeste en el futuro, debían distanciarse de Rashta ahora.

Rashta murmuró molesta y desconcertada.

"Qué insolente eres..."

"Es Su Majestad quien es insolente. ¿Cómo se atreve a engañar al emperador con una hija cuco?"

"¿Cuco? ¿Acabas de llamar cuco a la princesa?"

<< Nota: Es un ave que pone sus huevos en los nidos de otras aves. >>

"'Ya no es una princesa. Además, no nació de un matrimonio, por lo que tampoco puede llamarse noble."

Las sirvientas del Palacio del Oeste llegaron sin una educación adecuada de etiqueta al igual que el resto de empleados, por lo que hablaban irrespetuosamente.

Rashta no pudo soportarlo y se levantó de inmediato. Su sirvienta intentó huir a toda prisa, pero Rashta corrió y le dio una patada en la pantorrilla primero.

"¡Ah!"

"No importa que yo sea un cuco o que la princesa sea un cuco, ¡tú eres un gusano! Un gusano que puede ser comido por un cuco o cualquier otra ave. ¡No olvides que soy la Emperatriz y puedo matarte!"

"¡Detente! ¡Ah!"

"¡Detente! ¡Detente! ¡Cierra tu maldita boca!"

Rashta no era una persona que dijera groserías con regularidad, pero en el transcurso de su vida como esclava había escuchado muchas.

Mientras Rashta agredía verbal y físicamente a su sirvienta, ésta consiguió escapar aterrorizada. Pero Rashta estaba tan enojada por las insolentes palabras de su sirvienta que la siguió para seguir agrediéndola.

Pero en cuanto salió corriendo por la puerta, Rashta se detuvo al chocar contra el firme pecho del Duque Elgy. Se tambaleó hacia atrás y el Duque Elgy extendió rápidamente su brazo para sostenerla.

"Duque Elgy..."

Rashta lo miró perpleja por un momento, pero pronto su rostro se distorsionó.

Al ver su cara recordó los sucesos de ayer, un repentino sentimiento de traición y decepción la invadió, eclipsando su preocupación por el futuro y su enojo con la sirvienta. Ella rechinó los dientes.

"Mala... mala persona."

Rashta le miraba con lágrimas en los ojos. Aun así, tenía un leve sentimiento de esperanza.

El Duque Elgy era quien siempre aparecía y la ayudaba cuando estaba en problemas, el único que le daba fuerzas cuando todos la atormentaban, así que al verlo, se sintió herida pero un poco esperanzada.

"¿Por qué hiciste eso?"

Preguntó Rashta con voz apagada.

En lugar de responder, el Duque Elgy suspiró mientras examinaba el rostro de Rashta.

"No tienes muy buena cara."

"¿Por qué hiciste eso?"

"Entremos para hablar."

"Por qué..."

"No es una buena idea hablar aquí."

Sólo después de escuchar las palabras de Elgy, Rashta se dio cuenta de que estaba frente al pasillo. De hecho, los caballeros que estaban de pie a ambos lados les miraban con mucha curiosidad.

Rashta se estremeció, se dio la vuelta y entró primero en la habitación. El Duque Elgy la siguió en silencio y cerró la puerta.

Luego, intentó sentarse naturalmente en el sofá, pero se detuvo cuando Rashta le gritó, "¡No te sientes!"

"Está bien."

Aunque sea desagradable, el Duque Elgy respondió con calma y enderezó sus piernas ligeramente flexionadas. Al ver esto, Rashta se sintió aún más herida y volvió a preguntar.

"¿Por qué hiciste eso?"

"¿De qué estás hablando?"

Preguntó el Duque Elgy con una sonrisa.

"¿Es porque no secuestre al nieto del Vizconde Roteschu como me pediste? ¿O es porque lo lleve al templo? Si no es así..."

Sin embargo, había gruesas espinas incrustadas en cada palabra tranquila. Rashta quería taparse los oídos. No podía creer que le estuviera hablando de esta manera.

Además, este no era el final. El Duque Elgy hizo una pausa, luego puso la caja que había traído sobre la mesa y la abrió.

Al abrir la caja, en su interior apareció una pila de pagarés y el documento en el que se comprometía a darle un puerto.

No puede ser... Rashta miró sorprendida al Duque Elgy.

"¿Es porque estos documentos se harán públicos en el futuro?"

Su suposición era correcta. Rashta apenas consiguió hablar.

"Qué... Qué es esto..."

"Es hora de que me vayas pagando lo que me debes."

Rashta miró conmocionada al Duque Elgy. Jamás se habría imaginado esto, incluso trajo los pagarés.

'El Duque Elgy no tenía un corazón tan frío.'

Rashta preguntó con los labios temblorosos.

"¿Por qué? ¿Por qué me estás haciendo esto?"

"Tu forma de hablar ha cambiado."

"¿Qué?"

"Me gustaba cuando hablabas llamándote a ti misma."

A Rashta le parecieron extrañas las palabras del Duque Elgy, sentía que su forma de hablar no era diferente a la de antes.

Rashta sintió que este momento no era real. No tenía la menor idea de lo que estaba pasando.

No podía ver la cara de Sovieshu, ni sabía dónde estaba la princesa. Sólo podía dar vueltas alrededor por el Palacio del Oeste, por lo que no era diferente de estar encarcelada.

Rashta gritó de ira.

"¿Qué intentas hacer ahora?"

"¿Te duele?"

"¿Creíste que no me dolería?"

Ella se sentía más alejada de la realidad debido a la expresión despreocupada del Duque Elgy.

Rashta trató de recuperar la compostura. Pero por más que intentó calmarse, las lágrimas brotaron de sus ojos. Rashta apretó los puños y lloró mientras golpeaba el sofá.

lunes, 20 de septiembre de 2021

septiembre 20, 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 366

Capítulo 366. ¿Cómo Está? (2)



"¿Heinley?"

Cuando lo llamé confundida porque no esperaba verlo aquí, Heinley me extendió el plato diciendo, "Aquí tienes."

"¿Por qué me traes de repente esta comida?"

"Recibí la señal. Trae esto."

"Yo no lo hice."

"...... El bebé lo hizo."

Mentira. Cuando entrecerré los ojos, Heinley me dio un beso rápidamente en la mejilla derecha.

"Dale al bebé este beso de parte de papá."

"Deja de bromear."

Hablé con firmeza porque me sentía avergonzada, pero esta vez Heinley me besó ligeramente en los labios.

"Este es para ti."

Al verme sonrojada, Heinley se rió espontáneamente.

"Parece que ha salido bien."

Heinley habló astutamente, me atrajo a sus brazos y me abrazó con fuerza. Me preocupaba que nuestra relación se volviera incómoda después de mi confesión. Pero al contrario, me sentí más a gusto.

Inclinada sobre su pecho, le pregunté impulsivamente.

"¿Te gustaría caminar juntos un rato?"

***

Era una noche oscura. Incluso la luz de la luna apenas se veía a causa de las densas nubes, pero no resultaba muy difícil ver el camino, debido a la lámpara que Heinley llevaba en una mano. Además, Heinley sujetaba mi mano con fuerza, lo que me tranquilizaba mucho.

¿Cuánto tiempo estuvimos caminando en silencio?

"Reina, ¿desde cuándo comenzaste a enamorarte de mí?"

Heinley preguntó repentinamente de forma juguetona.

"¿Es importante?"

"Quiero escribirlo en mi diario."

"Entonces no te lo diré."

"No lo escribiré."

"Si no lo vas a escribir, ¿por qué debería decirlo?"

"¿Debería hacerlo?"

"Ya ves. No te lo diré."

"¿Por qué?"

"En el diario del emperador queda todo registrado."

Un caballero que nos seguía dejó escapar una pequeña risa. Era una conversación intrascendente, pero al tratarse del emperador y la emperatriz, debió parecerle divertida.

Heinley preguntó con voz persuasiva mientras pensaba en no responder ahora porque me sentía avergonzada.

"Reina. Sé sincera."

"¿Eh?"

"¿Evitas deliberadamente responder porque es difícil hacerlo?"

No le importó en absoluto que el caballero se riera de nuestra conversación.

En cualquier caso, Heinley tenía razón.

"Así es. No sé desde cuándo empecé a enamorarme de ti."

Fue sólo cuando malinterpreté las intenciones de la Princesa Charlotte que me di cuenta de mis sentimientos hacia él. Hice un acuerdo con Sir Yunim y mis damas de compañía para mantener esto en secreto.

Heinley sacudió la cabeza con desilusión.

"Eso no puede ser."

"¿Tú sí lo sabes?"

"De hecho, sí lo sé."

"Entonces dímelo."

"Siempre he estado enamorado de ti, y sigo enamorándome de ti."

¿Por qué es tan bueno con sus palabras?

"Reina. Hay muchos momentos en los que me enamoré de ti, si tuviera que decirte cada uno, podría hacerlo."

"Dime al menos tres."

"Fuiste la primera mujer en mentirme con ser un hombre."

Heinley bajó la voz para que sólo yo pudiera escucharlo.

"Fuiste la primera mujer que me palmeó el trasero."

"Detente."

Extendí la mano para cubrir su boca, pero Heinley continuó hablando con la boca tapada.

"Fuiste la primera mujer que me dio insectos."

"¿Elegiste esas tres a propósito?"

Me estaba haciendo parecer una persona rara. Cuando lo miré molesta, Heinley respondió alegremente, "Sí". Luego me dio un beso y preguntó,

"Para Reina, ¿no hay algo en lo que sea el primero? No importa si dices cosas como estas a propósito."

¿En serio?

"Fuiste el primer hombre al que le mentí con ser un hombre. Fuiste el primer hombre al que le palmeé el trasero. También fuiste el primer hombre al que intenté alimentar con insectos."

No me gustó que me hiciera parecer una persona rara, así que le devolví sus palabras a propósito. Sin embargo, Heinley me preguntó inmediatamente con una sonrisa.

"¿Entonces estamos destinados a estar juntos?"

Se veía tan encantador que no pude contener la risa. Mientras reía, tropecé con una piedra al no poder ver bien el suelo debido a la oscuridad.

Heinley se apresuró a sujetarme. Aunque conseguí recuperar el equilibrio, me apoyé sobre el cuerpo de Heinley.

Al estar tan cerca de su pecho, podía oír los latidos de su corazón. El olor a hierba fresca mezclado con el viento de la noche me hizo sentir verdaderamente feliz.

También sentí curiosidad.

Me preguntaba si el hombre que me había abandonado vivía feliz ahora.

***

Sovieshu estaba abatido.

"No puedo tener como princesa a una niña que no tiene mi sangre. La niña no es ni siquiera una hija ilegítima, así que retira a Glorym de la posición de princesa."

Aunque Rashta ocultó su pasado, se había casado con ella de todos modos, por lo que era necesario realizar un procedimiento para expulsarla de la posición de Emperatriz.

Sin embargo, Glorym sólo se convirtió en princesa por el simple hecho de ser hija del emperador. Pero al final resultó no ser su hija, por lo que con una sola palabra de Sovieshu, Glorym dejaría su posición de princesa.

Tanto el Emperador como la Emperatriz podían tener amantes, pero Glorym fue concebida cuando Rashta no era Emperatriz, y lo que es peor, no tenía la sangre del Emperador.

Incluso si creciera como noble, no podía ser reconocida como miembro de la familia imperial, por lo que naturalmente Glorym no podía seguir siendo una princesa.

Puede que Sovieshu cambie de opinión más adelante, pero ahora mismo no quería ver la cara de la bebé. Sobre todo porque se parecía mucho a Rashta.

Aun así, Sovieshu no echó del todo a la princesa. Pidió a la Vizcondesa Verdi que se quedara con ella en una habitación apartada.

Aunque se demostró que Glorym no era su hija, el amor y el tiempo que Sovieshu dedicó a la bebé no desaparecerían de repente.

Debido a eso, Sovieshu se afligió más después de sacarla de la posición de princesa.

Recordaba a la princesa sonriendo felizmente, así como las veces que lloró en la cuna junto al escritorio de su oficina, o emitiendo extraños sonidos como 'abu-abu'. Sintió un profundo dolor en su corazón tras expulsar personalmente a la bebé.

Pero no tenía a nadie en quien confiar su dolor, ni nadie que le consolara. Como ocupaba la posición más alta, no tenía a nadie con quien compartir sus penas.

Al final, después de haber estado sufriendo todo el día, encontró un retrato de Navier, apoyó su frente sobre el mismo y suspiró pesadamente.

"Navier... no sé en qué me equivoqué."

El frío marco del retrato le refrescó un poco su cabeza caliente.

Sovieshu recordó la vez que cenó con Navier después de traer repentinamente a Rashta.

En ese entonces, Navier había querido decirle algo, pero él evitó repetidamente el tema porque se trataba de Rashta.

Antes del divorcio ocurrieron muchas otras peleas, así que no fue una gran pelea en comparación con las que siguieron. Curiosamente, se le quedó grabada en su memoria. Todavía recordaba claramente la expresión de Navier ese día.

"Debí escucharte en ese entonces."

Sovieshu cerró lentamente los ojos y exhaló con dolor.


***

viernes, 17 de septiembre de 2021

septiembre 17, 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 365

Capítulo 365. ¿Cómo Está? (1)



McKenna tenía un buen criterio de Kapmen porque había ayudado en el caso de Christa. Así que se acercó a Kapmen y le saludó como si fueran cercanos. Si podía ayudarle con sus problemas, lo haría.

Kapmen le devolvió el saludo con arrogancia, pero McKenna preguntó sin ningún disgusto.

"¿Te preocupa algo? No tienes una buena expresión."

'Tú tienes tus propias preocupaciones.'

Kapmen respondió con sinceridad sólo en su interior, y sonrió falsamente con frialdad.

De hecho, el ceño fruncido de Kapmen se debió a que el nombre de Navier apareció varias veces en los pensamientos de McKenna.

McKenna no fue el único. Últimamente, la gente pensaba tanto en Navier que era difícil caminar por las calles.

"Bueno, parece que no quieres contármelo a mí."

McKenna sonrió avergonzado ante la reacción de Kapmen.

Una vez que McKenna se marchó, Kapmen volvió a recostarse contra el árbol y cerró los ojos.

El primer equipo había hecho un gran trabajo, y el segundo equipo lo estaba haciendo mucho mejor, por lo que estaba ansioso por el futuro, pero no con la misma alegría que los demás.

Kapmen estaba sufriendo al no poder hacer nada frente al dolor en su corazón, hasta el punto de pensar que sería mejor que Navier congelara su corazón.

Justo en ese momento, escuchó la voz de Navier cerca.

Kapmen se levantó de un salto involuntariamente. Sintió como si una luz se acercara a lo lejos.

***

Extrañamente, no pude mirar a Heinley a la cara después de decirle 'te amo'. El simple hecho de estar frente a él hacía que mi corazón se estremeciera, y se dibujara una leve sonrisa en mis labios.

De todos modos, volverá por la noche.

Mientras daba un paseo para apaciguar los latidos de mi corazón, vi al Gran Duque Kapmen no muy lejos, entre los frondosos árboles.

Su cabello se balanceaba suavemente a medida que el viento soplaba. Cuando sus ojos se encontraron con los míos, su expresión tranquila se distorsionó.

Debe haber leído mi mente, porque estaba pensando en Heinley.

Pero más que miedo, sentí lástima.

Me dio lástima que Kapmen tuviera que pasar cada día por el mismo dolor que yo experimenté cuando malinterpreté a la Princesa Charlotte.

El Gran Duque Kapmen acabó alejándose como si huyera, y Mastas, que estaba a mi lado, refunfuñó disgustada.

"¿Por qué ese hombre ni siquiera se acercó a saludar a Su Majestad? Eso me hace molestar."

Rose regañó a Mastas por esto.

"Puede que no lo haya visto. ¿No te has dado cuenta de que has tratado agresivamente a las personas desde ayer?"

"No. Definitivamente no es así."

"Desde que llegó ayer la Princesa Charlotte, has tenido una mala cara."

"Eso..."

"¿Acaso es porque la Princesa Charlotte quiere casarse con Sir Koshar?"

"¡¿Qué?! ¡¿Por qué me importaría eso?! ¡¿Qué tengo que ver con él?!"

Mastas refutó inmediatamente, pero se mostró muy alterada. Sus gritos me sorprendieron mientras trataba de controlar mis emociones. Mirando a un lado, la cara de Mastas estaba sonrojada.

"¿Señorita Mastas? ¿Está bien?"

"Yo, yo realmente no pensé en eso."

Cuando le pregunté preocupada, Mastas respondió extrañamente.

"Sólo me interesan las personas fuertes. Sir Koshar es débil e ingenuo, ¡no me importa si Sir Koshar se casa o no!"

Viendo lo nerviosa que estaba ahora me pareció un poco sospechoso. ¿Podría ser que a Mastas le gustaba mi hermano?

Normalmente, Mastas habría sido clara en su posición, '¡Es inevitable que me guste el hermano de la Emperatriz!', '¡Es inevitable que me guste porque es un hombre fuerte!', O '¡Absolutamente no!'

Pero antes de que pudiera indagar, Mastas ya se había alejado. Mirando su espalda, Rose murmuró con los brazos cruzados.

"Es sospechoso."

"Emperatriz, ¿Qué hará si Mastas está enamorada de Sir Koshar?"

Preguntó la Condesa Jubel, aunque a diferencia de la seriedad de Rose, pareció encontrarlo divertido. Sabiendo que mi hermano tenía una mala reputación en el Imperio Oriental, la situación le resultó graciosa.

Por la misma razón, Laura dijo con una sonrisa,

"En cuanto a la personalidad, creo que harían buena pareja."

Pero Rose se resistía, murmurando con firmeza y preocupación.

"Mastas es una buena chica, pero es un poco torpe. Además, no creo que Mastas sea de una familia digna de casarse con Sir Koshar..."

Las damas de compañía dejaron de hablar y todas me miraron.

"La opinión de mi hermano es lo más importante."

A decir verdad, ambas tenían sus puntos fuertes y débiles.

La Princesa Charlotte era inteligente y decidida, por lo que sería capaz de controlar bien a mi temperamental hermano, y tenía el estatus de princesa, por lo que sería un honor casarse con ella.

Al mismo tiempo, debido a que mi hermano se enojaba fácilmente, sería tanto una ventaja como una desventaja que se convirtiera en el yerno del Rey de Whitemond.

Por otro lado, a Mastas le gustaban las espadas y se entendía bien con mi hermano, pero ambos se enojaban con facilidad, por lo que nadie podría detenerlos si causaban un problema...

En cualquier caso, mis padres estaban aquí. No había necesidad de intervenir. Aun así, esa noche le pregunté directamente a mi hermano.

"¿Te enteraste que la Princesa Charlotte quiere casarse contigo?"

"Sí..."

"¿Qué quieres hacer? ¿Quieres casarte con la princesa, o quieres casarte con otra joven noble?"

Mi hermano se mostró un poco tímido, ni siquiera me miró a los ojos, por lo que tardó en responder.

"No me interesa el matrimonio, pero si quiero apoyar a la familia, tendré que hacerlo. En ese caso... creo que la Princesa Charlotte es la mejor opción."

"¿Conoces a la Princesa Charlotte?"

"No, pero ayudará a la familia."

Eso es cierto.

"Aunque podría ser muy aburrido."

Me preocupaba porque mi hermano vivía muy libremente. Mi hermano era mucho más libre que la mayoría de los jóvenes nobles, temía que no pudiera soportar una vida tradicional.

"Odiaba tanto quedarme quieto que causé muchos problemas por vivir a mi manera. Nunca ayudé a nuestros padres ni a la familia. Ahora también quiero ser útil." 

"..."

"Pero una vez que me case con la princesa, tendré que vivir en Whitemond. Será una pena no poder ver a mi sobrino tan a menudo. Sin duda será un bebé encantador."

Me sentí inexplicablemente conmovida. Este sentimiento no desapareció incluso después de que mi hermano se marchara. Me senté frente al tocador durante mucho tiempo, mirándome en el espejo. Hasta que oí que llamaron a la puerta.

"Adelante."

Por mucho que esperé, nadie entró. Sin embargo, estaba segura de que alguien había llamado a la puerta hace un momento.

Era extraño. Normalmente, mis damas de compañía y guardias se anunciaban primero antes de llamar a la puerta.

¿Será Heinley? Desconcertada, me levanté y abrí personalmente la puerta. Lo sabía, Heinley estaba ahí de pie sosteniendo un plato de mi comida favorita.

miércoles, 15 de septiembre de 2021

septiembre 15, 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 364

Capítulo 364. ¿Y La Princesa? (2)



Rashta intentó quitarse de encima a los caballeros, pero después de haber sido golpeados por Rashta no se preocuparon, la emperatriz pronto sería expulsada de todos modos.

Alan también fue arrastrado bruscamente de nuevo.

En el proceso, Ahn estuvo a punto de caer al suelo de los brazos de Alan, pero el niño resultó ileso porque fue rápidamente atrapado por el sacerdote.

La Vizcondesa Verdi, que ahora tenía a la princesa en sus brazos, observó la situación con la respiración contenida y decidió seguir a Sovieshu.

Sovieshu, que iba delante, miró de reojo a la Vizcondesa Verdi y su corazón dio un vuelco, pero Sovieshu no negó que le siguiera. En cambio, subió al carruaje y se marchó sin decir nada.

Después de que la Vizcondesa Verdi subiera al carruaje en el que había venido con la princesa, ese carruaje no tardó en seguir al de Sovieshu.

La Vizcondesa Verdi abrazó fuertemente a la princesa, cuyos ojos estaban enrojecidos, acariciando su espalda y murmurando,

"Princesa, te protegeré. No importa lo que digan, para mí sigues siendo una princesa."

La Vizcondesa Verdi temblaba pero no soltaba a la princesa.

Habiendo cuidado de la princesa hasta ahora, incluso desde antes de nacer, la Vizcondesa Verdi se había encariñado mucho con la bebé.

A la Vizcondesa Verdi no le importaba que no fuera una princesa. Sentía lástima por la bebé que recibiría los señalamientos de todos sin tener culpa alguna.

Esperaba que Sovieshu siguiera siendo cariñoso y no tratara a la princesa con demasiada frialdad.

"Ba...Ba..."

"Princesa, Su Majestad la ama. Su Majestad está un poco enfadado ahora mismo. Pronto la abrazará y la cuidará."

***

Aquellos que vieron las caras del Emperador Sovieshu, del Marqués Karl y de la Vizcondesa Verdi, que regresaron al palacio imperial primero, supieron la respuesta antes de escuchar el resultado.

La gente se reunió en grupos, especulando sobre lo que se avecinaba.

"¿La Emperatriz será expulsada?"

"Está bien si la expulsa. También debería ser castigada severamente."

"Estoy más interesado en saber qué hará Su Majestad con la Princesa que en cualquier otra cosa."

"Sí. Su Majestad la quería tanto que siempre la llevaba a su lado."

"¿Qué princesa? No es hija del Emperador Sovieshu."

Mientras la gente discutía, Sovieshu fue directamente a su habitación, pero por el camino cambió de parecer y se dirigió a su oficina. Luego se puso a trabajar frenéticamente.

Sin siquiera cambiar de postura, estaba revisando los documentos, haciendo correcciones y decidiendo qué informes devolver, lo cual era natural pero también antinatural en esta situación.

Viendo esto, el Marqués Karl se preocupó por el futuro.

La hija por la que dejó a la Emperatriz Navier, que había estado a su lado desde su infancia, resultó no ser suya. A estas alturas, debía estar sin palabras.

Dicho esto, Sovieshu no se sentiría bien echando a la princesa que tanto amaba en un instante, por lo que estaba en una posición difícil.

Además, no era sólo esto. La gente pensaría que Sovieshu era tonto si se quedara con la hija de otro, pero si echaba a la princesa, el Emperador sería considerado frío y sin escrúpulos.

Era irónico, hubo un tiempo en que Navier también pensó que si presionaba a Rashta con su poder se convertiría en una villana, pero si no hacía nada sería tratada como una tonta.

La diferencia es que Rashta pronto sería expulsada de la posición de emperatriz. La emperatriz depuesta ya no podría tratar como princesa a la hija que tuvo con otro hombre en sus días como concubina. Incluso si la dejaba como princesa, no había forma de que ella siguiera viviendo en el palacio imperial.

Sin embargo, Sovieshu no dijo ni una palabra sobre qué haría con la princesa.

Dos horas más tarde, cuando el Barón Lant llegó e informó que Ahn también era hijo de Rashta y Alan, Sovieshu finalmente dejó la pluma y cerró los ojos.

Una fuerte tensión invadió la oficina.

Al cabo de un rato, Sovieshu abrió la boca con una expresión decaída.

***

Las noticias del Imperio Oriental aún no habían llegado al Imperio Occidental.

Heinley no dejaba de tirar el frasco de tinta con el codo o el dorso de la mano. Parecía estar en las nubes a causa de la confesión de Navier. Fue breve, pero bastó para acelerar su corazón.

El 'te amo' de Navier todavía le hacía cosquillas en el oído.

Pero a McKenna no le hacía ninguna gracia el comportamiento de Heinley. McKenna finalmente perdió la paciencia.

"Su Majestad. A no ser que lo esté haciendo a propósito para molestarme, por favor, preste atención a su entorno."

"Soy un hombre amado, McKenna."

"¿Qué?"

"Soy amado."

"¿De qué estás hablando?"

Heinley sonrió con orgullo mientras estiraba los hombros.

McKenna frunció el ceño, sin entender por qué Heinley actuaba de esta manera.

Entonces McKenna dijo, "¡Ah!" llegando a una profunda comprensión.

"Ya sé por qué está tan feliz. ¿Está deseando que Whitemond le dé al menos un puerto cuando la Princesa Charlotte se case con Sir Koshar?"

"... McKenna, no tienes corazón. ¿Cómo puedes pensar solamente en los beneficios?"

Cuando McKenna frunció el ceño, Heinley juntó las manos y dijo con una ilusión en sus ojos,

"Piénsalo, McKenna. Cuando mi hijo crezca un poco me preguntará. Papi, papi, ¿por qué se casaron tú y mi madre? Entonces podré responderle. Tu padre y tu madre se casaron por amor."

"Pero ese fue un caso afortunado, no siempre uno puede casarse con la persona que ama."

Viendo a Heinley todavía en las nubes, McKenna añadió,

"No está mal, pero los matrimonios son normalmente arreglados..."

McKenna no quería seguir hablando sobre esto, así que preguntó,

"¿Por qué tienes esa mirada?"

"McKenna. ¿No piensas casarte?"

"¿Qué?"

"No estoy bromeando, hablo en serio. ¿No hay alguien que te guste?"

"Ah, ¿qué dices?"

Heinley tenía una expresión seria, por lo que resultaba evidente que no estaba bromeando, como él mismo dijo.

McKenna se sintió más incómodo, sonrió avergonzado y rápidamente cambió de tema.

"Más importante, Su Majestad. ¿Sabe que el Viejo Duque Zemensia tuvo una pelea con el Duque Zemensia?

Heinley intuyó que McKenna no quería hablar del matrimonio, y respondió inmediatamente a su pregunta. De todos modos, este tema también era agradable.

"Sí. El Viejo Duque se consumirá en su ira. Sólo hay que seguir echando leña al fuego."

Heinley sonrió mientras miraba los documentos manchados de tinta negra.

Recordaba claramente que el Viejo Duque Zemensia intentó perjudicar a Navier y a su hijo con comida perjudicial para el embarazo. Definitivamente no lo iba a pasar por alto.

"Su Majestad piensa tanto que a veces... me preocupa que se le escape algo."

"McKenna. ¿Te estás burlando de mí?"

"No es eso."

***

McKenna salió de la oficina, bostezando.

Aunque Heinley se lo tomó como si fuera una broma, no lo era, McKenna estaba realmente preocupado.

A juzgar por la actitud de Heinley, parecía que su relación con la Emperatriz Navier iba cada vez mejor, la Emperatriz Navier y el bebé en su vientre se encontraban sanos, se decía que el Imperio Oriental pronto se vería sacudido por un enorme escándalo, el incidente con Whitemond se había resuelto bien, y el Viejo Duque Zemensia parecía derrumbarse debido a las luchas internas.

Todo iba bien, pero algo le incomodaba.

Mientras caminaba, reflexionando sobre qué le incomodaba exactamente, vio al Gran Duque Kapmen de Rwibt, sentado solo, apoyado contra un árbol. Su ceño estaba fruncido, como si no estuviera pensando en algo bueno.



"Gran Duque Kapmen."

domingo, 12 de septiembre de 2021

septiembre 12, 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 363

Capítulo 363. ¿Y La Princesa? (1)



¿Se dio cuenta de cómo me sentía?

"Reina."

Llamándome en voz baja, Heinley tomó mi mano entre las suyas, la puso sobre su pecho y dijo,

"Puedes estar tranquila. Nunca permitiré que mi hermano Koshar se case con alguien que no desee. Nunca lo presionaré para que se case por motivos políticos, así que no tienes que preocuparte."

Ah. No se dio cuenta en absoluto.

"No eres una persona perspicaz."

"¿Qué?"

Cuando estaba hablando con la Princesa Charlotte, Heinley se acercó con una expresión seria, casi interrumpiéndonos. Escuchando ahora a Heinley, parece que se acercó apresuradamente porque temía que me sintiera ofendida por la petición de la Princesa Charlotte de casarse con mi hermano.

"No es por presumir, pero soy muy perspicaz, Reina."

"Si alguien te dijo eso, será mejor que dudes de lo que diga en el futuro."

"Reina también me dijo una vez que era perspicaz."

"... Yo soy la excepción. Siempre."

"Por supuesto, Reina es la excepción. Siempre."

"Soy la excepción porque me amas."

"Así es."

"Tú eres la excepción para mí."

"¿De verdad?"

"Eres la excepción porque..."

Giré la cabeza tras omitir las últimas palabras. Aunque miré en otra dirección, pude sentir a Heinley estremecerse porque tenía mi mano en su pecho.

Al mirarlo, sus ojos púrpuras estaban completamente abiertos, llenos de confusión. '¿Qué estaba pensando?'

"Reina, hace un momento..."

"¿Hace un momento?"

"Reina. ¿Qué ibas a decir hace un momento?"

"¿No dijiste que eras muy perspicaz? Si es cierto, deberías saberlo."

"Ya me lo imagino, pero quiero escucharlo de ti."

"Le preguntaré a mi hermano que piensa sobre la propuesta de la Princesa Charlotte."

"No. ¿Por qué hablas repentinamente de esa princesa, Reina?"

"Te amo."

"Reina, le estás dando demasiada importancia..."

Heinley dejó de hablar y se quedó helado. Tuvo que levantar su mandíbula con una mano para poder cerrar la boca.

Heinley me miró con una expresión extraña, incapaz de reír o llorar.

***

El Duque Elgy llevaba en brazos a un niño que tenía un gran parecido con la princesa. El niño miraba a todos lados con ojos temerosos. Obviamente, también tenía un enorme parecido con Rashta.

"¡¿Qué haces con Ahn?! ¡Ahn!"

Alan gritó y corrió hacia el niño, pero fue inmediatamente bloqueado por los caballeros.

"Duque Elgy. ¿Qué estás haciendo aquí?"

Sovieshu tenía ahora un fuerte dolor de cabeza, como si le fuera a explotar. En cuanto el Duque Elgy apareció en medio de este caos, su corazón ardió aún más.

En cualquier caso, el Duque Elgy respondió con naturalidad.

"De alguna manera, acabé haciéndome cargo de este niño. Me enteré que el padre y la madre del niño estaban aquí, por lo que vine a devolverlo."

Alan, que había sido presionado contra el suelo por los caballeros, exclamó, "¡Ahn! ¡Ahn!"

El Duque Elgy lo miró de reojo antes de volver a centrar su atención en Sovieshu. A primera vista, parecía realmente preocupado.

Después de que Sovieshu hiciera una señal, los caballeros soltaron a Alan. Una vez liberado, Alan corrió hacia Elgy para arrebatarle a Ahn.

El Duque Elgy se lo entregó tranquilamente sin pelear por el niño.

Rashta se sintió abrumada por miles de emociones al verlo. Le había pedido al Duque que llevara al niño a un hogar donde quisieran tener un hijo. No entendía por qué había aparecido aquí, ni tampoco por qué había utilizado la expresión 'el padre y la madre del niño'.

Pero ahora no era el momento de pensar en eso.

"Su Majestad, la Princesa es realmente su hija. Por favor, créame. Su Majestad siempre ha creído en mí. Por favor, crea en mí una vez más."

En lugar de discutir con el Duque Elgy, Rashta volvió a suplicar a Sovieshu.

Pero fue inútil. Sovieshu estaba tan enojado y desgarrado por esta situación, que no quería escuchar ahora las excusas de nadie.

Al principio, Sovieshu consideraba a Rashta tan tierna y delicada como una flor silvestre. Ingenua, sin codicia y honesta, pensaba que era completamente diferente a los demás nobles.

Si bien cuando la tenía como su concubina se llevó numerosas decepciones, Sovieshu creía que fue después de convertirse en emperatriz cuando realmente cambió, al saborear el poder y ser menospreciada por los nobles.

Pero incluso esta convicción desapareció una vez que se reveló que la princesa no era su hija.

'¿El hecho de que la Princesa no sea mi hija significa que Rashta ya se burlaba de mí en 'aquellos días llenos de inocencia y alegría'? ¿Desde cuándo? ¿Desde cuándo Rashta jugaba conmigo? ¿Había sido realmente una coincidencia que cayera en la trampa?'

En ese momento, uno de los nobles que estaba observando gritó,

"¡Su Majestad, Su Majestad el Emperador, también debemos aprovechar esta oportunidad para averiguar si el rumor de que Rashta mintió sobre su pasado es cierto!"

"¡Sí! ¡También tenemos que averiguar si ese niño es hijo de Rashta! ¡Si Rashta realmente engañó a Su Majestad para poder casarse, ¡tenemos que averiguarlo ahora!"

Otros nobles le dieron la razón uno tras otro.

Viendo a los nobles exigir al emperador hacer una prueba para averiguar si ese niño era su hijo, Rashta se enfureció hasta el punto de que sus ojos se tornaron rojos de sangre.

De repente, Rashta quiso gritar, 'Su Majestad me aceptó aún sabiéndolo todo'.

Odiaba que Sovieshu se hiciera la víctima mientras ella y la princesa estaban en problemas.

No todo había sido una mentira. Aunque no sabía lo de Ahn y Alan, Sovieshu la aceptó sabiendo que era una esclava fugitiva y engañó a los nobles.

Por supuesto, la mayoría de los nobles no le creerían. Pero Rashta se conformaba con sembrar la duda en algunos de los presentes, quería perjudicar a Sovieshu todo lo posible.

Al final, reprimió el impulso. Pensó que sería más beneficioso para ella y para la princesa aferrarse al menos a una debilidad de Sovieshu.

Revelar el secreto sólo le tomaría un momento, y no había garantía de que serviría de algo, pero guardar el secreto sería una fortaleza.

Rashta apretó los dientes y se limitó a mirar fijamente a Alan.

"No tiene vergüenza."

"¡No le bastó con ocultar su pasado, sino que quiso hacer de la hija ilegítima que tuvo con el hijo del Vizconde Roteschu una princesa!"

"Su Majestad se divorciará pronto, ¿no?"

"¿Qué divorcio? Debe echarla."

"Dejó a Navier por alguien así, tsk tsk...."

Los nobles no dejaron de hablar.

"¡Su Majestad, es un error! La princesa es su hija, ¡lo juro! ¡Por favor, repitamos la prueba! ¡Su Majestad! ¡Por favor! ¡Una vez más! ¡Por favor!"

Rashta volvió a gritar lamentablemente, pero eso no conmovió en absoluto a Sovieshu.

"Ya se ha hecho público que no es mi hija. Ya se ha hecho público que es hija de ese hombre. ¿Hay necesidad de repetir la prueba? Cuántas veces vas a humillarme, Rashta."

"Su Majestad... estoy diciendo la verdad. Este resultado es realmente absurdo."

Sovieshu se mostró más frío que nunca con Rashta, debido a que ésta podría haberle engañado desde el principio, y a la conmoción que le causó saber que la princesa no era su hija.

Sovieshu la ignoró y le dijo al sacerdote, "Por favor, haz la prueba a ese niño. No necesito ver esto." Luego se dio la vuelta y abandonó el templo furioso.

Rashta intentó perseguir a Sovieshu, pero fue detenida por sus propios caballeros.

"Debe obedecer la orden del emperador de hacerse la prueba."

"'¡Suéltenme! ¡Déjenme ir!"