Reciente

sábado, 27 de mayo de 2023

mayo 27, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 120

Capítulo 120. Gruti (5)

"¡Oh, Dios mío! ¿Quién es tu empleador? ¿Qué clase de lunático utiliza a una mujer como tr@ficante de dr0g@s?"

A pesar de las preocupaciones de Annette, la mujer no estaba interesada en su identidad. Gruti 4 era una zona sin ley llena de organizaciones dedicadas al tr@fico de dr0g@s. La mayoría de los tr@ficantes de dr0g@s llevaban túnicas con capucha. Incluso se podría considerar una especie de uniforme de trabajo.

Fue por la túnica andrajosa que la mujer confundió a Annette con un tr@ficante de dr0g@s. Pero ahora que sabía que Annette era una mujer, sólo tenía un motivo para estar enfadada. Sentía indignación hacia el n@rc0traficante, por utilizar a una mujer como tr@ficante de dr0g@s, a sabiendas que era peligroso.

"¿Cómo una persona no tiene ética en los negocios? Aunque considera a sus trabajadores desechables, esto es terrible. ¡¡Esto es demasiado peligroso!!"

La mujer increpó al imaginario n@rc0traficante mientras apretaba el cigarrillo en su mano. Las cenizas de su cigarrillo cayeron al suelo. Solo entonces Annette pudo comprender un poco la situación.

Incluso en las zonas más anárquicas, había ciertas reglas tácitas. Una de ellas era que los tr@f!cantes de dr0g@s debían ser hombres. Algunos dr0g@dictos eran tan repugnantes, que cuando estaban intoxicados, querían restregar sus g3n!tales hasta en los hombres. Lo peor, era que los dr0g@dictos ni siquiera sentían dolor cuando se lo cortaban.

Por esa razón, es mucho más peligroso que una mujer sea tr@ficante de dr0g@s. Tal vez tardaría menos de dos días en desaparecer, sin que se enterara ni una rata en Gruti 4. La mujer, que miraba a la pobre tr@ficante de dr0g@s que tenía delante, chasqueó la lengua.

'Pobre. Seguro está involucrada con un narcotraficante despiadado'.

Normalmente, no se habría interesado la cara del tr@ficante de dr0g@as, pero esta vez sentía que debía verla. Cuando se encontrara como su cadáver en el futuro próximo, al menos podría recuperar el cuerpo. Por supuesto, este 'recuperar' significaba la venta de lo que quedara de su cuerpo.

La pr0st!tuta metió la cabeza bajo la gran capucha de Annette. Los ojos de la mujer eran azules oscuros. Antes de que ella pudiera detallar su rostro, la asustada Annette la agarró de los hombros para detenerla. La impaciente mujer se enfadó de repente. Traducción ReinoWuxia

"¡Déjame mirar tu cara! ¿Por qué te tapas tanto la cara? ¡Hay muchos tr@ficantes de dr0g@s aquí! No debes avergonzarte por eso."

Su voz provocó que los ojos de la gente que la rodeaban se volvieran hacia la mujer. Ella escuchó que alguien murmuró, 'Ehren está haciendo eso de nuevo. Parece que se ha quedado sin dr0g@s'. En cualquier caso, parecía que era una gran adicta. Debido a los efectos secundarios de las dr0g@s, tenía severos altibajos emocionales.

Sin embargo, Annette seguía intentando mantener desesperadamente su rostro oculto con la capucha. Afortunadamente, como Annette era más baja que la otra mujer, no tenía buen ángulo para mirar su cara. Finalmente la mujer se rindió, rechinando los dientes.

"¡Olvídalo! ¡Tampoco me importa tu cara! Ni que fuera más guapa que yo. No quiero perder más mi tiempo, ¡así que dame la dr0g@ de inmediato!"

Extendió su palma, manchada con un poco de hollín del cigarro, hacia Annette. Ella notó que sus dedos le temblaban un poco. Realmente parecía que estaba sufriendo abstinencia por la dr0g@. ¿Qué demonios había hecho la familia real para evitar que estas barriadas se convirtieran en madrigueras de dr0g@s?

De todos modos, como había atraído la atención de las personas, tenía que fingir aunque no fuera un tr@ficante de dr0g@s. Annette, que pensó rápidamente en una solución, buscó en sus bolsillos interiores. La mujer esperaba con ansias.

"Es un producto nuevo. Te lo daré gratis, para que lo pruebes."

Annette puso algo en la palma de su mano. La mujer cuando lo vio ladeó la cabeza. La mujer estaba acostumbrada a las dr0g@s que se inhalaban, por lo que nunca había visto este tipo de dr0g@s.

'¿Qué es esto?'

Estaban envueltos en finos envoltorios de papel aluminio, no parecía que se pudieran prender. De alguna manera, los envoltorios parecían especialmente costosos, pero no podían serlo. Porque estaban en una barriada. Tal vez ella estaba equivocada.

"¿Cómo se prenden estos?"

"No se prenden, se comen. Después de quitarle el envoltorio, mételo en tu boca."

viernes, 26 de mayo de 2023

mayo 26, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 119

Capítulo 119. Gruti (4)

Aunque parecía que Railin la había abandonado, Annette estaba segura que si estuviera en peligro o se extraviara, pronto vendría a buscarla. Aparecería de la nada como un mago.

Ella no tenía ninguna duda sobre Railin cuando se trataba de trabajo. Así que no había necesidad de entrar en pánico, incluso si ella estaba sola. Como no estaba dispuesta a seguirle el juego a Railin, desplegó con calma un mapa. Entonces comenzó a buscar el casino recorriendo los caminos. Y así…

Pisó mugre resbalosa. Estaba tan concentrada en el mapa mientras caminaba, que no prestó atención al piso. Para una aristócrata como Annette, que había estado rodeada de lujo toda su vida, este tipo de ambiente le resultaba abrumador. Estaba familiarizada con los pisos de mármol, que brillaban sin ninguna suciedad, mucho menos mugre.

Annette suspiró. Comenzó a limpiar de forma brusca la suciedad de sus botas de cuero. Afortunadamente, la suciedad no se filtró al interior. La calidad de sus botas estaba acorde a su alto precio.

No obstante, la experiencia de pisar mugre por primera vez en su vida fue impactante. Nunca pensó que la gente pudiera habitar un lugar tan sucio y estrecho. No lo habría podido creer si lo hubiera visto con sus propios ojos. Annette, que se sentía incómoda, siguió limpiando las suelas de sus botas.

'Tengo que terminar este trabajo para salir de aquí lo antes posible'.

Nadie le prestaba atención en ese momento. Seguramente como una túnica con capucha desgastada le cubría hasta el rostro, la consideraban una criminal como ellos. Aquí habían muchas personas siendo buscadas por cosas ilegales, así que era común que usaran atuendos como el suyo. Fácilmente podrían pensar que ella era una tr@ficante de dr0g@s.

Por esa razón, ella no fue molestada por nadie. Finalmente comenzó a moverse de nuevo. Pero no tardó en perderse aunque ella se estaba guiando por un mapa. Las calles de Gruti 4, que aumentaban sin control a medida que había más residentes, eran tan complejas como una tela de araña.

'Es extraño, debe estar por aquí'.

Annette se quedó quieta, frunciendo el ceño. Tal vez sea porque estaba sola en un lugar como este, pero estaba comenzando a ponerse nerviosa. Tenía que encontrar el casino rápidamente. No importa lo discreta que sea, si deambula sola en un lugar como éste…

"¡Oye, tú! Ven aquí."

...Estaba claro que habrían problemas. Annette miró hacia la dirección de la voz. Esperaba encontrarse con un grupo de pandilleros, pero la realidad era un poco diferente a la ficción. Sorprendentemente, fue una mujer con escotes demasiados llamativos. Miraba fijamente a Annette con un cigarrillo barato en la mano.

"Sí, tú. Ven aquí."

Annette se quedó helada. Por supuesto, no era la primera vez que veía a una pr0st!tuta. Los nobles tenían pr0st!tutas de clase alta llamadas cortesanas. Pero tenían la educación adecuada para tratar con la aristocracia. Incluso parecían damas nobles de clase baja.

Sin embargo, la mujer que tenía delante no parecía interesada en vestirse de forma digna. Maquillaje oscuro, labios rojos y un cabello rubio desaliñado. Era sexy pero vulgar. Llevaba un vestido con un escote tan profundo que se podía vislumbrar sus ar3olas.

Ella ni siquiera estaba si eso podría llamarse en primer lugar. Desde su perspectiva, era más adecuado llamarlo babyd0ll. Una mujer con tan buena figura la estaba llamando.

'¿Qué hago?'

Annette estaba en un dilema. Habría estado menos avergonzada si hubieran aparecido pandilleros como hubiera sido lógico en una novela. Pero por desgracia, la mujer no estaba interesada en las preocupaciones de Annette.

"¡Mierda! ¿Eres nuevo? ¿No saber hacer negocios?"

La mujer se acercó a Annette con sus delgados tacones. Teniendo en cuenta que hablaba de negocios, parecía que había un malentendido. La mujer le agarró la muñeca. Annette pudo percibir un fuerte perfume y el olor a cigarro barato.

"Muéstrame tu mercancía. ¿Qué vendes? ¿Tienes y@ba?"

Por supuesto, Annette no sabía que la y@ba era una dr0g@ barata. Sin embargo, la mujer que estaba confundiendo a Annette con un tr@ficante de dr0g@s, extendió su mano hacia ella libremente. Sus manos se detuvieron mientras buscaban en la cintura de Annette. Se dio cuenta del s3xo de Annette sólo con tocar su cintura.

"¿Qué? ¿Eres una mujer?"

La mujer frunció sus cejas maquilladas. El corazón de Annette se aceleró bajo estas circunstancias. ¿Será que su identidad será descubierta?

miércoles, 24 de mayo de 2023

mayo 24, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 488

 La Emperatriz Divorciada - Capítulo 488.  ¿En Dónde Está? (1)



En contraste con las suposiciones de Mastas, la Princesa Charlotte se quedó perpleja cuando recibió la repuesta de Koshar. 

"Ah... el matrimonio."

Cuando ella lo propuso, había esperado ansiosamente su respuesta. Pero desde entonces, había empezado a divertirse. Ahora, su interés se había desvanecido.

Especialmente después de conocer al sexy y exótico Gran Duque Kapmen. Esperaba que la propuesta fracasara. Además, siempre había preferido a un hombre atractivo y sexy que a uno frío. 

Ella había dado el primer paso dado que Koshar le había parecido el mejor candidato para un matrimonio de conveniencia. Era el más hermoso, así que la princesa tenía claro que si se casaba por conveniencia, debía ser con Koshar.

Sin embargo, la situación había cambiado. Había aparecido un hombre aún más atractivo que Koshar. No sólo eso, sino que sentía que ese hombre le amaba sinceramente, y a ella también le gustaba. Adoraba el brillo de sus ojos. Le encantaban sus botones meticulosamente abrochados, su tono de voz elevado y sus pestañas, que se dejaban ver cuando bajaba la mirada para evitar la de ella.

'Pero nos hemos visto únicamente dos veces.'

La Princesa Charlotte suspiró. Cuanto más demoraba Koshar su respuesta, más posibilidades parecía tener con el Gran Duque Kapmen. No obstante, ahora todo había terminado.

"Entiendo. Casémonos."

Con una sonrisa, aceptó el anillo que Koshar le ofrecía. Si lo rechazaba, pondría a su país en una situación difícil. Aunque el Gran Duque Kapmen pertenecía a la realeza, desafortunadamente procedía de un país pequeño con poco comercio.

En cambio, Koshar era el heredero de la familia más rica del Imperio Oriental, el hermano mayor de la Emperatriz del Imperio Occidental y el primer caballero dorado del continente. El Emperador Heinley también confiaba en él. Su estatus podría ser ligeramente inferior al del Gran Duque Kapmen, pero desde el punto de vista de Whitemond, casarse con Koshar era una opción mucho mejor.

"Por favor, cuide bien de mí, Lord Koshar."

 Charlotte suprimió su decepción con una sonrisa.

***

Mientras tanto, Heinley terminó de leer la carta de Elgy.

'Así que eso es lo que traman.'

La carta de Elgy explicaba los planes de la Alianza. La información era útil, aunque Heinley ya había adivinado la mayor parte. 

'¿Quieren derrotar a los dos imperios a la vez?'

El líder de la alianza siempre tenía un plan y mantenía su identidad en secreto. Supuestamente, no tenía intención de ser un gobernante, sólo deseaba velar por la paz del continente mientras permanecía humildemente desconocido. Pero...

'No me lo creo.'

A juzgar por sus actuales movimientos, su humildad era solo una fachada; solo estaba tratando de mantener su as en la manga. Heinley chasqueó la lengua y deslizó la carta en el bolsillo de su pecho. Luego miró hacia abajo. Estaba en un precipicio a quince metros del suelo, con espesos arbustos por delante tras los cuales podía esconderse. Debajo le esperaba una casa de aspecto ordinario. Pero en su interior había escondido una piedra de maná.

El problema eran esos malditos caballeros de la 4ª División. También estaban rondando por aquí.

Deshacerse de ellos sería pan comido. No obstante, si se deshacía de demasiados, el Comandante de la 4ª División descubriría que aún estaba borrando rastros de su implicación en la disminución del maná. Aun así, hoy tenía que arriesgarse. La situación se había vuelto muy complicada. Esto debía hacerse lo más rápido posible. Antes de que el líder de la alianza se enterara. No tenía otra opción.

'Elgy dijo que tenía un asunto que discutir conmigo, por lo que vendrá al Imperio Occidental.'

Heinley se propuso recuperar todas las piedras de maná antes de la llegada de Elgy. Así pues, ocultó su rostro tras una máscara y saltó de entre los arbustos.

***

Incluso antes de que nacieran los bebés, me sentía sola cada vez que Heinley se iba. Ahora que estaban aquí, ese vacío empeoraba. Por primera vez desde que nacieron los bebés, Heinley dormía en otro sitio. No quería irse, pero no tenía elección. Necesitaba recuperar las piedras de maná de inmediato.

"Mi Reina, lo siento mucho."

"No te preocupes. Vuelve a casa sano y salvo."

Antes de marcharse, Heinley me enseñó cómo transformar a los bebés en pájaros, me explicó cuánto tiempo debían pasar transformados y qué tipo de cosas había que darles de comer. Luego se transformó en Reina y los abrazó un rato. Después, volvió a transformarse en humano y me abrazó. Luego volvió a ser Reina y abrazó a los bebés, después me abrazó de nuevo como humano, una y otra vez unas veinte veces.

Incluso sus alas se veían decaídas. Me dolía el corazón, pero no podía hacer nada. No podía ayudarle. Aunque supiera cómo recuperar las piedras de maná, mi cuerpo aún no había terminado de sanar. Todavía me costaba salir de mi habitación durante mucho tiempo. Todo lo que podía hacer eran dar breves paseos.

Una vez que Heinley se fue, decidí cuidar bien de los pajaritos hasta que volviera. Sin embargo... 

"No, Laurie. Esta es la comida de tu hermano."

Suspiré. Luego gruñí al otro pajarito. 

"Kai, eso no es comida, es el pie de Laurie."

Me senté en la cama al lado del nido. 

"Laurie, no le pegues a tu hermano en la cabeza."

Entrecerrando los ojos, atrapé a uno que quería escapar. 

"Kai, ¿no te dije que no puedes dejar el nido?"

A medida que avanzaba el día, disminuía mi paciencia. 

"Laurie, no le arranques las plumas a tu hermano. ¡Kai, ese es tu pie! ¡No comida!"

Cuidarlos sola no era tarea fácil. Sobre todo porque Heinley siempre se ocupaba de ellos mientras estaban convertidos en pajaritos.

Además, la diferencia de tamaño entre los pajaritos y yo era inmensa. Tenía mucho miedo de hacerles daño accidentalmente. Eran tan pequeños. Ni siquiera me atrevía a levantarlos.

Mis bebés tenían un comportamiento apacible cuando eran humanos. ¿Por qué siempre armaban tanto alboroto cuando eran pájaros?

*Screech, screech!*

"Kai, ya te lo dije, eso no es comida." 

Puse un dedo en su cara para apartar su pico de su pie. En ese momento, Laurie se acercó rápidamente y se aferró a mi dedo. Kai intentó picotearle la cabeza, pero Laurie se defendió inmediatamente y lo golpeó.

Kai cayó de bruces, llorando lastimeramente. Luego Laurie se le unió.

Exhausta, me tumbé en la cama, apoyando la parte superior de mi cuerpo en un brazo mientras los consolaba. Mi cabello se extendió como un abanico por la cama. A los pajaritos pareció gustarles. Salieron del nido a toda prisa, tal vez preocupados de que intentara volver a meterlos dentro. Los dos se posaron en mi cabello y comenzaron a cepillarse las plumas.


Al verlos menearse, me eché a reír. Cuando acaricié suavemente con el dedo la barriguita prominente de Laurie, ella sonrió.

Adorable.

Cuando Kai terminó, apoyó la cabeza contra la mía y se acostó de lado. Tal vez esa posición le pareció cómoda, porque Laurie también se acercó y apoyó la cabeza en la mía. Luego cerró los ojos.

"Mami no podrá levantarse si se quedan así."

Pero era imposible que los pajaritos entendieran mi protesta. Respiraban suavemente, ya sea dormidos o fingiendo estarlo. Los observé durante un rato, hasta que finalmente dejé mi cabello a mis bebés. Yo también cerré los ojos.

***

Esperé a que los bebés recuperaran su forma humana antes de acostarlos en sus cunas. Acto seguido, llamé a mis damas de compañía.

"¡Princesa! ¡Príncipe!"

Laura se acercó corriendo. 

"¿Su Majestad? ¿Le duele el cuello?"

"Un poco." 

A decir verdad, me dolía más que un poco. Pasé toda la noche en una posición incómoda con el cabello extendido. Pero si mencionaba esto, mis damas de compañía contratarían a una niñera enseguida. Le darían los bebés a ella y me dirían que descansara como es debido.

No podía permitir que eso ocurriera...

"¿Deberíamos llamar a un especialista para que te dé un masaje?" Preguntó Laura.

"¿Qué le gustaría desayunar?" Rose intervino.

"Su Majestad, encontré la ropa de invierno más linda para los bebés..."

La Condesa Jubel levantó unos pequeños trajes con la esperanza de animarme. Pero mientras mis damas de compañía charlaban, vi algo extraño por la ventana.

¿Un cuervo? Volaba inquieto afuera, mirando hacia aquí y haciendo extraños movimientos con las alas. Parecía hacerme señas. ¿Podría ser de la tribu de Heinley?

Dejé a los bebés al cuidado de mis damas de compañía, entré en el dormitorio y abrí la ventana. El cuervo entró volando en la habitación. Tras un cortés saludo, el cuervo inspeccionó nuestro entorno y se ocultó detrás del sofá. Poco después, oí una voz humana desde allí.

"Pido disculpas por presentarme ante usted de esta manera, Su Majestad."

"No pasa nada. ¿Eres uno de los hombres de Heinley? ¿Qué ocurre?"

"Su Majestad Heinley partió anoche, para recuperar la última piedra de maná. Pero no hemos podido localizarlo desde entonces."

¡¿Qué?!
mayo 24, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 118

Capítulo 118. Gruti (3)

La infraestructura de Gruti 4 estaba muy deteriorada. Las paredes agrietadas, cubiertas de enredaderas secas, daban pena verlas. Afortunadamente las calles no estaban tan sucias, quizá porque había llovido hace unos días. De todos modos, ella tiraría sus botas.

Ella miró a los hombres rudos reunidos bajo la sombra de una pared del callejón. Se rieron de las pr0st!tutas que fumaban cigarrillos baratos a la distancia. Al ver el brillo lascivo de sus ojos, Annette inconscientemente se bajó aún más la capucha. Su túnica de color heno opaco le cubría todo el cuerpo, pero seguía temiendo que la descubrieran.

Annette, que estaba siendo más cuidadosa, llamó a Railin que estaba caminando adelante.

"Señor Railin."

"Dime, cliente."

"¿Tienes escoltas escondidos por aquí? ¿O algún otro compañero que nos siga?"

"No. Soy de las personas que se sienten incómodas cuando hay mucha gente."

Annette se frotó la frente ante la respuesta indiferente de Railin. ¿Qué pasaría si se metieran en problemas con un grupo de delincuentes? Se sintió mareada mientras pensaba que no tenían contramedidas. Era imposible que un hombre que sabía tanta información no estuviera al tanto de la infamia de Gruti 4.

Cuando ella lo miró con los ojos entrecerrados, Railin bromeó socarronamente.

"Debes estar nerviosa porque estás en un lugar desconocido. El azúcar es lo mejor en estos casos. Toma, agarra uno."

Railin le entregó una caja de chocolates. Como en Deltium no había materias primas para el chocolate, había que importar todo el chocolate. Este era uno de los chocolates de mayor calidad, se derretía cuando entraba en contacto con la boca.

"Ah. Gracias."

Annette lo aceptó por cordialidad. Los relucientes botones dorados de las mangas de Railin destacaban. Ella llevaba una túnica con capucha, mientras que Railin lucía una magnífica vestimenta. Se veía tan llamativo como una joya caída accidentalmente en el barro.

Sin embargo, extrañamente nadie le prestó atención a Railin. Esto se debía a que había lanzado un hechizo que nublaba la atención de la gente. Railin era como una gota de vino que había caído en una alfombra elegante. Incluso si alguien trataba de mirarlo de forma detallada por curiosidad, se sentirían mareados por los llamativos patrones, así que serían incapaces de concentrarse.

A Annette, que ignoraba por completo que Railin era uno de los pocos magos que existía, le parecía extraño. Pensó que quizás él tenía alguna influencia en esta zona o algo parecido.

'Probablemente ha preparado una red de seguridad de antemano'.

De todos modos, Annette confiaba en Railin. Aunque se podría considerar un hombre irreverente, ella tenía que admitir que su forma de trabajar era perfecta. Quizás había una razón por la que Railin no estaba acompañado de algún escolta. No creía que él quisiera morir en un callejón como este.

Annette miró la nuca de Railin con los ojos entrecerrados. Se había cortado su cabello largo, por lo que notó particularmente su cuello blanco. Su cuello varonil, que no era para nada delgado, tenía unas líneas extrañamente hechizantes. Al sentir su mirada sobre él, Railin se dio la vuelta con una leve sonrisa.

"Démonos prisa. Antes de que la rata que buscábamos se escape."

Annette asintió, pues no estaba equivocado. De todos modos, ella no sabía nada de este mundo, su única opción era confiar en Railin. Y él nunca había defraudado a Annette hasta ahora. Los pasos de Annette se aceleraron mientras lo seguía.

Railin atravesó Gruti 4 con pasos sorprendentemente ligeros. Su porte era tan ligero como una suave brisa de verano. Si alguien lo hubiera visto, pensaría que era una persona caminando por un sendero de flores, en lugar de un callejón mugriento.

Annette, que se adentraba por primera vez en un camino tan peligroso, sentía que moriría mientras lo perseguía. No quería quejarse cuando estaba en una tarea tan importante. Pero en este punto, había más probabilidad de que se reuniera con la parca primero, antes que Ben March. Finalmente, ella llamó a Railin jadeando, que estaba mucho más adelante.

"Camine un poco más despacio, señor Railin. No creo que haya necesidad de ir tan rápido."

"Oh, parece que es difícil para ti. ¿Quieres que te ayude?"

Railin, que se dio la vuelta, preguntó con una expresión inocente. De alguna manera sintió que sus ojos brillaban como si hubiera esperado este momento. Por supuesto, Annette no caería en estos trucos. Agitó ligeramente la mano en señal de negación. Entonces Railin rápidamente se puso en marcha con una sonrisa.

"Eh."

Annette frunció el ceño al verlo. Parecía que quería molestarla, aprovechando que ella estaba entrando en una extraña barriada. A estas alturas, Annette estaba captando el sentido del humor de Railin, que en cierto modo estaba distorsionado. Por lo que, aunque la espalda de Railin desaparecía en la distancia, ella redujo aún más su ritmo. De todos modos, estaba demasiado cansada para caminar más rápido. 

lunes, 22 de mayo de 2023

mayo 22, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 117

Capítulo 117. Gruti (2)

"Lo siento, Raphael. Pero me tengo que ir ahora."

"Después de lo que has hecho, ¿te vas a ir?"

Raphael, que le agarró la mano, se la puso en la parte inferior de su cuerpo. Ella pudo sentir su tremendo tamaño sobre la fina tela bajo la palma de la mano. El calor que provenía de allí era tan intenso que temía que le quemara la mano. Raphael frotó su virilidad con su mano de forma obsc3na. Annette retiró su mano con las mejillas enrojecidas.

"Cuando regrese haré lo que quieras."

"...¿Lo que quiera?"

Mostró interés ante esas palabras. ¿En qué demonios estaba pensando? Raphael se cubrió la cara, pero sus orejas se pusieron rojas. Por alguna razón, Annette tuvo un mal presentimiento cuando vio esto. 

'No he dicho nada malo, ¿verdad?'

Pero era obvio que si la atrapaba aquí, estaría despierta toda la noche. Raphael era un hombre demasiado enérgico que no conocía el cansancio. Annette, que tenía mucho trabajo que hacer, sintió la necesidad de salir pronto de aquí. Aunque tuviera que sufrir más tarde.

"Entonces, espérame Raphael. Si no puedes dormir, escucha la caja de música que te he dado. Regresaré lo antes posible mañana temprano."

Annette, que se levantó de su asiento, lo besó tiernamente en la mejilla. Raphael inclinó la cabeza por reflejo para aceptar su beso. Sin embargo, sus brazos rodearon a Annette, como si no quisiera dejarla ir. Los sentimientos del primer amor, de los que se dio cuenta demasiado tarde, eran literalmente horribles. Finalmente ella se escabulló de sus brazos.

***

"Aquí estás."

Railin, que estaba sentado con la mano en la barbilla, sonrió cuando la vio. Los ojos de Annette, que al principio no lo reconocieron, se agrandaron. Railin miró con alegría sus dulces labios rosados. Sus labios eran gruesos, sobre todo el inferior. Annette, ignorante del demonio lujurioso en la cabeza de Railin, expresó su primera impresión.

"Tu color de tu cabello... ha cambiado. ¿Te lo teñiste?"

"Sí. Hace unos días llegó un buen tinte para el cabello, así que lo probé para variar."

Originalmente, el largo cabello de Railin era de un magnífico color púrpura como las peonías. El color favorecía su sensual rostro de Railin, añadiendo una sensación encantadora. Sobre todo porque su cabello era rizado. Estando a su lado, cualquier belleza estándar habría perdido su brillo.

Pero su cabello hoy era azul oscuro. En las sombras incluso parecía cabello negro. Eso fue un cambio drástico de apariencia, incluso su hermoso cabello estaba corto. En ese momento, realmente parecía una persona diferente.

'¿Se siente tan diferente sólo porque te ha cambiado el cabello?'

Era la primera vez que veía a alguien con el cabello teñido de otro color. Annette lo miró con curiosidad. Railin, que antes parecía una mariposa roja, ahora tenía un hermoso aspecto tranquilo como una flor iris. Railin, que estaba disfrutando de la mirada de Annette, levantó la cabeza con sensualidad, quitando su mano de su barbilla.

"...Te iba a preguntar si me quedaba bien. Pero no creo que sea necesario."

"Oh, lo siento. Te estaba mirando demasiado, ¿verdad? Fue grosero."

Annette se dio cuenta tardíamente de su error después de escuchar lo que dijo. Cuando ella se disculpó sinceramente, Railin levantó las comisuras de los labios levemente como antes. Parecía mucho más masculino, quizá porque tenía el cabello más corto. Sin embargo, las palabras que salieron de sus labios rojos fueron tan cursis como siempre.

"Me miraste con tanta intensidad que pensé que estabas enamorada de mí."

"De ninguna manera. Ya estoy casada."

"Pero te irás pronto. ¿No es así?"

Railin inclinó su cuerpo hacia atrás, mientras miraba a Annette con los ojos entrecerrados. Actuó como si supiera claramente sobre su matrimonio. Su mirada penetrante hizo que Annette se sintiera incómoda. Era recelosa en cuanto a su vida privada.

"Ya nos hemos saludado, pongámonos en marcha."

Annette asintió con la cabeza, sin querer entablar una conversación privada con Railin. Él se levantó de su asiento con una postura elegante.

"Por supuesto, cliente. Hay mucho que hacer a partir de ahora."

A diferencia de Annette, que se había vestido con bastante sencillez, él estaba vestido de forma llamativa como de costumbre. El borde de su abrigo blanco como la nieve tenía patrones en oro. Debajo llevaba un chaleco a cuadros y una camisa azul. Annette miró con ansiedad a Railin, que estaba tan colorido como un pavo real macho.

'¿Cree que está bien que vaya vestido así?'

Parecía que sí. Pero el lugar al que se dirigían a partir de ahora era el infame Gruti 4, donde vagaban todo tipo de criminales.

domingo, 21 de mayo de 2023

mayo 21, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 487

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 487. Mis Amados Pájaros (2)



"¿Condesa Jubel? ¿A qué edad empiezan a hablar los bebés?"

"No lo sé. Es diferente para cada bebé, Su Majestad."

"¿En serio?"

La Condesa soltó una risita,

"De lo que sí estoy segura es de que ahora es demasiado pronto. Pasaría a la historia si hablaran ya."

Suspiré. Quería que hablaran rápido para conversar y cantar con ellos. Quería oírles llamarme 'mamá' y a Heinley 'papá'. Había tantas cosas que quería. 

"¿Condesa Jubel? ¿A qué edad empezarán a caminar?"

"No tengo la menor idea. Cada bebé es diferente, Su Majestad."

"¿De verdad?"

"Lo que es seguro es que no comenzarán a caminar pronto. Si lo hacen, también pasaría a la historia."

"Ya veo."

Verlos andar de un lado a otro será precioso. Caminarán agarrados de la mano, con conjuntos a juego, y—

"¡Ay! ¡Su Majestad!"

Mastas gritó.

"¡La princesa sigue golpeando al príncipe!"

En efecto, vi a la princesa empujar al príncipe con una sonrisa angelical. Laurie no dejaba de golpear a Kai. Entonces, tal vez no caminen de la mano. 

Mastas los miró con preocupación. 

"¿Sería mejor ponerlos en cunas separadas?"

Los mantenía durante el día en una sola cuna uno al lado del otro porque se veían muy lindos juntos. Pero sabía que separarlos sería más seguro. Levanté a Laurie y la acosté en la otra cuna. Ella sacudió sus brazos rechonchos en señal de protesta. ¿Es nuestra Laurie un genio? ¿Cómo puede mover tan bien las manos?

Era tan bonita. Cuando le puse un dedo en la palma, lo agarró con fuerza. Luego trató de tirar del mismo hacia ella—  o lo hizo para levantarse. Tal vez sea realmente un genio. Complacida, le hice cosquillas en la palma.

"Su Majestad. La personalidad de la princesa... es igual a la de Lord Koshar, ¿cierto?"

Laura preguntó con preocupación. Justo entonces, un guardia anunció,

"Su Majestad, Lord Koshar ha venido a verle."

Hablando del diablo. Laura se sobresaltó tanto que cerró la boca y se escondió detrás de la Condesa Jubel.

"Puede entrar."

Sonreí. Mi hermano adoraba a sus sobrinos. Tanto que los visitaba a menudo sólo para admirarlos. Incluso les compraba ropa que aún no podían usar. Supuse que estaba aquí para ver a los bebés otra vez, así que no mandé fuera a mis damas de compañía.

Pero cuando entró, su expresión era sombría. ¿Ocurrió algo?

Pedí a mis damas de compañía que se retiraran un momento. Los bebés podían quedarse porque aún no entendían nada. Una vez que nos dejaron solos a los dos— bueno, a los cuatro— Koshar puso una expresión grave y se frotó las manos ansiosamente,

"He oído que la Alianza del Continente Wol está reuniendo a todos los demás países para atacar al Imperio Occidental y al Imperio Oriental. ¿Es eso cierto?"

"Sí, ha habido indicios de ello. Pero se puede resolver fácilmente. Todo estará bien."

"Aparte, los otros países no son tan fuertes como el Imperio Oriental o el Imperio Occidental. Pero si todos se unen bajo un solo comandante, será difícil oponerse a ellos."

"No hay de qué preocuparse tanto."

Me mostré confiada, no veía motivo para preocupar innecesariamente a mi hermano. Además, los bebés también estaban aquí. Aunque no entendieran lo que decíamos, podrían percibir la tensión.

Pero Koshar no se tranquilizó. Se masajeó las sienes con una mirada preocupada. Sin embargo, no dijo nada más. Solo asintió y se fue.

Una vez que se marchó, corrí hacia el príncipe, que parecía igualmente inquieto. Acaricié sus mejillas regordetas. Luego me acerqué a la princesa y le agarré la palma de la mano, que era del tamaño de mi dedo. Para entonces volvieron a entrar mis damas de compañía. Pero no vi a Mastas.

"¿Dónde está Mastas?"

"Lord Koshar se la llevó con él cuando se fue, Su Majestad."

¿Se la llevó?

***

"Me sorprendió que me buscara tan de repente, Lord Koshar."

Mastas había estado con Rose, pero en cuanto Koshar le pidió hablar a solas, ella le siguió sin pensarlo. Estaba avergonzada, pero también feliz. Cuando se llevó una mano a la cara, le ardió.

"¿Qué ocurre?" 

Mastas miró a Koshar por el rabillo del ojo. Cada vez que veía su rostro sin igual, su corazón latía aún más deprisa.

'¿Y si el corazón se me sale literalmente del pecho?'

Ella pensó seriamente. Luego se dio cuenta de lo absurdo de su preocupación.

"Lo siento, Señorita Mastas."

Koshar parecía angustiado.

"Por favor, olvide todo lo que dije la última vez."

Así que eso es lo que le preocupaba. Koshar, que hizo que su corazón se acelerara, ahora lo hizo dar un vuelco de desesperación. 

"¿Perdón?" 

Mastas se quedó helada como un bloque de hielo. Ella le miró fijamente. 

"¿Olvidar qué?"

"Cuando dije que me gustabas."

"No entiendo por qué dices esto de repente. Por supuesto que eres más de lo que merezco, pero aún así, quiero decir... esto es chocante. Realmente no lo entiendo..." 

Sus labios temblaban mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla.

"¿Ahora me odias? ¿Verme de cerca te ha hecho darte cuenta de que no soy para tanto? Puedo ser mejor. No moveré mis puños tan descuidadamente. Evitaré decir malas palabras..."

Koshar sacudió la cabeza. 

"No es por ti."

"Entonces, ¿qué es?"

"Tengo que casarme con la Princesa Charlotte para que el Imperio Occidental no quede aislado."

Los ojos de Mastas se llenaron de lágrimas. Si hubiera sido su culpa, habría intentado arreglarlo. Pero si éste era el problema...

"Eres perfecta, Señorita Mastas. Por favor, no sea dura consigo misma. No ha hecho nada malo."

Parecía que quería abrazarla, pero se contuvo.

"Lord Koshar... yo..."

"No es que no me merezcas. Soy yo quien no te merece."

Se ofreció a acompañarla de vuelta, pero ella no quiso. Caminó con dificultad sola hasta el jardín trasero y se tumbó boca abajo sobre una gran roca, sollozando. Por primera vez en su vida, se sintió triste por no haber nacido princesa.

'Fui una ilusa. Era obvio que Lord Koshar aceptaría la propuesta de matrimonio de la Princesa Charlotte. A ella podría incluso gustarle. ¿Había alguna mujer en el mundo a la que no le gustara Koshar?'

Mastas sacó su lanza y la clavó en el suelo, luego se secó las lágrimas.

'Sin duda, la princesa se casará con Koshar. La Princesa Charlotte se le acercó primero, y yo ni siquiera soy adecuada para él. Tal vez esto ocurrió porque me confesé en medio de todo. Puede que el amor me esté castigando.'

***

sábado, 20 de mayo de 2023

mayo 20, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 116

Capítulo 116. Gruti (1)

Sus ojos se agrandaron mucho ante la inesperada pregunta de Raphael. Le había dicho que lo entendía cuando hablaron antes, ¿por qué de repente tenía este comportamiento? Pero Raphael, que tenía la espalda apoyada en la pared al lado del tocador de Annette, parecía desconsolado. Ella le preguntó con una expresión de curiosidad.

"¿Por qué? ¿No quieres que visite la residencia de Celestine?"

"Bueno... no confío mucho en ellos. Podrías estar en peligro."

Raphael contestó sin rodeos barriendo su húmedo cabello negro. Entonces se inclinó en silencio para besar la frente blanca de Annette. Sus profundos ojos azules brillaban como joyas mientras la miraba desde arriba. Susurró en voz baja mientras la miraba como si estuviera cautivado por ella.

"No te vayas, Annette. Quédate aquí."

No fue fácil decirle que se quedara con él. Las manos de Raphael, que tenía una obsesión indescriptible, tomó el dorso de la mano de Annette. Fue tan insistente como una araña atando a su presa. Annette, que parpadeaba mientras lo miraba, terminó sonriendo.

"Crees que no podrás dormir por la noche, ¿verdad? Tengo algo para ti."

Annette le ofreció un pequeño regalo que sacó de un cajón del tocador. Entonces Raphael soltó de mala gana la mano de Annette para poder recibir el regalo. Cuando desenvolvió el arrugado papel de regalo plateado, se reveló una pequeña caja de música.

"¿Qué es esto?"

Raphael lo miró con disgusto. La caja de música de seda negra decorada con oro, se veía bastante glamurosa. Pero no era un regalo para un hombre adulto. Raphael, que miraba la pequeña caja de menos de la mitad del tamaño de la palma de su mano, frunció el ceño. Annette, que notó su reacción, le recomendó alegremente.

"Ábrelo. Vamos."

Era imposible no hacerle caso cuando lo sugería con tal sonrisa. Raphael suspiró y abrió la tapa de la caja de música con la punta de los dedos. Luego una melodía familiar sonó de la misma. Raphael alzó una ceja con una expresión seria, mientras se preguntaba a dónde había escuchado dicha melodía. De repente, recordó algo. Traducción ReinoWuxia

"Esta es... la canción que sueles tararear en ocasiones, ¿no?"

"Sí, es una canción de cuna."

Annette bajó las pestañas, ocultando su mirada complicada. Si se marchaba a Osland, Raphael se quedaría solo. Y cada noche podría tener problemas para dormir de nuevo. Entonces, no podría usar su habilidad para dormirlo, así que le dio esto en su lugar. Por supuesto, como no podía introducir su habilidad en una caja de música, no tendría mucho efecto... pero aún así quería hacer esto por él.

'Pobre hombre'.

Los ojos de Annette, ocultos por las sombras de sus pestañas, se nublaron como si estuviera llorando. La simple idea de abandonarlo causaba que le doliera el corazón. Raphael, que desconocía los pensamientos de Annette, miró la caja con rostro inexpresivo.

Lo que le llamó la atención fue una muñeca que giraba sobre un cristal azul oscuro del color de un lago. La pequeña muñeca hecha de cerámica parecía un hada. La sonriente bailarina, con un delicado cabello rubio y una falda rosa pálido, se parecía curiosamente a Annette. Se preguntó si había sido hecha deliberadamente con esa intención.

Raphael tocó la muñeca, que sólo tenía la mitad del tamaño de su dedo índice, con la punta de sus dedos. Annette le preguntó con una voz tranquila.

"¿Te gusta?"

"Sí. Gracias."

Él cerró la caja de música con un movimiento cuidadoso que no correspondía a su cuerpo. Sospechó sobre el motivo por el qué Annette le había hecho este regalo. Ciertamente era normal que se alegrara porque ella había pensado en él, pero por otro lado también le asustaba. ¿Por qué le regalaba una caja de música cuando ella podía seguir cantando canciones de cuna? Era como si se fuera a otro lugar.

Raphael trató de ocultar su ansiedad colocándola en el tocador. Entonces, como si tratara de contrarrestar esta sensación de malestar, agarró apresuradamente la barbilla de Annette para besarla. El beso, que al principio fue tan tenue como un saludo, pronto se volvió tan pegajoso como si fuera a tragarla. Su mano sujetaba su frágil cuello con fuerza.

Ella jadeó medio atontada por el furioso beso. La punta de su lengua se enroscaba alrededor de la suave lengua de ella, sus labios la atacaban desde muchos ángulos. Fue un beso como si sintiera algo por ella.

Annette, que casi olvidaba todo en este momento, apartó apresuradamente sus hombros. Entonces Raphael, que soltó a Annette con renuencia, se lamió la boca con una mirada impaciente. Sus labios eran muy lujuriosos. Era realmente difícil despedirse de ellos.