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sábado, 18 de marzo de 2023

marzo 18, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 69

Capítulo 69. Conversación (2)

"...¿Qué quieres saber?"

Dijo Celestine en voz baja. Estaba ansiosa por responder a las preguntas, para que Annette se fuera lo más rápido posible. Annette habló con cuidado porque se dio cuenta de ello.

"Gracias... Hay algo que realmente quiero comprobar contigo, respecto al incidente en el que fuiste secuestrada. En realidad pensé que habías sobornado a mi cochero para fingir tu propio secuestro. Pero ahora mirando tu comportamiento, creo…"

"¿Qué has dicho? ¡¿Qué soy la propia responsable de mi secuestro?!"

Celestine, que había estado escuchando las tranquilas palabras de Annette, la interrumpió a mitad de la frase. Estaba tan enfadada que su rostro se le puso rojo. Hasta hace poco estaba temblando de miedo, pero ese miedo se convirtió en ira. Su delgado cuerpo se estremeció debido a la ira hirviente.

"Desde ese día... ¿Sabes lo duro que ha sido? Mi corazón se acelera porque escucho la voz del hombre desconocido en el viento. Aunque me encuentre en la comodidad de mi hogar, en ocasiones observo agitada los muebles que me rodean, por si acaso alguien se esconde. Incluso salir a la calle me resulta difícil..."

Las furiosas palabras de Celestine se mezclaron entre sus sollozos. Retorció sus finos labios para contener el llanto. Como resultado, el labial rosado de sus labios terminó manchando ligeramente sus dientes de forma antiestética. Pero Celestine no se preocupó en absoluto, miraba furiosa con sus ojos llorosos a Annette.

"Me creaste un trauma mientras tu vives una buena vida de casada…  Estoy pasando momentos difíciles, todos los días siento ansiedad… Pero como no puedo desahogarme con nadie, le rezo a la Diosa para calmarme… Ahora me persigues hasta aquí…!!"

Celestine finalmente se derrumbó sollozando cuando sus emociones estallaron. Se veía muy afligida por la forma en que lloraba agarrando su corazón. Annette se sintió mareada porque la escena la conmocionó.

Por supuesto, Celestine podría estar tratando engañarse a sí misma. Pero no parecía el caso viendo su comportamiento. Se sentían tan vívidas las emociones que ella mostraba, que Annette estaba un poco confundida.

Estaba claro que algo estaba mal. Annette reflexionó sobre sus suposiciones. Creía que las recientes acciones de Celestine eran para evitarla. Si Celestine había cometido su propio secuestro para convertirse en la Princesa Heredera, seguramente debido a la culpa sería incómodo para ella encarar a la falsamente acusada Annette. 

'Pero en realidad... ¿Podría deberse al trauma psicológico del secuestro?'

Fue una situación inesperada para Annette, que había asumido la culpabilidad de Celestine. También esa razón bastaba para explicar sus recientes acciones.

Tenía sentido por qué Celestine evitaba las actividades sociales incluso después de haber sido elegida para el puesto de Princesa Heredera. También por qué se refugiaba tanto en la religión. Todo se podía justificar bajo las secuelas del trauma del secuestro.

Annette estaba tan confundida que se sentía fuera de sí. Ahora habían dos opciones; que Celestine fuera inocente o que simplemente estuviera actuando de forma descarada.  Por desgracia, Annette no tenía pruebas 'reales' para determinar cuál era la verdad. Por lo que no podía hacer un juicio precipitado en este momento.

'Necesito más tiempo para pensar'.

De todos modos, ahora no era el momento para ello. Annette vio a la sacerdotisa, que dormida en su silla, retorciéndose. Parecía que pronto se despertaría debido a los gritos de Celestine. Los guardias de afuera debían encontrarse en una condición similar. Estaba nerviosa porque hubo un poco de ruido más allá de la puerta.

Annette miró a la sollozante Celestine que estaba agachada en el suelo. Entonces se arrodilló frente a ella. Sorprendida por el acercamiento de Annette, Celestine levantó su rostro cubierto de lágrimas. Los ojos de las dos mujeres se encontraron. Annette susurró con sinceridad para aprovechar el momento.

"Lo siento, Celestine. Ni siquiera sabía que estabas sufriendo tanto… Sospechaba que todo fue un plan tuyo. Pero soy inocente, al igual que tú. Prometo en nombre de la Diosa que no soy la responsable de tu secuestro. Si lo hubiera hecho, no me habría arriesgado a infiltrarme aquí para verte. ¿No crees?"

Ella suspiró cuando terminó sus palabras. Había dicho todo lo que se le había ocurrido, pero dudaba de haber transmitido su mensaje de forma correcta a Celestine. Ella miraba a Annette con los ojos húmedos mientras respiraba de forma errática. Su rostro mostraba claramente que estaba dudando si debía creer en sus palabras.

viernes, 17 de marzo de 2023

marzo 17, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 68

Capítulo 68. Conversación (1)


"Oh, mi cabeza... ¿Me quedé dormida? ¿Sacerdotisa Louise?"

Celestine no se dio cuenta inmediatamente de la situación. Se apretó la sien izquierda como si tuviera migraña. Parecía que había confundido a Annette con la sacerdotisa Louise. Resultaba comprensible puesto que Annette llevaba un uniforme de sacerdotisa.

Annette se quitó la máscara con calma, reprimiendo el ligero temblor de su mano. Entonces los ojos de Celestine se agrandaron. Se quedó tan atónita que casi olvidó respirar. Annette sintió una alegría inexplicable viendo su cara sorprendida. Ella se sentó lentamente frente a Celestine manteniendo una sonrisa en su rostro.

"Ha pasado un tiempo, dama Celestine. ¿O debería llamarte futura Princesa Heredera...?"

"¡¿Qué demonios está sucediendo?!... ¿Qué piensas hacerme otra vez?"

Annette quedó consternada con sus palabras. Ella nunca le había hecho nada a Celestine. Por el contrario, suponía que Celestine había planeado su propio secuestro con la intención de incriminarla. Creía que Celestine la evitaba porque se sentía culpable, o tenía miedo de que desenmascara su plan malévolo.

Pero ante sus ojos Celestine actuaba como si fuera la víctima perfecta. Celestine retrocedió asustada, su cuerpo estaba temblando. Incluso casi se cae hacia atrás porque estaba sentada en la silla. Annette no quería ser la causante de que la futura Princesa Heredera se rompiera el cuello, así que la agarró del brazo por si acaso.

"Cálmate. Puedes lastimarte si sigues así."

Pero en cuando la mano de Annette la tocó, Celestine sacudió su mano de forma histérica. Su acción tuvo un efecto contraproducente. Afortunadamente, Celestine no se rompió la cabeza porque cayó sobre su trasero. Se arrastró por el suelo como si no le hubiera dolido.

"¡¡No me toques con tus manos!! ¡Aléjate de mí! ¿Qué demonios quieres? ¿No es suficiente lo que me hiciste antes? ¿¡Hay alguien ahí fuera!?... Ayúdeme."

Celestine gritó tan fuerte que Annette se apresuró a taparle la boca. Su corazón estaba acelerado por el exagerado comportamiento de repudio de Celestine. Entonces enfocó su atención hacia el exterior para escuchar si había algún movimiento. No parecía que los guardias afuera hubieran despertado.

"¡¡¡Hmmmm!!!"

Celestine forcejeó intentando quitar la mano de Annette que le tapaba la boca. Las dos tenían cuerpos similares, así que Annette no podía someterla a la fuerza. Celestine estaba tan agitada que parecía imposible una conversación. Annette trató de calmar a Celestine hablando en el tono más suave posible.

"Shhh, no estoy aquí para hacerte nada. Solo necesito cinco minutos para hablar contigo a solas. Por favor, cálmate. Me iré luego de hacerte algunas preguntas. Lo prometo."

"¡¡Hmm!! ¡¡Hm!!"

Pero Celestine no quería creer esto fácilmente. Bueno, ¿Quién creería que un secuestrador que ha irrumpido en un templo neutralizando a los demás, solo quiere conversar? A menos que ella tuviera algún problema cognitivo, resultaba lógico que sospechara.

Annette se tambaleó cuando la agitada Celestine le mordió la mano. A pesar de que llevaba guantes, le dolió que la mordiera tan fuerte. Annette se quedó perpleja porque no esperaba que Celestine reaccionara con un ataque. Se puso a pensar rápidamente en una excusa que pudiera tranquilizar a Celestine.

"Escúchame un segundo, dama Celestine. Prometo en nombre de la Diosa Odessa que no te haré nada. Soy creyente de la Diosa al igual que tú."

Ella pensó en la palabra '¡brilla!', para emitir una luz brillante desde su mano. El brazalete ha sido muy útil hoy. El forcejeo de Celestine se detuvo cuando vio la luz divina. Fue un método eficaz porque Celestine era una creyente devota. Aunque tenía una mirada vacilante, soltó la mano de Annette que había mordido.

"Gracias. Retiraré mi mano ahora. Nunca te haría daño, así que por favor no grites. Como te dije antes, me iré después de hacerte unas preguntas."

Celestine asintió ligeramente con la cabeza, aunque su cuerpo todavía estaba temblando. Annette retiró su mano lentamente con la intención de taparle la boca al menor indicio de que fuera a gritar. Un trozo de su guante se desprendió por la mordida de Celestine, pero Annette no se molestó en recogerlo. Llevaba a propósito unos guantes fabricados en serie para que no pudieran identificarla incluso si los perdía.

Annette observó atentamente la reacción de Celestine. En lugar de gritar, apretó los dientes con la cara pálida. No parecía que estuviera fingiendo sentir miedo. Annette se sintió realmente confundida viendo esto.
marzo 17, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 67

 Capítulo 67. Infiltración (4)


"¿Quién eres?"

Los guardias tenían una mirada aguda. A simple vista parecía que había alrededor de una docena. Pero en el momento en que la vieron con el uniforme sacerdote, su hostilidad se suavizó un poco. El hombre de mediana edad que parecía a cargo, le preguntó a Annette.

"Eres una sacerdotisa al servicio de la diosa Odessa. ¿Qué te trae por aquí?"

"Oh, lo siento. Tenía que encontrarme aquí con un creyente… ¿Acaso esta no es el área que se usa como confesionario?"

La voz de Annette que salió a través de la máscara fue tan débil como un canario. También podía distinguirse su frágil cuerpo a pesar que llevaba el uniforme de sacerdotisa, por lo que no sería fácil someterla por la fuerza si surgía la necesidad. Sin embargo, los guardias no bajaron la guardia. El hombre cuestionó a Annette con una sonrisa.

"Esta área siempre está prohibida en ciertos momentos. Puedo darme cuenta que eres una sacerdotisa que participa en la ceremonia viendo la máscara que llevas puesta. ¿Pero no sabes nada al respecto?"

Parecía que todo el confesionario se bloqueaba durante la visita de Celestine por su seguridad. El rostro de Annette oculto por la máscara se llenó de vergüenza. Pero ahora no podía echarse atrás. Annette mintió con voz tranquila.

"Oh, cielos. Parece que he llegado demasiado pronto debido a mi preocupación por los corazones de los creyentes. Lamento haber interferido en su itinerario."

Annette inclinó la cabeza como si estuviera a punto de darse la vuelta para marcharse. Sin embargo, el hombre se acercó a ella. Su mirada estaba fija en la máscara de Annette, ella creía que iba a pedirle que se la quitara. Ella rápidamente tuvo una idea para mantener su rostro oculto. Annette pensó en la palabra 'brilla' para utilizar el poder del brazalete.

"Ahora que lo pienso, aunque es la ceremonia de otoño, no he podido bendecir a ningún devoto cordero de la diosa. Si no le importa, ¿podría inclinar la cabeza?"

Los guardias bajaron un poco la guardia al mirar la luz en la mano de Annette. Cualquiera no podía crear ese poder. Ellos asumieron que Annette realmente era una sacerdotisa de alto rango. Entonces no había necesidad de que se quitara la máscara.

"Se lo agradezco, pero será en otra oportunidad. Como puede observar ahora estoy de servicio. Ya que se ha equivocado de hora, por favor váyase ahora."

El guardia cruzó los brazos al terminar de hablar. Estaba decidido a no quitarle los ojos de encima hasta que ella desapareciera por el pasillo. Pero Annette no tenía intención de irse tan fácilmente. Ya se había arriesgado a venir hasta aquí. Celestine últimamente evitaba las actividades públicas, así que esta era la única manera de estar a solas con ella.

"Espera un momento. Si no aceptas recibir la bendición, al menos escucha un himno a la diosa. A fin de cuentas, es la ceremonia de otoño."

Después de terminar sus palabras, Annette comenzó a cantar sin que el hombre tuviera tiempo de negarse. Su voz temblaba un poco porque era la primera vez que intentaba dormir a tanta gente. Afortunadamente, el lugar fue bueno para su propósito. Su voz resonaba en el estrecho pasillo.

Poco a poco los guardias fueron cayendo al suelo con los ojos cerrados. Tras terminar la canción, Annette tocó suavemente el cuerpo de unos de los guardias caídos con su pie. El guardia emitió un gruñido pero siguió durmiendo.

Ella rápidamente pasó por encima de los cuerpos hacia el confesionario. Cuando obligaba a una persona en estado normal a dormir, el efecto sólo duraría unos cinco minutos. No disponía de mucho tiempo.

'Celestine debe estar aquí'.

El tercer confesionario, reservado para los invitados especiales de la aristocracia, estaba magníficamente decorado desde el pomo de la puerta bañado en oro. Annette tiró del pomo tallado en forma de águila para entrar. Entonces le llamó la atención una mesa de madera en el centro de la habitación. Sobre la mesa de madera descansaba la parte superior del cuerpo de dos mujeres dormidas. Le preocupaba que las personas dentro del confesionario no pudieran escuchar su canción, pero afortunadamente la insonorización no era perfecta.

Ella reconoció fácilmente el cabello castaño oscuro de Celestine Keers. Supuso que la otra mujer sentada frente a ella era la sacerdotisa llamada Louise. Annette arrastró la silla en la que estaba sentada la sacerdotisa hasta la esquina. Aunque había utilizado sus poderes, podría despertarse si había un ruido fuerte cerca.

Afortunadamente, la sacerdotisa Louise era delgada, por lo que fue capaz de moverla con su fuerza. Luego Annette extendió su mano para sacudir el hombro de Celestine.

"Hmm..."

Los párpados de Celestin comenzaron a abrirse. Sus ojos verdes se revelaron poco a poco bajo sus pestañas marrones. Annette sonrió satisfecha. Finalmente, llegó el momento de la verdadera conversación.

miércoles, 15 de marzo de 2023

marzo 15, 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 464

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 464. Vieja Historia (1)



Durante dos horas, Dolshi me estuvo criticando. A decir verdad, no fue de ninguna ayuda. Bueno, puede que me ayudara a darme cuenta de que uno debe dominar su magia por su cuenta.

Sin embargo, aunque todo lo que hizo fue sentarse allí durante dos horas y criticarme, se rascó el cuello y refunfuñó,

"Esto es agotador, muy agotador."

Se estiró en la silla mullida y dijo,

"Quiero café."

Cuando nuestras miradas se cruzaron, añadió en tono burlón,

"Ah, tu no puedes beber café."

'Es un dragón irritante.'

Era tan arrogante que sólo podría ser el dragón. Me quejé en mi interior, pero mantuve una expresión plácida. Llamé a un sirviente para que trajera unas sillas, café, bocadillos, y otras bebidas.

Debía de tener mucha hambre. En cuanto la mesa estuvo llena de comida, Dolshi devoró los bocadillos sin descanso. Al mismo tiempo, hablaba con Kapmen de cosas que yo desconocía. Kapmen reaccionaba a todo lo que decía.

Se veían muy cercanos. Fue interesante ver a Kapmen— un noble seco e inflexible como yo— manejar el torbellino de pensamientos de Dolshi sin retroceder.

Empecé a interesarme por su conversación. Dolshi hablaba de interminables extensiones desérticas, cumbres que atravesaban las nubes y enormes monstruos con forma de pulpo que aparecían en el océano. Parecía un entorno totalmente distinto al de la vida en el palacio, llena de elegantes violines, suaves perfumes y finas texturas. Sin embargo, tenía su propio encanto.

Así que me senté en silencio a escuchar la conversación.

"Por cierto, Kapmen."

Los ojos de Dolshi brillaron de repente.

"¿Qué?"

Dolshi se inclinó hacia delante,

"Mencionaste algo sobre una poción de amor en una de las últimas cartas. Que querías encontrar la forma de revertirla."

Kapmen y yo nos estremecimos. Pero Dolshi no se percató.

"¿La revertiste?"

"Lo hice..."

Kapmen apenas se abstuvo de mirar hacia mí.

"¿Cómo?"

"Es difícil de explicar."

No tenía ningún interés en ese tema. Tomé incómodamente una galleta y la mastiqué.

Sin embargo, Dolshi estaba absorto. Interrogó a Kapmen alrededor de treinta minutos, preguntándole cómo se había liberado, cuál era el antídoto y sus efectos secundarios. Al final, preguntó,

"Kapmen, Kapmen. ¿No te queda ninguna de esas pociones?"

Cuando Kapmen lo miró con el ceño fruncido, Dolshi sonrió,

"Dame una."

"¿Para qué la quieres?"

"Sólo dámela."

Una sonrisa confiada cruzó los labios de Dolshi, a lo que Kapmen insistió,

"¿Para qué?"

Dolshi respondió como si fuera obvio,

"Para beberla."

Kapmen lo miró perplejo.

"¿Qué dices? ¿No te he dicho cuánto sufrimiento me ha causado?"

El Gran Duque debe haber pedido ayuda a Dolshi para neutralizar la poción. Sin embargo, Dolshi era terco como una mula.

"¿Y qué? Es patético y fascinante cómo una simple poción te hizo sufrir así."

Una vena azul brotó en la frente de Kapmen. Aún así, Dolshi continuó fastidiándole con una terquedad infantil.

"Sólo una vez, quiero saber qué se siente. Dame una. Soy un mago consumado, así que puedo neutralizarla enseguida."

¿Siempre fueron los dragones criaturas tan obstinadas? Desde que se enteró de la construcción de una represa de joyas, Dolshi no paraba de traerme diseños y dibujos... ahora parecía dispuesto a ir a tomar la poción por su cuenta si Kapmen se negaba a dársela.

Aun así, Dolshi me miraba con ojos brillantes. Una energía caótica destellaba en sus pupilas. No fue una mera sensación. Realmente vi un tono rojo en sus ojos. Al final, Kapmen se levantó y salió. Supuse que iba a buscar la poción.

Cuando se fue, Dolshi se dirigió a mí,

"Si ya ha descansado, dama de extraño nombre, vuelva a practicar."

Mientras intentaba hacer hielo de la nada, Kapmen regresó con la poción.

Le extendió la pequeña botella a Dolshi, que la aceptó con una risita y la levantó como si fuera un villano.

"Dolshi, déjame advertirte una vez más..."

Antes de que Kapmen pudiera volver a disuadirle, Dolshi arrancó el corcho y lo vertió todo en su boca, sin darle la oportunidad.


Kapmen y yo nos escondimos al mismo tiempo debajo de la mesa, un reflejo provocado por nuestro trauma mutuo a causa de los efectos de la poción.

"No sabe a nada. ¿Qué demonios? ¿Por qué se esconden? Tengo que ver una cara para que la poción surta efecto."

Kapmen me miró fijamente, sacudió la cabeza y me dijo que no me moviera. Asentí. Dolshi afirmaba que podría deshacerse de los efectos enseguida, pero ¿quién podría asegurarlo? También podría experimentar otros efectos secundarios. No queríamos involucrarnos con él en ese sentido, así que no teníamos intención de salir.

"¿No saldrá uno de ustedes para probarla?"

Habló un poco molesto mientras daba golpecitos en la mesa bajo la que estábamos escondidos. Aun así, permanecimos tan inmóviles como un muerto.

Entonces soltó una carcajada,

"Elegiré a uno de los dos."

Se puso en pie de un salto. Su silla cayó al suelo al mismo tiempo que la puerta fue abierta de golpe.

"¡Su Majestad!"

Era la voz de McKenna.

Sorprendida, levanté la cabeza e hice contacto visual con Kapmen. Nos pusimos de pie al unísono, ambos imaginando lo peor. Dolshi lo había mirado tan pronto como lo escuchó.

Tragué en seco. ¿Será... eficaz? Por mucho que me preocupaba, dudaba que la poción funcionara en un dragón...

Dolshi señaló a McKenna. Lentamente, se volvió hacia mí.

"¿Quién es ese encantador pajarito azul, tan azul como si estuviera hecho del mismísimo cielo?"
marzo 15, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 66

Capítulo 66. Infiltración (3)


Rodeada por una multitud de personas, Annette miró a su alrededor buscando a Railin. Creía que la ayudaría a salir de este apuro de alguna manera. Pero había desaparecido. Su corazón se agitó por la ansiedad. De repente, alguien agarró el brazo de Annette.

"¡Por fin te encontré! Te hemos estado buscando durante un tiempo. La ceremonia está a punto de comenzar, ¿Y todavía estás aquí?"

...¿Quién es? Las pupilas de Annette temblaron. Una persona con un uniforme de sacerdote como el suyo pretendía conocerla. Al principio pensó que era Railin, pero la voz pertenecía a una mujer. Pensó que debía haberla confundido con otro sacerdote.

'No puedo hablar con ella. Me descubrirá cuando escuche mi voz'.

Annette la siguió después de inclinarse deliberadamente a modo de disculpa. Por fortuna pudo escapar de la multitud gracias a la sacerdotisa. Parecía que ella ocupaba un rango bastante alto en el templo de Odessa. Las personas se separaban a ambos lados para despejar el camino por dondequiera que fuera.

El corazón de Annette latía con fuerza por temor a que la sacerdotisa le hablara. Le preocupaba que ella pudiera escuchar los latidos de su corazón. Por suerte la sacerdotisa no hizo ninguna pregunta a Annette. Solo hubo silencio entre ambas.

Annette pudo entrar en el templo con facilidad gracias a ella. Había mucha gente dentro, pero incluso así parecía que sólo podían entrar 'selectos creyentes'. Cuando doblaron en una esquina, llegaron a una zona solitaria. La sacerdotisa  soltó el brazo de Annette.

'¿Qué debo hacer ahora?'

Annette se puso nerviosa frente a ella. Ella la trajo hasta aquí mencionando la ceremonia, pero Annette no era una sacerdote. No sabía nada acerca de la ceremonia. Su vida estaba acabada si su identidad fuera revelada en estas circunstancias. Observó con nerviosismo que la sacerdotisa levantaba de repente la mano.

Ella se asustó pensando que podría golpearla. Resultaba lógico porque ella se estaba infiltrando de forma indebida. Pero la sacerdotisa levantó la mano para mostrar el anillo que llevaba. Ella estaba confundida al principio, pero pronto reconoció el anillo que llevaba.

"¡Tú...!"

Annette también tenía un anillo con la letra 'S' grabada. Al parecer la sacerdotisa que tenía delante pertenecía al gremio secreto. La sacerdotisa le dijo con cautela.

"Shhh, lo que solicitaste fue que te ayudáramos a infiltrarte en el templo. Hemos completado su solicitud. Lo que ocurra después de este punto está totalmente en las manos del cliente. Espero que puedas cuidarte."

El tono de voz de la mujer fue muy clerical. Annette se preguntó si era una sacerdotisa con otra ocupación paralela, o un miembro del gremio secreto que estaba fingiendo como ella. Pero la mujer se fue sin que ella tuviera tiempo de hacerle alguna pregunta.

Al quedarse sola, Annette miró a su alrededor con cautela. Cuando se asomó por la esquina del pasillo, vio a lo lejos un cartel que decía 'Segunda Capilla 2'. Entonces sacó un mapa del templo de Odessa para repasar de nuevo el camino.

'Giro a la derecha aquí... luego atravieso dos pasillos... la tercera habitación desde la izquierda.'

Según la información que le proporcionó Railin, Celestine Keers era una creyente devota. Incluso solía reunirse a solas con un sacerdote llamado Louis cada vez que visitaba el templo. También confesaba sus angustias al sacerdote que la había guiado desde su infancia. En el templo se usaba un lugar como confesionario para miembros aristócratas, que tenían un estatus similar a la familia real.

'La futura Princesa Heredera forma parte de sus propios devotos. Seguramente el templo de Odessa debe tratar bien a Celestine'.

Ella esperaba que el templo dedicado a la diosa Odessa recibiría un trato preferencial considerable si Celestine se convertía en Reina. 

Pero a ella no le interesaba eso. Solo había una cosa que quería saber. ¿Fue Celestine quien arruinó su vida al cometer un secuestro a sí misma?

Annette caminó con cautela por los pasillos. Mientras recorría el camino mirando el mapa en ocasiones. Finalmente llegó al lugar que quería. Pero en el momento en que giró hacia la izquierda, sus ojos se agrandaron como platos. Esto se debía a que el pasillo con las salas de confesiones estaba bloqueado. Además con los guardaespaldas de Celestine.

lunes, 13 de marzo de 2023

marzo 13, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 65

Capítulo 65. Infiltración (2)


Por fin llegó el momento de actuar. La nerviosa Annette se puso la máscara ceremonial. Su disfraz estaba completo. Railin tomó la delantera para conducirla fuera de la cripta. Annette observó la espalda de Railin que caminaba lentamente.

"¿Crees que es prudente salir con ese aspecto?"

El cuerpo de Railin estaba pintando como un pigmento de bronce, además estaba vestido con un quitón de color oscuro como si fuera un antiguo dios. Sin embargo, a pesar de su apariencia, todavía era una tarde soleada.

Annette lo siguió con una mirada vacilante, manteniendo un poco de distancia con Railin. Ella temía que la descubrieran por esto. Pero a medida que se acercaban al templo, este temor se desvaneció de forma natural.

"¿Quienes son esas personas?... ¿Por qué se ven de esa manera....?"

Ella le preguntó mirando disimuladamente. Los alrededores del templo estaban abarrotados de gente. Notó que varios hombres tenían la apariencia de Railin. De hecho, hubo personas quienes fueron aún más extremos.

Algunos hombres que tenían cuernos de cabra en sus cabezas como antiguos demonios, incluso tenían los alrededores de los ojos pintandos de negro. También habían mujeres que llevaban alas blancas hechas con plumas de pollo. Railin parecía normal a simple vista en comparación con ellos. Railin respondió inclinando la cabeza.

"Oh, con razón te has sorprendido tanto antes. Es la primera vez que asistes a la ceremonia de otoño, ¿Verdad?"

"Sí. Nunca he frecuentado el templo."

Annette confesó con franqueza. En el Reino de Deltium no existía una devoción religiosa. Por supuesto, no solo se reconocía la existencia de Dios, sino que también se respetaba a los sacerdotes. Sin embargo, cuando se trata de las creencias religiosas individuales, la situación era un poco diferente.

En Deltium se permitía la libertad religiosa. Más bien, no se incentivaba por temor a que un exceso de confianza en la religión amenazara la autoridad real. Quienes creían participaban en las costumbres religiosas, y quienes no creían no se interesaban por la religión. Cabe destacar, que el padre de Annette pertenecía a los no creyentes.

 —Sólo los débiles se apoyan en Dios.

Annette recordó el frío movimiento de los labios de Allamand al hablar con desprecio. Annette no tenía más remedio que seguir lo que decía como una hija obediente. Parecía más una propiedad de Allamand que una persona.

La expresión de Annette al recordar el pasado se volvió un poco sombría. Cuando Railin vio esto, quiso desviar su atención. Lo hizo agarrando la mano de Annette.

"¿......?"


Ella levantó la cabeza para mirar a Railin. Le había dicho que no tocara su cuerpo de forma imprudente, pero lo hizo de nuevo. Justo cuando Annette estaba a punto de regañarlo con el ceño fruncido, Railin le puso un fino brazalete de plata en la muñeca.

"Este brazalete servirá para engañar. Piensa en tu mente 'brilla'."

Railin entrecerró sus ojos como una luna creciente. Annette miró el brazalete en su muñeca desconcertada. Pensó por reflejo en la palabra 'brilla'. Para su sorpresa un sutil brillo como el de una luciérnaga salió de su palma. Parecía que estaba manifestando algún poder.

"Devuélvelo después de usarlo. Es valioso. No lo prestamos, pero eres un cliente especial."

"Gracias. Es un brazalete muy interesante. Lo cuidaré bien."

Annette asintió. Apretó aún más la unión del brazalete temiendo perderlo. Railin parecía un mago porque tenía un artículo mágico tan misterioso. Por supuesto, fue una idea ridícula porque la magia antigua casi ha desaparecido.

Justo cuando Annette se había puesto el brazalete, varias personas reunidas en frente del templo se acercaron a ella. Se trataba de personas que habían estado mirando a Annette desde antes. Annette se puso nerviosa preguntándose si parecía sospechosa. Pero entonces, un hombre mayor parecido a su padre, se inclinó cortésmente.

"Por favor, concédeme la gracia de la Santa Diosa. Oh fiel servidora de la diosa."

Annette en ese momento se dio cuenta de cómo utilizar la pulsera. Annette, que se aclaró la garganta, habló con voz más baja que de costumbre. Ella se comportó de forma tan solemne como un sacerdote.

"El aliento de la Diosa siempre estará contigo. Oh, devoto cordero de la Diosa."

Cuando Annette terminó de hablar, puso la mano en la cabeza del hombre. Entonces pensó en la palabra 'brilla'. Afortunadamente, salió luz de la mano de Annette como antes. Las personas que la rodeaban exclamaron asombradas.

Ella miró a su alrededor después de terminar la bendición. Pudo observar tranquilamente las reacciones de las personas porque llevaba una máscara. Gracias a su creíble actuación, nadie pareció sospechar de Annette. Sin embargo, su actuación fue tan buena que hubo algunos efectos secundarios.

"Bendíceme también."

"¡Yo primero, quítate del camino!"

"¡Por favor mantengan la fila! ¡¡No se coleen!!"

En un instante, se formó una larga fila frente a Annette. Ella observó la fila con pánico. ¿Tengo que bendecirlos uno por uno? En ese caso, no podría moverse de este lugar hasta que se ocultara el sol. Además, le preocupaba que otros sacerdotes la pudieran descubrir por el revuelo que estaba causando.

En definitiva, estaba en problemas.

domingo, 12 de marzo de 2023

marzo 12, 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 64

Capítulo 64. Infiltración (1)

"¡¡¡Ahhhhh!!!"

Annette se asustó tanto que estuvo a punto de desmayarse. La estatua dentro de la tumba se estaba moviendo. Seguro la enfadada Diosa la castigaría por su intrusión indebida. Annette gritó mientras se agachaba en el suelo. Sus ojos estaban blancos de miedo.

Entonces la estatua que se acercaba paso a paso se inclinó hacia Annette. Sintió sensación espeluznante cuando la sombra de la muerte se cernió sobre su cabeza. La asustada Annette miró la estatua con ojos llorosos. De repente salió una risa de la boca de la estatua que la estaba mirando.

"¡Jajaja! Lo siento, cliente. Parece que fui demasiado travieso."

Su voz ronca en términos de color era roja como un rubí. Era imposible que no supiera a quién pertenecía una voz que le resultaba familiar. Annette miró a la estatua desconcertada.

"¿Ra, Railin?"

Al principio no pudo distinguirlo porque estaba demasiado oscuro, pero ahora podía apreciar claramente la cara de Railin. Annette se preguntaba sinceramente qué pensamientos tenía en su estrafalaria cabeza. ¿Quién diablos esperaría a otra persona en un cementerio tan espantoso disfrazado como una estatua? Annette pensó que realmente estaba loco. Railin sonrió con el rostro cubierto de pintura de bronce

"No esperaba que te sorprenderías tanto."

"Por supuesto. Realmente pensé que me iba a dar un ataque al corazón."

Cuando su conmoción desapareció, fue la ira la que llenó el vacío. Annette, que nunca había sido sorprendida de esta manera en su vida, tenía una inusual mirada penetrante. Pero las lágrimas seguían goteando de las comisuras de sus ojos, por lo que no se veía amenazante. La sonrisa de Railin se intensificó al ver a Annette así por primera vez.

'Es adorable'.

La mujer que Railin conocía siempre había tenido una apariencia tranquila digna de una aristócrata. Una elegancia impecable. Una sonrisa ambigua. Es posible que fuera la cara que Annette mostraba al mundo exterior. A pesar de sus exigentes gustos, a Railin le gustaba mucho su máscara.

Pero la cara llorosa de Annette también era estimulante, porque delataba sus emociones reales. Railin sonrió pensando que había podido vislumbrar su verdadera naturaleza. No podía evitarlo aunque pareciera que fuera un pervertido.

Railin le extendió la mano caballerosamente.

"No tenemos mucho tiempo ahora. Debes levantarte."

Annette se levantó agarrándole la mano. Pronto recuperó su habitual tranquilidad, después de limpiarse las lágrimas en su rostro. Pero la voz de Annette aún contenía enfado.

"No vuelva a hacer eso, Railin. Soy un poco nerviosa. Si sucede algo parecido nuevamente, seguro tendrás que enterrar mi cuerpo. ¿Entiendes?"

"Eso sería difícil para mí. No tengo mucha destreza para esos trabajos."

A Annette le disgustó la intensa sonrisa de Railin. Debido a su apariencia nunca sospechó que fuera una estatua aunque solo estaba pintado con pigmentos. Si Railin tuviera las piernas más cortas o un abdomen hinchado, quizás habría notado algo extraño en la estatua. Pero no solo no vio ninguna anomalía, sino que también estaba oscuro.

"Ya está bien de bromas. ¿Trajiste la ropa que prometiste?"

"Por supuesto. Aquí tienes."

Railin abrió la tapa de uno de los sarcófagos colocados en la cripta. Sacó un uniforme de sacerdote de Odessa y una máscara ceremonial. Los bordados de los uniformes eran tan intrincados que no era fácil hacer imitaciones. Annette recibió los artículos preguntándose cómo podría haber preparado esto tan rápidamente. Pero pronto cambió la expresión en su rostro a una de desagrado. 

"Oh. Los he guardado en el sarcófago, así que olerá extraño. Por favor, comprenda."

"...Sí. No pasa nada".

Annette respondió con una mirada reticente. El nuevo uniforme de sacerdote que le dio Railin parecía limpio, pero la tela desprendía un particular olor a moho. Pero no era el momento de quejarse. Annette decidió no pensar en ello. Entonces entró en una habitación de la cripta y salió después de cambiarse.

"¿Cómo me veo?"

Annette, que llevaba puesta la capucha, preguntó inclinando la cabeza. Su elegante rostro acompañado del uniforme blanco, brillaba como una estrella en la oscuridad. Railin sonrió satisfecho observando su aspecto. Incluso sin la máscara ella parecía más un sacerdote que los mismos sacerdotes.

"Railin. ¿Está lista la 'coartada' que solicite?" 

Preguntó ansiosa con la máscara en la mano. Le pidió a Railin que creará una coartada en caso de que tuviera que escapar porque algo salía mal. Por supuesto, Railin la preparó con anticipación. Él sonrió admirando su precaución, puesto que Annette estaba comprobando hasta el último detalle.

"Por supuesto. Nadie esperaría que nuestra clienta se encuentre en ese lugar en ese momento. Todo está perfectamente preparado."

"Es un alivio. Ha hecho un trabajo excelente."

"Mi trabajo es el mejor de Deltium, ¿No? Ahora bien, ¿Nos ponemos en marcha?

"Sí, estoy lista."