Reciente

viernes, 17 de marzo de 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 67

 Capítulo 67. Infiltración (4)


"¿Quién eres?"

Los guardias tenían una mirada aguda. A simple vista parecía que había alrededor de una docena. Pero en el momento en que la vieron con el uniforme sacerdote, su hostilidad se suavizó un poco. El hombre de mediana edad que parecía a cargo, le preguntó a Annette.

"Eres una sacerdotisa al servicio de la diosa Odessa. ¿Qué te trae por aquí?"

"Oh, lo siento. Tenía que encontrarme aquí con un creyente… ¿Acaso esta no es el área que se usa como confesionario?"

La voz de Annette que salió a través de la máscara fue tan débil como un canario. También podía distinguirse su frágil cuerpo a pesar que llevaba el uniforme de sacerdotisa, por lo que no sería fácil someterla por la fuerza si surgía la necesidad. Sin embargo, los guardias no bajaron la guardia. El hombre cuestionó a Annette con una sonrisa.

"Esta área siempre está prohibida en ciertos momentos. Puedo darme cuenta que eres una sacerdotisa que participa en la ceremonia viendo la máscara que llevas puesta. ¿Pero no sabes nada al respecto?"

Parecía que todo el confesionario se bloqueaba durante la visita de Celestine por su seguridad. El rostro de Annette oculto por la máscara se llenó de vergüenza. Pero ahora no podía echarse atrás. Annette mintió con voz tranquila.

"Oh, cielos. Parece que he llegado demasiado pronto debido a mi preocupación por los corazones de los creyentes. Lamento haber interferido en su itinerario."

Annette inclinó la cabeza como si estuviera a punto de darse la vuelta para marcharse. Sin embargo, el hombre se acercó a ella. Su mirada estaba fija en la máscara de Annette, ella creía que iba a pedirle que se la quitara. Ella rápidamente tuvo una idea para mantener su rostro oculto. Annette pensó en la palabra 'brilla' para utilizar el poder del brazalete.

"Ahora que lo pienso, aunque es la ceremonia de otoño, no he podido bendecir a ningún devoto cordero de la diosa. Si no le importa, ¿podría inclinar la cabeza?"

Los guardias bajaron un poco la guardia al mirar la luz en la mano de Annette. Cualquiera no podía crear ese poder. Ellos asumieron que Annette realmente era una sacerdotisa de alto rango. Entonces no había necesidad de que se quitara la máscara.

"Se lo agradezco, pero será en otra oportunidad. Como puede observar ahora estoy de servicio. Ya que se ha equivocado de hora, por favor váyase ahora."

El guardia cruzó los brazos al terminar de hablar. Estaba decidido a no quitarle los ojos de encima hasta que ella desapareciera por el pasillo. Pero Annette no tenía intención de irse tan fácilmente. Ya se había arriesgado a venir hasta aquí. Celestine últimamente evitaba las actividades públicas, así que esta era la única manera de estar a solas con ella.

"Espera un momento. Si no aceptas recibir la bendición, al menos escucha un himno a la diosa. A fin de cuentas, es la ceremonia de otoño."

Después de terminar sus palabras, Annette comenzó a cantar sin que el hombre tuviera tiempo de negarse. Su voz temblaba un poco porque era la primera vez que intentaba dormir a tanta gente. Afortunadamente, el lugar fue bueno para su propósito. Su voz resonaba en el estrecho pasillo.

Poco a poco los guardias fueron cayendo al suelo con los ojos cerrados. Tras terminar la canción, Annette tocó suavemente el cuerpo de unos de los guardias caídos con su pie. El guardia emitió un gruñido pero siguió durmiendo.

Ella rápidamente pasó por encima de los cuerpos hacia el confesionario. Cuando obligaba a una persona en estado normal a dormir, el efecto sólo duraría unos cinco minutos. No disponía de mucho tiempo.

'Celestine debe estar aquí'.

El tercer confesionario, reservado para los invitados especiales de la aristocracia, estaba magníficamente decorado desde el pomo de la puerta bañado en oro. Annette tiró del pomo tallado en forma de águila para entrar. Entonces le llamó la atención una mesa de madera en el centro de la habitación. Sobre la mesa de madera descansaba la parte superior del cuerpo de dos mujeres dormidas. Le preocupaba que las personas dentro del confesionario no pudieran escuchar su canción, pero afortunadamente la insonorización no era perfecta.

Ella reconoció fácilmente el cabello castaño oscuro de Celestine Keers. Supuso que la otra mujer sentada frente a ella era la sacerdotisa llamada Louise. Annette arrastró la silla en la que estaba sentada la sacerdotisa hasta la esquina. Aunque había utilizado sus poderes, podría despertarse si había un ruido fuerte cerca.

Afortunadamente, la sacerdotisa Louise era delgada, por lo que fue capaz de moverla con su fuerza. Luego Annette extendió su mano para sacudir el hombro de Celestine.

"Hmm..."

Los párpados de Celestin comenzaron a abrirse. Sus ojos verdes se revelaron poco a poco bajo sus pestañas marrones. Annette sonrió satisfecha. Finalmente, llegó el momento de la verdadera conversación.