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sábado, 1 de julio de 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 144

Capítulo 144. Corazonada

Ben agachó la cabeza después de suplicar por su vida. Railin le dio una patada en la pierna para que se callara. La actuación de Ben fue muy buena. Pero no pudo engañar los agudos sentidos de Railin. Él le preguntó a Annette, mirando con desprecio a Ben.

"¿Conseguiste toda la información que querías?"

"Creo que sí. De todos modos, él tiene mucho tiempo escondido, así que no debe saber claramente qué ocurrió después. Me parece una pérdida de tiempo seguir el interrogatorio."

"Entonces, ¿Qué hacemos con él ahora?"

"Hmm."

Annette se sumió en sus pensamientos.

¿Qué decisión tomará? Los ojos de Railin la observaron con expectación.

"¡Por favor…! Te lo ruego, perdóname."

Ben suplicó nuevamente pensando que era el momento correcto. Estaba haciendo un gran esfuerzo por ganarse la simpatía de Annette. Aunque tenía miedo de Railin, que hizo que confesara todas sus fechorías, él estaba bajo el mando de ella. Si ella decidía liberarlo por piedad, Railin no podía hacer nada al respecto.

Pero Ben había olvidado que solía tomar malas decisiones. Cuando se involucró por primera vez en las apuestas, cuando causó que su hermana se volviera adicta a las dr0gas y, más tarde, cuando visitó al Rey. Ninguna fue una buena decisión. La suma de sus malas decisiones lo condujeron hasta su situación actual.

"...Su Majestad desconfía de la familia Bavaria. Porque la sangre que tenía de la familia real se ha difuminado, por eso le llaman Baviera de sangre azul, pero nunca se sabe cuándo podrá volver a ser sangre púrpura."

La pensativa Annette dijo lentamente. El Rey estaba actuando entre bastidores para contener a su familia. Su hermano Arjen estuvo cerca de perder su puesto en el Imperio Chapelle. Ella fue acusada falsamente para apartarla de la posición de Princesa Heredera. Y aunque su padre Allamand no había dicho nada, quizás le sucedió algo similar.

Debería visitar pronto a mi padre.

Annette sintió la necesidad de hablar con su padre. Por supuesto, Alamand no era de los que dicen palabras vacías, así que no era fácil mantener una conversación con él. Él creía que un hombre de su posición debía guardar silencio. Cuanto más difícil fuera para los demás tratar con él, más lo respetarían. E incluso le temerían.

Por supuesto, esto también aplicaba para su hija Annette. A ella se le helaban las manos con solo imaginarse hablando a solas con su padre. Pero no podía evitarlo sólo por miedo.

Annette, que estaba perdida en sus pensamientos, se mordió el labio inferior con ansiedad. Entonces, un dedo blanco tiró de su labio, retirándolo de sus dientes. Ella levantó la mirada, sobresaltada por el dedo frío que la tocó. Railin dijo con una sonrisa.

"Mi clienta es muy inteligente, pero en ocasiones te olvidas de la gente que te rodea cuando estás sumida en tus pensamientos. Eso no me gusta. Hace que me sienta solo."

Railin bajó su mirada con una expresión triste en el rostro. Se veía inocente con su cabello azul. Si antes parecía una magnífica peonía púrpura, ahora parecía un crisantemo lleno de rocío. Annette no pudo evitar disculparse.

"Lo siento. Honestamente, estoy un poco confundida en este momento. No tengo espacio para prestar atención a otras cosas."

"¿Puedo adivinar lo que estás pensando?"

"¿Eh?"

Los ojos de Annette se agrandaron.Ella se preguntó qué significaban sus palabras. Entonces Railin, que borró por completo su triste expresión, habló alegremente.

"¿No es esto lo que te causa dudas? Su Majestad ha matado a todos los implicados en el asunto. Pero dejó con vida al principal implicado. Incluso le proporciona una manutención. Aunque parece que fue en vano porque Ben no pudo alejarse de las apuestas."

Railin, que hizo una pausa, miró al patético Ben. Jugueteó con el martillo de ablandar carne ensangrentado que tenía en la mano, como si quisiera golpear a Ben de nuevo. Pero no lo hizo porque no era el momento adecuado, en su lugar continuó hablando.

"En resumen, probablemente Su Majestad tiene la intención de utilizarlo de nuevo. Por eso lo dejó vivir. Tal vez para continuar el trabajo anterior, o para un nuevo trabajo. En realidad, todavía no podemos saberlo. Pero sí puedo decir mi opinión personal… definitivamente no será algo bueno para mi clienta."

Los labios rojos de Railin dibujaron una sonrisa al terminar de hablar. Sus palabras coincidían perfectamente con los pensamientos de Annette. Fue como si él hubiera leído su mente. Ella se tocó las sienes. Después de mucho pensar, tomó una decisión.

"Lo mantendremos retenido. Es posible que pueda usarlo como testigo más tarde."

Honestamente, podría ser más fácil matar a Ben ahora. Pero Annette tenía la vaga sensación de que no debería hacerlo. Tenía el fuerte presentimiento de que algún día Ben podría serle útil. Confiaba en su corazonada.