Capítulo 143. La Otra Cara de Raphael (2)
La expresión de su cara cuando no quería hablar sobre su pasado pero le preocupaba que ella se pusiera triste, la forma en que intentaba ocultar su cara enrojecida cuando se sentía avergonzado… Si no supiera todo esto, se habría alejado de él con una amarga sonrisa.
De todos modos, es un idiota.
Mientras tanto, tras haber confesado todos los hechos, Ben fingió llorar de arrepentimiento. Sin embargo, sólo lloraba por el dolor ocasionado por el golpe de Railin, no porque realmente se sintiera culpable.
Si ella no hubiera maltratado al niño, habría seguido recibiendo la manutención. ¡Estúpida!
Ben arremetió en su mente contra su hermana muerta. Ignoraba deliberadamente el hecho de que fue él quien la había dr0gado en primer lugar.
La situación ya había sucedido cuando fue a buscar el dinero de la manutención mensual.
Sólo había un documento en la casa. No estaba su hermana ni sobrino. En resumen, era un comunicado que indicaba que Bella no estaba cualificada para ser madre, y que fue ejecutada por atreverse a atentar contra la vida del descendiente del Rey. También explicaba que Raphael sería acogido en el palacio real.
Lógicamente, se había terminado la manutención.
¡¡Esto no puede ser!!
Ben estaba acostumbrado a la manutención mensual, o más bien a tener ese dinero para apostar. Se sentía realmente afectado por la situación. Si la familia real no iba a dar más dinero, al menos deberían compensar la muerte de su hermana. Por supuesto, lo único que le importaba era tener fondos para apostar.
Su adicción a las apuestas lo había cegado. No tenía nada más que perder si no podía apostar. Así que agarró algunos documentos oficiales y se fue al palacio real a armar un escándalo. Por supuesto, fue directo a la celda número 503 del palacio real.
Ben entró en razón cuando lo metieron en la prisión. Creía que su vida terminaría de esa manera. Sin embargo, el Rey mantuvo una reunión informal con él, que se había dado cuenta de la mala situación en que se encontraba. Sus labios, que antes habían besado a Bella, le susurraron despiadadamente a Ben.
—Hay algo que puedes hacer. Si sigues bien mis instrucciones, te haré dueño de un casino.
¡Dueño de un casino! Las cejas de Ben se levantaron. Poseer su propio casino era el sueño de cualquier apostador. Él asintió con la cabeza en señal de acuerdo. El Rey, que sonrió satisfecho, le inyectó un veneno en el cuerpo.
—Lo siento, pero no puedo confiar en un apostador. Este veneno debe ser neutralizado cada quince días, de lo contrario morirás. Siempre enviaré a alguien para que se asegure de que estás haciendo tu trabajo correctamente. Si los resultados son malos…
A partir de entonces, obedeció las órdenes del Rey para poder vivir. Se convirtió en cochero de la familia Bavaria con una identidad totalmente falsificada. Cada cierto tiempo, cuando tenía muchas ganas de apostar, ahorraba su sueldo de cochero para ir al casino. Quería vivir en los casinos como antes, pero el veneno inyectado en su cuerpo se lo impedía.
Así que Ben vivió durante 10 años como si estuviera muerto hasta que por fin terminó su trabajo. Pero el Rey no cumplió su palabra. Sólo fue desintoxicado el veneno en su cuerpo.
—Escóndete hasta que las cosas se calmen. Te pagaré después.
Se sentía terriblemente frustrado, pero no podía enfrentarse al Rey. Más bien, estaba en una posición en la que tenía que estar agradecido sólo por poder seguir con vida. De todos modos, no podía ir a ninguna parte porque se había convertido en un delincuente buscado.
Comenzó a ir en secreto a casinos ilegales con el dinero que recibía cada mes. Como resultado, fue finalmente atrapado por Annette. Pero Ben seguía creyendo que había una salida. El rostro de Annette estaba pálido. Por supuesto, se debía a la conmoción de conocer el pasado de Raphael por primera vez, pero Ben no sabía nada de esto.
Él pensó que ella estaba aterrorizada en su interior por haberlo secuestrado. Una bella joven con una buena educación no haría nada malo. Incluso cuando trabajaba como su cochero, ella siempre fue modesta. Así que Ben haría sus trucos.
Aunque sea patético, si finjo que estoy arrepentido entre lágrimas, podré salvarme.
Ben no la conocía muy bien, aunque había sido su cochero durante diez años. En primer lugar, el cochero no podía tener una conversación privada con la hija de Allamand Bavaria. Además, ella tampoco salía con mucha frecuencia. Por esta razón, Ben cometió el error de menospreciar la determinación de Annette.
Primero conseguiré su simpatía, así saldré de aquí.
Todas las damas nobles son iguales. Ellas crecen hermosas como las flores en un invernadero donde todo está a su disposición. No entienden el mundo. Estaban tan atrapadas en su estúpido complejo de superioridad que no esperaban ser traicionadas.
De hecho, Ben ya lo había hecho una vez, así que estaba confiado. Rápidamente exprimió sus lágrimas con sus grandes dotes de actor.
"Yo también lo siento mucho. Le pido disculpas de todo corazón. Lamiera las suelas de sus zapatos si pudiera. ¡¡Te lo suplico, solo salva mi vida…!!"