Capítulo 139. Madre de Raphael (3)
Bella cerró los ojos por la tristeza. La cara del suplicante Ben se veía miserable, como si hubiera sido golpeado varias veces. Era porque Bella se negaba a pagar sus deudas para intentar arreglar su mal hábito de alguna manera.
Hoy era su última oportunidad para pagar. Detrás de Ben, los guardias del casino sonreían.
Si Bella no pagaba sus deudas ahora, se llevarían arrastrado a Ben. Entonces sería vendido como esclavo, o venderían sus órganos después de matarlo. Ella no podía abandonar de esta manera a la única persona con la que compartía sangre.
Sobre todo teniendo en cuenta que Ben había luchado muchas veces para protegerla de una agresión sexual cuando era niña.
Bella, que finalmente entró, salió con una bolsa. Luego se la lanzó a los guardias.
"Tomenla. No dejen que mi hermano entre al casino de nuevo."
"También nos gustaría. Pero, ¿cómo podemos evitar que se arrastre como un perro?"
Los guardias se rieron de Bella al recibir la bolsa. No dudaban de que volverían a recibir dinero de ella el mes que viene. Aunque les cortaran las muñecas a los adictos al juego, seguirían usando los pies para tirar los dados.
Ya no tenían más nada que hacer aquí porque habían recibido el dinero. Uno de los guardias, que estaba a punto de darse la vuelta, se acercó a Ben como si se hubiera acordado de algo de repente. Luego le susurró metiendo algo en su bolsillo.
"Tu hermana es cada vez más difícil. ¿No tendrás problemas si no pagas? Puedes usar esto para disuadirla. Sabes lo que quiero decir con eso, ¿Verdad?"
Los ojos de Ben se agrandaron cuando sacó el objeto que el guardia había introducido en su bolsillo. El polvo blanco brillante en un trozo de papel doblado le resultaba familiar.
Era una dr0g@ barata pero adictiva. La persona que la consume pierde gradualmente la razón. Sólo buscará la dr0g@ como una bestia, por lo que terminará muriendo debilitada.
Sería realmente diabólico si usara tal dr0g@ en su propia hermana. Especialmente si se tiene en cuenta que Bella apenas acababa de destetar a su hijo. Traducción ReinoWuxia
Esto es demasiado.
Ben, al que aún le quedaba un poco de conciencia, se la metió en el bolsillo. Pensaba vendersela a cualquier adicto que viera una oportunidad adecuada.
Pero su determinación no duró mucho.
"¡Maldita sea, he vuelto a perder! ¿Por qué soy el único al que le va tan mal?"
Ben golpeó la mesa con el puño. Su cuerpo temblaba.
El casino siempre fue lo bastante astuto como para dejarle ganar algo de dinero. Entonces cuando la confianza de Ben aumentaba, comenzaba a apostar más dinero. Por supuesto, siempre prestaban amablemente dinero a Ben cuando se le acababa. Cuando quedaba arruinado, tenía otra fuente de dinero para pagar sus deudas.
"¡Ben! Es suficiente por hoy. Si quieres volver a apostar, trae algo de dinero."
El crupier dijo con una sonrisa mientras recogía las cartas delante de Ben. Quería decir que ya había pedido prestado el límite fijado por el casino.
Ben, que se levantó de su asiento, barrió su cabello grasoso. Ahora, si quería volver a apostar, tendría que conseguir dinero de Bella para pagar el préstamo. Los pasos de Ben hacia su casa se volvieron más pesados.
"Ahh, esta vez también será bastante ruidosa."
Bella tampoco le daría el dinero de inmediato esta vez. Lloraría, gritaría, le pegaría y le diría todo tipo de sermones, pidiéndole que por favor parara. Ben escupió con frustración al recordar lo que sucedería pronto.
Cuanto más se adentraba en las apuestas, más se desvanecía su conciencia. El chico que solía proteger a su hermana ahora estaba enterrado bajo las mesas de juego.
A Ben no le importaba nada más mientras pudiera apostar. Incluso su hermana Bella no era más que un medio que le permitía seguir apostando. Ben pensó mientras se detenía frente a su casa.
Estoy cansado de suplicarle. ¡Es una mujer egoísta! ¡Tan bien que la cuidé cuando era niña! Pero ahora le parece un desperdicio darme dinero.
El corazón humano es realmente despiadado. Ben, que pronto olvidó su gratitud hacia Bella, tomó una postura maliciosa.
Si no la hubiera protegido, ella no habría podido vender al Rey. Nunca hubiera conocido al Rey si hubiera contraído al menos dos o tres enfermedades venéreas. Por lo tanto, él también tenía derecho a una parte de la manutención que recibía Bella.
No puedo evitarlo. No quería hacer esto, pero ella me ha obligado.
Los ojos de Ben brillaron cuando sacó una dr0g@. Desde ese día, intoxicó a Bella poco a poco hasta que ella no podía vivir un día sin dr0g@s.