Capítulo 133. Interrogatorio Secreto (1)
Celestine, que la había estado esperando, se alegró cuando Annette entró en el anexo de la residencia Keers que ella había visitado antes. El alivio que sintió cuando vio que Annette estaba a salvo se reflejó en su rostro. Pero su expresión se endureció de repente. Fue porque vio a Ben March, que estaba siendo arrastrado por Railin.
¡El secuestrador...!
En un instante la sangre desapareció del rostro de Celestine. Desde el día en que fue secuestrada, ella no había dormido tranquila ni un solo día. El miedo ocasionado por el trauma psicológico la carcomía poco a poco. El sonido de su alma siendo erosionada era tan doloroso que no podía cerrar los ojos. El culpable estaba delante de ella.
En ese momento, alguien abrazó a la temblorosa Celestine. Fue un gesto cálido. El suave aroma de las flores en sus brazos parecían abrazar su alma. Annette, que abrazaba con fuerza a Celestine, dijo en voz baja.
"Todo estará bien. Finalmente he atrapado la pesadilla que te atormentaba."
En el momento en que escuchó esas palabras, sintió que algo se desmoronaba en su pecho. Una sensación de liberación la invadió. Celestine cerró los ojos, recostando su cabeza en ella. Había llegado el momento de que la larga pesadilla terminara.
Había sido difícil encontrar al desaparecido Ben March, así que ahora esperaban escuchar muchas cosas de su boca. Celestine, que había estado apoyando su frente en el hombro de Annette, levantó la vista. Se sorprendió al mirar hacia Ben March. Al principio, no se dio cuenta por el shock, pero un hombre increíblemente guapo lo estaba agarrado por el cuello.
"¿Quién es ese?"
Parecía que era el secuaz de Annette, puesto que había traído a Ben March. Tenía un aspecto bastante digno, que captó la atención de Celestine.
En el momento en que ella miró en su dirección, el hombre sonrió doblando las comisuras de sus ojos. El hermoso hombre tenía un aspecto prolijo. Sus ojos rojos bajo sus pestañas eran tan hechizantes como una rosa. Celestine pensó que podría quedarse ciega mientras miraba su brillante sonrisa.
"Oh, es mi informante. Es un hombre muy capaz."
Las palabras de Annette sonaron lejanas, como si fueran un eco. Seguramente últimamente los informantes de Deltium eran elegidos por sus rostros. Hipnotizada por la impactante belleza de Railin, Celestine no escuchó la pregunta de Annette.
"... ¿Qué? ¿Qué has dicho?"
La desconcertada Celestine apenas pudo apartar su mirada de Railin. Annette sonrió al darse cuenta de lo sucedido como si fuera divertido. Luego preguntó nuevamente.
"¿Todavía tienes espacio en el sótano?"
... Fue un gesto tan elegante como el de alguien que pregunta si hay vino. No parecía que ella intentara llevar a una persona al sótano para torturarlo. A diferencia de su apariencia, Annette tenía un lado que daba miedo.
Celestine apartó la alfombra sin decir nada y abrió la puerta de la escalera del sótano. Había llegado un invitado muy especial, así que era normal recibirlo aunque no hubiera espacio disponible. Ella dudó al momento de bajar las escaleras. Pronto habría un interrogatorio. No quería estar en el sótano con el hombre que la había secuestrado.
No sabía que era tan cobarde.
Celestine, que se reprochó a sí misma, mordiendo su labio inferior. Entonces Annette, agarró a Celestine por los hombros, cuando ella intentaba mover sus pies.
"Está bien, Celestine. Quédate aquí. Hablaré contigo cuando termine el interrogatorio."
"Lo siento... Gracias, Annette."
Celestine se apartó de la entrada de la escalera. De hecho, desde el punto de vista de Annette, era mejor que ella se quedara aquí arriba. Porque seguramente durante el interrogatorio, Ben podría revelar información sobre el pasado de Raphael. Por ejemplo, quién era la madre biológica de Raphael, cómo fue su infancia, entre otros.
Eran cosas que todavía Annette no conocía. Era mejor que Celestine no estuviera, que arriesgarse a que expusiera la historia personal de Raphael en cualquier momento.
"No te preocupes, descansa aquí un rato."
Annette tomó la delantera después de darle un suave beso a Celestine en la mejilla. El aire del sótano le parecía cálido, quizás porque ya había estado aquí una vez. Por fortuna, el antiguo inquilino Jack, fue liberado. La silla de interrogatorio estaba vacía.
Railin bajó la escalera detrás de ella, trayendo a Ben March por el cuello. Celestine cerró la puerta de la escalera desde arriba. Finalmente el inconsciente Ben fue atado en la silla de interrogatorio, así que todo estaba listo para comenzar.