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miércoles, 14 de junio de 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 494

 La Emperatriz Divorciada - Capítulo 494. Todos Se Devanan Los Sesos (1)



El Duque Elgy estaba desconcertado por la desaparición de Heinley.

'Desapareció justo después de decirme que pensaba responder a la Alianza.'

Como Navier no le dio detalles precisos a Elgy, el contexto debía de ser de carácter confidencial... 

'¿Acaso se había marchado para borrar las pruebas de su implicación en el fenómeno de la disminución del maná?'

Esa era una de las razones por las que Navier podría ocultar la información. Además, Heinley le había pedido ayuda una vez para recuperar las piedras de maná. Sin embargo, todavía era difícil determinar cómo desapareció Heinley. O en qué situación se encontraba ahora. Sobre todo porque Elgy sabía que, para empezar, no sería fácil atrapar a Heinley.

En ese momento, escuchó unos pasos silenciosos cerca. También sintió una mirada sobre él. Al levantar la cabeza, Elgy vio a una joven que le resultaba familiar. La había visto en el Imperio Oriental. Seguía a Navier en ese entonces. 

'¿La trajo aquí Navier?'

Aunque recordaba su cara, no podía recordar su nombre. De hecho, ¿alguna vez había oído su nombre?

En cualquier caso, no tenía motivos para actuar como si se conocieran. Se limitó a sonreír y asentir, como si fuera una completa desconocida.

"Odiaba a Rashta más que a nadie en el mundo entero. Ahora mira quién está aquí. Alguien a quien odio aún más." 

El comentario sarcástico le sorprendió.

'¿De qué está hablando?'

Elgy se detuvo y miró hacia atrás. La joven le miraba fijamente, con los puños apretados. La joven le miraba fijamente, con los puños apretados. 

"Eres repugnante."




El Duque Elgy parpadeó, asombrado.

"¿Me estás hablando a mí?"

"¿Acaso hay alguien más aquí?" 

Ella miró a su alrededor.

"¿Quién eres?"

"Rivetti Rimwell."

En cuanto oyó su nombre, le vino a la mente. Rashta había soltado maldiciones sobre ese nombre muchas veces. La hija del Vizconde Roteschu. ¿Se había enterado de que él llevó a Ahn al templo durante la prueba de sangre?

"La Señorita Rashta estará encantada de oír eso. Se lo haré saber cuando me reúna con ella en el infierno."

El Duque Elgy respondió con calma. Realmente no le había molestado. Se dio media vuelta y siguió caminando.

Rivetti se quedó mirando su espalda, confundida.

***

Después de recibir la noticia de que Bohean Azul se había puesto del lado de la Alianza, llegaron más noticias. Esta vez, se trataba del pronto regreso de los equipos de comercio de Rwibt.

El día en que los equipos llegaron a la capital, en vez de recibirlos en el palacio, decidí salir al camino de los carruajes y darles la bienvenida directamente.

Ahora que Bohean Azul se había distanciado de nosotros, debía prestar más atención a Rwibt, que muy probablemente se convertiría en nuestro aliado. Además, estos grupos de comercio habían emprendido un largo y arriesgado viaje por nosotros.

Sin embargo, no fui la única que fue a reunirse con los equipos de comercio. 

"Estamos aquí porque este encuentro concierne a nuestros países. Pero, ¿qué hacen aquí todas estas personas?"

"Es nuestro primer comercio intercontinental."

Murmuró el Gran Duque Kapmen.

"Probablemente sienten curiosidad."

Los representantes de otros países se reunieron en el inmenso jardín para esperar la llegada de los equipos de comercio. Todos parecían deseosos de saber cómo había salido el comercio intercontinental. Cada uno informaría a su respectivo país, independientemente de si los resultados fueran buenos o malos. Si fueran buenos, tal vez esos países querrían participar en el comercio.

Kapmen, como líder de la misión, debía redactar rápidamente un informe. Pero primero quería ver los resultados con sus propios ojos. Esperamos fuera a la hora estimada en que llegarían los equipos.

Pronto apareció un (el primer) carruaje.

"Guau!"

Exclamó alguien entre la multitud. Yo habría hecho lo mismo si hubiera estado sola.

¿Regresaron dos equipos a la vez, o se había duplicado el número de carruajes? Conté muchas más personas en este equipo que cuando partieron por primera vez. Y ni siquiera se habían visto todos los carruajes.

Incluso desde la distancia, me di cuenta del drástico aumento del número de personas en el equipo. ¿Por qué son tantos? Cuando el primer carruaje entró en los jardines, todos los embajadores y funcionarios estallaron en aplausos.

El primer carruaje rebosaba de alfombras con diseños inusuales. El de detrás contenía tesoros de oro y plata de innumerables formas y cofres deslumbrantes que pedían ser abiertos. Detrás, vislumbré muebles exóticos y alimentos que deben haber sido congelados por magia de hielo.

La forma en que llegaron los carruajes, dejando deliberadamente a la vista sus valiosos bienes de comercio, hizo que pareciera sacado de un cuento infantil.

"Han vuelto con más de lo que llevaron."

El Gran Duque Kapmen se quedó boquiabierto, con una expresión peculiar en el rostro. Vimos llegar uno a uno los enormes carruajes.

"¿Qué ocurre?"

"Viendo lo mucho que han traído, me pregunto si mi país ha salido perdiendo en esta negociación."

Por primera vez desde la desaparición de Heinley, me reí. Kapmen también se rió. Nuestras risas quedaron sofocadas por las exclamaciones y alabanzas de los embajadores y funcionarios extranjeros. Por fin, el líder del equipo de comercio bajó del tercer carruaje de la fila. Sonrió ampliamente mientras se acercaba a mí.

"¿Qué tal ha ido?"

"¡Fue espléndido! ¡Un gran éxito, Su Majestad!"

"¿De verdad?"

"Rwibt tiene tanto interés en nosotros como nosotros en ellos. La familia real me ofreció toda la ayuda que pudiera necesitar. Pude hablar con comerciantes locales de allí...".

El líder se detuvo al notar la multitud de personas atentas a lo que decía. Miró a su alrededor y sonrió,

"Se lo explicaré con más detalle más tarde."

***

"¿Dónde está el Gran Duque Kapmen?" 

Desde ayer, el Gran Duque estaba ocupado preparando su informe sobre el equipo de comercio. Habló brevemente con el cochero de cada carruaje y luego se fue deprisa a trabajar. Al día siguiente, intenté encontrarlo para felicitarlo, pero no pude.

Su ayudante parecía exhausto cuando me recibió en la puerta del Gran Duque.

"Ahora mismo, está reunido con embajadores de otros países. Ya no recuerdo con cuántos más se ha reunido. Le visitan embajadores de todas partes."

Esos embajadores debieron darse cuenta, una vez que vieron los carruajes repletos, de que los productos exóticos y desconocidos animarían a las personas a abrir sus carteras.

"Dile que vine a verlo."

Por ahora, no debía entrometerme en sus asuntos.

"Um, ¿Su Majestad?"

"¿Tienes algo que decirme?"

"Sí. El Gran Duque me pidió que le dijera que no importa qué ofertas presenten los embajadores de otros países, no olvidará la promesa de Rwibt al Imperio Occidental. Tiene derechos exclusivos de intermediación y recibirá la parte prometida."

"Gracias por decírmelo."

Había estado sumamente preocupada desde la traición de Bohean Azul. Pero fue un alivio que las cosas con Rwibt fueran mejor de lo esperado.

Sin embargo, el canciller pareció preocupado incluso después de que le expliqué la situación.

"Su Majestad, si el Gran Duque Kapmen insiste en bloquear el comercio con otros países y los fuerza a pasar por el Imperio Occidental, ¿no perderán los demás países el interés por Rwibt y comerciarán en cambio con otros países del Continente Hwa?"

Sacudí la cabeza.

"Eso no sucederá. Rwibt es el país más amistoso del Continente Hwa. Los otros no tratarán con el Continente Wol."