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martes, 2 de mayo de 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 102

Capítulo 102. Parodia

Sus ojos temblaron ante la inesperada pregunta de Arjen. No entendía por qué mencionaba a Raphael en este asunto. Ella tragó saliva mientras intentaba estabilizar su respiración.

"¿Qué quieres decir hermano? No me digas que crees que Raphael está detrás del intento de asesinato del comandante militar del Imperio. Él no está involucrado en la política. Tampoco es alguien que tenga influencia en el Imperio."

"No es una mala respuesta. Pero no es una respuesta acorde a mi pregunta. Entonces Annette, ¿Confías en él?"

Arjen repitió pacientemente la pregunta. Entonces los ojos de Annette se agitaron como pétalos que caían por el viento. Durante un breve momento, una infinidad de pensamientos pasaron por su cabeza. Pero ninguno de ellos ofrecía una respuesta definitiva a la pregunta que Arjen acababa de plantear.

Una sonrisa amarga apareció en la boca de Arjen cuando vio la angustia de Annette. Ya había considerado todas las posibilidades. No sería difícil contarle a ella lo que sabía.

¿Pero qué pasaría con Annette? ¿Su corazón estaría bien? Arjen, que llevaba un rato reflexionando al respecto, abrió lentamente la boca.

"¿No es extraño Annette? Investigué mucho sobre las falsas acusaciones que recibiste. Al principio pensé que se trataba de una coincidencia. Pero innumerables flechas vuelan hacia ti, cuando estás parado sobre la cabeza de los demás. Por lo que es natural que algunos traten de romper el equilibrio de nuestros pies a su manera."

"Entonces cómo coinciden los tiempos, es difícil mirar ambos casos por separado, ¿no?"

"También eres inteligente. Entonces te preguntaré. Si alguien quiere dispararnos a nosotros dos al mismo tiempo, ¿Quién sería? ¿Para qué querría hacerlo?"

Las mejillas de Annette se pusieron pálidas. La falsa acusación que no pudo desentrañar en su vida anterior, estaba decidida a eliminarla en esta vida. Pero cuanto más profundizaba en las raíces, más oscura se volvía la realidad. ¿Qué habría al final? Al darse cuenta de esto, se preguntó si podría tener una vida normal cuando supiera la verdad.

Annette se quedó sin aliento. No esperaba que le hubiera sucedido lo mismo a Arjen. Ella no pudo evitar la trampa que le habían preparado, pero Arjen pudo escapar por poco. Esta fue la diferencia entre ellos.

De repente, le vino a la mente la pregunta de Arjen sobre si confiaba en Raphael. Un rostro apareció en la mente de Annette. Alguien en quien no había pensado en absoluto, pero que también podría ser el responsable. Pero no tuvo el valor de decirlo en voz alta, porque era una suposición impactante.

"Annette."

Arjen se levantó de su asiento al ver que sus hombros temblaban ligeramente. Como hacía cuando Annette era niña, la rodeó con sus brazos y la besó en la frente. En ese momento ella se atrevió a preguntar con una voz temblorosa.

"Por casualidad, ¿Él está... involucrado en esto?"

"Bueno, ¿eso crees?"

Una mirada de fatiga apareció en el rostro de Arjen. La actitud de Arjen de no negar su hipótesis significaba mucho. Ella se sintió tan mareada como si fuera a vomitar, por lo que colocó sus manos sobre la mesa. 

"¿Papá sabe de esto?"

"Tal vez."

"En ese caso me tendría que casar con Raphael. ¿Por qué demonios sucedió esto? Debe haber una buena razón..."

Annette vaciló. Su mente estaba tan desordenada que le resultaba imposible tomar una decisión racional. Arjen sonrió amargamente mientras la miraba. Su mejilla izquierda se retorció, causando que la araña negra en ella se moviera como si estuviera viva.

"Ya te lo dije. Eso es lo que sucede cuando uno está por encima de otros. Todas las puntas de las flechas apuntarán hacia ti. Desde abajo, e incluso desde arriba. Nuestro padre quería que te convirtieras en la Princesa Heredera, pero aparentemente no te habló sobre esto."

Sus ojos se cerraron al escuchar la voz suave de Arjen. La voz de Raphael discutiendo con Claire sobre la espada se escuchaba débilmente. Fingía que estaba molesto, pero parecía emocionado por la espada que había recibido como regalo. Annette podía ahora captar el estado de ánimo de Raphael con sólo escuchar su voz.

Annette sonrió con impotencia mientras abría los ojos cerrados. De repente, todo parecía tan ridículo como una parodia. Una que nunca había querido protagonizar.