Reciente

lunes, 1 de mayo de 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 480

 La Emperatriz Divorciada - Capítulo 480.  Hijos (1)



"¿Su Majestad? ¿Hice algo malo?" 

No podía dejar de mirar a Mastas durante mi entrenamiento mágico. Después de todo, algún día podría llegar a ser de la familia. ¿Debo fingir ignorancia hasta que ella misma me lo diga? Con una sonrisa furtiva, seguí intentando producir hielo de la nada. Mi maná se sintió extraño cuando circuló. Creé una fina capa de hielo y sentí como si sostuviera un cristal congelado. 

¡Lo estoy consiguiendo! Entonces oí un crujido. Sobresaltada, miré hacia abajo y vi que el hielo se había hecho añicos al caer al suelo. 

Volví a intentarlo. Esta vez la extraña sensación fue más pronunciada. Debía de ser a esto a lo que se refería Dolshi. En aquel momento, sus regaños parecían no tener sentido. Pero al final resultó ser útil. 

Hablando del diablo, Dolshi apareció.

"Hola, dama de nombre gracioso."

Había advertido con antelación a mis damas de compañía quién era Dolshi en realidad. Les dije que debían comportarse con cautela cerca de él. Ahora, Rose, la Condesa Jubel, Lady Laura y Mastas retrocedieron. 

"Hablemos de ese pájaro azul."

Cada vez que me visitaba hablábamos de eso.

"¿Otra vez?" 

"Escucha. Kapmen me dio esa poción otra vez. Dijo que cualquier pájaro azul que mirara resolvería el problema. Así que eso hice. Pero no resultó, se sentía completamente diferente. Ninguno se asemejaba a ese pájaro celestial."

Me mordí el labio inferior para contener una carcajada. 

"Por cierto, el maná está fluyendo a tu alrededor de una forma extraña."

Dolshi puso cara de sorpresa. 

En realidad, dudaba que le importara. Pero había propuesto cambiar de tema, así que le seguí la corriente.

"Por fin estoy obteniendo algunos resultados."

"Dios mío, qué increíble. Debes ser un genio."

Cielos, al menos podría intentar sonar sincero. De todos modos le mostré mi progreso. 

Dolshi aplaudió.

"Bien, bien."

Luego chasqueó la lengua.

"Si ya puedes hacer esto, entonces puedes usar una piedra de maná ahora. Te ayudará. Aunque, estoy seguro de que no notarás la diferencia entre una piedra de maná y una roca."

"¿Cómo puedo hacerlo?"

"Cuando tomes una piedra de maná, imagina que el maná recorre tu cuerpo. Una piedra de maná te permitirá absorberlo, como hacen los humanos con los sorbetes. Su maná pasará a través de ti y podrás usarlo en tu magia."

"¿No tiene otros efectos?" 

"¿Te refieres a controlar la fuerza de tu poder o administrar el maná?"

Se encogió de hombros.

"Cuanto más grande sea la piedra de maná, mejor."

Después de que Dolshi se marchó, me dirigí al dormitorio matrimonial. En cuanto Dolshi mencionó una 'gran piedra de maná', pensé en nuestra cama.

Por lo que sabía, era la piedra de maná más grande del mundo. Pero justo cuando puse la mano sobre la cama, recordé algo que Heinley me había dicho, acerca de los potenciales problemas que podría causarme. 

Desconfiada, decidí no usar la cama. En cambio, busqué una gran piedra de maná en el almacén.

Tal como esperaba, cuando sostuve la piedra, sentí una sensación extraña, como un zumbido en el oído. Me quedé un momento memorizándolo.

¿Será porque había estado practicando?

Luego cambié la piedra a mi mano izquierda. 

Por último, intenté hacer hielo de nuevo. Fue excepcionalmente fácil. Hice una bola de hielo del tamaño de un puño en mi palma. A continuación, hice un carámbano. 

¡Increíble! Esta es la razón por la que los magos llevan piedras de maná. También hice una flor y un libro de hielo. Las formas eran irregulares, pero aun así fue un logro increíble para mí. Ahora sólo tenía que intentar derretir el hielo. 

Miré fijamente los objetos que había creado. No funciona. En vez de descargar el maná, saqué más de la piedra. Más carámbanos estallaron a mi alrededor.

Jadeé y traté de imaginarme absorbiendo todo ese maná del hielo, como succionándolo de vuelta a mi cuerpo. 

Justo en ese momento, un dolor agudo me atacó por dentro. Dejé la piedra de maná y me llevé la mano al corazón. Sentí como si agujas me pincharan en algún lugar profundo. No en mi corazón, sino en otra parte... me siento mareada. 


***

— El Imperio Occidental está causando la disminución del maná. Eso significa que los magos no son invencibles. Podríamos ser capaces de cortar la fuente de poder del Imperio Oriental. 

— ¿Te complace estar sometido a países más grandes? Ahora hay dos grandes potencias a las que estar atentos. ¿Puedes lidiar con eso? ¿Por qué no aprovechar esta oportunidad para crear un equilibrio?

— P.D. Se rumorea que el Emperador del Imperio Oriental no puede tener descendencia. 

"¿Qué te parece?"

Preguntó el Rey de Whitemond a su primer ministro. Volvió a doblar la carta. El rey tenía la única copia, pero el primer ministro ya la había leído. Actualmente, eran las únicas personas en todo Whitemond que la habían leído. 

Sin embargo, fuera de Whitemond, otros habían recibido esta noticia. La Alianza del Continente Wol había enviado una carta a cada país, incluso al Imperio Oriental y al Occidental. Por supuesto, las misivas del Imperio Oriental y Occidental no incluían estos párrafos en particular. 

"¿Qué desea hacer Su Majestad?"

El Rey suspiró.

"La relación de nuestra nación con el Imperio Occidental empeoró drásticamente hace poco. Pero hemos conseguido restablecerla."

El Primer Ministro asintió.

"Ha sido difícil. Pero tenemos experiencia lidiando con este tipo de problemas."

El Rey asintió.

"Así es. Si hubiéramos recibido esta carta antes, la sugerencia podría haberme tentado. Sin embargo..."

El Rey dejó la carta y suspiró. La Princesa Charlotte ocupaba su mente. Estaba decidida a contraer un matrimonio internacional que la vinculara tanto al Imperio Oriental como al Occidental. 

"La Princesa planea casarse con Lord Koshar. Así que sería un error por nuestra parte ponernos del lado de la Alianza."

***

Tras descubrir el contenido inusual de la carta de la Alianza, Heinley se apresuró a regresar al palacio para comprenderla mejor. No sabía las intenciones de la Alianza, pero estaba seguro que los demás países del Continente Wol no recibieron una simple invitación a la ceremonia de Año Nuevo. Un país convocó una reunión de emergencia en cuanto recibió la misiva. 

Debe de ser muy serio. ¿La alianza sospechaba que él tenía que ver con la disminución del maná? ¿Qué decían? Pero a su regreso, encontró el palacio sumido en el caos. Los sirvientes corrían en todas direcciones, presas del pánico. Algunos cortesanos lloraban en los pasillos. McKenna se quedó helado al verlos. Heinley se acercó rápidamente al guardia más cercano. 

"¡Su Majestad!"

Gritó el hombre. 

"¿Qué está pasando?"

Preguntó Heinley, a lo que el caballero se arrodilló.

"La Emperatriz parece estar dando a luz antes de tiempo."

McKenna estaba sólo un paso por detrás de Heinley. El grito del caballero le hizo sobresaltarse.

"¡Con razón se le notaba tanto! ¿Qué hacemos?" 

Conmocionado, Heinley corrió hacia el dormitorio. La puerta de la habitación de la emperatriz, normalmente cerrada, estaba abierta de par en par. En el salón, Laura y Mastas se abrazaban llorando. Nian y otras mujeres de la nobleza caminaban nerviosas por el salón. El Vizconde Langdel y sus caballeros montaban guardia delante de la puerta del dormitorio. Heinley estaba a punto de entrar cuando el Vizconde le detuvo. 

"Lo siento, Su Majestad. La partera del palacio me ordenó que no dejara entrar a nadie mientras trabaja." 

McKenna se tapó la boca, tembloroso. Los labios de Heinley se estremecieron. Cuando sus manos empezaron a temblar, se apoyó en la puerta para mantener el equilibrio.