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miércoles, 3 de mayo de 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 103

Capítulo 103. El Amor Entorpece (1)

Después de eso, todo estuvo tranquilo. Annette y Arjen actuaban como si nunca hubieran tenido una conversación así. Raphael trató amablemente a los invitados luego de recibir el raro regalo. No para mantener contenta a Annette, sino porque él mismo quería hacerlo.

En cuanto tenía tiempo disponible, Raphael se dirigía al campo de entrenamiento para luchar contra Claire empuñando su nueva espada. Ni siquiera necesitaban decirse una palabra entre ellos. Dormían profundamente durante la noche, gracias al sudor que exudaban durante el día. Cuando se despertaban, se encontraban en el comedor para saciar sus hambrientos estómagos. En el momento en que se miraron cara a cara, uno de los dos preguntó con la mirada.

'¿Podemos tener un combate?'

Entonces el otro respondió con la mirada.

'Fácilmente podrían ser diez combates'.

Al terminar de consumir una gran ración de proteínas, se dirigieron inmediatamente al campo de entrenamiento. Sin duda tenían una tremenda pasión. Ella observaba de primera mano cómo compenetraban dos personas que habían dedicado su vida a la espada. Arjen se recostó y cruzó las piernas luego de que se fueran.

"Dios mío. Mi esposa ha engañado a tu esposo."

"¿Te refieres al golpe?"

Annette respondió recordando el ligero moretón que tenía Raphael anoche cerca de la sien. Parecía causado por un codazo en lugar de un puñetazo. No era una diferencia importante. Arjen dijo mientras jugueteaba con un vaso de leche con sus dedos.

"¿Por qué Bavaria no tiene el gen de la esgrima? Una familia prestigiosa con tanta historia, debería tener al menos un espadachín famoso."

"Sí. Creo que sobre todo se debe a la constitución muscular, ¿no?"

Annette, que ladeó la cabeza, expresó su opinión con seriedad. Ella tenía razón. Los Bavaria generalmente eran delgados. Eso los convertía en perfectos modelos para lucir las magníficas vestimentas que llevaban a los eventos sociales, pero nada más.

Los hombres de la familia Bavaria aprendían a temprana edad el manejo básico de la espada como parte de su educación. Sin embargo, sus resultados eran deficientes en comparación con el tiempo invertido. Es decir, no tenían talento para ello. No obstante, tenían talento como Arjen para convertirse en funcionarios. Finalmente Arjen se levantó de su asiento con una sonrisa. Luego giró su cabeza hacia Annette.

"Salgamos también, Annette. El clima está tan bueno que es mejor salir afuera a tomar té. De todos modos, podemos divertirnos mirándolos un rato."

Annette asintió con alegría. Subió para buscar algunos libros. De todos modos, Arjen también traería un montón de documentos. Él trabajaría hasta la muerte.

Las ojeras de color morado claro que colgaban bajo los delicados ojos de Arjen no mostraban signos de desaparecer. Debido a ello, la araña negra tatuada en sus mejillas tenía un efecto opaco. Como decía Arjen, cuanto más alto llegaba alguien, más flechas volaban hacia su dirección desde todas partes. En su caso, las puntas de las flechas estaban hechas de papel.

Mientras tanto, a diferencia de los hermanos Bavaria, que preparaban una reunión de té matutina, la situación en el campo de entrenamiento era algo más extrema. Claire, que dio un pisotón al suelo, gritó con valentía.

"¡Hoy estoy en llamas! ¡¡El clima es estupendo también!!"

Normalmente, Raphael habría respondido a sus bravuconadas. Pero ahora estaba distraído. Aunque intentaba disimularlo, Claire se dio cuenta. Raphael le estaba prestando atención a alguien.

"¿Qué pasa? ¿Estás nerviosa porque hay espectadores?"

Claire se puso las manos en las caderas, e hizo el comentario provocativo con una sonrisa traviesa. Entonces Raphael puso una expresión de disgusto, como si ella estuviera diciendo tonterías. Sus ojos azules brillantes seguían mirando hacia la hierba fuera del campo de entrenamiento. Allí estaba nada menos que Annette.

Estaba acompañada de Arjen. Habían colocado una gruesa alfombra sobre la hierba, ahora estaban acomodando la posición de la mesa de té. Aparentemente, tomarían el té mientras veían su combate. Raphael comenzó a sentirse más nervioso de lo habitual. Tal vez por eso no podía ignorar las bromas de Claire como siempre.

"¡Miradas calientes! Es un poco tonto que te importe tu esposa, pero no te gusta que ella piense que lo haces. ¿Entonces comenzamos?"

"Adelante. No provoques sólo con la boca."

La expresión sonriente de Claire era similar a la de un zorro. Raphael desenfundó su espada, disgustado por la cara de ella, que parecía estar tramando algo. Entonces Claire balanceó su espada hacia él, como si lo hubiera estado esperando. Tras intercambiar varios espadazos, los ojos de Raphael se volvieron fríos.

A Raphael le fascinaba este momento en el que estaba completamente concentrado en su espada. Todos sus sentidos estaban agudizados, así que cualquier ruido o distracción de su entorno desaparecía de su mente. Lo único que tenía era el oponente enfrente. Su respiración, la trayectoria de su espada, el movimiento de su cuerpo. Perdió la noción del tiempo cuando concentró su atención en ello.

No se necesitaban palabras cuando las espadas chocaban. Los dos habían dedicado su vida a la espada. Pero había algo que Raphael no conocía. Su oponente Claire hablaba mucho cuando había espectadores.

"¡Después de todo, no muestras tus capacidades habituales! Los movimientos de tus piernas son rígidos y la trayectoria de su espada es muy evidente. ¿Por qué demonios estás tan nervioso? ¿Hm?"

La afilada punta de la espada de Claire se dirigió hacia Raphael. Él movió su espada hacia abajo para bloquearla. Chispas de fuego salieron entre las dos espadas que chocaron. Ella acercó su cara a la de Raphael, mientras mantenía todas sus fuerzas en la espada.  Sus ojos verdes lo miraron con suspicacia.

No sabía en qué demonios estaba pensando, pero no le gustaba la forma en que lo miraba. Raphael frunció el ceño y pensó en alejarse. Pero entonces ella le susurró una pregunta.

"Tú dime la verdad. ¿Amas a Annette?"