Reciente

miércoles, 12 de abril de 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 88

 Capítulo 88. Interrupción (1)

¿Por qué Annette la secuestró si no tenía ninguna necesidad? ¿Sobre todo por qué lo haría con su cochero personal? No tenía mucho sentido. Si ella hubiera estado en la posición de Annette, hubiera contratado mercenarios para que no la pudieran vincular con el secuestro.

'Ciertamente algo no encaja'. 

Al principio Celestine no creía en Annette, que se había infiltrado en el templo. Más bien se enfadó porque pensó que le estaba acosando. Pero después de que su cabeza se enfriara, reflexionó sobre lo que había dicho Annette. Consideró que sus palabras tenían sentido.

Celestine se dio cuenta tardíamente que se estaba inclinando hacia el lado de Annette.

'Quizás Annette no sea realmente la culpable'.

Eso tenía más lógica. En ese momento Celestine vislumbró la sombra de alguien que las tenía a las dos en la palma de su mano. No estaba claro qué había ganado esa persona con este incidente, pero había arruinado la vida de dos mujeres.

La orgullosa Celestine sintió rabia porque su futuro fuera manipulado por los deseos de otra persona. Por supuesto, se podía considerar contradictorio que se sintiera de esa manera. Porque si Annette no hubiera sido incriminada falsamente, no habría podido convertirse en la prometida del Príncipe Heredero aunque hubiera vuelto a nacer. Celestine pensó mientras miraba a Annette de reojo.

'¿Cómo puedo superar a una mujer así?'

Recordó la conmoción que sintió cuando vio por primera vez a Annette. Celestine se preguntó cómo podía existir una mujer así en el mundo. Annette Bavaria ejemplificaba perfectamente a un libro culturalmente esencial llamado 'La Dama Perfecta'. Era hermosa, elegante, inteligente e incluso de buena familia. Ni siquiera parecía humana.

Cuando se compite primero hay que observar a la competencia. Celestine conocía bien su posición. Ya estaba en desventaja. Incluso el Príncipe Heredero Ludwig seguía abiertamente a Annette. En pocas palabras, sus posibilidades eran inexistentes.

Por ello, Celestine renunció pronto al sueño de convertirse en Princesa Heredera. Pero tenía la intención de aprovechar la popularidad causada por haber sido nominada como candidata a Princesa Heredera para conseguir un buen esposo en el futuro. Era un objetivo realista porque no tenía manera de superar a Annette.

'No puedo creer que Annette ahora sea la Marquesa Carnesis'.

Celestine se sintió incómoda. No estaba mal que una mujer fuera Marquesa. Pero para Annette, que provenía del Ducado Bavaria, fue un matrimonio poco prestigioso. Más aún, teniendo en cuenta los rumores sobre el hijo bastardo del Rey, Raphael.

Celestine pensaba que Annette había provocado su propia desgracia. Pero cuando consideró que ella también era una víctima, sintió que sus pies flotaron. Estaba en una posición que Annette debía ocupar. Fue como si ella fuera una pueblerina en el lugar equivocado. Celestine no pudo evitar hacer una pregunta inesperada.

"Dama Annette. ¿Cómo... te sientes ahora? ¿Eres feliz?"

"¿Qué?"

"Hmm, ¿Tu esposo te trata bien?"

Los ojos de Annette se agrandaron ante la repentina pregunta. Annette respondió tardíamente con una suave sonrisa.

"Sí. Es un buen hombre, aunque sea un poco brusco. Me trata bien."

Mentira. Pensó Celestine al notar que Annette evitó su mirada. Ahora sentía que podía comprender los verdaderos sentimientos de Annette. Era una buena mentirosa como se podía esperar de alguien de la familia Bavaria. Pero no había mentido para perjudicar a otros. Ella probablemente fingía para encubrir los defectos de su esposo.

Los hombros de Celestine cayeron cuando la tensión que sentía desapareció. Había sido muy cautelosa desde que supo que se convertiría en la Princesa Heredera. Pero pudo relajarse después de intercambiar palabras sinceras con Annette. Celestine preguntó con cuidado mientras tocaba el anillo de compromiso en su dedo.

"El poder luminoso que mostraste aquel día. ¿Es real? Dime la verdad."

"Lo siento. Fue un truco. Lo hice para poder hablar contigo."

Annette sonrió avergonzada mientras confesaba la verdad. Debería haberse enfadado por el hecho de que hubiera mentido, pero Celestine se sintió bastante aliviada. Dios era justo. Sería inmerecido que una mujer no devota tuviera semejante poder. Celestine volvió al tema principal porque su curiosidad fue satisfecha.

 "Si no somos ninguna de las dos, ¿Quién será el culpable?"