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viernes, 31 de marzo de 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 82

Capítulo 82. Nuestro Deber (2)

"Hmm... No frotes ahí... ¡Ahh!"

Los movimientos de sus dedos fueron contundentes. Cada vez que introducía sus dedos o frotaba su cl!t0ris, sus paredes v@g!nales se contraían. Sentir los gruesos nudillos de sus dedos en su interior, le provocaba un cosquilleo. El calor de su cuerpo aumentó. Sus p3zones se pusieron rígidos. Se estaba quedando sin aliento.

Raphael se lamió los labios al sentir que sus paredes v@ginales se contraían. El interior de Annette estaba caliente, pero sobre todo, se pegaba a sus dedos. Quería meter su virilidad en ese hambriento agujero de inmediato. Pero aún no era el momento. 

"Tu cintura está temblando. Todavía tengo más trabajo que hacer, así que quédate quieta."

Le dijo un poco disgustado. Los ojos de Annette se enrojecieron de vergüenza ante sus vulgares palabras. Las lágrimas que brotaron de sus ojos, comenzaron a fluir por sus mejillas. Raphael se movió para lamer sus lágrimas. Lo hizo con tanta intensidad que parecía que se comería su rostro.

Hubiera sido bueno que su saliva fuera venenosa. En ese caso, cegaría sus hermosos ojos para que no pudiera mirar a ningún otro hombre.

Annette estaba tan nerviosa que no se dio cuenta de la mirada posesiva de Raphael. Pero ella apartó la cara, algo temerosa de que su lengua le lamiera los ojos. Entonces, Raphael retiró abruptamente sus dedos e introdujo su virilidad en su estrecho agujero. Annette gritó.

"Ahh! Des, despacio..."

"Eso es lo que dice tu boca, pero tu interior se contrae. Estás empapada."

Raphael empujó su virilidad hasta el fondo con una sonrisa. Su estómago le dolía debido a que su gran virilidad. Annette se acarició el bajo vientre. Tenía miedo que su cuerpo fuera a explotar si la situación se prolongaba. Raphael apretó los dientes al ver su acción.

"Te he dicho que no me provocaras".

"¡¡Ahh!! ¡¡Hmm!!"

Su virilidad entraba como si estuviera golpeando su interior, luego se deslizaba hacia afuera rozando sus paredes v@g!nales. Una oleada de placer se apoderó de ella, encendiendo su lujuria en la sangre. Annette abrió las piernas de par en par mientras jadeaba.

De inmediato los movimientos de Raphael se volvieron bruscos, provocando que ella se meciera como una ola. Una sensación de hormigueo se extendió por su cuerpo. La respiración de ella se entrecortaba con cada pen3tración.

"Estás impregnada del aroma de otro hombre… Parece que no estás satisfecha."

El hombre la acusó mientras la pen3traba. Annette negó con la cabeza entre lágrimas. Fue un gesto patético, pero sólo provocó más a la bestia.

Raphael frotó sus mejillas contra su cuello. Después lo lamió de forma insistente. Fue como si quisiera cubrir el aroma del otro hombre con su propio olor corporal.

Cuando bajó la cabeza, se volvió más intensa la sensación de pen3tración. Ella se estaba sofocando. Annette echó su cadera hacia atrás ante el ataque incesante de su virilidad.

Raphael gruñó inmediatamente. Agarró fuertemente su tr@sero e introdujo su virilidad hasta lo más profundo. Fue un movimiento agresivo, como si la castigara por retroceder un poco.

"¡¡Ahh!!"

Los ojos llorosos de Annette se agrandaron. Entonces Raphael bajó la cabeza para comerse sus labios. Su lengua caliente recorrió su boca, saboreando cada centímetro de la misma. Tanto arriba como abajo, ella se sentía siendo conquistada por él.

Raphael, que separó sus labios, comenzó a mover su cintura con ímpetu. La pen3tración se volvió aún más brusca. Ahora su virilidad se introducía con la fuerza de un martillazo. 

La estimulación que sentía fue impresionante. Le pareció que su interior estaba ardiendo debido al frote de su gl@nde. Pronto algo explotó. Su emocionante hormigueante orgasmo se extendió por sus temblorosas paredes v@g!nales.

"¡Hmm! ¡¡¡Ahhh...!!!"

Lágrimas fluyeron entre las pestañas de Annette que cerró los ojos con fuerza. Raphael, que besó su frente sudorosa, apretó los dientes para contener su ey@culación. Se sintió cautivado por su hermoso rostro que rebosaba de pl@cer. Annette temblaba impotente bajo sus ojos que parecían devorarla por completo.

Raphael apoyó su espalda en el respaldo de la cama, luego puso sobre él, el cuerpo de Annette todavía ligeramente espástico. Introdujo sin vacilar su virilidad en su cavidad.

"Todavía no he terminado."