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sábado, 22 de octubre de 2022

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 38

Capítulo 38.  Cortando Lazos


Annette, con el rostro frío, miró a Ludwig decidida. Su refutación apuñaló a Ludwig en el corazón.

"Si no querías que me casara, ¿por qué huiste en ese momento? Podrías haber hecho algo usando tu poder entre bastidores para detener el matrimonio formal. Si al menos hubieras intentado librarme de mis cargos, ahora no estaría tan enfadada."

Ludwig afirmaba que la amaba, pero aún no se había dado cuenta del vendaje en su mano. Incluso Railin, que no era más que un simple socio, se había dado cuenta.

Él sólo se lamentaba todo el tiempo, ella sólo lo consolaba. Siempre había sido así durante casi diez años. Así que Ludwig parecía haber olvidado que ella también podía sentir dolor al igual que él. Annette dijo con frialdad, reprimiendo sus emociones.

"Yo también puedo sentir dolor, Su Alteza. Si realmente querías casarte conmigo, deberías haber hecho algo. Así que, por favor, admite tu cobardía y déjame marchar. Quiero vivir una nueva vida."

Sólo después de escuchar a Annette, Ludwig se dio cuenta bastante tarde, de que estaba siendo demasiado inmaduro. La Annette que Ludwig recordaba siempre tenía una sonrisa amable mientras escuchaba con sinceridad sus angustias. Por eso, pensó que siempre sería igual.

Pero ahora, la Annette que tenía delante era como una completa desconocida. Su rostro indiferente eran algo que no coincidía con la Annette que conocía. Ni siquiera pestañeó cuando vio a Ludwig afligido. Bajo su fría mirada, Ludwig trató desesperadamente de poner alguna excusa.

"Annette, he hecho lo que he podido. No sabes cuántas veces le rogué a mi padre que no lo hiciera, que no podía estar sin ti. Pero no pude convencerlo..."

"No, Su Alteza."

Annette interrumpió abruptamente las excusas de Ludwig. Fue algo que ocurrió hace cinco años, antes de su regresión. Ella pensaba que lo había superado todo, pero parecía que no había olvidado nada.  La voz de Annette vaciló ligeramente al refutar las excusas de Ludwig.

"Creo que sería más correcto decir que no fue lo mejor que pudiste, sino que fue algo que hiciste sólo por aparentar. Si quieres salvar a alguien de ahogarse, ¿No deberías nadar o al menos lanzar un salvavidas? Lo único que has hecho es mirar todo desde lejos. ¿No es así?"

Annette siempre había pensado que se casaría con él desde la infancia. Sólo se tenían el uno al otro. La traición que sintió cuando se rompieron sus expectativas, fue tan amarga que quiso vomitar sangre.

Por supuesto, Annette sabía muy bien que Ludwig era un blandengue frente a su padre. Pero, sin importar qué, ella nunca esperó que él la abandonara tan fácilmente. Nunca pensó que se alejaría de ella tan rápidamente. Ludwig aceptó fácilmente su nuevo compromiso. Sólo protestó un poco, pero después fingió ceder como si no pudiera ganar.

Sin embargo, Annette no se enfadó con él. No era porque Ludwig fuera un Príncipe o algo parecido. Era porque sabía que nada cambiaría aunque se enfadara con él. Por naturaleza, Ludwig era débil de mente. Así que no tenía sentido enfadarse con una persona así. Sólo conseguiría que le doliera más a él.

Así que Annette se contuvo. Sabiendo que no tenía sentido aferrarse a tal enfado, se limitó a dejarlo pasar en silencio. Pero hoy, los sentimientos pasados de Ludwig, así como su traición hicieron que esa ira saliera de su boca. Extrañamente, se sentía tan aliviada como disgustada.

"Y si tienes algún respeto por mí, por favor no vuelvas a hacer esto. No hables así de mi esposo. Raphael es un buen hombre, que a pesar de mi mala situación, me acogió de buen grado como su esposa. Ahora él es mi familia. Nadie puede criticar a mi familia delante de mí. ¿Me entiendes?"

Ludwig se quedó completamente sin palabras. La actitud de Annette de trazar una línea entre ellos diciendo que su familia era Raphael, fue tan dolorosa que sus dedos se entumecieron. La mujer que una vez consideró que era la persona más cercana a él, se había convertido en la más lejana. Esto le rompió el corazón, sin darse cuenta las lágrimas rodaron por sus pálidas mejillas.

Annette tenía razón. Realmente era un cobarde. Siempre había dado por sentada su compañía, pero perdió la mano de Annette para siempre. Por muchas lágrimas que derramara, ahora no podían volver a su antigua relación. Este hecho le hizo sentir como si se hubiera sumergido en un pantano. Annette se despidió de Ludwig, que la miraba con desesperación.

"Le agradecería que me perdonara por mi comportamiento grosero de hoy. Por favor, no vuelvas a buscarme para sus asuntos personales. Ya me voy."

Después de terminar lo que tenía que decir, Annette se dio la vuelta. En realidad era muy irrespetuoso mostrar la espalda a un miembro de la familia real sin su permiso. Pero hoy, ella quería hacer algo contundente. Después de todo, fue por no hacer nada, que fue falsamente inculpada.

Sinceramente, no era que no le pareciera desgarrador mirar a Ludwig derramando lágrimas con la cara distorsionada. Después de todo, había estado con Ludwig desde su infancia. Se conocían desde la infancia e incluso a veces lo trataba como a su familia. Ludwig, que sufría la falta de reconocimiento de su padre, siempre estaba triste. Por eso, ella siempre había querido estar a su lado para animarle.

Sin embargo, fue Ludwig quien le soltó la mano primero, poniendo fin a su relación.

Annette se alejó ligeramente de él, como una mariposa que abandona una flor. Ludwig, ahora no debía atreverse a atraparla o forzarla. No podía hacer nada, como el día en que Annette fue incriminada. De nuevo no tuvo más remedio que mirar su lejana espalda, mientras ella se alejaba de él. Se quedó allí hasta que su última lágrima se secó.

***

"Estoy en casa, cariño."

Al regresar a casa, Annette se encontró con Raphael, que se paseaba por la puerta principal. Ella lo saludó afectuosamente con una sonrisa. Los anchos hombros de Raphael se estremecieron de repente, como si se hubiera sobresaltado. Se volvió hacia ella con un movimiento extrañamente brusco.

"Estás aquí."

La expresión de Raphael al ver a Annette se tornó muy extraña. La miraba, pero de alguna manera no podía establecer contacto visual con ella. Todas estas acciones lo hicieron parecer muy torpe. En primer lugar, Raphael nunca había sido una persona cohibida, así que era muy incómodo.

Annette se preguntó por qué estaba siendo así. La miraba como si tuviera algo que decir, pero sus firmes labios seguían cerrados con fuerza. Annette ladeó un poco la cabeza y finalmente preguntó.

"¿Qué pasa, Raphael? ¿Tengo algo en la cara?"

"No. Debes estar cansada, así que entra a descansar."

Raphael evitó furtivamente la mirada de Annette y subió corriendo las escaleras. Annette, que se quedó sola, miró su fugaz espalda con desconcierto. Al ver el extraño comportamiento de Raphael, se preguntó si él sabía que ella había vuelto a encontrarse con Ludwig. Pero si ese fuera el caso, Raphael se habría enfadado con ella, ya que era el tipo de persona que no podía contener su disgusto. 

'¡Qué bueno! Supongo que no sabe que me encontré con el príncipe Ludwig'.

Annette se sintió aliviada y decidió tener más cuidado en el futuro. En su vida anterior, a causa de haber sido falsamente incriminada, su mente se volvió inestable, por lo que empezó a tener un poco de aversión a socializar. Por ello, no salía mucho. Y además, su cuerpo estaba muy enfermo, lo que hacía casi inviable socializar con los demás.

Por eso, ella nunca se había cruzado con el Príncipe Ludwig después de su matrimonio en su vida anterior. ¿Qué cambios traerían estas pequeñas variables en el futuro? Ella estaba preocupada por eso.

'Debería haber escuchado el consejo del señor Railin'.

Annette recordó las palabras de Railin diciéndole que saliera por la puerta trasera para evitar cualquier molestia. Efectivamente, tenía una inteligencia y un instinto visceral asombrosos. Por muy grande que fuera su prestigio en los bajos mundos, era bastante atrevido por su parte llamar a Ludwig, el Príncipe Heredero de Deltium, como una 'molestia'. A diferencia de su bella apariencia, Railin sí era un hombre con grandes capacidades. 

Annette prometió tomar en serio las palabras de Railin en el futuro. Subió a su habitación arrastrando su cuerpo cansado. Después de decir todo lo que tenía en contra de Ludwig en su corazón, se sintió aliviada al mismo tiempo que agotada.

Annette, después de tomar un baño caliente, pronto se sumió en un profundo sueño. De nuevo no se dio cuenta de que Raphael se colaba en su cama.

'Realmente duermes como si estuvieras muerta'.

Acostado, Raphael miró a la dormida Annette. Incluso después de verla así innumerables veces, extrañamente no se cansaba de mirar  la cara de Annette. Raphael, que había estado mirando a Annette con una mirada extraña, murmuró de repente.

"Soy tu familia...."

Raphael había interrogado antes a la sirvienta de Annette, Mary, y había obtenido grandes indicios sobre su paradero. Por supuesto, Annette no reveló la ubicación exacta a nadie. Pero con los sentidos bestiales de Raphael, de alguna manera logró rastrearla.

Afortunadamente, hoy el destino estaba del lado de Annette. Raphael no vio el Gremio 'Secreto'. Fue porque llegó un poco tarde al lugar, ya que la sirvienta le había dado información ambigua. Gracias a eso, cuando Raphael encontró a Annette, ella ya había salido del Gremio Secreto.

Sin embargo, el problema era que había otro hombre junto a ella. Y ese hombre no era otro que el Príncipe Heredero Ludwig.

¿Qué está pasando aquí?

Al principio, Raphael casi había entendido que Annette se reunía en secreto con Ludwig. De hecho, era una escena muy convincente. En cuanto vio a Annette frente a Ludwig, Raphael sintió literalmente que toda la sangre de su cuerpo se enfriaba. Sin embargo, la conversación entre ellos estaba lejos de ser la de una reunión secreta.

"Dime, Annette. ¿También crees que Raphael es más capaz que yo? ¿Es por eso que... me alejas con frialdad? Comparado con ese gran Raphael Carnesis, ¡ahora no soy ni siquiera un hombre a tus ojos!"

En el momento en que escuchó los lamentos de Ludwig a lo lejos, Raphael se sintió aliviado. Annette no le estaba engañando, sino que rechazaba al pegajoso Ludwig. Raphael no podía entender por qué se sentía tan feliz por esto.

Pero la cosa no acabó ahí. Raphael entrecerró los ojos y esperó la siguiente reacción de Annette. Estaba nervioso porque no podía ver su expresión mientras miraba fijamente a Ludwig. 

¿Por qué no responde nada? El corazón de Raphael latía de forma extraña y había una sensación de zumbido adormecido en sus oídos. Era una anormalidad física que difícilmente podía pertenecer a un Maestro de Espada. 

¿Debería marcharme de una vez?

Raphael no podía aguantar, ya que tenía miedo de escuchar la respuesta de Annette. ¿Y si realmente cambiaba de opinión? ¿Y si todo lo que le dijo era mentira?  ¿Y si mintió cuando dijo que era mejor casarse con él que ser una Princesa? ¿Y si le abandonaba por Ludwig, que tenía sangre pura?