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lunes, 17 de mayo de 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 311

Capítulo 311. Verdadero Padre (1)



En cuanto entré en el dormitorio matrimonial después de la cena, saqué rápidamente mi libreta y ajusté el "Nivel de Peligro" de los nobles que estuvieron en la fiesta de té.

Los que tenían cara de 'esto es demasiado' al ver mi actitud incómoda, los bajé del Nivel 2.5 al 3.

Los de Nivel 2 en la libreta, que hicieron los malos comentarios, los subí al Nivel 1.5, y tenía la intención de observarlos más de cerca en el futuro.

Parecía divertido hacer esto.

"¿Qué es eso, Reina?"

Preguntó Heinley, asomando la cabeza por encima de mi hombro. Entonces, volvió a hablar al comprobar los nombres en la libreta, 

"Son esos los nobles con los que hay una mala relación, ¿no?"

Por supuesto, los nombres también le resultaban familiares.

"Intento hacerlo como tú."

"¿Como yo?"

"También estoy pensando en pescar."

Bueno, para mí esto parecía más una trampa que una pesca.

Después de asentir, le expliqué lo ocurrido en la fiesta de té. Heinley me escuchó con una expresión extraña, mordiéndose el labio inferior con fuerza en cuanto terminé de hablar.

"¿Heinley?"

Cuando estiré la mano y acaricié las comisuras de su boca para que dejara de morderse el labio, me besó cada uno de los dedos y sonrió ampliamente.

No sé por qué parecía tan feliz. Una vez que Heinley dejó de sonreír, dijo,

"Quiero que nuestro hijo se parezca a Reina."

"¿De qué estás hablando?"

"Bueno, sólo pensé que sería muy adorable."

De ninguna manera. ¿Heinley sonrió así porque soy adorable? A veces lo pensaba, Heinley tenía un gusto extraño. Adorable es él.

Un bebé que se pareciera a mí no sería adorable. Ni siquiera de pequeña fui adorable.

Al contrario, sería adorable si se pareciera a Heinley. Esto me hizo recordar nuevamente al polluelo de mi sueño. Aunque evidentemente era astuto, actuaba como si fuera inocente. Era lindo. Realmente lindo...

Ahora que lo pienso, me preocupaba un poco. Aparte de ser adorable, ¿cómo podría educar a un niño con esa personalidad?

¿Un niño así no fingiría delante de mí ser obediente y causaría problemas a mis espaldas?

Cuando un niño de la familia imperial causaba problemas, el número de personas que resultaban afectadas era mucho mayor. Pero no se trataría sólo de un alborotador, sino de un alborotador astuto... ¿no era ese un gran problema?

"¿Heinley?"

"Sí, Reina."

"¿Puedes hablarme de tu infancia?"

Heinley dudó un momento antes de preguntar con una expresión brillante.

"¿Te interesa saber más sobre mí, Reina?"

"Sí. Se dice que los hijos son el reflejo de sus padres. Probablemente nuestro hijo se parecerá a ti, por lo que quiero estar preparada, mejor dicho, imaginármelo."

Si la personalidad de nuestro hijo fuera como la mía, educarlo no sería difícil. Había sido una niña muy obediente.

No estaba presumiendo. Así lo aseguraban mis padres, los padres de Sovieshu, los mayordomos, y todos los que me habían visto crecer.

¿Pero qué hay de Heinley? Amable por fuera, pero caprichoso por dentro, brillante y encantador, pero le encantaba ir de un lado a otro, inteligente y alegre, pero muy travieso. Incluso ahora como adulto...

No, hay que ver el lado bueno. Podría ser todo lo contrario, ¿no? Caprichoso delante de mí, pero obediente a mis espaldas... No, esto seguiría siendo un problema.

Sería mejor escuchar primero sobre la infancia de Heinley para juzgar.

"Heinley, cuéntame."

Llena de expectación e inquietud, finalmente pregunté con seriedad. Entonces, Heinley respondió con el ceño ligeramente fruncido.

"Bueno, personalmente no puedo estar de acuerdo con que uno sea el reflejo de sus padres."

"¿Por qué?"

"No era tan dependiente."

Ah...

"¿Cómo eras entonces? ¿Obediente?"

"No lo recuerdo muy bien."

Definitivamente, no era obediente de pequeño.

"Pero recuerdo haber ido junto a McKenna por todas partes, Reina."

Al mirar a Heinley, que sonreía levemente como si estuviera recordando buenos tiempos, pude ver la personalidad de nuestro futuro hijo en sus ojos y me inquieté aún más.

Bueno. Esta era sólo mi posición. Mi posición al tener una infancia tranquila.

Quizá Heinley preferiría un hijo como él, ¿no? Puede que quiera llevarlo con él por todas partes.

"Heinley. ¿Qué pensarías si nuestro hijo tuviera tu personalidad?"

"Oh, eso también es cierto Reina. Qué cruel."

Hmm... ¿qué quería decir con eso?

* * *

Después de quedar embarazada, McKenna se encargó de gran parte de mi trabajo, así que tenía mucho tiempo libre.

Había ventajas y desventajas. Esta era una de las desventajas. No sabía qué hacer con el repentino aumento del tiempo libre. Además, tenía tanto tiempo libre que me venían a la mente ideas extrañas.

Actualmente, no podía sacar de mi mente el tema de ayer. El tema de 'la personalidad de nuestro hijo'.

Al final, dejé de lado el libro sin leer y visité a McKenna. Había crecido junto a Heinley, así que podría hablar objetivamente sobre la infancia de Heinley.

Sin embargo, McKenna estaba con Heinley, así que lo llamé en silencio a través de la puerta entreabierta.

"McKenna. McKenna."

"¿Su Majestad?"

Afortunadamente, McKenna entendió mis intenciones y no tardó en acercarse.

"¿Por qué te escondes de esta manera? No tienes que trabajar, así que no tienes que esconderte."

"Vine a preguntarte algo."

"¿Qué es?"

"Has estado cerca de Su Majestad desde pequeño, ¿no es así?" 

"Ah, sí... Siempre hemos estado cerca."

"¿Cómo era Su Majestad de pequeño?"

La expresión de McKenna se distorsionó en menos de medio segundo ante mi pregunta.

Cuando me miró a los ojos, sonrió ampliamente y respondió, "Era alegre," pero sin duda su expresión era completamente diferente a la de hace un instante. Era evidente que no quería hablar del tema,

"Sólo tengo curiosidad. Me pregunto si nuestro hijo se parecerá a mí o a Su Majestad."

Esto funcionó. McKenna murmuró para sí mismo durante un tiempo, luego giró rápidamente la cabeza para comprobar que Heinley seguía concentrado en el trabajo y susurró.

"Te hablaré de Heinley adecuadamente. Ven hoy aquí a las ocho de la noche."

No había necesidad de ser tan formal...

"También traeré algunos retratos de Su Majestad Heinley de pequeño."

Eso estaría bien.

"De acuerdo."