Reciente

jueves, 29 de abril de 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 56

Capítulo 56. "¡Eso No Era Parte De Mi Plan, Padre!"


Cuando llegué al salón, mi padre ya estaba sentado.

"Toma asiento", me dijo.

"Sí, padre". Me senté enfrente y traté deliberadamente de parecer amable. "Estoy encantado de tomar el té contigo."

Aunque por dentro me sentía todo lo contrario, por algo lo estaba halagando. 'Tengo que hacer que se ponga las mancuernillas'. Los rumores de Radian ganaban credibilidad porque se desconocía el paradero de esas mancuernillas, así que este malentendido sólo podría aclararse si mi padre las llevaba en público. 

Sin embargo, había algo más que me preocupaba. "Últimamente estás en casa más a menudo, padre", le dije.

Asintió con la cabeza. "Porque lo prometí", dijo vagamente. Aunque no sabía qué había prometido, tampoco a quién se lo había prometido, su presencia frecuente en casa sólo me complicaría la vida.

Si sigue actuando de esta manera, mi plan será... 'De todos modos, primero tengo que convencerle de que se ponga esto'. Si consiguiera que mi padre se pusiera las mancuernillas y visitara un lugar tan concurrido como el palacio imperial, se acabarían los rumores. 

"He escuchado que hubo un intento de asesinato en el palacio imperial. ¿Están todos bien?" Pregunté.

"No es necesario que te preocupes por esos asuntos", dijo mi padre con frialdad. Normalmente me habría ofendido por su tono y habría dejado de hablar, pero hoy tenía un objetivo importante que cumplir.

"Sólo me preocupa que si te quedas en casa durante mucho tiempo, el palacio imperial no estará tan seguro. Después de todo, eres el espadachín más fuerte del imperio. Entiendo que te necesiten desesperadamente allí, padre."
 
Mientras me ocupaba de halagarlo, dijo de repente, "Pienso retirarme durante este año."

'¿Qué? ¿Retirarse?' Me sorprendió porque todavía era relativamente joven para pensar en eso. 'Si ese es el caso, mi plan no funcionará...' Si planeaba vivir en reclusión después de retirarse, sólo podría convencerlo de que fuera a reuniones sociales... 'Pero nunca he visto a mi padre asistir a fiestas. En la novela, el Duque ni siquiera asistió al debut de su hija'. 

"Pero..."

Aunque quise convencerlo de lo contrario, me interrumpió. "Llevo mucho tiempo pensando en ello, así que no intentes convencerme". Parecía estar advirtiéndome que no me metiera en sus asuntos personales, así que desistí, me preocupada que no quisiera llevar las mancuernillas si le ofendía. 

"De acuerdo. Es bueno que estés en casa más a menudo, pero quedarse dentro todo el tiempo puede resultar aburrido. Deberías pensar en asistir a reuniones sociales para refrescarte ocasionalmente", dije alegremente, con una sonrisa forzada. En lugar de responder a mi sutil invitación, asintió ligeramente. Parecía que ahora no estaba de mal humor, así que decidí aprovechar esta oportunidad para devolverle su colgante y sus mancuernillas. 

"Este es el colgante que dejaste en la biblioteca hace un tiempo, padre". Le entregué el objeto, que tomó impasible. 

"Veo que estaba en tu posesión hasta ahora", dijo con indiferencia. Me pregunté brevemente si sabía siquiera que lo había extraviado, pero ese pensamiento desapareció cuando me di cuenta de que su respuesta había sido lógica, dada su seca personalidad. 

'Probablemente recibirá el regalo de la misma manera'. Sin esperar mucho, le di la caja que contenía las mancuernillas. "Toma esto también."

Mi padre miró la caja y preguntó, "¿Qué... es esto?". Su voz contenía una pequeña vacilación, lo que no era habitual en él. 

"Es un regalo", dije antes de que pudiera comentar algo más, por si le parecía algo extraño. "Puedes abrirlo."

Abrió la caja en silencio e hizo lo que le dije. Cuando vio las mancuernillas, sus ojos se agrandaron. 

"......"

Se quedó callado, así que supuse que no le había gustado mucho mi regalo. 'Bueno, no importa porque ya me esperaba esta reacción'.

"Me acordé de ti cuando fui de compras hace poco. Compré esto porque pensé que te complementaría", añadí con una risa despreocupada, a lo que él asintió. 

Me alegro de que haya aceptado el regalo. 'Si lo rechazaba, tendría que dárselo a Geraldine...' Geraldine no era sólo un vasallo o el jefe de los caballeros Floyen; también era mi primo por parte de mi madre. Como era costumbre regalar mancuernillas a familiares y a los enamorados, Geraldine era la opción más adecuada además de mi padre, puesto que demostraría que lo había comprado con fines no amorosos. También era necesario que se presentara en el banquete de Rose como mi compañero. Hacerlo implicaría que todavía tenía el corazón herido y que no tenía intención de salir con otras personas por el momento.

En este caso, mi padre no podría obligarme a conocer a alguien de la lista de parejas para el matrimonio. La alta sociedad estaba inusualmente obsesionada con las apariencias, así que si la gente se enteraba de que mi padre había organizado una cita a ciegas para su hija con el corazón roto, sería criticado. Este plan era la mejor manera de resolver el problema concerniente a la lista de parejas para el matrimonio, así como los rumores.

"Sobre mi compañero..." Me detuve, pero mi padre me indicó con la cabeza que continuara. "Sé que está muy ocupado, padre, pero para el banquete de mañana..."

Quería preguntarle si podía tomar prestado a Geraldine, su preciado subordinado y sobrino, pero la voz baja de mi padre me interrumpió. "De acuerdo." 

'¿Sabías lo que iba a decir, padre?' Aunque estaba confundida, decidí no cuestionar su decisión por si podía cambiar de opinión. 'Ahora que tengo el permiso de mi padre, tengo que pedirle a Geraldine que vaya al banquete conmigo'.

Todo estaba saliendo tan bien como lo había planeado. Agarré un bizcocho y estaba a punto de darle un mordisco cuando mi padre me miró de repente, diciendo, "Ya que es tu deseo, te acompañaré al banquete."

Dejé caer el bizcocho que tenía en la mano. '¡Eso no era parte de mi plan, padre!'