Reciente

miércoles, 28 de abril de 2021

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 303

Capítulo 303.


Fue algo extraño. Un sueño tan vívido.

Todavía podía recordar claramente a Reina corriendo a toda prisa como un pingüino, y al águila monstruosa aferrada al trono.

Nian se marchó enseguida diciendo que parecía cansada, y mis damas de compañía suspiraron, diciendo que fuera a la cama a descansar.

En cuanto me acosté en la cama, volví a quedarme dormida.

Pero esta vez no aparecieron ni el águila monstruosa ni Reina. En realidad, no soñé nada.

Cuando me desperté después de dormir profundamente, ya era la hora de cenar.

Lo asombroso fue la historia que Heinley me contó esa noche mientras cenábamos juntos.

"Me quedé dormido un rato mientras trabajaba durante el día, y tuve una pesadilla muy extraña."

"¿Qué pesadilla?"

"Bueno... tengo una colección de joyas."

Eso lo sabía.

Resultaba evidente que a Heinley le gustaban mucho las joyas porque en todo momento presumía que su país era la capital de las joyas. En su habitación y en la sala de reuniones, se exhibían diversas joyas reconocidas según sus características.

"Cuando entré a mi habitación para limpiar las joyas, encontré un huevo desconocido entre ellas." 

"¿Un huevo?"

"Sí. Era dorado mezclado con verde, incluso más bonito que las joyas. Eran tan bonito que lo limpié y lo calenté con mis manos. Pero de la nada, salió un pájaro bebé."

Un pájaro bebé...

"Tenía pocas plumas y alas pequeñas, pero era adorable. Así que lo sostuve contra mi pecho y lo acaricié, pero el pájaro lloriqueaba por esta y aquella joya para comer. Lo aterrador es que le estaba dando todas mis joyas a medida que las pedía."

Heinley murmuró, con el rostro pálido, como si le horrorizara el simple hecho de pensar en eso.

"Creo que me volví loco en el sueño. En cualquier caso, cuando le di de comer las joyas, el pájaro creció tanto que se volvió enorme en un instante."

Un pájaro enorme... Me vino a la mente el águila monstruosa que vi en mi sueño.

Mientras asentía con una sensación de déjá vu, Heinley se estremeció y continuó,

"De repente, el lugar cambió. Esta vez, el enorme pájaro se envolvió alrededor de mi trono y también me lo pidió. Me molestó, pero extrañamente no pude ni siquiera reprenderlo, así que acudí rápidamente a Reina para que me ayudara."

La sensación de déjà vu era aún más fuerte.

¿No parecía coincidir con mi sueño?

"Con la ayuda de Reina, conseguí apartar a ese pájaro enorme de mi trono."

Heinley sacudió la cabeza y preguntó con una expresión seria.

"¿Podría haber sido un sueño premonitorio de que alguien albergaba intenciones ocultas contra mí?"

"No lo sé, pero... tuve un sueño similar."

"¿Qué? ¿De verdad?"

Cuando le conté a Heinley mi sueño, sus ojos se abrieron ampliamente.

No coincidían del todo, pero aún así parecían ser muy similares.

Pronto la expresión de Heinley se volvió realmente rígida, así que lo tranquilicé deliberadamente con palabras afectuosas,

"El sueño que tuvimos es tan similar que parece que realmente nos hemos convertido en una pareja completamente compenetrada."

Temía que considerara este sueño como una premonición y se preocupara por una rebelión.

Por supuesto, se debe contar con un plan previo para hacer frente a una rebelión. Aun así, uno debe preocuparse cuando puedan verse algunos indicios de eso, caer en esa preocupación ahora mismo sólo haría que su mente se fatigara.

"Así que no debes preocuparte tanto, Heinley. No creo que se trate de un mal sueño premonitorio."

Heinley se puso una mano en la mejilla y abrió un poco la boca,

"Oh, no, Reina. No me sorprendí por eso..."

"Entonces, ¿por qué?"

"En un continente lejano, existe la creencia de que si una pareja tiene el mismo sueño significa que un bebé viene en camino."

¿Qué?

Sus palabras me hicieron reír a carcajadas.

"Eso es absurdo."

"Pero apareció un águila bebé. ¿No es eso significativo, Reina?"

"De ninguna manera."

Sacudí la cabeza.

Los ojos de Heinley brillaban, lamentaba decepcionarlo.

"Me vino la menstruación el mes pasado. Lo sabes, ¿verdad?"

"¿No debería haberte venido nuevamente en estos días?"

Eso es cierto, pero...

"Incluso si tuviera un bebé en mi vientre, tendría dos o tres semanas de embarazo. En ese tiempo, no se puede saber si se está realmente embarazada o no."

En muchas ocasiones, se celebraron banquetes antes de tiempo creyendo que la esposa estaba embarazada, pero en realidad no lo estaba. No quería pasar por lo mismo.

Sin embargo, Heinley seguía siendo positivo.

"Entonces podría ser cierto. Creo que es cierto, Reina."

Sacudí la cabeza.

Entre más esperanza se tiene, más dolorosa es la decepción.

Incluso si era cierto que estaba embarazada, prefería esperar que pasara un tiempo para poder estar segura.

"Reina, ¿por qué no dejas que el médico del palacio te chequee?"

Pero por alguna razón, Heinley insistió.

Heinley solía obedecer mi voluntad la mayor parte del tiempo, a menos que fuera en la cama por la noche.

Cuando lo miré fijamente, mordiendo las papas bañadas en salsa, Heinley se disculpó con gran pesar,

"Lo siento, Reina. Pero trabajas desde la mañana hasta la noche, a veces desde el amanecer hasta el día siguiente. Si hay alguna posibilidad, creo que lo mejor es saberlo de antemano para tomar las precauciones necesarias."

"Es porque hay mucho trabajo que hacer."

"Reina, incluso si no estás embarazada, tienes que descansar adecuadamente."

Cuando estaba en el Imperio Oriental, el médico del palacio también me decía que descansara.

¿Será diferente con el médico del palacio del Imperio Occidental? No. Esta vez sería lo mismo.

Sin embargo, si existía una pequeña diferencia, Heinley me quitaría todo el trabajo si el médico del palacio dijera algo así.

Aunque eso no había sucedido hasta ahora, era totalmente posible dada la atención que Heinley mostraba hacia mí.

"Reina."

Heinley extendió su mano, llamándome con voz dulce,

"Navier. ¿Sí?"

En cuanto iba a negarme rotundamente, se convirtió inmediatamente en Reina, y recordé al águila bebé frotando su mejilla contra la palma de mi mano, como si fuera débil.

".... Está bien."

No me entusiasmaba, pero acabé aceptando a regañadientes.

"Pero no esperes demasiado, Heinley."

Al día siguiente, nada más cambiarme de ropa después de desayunar, Heinley llamó al médico del palacio.

Afortunadamente, Heinley no le dijo al médico del palacio que 'comprobara si estaba embarazada'.

Le preocupaba que me avergonzara, así que el médico parecía pensar que lo llamó para que chequeara mi 'estado de salud general'.

Mientras el médico del palacio me chequeaba, Heinley me miraba con nerviosismo.

Estaba un poco inquieta, así que traté de pensar en otras cosas.

En Whitemond, las delegaciones que deberían haber llegado al Continente Hwa, y cosas así.

Finalmente, la mano del médico del palacio, que estaba tocando mi antebrazo, descendió.

Sin darme cuenta, estaba mirando fijamente los labios del médico.

En ese punto, el médico del palacio abrió lentamente la boca.

***