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domingo, 23 de julio de 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 155

Capítulo 155. El Ciego Raphael (1)

Raphael, que barrió su cara con la mano, dijo.

"Ella no cree que la amo. También cree que Su Majestad la odia. No sé qué piensas tú."

"...Ya veo. Definitivamente es extraño."

Hamilton tardó en responder. Raphael no quedó conforme con su respuesta. Habían mantenido una relación durante mucho tiempo, así que los dos se conocían muy bien. Aunque no podía descubrir sus verdaderas intenciones porque Hamilton fue un agente del servicio de inteligencia, al menos podía hacer conjeturas.

"¿Qué ha sido ese silencio, viejo? Es un poco sospechoso."

"Supongo que sí. Pero en lugar de pensar cosas extrañas, ¿por qué no terminas de hablar sobre la confesión? ¿Qué hizo la dama Annette después de eso?"

Él habló en un tono extraño. Debido a la falta de habilidades de Raphael en las relaciones interpersonales, lo engañaban fácilmente estas tácticas. Pero esta vez no. Instintivamente sabía que se trataba de algo muy importante, así que tenía que insistir hasta el final. Su sexto sentido bestial emitía una advertencia desconocida.

"Dime lo que sabes, viejo. ¿Es cierto que Su Majestad la odia?"

Raphael preguntó con el ceño fruncido. Pero Hamilton se metió en la boca una lonja de jamón ahumado sin inmutarse, como si no supiera qué quería decir. Raphael se volvió más feroz por su actitud. Se inclinó hacia adelante como para intimidarlo.

"¡Dime! ¿Por qué demonios a Su Majestad no le agrada Annette? Fue Su Majestad quien me pidió firmemente que me casara con ella. ¿Qué se trae entre manos?"

No respondió nada. Se llevó su copa a la boca como si Raphael fuera invisible. El líquido color calabaza en la copa humedeció sus labios. En cambio, el corazón de Raphael ardía.

Parecía que no abriría la boca, así que Raphael decidió decir lo primero que se le ocurrió. Las innumerables conjeturas que flotaban en su cabeza emergieron como nubes flotantes.

"¿La familia de Annette es un problema para la familia real? ¿Acaso el Duque Bavaria ha mostrado algún comportamiento inapropiado? De lo contrario no habría ningún motivo para odiarlos. Annette es una mujer que no mataría ni a una hormiga en vano."

"Es cierto que la dama Annette puede que sea inofensiva. ¿Pero qué tal si consideramos a su padre? Eso cambia la perspectiva por completo."

Hamilton, que finalmente dejó la copa, abrió la boca.  Fue una respuesta extremadamente vaga, como si todavía no quisiera revelar nada. Raphael respondió inmediatamente.

"Sin duda el Duque Bavaria es un hombre irritante. Aunque se trate de mi suegro, no tengo nada que objetar. Pero, ¿no esa familia no es esencial para Deltium? La prestigiosa familia Bavaria ha existido durante mucho tiempo. Y también son líderes entre la nobleza."

"Es cierto que alguien tiene que representar a los nobles, porque son el principal motor de este reino. Pero ese representante no tiene por qué ser el Duque Bavaria. ¿Verdad?"

"...¿Qué significa eso? ¿Te atreves a inferir que sería mejor que lo hiciera otra familia?"

Preguntó Raphael. Pero Hamilton no parecía dispuesto a revelar más pistas. Sus labios se curvaron en una elegante sonrisa bajo su perfecto bigote. Raphael supo en cuanto vio esa sonrisa, que Hamilton había comprendido el trasfondo del asunto.

Él era el único que no sabía nada, como si fuera un ciego. 

Raphael instó de nuevo a Hamilton.

"En otras palabras, ¿Su Majestad tiene la intención de aplastar a la familia Bavaria?"

"¡No lo sé! Estás tapando mi visión."

Hamilton apartó al fastidioso Raphael. Fue un movimiento insensible, como si estuviera quitándose de encima a un gran perro. Sin embargo, eso no significaba que Raphael se fuera a quedar tranquilo. Por el contrario, Raphael apoyó su pie en el reposabrazos del sofá donde estaba Hamilton. Entonces gruñó.

"Conoces mi carácter, ¿verdad? Dímelo rápido si quieres que te deje salir. ¿O sigues pensando que eres un leal secuaz del Rey aunque estás retirado? Es mejor que dejes de lado tu rectitud, porque las cosas han cambiado desde entonces."

"¡Imbécil! ¡Estás actuando de forma grosera! ¿Quieres quitarte de mi camino?"

El enfadado Hamilton agitó su bastón en la mano. Raphael se vio obligado a retirarse. Lo había observado desde pequeño, pero Raphael nunca lo había tratado así. Parecía que había sido demasiado indulgente con él porque le daba lástima su infancia.

Hamilton se levantó del sofá con la boca cerrada. Tenía la intención de irse rápidamente. Por supuesto, estaba enfadado por la actitud acosadora de Raphael, pero las preguntas que le hizo fueron demasiado sensibles. Hamilton estaba retirado, pero en su día formó parte del círculo de confianza del Rey, así que le resultaba difícil responder.

"¿Adónde crees que vas? No saldrás hasta que no respondas."

Hamilton lo estaba subestimando. Raphael hábilmente lo empujó contra la pared aprovechando su gran tamaño. Luego golpeó la pared su puño.

Las pupilas de Hamilton, que ahora no podía ir a ninguna parte, temblaron violentamente.

"¡¡Mocoso loco!!"