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lunes, 24 de abril de 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 96

Capítulo 96. Basurero Emocional

La pregunta de Raphael fue desconcertante. Al menos para Annette. ¿Realmente no sabe quién es Celestine? ¿Aunque es la prometida de su hermanastro? Ella respondió nerviosa sin poder disimular sus pupilas temblorosas.

"Es Celestine del Marquesado Keers. La prometida… de su Alteza el Príncipe Ludwig."

"¿Qué? ¿Esa chica de ojos agudos?"

Raphael frunció el ceño. Ya odiaba a Ludwig, ahora no le gustaba la prometida. Si hubiera sabido la identidad de ella, habría tenido una conversación cordial. Por ejemplo, le habría dicho cómo, 'mantén a tu hombre bajo control'.

Ludwig tenía una prometida bastante decente, pero todavía perseguía a la esposa de otro hombre. Los ojos de Raphael reflejaron su enfado.

"¿Por qué demonios ese tipo está tan obsesionado contigo?"

Los brazos de Raphael apretaron de forma inconsciente con más fuerza a Annette, como demostrando su posesividad hacia ella. Cuando ella vio que el rostro de Raphael se estaba poniendo rígido, mencionó su nombre para intentar apaciguarlo.

"Raphael."

"Es extraño. ¿Acaso quiere tenerte como amante? No lo entiendo."

El gruñón Raphael ahora estaba molesto, abrazando a Annette con firmeza. Parecía una bestia en guardia por miedo a que le quitaran su cría. Annette suspiró profundamente.

"Siéntate aquí un momento."

Annette señaló un banco cercano. Raphael se sentó dócilmente, luego ella se sentó a su lado. Se acomodó el cabello ligeramente detrás de las orejas mientras pensaba qué decir. Su cautela para hablar era una de las virtudes de Annette.

"Conocí a Su Alteza Ludwig cuando tenía ocho años. Entonces su Majestad en presencia de mi padre nos dijo, que nosotros nos casaríamos cuando crecieramos, así que debíamos llevarnos bien. Tal vez desde ese momento… se formó una relación de apego. Es normal teniendo en cuenta que nos conocimos a una edad temprana con un vínculo definido."

La expresión de Raphael se volvió un poco misteriosa. Se puso de mal humor escuchando a su esposa hablar sobre su pasado. Fue especialmente desagradable para Raphael, que tenía fuertes sentimientos de posesividad. Afortunadamente, ella habló de forma sensata.

Si hubiera hablado con una voz nostálgica, podría haber estado hirviendo de ira. Pero ella había inferido que fue una relación de apego fomentada por otras personas desde su juventud. Gracias a ello, no sintió un malestar mucho mayor. Además, ella había hablado como si fuera algo sin importancia.

"Su Alteza es un poco inestable. Es sensible al estrés. Cuando la situación empeora, puede llegar a convulsionar. Por lo que necesita algo para aliviar el estrés periódicamente. Solía hacerlo en cierta medida tocando el laúd, pero ahora incluso eso es difícil. A Su Majestad no le agrada que Su Alteza el Príncipe Ludwig toque el instrumento."

"¿Por qué no le agrada? ¿Acaso tocar un instrumento no es un pasatiempo de la nobleza?"

"Su Majestad tiene claro cuales son las cualidades que debe tener un monarca. Y comparado con ese estándar, Su Alteza Ludwig… es un poco deficiente. Le hubiera gustado que el pasatiempo de Su Alteza hubiera sido la esgrima o la caza. Eso sería más varonil."

A Raphael le convencieron esas palabras. Su habilidad con la espada fue la razón por la que Selgratis lo reconoció como su propio hijo y también decidió apoyarlo. Si su talento hubiera sido para tocar un instrumento o la pintura, Selgratis lo habría abandonado.

Selgratis era lo suficientemente progresista como para convertir a su hijo ilegítimo en un noble, por otra parte lo suficientemente conservador para valorar la masculinidad tradicional. De hecho, todos los seres humanos tienen pensamientos contradictorios. ¿Quién puede vivir manteniendo siempre una perfecta coherencia?

"Debido a esta situación, Su Alteza me llamaba a menudo para quejarse. La presión es  mucho menor si hay alguien que lo escuche. Sin embargo, como futuro Rey, no puede ser débil ante nadie. Solo podía desahogarse conmigo. Dado que eso hizo durante casi 10 años… cuando ocurre algo difícil, piensa automáticamente en mí."

Después de terminar la historia, ella bajó la mirada. El pequeño puente de su nariz y la delicada línea de sus labios, hacían que se pareciera a un hada. Raphael pudo entender a los otros hombres mientras miraba su cara. Si es tan bonita a mis ojos, que tan bonita será a los ojos de los demás.

Annette había explicado que Ludwig no la buscaba por amor, sino simplemente como un basurero emocional. Pero Raphael no creía lo mismo. Los ojos de Ludwig estaban serios cuando declaró que algún día recuperaría a Annette. Tanto así que el humor de Raphael empeoró al verlo tan desesperado.

Bueno, puede que Annette no se haya dado cuenta.