Reciente

miércoles, 29 de marzo de 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 80

Capítulo 80. Perfume (2)


Annette esperó un momento. Creía que Railin iba a salir diciendo, 'Oh, te has dado cuenta'. Sin embargo, Railin nunca apareció. Parecía que se había marchado porque ella estaba durmiendo. En cualquier caso, fue una intrusión indebida. Pero ni siquiera podía preguntarle sobre los motivos de su visita porque no estaba aquí.

Ella observó avergonzada su abrigo. Parecía una prenda costosa, por lo que sería mejor lavarlo antes de devolverlo. Se estaba acostumbrado a hacer tratos con el fiable Railin. Era más competente de lo que ella había pensado. Por lo tanto, estaba considerando contarle sobre la incriminación falsa, para solicitar su ayuda. Parecía que sería lo mejor.

'No, no puedo precipitarme. Debo pensarlo más detenidamente'

Ella entró en la habitación, después de tranquilizar su mente. Se puso un cálido chal, que la hacía sentir mucho más a gusto. Era tarde para cenar, pero tenía bastante hambre. Se había quedado demasiado tiempo dormida en el balcón.

Annette bajó las escaleras con la intención de comer algo rápido. Pero no fue un buen momento. Fue porque cuando estaba cerca de la puerta principal, se topó con Raphael que acababa de regresar a casa. Annette sintió una punzada de dolor al recordar la última conversación que tuvo con él.

 —¿Te gusto al menos un poco?

Raphael se fue sin responder esa pregunta. La soledad que experimentó en ese momento fue tan terriblemente amarga. Así que Annette decidió pasar por delante de él. Ella pudo sentir su respiración tocando el lado de su cara.

'Huele a alcohol'.

Parecía que Raphael había vuelto a salir para beber en alguna parte. En su vida anterior bebía casi todos los días como si fuera un alcohólico. Era porque no podía dormir de otra manera. Pero en esta vida bebía poco porque Annette lo dormía con su habilidad. Excepto en los días como hoy.

Sin embargo, Annette no pudo continuar su camino. De repente Raphael la haló por el brazo. Los fríos ojos de Raphael se estrecharon con ira.

"Estás impregnada del olor de otro hombre."

Ella se giró hacia él mientras le agarraba el brazo. Raphael se acercó a ella, agarró sus hombros e inclinó la cabeza. Pasó su nariz por el cabello de Annette, detrás de sus orejas, su cuello, su clavícula… olía algo desconocido. Ella podía oler su fuerte aliento a whisky.

Annette intentó retroceder por reflejo. De todos modos, se sentía agobiante estar tan cerca de él, porque estaban emocionalmente distantes. Pero debido al firme agarre de Raphael, fue imposible alejarse de él. Raphael levantó su barbilla con una mano. 

Finalmente le preguntó con ojos feroces.

"¿Quién fue? ¿Quién te ha tocado? ¡Dime!"

"Nadie. Por favor, suéltame."

Ella respondió en voz baja. Al principió pensó que Raphael estaba armando un escándalo porque estaba borracho. Pero un pensamiento pasó rápidamente por su mente. El abrigo con el que Railin la había cubierto cuando dormía en el balcón. El perfume del abrigo debía haberse impregnado en ella mientras dormía. 

Aún así eso no significaba que podía decirle la verdad a Raphael. No podía revelar la existencia de Railin para mantener oculta su relación con el gremio Secreto. Annette tomó con cuidado la mano de Raphael en su hombro. Le respondió tratando de no molestarlo.

"Estaba probando nuevos perfumes para comprar. Tal vez alguno se me impregnó en ese momento. ¿Quién más que tú podría tocarme? Además, ni siquiera he salido de la mansión. Así que por favor suéltame, Raphael. Me duele."

Raphael siempre ha sido vulnerable cuando ella mencionaba el dolor. Sus manos se relajaron de inmediato cuando esa palabra salió de su boca. Ella aprovechó la oportunidad para escaparse. Cuando consideró que estaba a una distancia segura, giró la cabeza hacia atrás para despedirse brevemente.

"Creo que estás borracho, así que deberías descansar. Buenas noches, Raphael."

Eso fue todo. Ella volvió a caminar rápidamente para que no pudiera detenerla. Pero antes de que diera tres pasos, una mano la haló desde atrás. Raphael la puso entre su pecho.

"¿Raphael?"

"Mentirosa. Siempre me mientes."