Reciente

jueves, 1 de diciembre de 2022

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 51

Capítulo 51. Fiesta De Pareja (1)


Se sentía realmente extraño seguir a una mujer que era mucho más pequeña que él. Raphael miró la deslumbrante luz del sol por encima de su redonda cabeza. Sería bonito poder estirar los brazos por detrás de esa espalda. Y luego frotar sus labios contra esos cabellos dorados que contenían el calor del sol. Pero Annette, dejó de caminar de repente y se dio la vuelta, haciendo que Raphael se quedara atónito.

"¿Qué tienes que decir?"

Raphael se mordió los labios. Estaba preparado hasta cierto punto para revelar sus secretos, pero cuando estaba frente a Annette, su boca se negó a abrirse. Después de considerarlo mucho, decidió decir primero lo que quería decir.

"Annette... no lo sabía. No sabía que Ben trabajaba como tu cochero, ni mucho que fue él quien te incriminó."

A Raphael le preocupaba que Annette sospechara que fue cómplice de Ben. Después de todo, era cierto que él era el único que se beneficiaba de esta falsa acusación. 

No había ninguna Princesa en la familia real de Deltium, así que Annette Bavaria se convirtió en la mujer más noble del reino de Deltium. Al tomarla como esposa, la deficiencia en el linaje de Raphael fue compensada. Por ello, le preocupaba que Annette pudiera sospechar que se trataba de un matrimonio que acomodó a su conveniencia. Annette, que escuchaba en silencio a Raphael, respondió.

"Yo también pensé que no tenías nada que ver. El hecho de que Ivan, no... Ben comparta su sangre contigo es bastante sorprendente. Pero ahora no dudo de ti."

¿Confía en mí?

Raphael tuvo un poco de esperanza. Desgraciadamente, Annette no lo dijo porque confiara en él, como pensaba Raphael. Annette, con sus pestañas doradas bajadas, expresó con calma sus pensamientos.

"Sería demasiado exagerado llamarte cómplice..... ya que te resistías a casarte conmigo. Me odiabas mucho, así que no podías haber participado en ello. A no ser que tengas alguna extraña afición de disfrutar del sufrimiento."

La boca malvada de Raphael quedó sellada con esto. Había demasiadas fechorías de las que tenía que rendir cuentas ahora. No tenía nada más que decir porque era cierto que no quería casarse con Annette. Si su padre biológico, el Rey Selgratis no lo hubiera obligado, nunca se habría casado con Annette por su propia voluntad.

Raphael, que estaba sudando, no podía decir una palabra. En el rostro de Annette aparecieron signos cansancio. Su sonrisa amable había desaparecido.

"¿Es todo lo que tienes que decir? Entonces me iré."

Annette le dio la espalda lentamente. Su fino cabello rubio ondeaba en el aire y sus ojos rosados que parecían solitarios, le dieron la espalda. Raphael no podía dejar que Annette se fuera así.

"Espera un momento."

Afortunadamente, Annette como siempre no lo ignoró. Ella, que se dio la vuelta, lo miró con dulzura. En el momento en que sus ojos se encontraron con los de ella, la boca de Raphael se movió repentinamente por sí sola y así salió de su boca una petición de cita.

"Bueno, hmm... Si te parece bien, ¿irías a la fiesta de la semana que viene? Umm, esa fiesta de pareja en casa del Conde Lucini."

Annette no dijo nada, pero inclinó ligeramente la cabeza hacia un lado. Tal vez ella estaba pensando '¿Por qué?'. En cuanto vio los ojos reacios de Annette, Raphael sintió instintivamente que sería rechazado. Su corazón se hundió. En ese momento, le vinieron a la mente las palabras de Harold.

¡No te aferres a tu orgullo!

Sí, de todas maneras ya había lanzados los dados. Tenía que obtener una respuesta de ella. Estaba dispuesto a utilizar cualquier medio posible. Raphael bajó los ojos sin darse cuenta y murmuró evitando la mirada de Annette.

"Debes asistir a la fiesta Annette. Mi benefactor estará allí. No pudo asistir a nuestra boda por alguna razón, pero quiere conocerte allí. Es una persona muy importante para mí..."

Fue una mentira descarada. En realidad, Raphael no sabía si Harold iba a asistir a la fiesta o no. Honestamente, había una alta probabilidad de que no lo hiciera. Esto se debía a que Harold no estaba casado y era una fiesta a la que había que asistir en pareja. Sin embargo, dado que el propio Harold le había aconsejado que fuera más considerado con ella, no debía quejarse por esto.

"¿Tu benefactor?"

Afortunadamente, ella se interesó en su torpe excusa. Esto se debió a que era la primera vez que Raphael le revelaba algo de su pasado a Annette. Aunque el propio Raphael no se dio cuenta, el interés de ella lo animó a hablar más. Naturalmente, la charla de Raphael se volvió un poco más persuasiva.

"Sí. Como sabes... mi nacimiento... es un poco complicado, sólo puedo llamar a unas pocas personas como familia. Pero la posición de Harold en mi vida es como Su Majestad...como una figura paterna para mí. No estaría aquí ahora si no fuera por él. Así que realmente quiero que ambos se conozcan. Es una de las pocas personas que realmente se preocupa por mí."

Originalmente, la mentira más persuasiva era una con un 50% de verdad añadida. Mientras contaba su situación real, una ligera mirada de soledad apareció en el rostro de Raphael. Annette dudó de sus ojos. Raphael, que se dio cuenta instintivamente de que tenía oportunidad, rápidamente la agarró de la mano.

"Por favor, Annette, ven conmigo. Eres mi esposa, ¿no?"

Las palabras de Raphael mencionando sus deberes como esposa fueron efectivas. Annette, que había crecido rodeada de responsabilidades desde temprana edad, se debilitó ante esas palabras. Pero no sólo dudaba porque tuviera que cumplir con sus deberes como esposa.

Ella se sorprendió mucho cuando vio que él la miraba con desesperación. No podía creer que palabras como 'por favor' pudieran salir de esos labios perversos que sólo sabían escupir palabras egoístas. Ella se dio cuenta de que aquel benefactor era realmente importante. Así que finalmente asintió.

Bueno, ya que planeo dejar a Raphael pronto, le haré un favor por última vez.

De hecho, sólo hubo una cosa que Raphael hizo mal. Y fue su negativa a hablar con ella sobre su pasado. Sin embargo, ella tampoco quería obligarlo a hacerlo. ¿Cómo podía contar sus secretos a alguien en quien no creía?

El resto de los problemas eran demasiado ambiguos como para culpar a Raphael. Sin embargo, todos estos problemas sólo se resolverían si Annette dejaba a Raphael y a Deltium. Para ello, tenía que reunirse con Celestine Keers lo antes posible. 

"¡Gracias, Annette!"

Con una amplia sonrisa, Raphael la levantó. La levantó fácilmente como si fuera una muñeca de papel. Sorprendida por esto, sus ojos se agrandaron y se aferró a su hombro con fuerza. Finalmente, después de abrazar fuertemente a Annette, Raphael la dejó en el suelo.

"Muchas gracias. Por ir conmigo."

"De nada."

Annette, que no sabía que a Raphael le iba a alegrar tanto, respondió vagamente. En ese momento, se preguntó quién sería ese benefactor por el que Raphael se comportaría así. Parecía que tendría que prestar atención al vestido que utilizaría.

***

"Eso es lo que pasó, así que por favor coopera."

"¡Bastardo desvergonzado!"

Harold, que fue involucrado en la fiesta por el repentino capricho de Raphael, estaba realmente irritado. Para empezar, no quería asistir a la fiesta. En su vida solo había asistido a una fiesta de pareja.

Es un bastardo desagradecido.

Si hubiera sabido que esto iba a pasar, no le habría dado ningún consejo. Además, el hecho de que Raphael sonreía a solas esperando a su esposa, le hizo enfadar aún más. 

"Cuando venga tu esposa, le contaré toda tu oscura historia."

"Inténtalo si puedes."

Raphael se paró frente a Harold con los brazos cruzados como una enorme barrera. Había una diferencia notable entre los dos por su altura y musculatura. Recordando los viejos tiempos cuando Raphael era un cachorro, Harold pisó con suavidad los brillantes zapatos de Raphael.

"¿Qué demonios estás haciendo viejo? ¡Es un par de zapatos nuevos!"

Raphael frunció el ceño. Rápidamente sacó su pañuelo para limpiar el zapato. Su intención de terminar rápidamente de estar reluciente antes de la llegada de Annette era realmente evidente. Harold, que se dio cuenta de esto, preguntó de repente al recordar algo.

"¿Pero por qué no has venido con tu esposa?"

"No lo sé. Me dijo que me adelantara porque tenía trabajo que hacer. Ella me seguiría pronto."

Raphael, que seguía revisando su zapato, respondió con dulzura. Harold comenzó a reírse. Cuando Raphael escuchó su risa, levantó las cejas preguntándose qué le pasaba. Harold, que había estado esperando esta reacción, trató de reprimir su risa.

"De todos modos, eres realmente un idiota. Ella no quería venir contigo, por eso te dijo que te adelantaras."

"¡No es así! Ella dijo que realmente tenía algo que hacer."

"Oh, cree lo que quieras. Debe haber inventado que tenía que hacer algunas cosas para no tener que ir en el mismo carruaje contigo."

"¡Joder!"

Raphael escupió insconcioentemente, una palabrota que había aprendido durante sus días de plebeyo. Harold sólo le había dado en un punto débil. Una sonrisa radiante volvió a aparecer en el rostro de Harold, que por fin se había vengado de que lo arrastraran a una fiesta de pareja. Esa represalia fue la mejor manera de enseñar a una bestia de cabello negro desagradecida.

Raphael frunció el ceño cuando vio la desagradable sonrisa en su rostro. Estaba a punto de decirle algo a Harold, pero una cara conocida llamó la atención de sus agudos ojos. Desgraciadamente no era la hermosa cara de Annette.

¿Por qué demonios está aquí?

El rostro de Raphael se distorsionó bruscamente. El hombre que fue saludado por todos era un hombre muy guapo. Con su cuerpo alto, su cara blanca, sus rasgos delicados como una escultura y su larga cabellera plateada, parecía un Príncipe salido de un cuento de hadas. 

¡Príncipe Ludwig...!

Los ojos azules de Raphael se hundieron con frialdad cuando se encontró inesperadamente con su hermanastro.