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sábado, 5 de noviembre de 2022

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 45

Capítulo 45. Fiesta del Jardín (1)


A Annette le molestó mucho el comportamiento de Diana. Deberías ocuparte de sus celos por sí misma, ¿Por qué tiene que arrastrar a otra persona para que haga ese papel por ti? Diana sólo quería proyectar sus propios celos e inferioridad en Annette. Era absolutamente detestable.

Aunque discutir con Diana podía ser algo divertido, Annette no quería seguir desarrollando este comportamiento enfermizo. Si no se ocupaba de Diana ahora, podría ir por ahí soltando tonterías a los demás. Antes de que su reputación se viera dañada, Annette tenía que pisar la cola de Diana. Ella sonrió amablemente. 

"Por supuesto, los dos hacen muy buena pareja. Estoy deseando asistir a su boda. Seguramente será una maravillosa boda real como las de los cuentos de hadas. ¿No es así?"

'¡Esto se repite sin cesar!' Diana apretó los puños ocultos bajo sus guantes.  Annette fingía despreocupación por fuera, pero al igual que ella, seguro que estaba celosa de Celestine, porque estaba a punto de convertirse en la Princesa Heredera. Si no podía evitar estar celosa de su propia mejor amiga, ¿Qué tan miserable debía sentirse Annette?

El Príncipe Ludwig, la trataba de forma muy especial, hasta el punto de que incluso se rumoreaba que le gustaba Annette. Ese hombre iba a casarse con otra mujer. ¿Qué mujer en este mundo se sentiría cómoda con esto? Diana no dudaba de que sólo estaba fingiendo. Así que trató de herir a Annette.

"¡Cielos, así que estás deseando que se celebre la boda de mi amiga! Celestine se alegrará mucho de escucharlo. Ambas somos realmente como hermanas, así que no puedo evitar sentirme agradecida por todos tus amables deseos. De todos modos, Celestine llegará pronto. Así que, ¿Qué te si me acompañas para que se lo digas a ella en persona?"

Diana estaba tan ilusionada que por un momento se olvidó por completo de que Annette estaba por encima de ella en la escala social. Al ver que era la única que estaba atrapada en los feos celos, Diana sintió que se le secaba la boca. De alguna manera quería arrancar la elegante máscara de Annette.

Diana pensó que a Annette le incomodaría felicitar a Celestine en persona. Aunque le diera una felicitación pretenciosa, seguro que esa cara tan bonita se distorsionaría un poco por los celos. Así que estaba segura de que Annette rechazaría de alguna manera su oferta.

"¡Perfecto! Tenía muchas ganas de preguntarle esto a la señorita Diana. Le agradezco mucho que haya sacado el tema primero. Muchas gracias."

En contra de las expectativas de Diana, Annette había venido a la fiesta para encontrarse con Celestine. Pero también sabía que habría una gran cantidad de gente alrededor de ella, ya que la gente trataría de acercarse a la futura Princesa Heredera. Así que Annette le preocupaba cómo acercarse a ella. Pero por suerte, Diana se ofreció a llevarla personalmente hasta Celestine.

Annette agarró la mano de Diana de forma más amistosa. ¡Encararé a Celestine pase lo que pase! ¡Me aseguraré de ello! Annette tenía muchas ganas de hablar con Celestine. Viendo su reacción, las pupilas de Diana temblaron mucho.

Mientras Annette sujetaba sus manos, Diana no podía hacer nada. Dudó un poco, pero de repente, la entrada de la fiesta en el jardín se volvió ruidosa, creando un pequeño alboroto. Annette dijo con una sonrisa.

"¡Parece que la Dama Celestine ha llegado! Ya que ha dicho que me llevarías a saludarla personalmente, ¿Vamos? No debemos perder la oportunidad de impresionar a la futura Princesa Heredera. ¿Verdad?"

Annette, con una elegante sonrisa, agarró la mano de Diana. Diana, que estaba siendo conducida por Annette, parecía que la arrastraban por las riendas. La esbelta mujercita tiraba de ella hacia la entrada y, por alguna razón, no pudo apartarla. Diana reflexionó rápidamente.

'No, tal vez sea mejor así'.

Después de todo, dos eran mejor que uno. Ya que Celestine era su amiga, seguro que se pondría de su parte para ayudarla a desmontar la farsa de Annette. Diana, que en ese momento se había vuelto loca, aceleró sus pasos hacia la entrada. Pronto, el hermoso cabello castaño oscuro de Celestine se presentaría ante sus ojos... Espera...

¿Cabello rubio platino?

Parada como una roca en un lugar, Diana se quedó boquiabierta. No era Celestine la que estaba rodeada de gente. No, ni siquiera era una mujer en primer lugar.

El caballero alto, de rostro terso y deslumbrante cabello, era un hombre de mediana edad cuya edad resultaba difícil de adivinar. Un hombre que irradiaba una fría elegancia de pies a cabeza giró la cabeza en su dirección. En cuanto se dio cuenta de quién era, Diana sintió un cosquilleo en la espalda. Sobre todo porque estaba atacando a su hija. Sus pies se entumecieron más.

"¡Dios mío, su Excelencia, el Duque Baviera, ha venido en persona a esta fiesta! Es un verdadero honor para nosotros."

Dijo el Marqués Eloque, que salió corriendo a la entrada. Su fiesta en el jardín era muy buena, pero también le faltaba un poco para ser considerada como uno de los mejores eventos sociales. Y el Duque Allamand Baviera, también conocido como el Baviera de sangre azul, sólo asistía a los mejores. Por lo tanto, su repentina asistencia era nada menos que un gran elogio para los organizadores de la fiesta.

'No me enteré de que mi padre también iba a participar en esta fiesta'.

Annette dio un paso atrás entre la multitud. Su rostro se volvió pálido. Aunque juró no vivir como una marioneta de su padre en esta vida, de repente se quedó sin aliento.

Allamand era un padre autoritario. Bajo él, vivía obedientemente como una pieza de ajedrez. Esa vida estaba impresa en lo más profundo de sus venas. Ahora, al encontrarse con su padre de una manera tan inesperada, el miedo que había olvidado salió lentamente.

Después de terminar su conversación con el anfitrión y algunas otras figuras clave, se volvió exactamente hacia ellas. El segundo noble más poderoso de Deltium después del Rey, miró a Annette con sus ojos púrpura sin siquiera pestañear.

"Ha pasado mucho tiempo, hija mía."

El rostro inexpresivo de su padre, que hacía difícil saber lo que estaba pensando, sonrió lentamente. Como una serpiente a punto de asfixiar a su presa. En el momento en que se encontró con sus ojos, Annette sintió que se desplomaba. Tenía los pies entumecidos, estaba tan asustada que sus piernas se ablandaron por completo. Parecía tan joven que era difícil creer que tuviera una hija casada. De repente sintió que se le ponía la piel de gallina viendo su rostro inhumano. 

Mientras tanto, Allamand se acercó a ella. En el momento en que las impecables suelas de sus zapatos se detuvieron justo delante de ella, Annette recuperó por fin la compostura. Esto era un campo de batalla y mucha gente los estaba observando. No podía permitirse el lujo de mostrar ninguna brecha en su relación. 

"¿Has estado bien, padre?"

Ella saludó perfectamente a su padre tal como le habían enseñado. De repente la cara de Annette tenía una sonrisa suave. Incluso el ángulo de su cintura y la colocación de sus dedos sosteniendo el vestido, eran impecablemente perfectos.

Los ojos violetas de Allamand miraron lentamente a Annette. Sus ojos eran como los de un artesano que comprueba cuidadosamente la perfección de su obra.

"...Sí. Tú también debes haber estado bien."

Finalmente, su mirada completó su evaluación. Parecía que ella había superado la insoportablemente larga prueba. Annette levantó la cabeza y tomó la mano blanca de su padre entre las suyas. Sus manos estaban tan frías que sintió escalofríos en la espalda.

Después de terminar sus saludos, Annette intentó rápidamente soltar la mano de su padre, pero él no parecía tener intención de dejarla ir. Su padre, que era un aristócrata perfecto hasta la punta de los dedos, le apretó con fuerza las muñecas como si le estuviera quitando el aliento. Sin embargo, en su rostro se dibujaba una sonrisa muy paternal, que estaba hecha puramente para engañar a los demás.

"Ha pasado mucho tiempo. Vamos a hablar."

Ya Diana había desaparecido en algún lugar, sin dejar siquiera un rastro. Así que Annette no podía utilizar a Diana para rechazar la petición de su padre. El tono de Allamand era más amistoso que de costumbre y sus ojos brillaban de forma extraña. Estaba creando un malentendido para los demás.

"¿Oíste la voz del Duque? Parece que se alegra de volver a ver a su hija casada."

"Aunque sea el Duque Baviera, trata especialmente a su propia sangre. Es sorprendente ver que también tiene un lado dulce."

No, Allamand no la consideraba como una hija. Sólo pensaba en ella como su posesión, una simple pieza de ajedrez. Los que hablaban de él, sólo sabían la punta del iceberg. No estaban muy familiarizados con la naturaleza egoísta de Allamand.

Pero sólo Annette sabía qué clase de persona era su padre. Ya había planeado dejar de ser su buena hija. Annette levantó la cabeza y con todo su valor, agarró el brazo de Allamand con ternura. Luego señaló el pabellón que había en una esquina.

"Entonces, vayamos por ahí. Padre."

"Está bien, hija."

De todos modos, ella tenía algo que decirle a su padre. En el momento en que se dirigieron con elegancia hacia el pabellón, los agarres de los brazos del otro se hicieron más fuertes. Lejos de la mirada de la gente, el rostro de Allamand volvió a su fría mirada inexpresiva.

"Pareces muy segura de ti misma. Ahora no parece que te avergüence ir a cualquier sitio como Bavaria. Antes parecías un ratón atrapado."

"Todo es gracias a las enseñanzas de mi padre. ¿Qué quieres hablar? Estoy segurs de que no estás aquí porque sientas curiosidad por la jardín de rosas de la familia Eloque. Ni siquiera te gustan las flores."

Annette no sucumbió a su provocación, sino que enseguida sacó a relucir el punto principal. Aunque había regresado del pasado, aún no era lo suficientemente fuerte como para vencer a su padre. Por lo tanto, era más conveniente ir directo al grano. Los labios de Annette temblaron de tensión, mientras levantaba la cabeza para encarar a su padre.