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domingo, 5 de septiembre de 2021

Los Tres Están Viviendo Una Vida De Casados - Capítulo 26

Capítulo 26. Encuentro Fortuito (4)


Rihanna salió del salón de banquetes conteniendo las lágrimas. Se mordió el labio inferior hasta el punto de casi sangrar. 

De repente detuvo sus pasos porque sus piernas comenzaron a flaquear. 'Pensé que estaba mentalmente preparada'.

Fue peor de lo que esperaba. 

Creía que tenía una fuerte mentalidad, pero no fue tan fácil mantener la compostura. Estaba reprimiendo sus ganas de armar un escándalo. Tenía que admitir que aún no había superado del todo la traición de los dos.

Pero se podría considerar normal. ¿Quién no se volvería loco en una situación como esta? Su hermana gemela tenía una aventura con su esposo. Más bien, resultaba increíble que quisiera vengarse mientras intentaba mantener la cordura.

Pero al final no pudo seguir reprimiendo su corazón, así que las lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas. Ella ni siquiera hizo un sonido de sollozo, por lo que si alguien la viera de espaldas, sólo pensaría que estaba quieta.

La forma en que lloraba sin emitir ningún sonido parecía anormal. Pero Rihanna no quería que nadie supiera que estaba llorando sola por amor propio.

"Hey."

Pero de todos modos, parecía que la habían descubierto. Rihanna miró hacia atrás al escuchar la voz masculina desconocida. El hombre le tendió un pañuelo con un rostro inexpresivo.

"Límpiate un poco."

Tenía el cabello negro como el ébano. Unos profundos ojos negros que parecían tragarse hasta la luz más brillante. Su rostro tallado como el de una estatua contrastaba con su robusto físico.

El hombre que le había hablado a Rihanna era bastante guapo. Ella sentía que lo había visto antes, así que intentó buscar en sus recuerdos.

"Mi brazo está a punto de caerse."

Rihanna, que recuperó los sentidos al escuchar nuevamente su voz, se apresuró a agarrar el pañuelo. Pero no hizo nada más después de eso. El hombre, que la miraba con una expresión seria en su rostro, se tocó el rabillo del ojo con el dedo.

"......"

La cara de Rihanna se puso roja de vergüenza por el hecho de haber sido descubierta llorando. Entonces se limpió toscamente con el pañuelo las lágrimas en su rostro.

"Gracias."

Rihanna estaba en una situación en la que no sabía qué decir aparte de eso. Realmente no estaba agradecida, hubiera preferido que esto no hubiera sucedido, pero no podía decir la verdad.

Estaba a punto de decirle que le devolvería el pañuelo después de lavarlo, pero inconscientemente miró la parte bordada del pañuelo.

Tragó saliva inconscientemente. En la parte inferior estaba bordado en un elegante estilo cursivo un nombre que cualquiera reconocería.

Alexander Esteraz.

Solo el apellido Esteraz bastaba para asombrarla, pero que también estuviera bordado el nombre Alexander significaba que estaba frente al Emperador. Finalmente, Rihanna se dio cuenta de que la sensación de déjà vu que sintió se debía a que lo había visto desde la distancia en la ceremonia de coronación del nuevo emperador hace dos años atrás.

Rihanna se inclinó asustada sintiendo que su mente se quedaba en blanco.

"Tengo el placer de conocer al Emperador, el Gran Sol de Esteraz. Soy Rihanna Royde."

"Ah, usted es la Condesa Royde."

"¿...Me conoce?"

"¿No es hija del Conde Norden? La recuerdo porque me he alojado en el Hotel Norden."

"Es un honor, Su Majestad."

"¿Su esposo no ha sido recién nombrado burócrata?"

Rihanna se quedó momentáneamente sorprendida por su pregunta.

'¿Cómo lo sabes?'

Sería normal que recordara a los burócratas que trabajaban en el Palacio Imperial. Pero parecía poco probable que el Emperador recordara a cada uno de los burócratas recién nombrados.

"Sí, Su Majestad."

"A diferencia del principio, ahora hablas rápidamente."

"No había podido reconocer el rostro de Su Majestad..."

Rihanna no tenía excusa, así que se mordió el labio inferior.

Honestamente resultaba difícil afirmar que ella tenía toda la culpa, nunca pensó que el Emperador le hablaría por su estatus. Además, nadie hubiera imaginado que estuviera por esta área sin un sirviente o escolta.

'Pero sigue siendo una grosería no reconocer al Emperador'.

Independientemente del motivo, tenía que doblegarse en esta situación. Rihanna habló siendo incapaz de levantar la mirada.

"Lo siento. Enviaré el pañuelo al palacio principal después de que esté lavado."

"Puedes hacer lo que te parezca conveniente."

"Agradezco la amabilidad de Su Majestad, y perdóneme por el comportamiento de hoy."

Rihanna habló tan educadamente como pudo inclinándose profundamente.

"Entonces..."

"Espera un momento."

Alexander le dijo a Rihanna. Ella lo miró aún cautelosa.

"¿Por qué estabas llorando?"