"No."
Hablé con la mayor firmeza posible.
"En ese caso, Navier—"
"Dije que no."
"Puedes volver cuando quieras."
Pero Sovieshu continuó diciendo lo que quería.
"Escúchame. Dije que no. Que no."
A pesar de hablar un poco molesta, Sovieshu se mantuvo en la misma línea.
"No tienes por qué herir tu orgullo."
"Sovieshu."
"Me iré ahora." Pero al final me tragué todas esas palabras, di un paso atrás y me despedí, "Parece que no hay nada más que decir."
Pero Sovieshu aún tenía cosas que decir,
"No tienes por qué herir tu orgullo."
"Sovieshu."
¿Por qué de repente volvía a actuar de esta manera? Antes me había confesado que me amaba... pero lo dijo como si aceptara que fuera feliz, ¿no es así?
Las palabras se atascaron en mi garganta como un nudo. Era sofocante y hormigueante. Me lamí los labios varias veces.
Pero Sovieshu aún tenía cosas que decir,
"Lo escuché."
¿Ahora qué?
"¿De qué hablas?"
"Tu esposo te ha hecho sentir triste."
"¿Quién te dijo eso?"
Reprimiendo las ganas de arrancarle el cabello con mis manos, le dije, trazando otra línea.
"Tu esposo te ha hecho sentir triste."
"¿Quién te dijo eso?"
"Muchas personas."
"No sé quién realmente te lo dijo, pero deberías echarlo. Maneja muy mala información o tiene un pobre discernimiento."
"Navier. Esto no es algo de lo que sentirse orgullosa."
Ahh... Dios mío. Sovieshu.
"Sovieshu. Su Majestad. Ahora soy más feliz que nunca. No sé lo que escuchaste, pero no es asunto de Su Majestad. Eres mi ex-esposo. Desde el momento en que nos divorciamos, dejaste de estar involucrado en mis asuntos."
"¿Eres más feliz que nunca? ¿Más feliz que cuando teníamos una buena relación?"
El tono de Sovieshu y el mío cambiaba naturalmente entre amigos que crecieron juntos, una pareja que se separó, un emperador y una emperatriz.
Lo miré, mordiéndome los labios.
Mis padres eran más sanos y jóvenes que ahora. Cuando volvía a casa después de un duro día de clases, me aferraba a mis padres lo más fuerte que podía, para así olvidar el cansancio.
Sí. Fue una época muy feliz. Pero, ¿no fue el hombre que tenía delante quien se encargó de destruir esos días?
La expresión de Sovieshu se iluminó claramente.
"Pero sólo fui feliz por mi infancia, no porque Su Majestad estuviera a mi lado. ¿Lo entiendes? Si pudiera cortar con unas tijeras los momentos en los que estuve junto a Su Majestad en esos días, los habría cortado todos hace mucho tiempo. ¿Lo entiendes?"
¿Es suficiente? Lo miré directamente con una expresión fría. ¿Puedo irme ahora? ¿Me dejará de retener?
Supongo que aún no había terminado. No obstante, al escuchar lo que acababa de decir, pude entender por qué Sovieshu insistía tanto hoy en que volviera.
Temía que esta vez Heinley me abandonara en el Imperio Occidental.
"¿Estás segura?"
"Sí. Y aunque fuera cierto, no es asunto de Su Majestad."
Incluso intercambiar palabras así con Sovieshu fue mentalmente agotador. Me di la vuelta, sacudiendo la cabeza con una expresión verdaderamente disgustada.
"Me retiro."
"Te acompañaré."
"No es necesario."
No sé qué palabras saldrían de mi boca si siguiera siendo cortés. Dejando de lado la cortesía por un momento, seguí adelante en silencio.
Pero Sovieshu volvió a llamarme, acercándose a mí desde atrás.
¿Por qué no intentó hablar así antes del divorcio? Quería golpear esos labios con un abanico.
"¿Qué te trae por aquí?"
"Si hubiera venido 'Navier', tendrías razón. Pero siendo la Emperatriz del Imperio Occidental quien vino, debería saberlo."
Finalmente, tuve que detenerme de nuevo. Al darme la vuelta con el ceño fruncido, estaba de pie con una expresión inusual que no parecía la de alguien que se estuviera aprovechando hábilmente de su posición.
Aunque fruncí el ceño, estaba en lo cierto. Aunque se decía que Wirwol funcionaba como una región autónoma, el emperador mantenía los ojos cerrados para que los magos pudieran actuar libremente. Wirwol era definitivamente territorio del Imperio Oriental.
A regañadientes, le mencione un poco del objetivo de mi visita. No me importaba decirle esto.
"¿También tengo que decírtelo?"
"Sí."
Pero esta vez, la expresión de Sovieshu se volvió realmente oscura. Fue un cambio de expresión tan repentino que temí haberme expresado mal.
¿Por qué de repente se puso así? Mientras lo miraba sorprendida, preguntó cuidadosamente.
"¿Qué asunto?"
Su expresión era tan seria como si estuviera en una reunión discutiendo un tema complicado. No sé de qué estaba hablando, pero parecía grave.
"¿Qué quieres decir?"
El fenómeno del aumento del maná... si fuera el caso, podría tener algo que ver conmigo. Pero no creo que sea eso lo que está preguntando.
"¿No lo sabes?", murmuró Sovieshu en voz baja. Y en lugar de esperar una respuesta añadió,
"Si realmente no lo sabes, te aconsejo que tengas cuidado con el Emperador Heinley."
***
Finalmente, pude separarme de Sovieshu e ir a la oficina del decano, pero dejó mi mente confundida y se marchó.
¿Qué quiso decir con eso? ¿Preguntando si tenía alguna conexión con el fenómeno de la disminución del maná y luego diciéndome de repente que tuviera cuidado de Heinley?
Mi inquietud empeoró cuando me reuní con el decano.
El decano, a quien no veía desde hace tiempo, tenía una expresión peor de lo habitual. Solía ser amable y alegre. Sin embargo, esa imagen había desaparecido, y en su frente se formaron tres profundas líneas de arrugas.
Ahora, me vinieron a la mente las extrañas palabras de Sovieshu, y me sentí preocupada.
"Perdón por la visita repentina."
"Está bien..."
Sin embargo, el decano parecía no querer cuidar su expresión. Evidentemente, se inclinó levemente de forma incómoda.
Estaba segura de que la expresión del decano no era mala simplemente porque estaba de mal humor. Creo que estaba disgustado conmigo.
Pero volví a fingir no darme cuenta, le di un presente y saque a relucir el motivo de mi visita.
"¿Ayuda?"
"Tiene que ver con el maná..."
En ese momento, incluso antes de que pudiera terminar mis palabras, el decano me interrumpió y dijo rotundamente,
"Lo siento, Su Majestad la Emperatriz. No puedo ayudarle en este momento."
Como imaginaba, estaba disgustado conmigo. De repente, me sentí deprimida. No éramos lo suficientemente cercanos como para pasar tiempo juntos, pero pensé que teníamos una relación de respeto mutuo. La actitud fría del decano fue decepcionante.
"¿Es porque me fui al Imperio Occidental?"
Excepto por esto, el decano no tendría una actitud fría hacia mí.
"Eso no tiene absolutamente nada que ver, Su Majestad. Por favor, no me malinterprete. Di la bienvenida al segundo matrimonio de Su Majestad con los brazos abiertos."
¿Entonces?
"¿Por qué de repente...?"
"Soy un mago y un ciudadano del Imperio Oriental."
¿Qué relación tenía eso? ¿No le agrada que me convierta en maga y contribuya al poder del Imperio Occidental? Pero ya había ayudado un poco a Heinley, ¿no es así? Además, el decano ni siquiera sabía que podría convertirme en maga.
"¿Sospechas?"
"... Lo siento."
Cada vez se volvía más confuso. ¿Qué estaba pasando?
"No está relacionado con Su Majestad la Emperatriz. Aunque podría, no creo que la Emperatriz sea esa clase de persona."
"... Espero que no."
"No está relacionado con Su Majestad la Emperatriz. Aunque podría, no creo que la Emperatriz sea esa clase de persona."
El decano añadió, mirándome con sentimientos encontrados.
***
Queremos hacer un llamado de atención a los lectores que están haciendo PDF de nuestras traducciones y compartiéndolos a través de grupos.
Se hace un gran esfuerzo para tener una traducción más avanzada que la versión en inglés de manera gratuita, son muchas horas de trabajo en cada capítulo, para que algunos ABUSADORES roben nuestras traducciones.
Por favor, reporten cualquier grupo que esté compartiendo nuestras traducciones y también creen conciencia para que otros no lo hagan. Tomaremos medidas en todos estos casos.
Estás cosas no suceden en la comunidad del inglés porque respetan el trabajo que hace el traductor de la novela. Nos gustaría que la comunidad al español mejorara.
¡Muchas gracias por formar parte de nuestra comunidad!