Capítulo 156. Reencuentro (1)
Contrariamente a la expectativa de Noah de que la mina se revelaría en cuanto se abriera la puerta, más allá de ésta había un túnel. El interior parecía una cueva con faroles colgados en las esquinas y en el suelo había una vía metálica con un tren minero.
El grupo que se dirigía a la misma zona subió al estruendoso tren. El supervisor lo llenó con veinte mineros, a pesar de que sería peligroso que un número tan grande de personas viajara en un vagón minero con una sola barandilla inestable al lado.
Noah quedó atrapado entre la multitud, y una mano tiró de ella hacia atrás, rodeando su hombro con el brazo.
Noah estaba ansiosa de que el vagón se descarrilara. Poco después, el tren comenzó a desplazarse lentamente por las vías descuidadas, por lo que probablemente el viaje sería duro. Efectivamente, el tren aceleró y el traqueteo empeoró.
"...Agárrense fuerte."
Dijo alguien en voz alta. Al momento siguiente, Muell se posó en la barandilla y consiguió acomodarse. Entonces, el hombre se dirigió a Noah. "Levanta los brazos."
Cuando ella levantó ligeramente los brazos, un brazo musculoso la rodeó por la cintura. Lógicamente, la parte trasera de su cabeza se encontró con el pecho del hombre, y las preocupaciones de Noah de salir expulsada del vagón se desvanecieron con unos fuertes brazos protegiéndola. Sin embargo, se puso rígida porque surgió otro problema, su cuerpo podría temblar incontroladamente.
La voz del hombre murmuró suavemente a sus oídos: "Te estoy sujetando, así que no tienes que preocuparte por caerte. Esto se sacude, pero no se descarrila."
"Entiendo..."
Su aliento hizo cosquillas en las orejas de Noah, y en un instante, sus orejas se pusieron rojas. Podría haber sido una reacción exagerada. Noah esperaba que no lo notara. Abrió la boca para hablar pero tartamudeó. "¿Cuán, cuándo has venido?"
"Hace cinco días."
Kyle siguió hablando con la barbilla apoyada en su hombro. "Me desvié a mitad de camino hacia Edman. Ahora, ¿Por qué vino la señorita Noah a este lugar? Pensé que estaba viendo mal."
"Bueno, no tenía la intención de estar en este lugar."
"Mmm... estaba preocupado, pero viéndote, no creo que te haya pasado algo malo..." Había un poco de molestia en su voz, pero también había una pizca de sorpresa. Kyle parecía sorprendido por el comportamiento de Noah. "A veces me pregunto si la señorita Noah es miedosa o no. Estoy seguro de que estabas fisgoneando frente a la mina al atardecer."
"Es... es cierto, pero... te estaba buscando". Noah miró nervioso a su alrededor por si alguien los estaba viendo, pero estaban todos apiñados en el vagón que resultaba difícil moverse, o incluso girar la cabeza. Gracias a esto, no llamaron la atención de nadie.
El aliento de Kyle rozaba el cuello de Noah mientras hablaba. "Ahora creo que es mejor seguir a la señorita Noah que dejarla sola."
"No hace falta... Tengo a Mu."
"Estaba pensando que debería haberlo traído conmigo, pero por ahora está bien". Kyle bajó la cabeza, frotando sus ojos contra el hombro de Noah. Ella sabía que sólo lo hacía para masajear sus cansados ojos, dado que sus manos no estaban libres para hacerlo, pero... Su corazón seguía latiendo con fuerza.
Kyle se detuvo, inspiró profundamente y continuó. "Has descubierto algo, ¿Verdad?"
"...Lenia." Dijo con el corazón latiendo fuertemente. Finalmente, Noah levantó la cabeza hacia un lado y miró a Kyle, pero en el momento en que vio sus ojos violetas bajo la sombra de su casco, se quedó paralizada. Sólo había pasado una semana desde la última vez que lo vio, pero sintió que por fin se reunían después de mucho tiempo.
Mientras Noah guardaba silencio, Kyle frunció el ceño. "¿Qué pasa con Lenia Valtalere? ¿Te ha hecho algún daño?"