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martes, 8 de junio de 2021

I Raised A Black Dragon - Capítulo 157

Capítulo 157. Reencuentro (2)


"No, no es eso..." Noah desvió la mirada y se apresuró a soltar la información que había descubierto sobre Lenia. 

"Ah... Entonces, la verdadera Lenia Valtalere ha desaparecido. Hay una falsa y la original. Lo sospechaba, pero acabas de resolver el misterio."

"He hecho un buen trabajo, ¿Verdad? Así que no me regañes". Bajó la mirada, pero los ojos de Kyle parecían seguir fijos en ella. 

"Buen trabajo, además no te han atrapado". Un elogio salió de los labios de Kyle, acompañado de una breve risa. "De hecho, la biblioteca del Departamento de Magia no es accesible por ningún medio desde la Oficina de Seguridad de Investigación, así que no la consideré dentro del plan. Fue una inesperada ganancia... ¿Cómo obtuvo su permiso, señorita Noah?" Preguntó con cierta suspicacia.

"¡Yo no seduje a Adrian!"

"Me alegra escuchar eso". Kyle, que ahora tenía su barbilla sobre la cabeza de ella, parecía haber organizado sus pensamientos, murmurando repetidamente algunas palabras. 

Noah hizo lo posible por ignorar su presencia y rezó para que el tren llegara rápidamente a su destino. Pronto, el tren aumentó su velocidad.

De repente, Kyle le golpeó con la barbilla en el hombro y le susurró, "Oh, una vez que atravesemos este túnel, podrás contemplar una vista que difícilmente podría observarse desde otro lugar. Ya que estás aquí, es una oportunidad demasiado rara para perderla, así que no cierres los ojos."

En la distancia, había un destello de luz al final. A medida que el tren avanzaba por la vía férrea, la luz creció gradualmente y pronto cubrió toda su vista. La luz naranja cubrió el vagón. 

Noah cerró los ojos por reflejo. Al mismo tiempo, Kyle, que tenía sus brazos alrededor de su cintura, inclinó su cuerpo hacia la derecha. "Abra los ojos, señorita Noah."

Cuando ella abrió los ojos, contempló un magnífico espectáculo. Lo que se desplegó ante ella fue una vista panorámica de la mina Maobiana, donde el sol estaba en el horizonte. Sobre la mina, los cielos estaban pintados con ricos tonos de rojo y naranja. 

El tren se desplazada por las vías del tren en la pared exterior de la mina. La enorme fosa artificial parecía casi un acantilado rocoso a cada lado, y había una entrada a un túnel, que parecía haber sido excavada por una pala gigante. Se trataba de un taller donde trabajaban los mineros.

Y debajo, había un inmenso lago de color esmeralda, lo suficientemente profundo como para que uno sintiera vértigo al verlo. El lago, que reflejaba la puesta de sol, brillaba como si millones de rubíes y diamantes estuvieran esparcidos por las aguas. 

Noah se quedó mirando la impresionante vista que tenía delante, completamente sin palabras. Había olvidado por completo la peligrosa situación en la que se encontraba. Una vista espectacular, suficiente para rivalizar con el momento en que presenció a un dragón negro ascendiendo a los cielos desde los profundos mares azules.

"Maobiana, la cuna dragones", susurró Kyle. "Es hermosa, aunque sea producto de la mano de los humanos, ¿Verdad?"

En efecto, resultaba asombroso contemplar una fosa colosal que formaba parte de las cordilleras hasta hace poco más de cien mil años. Noah murmuró, sin poder apartar los ojos del lago esmeralda: "Es realmente bonito. Me alegro de haber comprado este lugar."

"¿Qué has hecho?"

Noah levantó la vista asombrada, luego se dio cuenta de la estrecha distancia que los separaba e inmediatamente apartó su mirada. Kyle, que no descuidaba ningún detalle, preguntó con insistencia. "Ahora que lo pienso, ¿Cuándo llegó la señorita Noah? ¿Qué excusa le dio exactamente al Ministro Rossinell?"

"Trabajo voluntario. Me dirigía a Fugin y me desvié a Noviscosha. Sabes que no está en posición de regañarme, ¿No?". Noah dijo por miedo a que la regañara. Entonces, lo observó. Los ojos de Kyle, que estaban casi ocultos bajo su sombrero, tenían un brillo sospechoso. 

Noah consiguió abrir la boca. "¿Para qué usas ese traje? ¿Investigación encubierta?"

"Algo parecido. Pensé que tenía que visitar la mina personalmente. Además, justo a tiempo, hubo una misteriosa desaparición. Podemos investigarlo juntos."

"He escuchado que hay un monstruo en ese lago..."

"Sabremos si son monstruos o criminales que buscan el mineral crin. ¿Pero el Ministro Rossinel no liberó esta restricción?" Kyle tocó el grillete alrededor del cuello de Noah, que estaba cubierto con un pañuelo, y repitió el regaño que le había hecho varias veces al día antes de irse. Molesta, Noah se golpeó la cabeza contra su pecho, sin querer escuchar. 

Mientras discutían silenciosamente, Muell contemplaba el paisaje que se desplegaba con una mirada hechizada. El chico, que estaba sentado en la barandilla, inclinó la parte superior de su cuerpo hacia fuera. Su cabello negro y rizado bailaba con el viento. Noah giró la cabeza hacia el niño al escuchar su murmullo.

"...Me siento como si hubiera vuelto al huevo."