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sábado, 1 de mayo de 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 61

Capítulo 61. Aparece el Discípulo de mi Padre


A primera vista, el regalo de Jubelian resultó desconcertante para muchos espectadores. '¿Qué es eso?' Todos observaron el objeto plano que tenía una rosa grabada. Parecía un pequeño recipiente estético utilizado para guardar diversos accesorios, pero resultaba difícil saber si ése era realmente el propósito del regalo. Sólo cuando Rose abrió el estuche, la gente exclamó. 

'¿Es eso un contenedor de polvos?' Todo el mundo se sintió como si le hubieran golpeado con una tonelada de ladrillos. Cuando las mujeres de la nobleza salían, una sirvientas solía llevar artículos para corregir su maquillaje a lo largo del día. Pero como esto resultaba imposible si no estaban acompañadas de una sirvienta, así que podrían tener un rostro opaco y grasiento. El regalo de Jubelian resolvía fácilmente este problema común.

"¡Oh, un contenedor de polvos lo suficientemente pequeño y fino como para caber dentro de un bolso!"

"Nunca había visto nada parecido."

"Pensar en un objeto como ese y pedir su fabricación... increíble."

El objeto era encantador y práctico, por lo que hubieron muchas miradas codiciosas.

"Si regala algo como esto, ¿La Estrella de este año no sería para la Dama Floyen?"

La Estrella era un broche que se concedía a la persona que impusiera la mayor moda de la alta sociedad ese año. Este evento anual representaba un gran honor, puesto que los nobles solían importarles las apariencias externas. 

"Estoy de acuerdo. Viendo que a tanta gente le brillan los ojos... ¿No es una señal de que se convertirá en una moda?" 

"Por supuesto, pero dudo que la Dama Floyen revele a qué taller lo ha encargado."

Aunque todo el mundo sentía curiosidad, se trataba de un tema delicado porque los nobles rara vez revelaban esa información. Además, sería difícil acercarse a la dama en cuestión, conocida por su maldad. Mientras todos se acobardaban, alguien entabló conversación con la Dama Floyen y sacó a relucir lo que nadie se atrevía a preguntar. La chica no era otra que Rose, la estrella del banquete de hoy. 

"Si no le importa, ¿Podría decirme cuál es el taller al que encargó este contenedor para polvos, Dama Floyen? Me gustaría encargar uno para mi madre también."

Incluso aquellos que habían desaprobado abiertamente a Jubelian estaban nerviosos por esta situación. Si se trataba de la Dama Floyen que creían conocer, causaría problemas por su pregunta. Inesperadamente, una voz suave salió de los labios rojos de Jubelian. 

"Ah, el taller de Fyodor. El artesano es joven pero hábil, así que puedes confiar en él."

Mucha gente se asombró de su amable respuesta. 

"Muchas gracias por darme esta valiosa información", exclamó Rose.

Jubelian agitó la mano. "No es gran cosa. Estoy bastante avergonzada por tus extensos elogios, así que no estoy segura de cómo reaccionar. Sólo puedo agradecerte que te haya gustado el regalo que te hice."

No sólo había respondido, sino que lo había hecho con humildad. En ese momento, la gente se preguntaba si alguien estaba suplantando a la dama. Mientras las mentes de todos estaban caóticos, la Condesa Arlo habló.

"Estoy muy contenta de que hoy haya hecho un regalo inolvidable a mi hija."

En respuesta a su gratitud, Jubelian bajó la cabeza con elegancia. "Me siento honrada de haber sido invitada a un banquete de tan alta categoría, Condesa", dijo.
 
La condesa se maravilló inconscientemente de su respuesta. 'Esta Dama es muy buena'. Jubelian no sólo había elogiado a la Familia Arlo y a los demás invitados, sino también a ella misma para no parecer demasiado servil. Realmente había dominado la forma de decir sólo lo necesario. La expresión de la Condesa, que había estado congelada como el hielo en pleno invierno, se volvió cálida como la brisa primaveral. 

"Espero que se divierta, Dama Floyen."

"Gracias por su consideración."

Cuando Jubelian expresó su gratitud, la Condesa y su esposo se inclinaron ante el Duque Floyen, que estaba a su lado. El Duque también se inclinó en silencio, y luego le tendió la mano a su hija. 

"Vamos."

Caminaron hacia la esquina del salón de banquetes. Normalmente se trataba de un lugar discreto, pero la atención de todos se desvió hacia allí para observar a la Dama. 

"¿Cómo puede comportarse tan diferente?"

"Es muy bonita cuando sonríe. ¿Has visto su cara?"

En respuesta a los numerosos elogios de las nobles, que ayer mismo habían estado murmurando sobre la Dama Floyen, la Condesa Arlo extendió su abanico.

"Mi hija tiene ciertamente buen ojo para la gente. La Dama que he conocido hoy es digna de pertenecer a la prestigiosa familia del Duque Floyen."

La gente notó su cambio de actitud y asintió con la cabeza.

***

Suspiré suavemente cuando el salón de banquetes se volvió ruidoso, un poco sorprendido por la inesperada atención de todos. 'Pensé que se trataba de un simple regalo... pero supongo que no lo era'. 

'Esto no es lo que quería'. Forcé una sonrisa, cansada de toda la inesperada curiosidad que atraje de los demás. 'Quiero irme a casa a descansar'.

En ese momento, mi padre me tendió la mano. "Vamos."

Quería irme a casa en este momento, pero simplemente nos dirigimos a un conjunto de sillas junto a la ventana y nos sentamos. 'Es un poco incómodo sentarse con mi padre en esta situación'. Lo miré con este pensamiento, pero él miraba a un lugar lejano con una expresión fría. 

'Parece que estar aquí lo ha puesto de mal humor'. Aunque no lo obligué a venir conmigo, me sentí algo incómoda. 'No, no debería prestarle tanta atención'.

'Parece que estar aquí lo ha puesto de mal humor'. Aunque no lo obligué a venir conmigo, me sentí algo incómoda. 'No, no debería prestarle tanta atención'. Me entretenía bastante observar a las parejas bellamente vestidas moviéndose armónicamente, tanto que me parecía estar viendo una espléndida actuación de bailarines profesionales. 'Como pensaba, es más divertido observar cómo bailan otras personas que bailar yo misma'.

Todavía estaba sentada junto a mi padre cuando vi el espalda de una figura conocida, que estaba rodeada de muchas mujeres. '¿Eh? Se parece un poco a Mikhail. ¿Es él?' 

Aunque fuera realmente él, recordé la advertencia que me había hecho en el pasado. —Bien, confiaré en tus palabras. Pero no vuelvas a aparecer delante de mí, él me había dicho.

'El mundo es pequeño, pero no es posible que haya venido a este banquete, ¿Verdad?' Sabía que a Mikhail no le gustaban los banquetes, así que resultaba poco probable que fuera él. No quería involucrarme con él, puesto que mucha gente lo percibía como un hombre guapo que había sido acosado por mí, una villana, durante dos años. 

"Iré a la terraza y me quedaré allí un rato, padre."

Él suspiró en respuesta y dijo, "De acuerdo."

Me había preocupado que me ordenara cumplir con mi responsabilidad como su compañera, así que me alivió que me concediera el permiso. Me levanté de mi asiento de buen humor, entonces volvió a hablar.

"No olvides que estoy aquí."

Cuando dijo esas palabras, un sentimiento de carga se cernió sobre mis hombros. 'Ni siquiera puedo descansar en paz'. La idea de quedarme más tiempo en la sala de banquetes me agotó, así que me dirigí a la terraza. 

***

Muchos hombres observaron a la Dama Floyen entrar en la terraza con miradas de arrepentimiento. 'Ah, es una pena que no haya podido pedirle que sea mi compañera'. La mirada hostil del Duque impedía que la gente se acercara a ella, y mucho menos que le pidiera que fuera su compañero.

Mikhail frunció el ceño. Como una de esas personas, había sido consciente de la presencia de Jubelian desde que ella entró en la sala de banquetes. 'Ella se dirigió a la terraza. ¿Quiere que la siga?' Estaba a punto de seguir a Jubelian cuando el Duque Floyen, que había estado sentado, se levantó y se apoyó en la pared cerca de la entrada a la terraza.

'¡Maldita sea!' Mikhail no pudo ni siquiera avanzar un paso porque el hombre que antes lo favorecía, ahora desprendía una abierta hostilidad. Aunque esto dejó a Mikhail sintiéndose incómodo, Regis levantó las comisuras de los labios.

'Esto es ridículo. No puedo creer que sea una persona tan desagradable'. 

En el pasado, Regis aprobaba a Mikhail simplemente porque le gustaba a Jubelian. Pero ahora que se habían separado, para Regis sólo era una molestia. Cuando él se dio la vuelta, el Duque relajó su mirada feroz. 'No puedo arruinar el banquete que está disfrutando mi hija sólo para ocuparme de un bicho como él'.  

***

Cuando salí de la sofocante sala de banquetes y entré en la terraza, sentí que me resultaba más fácil respirar. Como estaba en el primer piso, el jardín de la familia Arlo se extendía frente a mí. 

'Es agradable que esté tan tranquilo'. Me quedé con la mirada perdida en el jardín y respiré profundamente. El viento llevaba un aroma fresco y fragante. Aunque las coloridas flores estaban arregladas por manos humanas, seguían siendo hermosos productos de la naturaleza. Empecé a sentirme a gusto mientras observaba cómo las rosas se mecían con el viento. 'Debería mudarme al campo cuando me independice. Será una buena idea plantar algunas flores y montar una granja'.

Mientras hacía un plan para mi futuro, mis párpados bajaron lentamente. 'Tengo sueño'. Sentí que se volvían más pesados. Estaba a punto de frotarme los ojos inconscientemente cuando me detuve. 'Casi me olvido de que me he maquillado. Podría haberlo estropeado si me hubiera tocado la cara'. 

En ese momento, sentí el repentino impulso de bostezar, así que me tapé la boca y lo hice con la cabeza baja. 'Ah, las lágrimas están saliendo de nuevo. El maquillaje no se dañara por unas escasas lágrimas, ¿Verdad?' Siempre salían cuando bostezaba, pero no podía evitar este fenómeno fisiológico.

'Dejé mi polvo compacto en casa...' Sin embargo, me limpié las lágrimas, esperando que no se me dañara el maquillaje. 

"¿Qué estás haciendo?"

Me giré hacia la dirección de la voz familiar y vi aparecer un rostro muy atractivo. Una persona que no esperaba ver. '¿Qué hace aquí el discípulo de mi padre?'