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martes, 13 de abril de 2021

Padre, No Quiero Casarme - Capítulo 28

Capítulo 28. Sueño Profundo


'Realmente se quedó dormida'. Max frunció el ceño y miró a la mujer que tenía delante. '¿Qué clase de persona es ella?' 

Había conocido a mucha gente en su vida, pero nadie lo había tratado de esta manera. O bien temblaban de miedo o intentaban ocultar su temor tras palabras de adulación. Su miedo era lo único que tenían en común. Sin embargo, la hija de su maestro no se comportó como ninguno de ellos. Recordó la primera vez que se encontraron. 

Oye, ¿Y tu cambio?

Estuvo relajada todo el tiempo que hablaron e incluso se había quedado dormida frente a él. Ni siquiera su fuerte maestro había mostrado un estado tan indefenso ante él. Max no tuvo más remedio que maravillarse con ella. 

'Esto es molesto'. Le irritaba su actitud relajada y su forma descortés de hablar. Al recordar su máxima prioridad, que consistía en ocuparse de la fuente de su molestia, Max se acercó al cuello de la mujer con los ojos entrecerrados. Pero sin darse cuenta, su mano se detuvo donde estaban sus labios. La punta de su dedo los rozó ligeramente, pero la mujer siguió durmiendo profundamente.

'Es tan torpe'. Max frunció el ceño y apartó unos mechones de cabello que estaban sobre la cara de la mujer. 'Es tan molesta que hasta yo empiezo a sentirme cansado...'

Al darse cuenta de esta extraña sensación, Max endureció su expresión. '¿Me siento cansado?' Después de presenciar numerosas muertes en el campo de batalla, nunca había bajado la guardia. Pero Max sintió que se adormecía y que sus párpados se volvían pesados. Esta sensación desconocida era definitivamente fatiga. Trató de mantenerse alerta, pero el agotamiento lo invadió. 

'No puedo quedarme dormido aquí...' Su determinación de observar a la mujer perdía fuerza. El joven que se había resistido a dormirse acabó admitiendo su derrota. '...Descansaré un poco'.

Max apagó la vela y se acurrucó cerca en el borde inferior de la cama de la mujer. La cálida manta que cubría su cuerpo le hizo sentirse aún más somnoliento. Cuando cerró los ojos, sintió una sensación de confort que no había sentido desde que su madre falleció. 

***

Un feroz dragón estaba asolando el imperio. Parecía que una catástrofe natural estaba sucediendo en todo el imperio, infligiendo daños incluso cuando se habían establecido barreras y se estaba evacuando a la gente. 

Me escondí tranquilamente cuando el dragón comenzó a atacar nuestra mansión. Cuando me vio, la criatura se acercó con las fosas nasales abiertas. Antes de que fuera demasiado tarde, mi padre apareció para combatirlo. 

"¿Cómo te atreves a apuntar a mi hija?", dijo. "¡No te dejaré ir!"  

Aunque claramente se trataba de un sueño, me sentí feliz cuando desperté. 'Dragón, eh'. Parecía un sueño afortunado. Por alguna razón, sentí que hoy sería un buen día. Eso fue... hasta que vi al hombre durmiendo en la parte inferior de mi cama.

'¿Por qué tenía que dormirse aquí entre todos los lugares? ¿Le gusta mi cama? Suspiré y observé el rostro del hombre. Ahora que sus agresivos ojos rojos estaban cerrados, parecía dócil. Aunque tiene malos modales, es definitivamente guapo'.

De repente me preocupé por lo que pasaría si alguien lo viera en mi habitación. Tal vez pensarían que la despiadada Dama Floyen había secuestrado y encarcelado a un hombre guapo. Aunque ciertamente me parecía más atractivo que Mikhail, no me gustaba mucho esta situación. 'Debería irse antes de que alguien malinterprete la situación...'

Las sirvientas no entraban en mi habitación sin permiso, pero no quería arriesgarme. Cerré el cerrojo de mi puerta y le sacudí el hombro, tratando de despertarlo. 

"Hey... ¿Eh?" El hombre me empujó con tanta fuerza que caí al suelo. Tuve suerte de que hubiera una alfombra, de lo contrario, mi espalda podría haberse lesionado. 

"¿Qué estás haciendo?" El hombre que acababa de decir lo que yo quería decir se cernió sobre mí. Sus ojos brillaban con fuerza. 

***

Max no había sentido tanto calor y comodidad en mucho tiempo. Quería dormir para siempre, pero cuando se dio cuenta de que alguien se acercaba a él, la piel se le puso de gallina. Después de sobrevivir a muchas batallas, su cuerpo se había vuelto extremadamente sensible a los cambios en su entorno.

Incluso antes de despertar del todo, Max empujó a la persona que lo tocó brevemente. Trepó sobre el cuerpo e instintivamente trató de agarrar el cuello de la persona. Fue entonces cuando vio un par de ojos azules. Sólo había una mujer que tenía ojos parecidos a las flores vincas que flotan en un lago sereno. 

'Oh, ahora recuerdo lo que pasó'. Cuando sus sentidos volvieron gradualmente, también lo hizo su razón. Entonces se dio cuenta de lo que había hecho. 'Me he vuelto loco'.

Originalmente había planeado irse después de descansar un rato, pero de alguna manera perdió el control de sí mismo y cayó en un profundo sueño. 'No puedo creer que haya bajado la guardia delante de esta mujer'. Se reprendió a sí mismo mientras veía a Jubelian que lo miraba fijamente. 

'Ni siquiera está agitada'. Sus acciones podrían haber sido letales, pero ella ni siquiera parecía asustada. 

"¿Qué intentas hacer?", preguntó intentando asustarla.

Al contrario de lo que esperaba, la mujer sonrió. Sus ojos se curvaron y sus labios rojos se abrieron para mostrar unos dientes brillantes. Su bello rostro le recordó a una flor en pleno apogeo. Max intentó apartar la mirada, pero una fuerza irresistible se lo impidió. Dejó de pensar por un momento y se quedó con la mirada perdida en su rostro.