Capítulo 14. Libros
En ese momento, lo escuchó decir en voz baja.
"No tiene que saber algo como eso para hablar conmigo."
Contrariamente a su tono indiferente, estaba sonriendo. Algo muy inusual.
"Cuida bien de mi hija", le ordenó con voz suave. Su expresión indiferente volvió a apoderarse de su rostro, como si ni siquiera hubiera sonreído en primer lugar.
***
Habían pasado cuatro días desde que me recluí en mi habitación. Durante ese tiempo, terminé de leer todos los libros que tomé prestados de la biblioteca.
'Necesito un nuevo libro ahora...'
Merilyn había salido a hacer unos recados, así que Sella estaba en mi habitación reemplazándola. La miré.
"¿Necesita algo, Dama Floyen?", preguntó.
Por desgracia, no podía pedirle a Sella que me trajera libros. A diferencia de Merilyn, que había recibido una educación, Sella sólo sabía leer palabras básicas.
'Es mejor que vaya personalmente a la biblioteca'.
No quería que Sella se sintiera mal, así que decidí enviarla a otro lugar para que no supiera.
"¿Puedes traerme galletas de chocolate y té, Sella?"
"¡Sí, por supuesto! Ahora mismo regreso."
Cuando se marchó, le dije a otra sirvienta que iría a buscar libros a la biblioteca y salí de mi habitación.
'Ah, es bastante molesto encontrar el libro adecuado para leer'.
Abrí la puerta de la biblioteca mientras me perdía en mis pensamientos y me quedé boquiabierta cuando vi quién estaba dentro.
"¡Oh, pa-padre! ¡Bu-buenos días!" tartamudeé con asombro.
Aunque lo saludé, no esperaba que me contestara.
"No es de mañana, sino de tarde", respondió para mi sorpresa.
Aunque, como esperaba, encontró un error en lo que dije, no me serviría de nada sentirme herida por su respuesta. "Sí. Fue mi error", acepté con calma, esperando que ese fuera el final de nuestra conversación.
Me dirigí hacia la estantería.
"Esa es... la teoría de la gestión de propiedad", él dijo.
Mi padre estaba echando un vistazo al libro que tenía en mis manos. Su expresión pétrea delataba sus pensamientos. 'Parece que me está preguntando por qué estoy leyendo algo como esto'.
Me apresuré a colocar el libro de regreso a la estantería.
"Simplemente tenía curiosidad por saber qué tipo de tareas realizas padre."
Su expresión se endureció ante mi excusa.
"¿Por qué sentías curiosidad por eso?"
'¿Y si piensa que me estoy volviendo codiciosa?'
No quería que me malinterpretara, así que respondí con un tono seco para no parecer materialista o ambiciosa.
"No tenía ninguna otra intención. Sólo tenía curiosidad."
Aunque intenté evitar ofenderlo, frunció ligeramente el ceño. Tragué saliva con nerviosismo y añadí: "Siento haberte molestado. Ya me voy."
Terminé disimuladamente la conversación y traté de salir de la biblioteca.
"Jubelian."
Una voz fría me llamó por mi nombre, así que me volteé de nuevo. Mi padre me miraba con rostro pétreo.
"Siéntate."
'¿Tiene algo que decirme?'
La cabeza comenzaba a dolerme mientras intentaba comprender las intenciones de mi padre.
'Allen me ha aconsejado que relaje mi mente y mi cuerpo...'
Aunque temía volver a sentirme mal, no podía ignorar la agobiante mirada de mi padre.
'Supongo que no puedo evitarlo'.
Me acomodé en el sofá delante de él. El suave y esponjoso asiento relajó mi cuerpo, pero todavía estaba alerta sobre lo que diría.
"Jubelian."
Dudé de las palabras que preguntó a continuación.
"¿Conoces los tres elementos que componen una propiedad?"
No esperaba que me interrogara, pero respondí rápidamente sin perder el ritmo.
"La tierra es la base de una propiedad, el maestro establece y protege el orden, y las personas son responsables de la producción de recursos."
"Has aprendido bien."
"Sí, ya que he leído todo el libro."
Pensando que esto era todo lo que mi padre tenía que decir, estuve a punto de preguntarle si podía regresar a mi habitación.
"Entonces, ¿También sabes esto?"
Sin embargo, el examen sorpresa de mi padre no había terminado. Siguió haciéndome preguntas como si quisiera comprobar que había leído el libro a fondo.
'¿Cuándo terminará esto?'
Cuando miré la hora, vi que eran las tres, dos horas después de haber salido de mi habitación. Normalmente tomaba el té alrededor de esta hora.
'Oh, esas galletas de chocolate que le dije a Sella que trajera...'
Estaba pensando en esto cuando escuché que tocaron la puerta.
"El invitado ha llegado, maestro."
Mi padre se levantó ante las palabras de Derrick, nuestro mayordomo.
'¿Por fin ha terminado?' Lo observé con alivio. 'Por favor, por favor, déjame en paz'.
Sin embargo, mi padre siguió desafiando mis expectativas y caminó frente a la estantería. Reprimí el impulso de suspirar.
"Maestro", volvió a llamar Derrick.
Mi padre no respondió.
'¿Por qué está buscando un libro en lugar de responderle?'
Antes de que la curiosidad siguiera consumiéndome, se dirigió hacia mí con dos libros que acababa de escoger.
"Lee estos."
Me los entregó y salió de la biblioteca. Miré su espalda con ojos temblorosos, y luego comprobé los títulos de los libros que me dio. Apenas podía creer lo que veían mis ojos.
'¿Por qué quieres que una dama común lea sobre estrategia y táctica militar, padre?'