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jueves, 4 de marzo de 2021

Una Villana Perfecta Para Un Tirano - Capítulo 40

Capítulo 40. Lo Quiero Ahora Mismo


"Viendo cómo se comportó ante los funcionarios, puede hacer cualquier cosa con nosotras". Murmuró una de ellas. Todos los asistentes estaban preocupadas por su futuro. Sin embargo, en contra de lo que se esperaba, la Emperatriz no hacía nada contra ellas, pero eso sólo servía para que las asistentes tuvieran más miedo.

"¿Por qué demonios creen que nos trata con normalidad?" preguntó una de las asistentes en la habitación de descanso, y la asistente que estaba a su lado le contestó. "Ni siquiera nos ve como personas, es por eso. ¿Castigaría su cepillo por enredarse en su cabello?"

"¡Así que es eso!"

Cecile estaba encerrada en sus pensamientos, sin saber que se acumulaban esos malentendidos.

Estaba enfadada. Diciéndolo de una forma algo vulgar, estaba jodidamente furiosa. La inquietante expresión de Cecile hizo que las asistentes movieran sus manos con más diligencia. Pero a ella no le importaba. Estaba demasiado ocupada pensando en las palabras de Estian que se repetían en sus oídos en un bucle infinito.

—Entonces, mejor matarte, puesto que no pensaba tener hijos. Esta fue la respuesta de Estian a la amenaza de Aled de maldecir a sus descendientes.

'La razón para aceptar una Emperatriz era tener un heredero...'

Así estaba escrito en la carta de su propuesta de matrimonio y no había nadie que no lo supiera. Para dar a luz al heredero imperial. Cecile había pensado lo mismo. Por eso, independientemente de cómo actuara el Emperador y de sus emociones, se sentía aliviada de compartir su cama con él. Le tranquilizaba saber que la necesitaría, al menos hasta que se cumpliera el propósito del Emperador. Aquí ella pensó que él también estaba trabajando para lograr ese objetivo. '¿Pero resulta que no piensa en eso?'

Entonces, ¿Por qué necesitaba una Emperatriz? Cecile reflexionó sobre eso, pero no pudo encontrar una respuesta satisfactoria. Sin embargo, lo único cierto era que su vida pendería de un hilo a menos que diera a luz al hijo del Emperador en los próximos años. 

Pensándolo bien, ni siquiera tenía algunos años. Todo el palacio imperial sabía que el Emperador se acostaba con ella cada noche. Si no había noticias de embarazo en los próximos meses, era probable que recibiera una lluvia de peticiones solicitando su destitución. 

Cecile había seguido el método que, según Estian, le permitiría sobrevivir en el palacio imperial. Después de todo, ella había creído que podría mantener alejada la muerte a través de la infamia mientras aguantara. Pero si se convertía en la madre de un sucesor del Emperador, podría arreglárselas para sobrevivir de alguna manera.

¿Pero no pensaba en tener un sucesor?

Se le llenaron los ojos de lágrimas al pensar que se había dejado engañar. Ahora sólo le quedaba la infamia, y podrían expulsarla en cualquier momento. 'Eso es una cosa, pero...'

Una oleada de vergüenza y de incomodidad la invadió. Recordó el día después de la boda, cómo se había alegrado en sus adentros mientras dibujaba palabras en un azulejo de la pared del baño.

『Mi Esposo.』

Por cómo se sentía ahora, quería dirigirse al baño y destrozar ese mismo azulejo. ¿Por qué? Porque su presunción la avergonzaba por completo. ¿Familia? ¡Qué familia! Por supuesto, una familia no se completa necesariamente teniendo hijos. Sin embargo, la vergüenza de haber fantaseado con un futuro como ese, le dio ganas de querer morirse.

'Me alegro de no haberlo mencionado nunca en voz alta', pensó.

De todos modos, no es que al Emperador le hubiera gustado escucharlo. Cecile suspiró profundamente, con el corazón perturbado, antes de mirar el espejo que tenía delante. Mientras estaba sumida en sus pensamientos, se estaban dando los últimos retoques a su indumentaria. 'Me atrevo a decir que estoy guapa'.