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viernes, 6 de octubre de 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 544

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 544. Navier En Rwibt (12)



Después de un largo viaje, finalmente llegamos a la capital de Rwibt. Aunque la capital se veía impresionante, esta vez no pudimos explorarla. Teníamos demasiado que hacer.

Lo primero era lo primero, necesitaba buscar al resto de nuestra tripulación. El Gran Duque Kapmen me llevó directamente al palacio con ese fin. Una vez allí, él localizó al cortesano encargado de los visitantes.

"¿Dónde están los invitados del Continente Wol?" 

"Han alquilado una mansión cerca del palacio."

Respondió el cortesano, obviamente sorprendido de ver al Gran Duque Kapmen.

"Su Alteza, todos nos aterrorizamos al oír que cayó por la borda. ¡Nada menos que con una Emperatriz de Wol!"

El Gran Duque Kapmen se aclaró la garganta y me miró. El cortesano se quedó helado al darse cuenta de quién debía ser yo.

Se puso pálido e hizo una profunda reverencia,

"Le pido disculpas, Su Majestad. No le reconocí con ese uniforme de guardia."

Desde que llegamos al puerto, Ángel y Kapmen habían estado tratando de encontrarme otra ropa. Pero todo resultaba muy revelador. Al final, no fui lo suficientemente valiente como para vestirme como una nativa de Rwibt, así que me quedé con el uniforme.

"No pasa nada."

El cortesano nos explicó en detalle dónde estaba nuestro grupo. Luego Kapmen y yo abandonamos el palacio, no sin antes enviar un mensajero a la Emperatriz Imona de Rwibt, disculpándonos por nuestro retraso y solicitando una reunión para mañana.

Tan pronto llegamos a las puertas de la mansión, Laura salió corriendo a recibirnos.

"¡Su Majestad!"

Ella saltó hacia mí y la abracé con fuerza. De repente, los días de inquietud desaparecieron.

"Su Majestad, no podía creerlo cuando supe lo que pasó, yo..."

Laura se detuvo, sollozando.

La abracé con fuerza, conteniendo mis propias lágrimas. Durante todo el camino hasta aquí, me había distraído con el paisaje y las costumbres inusuales. Aún no había procesado por lo que había pasado.

Al cabo de un rato, Laura dejó de llorar. Ella me soltó, avergonzada,

"Recibí su carta, pero no estaba segura de lo que significaba. ¿Por qué ha venido con la 4ª División?"

Estaba a punto de responder, pero me detuve.

'Ángel.'

De repente, me di cuenta de que no lo había visto desde que salimos del palacio. El resto de los caballeros de la 4ª División seguían conmigo, pero...

'¿Adónde ha ido su comandante?'

***

"Gracias por permitirme reunirme con usted a estas horas, Su Majestad Emperatriz Imona."

Imona estaba sentada en un gran sillón lujoso, mirando con curiosidad al hombre de Wol arrodillado ante ella. El hombre, que se había presentado como Ángel, tenía el cabello plateado. Sus ojos parecían sonreír y sus labios rebosaban buena voluntad. Era muy hermoso.

Imona le sonrió con benevolencia,

"Ya que hemos establecido una alianza con el Continente Wol, puedo excusarte. Ahora, ¿de qué quiere hablarme un caballero de Wol?"

"En primer lugar, fue una bendición haber podido rescatar al Gran Duque Kapmen."

"Ah, sí. Ya me he enterado. Como Emperatriz de Rwibt, me gustaría expresar mi gratitud."

Ella se tocó la barbilla,

"¿Tal vez estás aquí en busca de una recompensa?"

"Sé que Rwibt ha establecido un comercio exclusivo con el Imperio Occidental en Wol."

"Así es."

Imona se tensó, adivinando ya lo que Ángel estaba a punto de decir. 

"Tú también rescataste a la Emperatriz Navier. ¿No son aliados?"

"Podríamos considerarnos una especie de rivales."

Luego se levantó y se acercó a la emperatriz,

"No estoy de acuerdo en que se permita que una sola fuerza domine a todos. ¿Qué hay de usted, Su Majestad?"

"Hmm."

Ella bajó la mirada.

"El poder concentrado en un solo lugar es una amenaza para la paz del mundo. Si sólo comercian con el Imperio Occidental, crecerán tanto que será difícil oponerse a ellos."

"¿Así que crees que deberíamos comerciar contigo?"

Ángel sonrió,

"Correcto."

"Pero si eres rival de la Emperatriz Navier, ¿no te opones a los países aliados del Imperio Occidental, como el mío?"

"En absoluto. Me gustaría establecer rutas comerciales adicionales con ustedes para que no sean también controlados por ella. La Emperatriz Navier ya tiene una enorme influencia en el Continente Wol. ¿Qué le parece?"

Ángel sonrió mientras colocaba un documento en la mesa delante de Imona, 

"Por favor, léalo."