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miércoles, 20 de septiembre de 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 538

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 538. Navier En Rwibt (6)




Utilicé mi magia de hielo para congelar los demás peces y recogí más leña para nuestras fogatas. Después de eso, arreglé un poco el interior de la cueva para que fuera más cómodo para dormir.

Estábamos en una situación terrible.

Kapmen tenía experiencia en acampar, por lo que sabía qué hacer. Incapaz de quedarme sentada, lo seguía para ayudarlo, lo que hizo que mi ropa se ensuciara más.

'No tengo otra ropa. ¿Qué hago?'

Estaba examinando mi falda sucia cuando unos cuantos murciélagos surgieron de lo alto de las paredes de la cueva, y pasaron volando por mi cabeza. Grité y caí dando tumbos hacia atrás.

Al caer, oí un desgarro. Me quedé helada, ya segura de dónde procedía el nefasto sonido.

Kapmen corrió a mi lado, sobresaltado,

"¿Estás bien?"

Me miró de arriba abajo apresuradamente, luego se tapó la boca y se dio la vuelta.

Me ardían las mejillas. Miré el enorme desgarrón en mi falda. Debió engancharse en una roca cuando me caí. 

'¡No puede ser, es mi única ropa!'

La falda que llegaba hasta mis tobillos ahora estaba desgarrada hasta el muslo.

***

"¿Qué tal te quedan?"

"Me quedan un poco grandes, pero me servirán."

Sacudí las piernas a modo de prueba. Dado que él era muy alto, los pantalones me quedaban demasiado largos, pero no estaba en posición de quejarme. Mientras los ajustaba al tamaño adecuado, Kapmen se acercó con una fruta grande.

"Toma."

Ahora él mostraba más piernas que yo cuando me rasgué la falda. Me había dicho que llevaba unos pantalones cortos debajo, pero no esperaba que fueran tan cortos.

Hice lo posible por no mirarlo mientras aceptaba la fruta. 

"Gracias."

"Encontré la fruta cerca de un lago. No es demasiado profundo. Si quieres tomar un baño allí, puedo quedarme vigilando."

"No hay nadie aquí de todos modos."

"Sólo para estar seguros."

***

Nunca antes me había bañado en un lago bajo la luz de la luna. No estaba dentro de una bañera cómoda, no había pétalos de rosa flotando en el agua, ni damas de compañía que me atendieran, y para colmo el agua estaba helada. No podía decir que fuera una experiencia que recomendara.

Miré a mi alrededor mientras me sumergía en el agua fría. A lo lejos, un búho ululaba. Más cerca, se oía el zumbido de los grillos. Aparte del frío, el paisaje era precioso. No daba miedo en absoluto...

En ese momento, oí el aleteo de un pájaro en lo alto.

'¿Heinley?'

Levanté la cabeza a tiempo para ver una bandada de pájaros sobre mi cabeza. Pero no era él.

Desanimada, bajé la cabeza. 

'¿Volveré alguna vez a casa?'

***

'No estaría tan mal vivir aquí.'

Pensó Kapmen mientras escuchaba a Navier chapotear en el lago. No le importaría que el tiempo se detuviera ahora mismo.

No había nadie más aquí. No había reglas que seguir, ni otros pensamientos o emociones con los que lidiar. Ni costumbres ni normas. Sólo una isla donde podría vivir, cuidando felizmente de la mujer que amaba.

Ella comía las frutas que él arrancaba, el pescado que él cocinaba y ambos dormían en el lugar preparado por él. Cada momento hasta ahora estaba grabado en su corazón como una estrella.

'Debo ser egoísta.'

Con el tiempo, todos estos momentos formarían constelaciones. Podría vivir para siempre, contemplándolos tranquilamente.

***

"¿Gran Duque Kapmen?"

Como no respondió, levanté un poco la voz. 

"Gran Duque, ¿está ahí?"

Ya llevábamos un par de días en la isla. Se había ofrecido a hacer guardia mientras yo tomaba otro baño, pero ahora no respondía.

Respiré hondo,

"¡Gran Duque!"

"Estoy aquí."

Me vestí y me moví en la dirección de su voz,

"¿Qué haces?" 

'¿Por qué no respondía?'

Kapmen estaba sentado en una enorme roca, mirando al cielo. Él sacudió la cabeza, disculpándose,

"Lo siento, me pareció oír algo. Un ruido que nunca antes había oído..."

Frunció el ceño y bajó de la roca. Pensé en el uniforme blanco que él había colgado en el alto acantilado.

"¿Crees que alguien notó nuestras señales?"

"Es posible."

"Deberíamos ir a mirar."

"Sí. Toma mi mano."


***

Cuando llegamos a la playa, para mi sorpresa, un enorme buque se adentraba en la bahía. Aunque todavía estaba lejos, estaba segura de que se dirigía hacia nosotros.

Alguien realmente había visto nuestras señales. Venían a rescatarnos. 

"¡Por aquí!"

Grité mientras agitaba las manos.

Kapmen sonrió mientras miraba hacia el acantilado. Su chaqueta todavía colgaba allí.

"Gracias a Dios."

Me puse la mano sobre el corazón, aliviada. Me preocupaba que tuviéramos que vivir aquí para siempre. 

'Estamos salvados.'

El primer día que despertamos aquí, Kapmen y yo exploramos los alrededores de la isla. Estaba definitivamente desierta. Ni siquiera podíamos ver otras masas de tierra desde el punto más alto, lo que significaba que no había ningún lugar lo suficientemente cerca como para nadar hasta él. Nos preguntábamos si alguien había venido alguna vez a esta isla, o si siquiera se sabía que existía.

"Volveremos a casa sanos y salvos, gracias a ti."

Me di la vuelta y sonreí a Kapmen. Pero él parecía... triste.

"¿Gran Duque?"

'Estamos a punto de ser rescatados. ¿Por qué no parece feliz?'

La sospecha se levantó en mi interior,

"¿No quieres irte? ¿Es por el matrimonio del que hablaste?"

Tal vez estaba siendo forzado a casarse con alguien que no le gustaba. ¿Por qué otra razón estaría triste por dejar esta isla desierta?

Kapmen sacudió la cabeza,

"No es eso."

"No pareces alegre."

Él forzó una sonrisa,

"Es sólo que me sorprendió."

'Mentiroso.'

Pero antes de que pudiera presionarle más, se oyó un ruido metálico procedente del buque. Un bote bajó por su costado. Vimos a la persona que iba dentro remar hacia nosotros.

A medida que se acercaba, desapareció cualquier sospecha sobre el matrimonio del Gran Duque Kapmen. Reconocí a la persona del bote.

'No puede ser.'

"¿Qué hacen ustedes dos aquí?"

Preguntó el Comandante de la 4ª División de los Caballeros Transnacionales. Ángel debió notar mi sorpresa porque sonrió y señaló su uniforme,

"Por suerte para ustedes, rescatar a los sobrevivientes de un naufragio es uno de los deberes de la Alianza del Continente Wol."