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domingo, 30 de julio de 2023

Cómo Domar A Mi Marido Bestial - Capítulo 159

Capítulo 159. Siempre Fuiste Tú (3)

Aunque tuviera que enfrentarse al Rey. Annette derramó lágrimas pero estaba decidida. Haría todo lo posible para proteger a Raphael a pesar de las dificultades. Ya después pensaría si lo abandonaría. Annette nunca confundía sus prioridades.

Raphael no conocía su intención de forma detallada, pero se dio cuenta de algo. Había podido retenerla un tiempo extra. Se sintió realmente aliviado. 

Era culpa de esta mujer que él se hubiera vuelto así. No sólo era hermosa, sino demasiado dulce. Ella le transmitía una calidez que él nunca había experimentado. Ella siempre estaba a su lado sin importar nada. Lo llevaba a su acogedora habitación cuando deambulaba en sus oscuras pesadillas. Ella lo consideraba su familia… a pesar de su pobre linaje.

Por lo que no pude evitar enamorarme.

Raphael miró a Annette con ojos sombríos. Recordó la conversación que había tenido hoy con Harold. Tenía que elegir entre el Rey y Annette. Y al final Raphael la eligió a ella.

Harold se rió al escuchar su elección. Dijo que en ocasiones los hijos eran mejores que los padres. Entonces, le contó a Raphael todo lo que sabía, tal como había prometido. El Rey había mantenido al margen a la familia Bavaria desde el principio, por eso incriminó a Annette para evitar que se convirtiera en la Princesa Heredera. Solo esperaba la oportunidad para eliminar a la familia Bavaria.

Y no lo olvides. Que sólo puede haber un sol en Deltium. ¿Pero qué sucedería si la luna brilla aún más que el sol? Alguien podría querer derribar la luna. Alguien que no quisiera que la luna se tragara al sol en un eclipse.

Raphael no era tan estúpido como para no entender lo que quería decir. Finalmente pudo comprender por qué el Rey le había pedido que se casara con Annette. También, por qué el Rey lo alababa de forma extraña, pero menospreciaba a Ludwig.

El Rey pensaba utilizarlo tanto como quisiera. Raphael se convenció al escucharlo. Sabía que había tomado la decisión correcta al elegir a Annette.

Pobre Annette.

Raphael conoció el amor por primera vez, pero por desgracia el lugar donde nació fue un sucio lodazal. Annette no se convirtió en Princesa Heredera por culpa de su propio padre, y fue su tío materno Ben March, el elegido como la herramienta para incriminarla. Ya se podía considerar algo trágico para ella tener que casarse con un hombre como él, pero incluso ahora ella seguía estando en peligro.

Él sintió un profundo sentimiento de culpa. Aunque le diera la espalda al Rey, aunque perdiera todo lo que tenía, tenía que proteger a Annette. Esa sería su única expiación.

Los profundos ojos azules de Raphael brillaron. Eran los ojos de un hombre que por primera vez tenía algo que proteger. Estaba decidido a morir.
 
***

La mujer agazapada en un rincón de la oscura celda parecía una rata de alcantarilla. A pesar de que parecía joven por sus rasgos, pero tan poco llamativos que no causaban una impresión aduladora. Lo único bueno era que su expresión parecía confiable.

La mujer puso los ojos en blanco constantemente, mordiéndose la uña del pulgar con cara de ansiedad. Su día había sido tranquilo hasta hace unas horas, pero la situación cambió de repente 180 grados. Los empleados del Marquesado Carnesis irrumpieron en su propia habitación, y se la llevaron a una prisión subterránea. Fueron órdenes de su maestro.

¿Quizás... se han enterado?

No podía creerlo, su receta era perfecta. Eucaly estudió intensamente medicina en la academia médica más destacada. Se suponía que durante las primeras fases de la droga, los síntomas sólo serían sutiles, así que había pocas posibilidades de detectarla.

Eucaly intentó calmar su inquietud. Pero, antes de que pudiera calmarse, unas personas aparecieron. Entre las personas había una belleza deslumbrante.

Tenía una cara tan refinada como la de una muñeca. Sus ojos rosados brillaban a través de sus pestañas. Un cabello rubio radiante. Ella brillaba como un sol en este lugar poco iluminado. Ella hizo un gesto con la mano para quienes la rodeaban.

"Salgan. Me gustaría tener una conversación personal con mi médico."

De inmediato todos se fueron. Eucaly, que se aferró inconscientemente a los barrotes, miró a Annette con ansiedad. Ella se sentó entonces en una silla frente a los barrotes. Annette la miró tan tranquila como de costumbre. La esperanzada Eucaly suplicó.

"¿Por qué me hiciste esto? ¿He hecho algo malo? Por favor, dime la razón…"

"¿Razón?"

Annette sonrió. Había algo aterrador en su hermosa sonrisa.