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sábado, 10 de junio de 2023

La Emperatriz Se Volvió A Casar - Capítulo 493

La Emperatriz Divorciada - Capítulo 493. Mientras Uno Pierde, Otro Gana (2)



"¿Quiere decir que informará a la Alianza de que Su Majestad ha desaparecido?"

Los ojos del canciller se abrieron completamente.

"No. Comprobaremos si la Alianza lo tiene."

A pesar de mi respuesta, él seguía con cara de preocupación. Me puse en pie. 

"La Alianza planea aislar al Imperio Occidental. Por ende, su plan sólo será efectivo si la mayoría de los demás países está de acuerdo."

La Alianza aún no quería iniciar una guerra contra el Imperio Occidental. Si violaban el tratado de paz, el Imperio Oriental podría salirse del acuerdo. Aún no estaba claro si el Imperio Oriental se uniría a la lucha contra el Imperio Occidental o atacaría a otros países de la Alianza.

A mi modo de ver, si la alianza violaba el tratado, el Imperio Oriental no se uniría a un ataque contra el Imperio Occidental, sino que podría aprovechar para atacar a sus países vecinos. Si quisieran, por supuesto.

Pero el líder de la alianza probablemente era consciente de ello. Probablemente, sólo quería expandir la influencia de la alianza por ahora, no iniciar una guerra. En ese caso, lo único que teníamos que hacer era demostrar a la alianza y a los países aliados que no todos los países seguirían sus órdenes ciegamente.

Saqué un pequeño mapa del cajón, lo aplané y señalé a Whitemond. 

"Whitemond, de donde es la Princesa Charlotte."

Luego moví el dedo hacia Bohean Azul.

"Bohean Azul, de donde es el Duque Elgy."

Por último, señalé al canciller un área en las afueras, cuyas fronteras eran irregulares.

"Y... Rwibt. Usaremos estos tres países."

El canciller aún parecía dudar.

"Podríamos tener el apoyo de Whitemond y Bohean Azul, pero Rwibt está demasiado lejos. Ya es difícil estar en contacto con ellos."

"Eso no es importante. No busco apoyo militar. Sólo busco aliados adicionales."

"Así que es un farol."

"Por supuesto, no sólo mencionaremos su nombre. También mostraremos los éxitos de nuestro comercio. Hay una enorme riqueza que se obtendrá a través del comercio con Rwibt. El comercio y dinero representará a ese país poco conocido en este continente."

Si la alianza era la culpable de la desaparición de Heinley— si lo habían secuestrado y no podía volver— no teníamos otra opción. Debíamos responder de la misma manera, presionándolos para que nos devolvieran a Heinley.

***

¿Cómo puedo sugerir esto a Whitemond, Bohean Azul y Rwibt sin ofenderlos? Mejor preparo un discurso antes de convocar a sus embajadores... El Gran Duque Kapmen era de Rwibt, y ellos no pertenecían al Continente Wol, así que no habría problema. Pero no sería fácil que Whitemond y Bohean Azul se pusieran de nuestro lado contra la Alianza.

Estaba tan concentrado que incluso cuando llevé a Laurie y a Kai a jugar, el problema no abandonó mi mente.

Antes de que pudiera decidirme, el Duque Elgy llegó al palacio. Cuando le saludé, mencionándole lo inesperado de su visita, pareció desconcertado.

"¿Qué quieres decir? ¿No te dijo Heinley que vendría?"

Aunque sólo unos pocos lo sabían, el Duque Elgy era el mejor amigo de Heinley. Se había arriesgado a ayudarnos a escapar del Imperio Oriental. Llevé al Duque Elgy conmigo al salón y le conté sobre la desaparición de Heinley.

"La paloma mensajera que le envié regresó sana y salva. Algo debe haber pasado después de eso."

Dijo el Duque Elgy y se quedó pensativo. Luego su expresión se volvió rígida. 

"Que haya desaparecido en un momento como este... no es bueno."

"Eso es cierto. Tengo que pedirte un favor en ese sentido."

"¿Qué es? Sea lo que sea, lo haré."

Honestamente, si el Duque Elgy no fuera amigo de Heinley, no habría confiado en él. Dado que su amistad con Heinley era genuina, compartí la noticia de la desaparición de Heinley. Sobre lo demás... no estaba segura.

Sin embargo, para detener la agresión contra el Imperio Occidental, necesitaba el apoyo de la realeza de Bohean Azul, incluido el Duque Elgy. Un simple ciudadano de Bohean Azul no podría hacer que se pusieran de nuestro lado. El apoyo de la realeza tal vez podría funcionar como un trampolín. Lo intentaré.

"¿Estás al tanto de lo que la Alianza del Continente Wol ha estado haciendo últimamente?"

"Envié una carta a Heinley al respecto."

"¿Con respecto a la alianza, quieres decir?"

"Sí. Para aumentar su influencia, la alianza tiene como objetivo a las dos países más poderosos. Además, parece que el Rey de Bohean Azul se ha puesto de su lado."

Oh, no.

"¿Estás seguro?"

No puede ser. Me masajeé la frente y bajé la cabeza. El Duque Elgy se inclinó hacia delante, preguntándome si estaba bien. 

"Estoy bien. Es sólo que el favor que te iba a pedir era sobre este asunto."

Mi plan para hacer frente a la Alianza junto con Bohean Azul, Whitemond y Rwibt se derrumbó antes de que pudiera siquiera sugerirlo. ¿Y ahora qué puedo hacer?

***

Salí al balcón y me agarré a la barandilla. Ahora que no podíamos aliarnos con Bohean Azul, eso nos dejaba con Whitemond y Rwibt. Sería difícil hacer frente a la Alianza sólo con el apoyo de ellos. Rwibt era menos influyente, especialmente si sólo uno o dos países más nos apoyaban. Supongo que no tengo elección. Necesito recurrir a Rwibt primero. Y en cuanto a la invitación de la Alianza a las Celebraciones de Año Nuevo...

Antes de que me perdiera en mis pensamientos, vi a Mastas blandiendo su lanza en un área vacía. Aunque blandía la lanza con increíble velocidad y brillantez, notaba cierta inestabilidad en ella. Parecía triste.

¿Es por lo que pasó con Koshar? Me dolía verla sufrir en silencio. ¿Debería intentar hablar con ella? ¿Cómo lo hago? ¿Puedo consolarla? Si intentara consolarla, ¿le afectaría más? A fin de cuentas, estaba como mi hermano. Estaba condenada si lo hacía, y condenada también si no lo hacía.

Entonces apareció el Duque Elgy en la otra dirección. Caminaba, sumido en sus pensamientos. Y caminando hacia él estaba... ¡¿Rivetti?!

***